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Dusk Shine en busca de la Felicidad

by BigSnusnu

Chapter 8: Una vuelta por Ponyville

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Capítulo 8 – Una vuelta por Ponyville

Los rayos del sol comenzaron a entrar por la ventana de la celda, pasando a través de los barrotes y golpeando directamente el rostro de Rainbow Dash. La yegua lentamente abrió los ojos, dio un gran bostezo y estiró sus patas.

"Hmm… ¡Qué bien dormí! ¡Nada mejor que dormir en una cómoda nube!" Dijo Rainbow Dash con alegría, luego miró a su lado y vio la cama en la que dormía su compañero de celda. "¡Ey, Dusk! ¿Qué tal dormiste?"

"Mmmnngh…" Murmuró molesto Dusk desde su cama, que en seguida se levantó y miró con odio a Rainbow Dash.

El pobre Dusk tenía unas tremendas ojeras y sus ojos estaban muy rojos por la falta de sueño.

"¡Cielos! ¿Qué te pasó? ¿Acaso no dormiste bien?" Preguntó Rainbow Dash inocentemente, lo que hizo que Dusk desviara la mirada aún más molesto.

"Algo así…" Se limitó a responder Dusk, evitando decir la verdad.

Durante los primeros minutos de la noche, Dusk había dormido pacíficamente en su cama, sin embargo en medio de la noche un estruendo lo hizo despertarse. Luego de abrir los ojos, a Dusk no le tomó más de unos segundos darse cuenta que aquel estruendo provenía de su compañera de celda, específicamente eran los fuertes ronquidos de Rainbow Dash que una vez empezaron no cesaron ni permitieron que el pobre unicornio volviera a conciliar el sueño en lo que quedó de la noche. Así fue que Dusk pasó la noche en vela hasta que finalmente Rainbow Dash dejó de roncar, lo que sucedió solo unos segundos antes que saliera el sol, por lo que cuando Dusk finalmente logró empezar a dormirse fue cuando la pegaso despertó e impidió que Dusk lograra el ansiado sueño. Dusk pensó de inmediato en reprocharle por sus ronquidos, pero dada la volatilidad del carácter de Rainbow Dash, Dusk decidió no hablar del tema para evitar otra posible discusión.

"¡Bien! Hora de ordenar la habitación" Habló nuevamente Dusk, levantándose de su cama resignado a no poder dormir.

Ante la atenta mirada de Rainbow Dash, Dusk usó fácilmente su magia para ordenar rápidamente su cama con gran elegancia, en seguida su magia se posicionó en la nube que Rainbow Dash había usado para dormir, luego Dusk usó su magia para levitar la nube, hacerla pasar por entre los barrotes y subirla nuevamente hasta el cielo, que era el lugar que le correspondía.

"Es mejor que nadie sepa que movimos una nube sin permiso para usarla como cama." Dijo Dusk mirando a Rainbow Dash mientras hacia todo con su magia sin siquiera esforzarse.

"En realidad eres hábil con eso de la magia…" Dijo Rainbow Dash mientras se acercaba a la ventana y veía la nube flotar con la magia de Dusk. "¡Jeje! Aunque parece que no tanto." Agregó rápidamente la pegaso mientras seguía mirando afuera.

Dusk no entendió a lo que se refería Rainbow Dash, así que se acercó a la ventana para ver de qué estaba hablando. En seguida Dusk entendió el porqué de la risita de Rainbow Dash. En cuanto Dusk había dejado de levitar la nube, esta había comenzado a caer lentamente al suelo, en vez de quedarse en el cielo como Dusk esperaba.

"¿Por qué no se quedó en el cielo?" Se preguntó Dusk en voz alta.

"Porque está demasiado densa, recuerda que ayer yo la tuve que acomodar para que se quedara a ras de piso." Respondió Rainbow Dash sin darle mayor importancia. "No te preocupes, alguien de la patrulla del clima se dará cuenta, pensará que es una nube de niebla y la volverá a poner en circulación."

Dusk se quedó mirando fijamente la nube, sin volverse a mirar a Rainbow Dash pero escuchando atentamente sus palabras. Aquello que había mencionado Rainbow Dash era algo tan básico, tan fundamental, que él jamás se había puesto a pensar demasiado en ello, pero ahora que lo hacía le parecía asombroso. No importaba lo poderosa que fuera su magia unicornio, el clima y las nubes respondían ante los pegasos, al igual que la tierra y los cultivos respondían ante los ponies de tierra, o dicho de otra forma, tanto los cultivos como el clima respondían ante la magia, pero no una física y visible como la que manejaba Dusk. Esto era enseñado a todos los ponies desde potrillos, pero la realidad era que en Canterlot, una ciudad en la que predominaban los unicornios, él jamás le había dado importancia a eso y solo se había enfocado en estudiar y aprender hechizos nuevos, pero ahora ambas cosas las veía con una gran claridad, y ambas cosas las había descubierto en solo dos días de haber salido de sus estudios en Canterlot y de haber llegado a aquel pequeño pueblito llamado Ponyville, en donde unicornios, pegasos y ponis de tierra vivían en armonía. Esto hizo que Dusk se preguntara: ¿Cuánta magia doy por hecha que en realidad no manejo ni conozco? Magia que solo puedo ver por medio de otros, qué solo puedo alcanzar con la ayuda de otros, magia qué jamás podré lograr ¿estando solo…?

