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Dusk Shine en busca de la Felicidad

by BigSnusnu

Chapter 17: En lo profundo del bosque

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Capítulo 17 – En lo profundo del bosque

En el bosque Everfree vivían una innumerable cantidad de bestias salvajes, animales y criaturas que difícilmente podían subsistir en otro lugar de Equestria, en donde reinaba la paz y seguridad brindada por la princesa Celestia, pues ese bosque era indómito, tenebroso, con su propia magia antigua fluyendo desde las profundas raíces de los arboles hasta sus altas copas, el lugar perfecto para que aquellas bestias que no querían o no podían seguir las reglas de buen vivir que reglaban a los ponies, pudieran habitar. Por eso mismo es que muchos ponies, principalmente los que vivían en Ponyville, sabían que no debían entrar sin razón a aquel lugar, una regla autoimpuesta que precisamente dos ponies estaban rompiendo en aquella peligrosa noche, arriesgando enormemente su propia seguridad: un unicornio morado junto a una pony de tierra que usaba un sombrero vaquero, ambos caminaban abriéndose paso entre lianas y espinas, rodeados por los altos y tenebrosos árboles del bosque.

"¿Aún no sabes dónde estamos?" Preguntó Dusk algo impaciente, viendo que ya llevaban bastante tiempo caminando sin una dirección específica.

"Nop." Respondió simplemente Applejack. "Te dije que he entrado antes al bosque, pero nunca me había desviado del camino, aquello… es algo que nunca se debe hacer."

Dusk miró a Applejack y vio que aunque intentaba ocultarlo, parecía que Applejack también estaba nerviosa, entonces él bajó su cabeza y dio un fuerte suspiro. Él sabía que se habían desviado por su culpa, cuando arrancaron del toro, el que finalmente resultó ser solo una sombra, Dusk pensó que la única alternativa era salir del camino en aquel momento, algo que probablemente los había perjudicado mucho más que la aparición del mismo toro, ya que tras desviarse del camino, ellos no pudieron encontrar sus propias huellas por donde habían venido y por consiguiente no pudieron encontrar la forma de volver al camino, por lo que habían pasado gran cantidad de tiempo caminando en línea recta, tanto como se los permitía la salvaje naturaleza del lugar, yendo hacia donde ellos creían que debía estar el camino principal, algo que no podían verificar a ciencia cierta ya que ni siquiera podían ver claramente debido a que las copas de los arboles tapaba casi por completo el cielo y no dejaba que la luna iluminara lo profundo del bosque.

Mientras seguían caminando, Dusk sintió nuevamente un escalofrió, algo que se había repetido ya un par de veces por culpa de la baja temperatura, la cual había comenzado a bajar gradualmente, al mismo tiempo que se empezaba a formar un niebla, la cual era densa pero para su fortuna se mantenía a ras de piso, por lo que solo alcanzaba a cubrir la parte baja de sus cascos, sin embargo era lo suficientemente helada para hacer que los ponies sintieran el frio a través de sus pelajes.

Repentinamente Dusk puso sus orejas en alerta y se detuvo.

"¿Escuchaste eso?" Preguntó Dusk mirando hacia atrás.

"¿Qué cosa?" Preguntó Applejack mirándolo.

"Sonó… como una risa." Dijo Dusk sin poder escuchar nuevamente lo que había escuchado.

"¡Hmpf! Bueno, una risa sería el menor de nuestros problemas." Dijo Applejack con una pequeña sonrisa nerviosa, dándose la vuelta y caminando nuevamente.

Applejack no quería mostrarse débil ante Dusk, pero ella estaba muy nerviosa. Ella sabía de los peligros del bosque, una vida viviendo cerca de aquel tenebroso lugar le había enseñado a tenerle respeto y no arriesgar su cuello adentrándose fuera del camino, tal como muchos ponies habían hecho, ponies que nunca volvieron a salir de allí.

Sin que ambos se dieran cuenta, la niebla comenzó a crecer lentamente, rodeándolos y dándole a todo un tono gris y tenebroso.

"¡Auch!" Gritó repentinamente Applejack, sosteniendo uno de sus cascos adoloridos.

"¿Qué pasa?" Preguntó Dusk preocupado, acercándose.

"Choqué con algo." Dijo Applejack mirando hacia el suelo, para ver ese 'algo' que no había visto claramente mientras caminaba debido a la neblina.

Ambos ponies bajaron la vista y vieron que era una enorme piedra cuadrada, con sus bordes bien definidos, algo resquebrajada y con algo escrito en ella… Fue en ese momento que ambos ponies se sobresaltaron al darse cuenta que no era una piedra, ¡sino una lápida! Lo que hizo que ambos ponies volvieran a tener un escalofrió, pero esta vez no por frio, sino por miedo.

"Voy a iluminar un poco." Dijo Dusk tímidamente, ya que luego de comprobar que Nightmare Moon estaba en el bosque y los quería detener, él se había decidido a no usar su magia a menos que fuera muy necesario, eso para poder guardar su poder ante cualquier ataque inesperado y también para que Nightmare Moon no pudiera rastrearlo siguiendo su aura mágica. Sin embargo, tras ver la lápida, decidió que era necesario arriesgarse e iluminar un poco.

Al iluminarse suavemente el cuerno de Dusk, ambos ponies pudieron ver que no era solo una lápida la que estaba allí, sino que eran muchas, que se extendían al frente y al lado de ellos.

"Es… ¿un cementerio?" Dijo Dusk con algo de temor viendo lo que perecían ser distintas tumbas. "¿Hay un cementerio en medio del bosque?"

"N-No lo sé…" Dijo Applejack, sin poder ocultar más su nerviosismo.

