Login

Sunlight Moments

by Laydania

Chapter 4: Pasemos de dos, ¡a tres! I

Previous Chapter Next Chapter

Tener un esquince en un dedo de la mano, un fin de semestre lleno de pruebas y estar resfriada no detendrán a esta chica para escribir. Incluso creo que estoy más activa :V ¿Saben que es lo bueno bebes? Que ya voy a salir a vacaciones de invierno ;) Y yo soy una antisocial que no sale con sus amigos (o quizás sí, pero solo un día), así que tendré mucho tiempo para escribir :D

Pasemos de ser dos, ¡a tres! 1* Parte.

Summary: "Porque el cura había dicho que debían estar juntas en la salud y en la enfermedad. Un embarazo no valía como enfermedad, pero eso no significaba que Twilight no estaría junto a Sunset en ese proceso, a pesar de sus propias dudas en cuanto a todo eso"

Twilight llego a su hogar luego de volver a su trabajo luego de una jornada hasta bien entrada la noche, pero definitivamente no se esperó escuchar quejidos de dolor por parte de su esposa desde la habitación.

—¡Sunny! —llamo la oji amatista, corriendo hacia su habitación en el ancho departamento. Cuando llego a esta, se dirigió al baño, encontrándose con la pelirroja aferrada al retrete dándole la espalda, aunque por las arcadas que tenía, Twilight entendió enseguida que ocurría—. ¿Estás bien?

—No… —respondió la peli fuego antes de sufrir otra serie de arcadas y vomitar lo poco que quedaba en su estómago— …¿Twi?

—Aquí estoy —respondió la joven acercándose y, luego de sentarse en el suelo junto a la pelirroja, empezó a acariciar su cabellera de fuego —. ¿Qué ocurrió?

—Estaba intentando dormir…Y repentinamente, ver la almohada me dio asco —respondió la joven luchando contra las náuseas, mientras tiraba la cadena.

—¿Quieres que llamemos a la Princesa? —pregunto Twilight.

—No…tiene que cumplir con su labor…

Luego de que Sunset se sintiera demasiado mal y cansada de una semana a otra, Twilight se había atrevido a atravesar el portal y llevar a su peli fuego hacia la princesa Twilight Sparkle, pidiéndole ayuda para saber que ocurría. La Princesa lo había explicado diciendo que, por la magia que aún tenía en si la peli fuego, eso había ocurrido luego de… "Una noche interesante" habían sido las palabras elegidas por la princesa, sin querer entrar en detalles.

Luego de enterarse de ello, las chicas habían vuelto a su hogar. Luego de unas cuantas discusiones y llantos, ambas habían aceptado la maternidad.

Aunque si ahora le preguntaran a Sunset, ella les respondería que su bebe la estaba haciendo pagar todo lo malo que había hecho cuando era la reina de la escuela, porque la misma Princesa Twilight había comentado que ese bebé era más travieso en el embarazo que la de la mayoría de personas que conocía.

Una nueva arcada sacudió el cuerpo de la peli fuego, pero no llego a vomitar.

—Ven —susurro Twilight tomando el rostro de su esposa y abrazándola contra su pecho. La peli fuego no tardo en abrazar por la cadera—. Tranquila…

—Lo estoy —respondió la suave voz de Sunset—. Al menos si tú estás conmigo.

Twilight sonrió dulcemente por ello, aunque recordó que estaban en el piso del baño, cosa no muy cómoda que dijeran ellas.

—¿No prefieres que vayamos a la cama? Necesitas descansar… —susurro Twilight apartando a Sunset para observar a los ojos. Las esmeraldas que tenía la peli fuego la cautivaron como siempre lo hacían cuando las observaba.

—Ve tu… —susurro la pelirroja enamorándose a su vez nuevamente de las amatista de Twilight—…Quiero lavarme los dientes después de esto…

Twilight le obedeció a su chica. Volvió a la habitación, se cambió a su piyama y simplemente se recostó, colocando un par de sabanas extra por el frio. Luego de unos minutos, sintió que alguien se recostaba con un suspiro en la cama, y la abrazaba fuertemente de la cintura.

