Enemigos Siniestros
Chapter 1: Introducción
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El Fin de los Tiempos, la guerra que se supone haría caer al Imperio, Karaz–Ankor, Bretonia, Lustria y a los reinos élficos de Ulthuan y Athel Loren se ha perdido, un brutal error que cometieron los dioses oscuros fue confiar en los Skaven quiénes se negaron a obedecer sus órdenes y también el inesperado ataque de Grimgor sobre Archaon y sus tropas ha provocado que las fuerzas del Caos tuvieran que replegarse hasta las heladas Tierras de Norsca, pero no terminó ahí. El emperador Karl Franz se reunió con los principales líderes de las fuerzas del Orden en la devastada ciudad de Altdorf:
* El Gran Rey de los Enanos, Thorgrim Custodio de Agravios.
* El Rey de Bretonia, Louen Leoncoeur
* El Rey Fénix de Ulthuan, Finubar el Navegante
* El Líder de los Elfos de Athel Loren, Orión
* El Saurio Marcado por los Ancestrales, Gor-Rok
Por primera vez en la historia del Viejo Mundo, los líderes de las fuerzas del Orden se habían reunido en un concejo para luchar juntos contra el cáncer del Caos. Finalmente se decidió que El Imperio, Karaz-Ankor, Athel Loren, Bretonia y Ulthuan atacarían a las fuerzas del Caos en un enorme ejército que marcharía sobre Norsca y eliminaría hasta el último herético y paladín que sirviera al Caos. Mientras los habitantes de Lustria depurarían sus sagradas Tierras de los asquerosos Skaven del clan Pestilens y una vez eliminados los Skaven ayudarían a los Altos Elfos a atacar Naggaroth hogar de los Elfos Oscuros. El plan resultó ser todo un éxito y a pesar de la feroz y sangrienta resistencia que ofrecían los monstruosos seres del Caos y las tribus de bárbaros, su exterminio se concretó en menos de quince años de campaña. La eterna guerra contra el Caos que se había disputado desde hace varios milenios por fin había terminado, millones de vidas se habían perdido a manos de los Dioses Oscuros, ahora todo se había terminado. Al menos una parte.
Tras la exitosa campaña en el Norte las fuerzas del Orden se encargaron de eliminar a los hombres bestia, con ayuda de los No Muertos comenzaron los ataques contra las madrigueras de los Skaven y los Hombres Lagarto comenzaron la invasión de Naggaroth con ayuda de los Altos Elfos para poner fin a la guerra civil élfica.
A pesar de que los Skaven tenían ejércitos gigantescos y dotados de terribles armas y monstruosas aberraciones poco podían hacer por detener a las hordas de No Muertos que se internaban en sus hogares, millones de vidas Skaven fueron masacradas por legiones de zombis, guerreros esqueleto y necrófagos. Los clanes Skaven que eran varias docenas fueron cazados sistemáticamente y uno por uno fueron desapareciendo tanto por los No Muertos cómo por los Enanos, deseosos de saldar los agravios que los Skaven les habían infligido por más de cuatro mil años de guerra, posteriormente las tribus de Pieles Verdes comenzaron a atacar Plagaskaven hasta finalmente invadirla y quemarla hasta los cimientos. Sólo el clan Moulder, el clan Pestilens, el clan Rictus y el clan Skyre lograron sobrevivir a la exterminación dirigidos por dos de terribles líderes:
*Queek "El coleccionista de cabezas" del clan Moulder
* Ikit Claw del clan Skyre
Estos cuatro clanes se unieron en un desesperado intento por sobrevivir y se atrincheraron las ruinas de Karak-Kadal, un antiguo bastión enano abandonado. La situación era desfavorable, pero no había tiempo que perder. Ikit quería abrir un portal a través de la disformidad y llegar a otro mundo para corromperlo y prosperar de nuevo, mientras que Queek quería echar raíces en la fortaleza y atacar a las ciudades humanas aprovechando que la mayor parte de sus ejércitos estaban muy reducidos tras haber estado luchando contra el Caos y el resto de los clanes. Pero Ikit al ser uno de los mejores ingenieros brujo de su clan logró convencer a Queek de que lo mejor que podían hacer, era dejar el Viejo Mundo para siempre ya que estaban librando una guerra prácticamente perdida.