Repentinamente una risita se escuchó en la lejanía, algo que no les hubiera llamado mucho la atención en otro momento, sin embargo en aquel lugar lleno de tumbas, con ese ambiente tan lúgubre, frio y silencioso, la risa se escuchó muy tenebrosa.

"Q-Quizás deberíamos volver…" Dijo Applejack con miedo, tocando involuntariamente a Dusk con su casco.

"No podemos." Respondió Dusk. "Si nos desviamos por cada obstáculo nada impide que caminemos en círculos sin darnos cuenta. Lo mejor es seguir en línea recta tal como lo estábamos haciendo."

Dusk miró a Applejack, intentando mirarla con seguridad.

"Sígueme, no te separes de mí." Dijo Dusk.

Applejack miró a Dusk y tuvo que admitir que aquella cálida mirada la tranquilizó un poco, lo suficiente para darse cuenta que no podía actuar como una tonta yegua asustada frente a Dusk, así que dejó de tocarlo y también puso una mirada de seguridad.

"Está bien, voy detrás de ti." Dijo Applejack con decisión, acercándose a Dusk. La yegua asustada dentro de ella pedía a gritos abrazar a Dusk y que él la fuera guiando, pero la yegua fuerte e independiente dentro de ella se lo impedía, así que para conciliar ambos pensamientos, se acercó lo más posible sin llegar a tocarlo.

Dusk siguió iluminando débilmente su cuerno, solo lo justo para iluminar unos pocos pasos frente a él, esperando que aquello no llamara la atención de Nightmare Moon, y al ver que Applejack estaba lista para continuar, comenzó a caminar, adentrándose en aquel gran campo de lápidas.

Al caminar entre las tumbas, Dusk se percató que todas las lápidas tenían escrito algo, probablemente el nombre del pony o criatura que yacía allí, sin embargo no se detuvo en ningún momento a leerlas, él estaba totalmente concentrado en seguir derecho para salir pronto de aquel lugar. Mientras tanto, tan gradualmente como había ido ascendiendo antes, la niebla se fue volviendo más y más densa, tanto que llegó un momento que la luz en el cuerno de Dusk no fue suficiente para poder seguir viendo lo que había enfrente de él.

Dusk se detuvo y se mordió el labio, inseguro de querer usar más magia para iluminar más, sabiendo los riesgos que conllevaba aquello.

"Quizás deba iluminar un poco-" Dijo Dusk mirando hacia atrás a Applejack, sin embargo se detuvo en seco al ver que la yegua no estaba tras él.

"¿¡Applejack!?" Dijo Dusk nervioso mientras su sangre se helaba del miedo. Él había podido afrontar el miedo de entrar en el tenebroso bosque solo, al igual que el de estar en un viejo cementerio, sin embargo saber que había perdido a su compañera en un lugar así hizo que por primera vez esa noche el corazón de Dusk se paralizara del miedo.

"¡APPLEJACK!" Gritó Dusk mirando hacia todos lados intentando localizar a la yegua, sin lograr ver nada debido a la densa niebla.

Dusk dio un par de pasos y se dispuso a usar su magia para iluminar y despejar la niebla de ser necesario, sin embargo en cuanto su cuerno se iluminó, mientras él seguía caminando a ciegas, tropezó con una lápida y cayó de bruces contra el suelo. El unicornio quedó mareado unos segundos mientras lentamente comenzó a abrir los ojos tras el golpe, una vez los abrió lo primero que vio fue lo que estaba frente a él, la lápida con la que había tropezado, en donde se podía leer un nombre: 'Twilight Twinkle'.

"Es imposible…" Dijo Dusk asustado luego de leer el nombre, mientras su respiración comenzaba a agitarse. Él conocía ese nombre.

"Dusk…" Dijo una lúgubre y cansada voz entre la neblina, una voz que Dusk de inmediato pudo reconocer, debido a que aquella voz le pertenecía a la pony que llevaba el nombre que estaba escrito en esa lápida. Una voz que no había escuchado hace muchos años, desde que había sido un potrillo.

Dusk comenzó a temblar, pero con gran esfuerzo giró su cabeza para mirar hacia donde había escuchado la voz. Allí, entre la neblina que se disipó levemente, Dusk pudo ver a una yegua anciana, una unicornio de piel rosa claro, melena blanca con una franja morada en un lado, al igual que en su cola, y en sus flancos tenía varias estrellas de color morado como cutie mark.

"Abuela…" Dijo Dusk tímidamente, sin poder creerlo. Él no veía a su abuela desde que era un potrillo, desde antes de obtener su cutie mark. "Es… ¡Es imposible! ¡Es una ilusión! Tú… ¡Tú estás muerta!" Gritó Dusk asustado, retrocediendo un par de pasos, tratando en vano de mantener la compostura, pues ver a su abuela nuevamente lo había descolocado emocionalmente.

"Así es… estoy muerta…" Dijo la abuela de Dusk con una voz gélida y sin emociones, mientras su figura se mantenía inmóvil, como un fantasma, mirando a Dusk con unos ojos apagados y fríos. "Aquí vamos a parar las almas de quienes no fueron amados en vida…"

Aquellas frases hicieron que Dusk pusiera una cara de desesperación y dolor. Entonces él se sentó, cerró sus ojos con fuerza y se tapó los oídos con sus cascos.

"Esto no es real, es una ilusión… ¡Debe ser una ilusión!" Comenzó a repetirse Dusk en voz alta, intentando alejar uno de sus tantos recuerdos dolorosos de infancia, el recuerdo de su abuela fallecida. Algo que fue inútil, ya que sin saberlo la niebla que lo había rodeado había entrado lentamente en su mente, nublando su juicio lentamente, haciendo que sus emociones se desbordaran y que él cayera rápidamente en la desesperación, pues no era una niebla cualquiera, eso era solo un disfraz para un potente hechizo ilusorio, uno que hizo que Dusk solo pudiera pensar en el miedo y la culpa.