—Te amo —susurro Sunset contra su cuello en un suspiro, antes de intentar dormir.

Pero la oji amatista se sentía ligeramente fuera de lugar.

Sunset era la embarazada, Sunset era la que probablemente en ese momento estaba sintiendo un millón de nauseas, Sunset era la que estaba sufriendo todo lo que traía consigo el tener un bebé dentro de ella. ¿Y quién era la que cuidaba a quién? La pelirroja a ella.

Sunset no había dejado de tener los detalles y muestras de cariño que siempre tenía con ella. Cada mañana la besaba, la abrazaba siempre que podía y le sonreía como siempre. Pero si Twilight era sincera consigo misma, temía hacerle daño a la persona que más amaba en ese momento. Midnight nunca había desaparecido de su mente, y siempre temió hacerle daño a su pelirroja favorita con la magia que aún no terminaba de controlar.

Con ese alegre pensamiento, Twilight se quedó dormida con la suave respiración de Sunset como arrullo, pero la pelirroja no había dormido.

Deduciendo por su tranquila respiración que su esposa se había dormido, la pelirroja también empezó a pensar. Siempre había pensado que ella nunca estaría con nadie, por lo que ser madre alguna vez no estaba en sus planes. Si alguien le hubiera dicho cuando era la reina de la escuela que algún día se casaría con una chica y por producto de magia quedaría embarazada, probablemente esa persona quedaría primera en la lista de "Imbéciles que tengo que destruir cuando gobierne Equestria antes de que dejen crías".

Pero allí estaba ahora, abrazando por la cintura a la mujer de la que se había enamorado cuando la conoció en los Juegos de la Amistad, y la futura madre del bebé que crecía dentro de sí producto de la magia.

Si ahora le preguntaran a Sunset si se arrepentía de haber llegado al mundo humano, robado la corona de la princesa e intentar gobernar Equestria, ella les diría que no. Vale, que luego de que la Princesa Twilight la derrotara todos la rechazaron y tal, pero por ese robo obtuvo dos cosas maravillosas: un círculo de amigas que nunca la abandonaría, y la oportunidad de conocer a la mujer que abrazaba en ese momento.

Amaba con toda su corazón a Twilight, pero sentía que no podía darle todo lo que ella merecía. Su mente y corazón estaban dispuestos a hacer de todo por ella, pero su cuerpo no estaba de su parte. El cansancio y los dolores siempre la atacaban, y eso le imposibilitaba salir con su chica o llevarla a algún lugar a simplemente disfrutar como esposas que eran.

Y eso, era algo que aquejaba el corazón de Sunset.

Se asustó levemente cuando Twilight empezó a revolverse, por lo que retrocedió levemente en la cama y se apoyó en su codo para observar el rostro de su chica. La peli morada se revolvía salvajemente, como luchando contra alguien que estuviera sobre ella.

—¿Twilight? —llamo la pelirroja agitando levemente a su amada.

Lo que la pelirroja no sabía, es que la sombra que habitaba dentro de su chica seguía torturándola…

"—Pffff, ¡en verdad eres ridícula! —exclamo Midnight volando alrededor de Twilight, que observaba entre lágrimas una imagen de su amada pelirroja descansando en una cama…en brazos de un hombre, quien acariciaba con amor el abdomen de la chica dormida—. No te mereces a Sunset. ¡No luchas por ella! Siempre ella te está defendiendo y cuidándote, siempre es ella la que te ama…

¡M- Mientes! —titubeo Twilight agitando fuertemente la mano: una ráfaga de viento disipo la imagen de Sunset—. ¡Yo la amo con todo mi corazón! ¡Estoy enamorada de ella, y hare todo lo posible por cuidarla! O sea, ¡ella es la madre de mi futura hija!

