Holi jejje No actualizar otro fics, pero que la inspiración te mantenga enganchada a la silla escribiendo este oneshot jejej Me divertí mucho escribiéndolo, y espero que ustedes disfruten leyéndolo 3 Nos vemos en una próxima actualización :3

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Sigue las Instrucciones

Summary: Cuando Twilight despertó, se dio cuenta enseguida de dos cosas: su mejor amiga no estaba durmiendo junto a ella, y en la mesa de su habitación había una carta en la que la pulcra letra de Sunset parecia brillar.

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El rayo de sol de las 12:00 del mediodía dio sin piedad en una larga cama de dos plazas. En la desordenada cama, había un bulto completamente arropado. No era raro que ocurriera eso en la mañana de un sábado, lo raro era que solo una persona estuviera en la cama.

Lo usual, es que fueran dos.

Twilight se removió en su cama, levantándose y restregándose los ojos. Tenía un completo aspecto de sueño, pero ella no podía dormir. No sin sentir la cálida presencia de su mejor amiga pelirroja, quien por algún motivo no estaba a su lado.

Y eso, era lo que había despertado a la chica.

Paseo la mirada por alrededor, buscando los ojos verde esmeralda que tanto le gustaban, pero no los encontró. Lo que si noto, fue una carta perfectamente apoyada en su mesa de noche. Se estiro hacia ella y la tomo, reconociendo enseguida la pulcra letra de su mejor amiga.

"Querida Twilight, supongo que me echaste de menos en la cama. (Eso sonó muy mal). Tu no preguntes que ocurre, solo obedece. Pronto me veras de nuevo. Levántate de la cama, ponte la ropa más cómoda pero a la vez genial que tengas (aunque todo se te ve bien) y ve a la escuela. Allá sabrás que hacer.

Atte, tu pelirroja favorita"

Twilight empezó a sonreír inconscientemente mientras leía la carta. Dejo nuevamente la carta en la mesa y se cambió rápidamente la ropa. Una vez lista, guardo la carta en su bolsillo salió de su departamento, bajando con rapidez las escaleras para salir camino a la escuela. Pensaba en su relación con su amiga pelirroja.

Fueron enemigas en la secundaria, luego de que la pelirroja se redimiera de ser la malvada reina del colegio se hicieron amigas, y después mejores amigas. Aunque si Twilight fuera sincera consigo misma, aceptaría la manera del latir de su corazón al dormir abrazada junto a Sunset, o el sonrojo que debe ocultar cada vez que la ve sonreír, con sus ojos esmeralda brillando, y su cabello pelirrojo parecido a cascadas de fuego…

Antes de darse cuenta, llego a la escuela, que quedaba abierta los fines de semana para aquellos que quisieran ir a estudiar. Afuera, frente a la estatua principal, Rainbow Dash y Applejack la esperaban. Ambas sonrieron abiertamente.

—¡Mira nada mas quien se atrevió a llegar! —dijo burlonamente Applejack—. Llevamos casi toda la mañana esperándote.

—¡Vamos, rápido! —exclamo Rainbow tomando de la muñeca a Twilight y arrastrándola dentro de la escuela, con Applejack siguiéndolas—. ¡Esto te va a encantar!

Twilight camino rápidamente. El dúo la llevo a la habitación de música que ellas habían adoptado como propia, puesto que luego de un incidente que termino con guitarras rotas y algunas personas llorando, no muchos quisieron seguir tocando. Una vez adentro, Twilight respingo y se llevó la mano a la boca, con los ojos llenos de lágrimas.

Dentro, un piano de cola reposaba hermosamente en la habitación. Twilight se acercó, embobada, y las chicas no hicieron anda por detenerla. Solo sonrieron, especialmente cuando Twilight pasó suavemente la mano por las teclas como si se fueran a romper en cualquier momento.

Ella recordaba ese piano. Le había comentado a Sunset que amaría tener uno de esos cuando lo vieron en la tienda de música. Twilight se había enamorado de él, y la pelirroja había bromeado con que se lo regalaría algún día... ¿O acaso no estuvo bromeando?