"Dusk… ¿Por qué me abandonaste?" Dijo la fría voz de la abuela de Dusk, mirándolo con una inexpresiva mirada.

"Yo… yo no te abandoné." Dijo Dusk con enorme tristeza, sin poder evitar escuchar la voz de su abuela pese a que se había tapado sus oídos.

Fueron tras esas palabras que a pesar de no quererlo, la magia ilusoria que inundaba a Dusk lo obligó a recordar la culpa que sentía. Fue así que Dusk recordó cuando le habían avisado del fallecimiento de su abuela, unos pocos días después de haber ingresado a la prestigiosa escuela de magia de Canterlot, fue allí que Dusk se dio cuenta que a pesar de lo unido que él había sido con su abuela, él no había pasado con ella sus últimos días de vida, pues aquellos primeros días de escuela habían sido tan agitados que Dusk no tuvo tiempo para visitarla antes de perderla. Fue esa la razón que Dusk se sintiera tan culpable, él jamás se perdonó por no haber compartido con ella aquellos últimos momentos.

"Yo siempre te apoyé…" Dijo la fría voz de la abuela. "Pero tú me olvidaste… Tú jamás me amaste…"

"¡Eso no es cierto!" Gritó Dusk comenzando a desesperarse, aún con los ojos cerrados, apretándose aún más fuerte sus orejas para no oír.

Una risa comenzó a escucharse a lo lejos, una que con todo el ambiente reinante hacia parecer toda aquella situación aún más siniestra.

"¡Tú me fallaste!" Dijo la voz de la abuela aún más fuerte.

"Yo… yo…" Comenzó a tartamudear Dusk al tiempo que unas pequeñas lágrimas comenzaban a brotar de sus ojos.

"¡Al fin te encontré!" Dijo inesperadamente una voz nueva, una voz que hizo que Dusk abriera los ojos por la sorpresa.

Al abrir los ojos y levantar la cabeza, Dusk vio que frente a él se encontraba una yegua rosada que bien conocía, era Pinkie Pie, quien se acercó aún más y le tocó la nariz con uno de sus cascos.

"¡Bup!" Dijo Pinkie Pie con una sonrisa, presionando la nariz de Dusk como si fuera un botón.

"Pinkie…" Dijo Dusk, sorprendido de ver a la yegua rosa pero incapaz de reaccionar correctamente debido al hechizo en el que estaba sumergido. Fue ese mismo hechizo que hizo que Dusk desviara la mirada de Pinkie Pie y se fijara nuevamente en la figura fantasmal de su abuela, que seguía donde mismo, con la misma fría mirada.

"Abuela… perdóname… ¡Yo no quise dejarte sola!" Dijo Dusk sintiendo que la tristeza, dolor y culpa volvían a él, olvidándose por completo de la presencia de Pinkie Pie pese a que esta le estaba hablando. "Yo no quería hacerlo… Yo… ¡JAJAJAJA! ¡JAJAJA!"

Repentinamente Dusk estalló en risas, debido a que Pinkie Pie comenzó a hacerle cosquillas sin previo aviso.

"Ya… ¡Jaja! ¡Ya basta! ¡Jajaja…!" Dijo Dusk entre risas mientras le costaba respirar, intentando sacarse de encima a Pinkie Pie.

Fue así que tan sorpresivamente como Pinkie Pie comenzó con las cosquillas, ella se detuvo, mirando con una sonrisa a Dusk.

"¿P-Por qué hiciste eso?" Dijo Dusk, recomponiéndose un poco de la situación.

"Te veías muy triste, y parecía que no escuchabas nada de lo que te decía." Dijo Pinkie Pie sonriendo. "Así que tuve que ocupar mi último recurso para situaciones así." Terminó de decir Pinkie Pie, mostrando sus cascos delanteros con los cuales había hecho cosquillas a Dusk.

"Yo… yo estaba con mi abuela…" Dijo Dusk sosteniéndose la cabeza. "Ella me decía… lo mal nieto que fui al no estar con ella cuando murió…"

Aquello hizo que la tristeza de Dusk volviera, haciendo que la neblina que los rodeaba, que por un momento se había comenzado a disipar, comenzara a volverse más densa nuevamente. Al volver la niebla, los nombres en las lápidas volvieron a aparecer, al igual que el fantasma de la abuela de Dusk, que como una estatua seguía viendo fija y fríamente a su nieto.

Dusk nuevamente fijó su vista lentamente en el fantasma de su abuela muerta mientras su respiración comenzaba a agitarse nuevamente.

"Por favor, perdóname…" Dijo Dusk mirando tristemente a su abuela.

"Así que eso es lo que estás viendo…" Dijo Pinkie Pie siguiendo la vista de Dusk, aunque ella no veía nada. "Yo también comencé a ver a mi abuela, ¡Pero solo me alegré de verla y me reí al recordar todas las cosas divertidas que pasamos juntas!"

"Por cierto…" Dijo Pinkie Pie, que esta vez seguía en el campo de atención visual y auditiva de Dusk. "¿Por qué tu abuela volvería solo para culparte? Es decir, si volviera a hablar con mi nieto después de mucho tiempo, lo único que le diría sería lo mucho que lo quiero y recordaríamos los buenos momentos que pasamos juntos. ¡Sí! ¡Sería muy divertido!"

