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Sunlight Moments

by Laydania

Chapter 6: Pasemos de dos, ¡a tres! III

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Y aquí la tercera y última parte de "Pasemos de ser dos, ¡a tres!" Espero les guste :3 Adiós!

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Pasemos de ser dos, ¡a tres! 3* Parte

Sunset no durmió nada esa noche. Aunque se sentía segura en el abrazo protector de Twilight (que había caído dormida hace rato), se sentía nerviosa. Preocupada. Incomoda. Como si algo le estuviera susurrando "no duermas, no puedes hacerlo". ¿Por qué? ¿Tendría algo que ver con su bebé?

En una semana, se cumplirían los 9 meses. En 6 días, llegarían a la fecha que había dado el doctor para el nacimiento. Y aunque a ninguna de ellas les molestaría que llegara antes, Sunset tenía la ligera sospecha de que su insomnio se debía a ello.

Su instinto no le permitía hacerlo. No podía dormir. Era como si su bebé quisiera tener toda la atención de su madre. Y, aunque ya la tenía completamente, era como si le quisiera dar un mensaje. La peli fuego intento asociarlo a la idea de que está nerviosa porque mañana Twilight tenía que salir por el trabajo. A pesar de estar trabajando desde casa, la oji amatista debía juntarse con su jefe para informarle de sus avances, y sería la primera vez que se separaban por más de 12 horas desde que todo eso comenzó.

Sin darse cuenta se quedó dormida, ignorando la advertencia que le daba su cuerpo.

Después de todo, su bebé ya quería salir y conocer a sus madres.

La Princesa Twilight Sparkle se encontraba revisando un millón de papeles. Aunque muchos dijeran que ser princesa era probablemente lo más entretenido del mundo, la verdad es que a veces a Twilight le gustaría volver a ser una simple unicornio, sin tantas responsabilidades sobre sus hombros.

Respingo levemente cuando Flash, el capitán de la guardia, entro en la sala del trono. Flash Sentry era un guardia en el palacio de Cadence, pero la princesa Celestia lo había mandado al palacio de Twilight sin motivo aparente. Aunque si Twilight lo pensaba, recordaba la mirada cómplice que compartieron Celestia y Luna.

—¡Princesa! —exclamó el pegaso haciendo una reverencia ante ella.

—¿Qué ocurre Flash? —a Twilight definitivamente no le gustaba que le dijeran princesa, pero por más que se quejara seguían llamándola así.

—Tiene una visita —dijo Flash sonriendo nerviosamente.

Twilight lo miró fijamente, sin saber a qué se podía referir.

—¡Twilight! —exclamó Rarity entrando a la sala del trono. Twilight estuvo a punto de saludar cuando noto un detalle raro: Rarity caminaba de una manera extraña, como si quisiera pararse en sus patas traseras.

—¿Rarity? ¿Estás bien? —preguntó la princesa.

—Querida, no soy tu Rarity —exclamó la unicornio lanzándose al suelo—. Soy la del mundo humano.

—Oh —exclamó Twilight, claramente sorprendida—. ¿Qué ocurre?

—Tienes que venir conmigo al mundo humano —exclamó la unicornio poniéndose difícilmente de pie—. Sunset necesita tu ayuda.

—¿Qué ocurre con ella? —preguntó la princesa alarmada, recordando la situación de la pelirroja—. ¿Está bien? ¿Ocurrió algo con el bebé?

—Twilight —llamó Rarity con extrema seriedad—. Sunset está en proceso de parto ahora mismo.

Un grito atravesó el hospital. Las chicas que estaban en la sala de espera se asustaron al escuchar ese grito. Rainbow se acercó nuevamente al pasillo, pero la enfermera le cerró el paso.

—Ya dije que no puedes pasar —exclamó la enfermera.

—¡Es mi amiga! —bramó la chica de melena arcoíris—. ¡Está sufriendo allá dentro, y nosotras estamos aquí sin hacer nada!

—No van a poder hacer nada allá dentro tampoco —respondió la enfermera, provocando que Rainbow gruñera.

—Amor —llamó Fluttershy tomando la mano de Rainbow—. No lograras nada.

—Lo sé —respondió Rainbow suspirando, mientras dejaba que Fluttershy la guiara nuevamente a su asiento—. Pero me pone nerviosa estar aquí.

—¿Ya sabes algo de Twilight? ¿O de Rarity? —pregunto nerviosamente Applejack mirando a Pinkie Pie.