La oji amatista se sentó frente al piano y toco una melodía. Rainbow y Applejack sonrieron emocionadas al escuchar el hermoso sonido que quedaba como resultado de la combinación de las habilidades de Twilight y del hermoso piano. La oji amatista cerró los ojos, encantada, para abrirlos nuevamente con un brillo en los ojos.

Recién entonces, reparo en la carta que reposaba sobre el piano. Sonriendo al saberse conocedora de la escritora de ese mensaje, lo abrió como si fuera oro.

"¿Te gusto tu regalo? Espero que sí. La tienda no da devoluciones. Asumo que para este punto ya te habrás emocionado a seguir con mi plan, así que adelante. Ve a la tienda de PinkiePie, a por tu siguiente regalo.

PD: Supongo que vas guardando las cartas, ¿no?

Atte, la poseedora de los mejores ojos esmeralda que conoces"

Twilight sonrió y miro a sus amigas. El dúo la miraba sonriente.

—Adelante Twi, ve —le ordeno su amiga campirana—. Nosotras nos quedaremos cuidando de tu amado instrumento. Sigue las órdenes de Sunset. ¡Rápido!

Twilight les sonrió y se alejó corriendo mientras les decía "Adiós" con la mano.

—¿Crees que el plan de Sunset funcionara? —pregunto Rainbow Dash colocándose las manos en la cadera observando como Twilight se alejaba.

—Habría funcionado incluso si le hubiera dicho directamente —respondió Applejack arreglándose su sombrero—. Creo que si tan solo Twilight no fuera tan inteligente, ella misma le habría dicho.

—Bueno, con todo lo que está haciendo, es obvio que esas dos estarán juntas de aquí a que acabe el día —comento la chica de cabello multicolor con una sonrisa.

—Completamente seguro.

…

Cuando Twilight llego a la sala de Pinkie Pie, se sorprendió al encontrarse con la mirada emocionada de su amiga rosa apenas sonó la campana de la puerta.

—¡Twi! —exclamo la peli rosa acercándose, para luego hacer una leve reverencia ante la chica, extendiéndole ahora dos cartas, una de sobre rojo y otro morado—. Sunset dijo que primero comieras un pastel, ¡así que ven!

Pinkie Pie la tomo de la muñeca y la obligo a sentarse. Luego, rápidamente se acercó a la cocina y traje un pastel de frambuesa, el favorito de Twilight. Empezó a comerlo, recordando que no había desayunado nada y que ya estaban en la hora del almuerzo. Su estómago recibió con agradecimiento tener algo de comida que procesar. Noto de reojo que los señores Cake la miraba sonriendo, pero no pudo sonreírles al estar atragantándose con comida.

—Entooooooonces, Twi —llamo Pinkie Pie sentándose frente a ella—. ¿Te gusta Sunset?

Sea por lo rápido que comía o por la pregunta, Twilight se atraganto con parte de su pastel.

—¿Qué? —pregunto cuando se recuperó.

—¿Te gusta Sunset? —pregunto nuevamente como si nada Pinkie Pie—. Digo, supongo que si te gusta deberías decirle antes de que acepte la propuesta de Flash.

—¿Qué propuesta? —pregunto Twilight dejando de comer, atacada por un oscuro presentimiento al recordar el carácter nervioso del peli azul al hablar nuevamente con Sunset.

—Flash le pidió que le diera otra oportunidad para estar juntos.

Si tuviera que describir lo que sintió en ese momento, Twilight lo habría descrito como si Pinkie Pie hubiera puesto dinamita en el pastel y esta hubiera explotado en su estómago. Rabia la inundo, pero el sentimiento de terror a perder a su pelirroja la dejo sin saber que decir.

Espera, ¿su pelirroja? ¡Si, maldita sea! ¡Su pelirroja, su mejor amiga! ¡Solo de ella! Pero, ¿Por qué Flash querría volver con ella? ¿Y qué pensaba hacer Sunset? Quizás era por el regalo que recibió, pero las emociones de Twilight y el cariño que sentía por su mejor amiga hacia saltar su corazón y nublar su tranquilidad.

Pinkie Pie, por su parte, sonrió dulcemente al notar el sonrojo de las mejillas de Twilight. Adivino enseguida lo que estaba pensando, así que disfruto tranquilizarla.

—Abre la carta roja, Twi —le dijo la peli rosa.