La risa de Pinkie Pie llegó a oídos de Dusk, quien se dio cuenta que aquella risa fue la que había estado escuchando desde hace un rato, sin embargo ahora que tenía a su lado a la yegua sonriendo, ya no le parecía una risa siniestra, sino lo que era, una graciosa y contagiosa risa, la cual estaba haciendo inconscientemente que Dusk saliera lentamente de aquella poderosa ilusión.

"Eso… eso es cierto…" Dijo Dusk aún mirando el fantasma de su abuela, pero esta vez pudo reprimir un poco sus emociones y la vio más claramente. "Mi abuela jamás me miraría así… Ella siempre me miraba con cariño, como si fuera lo más importante para ella…"

"¿Y se divertían juntos?" Preguntó Pinkie Pie curiosa.

"Sí…" Dijo Dusk levantándose, sin poder dejar de mirar el fantasma de su abuela, pero sobreponiéndose cada vez más al hechizo, logrando esbozar una pequeña sonrisa. "Ella siempre me cocinaba galletas… Cocinábamos juntos y dejábamos siempre un desorden en la cocina, por lo que mamá se molestaba… Y nos escondíamos para que ella no nos encontrara, nosotros… siempre nos divertíamos… éramos tan unidos…"

Al recordar esos buenos momentos, Dusk comenzó a sonreír y reír suavemente, alegre de poder volver a recordar aquellos buenos momentos, logrando por fin olvidarse de la tristeza que sentía.

"¿Y crees que tu abuelita vendría a acosarte y culparte?" Preguntó Pinkie Pie.

"No, ella jamás haría eso… Ella fue la primera que intentó enseñarme a usar magia." Dijo Dusk finalmente con una amable sonrisa mientras el fantasma de su abuela comenzaba a desaparecer, al igual que la niebla que lo rodeaba. "Ella me diría que está orgullosa."

En ese momento Dusk se tomó su cabeza y comenzó a reír al darse cuenta de lo que acababa de decir, algo que jamás había pensado seriamente ya que nunca había tenido a nadie a su lado como Pinkie Pie que lo ayudara a ver la verdad.

"Jajaja, ¡Es cierto! Ella estaría orgullosa de ver lo bueno en la magia que soy, gracias a ella y sus primeras enseñanzas." Terminó de decir Dusk riéndose, viendo como el fantasma de su abuela desaparecía por completo, al igual que la niebla y las lápidas, que dejaron de verse como tal, mostrando su verdadera forma, simples rocas y troncos esparcidos por el lugar.

Una vez la niebla se disipó, Dusk miró sonriendo a Pinkie Pie, quien también le sonrió.

"¿En serio no te habías dado cuenta de eso antes?" Preguntó finalmente Pinkie Pie.

"No." Dijo Dusk aún sonriendo, pero entristeciéndose un poco al darse cuenta de algo. "Nunca molesté a mi familia o a la princesa con cosas insignificantes como cómo me sentía, o por qué estaba triste… o cuando me sentía mal conmigo mismo… Y en ese tiempo Spike era muy pequeño... En esos tiempos solo confiaba en una yegua, mi mejor amiga… pero ella jamás hubiera resuelto un problema riendo o haciéndome recordar los momentos felices en vez de los tristes, ella decía que todos los problemas tenían solución lógica, los sentimientos solo entorpecían a los ponies, principalmente emociones tontas como la risa."

"Pues tu amiga era una burra." Dijo Pinkie Pie sacando la lengua y luego sonriendo. "No hay nada mejor que la risa, eso resuelve todos los problemas, o al menos te ayudará a resolverlos."

"Jaja, quizás tengas razón." Dijo Dusk sorprendiéndose de aceptar lo que Pinkie Pie decía. "Quizás empiece a resolver los problemas a tu modo." Terminó de decir Dusk, recordando que aún debía hacer algo.

"Pinkie Pie…" Agregó Dusk acercándose a la yegua.

"¿Sí?" Preguntó Pinkie Pie.

En seguida Dusk se abalanzó sobre la yegua y comenzó a hacerle cosquillas, tal como ella le había hecho, lo que hizo que Pinkie Pie comenzara a reírse sin parar.

"Por favor perdóname, perdóname por haberlas dormido, solo quería protegerlas." Dijo Dusk mientras seguía haciéndole cosquillas a Pinkie Pie. "Y perdóname también por todo lo que ha pasado esta noche y todo lo malo que he hecho, por favor perdóname."

"¡JAJAJA! ¡JAJAJA! ¡Está bien, está bien! ¡Jajaja! Te perdono, jaja..." Dijo Pinkie Pie entre risas.

Una vez Dusk dejó de hacerle cosquillas a Pinkie Pie, ella recuperó el aire y se levantó.

"No es justo." Dijo Pinkie Pie mirando con una falsa mirada de enojo a Dusk. "Es cierto que la risa resuelve todos los problemas, pero obligarme a reír para que te perdonara no es justo."

Dusk no respondió, solo le dio una enorme sonrisa a Pinkie Pie, lo que hizo que ella también sonriera tiernamente mientras sus mejillas se sonrojaban. Aquel potro siempre sorprendía a Pinkie Pie, y eso era lo que más le gustaba de él, pues no muchos ponies lo lograban, además él tenía una sincera y cálida risa, algo que al parecer salía en muy pocas ocasiones debido a todos los sentimientos que ocultaba Dusk, pero cuando lograba abrirse camino y salir de los labios de Dusk, era un deleite para los oídos de Pinkie Pie oír su risa, más aún verlo sonreír como lo hacía en ese momento, por lo que su corazón no pudo evitar acelerarse al verlo así y recordar que él le gustaba.

Ambos ponies siguieron sonriéndose mutuamente por un rato hasta que la expresión de Dusk cambió radicalmente, asustándose al recordar algo importantísimo.