Sin perder tiempo, miles de esclavos Skaven comenzaron a construir el portal bajo las terribles miradas de sus capataces y de los brujos ingenieros. Construir el portal con la maquinaria Skaven tomaría años, pero dado a la situación a la que se enfrentaban los hombres rata, todos los miembros del clan aportaron mano de obra (esclavos) para acelerar la construcción del portal. Gracias a esta "contribución", el portal estuvo listo en sólo un par de meses. Sólo se necesitaba emplear la magia y desde luego una considerable cantidad de piedra de bruja (una roca de color verde esmeralda muy poderosa y muy apreciada por los Skaven) para poder activarlo. Sin embargo entre todos los clanes no reunían la cantidad necesaria para poder activarlo por lo que era necesario bajar un cometa de Morslieb La luna del Caos. Esto suponía un terrible peligro ya que bajar un cometa de Morslieb no era una acción sencilla y además revelaría su posición tanto a los enanos cómo al Imperio, pero Queek aceptó correr ese riesgo, además no lo llamaban el coleccionista de cabezas por nada.
Ikit y más de cien brujos usaron sus poderes para crear un rayo de energía que salió disparado hacia la enorme Luna de color verde que orbitaba el Viejo Mundo y esta al recibir un impacto desprendió un cometa que se proyectó y cayó muy cerca del Paso del Fuego Negro. Sin tiempo que perder, los Skaven trajeron legiones enteras de esclavos y comenzaron a extraer el valioso mineral, por varios días los asesinos Skaven eliminaron a varios exploradores enanos que se aventuraban por el área y desde luego varios regimientos de tropas estatales del Imperio fueron emboscados y sistemáticamente eliminados. Pero cada vez venían más y muy pronto un enorme ejército de soldados Imperiales y Enanos se acercaba al Paso del Fuego Negro dirigidos por Karl Franz y el Rey Matador Ungrim. Afortunadamente Ikit ya había reunido demasiada Piedra de Bruja para hacer funcionar el portal dos veces por lo que ordenó iniciar su escape, sin embargo dejaron atrás a muchos esclavos que fueron masacrados por las tropas aliadas y algunos para intentar salvar su miserable existencia revelaron la ubicación de su madriguera antes de ser degollados.
Usando poderosa magia del Caos y la piedra de bruja, el portal comenzó a abrirse, estaba hecho de metales podridos u oxidados pero la imaginación del clan Skyre no conocía un límite. Finalmente el gran poder de Ikit y sus brujos dio fruto. Una masa que parecía un fuego de color morado se había abierto, los Skaven chillaban de alegría pero ninguno se atrevía a entrar en él, corrían el riesgo de quedar atrapados en la disformidad para siempre. Pero Ikit y Queek sabían que si sus ratas no querían ir pues los obligarían. La sociedad de los Skaven estaba basada en la traición y la crueldad tanto frente a sus enemigos cómo a su propia especie. Así qué Ikit obligó a más de mil esclavos a cruzar el portal y para asegurarse que no escaparan en caso de que el este funcionara los sometió con una cadena mágica, si la cadena se deshacía significaba que el portal era inseguro y si la cadena se tornaba de rojo sería seguro.
A punta de espada y varios golpes de látigo, los esclavos fueron empujados hacia el portal y lo cruzaron.
Cada vez que un esclavo cruzaba el portal este desprendía un aura morada, Ikit y Queek esperaban que esto funcionara ya que afuera de Karak-Kadal enanos y hombres comenzaban a tomar posiciones frente a la fortaleza. Eran muchos, no tantos cómo los Skaven pero estos eran soldados profesionales no cómo los hombres rata que apenas disponían de algunas miles de Alimañas para enfrentarse a los Grandes Espaderos del Imperio o los Martilladores enanos. La mayoría de las fuerzas Skaven estaban compuestas por Guerreros del Clan y esclavos, desde luego había varios monstruos y aberraciones del clan Moulder, el clan Pestilens era famoso por sus conocidos Monjes de la Plaga y su afición a lanzar maldiciones basadas en veneno o enfermedades mortales a sus enemigos y el clan Skyre tenía un vasto arsenal que ellos mismos habían creado o robado, mientras que el clan Rictus tenía a los mejores asesinos. Queek deseaba presentar la batalla pero Ikit más cauteloso le recomendó que lo mejor era esperar al resultado final. No había terminado de decir eso cuándo la cadena se tornó de color rojo y los capataces comenzaban a dar jalones a las cadenas, evidenciando que el portal era seguro. Los dos Skaven se vieron fijamente y chillaron dando la señal a las demás ratas que podían entrar, en tropel cientos de miles de Skaven comenzaron a correr hacia el portal, los más débiles como los esclavos eran aplastados o acuchillados y los más fuertes entraban sin problemas.