Twilight obedeció. Abrió el sobre rojo, encontrándose con un montón de fotos. Tomo una y la observo atentamente. En ella, Sunset y ella sonreían a la cámara con un bosque a sus espaldas. Twilight recordó enseguida ese momento: la pelirroja la había invitado a ir a acampar como experiencia, y eso había terminado con ellas durmiendo juntas por el miedo que le había dado a Twilight los sonidos de la noche, y una Sunset riéndose burlonamente de ella.

Saco otra foto, y luego otra y otra. Todas con ella y la pelirroja como protagonista, todas representantes de un recuerdo. Pinkie Pie sonrió nuevamente al ver como Twilight también sonreía, solo que inconscientemente. Los ojos amatista de la joven brillaban como estrellas del firmamento.

—Ahora, abre el otro sobre —sugirió la peli rosa—. Pero recuerda que adoras a Sunset.

Twilight la miro extrañada pero abrió la carta.

"Pfff ¿yo? ¿Salir de nuevo con Flash? ¡Por favor! Ahora tengo mejor gusto ;) ¿Te gusto la broma? Jejeje, no, mejor pregunta. ¿Te gustaron las fotos? Tuve que buscar mucho en mi celular e imprimir muchas cosas, pero bueno, espero haberte sacado una sonrisa. Pero esto no acaba aquí. Ahora, te toca ir a la casa de Fluttershy, la reina de los animales.

Atentamente, la que tiene que aguantar que la aplastes cuando dormimos juntas"

Twilight no sabía si reír o llorar. Reír por una alegría inesperada que le ataco cuando entendió que Sunset definitivamente no tenía en mente salir con Flash, o llorar por haber caído tan fácilmente la broma. Reír término por ganar, por lo que soltó una risa que relajo a su amiga peli fucsia. Twilight se levantó del asiento, guardando ambas cartas en el bolsillo de sus jeans azules.

—Gracias, Pinkie —sonrió Twilight.

—No hay problema. ¡Ve por tu chica! —exclamo sonriendo al ver como su amiga se sonrojaba y se iba camino a la casa de Fluttershy.

—Así que ella es la enamorada de la pelirroja, ¿Verdad? —comento la señora Cake observando la silueta de Twilight alejándose.

—Sip, ella misma —respondió sonriente Pinkie Pie, sus ojos celestes brillaban de alegría por su amiga.

—Eligio bien —susurro el señor Cake—. Pero me pregunto si ella le corresponderá.

—Con todo respeto, señor Cake —respondió Pinkie Pie—, si ella no acepta a Sunset, yo misma la convenceré para que acepte salir con Flash. Ellas dos terminaran juntas, lo sé. Me lo dice mi Pinkie sentido.

—Y eso nunca falla —comento riéndose la señora Cake, provocando que el trio riera con suavidad.

…

Twilight no iba corriendo a casa de Fluttershy, como lo había hecho antes. Observaba el sol en el cielo, pensando en cierta chica que parecía tener el fuego del sol por cabello. ¿Por qué se aterro tanto ante la idea de perder a Sunset?

Una parte de ella había querido darle la culpa al hecho de que ella era su mejor amiga, pero su corazón quería entender la verdad: que le aterraba perder a quien era su mayor apoyo, su persona favorita, su mayor amor…

Espera. ¿Qué?

¿Su mayor amor? ¿Qué? ¿Por qué pensó de Sunset así? Se sintió sucia. Veía a su mejor amiga, a la que siempre había estado con ella como su mayor amor. ¿Cuándo han escuchado de dos mejores amigas que se enamoren, y terminen juntas?

Como si el universo quisiera responderle, una pareja que reconoció paso frente a ella. Eran Bon Bon y Lyra, una de las parejas más conocidas del colegio. ¿Qué por qué eran reconocidas? ¡Sencillo! Eran mejores amigas desde pequeñas, o al menos eso creían todos hasta que una foto en las que ambos se veían besándose se esparció por la escuela. Luego de unos días, ambas aceptaron estar en una relación.

Y verlas, no le sentó bien al corazón de Twilight. Su mente también se confundió, viéndose a ella tomando la mano de Sunset tal como lo hacían Bon Bon y Lyra. Por Dios, ¿en que estaba pensando? La pelirroja era su mejor amiga, nada más que eso. Todo lo que estaba haciendo, ese juego de cartas e instrucciones no era más que un regalo de mejores amigas…¿verdad?