"¡Applejack!" Gritó Dusk, dándose cuenta que con todo el alboroto se había olvidado por completo de la yegua campirana.

Tanto Dusk como Pinkie Pie comenzaron a moverse y a mirar en todas direcciones, tratando de encontrar a Applejack, misión de búsqueda que se volvió más sencilla ya que la densa niebla había desaparecido por completo y gracias a que Dusk usó su magia para iluminar su cuerno con una enorme luz que iluminó todo su alrededor, pues a él ya no le importaba si Nightmare Moon lo localizaba, de hecho aquel hechizo ilusorio que lo había atacado era la prueba de que Nightmare Moon ya sabía perfectamente dónde estaban, por lo que no era necesario seguir ocultándose, además su prioridad era encontrar a Applejack, y él había decidido que podía arriesgar su propia seguridad si con ella lograba la seguridad de Applejack y de las demás yeguas.

Fue así que tras una breve búsqueda gracias a la luz proporcionada por Dusk, ambos ponies pudieron ver una figura anaranjada, no muy lejos de allí, la cual pudieron comprobar al acercarse que se trataba de Applejack, quien estaba sentada, mirando fijamente dos rocas.

En cuanto Applejack escuchó unos pasos acercándose, giró su cabeza y pudo ver que Dusk y Pinkie Pie se acercaban. Al ver que Dusk se acercaba, Applejack giró nuevamente su cabeza para que él no viera su rostro, mientras con un casco secaba rápidamente las lágrimas que había dejado caer, algo que no pasó inadvertido para Dusk.

"¿Estás bien?" Preguntó Dusk preocupado, una vez se detuvo frente a la pony naranja.

"Sí… estoy bien." Respondió Applejack, terminando de secarse las lágrimas y arrugando su nariz. "Yo… recuerdo que estaba caminando atrás tuyo y entonces solo pestañé por un segundo y te perdí de vista por culpa de la niebla, entonces grité y te llamé pero no hubo respuesta. Luego… yo vi dos tumbas… las tumbas de…" En ese punto Applejack se calló, ya que parecía que le dolía recordar lo que acababa de ver.

"Vi y escuché cosas que me hicieron sentir mucha pena y dolor…" Dijo finalmente Applejack, levantándose, sin querer ser más específica. "Pero repentinamente la niebla desapareció, al igual que los fantasmas, y todo volvió a la normalidad."

"Sí… Creo que fue otro poderoso hechizo de ilusión creado por Nightmare Moon, pero gracias a la ayuda de Pinkie Pie pude deshacerme de él." Dijo Dusk mirando de reojo a Pinkie Pie.

"Pinkie Pie… ¿Cómo nos encontraste?" Preguntó Applejack mirando confundida a la yegua rosa, algo que sorprendió a Dusk, ya que eso había sido algo que se había estado preguntando pero se había olvidado preguntar. "Estamos en medio del bosque, ni siquiera yo sé cómo llegamos aquí."

"Bueno, todo es gracias a mi GPS." Dijo Pinkie Pie sonriendo.

"¿GPS?" Preguntó Dusk confundido.

"Mi 'Gran Pinkie-Sentido', por supuesto." Dijo Pinkie Pie al tiempo que se agachaba y levantaba su trasero mientras su cola comenzaba a girar como un radar, dando varias vueltas hasta que se detuvo, apuntando a Dusk.

Dusk abrió la boca para reclamar ante lo absurdo que había dicho la yegua, pero se recordó que después de todo era Pinkie Pie, la reina de lo absurdo. Sin embargo Dusk dejó una nota mental, decidiendo que ante las irrefutables pruebas que lo avalaban, algún día tendría que estudiar ese llamado 'Pinkie-sentido'.

"¿Entonces sabes cómo volver al camino?" Preguntó Applejack, ya conociendo la efectividad del Pinkie-sentido de Pinkie Pie.

"Sí, claro." Dijo Pinkie Pie con una sonrisa. "Solo síganme."

Entonces Pinkie Pie comenzó a caminar, o más bien a saltar con su acostumbrado paso, adentrándose entre los árboles del bosque, seguida por Applejack y Dusk, quien no dejó de iluminar su cuerno, pues decidió que no volvería a ser hechizado con la guardia baja, por lo que mantuvo su magia para iluminar, lista para atacar o defenderse en cualquier momento de ser necesario.


"¡MALDITOS PONIES!" Gritó Nightmare Moon furiosa luego de ver como Dusk y compañía seguían evadiendo sus mejores trampas.

Nightmare Moon había estado observando a Dusk y las yeguas a través de su visor mágico, la nube oscura que reflejaba las imágenes de Dusk y sus acompañantes. Ella había disfrutado viendo como Dusk y la yegua naranja corrían asustados perseguidos por su monstruo de sombras, pero grande fue su decepción al ver que en el último segundo ellos se dieron cuenta que aquel monstruo no era más que sombras y humo, sin embargo su mayor decepción fue ver cómo su más ingenioso plan, su poderoso hechizo de ilusión que llenaba las mentes lentamente con dolor y pena, fuera tan fácilmente vencido por una tonta pony rosa que lo único que hizo fue reír y sonreír, eso fue un fuerte golpe para el ego de la poderosa yegua oscura.

"¡Esos tontos ponies no se acobardan fácilmente!" Dijo Nightmare Moon molesta, mirando su visor mágico. "Pero ahora usaré hechizos más poderosos y juro que los detendré."

"A qué no." Dijo sorpresivamente la voz de Pinkie Pie, escuchándose su voz a través del visor mágico de Nightmare Moon. Aquello sorprendió totalmente a la yegua oscura, que sin darle importancia al hecho de si la yegua rosa la había oído de alguna forma o solo había sido coincidencia, se lo tomó como un desafío personal.