—Nada —respondió la chica fiestera mirando su celular. Ante la ausencia de su esposa, Sunset se las arregló para salir de su departamento, consiguiendo la ayuda de su vecina para llevarla al hospital y contactar con sus amigas—. ¿Cuántas horas lleva de esa manera Sunset?

—Tres —respondió Rainbow—. Nosotras tardamos una hora en llegar luego de que Sunset llegara a este hospital. Y han pasado dos horas desde que llegamos.

Habían logrado contactar con Twilight, quien estaba en camino, pero estaba demorando demasiado. Rarity había aceptado ir al mundo alterno en busca de la Princesa, pero no tenían manera de contactarla, por lo que Applejack se estaba poniendo nerviosa.

Por su parte, Sunset estaba gritándole al doctor cuanta grosería se supiera.

—¡Maldita sea! —bramó la pelirroja. Una enfermera estaba junto a ella, permitiendo que Sunset apretara su mano. Pero la enfermera estaba considerando que luego de todo eso, tendrían que revisar la mano, que parecía haberse roto—. ¿No puede hacer algo?

—Tranquila chica —susurro el doctor Stable, dueño del hospital en el que estaba en ese momento la pelirroja—. Tienes que tranquilizarte. Tu bebé aún no está listo para salir. Desesperarte no ayudara en nada.

—¡¿Y cree que me interesa una puta mierda?! —respondió la pelirroja, gritando tan fuerte que casi le rompió los tímpanos a la enfermera junto a ella. "Claro, aparte de romperme la mano también los tímpanos" pensó la pobre enfermera—. Maldita sea… Twilight, llega pronto, por favor…

—¿Ella es su hermana? —pregunto la enfermera intentando desviar la atención de Sunset.

—Es mi esposa —respondió la pelirroja sonriendo levemente. La enfermera frunció el ceño, pero no comento nada. "Otra pareja más de lesbianas…"

—¿Hace cuánto se conocieron? —preguntó el doctor, sabiendo que no podía hacer nada para ayudar a la pelirroja por ahora. Había sido una falsa alarma, pues el bebé parecía estar esperando algo.

O, más bien, a alguien.

—Hace 5 años —exclamó Sunset sonriendo, antes de estremecerse por una nueva ola de dolor que le atravesó el cuerpo—. Mierda…

—¡Twilight! —exclamaron las cinco chicas al ver llegar a su amiga princesa. La Twilight del otro mundo las miraba desde la entrada del hospital, respirando agitadamente para recuperar el aire perdido. Tras ella llegaba Rarity, arreglándose la melena morada.

—¿Cómo esta ella? —preguntó rápidamente la princesa.

—Podríamos saber algo si alguien —susurró Rainbow mirando significativamente a la enfermera en medio del pasillo—. Nos dejara pasar.

—Pues no, no hemos sabido nada terroncito —exclamó Applejack, cuando un grito atravesó el aire. "¡Puta madre!" bramó la voz que las chicas reconocieron como la de su amiga pelirroja. Y no sonaba nada alegre.

Twilight avanzó con determinación hacia el pasillo. La enfermera, adivinando sus intenciones, se enderezo en medio del pasillo interrumpiendo su avance.

—Me gustaría ver a mi amiga —exclamó la chica con la autoridad que tenía como princesa. Lástima que la enfermera no la reconocía como princesa, si no que la veía como una pequeña chica que quería entrar a la fuerza a un lugar donde solo podían entrar pacientes y doctores.

—Lo siento pequeña —respondió la enfermera sin moverse un centímetro—. Pero no puedes pasar.

—Yo si —exclamó una voz desde la entrada. Todas voltearon para ver a la Twilight de su mundo caminando con determinación hacia la enfermera y la princesa—. Déjeme pasar.

—¿Y tu… eres? —preguntó la enfermera.

—¡Twilight Sparkle! ¡Si no llegas en 30 segundos, me vas a ver enojada! —bramó la pelirroja dentro del pasillo.

—Alguien que disfruta vivir —respondió Twilight ligeramente asustada ante la idea de ver a su esposa enojada—. Además de ser la persona a la que está llamando la chica de allí dentro. Y su esposa, para recalcar.

Dando prueba de sus palabras, Twilight alzo su mano enseñando el dedo en el que tenía su anillo.

La enfermera miró a ambas chicas frente a ella, pensativa.

—¿Por qué se parecen tanto ustedes dos?

—Somos gemelas —inventó la Twilight del mundo humano, dejando sorprendida a su contraparte pony—. O me deja pasar, o después de que Sunset me mate volveré, y este hospital será el que me vea enojada.