Sacudió la cabeza mientras apresuraba el paso. Mientras más pronto acabara eso, mejor. Así volvería a sentir sus emociones controladas, y su amistad con su mejor amiga no se vería afectada. Claro, ya que podía ignorar el rápido latido de su corazón al estar con la pelirroja…

Sin darse cuenta, llego al hogar de Fluttershy, quien esperaba apoyada en la puerta. Los ojos verde agua de su amiga se clavaron en los amatistas de ella, brillando con la misma emoción que los de sus amigas.

—¡Twi! ¡Bienvenida! Ven, rápido. Tengo algo que mostrarte —la peli rosa claro la tomo de la muñeca y la llevo dentro de la casa—. Fue tan horrible no poder decirte…

—¿De qué hablas, Flutter? ¿Tiene que ver con Spike? —pregunto alarmada Twilight pensando en su pequeño perrito morado. El can había tenido una enfermedad grave a las piernas contra la que no pudo defenderse, perdiendo la movilidad. El perrito estaba viviendo en la casa de Fluttershy desde eso, puesto que ella sabía más y podía darle mejores cuidados.

—Sí, Twilight —respondió Fluttershy con sus ojos brillando aún más—. Tiene que ver con Spike.

Ambas avanzaron por el pasillo del hogar, con cientos de animales domésticos alrededor evitando que el lugar estuviera en silencio. Cuando llegaron a la puerta de la habitación de la anfitriona, esta sonrió dulcemente.

—Sunset dijo que no te pusieras a llorar —antes de que Twilight pudiera preguntar, Fluttershy abrió la puerta.

Y si, Twilight si empezó a sollozar.

Su can se acercó a ella ladrando con felicidad, con una prótesis de ruedas que le permitía moverse afirmada a su cuerpo. La peli morada reconocía esa prótesis, era uno de los posibles tratamientos para el can, pero era demasiado caro. La chica había comenzado a ahorrar para su cachorro, pero los estudios estaban agotando todo su dinero. Pero su perrito le ladraba acercándose a ella, empezando a lamer su pierna.

—Como… —Twilight miro a su amiga, quien le sonrió. ¡Y adivinen! Le entrego una carta, ahora de color esmeralda. La oji amatista la recibió y abrió con rapidez.

"No sé por qué algo me dice que igualmente te pusiste a llorar ¿Te gusta todo esto hasta ahora? Espero que sí. Vamos, sigamos con el juego. Si no me equivoco en cálculos, ahora mismo son las 5:30 de la tarde aproximadamente, pronto empezara a atardecer. Ve a la boutique de Rarity. Allí tendrás tu último trabajo.

Atentamente, la chica de fuego"

Twilight sonrió, una sonrisa que podría parecer triste por los ojos llenos de lágrimas. Se agacho y acaricio a su cachorro, en parte también mimándolo en nombre de Sunset. Fluttershy solo la observaba dulcemente. "Bien hecho, Sunset. Definitivamente lograras lo que quieres" pensó la tímida chica viendo a Twilight reír mientras que Spike lamia su rostro. Luego, la oji amatista se levantó y miro con gratitud a su amiga.

—Gracias por cuidarlo todo este tiempo —agradeció la joven—. Pero necesito que sigas cuidándolo por este día.

—Ve —le ordeno la peli rosa, pensando en el deseo de su otra amiga pelirroja.

Twilight corrió fuera de la casa. Spike intento seguirla, pero Fluttershy lo levanto y coloco sobre su cama.

—Tranquilo, pequeña ternurita —susurro Fluttershy acariciando el cuello del cachorro—. Tu dueña tiene que aceptar lo que siente. Al final del día tendrás dos dueñas en vez de solo una.

…

Nuevamente, Twilight no corría a la boutique de Rarity, su nuevo destino. Pero tampoco pensaba en las raras emociones que todo el día habían estado en ella.

Ahora, simplemente, había abierto el sobre rojo y veía con una mirada llena de amor las fotos. Observo mientras que multitud de recuerdos las fotos: cuando ambas fueron al concierto al que tanto quería ir la pelirroja, cuando fueron a la piscina con las chicas, cuando celebraron Navidad, año nuevo…

Esperen.