Monstruos, armas, equipo, ratas de todos los tamaños y formas entraban al portal, justo a tiempo ya que de repente los muros de la fortaleza comenzaron a temblar y se escuchaban gritos de guerra en las afueras. Se acababa el tiempo, Queek seguido de su "Guardia Carmesí" entró al portal. Ikit no podía permitir que sus enemigos encontraran el portal o de lo contrario irían en su persecución, tomando su báculo vio hacia atrás para comprobar cuántos Skaven quedaban fuera. Afortunadamente los rezagados en su mayoría eran esclavos y guerreros, toda la maquinaria, hembras y piedra de bruja ya se había introducido y sin más Ikit entró al portal cerrándolo tras de sí dejando atrás a muchos aterrorizados Skaven que se enfrentaban a una muerte segura. El viaje a través del portal fue rápido pero muy agotador, al salir se encontró en lo que parecían ser las ruinas de un viejo castillo, todo estaba casi cubierto de maleza, pero aún podían verse antiguos tapices que tenían la forma de un unicornio con alas lo cual le resultaba muy extraño ya que en el Viejo Mundo no existía nada parecido.
- ¡Ikit! ¿Qué lugar es éste? – Un furioso Queek apartaba a las ratas que tenía en frente para llegar a él.
- ¿Crees que por que pertenezco al clan Skyre tengo todas las respuestas? Se nota que los miembros del clan Moulder tienen más músculo que cerebro.
- ¡Eres un…! – Queek en ese momento sacaba su famosa "Degolladora de Enanos" y se lanzaba contra Ikit quién lo detuvo en el aire con su báculo, pero de repente este se apagó.
- ¿¡Qué!? – Ikit trató de usar más magia pero su báculo apenas le respondía.
Queek también lo notaba y se extrañó mucho, llamó a sus propios Ingenieros Brujo y les ordenó hacer su magia pero al igual que Ikit sus báculos no respondían.
- ¿Qué le pasa a los Brujos? ¿Por qué no pueden usar la magia?-
- Queek, espera – Dijo Ikit, parecía tratar de concentrarse. – Esto no es bueno, pero podría ser peor.
- ¿A qué te refieres?
- Apenas puedo sentir magia en el aire, podría atreverme a decir que en este lugar no existen los Vientos de la Magia. -
- ¡Excelente! Nos trajiste a un lugar desconocido en dónde no hay magia.
- ¡La hay! Rata estúpida, pero no en la misma forma que en el Viejo Mundo. Puedo sentir seres mágicos en esta tierra y en grandes cantidades. Podremos tener magia y siento que mucho más poderosa.
- Entonces que haremos, necesito luchar.
- Haremos la guerra en este mundo Queek, pero no ahora, sólo mira a tu alrededor.
Las ratas estaban amontonados en enormes grupos muchas ya se estaban peleando entre ellas, mientras que los esclavos eran reunidos en una enorme masa, los monstruos afortunadamente estaban dormidos (al parecer el viaje había tenido efectos más negativos en ellos) y la maquinaria de guerra y científica estaba arrumbada por todas partes.
- Estamos muy desorganizados y me temo que una vez que tus "mascotas" despierten se pondrán de mal humor y tendremos que calmarlas con algunos esclavos, será mejor que reconstruyamos el Imperio Subterráneo y hagamos de estas ruinas nuestra capital.
- ¿Y la magia? ¿Cuándo la conseguiremos? -
- Una vez que terminemos aquí y volvamos a estar preparados, el clan Rictus comenzará a cazar a esas criaturas mágicas e inventaré una nueva máquina.
- ¿Para robarles la magia?
- No, crearemos nuestros propios Vientos de la Magia a costa de la vida de esas criaturas.
- ¡Oigan miren esto! - les decía un miembro de los Guardias Carmesí. – Encontré un mapa de este nuevo mundo.
Ikit usando su garra mecánica y empleando los lentes de su máscara comenzó a revisar el mapa, al parecer la escritura era idéntica a la de los humanos.
- Vaya, vaya. – Ikit arrugaba el mapa y comenzaba a formar una terrible sonrisa en su malvado rostro – Entonces al parecer no hay hombres, enanos o esas escorias de elfos en este mundo Queek.
- Ikit, ¿Qué mundo es éste?
- Hemos llegado al mundo de Equestria.
Nota: Si eres Brony o Pegasister te recomiendo que antes de continuar con la historia y no conoces nada de esto te recomiendo que leas un poco sobre el el universo de Warhammer Fantasy ya que la historia tendrá muchas referencias al Lore de los Skavens. Y si eres un Warhamero espero que no ofender a ningún fan o mofarme de este unirverso ya que me encanta y sólo quise hacer un choque entre estos dos universos que me fascinan. Sin más un saludo a todos los lectores de lo que espero sea una gran historia.
Esta historia se retomará una vez se termine The End of Friendship