La enfermera paso saliva al sentir la verdad tras esa amenaza. Sin decir una palabra más, dejo que la Twilight científica pasara, quien ignoró las miradas sorprendidas de sus amigas.

—Vale… —susurró Rainbow mirando sorprendida el lugar en el que antes estaba la Twilight humana—. Si tú eres una princesa en tu mundo, ella comparte contigo la autoridad.

Todas asintieron, de acuerdo con esas palabras.

—¡Sunny! —exclamó la joven en la puerta de la habitación, encontrándose con una curiosa escena. Sunset respiraba exhaustivamente, mientras que el doctor se sobaba el rostro. La enfermera junto a su esposa se sobaba la mano, que tenía un feo color morado.

—¡Twilight! —dijo emocionada la pelirroja desde la camilla intentando levantarse, antes de hacer una mueca de dolor y caer nuevamente acostada. Twilight tomó el lugar que tenía antes la enfermera, tomando la mano de su adorada pelirroja—. Pensé que no llegarías…

—Lo siento —la científica se inclinó para besar la frente de su amada pelirroja.

Una nueva ola de dolor recorrió a la pelirroja, provocando ahora un gemido de dolor.

—Esto no está bien —exclamo el doctor mirando al otro lado de la pelirroja—. Ha tardado demasiado…

—¿Qué ocurre? —preguntó Twilight angustiada.

El doctor la miro fijamente.

—Tendrá que ser cesárea —informó, aterrando a las chicas—. Pero a fin de cuentas es su decisión.

Ambas chicas se miraron. Antes de poder decir algo, Sunset gimió nuevamente por el dolor, provocando que Twilight tomara una mueca de determinación.

—Adelante —respondió la joven, apretando suevamente la mano de la peli fuego—. Haga lo que sea necesario.

El doctor asintió. —Enfermera, avise que llevaremos a esta chica a cirugía. Cesárea por parto complicado prolongado. ¿Qué tipo de sangre es?

—A2 positivo —respondió Twilight, ignorando la mirada aterrada que le daba Sunset.

—¿Twi? No… —no pudo seguir por la oleada de dolor.

—Es lo mejor, Sunny —respondió Twilight aferrando fuertemente la mano de la pelirroja—. Estas sufriendo, y la cesárea lo arreglara todo. Tendremos a nuestro bebé.

—Vamos —declaró el doctor. Unos enfermeros llegaron y empezaron a mover la cama de Sunset. Twilight avanzó rápidamente, sin soltar la mano de la pelirroja, hasta que ya no pudo seguirla más puesto entraban a la sala de urgencias.

Acercándose, Twilight besó la comisura del labio de Sunset.

—Te amo —susurró la joven, viendo como llevaban a su peli fuego a la sala de cirugías. Desesperada, regresó a la sala de espera con sus amigas, explicándoles lo que ocurrió.

—¿Dulzura? —la llamó Applejack al notar las lágrimas que brillaban en los ojos de Twilight.

—Tengo miedo —confesó la joven limpiando las lágrimas de sus ojos con la manga de su polerón—. ¿Y si algo sale mal? Ellos dos son todo lo que tengo. No podría estar sin Sunset, y si ella no lo logra…

—Twilight —llamó la princesa de la dimensión alterna, ignorando la incomodidad de hablar con su alterno—. Eso no ocurrirá. Sunset luchara todo lo que pueda por ti, y por el bebé de ambas.

—Tiene razón —respondió Rainbow sonriéndole por sobre la mueca de preocupación que compartía con sus amigas—. Por favor, ¡estamos hablando de Sunset Shimmer! ¡La que logro enfrentarse cientos de veces a la magia y salir ilesa! Esa chica es más fuerte que todas nosotras. Mucho más.

Todas asintieron con la cabeza. Fluttershy se acercó y abrazo fuertemente a la Twilight de su mundo. Las demás no tardaron en seguirla. "Por favor" rezó en su mente la oji amatista, devolviéndoles el abrazo a sus amigas. "Que Sunset esté bien, por favor…"

La cesaría tardo 50 minutos. A medida que pasaba ese tiempo, las chicas observaban como la futura madre se llenaba de desesperación y miedo ante lo que podría ocurrir. A pesar de que intentaron calmarla conversando, dándole de beber té o contándole anécdotas de sus propias vidas, la oji amatista cada minuto que pasaba se giraba a ver el pasillo, rezando aun por su chica.