Twilight dejo de observar las fotos y alzo la mirada al cielo. En su mente intento buscar algún recuerdo, pero no lo logro. No encontró un solo recuerdo que no tuviera que ver con su amada pelirroja. Y eso, no sentó nada bien para las emociones a flor de piel de la oji amatista.

Okey, pensemos con la mente fría, dijo Twilight. Sunset era su mejor amiga, la pelirroja que había sido su mejor amiga hasta que se redimió cuando la oji amatista le ofreció su amistad y se empezaron a juntar. Sunset era la chica con la que acostumbraba jugar e incluso, en algunas situaciones, coquetear. La pelirroja era su apoyo cuando, en las noches, se llenaba de terror ante las usuales tormentas de su ciudad. Sunset era el peluche gigante que podía abrazar, la que le acariciaba el cabello y susurraba cosas dulces hasta que se quedaba dormida sobre su pecho.

Pero eso, era típico de mejores amigas…¿Verdad? Eso no era como usualmente actuaban las parejas, ¿o sí? Morirse por besarla cuando ella la arrullaba en la noche no era raro…¿cierto? Sonrojarse cuando ella le sonreía, no era estar enamorándose de ella, ¿verdad?...

Ella no estaba enamorada ya de la pelirroja, ¿verdad?

"Pensemos con la mente fría" repitió mentalmente Twilight, pero se sorprendió a si misma al notar que, por más que lo intentara, seguía pensando lo mismo de Sunset. Y eso, no era nada bueno. "Me gusta mi mejor amiga…"

Y eso, ¿era una sorpresa para sí misma? No, no lo era. Twilight ya lo había aceptado inconscientemente por más que quisiera negarlo. Inconscientemente (o quizás no tanto), buscaba sacarle amor a la pelirroja. Cuando fingía tener miedo para dormir con ella. Cuando la abrazaba diciéndole que la quería como "amiga" no era más que una mentira. No para Sunset, para ella misma.

"Pero ya no más" pensó Twilight sacando nuevamente el sobre rojo y observando la foto del campamento, acariciando la parte de la foto en el que estaba el sonriente rostro de ojos esmeralda. Sus ojos amatista brillaban con fuerza, con mucha más fuerza que antes con el juego de Sunset.

La oji amatista apuro el paso, para luego empezar a correr. Apretaba fuertemente la foto contra su pecho, mientras empezaba a reír por algún motivo. "Cuando esto termine, le diré" pensaba Twilight, "Finalmente lo acepte".

…

Cuando Rarity escucho su puerta siendo abierta de un fuerte golpe, definitivamente no se esperó ver como Twilight la miraba con un fuerte brillo en los ojos, y una feroz sonrisa en el rostro.

—¿Paso algo, Twi? —pregunto Rarity intentando parecer casual, aunque ya sospechaba que había ocurrido.

—Tú eres la última, ¿verdad? —pregunto en respuesta Twilight acercándose a su amiga y extendiendo la mano.–. Quiero mi cara.

—Ah no, querida —la cortó Rarity, provocando una mirada de desconcierto en la oji amatista–. Aún no. Te falta un regalo, considerando que cada uno te entrego un paquete de Sunset, ¿no crees?

—Rarity… —empezó sonriendo Twilight.

—¡Vamos, querida! —exclamo la modista tomando de la muñeca a su amiga y metiéndola a su vestidor—. Créeme que estoy tan emocionada como tú.

—¿Por qué? —pregunto Twilight dándose vuelta y sacándose la chaqueta. Cuando se volvió, vistiendo solo su blusa celeste, nuevamente se llevó una grata sorpresa. Rarity sostenía un hermoso vestido azul marino con bordeados que aparentaban ser estrellas del firmamento. En el escote, un sobre azul parecía estar brillando.

—Adelante, querida. Pruébatelo —ordeno Rarity mirándola con una sonrisa y un brillo en sus ojos zafiro—. No sabes aun porque, pero no te queda mucho tiempo.