"¡Hey, Dusk!" Dijo Rainbow Dash algo avergonzada, sacando de sus pensamientos a Dusk. "No era que yo estuviera menospreciando tu magia, ¡De verdad me parece genial todo lo que puedes hacer!" Terminó de hablar Rainbow Dash, que pensó que Dusk había dejado de hablar porque ella le enrostró que no pudo lograr que la nube se quedara en el cielo.

"¿Qué? ¡Oh! No, no te preocupes, estaba pensando en algo más." La corrigió Dusk, para que no se preocupara. "Cambiando de tema… ¿Cuánto tiempo más estaremos aquí?

"Quién sabe…" Respondió Rainbow Dash encogiéndose de hombros y sentándose en la cama. "Ya suficiente tengo con haber visto tu cara toda la noche y ahora tendré que verla todo el día."

"¿A qué te refieres con verme toda la noche? Estuviste durmiendo." Preguntó Dusk mirando curiosamente a Rainbow Dash.

Rainbow Dash se sonrojó y miró hacia otro lado para evitar la mirada de Dusk.

"E-Es solo un decir…" Dijo torpemente la pegaso, quien no pudo evitar recordar que toda la noche había soñado con Dusk y como él le había dicho que ella era linda.

"Gracias a Celestia que nadie puede ver los sueños." Dijo en voz baja para sí misma Rainbow Dash mientras se tapaba la cara con uno de sus cascos.

Un largo silencio siguió entre ambos mientras avanzaba la mañana, uno al que Dusk estaba acostumbrado dado que normalmente estudiaba en silencio, sin embargo aquello era algo a lo que no estaba acostumbrada Rainbow Dash, así que decidió empezar a hablar, de lo que fuese.

"Por cierto Dusk, ¿Cuántos días llevas en Ponyville?" Preguntó repentinamente Rainbow Dash.

"Veamos… Sin contar este, llevo tres días, aunque los primeros dos los pasé en las afueras del pueblo." Respondió tranquilamente Dusk.

"Hmm… aun así es extraño que aún no te hayan hecho una fiesta de bienvenida…" Dijo Rainbow Dash pensativamente.

"¿A qué te refieres?" Preguntó Dusk confundido.

Sin embargo Rainbow Dash no alcanzó a contestar, ya que al instante las orejas de ambos prisioneros se levantaron en alerta al escuchar una puerta abrirse y que alguien se acercaba, los pasos se fueron aproximando hasta que finalmente alcanzaron la celda y mostraron quién era quien se acercaba. Frente a ellos tras la reja apareció la alcaldesa, seguida de una pegaso de piel gris y melena rubia, además la pegaso tenía unas burbujas como cutie mark, sin embargo su rasgo más distintivo era que sus ojos miraban en distintas direcciones.

"¡Derpy!" Grito Rainbow Dash con alegría, acercándose hasta los barrotes.

"¡Hola Rainbow Dash!" Respondió alegremente la pegaso gris.

"¿¡Cómo es que no te perdiste!?" Preguntó Rainbow Dash algo atónita viendo que la pegaso había vuelto a Ponyville con solo un día de retraso.

"Bueno…" Respondió Derpy avergonzada, evitando la mirada de Rainbow Dash (algo difícil dado sus ojos). "La verdad es que en vez de llegar a Canterlot, no sé cómo pero llegué a Cloudsdale, luego por error llegué a un pueblo llamado Appleloosa y finalmente volé toda la noche hasta que pude llegar a Canterlot… ¡Sin embargo de vuelta pude volar sin perderme, jeje!" Terminó diciendo con orgullo.

Tanto Rainbow Dash como Dusk intentaron poner cara de molestia mientras Derpy contaba su historia, pero les fue imposible luego de escuchar cómo a pesar de todo ella se había esforzado tanto que incluso había volado toda la noche solo por ayudarlos, este sentimiento de simpatía fue mayor para Rainbow Dash, quién la conocía más y sabía que aunque Derpy fuera muy despistada, ella nunca se daba por vencido y siempre estaba dispuesta a ayudar.

"En Canterlot hablé con un guardia y en cuanto mencioné el nombre de Dusk Shine, ellos me llevaron ante la princesa." Continuó hablando Derpy, mirando a Dusk con curiosidad. "¡Me atendió la princesa en persona! Allí le conté sobre que ustedes estaban en la cárcel y cómo me había perdido mientras volaba… Y bueno, después ella misma confirmó que Dusk no era ningún delincuente."