Cuando un enfermero se asomó al pasillo, no llego a comentar nada cuando Twilight salto de su asiento y se colocó frente a él.

—¡¿Qué ocurrió?! —pregunto la chica.

—Emm… —el enfermo parecía nervioso—. ¿Familiar de Sunset Shimmer?

—Su esposa —respondió Twilight tomando al enfermero de la camisa, desesperada—. Por favor, dígame, ¿Qué ocurrió?

El enfermero le sonrió, entendiendo la desesperación de la chica.

—Felicidades —exclamó—. La cesaría fue un éxito. Eres madre.

Las chicas, que se habían colocado tras su amiga, sonrieron y empezaron a abrazarse entre ellas, felices. La única que no celebraba era la misma Twilight, que estaba atónita y bloqueada. "Soy madre… Por fin…"

—Al fondo del pasillo a la izquierda, última puerta, la 364. Allí está la pelirroja, el bebé está con ella—declaró el joven sonriendo. Twilight, sin mediar aun una sola palabra, salió corriendo por el pasillo.

El enfermero observó a la chica alejarse antes de voltear a las demás.

—Lo siento, ustedes no pueden pasar aun —informó el joven. Las chicas le sonrieron comprensivas.

—No te preocupes querido —respondió Rarity—. Con saber que Sunset está bien es suficiente.

—Yo tengo una pregunta que hacerte, Twilight —llamó Rainbow la atención de su amiga princesa, mientras que le enfermero les sonreía una última vez antes de alejarse por el pasillo—. ¿Cómo ocurrio lo de Sunset?

—¿La verdad? No lo se —respondió la princesa con una suave sonrisa—. Ella y Twilight se aman, pero ni el amor hace milagros a este nivel. Como Sunset les debe haber dicho, la magia que tenían ambas en el cuerpo tiene que haber ayudado.

—Esa magia, ¿no la tendríamos todas nosotras también? —preguntó Applejack.

—Si, esa magia es la que tienen ustedes —respondió Twilight sonriendo. Todas parecieron llegar a la misma conclusión.

—No pueden hacer el amor aun para tener bebés —exclamó Pinkie Pie con una sonrisa, dejando congeladas a todas—. Primero, dejemos que Sunset y Twilight disfruten ser madres. Luego, pueden tener bebés cuantas veces quieran.

—¡PINKIE PIE! —bramaron todas las chicas sonrojadas, provocando que Pinkie y Twilight estallaran en carcajadas. Pronto, las demás se les unieron en sus risas.

Twilight estaba de pie frente a la puerta 364. Tenía la mano sobre la manilla, pero aun no la giraba y entraba a la habitación. Quería, pero los nervios no se lo permitían. Dentro de esa habitación, a menos de algunos metros, se encontraba su amada pelirroja… y el nuevo miembro de su familia.

Antes de arrepentirse, giro la muñeca y abrió la puerta, quedando encantada y a la vez congelada por lo que vio.

Los ojos esmeraldas de Sunset brillaban con amor, sosteniendo algo que estaba rodeado de mantas. Sunset de vez en cuando sonreía enamorada, parecida a la sonrisa que le solía dar a Twilight. Tenía puesta la típica bata de hospital, pero Twilight sabía que lo que antes estaba en el abdomen de su esposa, ahora ella lo sostenía en brazos.

Sunset pareció notar la presencia de Twilight, pues alzo su mirada esmeralda a ella. Le sonrió dulcemente.

—Hola —saludó en una voz cansada y somnolienta, pero a fin de cuentas llena de amor—. Ven aquí.

Twilight obedeció. Mientras se acercaba a la cama, Sunset se hizo a un lado, dejándole el espacio suficiente para poder sentarse junto a ella. La oji amatista suspiro y se sentó junto a ella, sintiendo como su corazón se dividía. Una parte seguía enamorada de la pelirroja, mientras que la otra estaba enamorada del pequeño.

Estaba enamorada de su bebé.

Era un hermoso chico, cumpliendo los deseos de Sunset. Tenía el cabello de fuego, cumpliendo a su vez los deseos de Twilight. El pequeño bostezo antes de abrir sus ojos, los cuales eran de un fuerte morado.

—Ten —susurró Sunset, extendiendo levemente el pequeño a su esposa. Twilight no supo reaccionar por un momento, antes de extender los brazos y recibir al pequeño. El pequeño rompió a llorar al sentir que lo separaban de su madre.