Por favor, ¡ni tú te crees eso! ¿Quién es la que te sigue amando, y dando muestras de afecto? ¡Ella! Tú no puedes dar muestras de afecto —Midnight Sparkle sonrió maliciosamente—. Yo sí puedo. ¡Libérame! ¡Yo la tratare mejor de lo que haces tú!

No… —comenzó Twilight—. Tú, tú le harías daño…

Le daría el amor que tú no te atreves darle —le respondió ferozmente la sombra—. Acéptalo, Twilight. Conmigo, podrás hacer todo lo que quieras…

—¡No! —exclamo Twilight levantándose exaltada. Luego de respirar agitadamente, respingo al notar como algo cálido tomaba su mano, y un brazo la rodeaba en un medio abrazo.

—Tranquila, Twi. Estás conmigo —susurro la voz grave que Twilight reconoció como la de Sunset—. No dejare que nadie te haga daño. Eso incluye a Midnight.

Sunset no era tonta. Entendió por los murmullos de la oji amatista que estaba teniendo una pesadilla con su alter ego, y que la pesadilla tenía que ver con ella. Después de todo, no por nada Twilight había murmurado "No, Sunset" o "Midnight" con verdadero terror. El sollozo ahogado de su esposa le confirmo sus sospechas.

La oscura carcajada de Midnight se repitió en la mente de Twilight. "Le daré el amor que tú no te atreves a darle…" repitió Midnight en la mente de la oji amatista, quien sollozo aún más fuerte al notar que tenía razón. La oji amatista temía hacerle daño luego de esa pesadilla que la había dejado inestable.

Entonces, Twilight tomo una decisión. Por esa noche, ella cuidaría a su pelirroja.

Sunset se asustó cuando Twilight, en vez de corresponderle el abrazo, se levantó levemente. La peli fuego observo como su esposa se sentaba sobre sus rodillas, quedando más alta que ella, y la abraza colocando su rostro en su pecho. Sunset no supo que hacer por un momento, antes de corresponderle a su chica por la cintura.

La peli fuego definitivamente no se esperaba que Twilight se recostara nuevamente en la cama, abrazándola posesivamente.

—Amor, ¿paso algo? —pregunto la pelirroja.

—Te amo —respondió repentinamente Twilight, provocando que Sunset levantara el rostro del pecho de ella para observarla a los ojos. Las amatistas brillaban fuertemente—. Te amo, te amo, te amo, te amo… —Por cada te amo, la voz de Twilight se iba quebrando.

—Lo sé, Twi —respondió Sunset con una sonrisa. No se esperaba que Twilight la tomara del cuello y al besara. Fue un tacto corto y suave, pero dejo a la peli fuego con una sonrisa boba—. ¿Te he dicho que me encantan tus besos? Porque si no te lo he dicho, déjame decírtelo ahora.

—Sunset —llamo Twilight la atención de la peli fuego—. Te amo. Quiero cuidarte, por favor. Solo por esta noche.

—Amor, siempre me cuidas —le respondió la peli fuego con una sonrisa ladina—. ¿Por qué me lo pides ahora?

—¿No temes que yo te haga daño? —pregunto Twilight alzando una mano, acercándola a la mejilla de la pelirroja pero sin llegar a tocarla—. Aún tengo magia en mí, y si alguna vez pierdo el control…

Entonces, Sunset entendió el comportamiento de Twilight. Entendió que la chica temía hacerle daño, temía que su magia se saliera de control y la lastimara. Aunque la pelirroja lo consideraba ridículo, entendió por un momento el miedo de su esposa.

Ella había temido lo mismo luego de redimirse de sus pecados.

Sunset tomo la mano de Twilight y la llevo a su abdomen. Twilight se asustó levemente por la rapidez con la que la pelirroja tomo su mano, pero su miedo se incrementó al notar como coloco su mano en el lugar donde ahora crecía el bebé con una confianza increíble.

—¿Me harías daño? —pregunto Sunset sin apartar su confiada mirada esmeralda de la ahora temerosa de Twilight—. Ahora, si quisieras, podrías dejar salir tu magia y hacerme daño. Yo no podría defenderme. ¿Pero lo harías?