"A qué sí." Dijo Nightmare Moon desafiante, mirando al visor mágico.

"… ¡Qué no!" Respondió Pinkie Pie.

"¡WAAAHHH!" Volvió a gritar Nightmare Moon llena de furia, destruyendo con su magia el visor mágico en su arrebato.

Entonces Nightmare Moon se giró y volvió a mirar a su prisionera, que seguía sentada sin moverse, mirándola fijamente, con su característica expresión serena, una que no le había mostrado a Nightmare Moon en toda esa noche.

Celestia había podido ver y escuchar a través del visor mágico de Nightmare Moon, por lo que ella pudo ver como su alumno había estado superando los obstáculos que le había puesto Nightmare Moon, y gracias a los cielos él no lo había hecho solo, habían algunas yeguas que lo habían ayudado a sobrepasar aquellos obstáculos, algo que alivió enormemente a la princesa, ya que se alegraba que al menos Dusk no se había enfrascado solo en esa peligrosa misión, y lo mejor era que aquellas yeguas también parecían estar brindándole su amistad, por lo que un atisbo de esperanza nació en Celestia al darse cuenta que aquellas palabras que Dusk le había gritado sobre que él no había hecho amigos en Ponyville, al parecer habían sido falsas.

"Parece que ya no estás sufriendo tanto." Dijo Nightmare Moon mirando con odio a Celestia. "¿Es que acaso la esperanza de ser salvada renovó tu ánimo?"

"Así es." Dijo la princesa mirando fijamente a Nightmare Moon. "Ahora vuelvo a tener la esperanza de que TÚ puedes ser salvada."

"Jajaja, yo no necesito ser salvada." Rio Nightmare Moon.

"Déjame ayudarte, sé que de alguna manera-" Dijo Celestia, mirando con mirada suplicante a Nightmare Moon, antes de ser interrumpida bruscamente por la yegua oscura.

"¡CALLATE!" Gritó Nightmare Moon furiosa, lanzando rayos por su cuerno, algunos de los cuales golpearon a Celestia. "Yo no necesito ser salvada porque no estoy enferma ni en peligro. ¡Yo soy la reina que este mundo necesita! ¡Poderosa! ¡Perfecta! ¡Amada y temida por todos!"

Mientras Celestia seguía inmóvil luego de los golpes de los rayos de Nightmare Moon, la yegua oscura se había girado para dejar de ver el detestable rostro de aquella alicornio y concentrarse en sus propios pensamientos.

"Mi magia es la más poderosa, ¡No puede ser derrotada por un pony común! Él… ¡Él debió haberla derrotado por que estoy demasiado lejos! ¡Es la única explicación!" Comenzó a pensar Nightmare Moon furiosa, intentando justificar los hechos acontecidos, ya que su gran ego le impedía aceptar que su magia fuera derrotada por alguien más. "Quizás deba acercarme más a aquellos ponies, enfrentarlos y usar mi poderosa magia ante ellos." Entonces ella volvió a mirar de reojo a Celestia. "Los preparativos aún no están listos, necesito esperar más tiempo antes de deshacerme de ella."

Repentinamente Nightmare Moon abrió sus alas y parte de su cuerpo se convirtió en humo.

"Parece que tendré que ir a enfrentar a tu alumno y sus amigas en persona." Dijo Nightmare Moon mientras se elevaba, mirando con una malvada sonrisa a Celestia.

Ante las palabras de Nightmare Moon, Celestia miró preocupada pero con una mirada decidida a su captora.

"No los destruiré." Dijo Nightmare Moon leyendo los pensamientos de su prisionera, molesta por tener que seguirle el juego a Celestia, aunque eso no seguiría por mucho tiempo más. "Pero les haré conocer el miedo en persona, conocerán lo que es el verdadero terror… ¡Conocerán de lo que es capaz Nightmare Moon!"

Entonces Nightmare Moon salió volando a través del techo destruido del salón en donde estaban, alejándose rápidamente mientras la mitad de su cuerpo estaba oculta bajo una nube oscura de sombras.

Al quedar sola Celestia, ella miró su pecho, en donde había sido golpeada por el rayo de Nightmare Moon, un golpe que había parecido fuerte pero que en realidad no le había causado casi ningún daño. De inmediato la princesa lo relacionó con lo que acababa de ver, a Nightmare Moon volando, que a diferencia de antes, en donde ella se había transformado por completo en una gran y uniforme nube de sombras, ahora esas nubes oscuras solo habían alcanzado a cubrir la mitad de su cuerpo.

"Ella está débil." Dijo para sí misma Celestia luego de llegar a una conclusión.

La princesa miró hacia el bosque a través de las destruidas paredes, al lugar a donde había ido Nightmare Moon. Ella sabía que Nightmare Moon cumplía con su palabra solo por el hecho que ella se mantenía dócil ante su cautiverio, pero sabía que eso tarde o temprano acabaría, más aún si Dusk atacaba a la inestable Nightamare Moon, de ser así lo más probable era que Nightmare Moon devolviera el ataque a Dusk, si eso ocurría lo mejor sería intentar liberarse ahora para ir a encontrarse con Dusk, pero aquello era un arma de doble filo, Celestia no sabía en realidad la magia que Nightmare Moon había ocupado en ella, aquellos grilletes de sombras que cubrían su cuello, cascos y cuerno limitaban sus movimiento, pero Celestia no sabía si al intentar liberarse Nightmare Moon sentiría aquello, lo cual sería una alarma para la yegua oscura, que le daría la libertad de atacar a Dusk a voluntad ya que ella no había cumplido su parte del trato. Finalmente Celestia decidió que lo más sensato sería seguir aguardando allí, además parecía que Nightmare Moon estaba debilitada, de ser así quizás Dusk tuviera una oportunidad de detenerla.