Twilight obedeció. Tomo el vestido y rápidamente se sacó sus jeans azules y su blusa, quedando momentáneamente en ropa interior. Rarity ladeo la mirada. Cuando la regreso, Twilight la observaba con una sonrisa, sonrisa que parecía brillar tanto como sus ojos o como las estrellas del vestido.

—¡Te ves preciosa! —exclamo Rarity aplaudiendo, para luego señalar el sobre que la chica tenía en la mano—. Adelante, léela

Twilight abrió el sobre azul. Dentro se encontró una carta, cosa que no la sorprendió. Lo que si le sorprendió fue lo corta que era.

"Te espero en casa. Ven con el vestido puesto.

Atte., Sunset Shimmer"

—Yo me quedo con la ropa que tenías antes —le dijo la modista cuando entendió que ya había terminado de leer la carta. Twilight la miro fijamente—. Adelante, anda con tu pelirroja.

Twilight ignoro el hecho de que se refirió a Sunset como si fuera de ella, pero le dio una mirada a sus jeans. En su bolsillo delantero, los sobres de las otras cartas parecían brillar como un tesoro oculto. Rarity siguió su mirada, para luego sonreír compasivamente.

—Tranquila, también cuidare de las cartas. Y no las leeré. ¡Pero ándate! —exclamo Rarity, provocando que Twilight mirara hacia afuera. En el cielo empezaban a danzar las primeras estrellas—. Sabes que no quieres hacer esperar a Sunset.

—Rarity… —susurro Twilight caminando hacia la puerta. Se giró y le sonrió a su amiga por sobre el hombro—…Gracias.

—No fue solo mi trabajo —declaro la peli morada guiñándole el ojo. La oji amatista sonrió aún más y salió del vestidor. Segundos más tarde Rarity escucho el sonido de su puerta cerrándose—. ¡Por fin! Pensé que nunca aceptaría lo que siente. Sunset estará muy contenta.

…

Twilight pensó que nunca había corrido tan rápido a su hogar. Entro de golpe a la sede del edificio, ignorando el saludo del recepcionista, y tomo rápidamente el ascensor. Mientras subía al piso seis, donde probablemente la pelirroja la esperaba, observaba su reflejo en las paredes del limpio ascensor. El vestido azul marino le daba un toque muy formal, pero la hacía ver hermosa como Twilight nunca había recordado haberse visto. En su mente, aparecieron unos ojos verde esmeralda que la miraban con cariño.

Y entonces, un horrible pensamiento se coló en la mente de Twilight.

"Espera…" pensó la chica bajando la mirada. "…Yo acepte que me gusta, me encanta, me enamora Sunset. Pero…¿Qué pruebas tengo yo de que ella siente lo mismo que yo? Qué ocurre si…¿si todo esto solo fue por ser mejores amigas?"

La oji amatista empezó a respirar agitadamente, pero luego se dio una bofetada mental. Ella le diría a su pelirroja lo que sentía, y si ella no sentía lo mismo, Twilight lucharía porque si lo lograra. Porque ella era testaruda, y si quería algo nada la detenía para conseguirlo.

Y ahora, ella quería tener a Sunset como…algo más que amigas.

Las puertas del ascensor se abrieron, permitiendo que Twilight arribara al piso seis. Apenas llego, noto un camino de flores rosas que terminaba en su departamento. Twilight lo siguió tranquilamente, empezando a sonreír y prepararse mentalmente. Una vez frente a la puerta del departamento 771, suspiro y movió la manija de la puerta. Esta se abrió, permitiendo que la chica diera una mirada a su departamento.

Ni ella sabía que esperaba encontrar, pero lo que estaba frente a ella la sorprendió más que todo lo de ese día junto.

La mesa de centro había sido removida, y en su lugar había una mesa con un elegante mantel blanco y unas rosas al centro. Dos velas alumbraban tranquilamente el lugar, dándole un brillo tenue, hermoso y romántico a la habitación.

Dándole un brillo hermoso a los suaves ojos esmeralda que estaban clavados en ella con amor.

Twilight se estremeció al sentir la fuerte mirada esmeralda de Sunset clavada en ella. Hace pocas horas había aceptado sus sentimientos por ella, y el valor que se había auto-infundido en el ascensor se había desvanecido en la luz de las velas. La pelirroja se puso en pie, arrebatándole un suspiro a la oji amatista.