—Jamás —respondió la oji amatista acariciando el abdomen de la pelirroja—. Eres lo mejor que tengo. Jamás te haría daño, aunque mi vida dependiera de ello.

—Exacto —le dijo Sunset apoyando su rostro en la mano de Twilight que seguía cerca de su mejilla—. Tú no me harías daño nunca. Lo sé. ¿Pero porque temes hacerlo ahora?

Twilight sollozo. Abrazo nuevamente a Sunset contra su pecho, y la peli fuego no tardo en abrazarla nuevamente por la cadera.

—Lo siento, lo siento…Te amo… —susurro Twilight.

—Lo sé, preciosa. Lo sé —respondió Sunset apoyando su sonriente rostro en el pecho de Twilight—. Yo igual te amo…

—¿Podemos dormir así hoy? —pregunto Twilight—. O sea, yo abrazándote a ti. Suele ser al revés…

—Yo no tengo ningún problema, Twi —respondió Sunset, abrazando con más fuerza a su esposa—. Pero, ¿sabes? Tengo una pregunta.

—¿Cuál? —pregunto Twilight.

—¿Tienes claro que te amo? —susurró Sunset mientras el cansancio empezaba a dominarla, pero eso no evito que besara el pecho de su esposa—. Porque si no…Te amo…

—Lo sé —respondió ahora Twilight con una suave sonrisa, pensando en que había hecho en alguna vida pasada para tener a esa increíble mujer como esposa. Sin apenas darse cuenta, cayo dormida abrazando a posesión a Sunset contra ella.

La pelirroja se sentía protegida, cuidada. Aunque Twilight no lo supiera, Sunset siempre se sentía protegida si ella estaba alrededor. La amaba, y sabía que ella nunca la dejaría atrás por ningún motivo. Y eso, era más de lo que Sunset sabía que merecía luego de todo lo que había hecho.

—Te amo —susurro nuevamente la peli fuego levantándose levemente del abrazo para besar la mejilla de Twilight.

La pelirroja no tardo en caer dormida igualmente.

Cuando Twilight se despertó, se asustó levemente al darse cuenta que no estaba apoyando el rostro en el cálido pecho de Sunset, si no en una almohada. Además, alguien la abrazaba posesivamente por la cintura. Cuando abrió los ojos, se encontró con una escena que derritió su corazón.

Sunset, su amada pelirroja, estaba apoyada en su pecho mientras la abrazaba dulcemente por la cintura. La peli fuego estaba profundamente dormida, pero una suave sonrisa estaba en su rostro. Y los susurros de "Twi…" y "Te amo…" no hicieron más que enamorar a Twilight.

—Te amo, Sunset —susurro Twilight acariciando a su esposa en la mejilla, mientras su otra mano seguía abrazando a la peli fuego—. Me encantas, y me siento orgullosa de que tú seas mi esposa, y la futura madre de mi hija. No dejare jamás que Midnight te haga daño, primero tendrá que destruirme a mí, y hare todo lo que pueda para que eso no ocurra. Eres la mejor…

—No soy la mejor —la repentina y adormilada voz de Sunset asusto a Twilight, por lo que no pudo reaccionar al rápido beso que le arrebato la pelirroja—. Tú eres la mejor…

—No —le respondió Twilight, abrazando fuertemente a la pelirroja—. Tú eres la mejor, pero eres tan terca que no querrás aceptarlo…

—Mira quién habla… —le susurro burlonamente Sunset, con una sonrisa ladina—. Así me amas, por eso te casaste conmigo… No te queda más que acept-

La peli fuego se vio interrumpida por el choque de los labios de Twilight con los suyos, por lo que no tuvo más opción que sonreír entre el beso y devolvérselo con la misma pasión.

Next Chapter: Pasemos de dos, ¡a tres! II Estimated time remaining: 0 Minutes
Return to Story Description

Login

Facebook
Login with
Facebook:
FiMFetch