En seguida Derpy le pasó una nota a la alcaldesa, quien la tomó y leyó en voz alta:

"Confirmo que el unicornio conocido como 'Dusk Shine' no es ningún delincuente y que es un respetado estudiante de magia de Canterlot.

Firma, Princesa Celestia."

"Bueno… eso confirma tu historia." Agregó la alcaldesa mirando a Dusk. "Ya son libres, en seguida les abro."

La alcaldesa tomó las llaves de la celda que llevaba consigo y se dispuso a abrir la celda.

"No hace falta." Dijo pícaramente Dusk, que en un parpadeo usó su magia para teletransportar a él y a Rainbow Dash fuera de la celda y aparecer al lado de la alcaldesa, ante el asombro de esta última.

"Deben mejorar su seguridad." Sonrió Dusk a la alcaldesa.

"Eh… sí… será un tema a tratar en la próxima asamblea…" Sonrió la alcaldesa algo apenada.

"¿Y cómo fue que de vuelta no te perdiste?" Le preguntó Rainbow Dash a Derpy, ya que aún no comprendía cómo es que Derpy no se había perdido como lo había hecho de ida.

"Cuando iba a volver la princesa me dijo que volara hacia Fillydelphia, no sé por qué me pidió eso pero lo hice, y por error llegué a Ponyville." Contestó Derpy ingenuamente.

Tanto Dusk como Rainbow Dash sonrieron nerviosamente al darse cuenta que la pobre Derpy no se había dado cuenta que la princesa le había dicho que volara en otra dirección para que volara sin darse cuenta en la dirección correcta.

"Por cierto, la princesa me dijo que te entregara esto." Agregó Derpy, entregándole una carta a Dusk.

Dusk se sorprendió al escuchar eso y al instante se alegró de saber que su maestra seguía preocupada por él. Dusk tomó la carta con alegría y la leyó:

"Querido Dusk.

La servicial Derpy me ha comentado que pasarás la noche junto a una yegua.

Como tu mentora creo que es mi deber recordarte: Usa protección. (Recuerda nuestra charla de educación sexual.)

Firma, Princesa Celestia."

Dusk no podía estar más rojo de la vergüenza luego de leer aquella carta. Toda esa alegría que le había invadido al ver que su maestra le había escrito, se había esfumado al ver que a pesar de la distancia la 'Princesa Molestia' seguía burlándose de él.

"¿Qué dice la carta?" Preguntó Rainbow Dash, acercándose para ver la carta.

"¡N-NADA! ¡NADA! ¡JAJAJA!" Respondió rápidamente Dusk, riéndose nerviosamente y rompiendo la carta en miles de pedazos.

Las tres yeguas presentes se miraron confundidas sin entender la reacción de Dusk, sin embargo ninguna decidió preguntar, así que finalmente los cuatro se encaminaron hasta la salida de la alcaldía.

"Nuevamente me disculpo por todos los problemas ocasionados." Dijo la alcaldesa a Dusk y Rainbow Dash, inclinando su cabeza. "Lamento haberlos encerrado injustamente."

"No se preocupe, no hay problema." Dijo sinceramente Dusk con una sonrisa.

"Gracias. Bien, hora de volver a mis labores." Dijo nuevamente la alcaldesa, girándose y encaminándose hacia uno de los salones de la alcaldía. "Mientras estés en el pueblo, si necesitas cualquier cosa, no dudes en consultarme."

Con esto, los tres ponies se despidieron de la alcaldesa y salieron de la alcaldía.

"Yo también me voy, aún hay mucho correo que entregar." Dijo Derpy agitando suavemente sus alas para volar. "¡Hasta luego!"

"Adiós Derpy ¡Y gracias!" La despidieron Dusk y Rainbow Dash, agitando sus cascos mientras la pegaso gris se alejaba.

Luego que Derpy se fuera, Dusk y Rainbow Dash se quedaron mirando por largo rato, sin saber que decirse el uno al otro.

"En fin… creo que también es momento que me vaya." Rompió el silencio Rainbow Dash, rascándose la cabeza y mirando hacia el cielo. "Me comprometí con la patrulla del clima a hacer trabajo extra, así que estaré muy ocupada, lo mejor será empezar desde ya."

En cuanto Rainbow Dash se puso en posición para volar, un sentimiento afloró en Dusk, algo que no había surgido cuando se despidió de Derpy o de la alcaldesa, pero que sí reconocía que había sentido antes, con otras dos yeguas de la localidad, el sentimiento de no querer dejar ir a alguien…

"¡Espera!" Dijo rápidamente Dusk. "Entonces… ¿No te veré más? Yo solo estaré en Ponyville por tres días más."

Rainbow Dash se quedó mirándolo fijamente por unos segundos.

"Jajaja, ¿Es que acaso me vas a extrañar?" Rio Rainbow Dash, dándole un golpecito con su casco a Dusk. "A cualquier pegaso le tomaría semanas hacer el trabajo extra, a mí me bastará con dos días."

