Sunlight Moments
Chapter 2: Amor Materno
Previous Chapter Next ChapterMe tinca que esto se convertirá en una nueva serie de one-shots/drabbles para mi perfil jejeje
Summary: "Porque, a pesar de ser su segunda mayor alegría, a Sunset Shimmer le costaba cumplir su rol de madre"
(./././)
Amor Materno
Sunset entro a la casa dando un portazo. El trabajo del laboratorio le había agotado todas sus fuerzas, y ahora no podía pensar en nada más que en tirarse en la cama y ser mimada por su esposa.
—¡Mamá! —llamo una voz infantil.
O, cierto. Quizás ese era el motivo por que el que la pelirroja no sabía que era más difícil: el trabajo o su hogar.
Una pequeña silueta bajo saltando tiernamente las escaleras y abrazo las piernas de Sunset. La chica tenía un cabello de fuego, igual que su madre, pero tenía los ojos morados de su madre. Coincidencia que había convencido a Twilight y a Sunset de adoptarla. La pelirroja se agacho y tomo a la pequeña en brazos.
—Ey, ¿Cómo estas pequeña? —susurro Sunset besando la mejilla de su hija.
—¡Bien! ¿Y tú, mamá? —pregunto la pequeña antes de parecer recordar algo y revolverse en los brazos de su madre, cayendo al suelo—. ¡Espera!
La pequeña subió corriendo las escaleras, misma por donde venía bajando el mayor tesoro de Sunset. Twilight bajaba con un aspecto somnoliento, pero sonrió amablemente al chocar su mirada amatista con la esmeralda de Sunset. Se acercó y beso los labios de la pelirroja, quien le devolvió el beso con amor y rodeo la cadera de su esposa.
—¿Cómo te fue amor? —pregunto Twilight apartándose y abrazando a su esposa —. Supongo que te fue bien, tienes aspecto de estar cansada.
—Los chicos tuvieron un "accidente" —respondió Sunset devolviendo el abrazo y acariciando el cabello de Twilight —. Pero nada que no se pudiera arreglar en unos minutos.
Twilight ahogo una risa en la polera celeste de esposa, quien sonrió dulcemente sintiendo el amor llenar su corazón. Habían decidido vivir juntas como "mejores amigas" hace 6 años, y hace 4 la pelirroja le había pedido el matrimonio.
Desde entonces, ambas conocieron completamente el amor. Ninguna se arrepentía de sus decisiones.
La pequeña volvió corriendo y, al ver a ambas abrazadas, corrió y se metió a la fuerza en el abrazo. Ambas madres sonrieron con ternura.
—¡Mamá! —exclamo llamando la atención de la pelirroja. A Sunset le decía "mamá", mientras que Twilight era su "mami" —. ¡Mira lo que hice hoy en la escuela por el día del padre!
La pequeña extendió una colorida hoja de papel a la pelirroja, quien la recibió y observo curiosa. En la hoja había un dibujo bastante mal hecho de ella y Twilight, con su hija en medio tomando a ambas de las manos. Arriba un texto rezaba "¡Feliz día de la Madre!"
"Pero si el día de la madre ya paso" pensó Sunset hasta recordar la fecha que si era en ese momento. El día del padre.
—Los chicos me preguntaron por qué yo le celebraba el día a mi mamá, y no a mi papá —comenzó a contar la pequeña—. Y yo les respondí lo de siempre. Que yo no tenía papá, sino dos mamás, y que quería celebrar a ambas —la pequeña alzo la mirada a ambas mujeres, quienes la miraba con ojos brillosos—. ¿Estuvo bien?
Sunset ahogo un sollozo, mientras que Twilight se agacho y abrazo a su hija. La pelirroja, por su parte, estaba bloqueada. Una parte de ella le ordenaba reaccionar, pero la otra estaba ahogándose en tristeza por un recuerdo en específico.
"Es…Es como…Cuando yo era pequeña…
Twilight noto la mueca que había tomado su amada esposa y como arrugaba levemente la hoja por el exceso de fuerza que colocaba en ella, entendiendo enseguida lo que estaba pensando. Tristemente, su hija pensó otra cosa de su madre.
—¿No te gusto? —pregunto Flare retrocediendo mirando fijamente a Sunset, quien aún no atinaba a reaccionar—. Perdón mamá. Solo…Quería que supieras que te quiero… —lagrimas atacaron los ojos de la pequeña, quien salió corriendo a su habitación.
Twilight miro a su hija subir para luego volver la mirada a la pelirroja, quien también empezaba a soltar lágrimas. La oji amatista se elevó en la punta de sus pies y beso la mejilla de Sunset.
—Tranquila…tranquila… —mientras hablaba, empezó a limpiar las lágrimas del rostro de la pelirroja, quien la abrazo desesperada—. Ahora estás conmigo, Sunny. Tu padre ya no está aquí.
—C-creo que nunca poder cumplir c-completamente bien mi papel… —susurro la pelirroja con el rostro oculto en el cuello de Twilight —…no, no puedo…
—No digas eso —la regaño su esposa abrazándola fuertemente mientras acariciaba su espalda—. Eres una persona increíble, un ángel que tuvo que sufrir mucho. Eres una excelente esposa, y una excelente madre. Nadie puede poner en duda eso.
—Entonces, ¿Por qué no pude abrazarla? —pregunto Sunset sollozando—. ¿Por qué no pude agacharme y besarla mientras ella riera y intentara saltar para abrazarme del cuello?