El vestido negro que poseía la joven era sencillo, pero eso no le quitaba lo elegante. En la parte baja tenia pequeñas llamas que, si bien no destacaban, combinaban perfectamente con la cabellera de fuego. La sonrisa que tenía la pelirroja provoco que Twilight se estremeciera.

—¿Cómo estas, Twi? —pregunto sonriendo Sunset.

"¿Nerviosa?" le respondió mentalmente la joven, pero definitivamente no diría eso en voz alta.

—¿Por qué hiciste todo esto, Sunset? —pregunto la oji amatista notando como la mirada de la pelirroja brillaba con aun más fuerza, y como su sonrisa aumentaba.

—Ven —exclamo la pelirroja acercándose y tomando la mano de Twilight. Esta sintió un escalofrió recorriendo su cuerpo al sentir el calor de la mano de Sunset—. Tenemos que terminar el juego.

Twilight se dejó llevar por Sunset, quien la llevo al balcón de su departamento. En él, ahora había un portal de rosas, y una botella de vino junto a dos vasos las esperaban pacientemente. Sunset sirvió el vino, y dejo la botella en el suelo para luego extenderle un vaso a su amiga, quien la tomo sonriendo nerviosamente. "Vamos, ¡dile! ¿Qué te lo impide? ¡Vamos!" pensaba Twilight intentado darse apoyo a sí misma, pero los nervios seguían dominándola.

—¿Sabes? Flash me pidió una segunda oportunidad —comento la pelirroja mirando las estrellas mientras se apoyaba en el barandal. Estabas brillaban con fuerza. Pero a Twilight nada le importo más que lo comentado por la chica, sintiendo como una mezcla de nervios y celos la llenaba.

—¿Y qué le respondiste? —pregunto Twilight apoyándose a su vez en el barandal con tranquilidad, aunque su estómago igual se sentía como si estuviera siendo golpeado por un luchador profesional. Sunset se rio levemente, relajando a su mejor amiga por lo melódica y dulce que sonó.

—Que no, definitivamente —exclamo Sunset tomando de su vino, aun con la mirada clavada en las estrellas—. No podría corresponderle. Ni siquiera darle una oportunidad por si es que me gustara de nuevo.

—¿Por qué no? —pregunto Twilight tomando a su vez el vino, aunque en parte lo hacía para relajar sus nervios y tomar valor.

—Porque ya siento algo por alguien más.

Twilight casi escucho su corazón rompiéndose en mil pedazos. Sunset no la observaba, seguía con sus ojos esmeralda clavados en las estrella, pero ahora estos brillaban quizás aún más que las estrellas del cielo., dándole a entender a Twilight que la pelirroja se imaginaba con aquel que tenía su corazón.

"¿Pero cómo fui tan tonta?" pensaba desesperada Twilight. "¿Cómo pensé que podría tener una oportunidad? Ella es hermosa, inteligente, es asombrosa. Yo soy tímida, torpe y no tengo nada de belleza. ¿Qué tendría yo como para que ella me pusiera atención?"

Cuando volvió a poner atención a su alrededor, Twilight noto que Sunset la miraba fijamente, y que el vaso de la pelirroja ya estaba vacío.

—¿Perdón? —pregunto Twilight intentando sonreír, aunque probablemente solo le salió una mueca triste y desolada.

—Dije que… —Sunset se sonrojo levemente antes de volver la mirada a las estrellas—…decir que siento algo más por alguien es poco. Estoy profundamente enamorada…

"Detente, por favor. Para" le rogaba Twilight en su mente.

—…profundamente enamorada de una cerebrito que en algún momento fue mi mayor rival, luego mi amiga y ahora mi mejor amiga. Aunque me encantaría subir al siguiente escalón —Sunset volvió la mirada hacia Twilight, cuyo cerebro intentaba reaccionar. Aunque no lo lograba—. ¿A ti no te gustaría, Twi?

"Reacciona, reacciona, ¡reacciona! ¡Le gustas!" pensaba Twilight desesperadamente, pero no lograba reaccionar. Hasta que lo logro. "Le gusto. Yo también le gusto…"

—¿Twi? —llamo Sunset, empezando a asustarse ella. Quizás se había pasado, quizás no había sido suficiente. ¿Qué pasaba si Twilight no sentía nada por ella? ¿Y si solo eran mejores amigas, y ya? ¿Y si la perdía como mejor amiga? ¿Y si-

—Sunset —llamo Twilight mirando al suelo empezando a sonreír—. ¿Sabes? Tengo hambre.