"Así… que podremos vernos para la Celebración del Sol de Verano." Agregó Rainbow Dash, sonrojándose levemente y mirando hacia otro lado para que Dusk no la viera así.

"¡Bien! Es una promesa." Dijo Dusk sonriendo, estirándole un casco.

"Es una promesa." Sonrió Rainbow Dash, chocando el casco con el suyo.

Es una promesa. Dijo una tercera voz en la mente de Dusk, la voz de una yegua que también le había dicho esas mismas palabras hace mucho tiempo y que no había cumplido con su promesa. Este recuerdo hizo que a Dusk le diera un escalofrío y que su rostro dejara de sonreír inmediatamente.

"¡Adiós!" Gritó Rainbow Dash volando lejos, quien se había alejado en cuanto habían chocado los cascos y no había alcanzado a ver el repentino cambio de expresión que había sufrido el rostro de Dusk.

Dusk se quedó viendo cómo se alejaba la pegaso, dejando una estela arcoíris, mientras el mal recuerdo que había aparecido en su mente se esfumaba tan rápido como había aparecido, sin embargo la amarga sensación que dejó en el corazón de Dusk no lo hacía.

"Promesas… Amistad… Yo… ¿Qué es lo que estoy haciendo? Prometí que no volvería…" Se preguntó Dusk en voz alta, mirando preocupadamente hacia el suelo y sosteniendo su cabeza con uno de sus cascos.

"¡CUIDADO!" Grito una voz, interrumpiendo el monólogo de Dusk.

De inmediato Dusk alzó la vista solo para alcanzar a ver un par de ruedas que chocaban contra su cara a gran velocidad.

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"¡Ouch…! ¡QUÉ RAYOS FUE ESO!" Gritó Dusk, sobándose su nariz adolorida.

"Oh… no alcance a hablar con Rainbow Dash…" Dijo una voz infantil, la voz del culpable de golpear a Dusk.

La culpable era una pequeña pegaso de piel naranja y melena color magenta con un estilo que a impresión de Dusk le daba un aire parecido a Rainbow Dash, además la potranca estaba parada en lo que parecía ser un scooter con un carrito que, Dusk sacó por conclusión, fue lo que lo había golpeado.

"¡Oye, tú! ¡Debes tener más cuidado!" Dijo Dusk molesto, tratando de captar la atención de la potranca que seguía viendo hacia el cielo.

"¿Qué? Pero si dije '¡Cuidado!' Es tu culpa por no moverte." Respondió la potranca molesta mirando a Dusk.

La irritación de Dusk aumentó rápidamente ante aquella respuesta, sin embargo tan rápido como llegó su enojo este se esfumó, ya que Dusk pensó que no sería maduro que un joven potro como él se rebajara a discutir con una pequeña potranca, a pesar de tener él la razón. Además, aquella respuesta sin consideración hacia él y su actitud arrogante solo confirmaban el pensamiento de Dusk de que aquella potranca era como una versión en miniatura de Rainbow Dash, y quizás tal como lo había hecho con Rainbow Dash el día anterior, solo habían empezado con la pata izquierda y quizás aquella potranca en verdad no era tan mala como aparentaba.

"¡Como sea!" Dijo Dusk molesto, queriendo cambiar de tema. "De todas formas ¿Por qué ibas tan rápido?"

"¡Oh! Es que me dijeron que Rainbow Dash estaría por acá y quería mostrarle mi scooter nuevo." Respondió la potranca, mostrando su scooter con orgullo.

"¿Y por qué querías tanto mostrarle tu scooter a Rainbow Dash? ¿Acaso son familia o algo así?" Preguntó Dusk, queriendo salir de la duda viendo que las personalidades y estilos de ambas ponies eran muy similares.

Ante esto, y para sorpresa de Dusk, la potranca de inmediato bajó la cabeza tristemente y puso una triste sonrisa.

"No… no es eso… de hecho yo no tengo…" Dijo la potranca con ojos tristes. "Es solo que Rainbow Dash es la pony más genial de Ponyville, quizás de toda Equestria, yo… siempre la he admirado." Terminó de hablar la potranca, con un pequeño brillo en los ojos cuando mencionó lo genial que era Rainbow Dash.

Dusk tragó saliva incómodamente dándose cuenta que al parecer había tocado una fibra sensible de la potranca. Sin querer ahondar más en lo que parecía ser la falta de familia de la pequeña potranca, Dusk decidió cambiar el tema para intentar subirle el ánimo.

"Ehh… ¡Pero mira!" Le indicó Dusk a la potranca, señalando con su casco al cielo. "¡Aún se puede ver levemente la estela arcoíris que dejó Rainbow Dash! ¡Si te apresuras aún puedes alcanzarla, solo vuela y síguela!

En cuanto Dusk dijo las últimas palabras que estaban destinadas a motivar a la potranca, la cabeza de la potranca bajó aún más en depresión.

"Es que… mis alas tienen problemas y yo… no puedo volar muy bien…" Dijo despacio la potranca con tristeza mirando al suelo.