"Pero si tiene la oportunidad… ¿Qué hará Dusk?" Pensó Celestia volviendo a estar impaciente, pues ella tampoco quería que Nightmare Moon fuera destruida.

"No, Dusk jamás destruiría a alguien." Se dijo finalmente Celestia a sí misma, pensando en voz alta, sabiendo que Dusk era un buen pony y jamás llegaría a tales extremos.

Luego de dar un gran suspiro para intentar relajarse, esperando que todo resultara bien, la princesa giró su vista, miró el pedestal que contenía los elementos de la armonía y recordó lo que había visto en el visor mágico de Nightmare Moon, específicamente las actitudes que había visto en la yegua naranja y la yegua rosa que acompañaban a Dusk.

"Quizás ellos puedan…" Dijo finalmente la princesa, sin terminar su frase, solo mirando con ojos esperanzadores a las cinco rocas y la gran roca central que conformaban el altar de la armonía.


"¿Con quién estabas hablando?" Preguntó Applejack luego de haber escuchado a Pinkie Pie decir '¡Qué no!' a todo volumen sin ninguna razón aparente.

"No lo sé, solo sentí que debía gritar eso." Respondió Pinkie Pie, sin darle importancia a aquello. "Imaginé que estábamos en un cuento y que yo le respondía a la malvada bruja mala." Terminó de decir Pinkie Pie, quien se pasaba su propia fantasía por la cabeza mientras sus dos compañeros la miraban como si ella fuera una loca.

Los tres ponies siguieron avanzando entre los arboles del oscuro bosque luego de haber dejado aquella ilusión del cementerio, teniendo a Pinkie Pie por guía, mas no pasó mucho tiempo hasta que finalmente los tres llegaron a un lugar despejado, que era donde estaba el camino que atravesaba el bosque Everfree.

"¡Aquí es! ¡Aquí fue donde me desvié del camino para ir a donde estaban ustedes!" Dijo Pinkie Pie sonriendo, mirando hacia el suelo y recogiendo un caramelo que había botado allí.

Ambos ponies se miraron confundidos, luego Dusk bajó su cabeza resignado ya que sabía que hacerle una pregunta a Pinkie Pie era inútil y solo generaba más dudas, sin embargo Applejack decidió preguntar.

"¿Por qué había un caramelo en el suelo?" Preguntó Applejack.

"¡Oh! Es que yo me adelanté un poco y necesitaba dejar un rastro." Respondió Pinkie Pie sonriendo.

"¿Un rastro para quién?" Se atrevió a preguntar Dusk. Pregunta que no fue respondida ya que de inmediato una voz se escuchó por el camino, no lejos de allí.

"¡Finalmente! ¡Allí están!" Dijo una voz con un inconfundible tono de elegancia, era Rarity, quién apareció por el camino caminando hacia ellos junto a Fluttershy.

"Pinkie Pie… te adelantaste demasiado." Dijo Fluttershy una vez ambas ponies llegaron hasta donde estaba Dusk y compañía.

"Lo siento, es que mi Pinkie-sentido me dijo que debía darme prisa." Respondió Pinkie Pie sonriendo y guiñándole un ojo. "Por cierto…" Agregó Pinkie Pie con una mirada suplicante, sin terminar su frase, como si esperara que Fluttershy y Rarity entendieran lo que ella quería.

"Supongo que esperas esto." Dijo Rarity suspirando, levitando tras de sí un montón de caramelos. "Si no hubiera sido por el rastro de caramelos no hubiéramos sabido qué camino seguir."

Pinkie Pie tomó rápidamente el lote de caramelos que levitaba frente a ella, los abrazó y se los comió todos de un bocado, haciendo que sus mejillas se hincharan mientras comía con una gran sonrisa. Mientras Pinkie Pie comía, Fluttershy y Rarity volvieron su mirada hacia Dusk, con miradas de pena y molestia respectivamente, algo que Dusk detectó en el acto, lo que hizo que bajara sus orejas avergonzado.

"No era necesario que usaras algo así con nosotras." Dijo Rarity mirando molesta a Dusk, obviamente refiriéndose al asunto del hechizo para dormir.

"Yo… de verdad lo siento, pero creí que era lo mejor." Respondió Dusk con la cabeza gacha.

"Nosotras solo queremos ayudar." Dijo tímidamente Fluttershy.

"Sí, ¡Además mi melena se ensució cuando caí dormida en la tierra!" Agregó Rarity molesta. "¡Ahora no sé si podré perdonarte tan fácilmente!"

"Bueno, yo ya lo perdoné." Dijo repentinamente Pinkie Pie luego de terminar de comer sus caramelos. "Uso un truco sucio para que lo perdonara, pero fue divertido, así que ya lo perdoné."

"Yo también estaba enojada con Dusk." Agregó Applejack rascándose la cabeza. "Pero luego él se sinceró conmigo y pude entender mejor sus razones, así que también lo perdoné."

Rarity miró a ambas yeguas con una mirada sospechosa, al mirarlas ella se dio cuenta que debió de pasar algo bastante significativo, no solo una mera disculpa, para que ambas yeguas hubieran perdonado a Dusk, probablemente él había hecho algo por ellas, algo que de inmediato le causo algo de celos a la unicornio blanca pese a que seguía molesta con aquel potro.

"¿Ah, sí? Pues Flutterhsy y yo también esperaremos por nuestra disculpa, en privado con cada una." Dijo Rarity mirando fijamente a Dusk mientras agarraba a Fluttershy para que estuviera junto a ella.