—Oh, ¿enserio? —pregunto la pelirroja intentando no decepcionarse. Sabía que probablemente la chica intentaría ignorar su confesión y seguir siendo mejores amigas. Ella ya no aguantaba ser solo eso, ¿Pero qué otra opción tenia, más que ser mejores amigas o perderla?— ¿Qué te gustaría comer?

Twilight alzo sus ojos a la pelirroja. Por toda respuesta, dejo su vaso también ya vacío en el balcón, y la beso. Un beso cálido, suave y dulce. Un beso que provoco que ambas se estremecieran y sintieran como si cientos de fuegos artificiales estuvieran explotando en su estómago. Ambas percibían el beso de maneras distintas.

Twilight pensaba que los labios de su pelirroja eran lo más dulce que alguna vez hubiera probado. Nada se compararía jamás a ellos.

Sunset pensaba, paralizada, que los labios de Twilight eran tan suaves que casi se sentía culpable por estar tocándolos directamente. Disfrutaba de sobremanera el beso, y no tardo en cerrar los ojos y entregarse en cuerpo y alma al contacto.

Twilight sintió como la pelirroja la abrazaba de la cadera, acercándola más a sí. La oji amatista, ebria de emoción, abrazo del cuello a la pelirroja y la atrajo más hacia así, buscando profundizar el beso.

Ninguna deseaba terminar ese anhelado contacto, pero su cuerpo les demando oxígeno. Sunset se separó, dejando a Twilight con ansias de seguir continuando el beso. Ambas empezar a respirar agitadamente, buscando recuperar rápidamente el aire.

—Eso…que significa… —pregunto la pelirroja sin soltar su agarre de la cadera de Twilight, tal como esta no soltaba su cuello.

—Te amo —respondió sin más la oji amatista con sus ojos clavados en los de Sunset, que brillaron agradablemente sorprendidos—. No quiero que seas solo mi mejor amiga. Te anhelo. Quiero que seas mía. Mi novia, mi chica, mi pelirroja. De nadie más. Quiero cuidarte…

Sunset le dio otro rápido beso a Twilight, quien fue sorprendida y no logro responderlo a tiempo.

—Siento lo mismo, Twi —susurro la pelirroja con los labios cerca de los de Twilight, pero sin llegar a tocarlos para desesperación de la oji amatista. Su cálido aliento daba contra los labios de chica, haciéndola sentir como en un sueño—. Quiero poseerte, pero tú ya eres mía. Mía, y de nadie más. Nadie te hará daño, y nadie podrá siquiera anhelar a tocarte bajo mi cuidado. Es una promesa, y hare todo lo que este en mi para cumplirla. Solo necesito algo de ti…

—¿Qué cosa, Sunset? —pregunto Twilight con sus ojos entrecerrados clavados en los esmeralda.

—¿Quieres ser mi novia, Twilight Sparkle? —pregunto la pelirroja. La alegría que sintió Twilight explotando dentro de ella no podía compararse con nada que hubiera sentido antes, nunca jamás.

—Solo responderé una cosa, Sunset Shimmer… —susurro la peli amatista. —…Te prometo que si no te beso ahora, voy a enloquecer…

—¿Y qué te lo impide, mi chica? —pregunto Sunset sintiendo la alegría esparcirse por su cuerpo, haciéndola sentir más brillante que las estrellas que las alumbraban.

Twilight no tardo en aceptar la oferta, besándola con pasión. Cuando se separaron, Sunset rápidamente volvió a tomar los labios de la oji amatista para sí, y luego al revés. Ambas se mantuvieron así, permitiendo que el amor que ya sentían entre ellas se liberara y danzara a su alrededor.

"Por qué los mejores amigos siempre se quedan así, temiendo romper su amistad, hasta que alguno da un paso adelante, o hasta que un beso cambia todo. Después de todo, la pregunta que todos siempre se hacen es ¿Quién será el primero en confesar lo que siente?"