Dusk internamente comenzó a maldecirse al él mismo por haber deprimido aún más a la potranca en vez de animarla, ¡Qué tanto puedes meter la pata! Gritaba en su mente Dusk.

Un incómodo y largo silencio siguió mientras la potranca seguía totalmente inmóvil y deprimida y Dusk seguía también inmóvil sin saber cómo responder ante tal situación. El unicornio quería romper el silencio pero no quería decir otra cosa desubicada que deprimiera aún más a la pegaso, no sabía de qué hablar que fuera seguro que no fuera un tema sensible para la potranca, no lo había salvo por algo…

"A-Así que te gusta Rainbow Dash ¿no es así?" Dijo Dusk con timidez. "Sabes… yo la conozco, quizás podría hablar con ella para que ustedes puedan juntarse y charlar."

Tan pronto Dusk dijo aquellas palabras, fue como si a la pequeña pegaso le hubieran inyectado un suero de adrenalina, la potranca levantó su cabeza y saltó de alegría mirando a Dusk con unos enormes ojos.

"¿¡De verdad!? ¿¡Puedes hacer eso!?" Preguntó la potranca con brillo en sus ojos, acercando su cara a Dusk. "Entonces, ¿¡Eres amigo de Rainbow Dash!?"

Una incómoda sensación recorrió a Dusk en cuanto la potranca le hizo aquella pregunta. Él… ¿Era amigo de Rainbow Dash? Dusk pensó en aquello pero la única respuesta que obtuvo de su mente fue: No… Aún no.

"Bueno… no diría que somos amigos." Dijo Dusk incómodo. "Nosotros más bien somos…"

Antes de hablar, Dusk no sabía cómo terminar aquella oración, sin embargo tampoco hizo falta, ya que antes que pudiera terminarla, fue interrumpido por una voz desde lejos que se acercaba.

"¡Hey! ¡Ahí estás Dusk!" Dijo la conocida voz de Spike que se acercaba hasta Dusk. "¿Qué tal dormiste con Rainbow Dash?"

Tanto Dusk como la potranca se giraron para ver a Spike, la potranca con una cara de confusión y Dusk con una cara de vergüenza dado la pregunta que Spike había gritado a viva voz.

"¿Dormiste con Rainbow Dash?" Preguntó la potranca mientras Dusk observaba con temor como los engranajes iban encajando y rodando en la mente de la potranca para hacerla llegar a una errónea conclusión.

"¿¡ERES EL NOVIO DE RAINBOW DASH!?" Gritó con sorpresa la potranca, tras lo cual Dusk de inmediato se acercó a ella y le tapó la boca, ya que con su grito varios ponies que pasaban por el lugar se giraron para verlos.

"¡Shhh! ¿¡Qué van a pensar los ponies si te pones a gritar cosas como esas!?" Le dijo en un susurro Dusk a la potranca mientras seguía tapándole la boca. "Estás mal, no somos novios, es solo que… es complicado." Terminó de hablar Dusk, sin saber cómo explicar todo lo sucedido el día anterior en simples palabras.

Luego de eso Dusk soltó a la potranca, la cual solo miró a Dusk con una sonrisa de cómplice.

"Claaaro… Tranquilo, tu secreto está a salvo conmigo." Dijo la potranca, pasándose un casco por los labios cerrados en señal de confidencia. "Rainbow Dash es mi ídolo, si ella quiere tener un novio secreto, por mí está bien."

"¿Qué sucede aquí?" Preguntó Spike una vez llegó donde estaban Dusk y la potranca.

Dusk no pudo evitar mirar con resentimiento a Spike por siempre aparecer en el momento menos oportuno, ahora por su culpa se había generado un malentendido del cual Dusk no sabía salir, pues no quería que la gran imagen que tenía la potranca sobre Rainbow Dash se desplomara al enterarse que había estado en prisión, y tampoco se le ocurría ninguna mentira creíble para explicar por qué habían pasado la noche juntos.

"Escucha Spike, no hables nada de lo que sucedió ayer." Dijo Dusk, mirando seriamente a Spike para que evitara hablar sobre su noche en prisión frente a la potranca.

"Eh… está bien…" Dijo Spike confundido luego de ver la cara de su hermano, luego miró a la potranca que también lo miraba a él. "¿Y tú quién eres?"

"¡Oh! Mi nombre es Scootaloo." Se presentó finalmente la potranca, mirando a Spike con atención. "Y tú… ¿Qué eres?"

Spike rápidamente se molestó ante la pregunta, él ya había sido rebajado a 'iguana' cuando conoció a Rainbow Dash, no dejaría que volvieran a humillarlo.

"¡Pues obviamente soy un dragón!" Dijo Spike molesto, lanzando pequeñas llamas por su nariz. "Mi nombre es Spike y junto a mi hermano somos los protegidos de la princes-"

Dusk rápidamente le tapó la boca a Spike para que no hablara más de la cuenta.