—Tranquilo… tranquilo… —la voz de Twilight se quebró mientras empezaba a sonreír. Lágrimas de felicidad llenaron sus ojos—. Mamá está aquí. Siempre estará aquí.

Sunset sonrió, soltando igualmente lagrimas ante la escena. Su bebé no tardo en tranquilizarse ante la maternal voz de Twilight y cayó nuevamente dormido.

—¿Cómo se llamara, entonces? —preguntó la peli fuego.

—Tiene los ojos morados —comentó Twilight sonriéndole a su bebé antes de alzar la mirada hacia Sunset—. Y tiene el cabello de fuego… ¿Qué tal Purple Flame? A mí me gusta como suena.

—A mí no me gusta —susurró Sunset luchando contra el sueño, sonriendo ante la mirada sorprendida de Twilight—. Me encanta.

Twilight sonrió a su vez. El bebé reacciono a su nombre, puesto que despertó y miro a ambas con una sonrisa sin dientes. Acomodándose junto a la pelirroja, Twilight permitió que Sunset apoyara su rostro contra su cuello en un medio abrazo.

—Y así… —comentó Sunset ahogando un bostezo—. Es como nuestra familia creció…

—Ahora somos tres —apoyó Twilight abrazando contra su pecho a Purple Flame, quien cayo nuevamente dormido—. Buen numero…

—No —respondió Sunset—. Es perfecto.

—Lo es si tú eres parte de esa suma —dijo Twilight con una sonrisa encantada—. Gracias, Sunset.

—¿Por? —pregunto la pelirroja intentando no caer dormida. La calidez del cuerpo de Twilight la invitaban a caer en una tentadora inconciencia.

—Por elegirme a mí —respondió la oji amatista apoyando su mejilla entre la cabellera de fuego de Sunset—. Entre tantas personas, me elegiste a mi… ¿Por qué?

—Porque eres tú, simplemente —respondió Sunset—. Porque cuando te conocí en los Juegos de la Amistad, supe enseguida que te quería tener conmigo. Quise enseguida que fueras mia…

—Aww —Twilight se inclinó para besar la frente de Sunset. No se esperaba que la pelirroja aprovechara y se levantara rápidamente para lograr que los labios de ambas choquen. Al apartarse, Twilight estaba sonrojada—. ¡Sunset!

—¿Me vas a decir que no te gusto? —cuestionó la pelirroja con una sonrisa ladina, aumentando el sonrojo de Twilight. La sorprendió con otro beso—. Eres mía, recuerda eso.

—Así como tu mía —respondió Twilight—. Siempre…

Quería otro beso de parte de Sunset, pero la pelirroja cayó dormida finalmente, apoyando la mejilla en su hombro. Twilight tuvo que contentarse besando su frente y abrazando fuertemente a Purple Flame.

—Mis pelirrojos… —susurró la chica sonriendo. Sin darse cuenta, cayo dormida a su vez apoyada contra la cabellera de Sunset, creando una hermosa vista para todo personal médico que pasara por la habitación.

Definitivamente, tiempos hermosos venían a la vida de ambas.

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Respuestas! :3

AngelMariaNF: Wow, suerte en la universidad. Esperare con ansias leer ese libro (o fic) de Sunny :D. Una vez me dijeron que lo mejor para toda embarazada es que las náuseas se vayan xD. Si, la princesa Twilight fue definitivamente la primera en saber. Incluso fue algo así como una consejera para ambas xD Cuando estaba escribiendo lo de Flash y Timber me estaba riendo yo sola jejej Y si, definitivamente Twilight sabe calmar a Sunny. La ama, después de todo. Confieso que shipeo a Flutter con Rainbow y a Rarity con Applejack jejej Amo a mi hermana, pero creo que pronto me va a tirar un cepillo de pelo a la cabeza con lo emocional que esta xD Gracias por leer, nos vemos en el siguiente. ¡Adiós, hermana!

Peebels Pek: Pues acabas de ver como termino xD Definitivamente, escribir a una Sunset emocionalmente inestable fue mi parte favorita de este fic. Pues el bebé no las hizo sufrir tanto como podría haber sido. Aunque si le preguntas a Sunset, no creo que te responda eso xD. Gracias por leer, nos vemos en el siguiente. ¡Adiós, amiga!

Dragon Espectral: Un día de estos, mi hermana me va a tirar un cepillo de pelo al ojo. Me llega a dar miedo jejeje Gracias por leer, nos vemos en el siguiente. ¡Adiós, hermano!

Next Chapter: Como me haces Pecar Estimated time remaining: 0 Minutes
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