—Porque nadie te enseño a hacerlo. Todo eso tuviste que aprenderlo tú —respondió tranquilamente Twilight con amor, apartándose un poco de Sunset pero sin soltar el abrazo—. Ahora sabes perfectamente que tienes que hacer.
—¿Y si lo hago mal? —indago la pelirroja—. ¿Y si me equivoco de nuevo? ¿Y si la hago llorar? No sería la primera vez que ella este triste por mi falta de tacto…
—Me amas, me adoras y me cuidas como a nadie —susurro Twilight provocando que Sunset clavara sus ojos esmeraldas en ella —. Soy el perfecto ejemplo de que puedes amar con más fuerza que cualquiera. Solo tienes que demostrárselo a Flare.
—Y si- —la pelirroja fue sorprendida por un beso lleno de amor de parte du esposa. No tardo en devolvérselo, abrazándola nuevamente de la cintura.
—Ve, y demuestra que eres mucho mejor que tu padre —ordeno Twilight mirando los ojos esmeralda de la pelirroja, quien sonrío dulcemente.
—¿Qué haría sin ti? —se preguntó Sunset besando la frente de su esposa antes de correr y subir las escaleras rápidamente.
Twilight suspiro, recordando la desesperación que había demostrado su amada esposa cuando le había contado la historia de su padre.
La pelirroja en verdad había tenido una infancia difícil. Su madre la había abandonado al nacer, dejándola a solas con su padre. Este, cuando la pequeña cumplió seis años y empezó a ir al colegio, se sumergió en el alcohol, borrando todo rastro del padre amoroso que recordaba Sunset y cambiándolo por un hombre maltratador. Debido a eso, la pelirroja adquirió un carácter fuerte, amargado y aprovechador, además de ambicioso y cruel. Perdió a sus amigas y una vez que llego a la secundaria se convirtió en la temible reina del lugar.
No fue hasta que conoció a Twilight y cayo enamorada de ella que logro cambiar su conducta, para finalmente ser libre cuando se fue a vivir con ella. Desde entonces, la pelirroja no había sabido más de su padre, pero eso no había borrado la cicatriz que había dejado el hombre en su vida. Esa era una carga que dificultaba que la dulce peli fuego pudiera ejercer con total tranquilidad su papel de madre.
Twilight suspiro, deseándole suerte a su amada esposa.
(./././)
La pelirroja toco la puerta de la habitación de su pequeña.
—¿Flare?¿Pequeña? —llamo la pelirroja, recibiendo como respuesta nada más que un ahogado sollozo. Sunset se llenó de valor y entro a la habitación.
Dentro, se encontró con su hija bajo las sabanas de su cama, sollozando. La posición de su hija le estrujo el corazón, pero se mantuvo firme.
Sunset se sentó en la cama de su hija, extendiendo la mano hacia las sabanas. Preparándose mentalmente, le dio un tirón a las sabanas, dejando al aire a su hija. La pequeña se sintió indefensa ante la ausencia de su cobertor, así que miro a su madre con lágrimas en sus ojos morados.
—¿No me quieres? —pregunto Flare apartándose todo lo que pudo de la pelirroja.
—No digas eso —respondió la pelirroja sin intentar acercarse. Decidió que primero debía usar el dialogo—. Escúchame bien. Nunca, jamás, pongas en duda que yo te amo con todo mi corazón.
—¿Entonces por qué reaccionaste así con mi dibujo? —pregunto la pequeña ahogando otro sollozo.
—Mamá tuvo una infancia…difícil —respondió la pelirroja sin mirar a su hija, quien le puso mucha atención luego de escuchar eso—. Nadie te enseña a ser alguien a quien seguir, y tienes que aprenderlo por tu cuenta.
—Pero Mamá…Tú y Mami son las mejores de este mundo —susurro Flare provocando una sonrisa dulce en Sunset.
—Me alegra que pienses así. Pero eso tienes que recordarlo por siempre, y nunca olvidar que ambas te amamos con todo el corazón —recordó la pelirroja abriendo los brazos—. Yo te amo con todo mi corazón.
La pequeña no aguanto y salto a los brazos de su madre, abrazándola con fuerza. Sunset no pudo hacer más que sonreír dulcemente, encanta al sentir como los brazos de su pequeña intentaban rodearla completamente, fracasando en el intento.
Momentos así, hacían que ser madre fuera excelente.
(./././)
Luego de alrededor de una hora, Twilight subió las escaleras de su hogar, yendo directamente a la habitación de su hija y poniendo atención. No escuchaba sollozos o llantos, solo una respiración tranquila.
Abrió suavemente la puerta encontrándose con la imagen más tierna que habrá visto jamás.
Flare se abrazaba con posesión de la mitad de la cintura de Sunset, quien estaba acostada lo más cómoda que podía en la pequeña cama, aunque los pies le seguían colgando. La pelirroja también abrazaba como podía a su pequeña con el brazo derecho, mientras ambas dormían tranquilamente.
Twilight sonrío llena de amor y se acercó. Beso la mejilla de Flare y luego la de Sunset, para luego intentar alejarse hacia la puerta. No se esperaba que algo la tomara la muñeca y de un tirón la hiciera caer a la cama.
Cayo sobre el pecho de Sunset, mientras una mano la rodeaba y abrazaba posesivamente de la cadera. Twilight se levantó ligeramente para encontrarse con la sonrisa maliciosa de Sunset, y sus adormilados ojos esmeralda clavados en ella.
—Ah no, tú no te vas de aquí —le susurro burlonamente su esposa. Twilight Tampico se hizo de rogar, y levantándose levemente, la beso antes de volver a recostarse en su pecho.
—No me voy a negar a estar con mis pelirrojas favoritas.