"Somos visitantes de Canterlot, estamos en Ponyville para la Celebración del Sol de Verano." Dijó rápidamente Dusk, sin querer que otros ponies conociesen su verdadero objetivo. "Y por cierto, mi nombre es Dusk Shine, es un placer." Completó Dusk, presentándose adecuadamente dado que Scootaloo también lo había hecho.

"¡Vaaaaya! Así que tienes un dragón de compañero… ¡Eso es genial!" Dijo Scootaloo, dejando de lado la mirada de confusión y mirando a Spike con asombro y luego a Dusk. "Ahora entiendo por qué Rainbow Dash sale contigo ¡Tú también debes ser genial!"

"¿Eso crees?" Dijeron al unísono Dusk y Spike, hinchando sus pechos y mirando hacia el horizonte con miradas soñadoras tratando de verse geniales, ya que no era muy común que alguien les dijera de frente que ambos eran geniales, y si algo tenían en común ambos hermanos era el hecho de ser débiles frente a los halagos.

"Espera un segundo." Dijo Spike volviendo a la realidad y mirando a su hermano. "¿Ella dijo que tú estás saliendo con Rainbow Dash?"

"Eh… sí… te lo explico más tarde." Le respondió en un susurro Dusk a Spike.

"Entonces ambos son nuevos en el pueblo." Habló nuevamente Scootaloo. "Hmm… es extraño que no les hayan hecho fiesta de bienvenida..."

Esto llamó la atención de Dusk, que era la segunda vez que escuchaba lo mismo. ¿Acaso en el pueblo estaban acostumbrados a hacer fiestas de bienvenida a los forasteros como él? Pensó Dusk.

"Bueno, eso no importa." Siguió hablando Scootaloo antes que Dusk pudiera preguntar. "Supongo que aún no conocen el pueblo ¿o sí?"

"Bueno… no exactamente." Respondió sinceramente Dusk.

"¡Bien! ¡Entonces yo les daré una vuelta por el pueblo!" Dijo con alegría Scootaloo, subiéndose a su scooter. "¡Vamos, suban! ¡Todo sea por los amigos de Rainbow Dash!"

Dusk y Spike miraron a Scootaloo, su scooter y al pequeño carrito que llevaba consigo.

"¿Pretendes que nos subamos en eso?" Preguntó Spike confundido, leyendo a la perfección los pensamientos de Dusk.

"¡Claro! ¡Ustedes serán mis primeros pasajeros!" Dijo Scootaloo emocionada.

A Dusk no le agradaba mucho la idea, pero le agradaba ver sonriendo a la pequeña potranca, así que sin más miramientos se subió al pequeño carrito, seguido de mala gana por Spike. Ambos se acomodaron como pudieron y le dieron el visto bueno a Scootaloo para que partiera.

Scootaloo empezó a jalar el carrito mientras se sostenía del scooter y usaba una de sus patas traseras para darse impulso, el carrito empezó a moverse lentamente a una velocidad que no sorprendió a Dusk para nada, ya que según sus cálculos su peso más el de Spike sería muy pesado para la pequeña Scootaloo pudiera moverlos fácilmente. Dusk comenzó a idear alguna forma de ayudar a Scootaloo con su magia para que pudiera ir más rápido y que no se desilusionara nuevamente por culpa de Dusk, sin embargo aquello no hizo falta, ya que sin darse cuenta mientras Dusk estaba pensativo, el carro había comenzado a agarrar velocidad y ahora en verdad estaban yendo rápido. Dusk miró asombrado a la potranca que para su sorpresa había comenzado a agitar sus pequeñas alas a una velocidad asombrosa, lo que le había dado el impulso y la velocidad suficiente para mover el carro. Mientras Spike iba agarrado firmemente del carrito con una cara de miedo por la velocidad, Dusk no pudo evitar sonreír al ver que a pesar de sus limitaciones la pequeña pegaso había encontrado otra gran forma de moverse a gran velocidad y sentir el viento bajo sus pequeñas alas.

La velocidad comenzó a descender mientras llegaban a lo que parecía ser el centro del pueblo, cerca de la alcaldía pero rodeándola y viendo el otro lado que Dusk no había visto aún.

"Esta es la plaza principal y la fuente de Ponyville." Dijo Scootaloo, que empezó a hablar como guía turística.

En la plaza transitaban varios ponies, parecía un lugar bastante alegre, por su parte la fuente mostraba la estatua de una pony de tierra agitando sus patas delanteras alegremente. Sin embargo lo que más sorprendió a Dusk fue que frente a la fuente había un montón de globo sosteniendo lo que parecía ser una yegua, la yegua parecía estar dormida mientras flotaba a ras de suelo alrededor de la fuente. Dusk bajó su vista para comprobar que Spike estaba viendo exactamente al mismo lugar, sin embargo cuando volvió a alzar la vista le sorprendió ver que ningún otro pony del pueblo le prestaba atención a aquella yegua dormida que flotaba con globos, ni siquiera Scootaloo, quien ya empezaba a aletear nuevamente para ir al siguiente lugar. Dusk pensó en preguntarle a Scootaloo por aquel extraño espectáculo, sin embargo él ya había arruinado muchas conversaciones por palabras innecesarias, así que simplemente decidió no prestarle atención, tal como hacían los ponies del lugar, 'A donde fueses haz lo que vieres' recordó Dusk un viejo dicho.

Luego de eso Scootaloo los llevó por otros locales del pueblo, un teatro, el mercado del pueblo, una pastelería llamada Sugarcube Corner que Dusk recordó especialmente ya que no había comido nada en toda la mañana, etc.

"Y esa de allí es la biblioteca." Dijo Scootaloo mientras avanzaban cerca de un gran árbol con ventanas.

"¿¡BIBLIOTECA!?" Grito Dusk emocionado al escuchar una de las palabras más hermosas que conocía.

"Sí… Pero actualmente está cerrada, creo que la bibliotecaria se fue a trabajar a Manehattan hace un par de semanas y nadie ha vuelto a abrirla desde entonces." Dijo Scootaloo tratando de recordar para cumplir bien su función de guía.

"¿¡La biblioteca del pueblo está cerrada!?" Dijo Dusk alterado. "¡Eso no puede ser! ¡Es un ultraje! ¡Es una barbarie! ¡Es un-mnnngh!"

Spike impidió que Dusk siguiera hablando, tapándole la boca, pues sabía que de lo contrario su hermano jamás se callaría.

"Vamos Scootaloo, al siguiente lugar." Dijo Spike avergonzado ante la confundida mirada de Scootaloo.

Así fue que se alejaron mientras Dusk no quitaba la vista de la biblioteca, con lágrimas en sus ojos luego de ver alejarse un templo de conocimiento totalmente abandonado.

"Y esta es la torre del reloj." Dijo Scootaloo luego de llegar a la cumbre de una pequeña loma.

El lugar era muy bonito, una torre muy rústica pero que encajaba a la perfección con la arquitectura del pueblo, además desde allí se podía ver gran parte del pueblo.

"Está bien, pero en Canterlot hay torres mucho más grandes." Dijo Spike, que como a todo niño lo que más le impresionaba era la altura, y también quizás por algún complejo personal.

"Oye, Scootaloo." Preguntó Dusk mirando hacia el pueblo. "¿Qué es esa cabaña que está allí?"

Dusk se había percatado que entre la biblioteca y la torre del reloj había una gran cabaña con un gran patio y juegos para potrillos en él, un lugar que al parecer Scootaloo había evitado deliberadamente.

"¡Oh… eso! Bueno… esa es… la escuela." Dijo Scootaloo tímidamente.

Esto sorprendió a Dusk, quien dejó de lado su temor por meter nuevamente la pata y decidió preguntar lo que a su parecer era algo sumamente importante.

"¿Y por qué no estás allí? Hoy es día de escuela." Preguntó Dusk mirando atentamente a Scootaloo.

"Bueno… Es que no me gusta mucho ir a la escuela, prefiero el aire libre." Dijo Scootaloo mirando hacia otro lado algo molesta. "Además aún me faltan muchos lugares por mostrarles, como el spa, la bolera, Carousel Boutique…"

"¡No, eso no es excusa!" Le reprochó Dusk. "¿¡Acaso no te interesa aprender!? Leer sobre los antiguos ponies, educación cívica, matemáticas, ciencias, filosofía… ¡No puedes no querer aprender! ¡El conocimiento es la mayor fuerza del mundo! ¡Y La escuela es el hogar de ese conocimiento!"

Todo aquello fue un gran discurso por parte de Dusk, ¡Algo que si algún pony se lo hubiera dicho a él de potrillo, probablemente él se hubiera emocionado hasta las lágrimas! Sin embargo a Scootaloo poco pareció importarle, pues solo bostezó y miró hacia otro lado. Dusk se molestó de inmediato con la potranca que no se tomaba en serio algo tan vital como ir a la escuela, sin embargo una brillante idea vino a la mente de Dusk, una que le hizo sonreír siniestramente.

"Sabes…" Habló Dusk al oído de Scootaloo. "A Rainbow Dash no le gustan los ponies que no toman en serio sus estudios."

Las orejas de Scootaloo de inmediato se levantaron y sus ojos se abrieron.

"¿L-Lo dices en serio?" Pregunto insegura Scootaloo, mirando nuevamente a Dusk.

"Pues claro, ¿Por qué crees que Rainbow Dash sale conmigo? Es porque yo soy muy estudioso." Dijo Dusk guiñándole un ojo a la potranca.

Scootaloo se giró y miró con recelo hacia la escuela por un largo rato.

"E… Estás bien, supongo que podría intentar ir más seguido…" Dijo Scootaloo lentamente.

"¡Así se habla! ¡Debes ir todos los días, partiendo desde hoy!" Dijo Dusk con entusiasmo, bajándose del carrito y sonriéndole a Scootaloo.

"¡Sí, está bien!" Sonrió Scootaloo aún más animada, sintiéndose feliz que alguien le sonriera y se preocupara por ella.

En cuanto Spike se bajó del carro, Scotaloo agitó sus alas y se despidió para ir en dirección a la escuela.

"¡Adiós Dusk, adiós Spike! ¡Y Dusk, recuerda lo que prometiste!" Gritó Scotaloo mientras se alejaba.

"¡Lo haré!" Gritó Dusk, que ahora tendría que convencer a Rainbow Dash de tener una cita de juegos con la pequeña potranca.

En cuanto Scootaloo se alejó y se había perdido de vista, Spike se giró hacia Dusk con una pícara sonrisa.

"Así que… ¿Ahora estás saliendo con Rainbow Dash?" Preguntó Spike sonriendo.

"¡C-Claro que no!" Dijo rápidamente Dusk. "Pero si diciendo eso puedo convencer a una pequeña potranca de ir a la escuela, supongo que está bien decir una pequeña mentira blanca."

"Hmm… quizás tengas razón, aunque dudo que Applejack lo hubiera aprobado." Dijo pensativamente Spike, haciendo que Dusk agachara la cabeza en vergüenza.

"Jeje, supongo que tienes razón…" Dijo Dusk aceptando que Spike tenía un punto válido.

"¿Y ahora qué?" Preguntó Spike, sabiendo que ahora que ambos estaban libres de culpa y sin la obligación de Spike de hacer amigos, solo les quedaba esperar hasta que fuera la Celebración del Sol de Verano y encontrarse de nuevo con la princesa Celestia.

"¡Growl~!" Gruñó de hambre el estómago de Dusk.

"Estoy muerto de hambre, necesito desayunar." Dijo Dusk tocándose el estómago. "Pero primero, hay algo mucho más urgente que solucionar." Terminó de hablar Dusk con una mirada de determinación.


"Así que acabas de salir de la alcaldía ¿Y ahora quieres volver?" Preguntó Spike mientras seguía a su hermano por el pueblo.

"Así es, esto es algo que no tiene perdón de Celestia." Respondió Dusk molesto.

Cualquiera pensaría que de lo que hablaba Dusk era algo extremadamente delicado, sin embargo Dusk le había contado a Spike de qué hablaba mientras bajaban camino al pueblo. Lo que quería hacer Dusk era hablar con la alcaldesa para reinstalar a un bibliotecario lo antes posible para que la biblioteca volviera a abrir. Esto hubiera sido un tema banal para todos los ponies, para todos menos para Dusk, quien no podía encontrar mayor crimen que el de tener cerrada una biblioteca.

"De verdad Dusk, no creo que sea algo tan grave." Dijo Spike, intentando calmar a Dusk.

"¡Claro que lo es!" Dijo Dusk molesto. "Puedo perdonarle a la alcaldesa que me encierre como a un delincuente, pero no puedo perdonar que mantenga el conocimiento lejos de quienes lo buscan."

En cuanto ambos doblaron una esquina, se encontraron de frente con la plaza central, que era lo único que se interponía entre Dusk y la alcaldía.

"Es imperdonable." Dijo Dusk caminando rápidamente por la plaza. "Al menos debió dejar un bibliotecario interino o-"

El discurso de Dusk se detuvo, al igual que él, al pasar cerca de la fuente del pueblo y darse cuenta que aquella yegua que flotaba con globos frente a la estatua seguía allí. La molestia de Dusk era bastante, pero lentamente fue cediendo para dar lugar a la curiosidad, pues algo que también incomodaba mucho a Dusk era quedarse con preguntas sin respuestas.

Dusk miró a los ponies del lugar y nuevamente verificó que ninguno le ponía atención a aquel extraño fenómeno, algo que le pareció igual de peculiar, por lo que se acercó hasta uno de los ponies lugareños para averiguar el por qué.

"Disculpe señorita." Pregunto Dusk, acercándose a una yegua color lila que paseaba por el lugar.

"¿Sí?"

"¿Usted puede ver a esa pony flotando con globos?" Preguntó Dusk, señalando a la pony flotante.

"Pues sí, no estoy ciega." Respondió la yegua como si le hubieran hecho una pregunta obvia.

"¿Y por qué no hacen o dicen nada?" Preguntó nuevamente Dusk, queriendo entender rápidamente si aquello era una especie de show callejero o una extraña costumbre del lugar.

"¡Oh, eso!" Dijo la yegua sonriendo. "Es solo Pinkie siendo Pinkie, ya te acostumbrarás."

Luego la yegua continuó con su camino, dejando a Dusk igual o más confundido de lo que estaba inicialmente. Entonces el unicornio se giró y miró directamente a la pony que flotaba, pensando que lo único que le quedaba y que además era la forma más directa para averiguarlo, sería acercarse y preguntarle directamente a aquella extraña y rosada yegua, quién además coincidentemente tenía también unos globos como cutie mark.

#Fin del capítulo 8

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