Dusk miró sorprendido a Rarity y Fluttershy, en donde la primera la miraba con una intensa y seria mirada, mientras Fluttershy también lo miraba fijamente, y aunque la pegaso amarillo no había dicho nada, tal parecía que su silencio se debía a que ella también estaba de acuerdo con Rarity. Entonces él sonrió un poco y les dio una pequeña reverencia.

"Se los prometo." Dijo Dusk antes de levantar su cabeza y mirar hacia atrás de Rarity y Fluttershy. "Por cierto, ¿Dónde está Rainbow Dash?"

Ante aquella pregunta tanto Fluttershy como Rarity se sonrojaron un poco, poniéndose algo nerviosas.

"Bueno… Rainbow Dash es un asunto aparte…" Dijo Rarity algo incomoda. "Ella… de verdad estaba enojada contigo, MUY enojada. Cuando despertamos y nos dimos cuenta que tú nos habías dormido para ir solo, ella… no se lo tomó muy bien."

"Sí, yo jamás había escuchado tantas palabrotas juntas." Dijo Pinkie Pie, recordando la reacción de Rainbow Dash cuando habían despertado. "Ella estuvo maldiciendo y golpeando el suelo bastante rato antes de calmarse un poco."

"Entonces ella dijo que no iría tras alguien que no quería su ayuda y… se fue volando muy molesta de regreso a Ponyville." Terminó de decir Fluttershy, mirando con un poco de lástima a Dusk.

"Sí, definitivamente deberás cuidarte cuando ella se decida a aparecer." Dijo Rarity al tiempo que comenzaba a caminar para seguir avanzando por el camino. "En fin, este es el camino a seguir ¿Verdad? Deberíamos continuar."

Entonces las cuatro yeguas comenzaron a caminar mientras Dusk seguía inmóvil, sin entender el último comentario de Rarity sobre Rainbow Dash.

"Espera, ¿A qué te refieres que debo cuidarme cuando Rainbow Dash aparezca? ¿Acaso no dijiste que se fue volando al pueblo?" Dijo Dusk, comenzando a caminar, alcanzando a las yeguas.

"Es Rainbow Dash, ¿De verdad crees que se fue lejos?" Dijo Applejack, que al igual que sus amigas tampoco parecía estar preocupada por el abandono de Rainbow Dash.

Al escuchar eso Dusk se detuvo un momento y se giró para ver el camino hacia atrás, en donde por el rabillo del ojo alcanzó a ver un movimiento tras un arbusto, como si algo se hubiera ocultado tras aquel matorral. Fue entonces que Dusk sonrió al comenzar a entender a que se referían las yeguas, ya que debido a la oscuridad no se podía ver bien, pero Dusk estaba seguro que lo que se había escondido tras el arbusto había sido una melena multicolor.

Mientras Dusk comenzaba a recordar el primer encuentro que tuvo con Rainbow Dash y como esta no lo abandonó en la cárcel aunque apenas lo conocía, se giró y comenzó a caminar para alcanzar a las yeguas nuevamente, las cuales no estaban muy lejos de allí, de hecho parecía como que no se movían, incluso ¿parecía que se achicaban?

"¡Dusk! ¡No te acerques!" Gritó Applejack muy tarde, al ver que Dusk ya se había acercado a donde ella y las otras estaban.

En cuanto Dusk escuchó la advertencia de Applejack, él se detuvo en el acto e intentó retroceder, pero fue inútil, sus cascos estaban atorados en la tierra, hundiéndose lentamente, tal cual como le estaba sucediendo a las yeguas, las cuales ya se habían hundido hasta sus vientres.

"¡Arenas movedizas!" Gritó Dusk al darse cuenta en donde habían caído.

En seguida Dusk activo su cuerno y primero que todo usó un hechizo refractante, el cual no tuvo ningún efecto.

"No es ninguna ilusión…" Pensó Dusk en voz alta, luego de comprobar que efectivamente estaban atrapados en unas arenas movedizas reales. Sin embargo, aunque no fuera una ilusión, aquello debía seguir siendo obra de Nightmare Moon, ya que era imposible que hubieran arenas movedizas en medio del camino, entonces ¿Eso significaba que ahora estaban siendo atacados por hechizos de transformación? Si era así, todo se pondría mucho más complicado y peligroso.

Mientras los cinco ponies se seguían hundiendo, las cuatro yeguas intentaban forcejear para liberarse, sin excito, ya que lo único que provocaban al moverse era hundirse más rápido. Por su parte Dusk estaba en la misma situación, él intentaba salir usando su magia, e intentó teletransportarse, sin embargo la tierra compactaba sus patas y hacía imposible que la magia pudiera rodear su cuerpo en la parte inferior. Finalmente Dusk comenzó a mirar hacia todos lados, buscando algo que los ayudara a salir, fue así que al levantar la vista vio que sobre ellos habían algunas lianas rojizas colgando entre las copas de los árboles, entonces comenzó a pensar en cómo podría usar aquellas lianas para escapar, un pensamiento bastante fugaz, ya que sin previo aviso un rayo arcoíris salió volando desde el arbusto que Dusk había estado mirando antes, y se acercó velozmente a donde estaban las lianas.

"Tengan, ¡Sujétense!" Dijo Rainbow Dash preocupada, viendo como sus amigas se estaban hundiendo, arrojando las lianas que había tomado cerca de las ponies mientras ella se mantenía volando sobre ellas sin tocar la tierra, sosteniendo las lianas por el otro extremo.

La primera que siguió las instrucciones de Rainbow Dash fue Applejack, quien tomó las lianas con sus dientes al tiempo que Rainbow Dash comenzó a volar hacia arriba lo más fuerte que pudo mientras sostenía las lianas, para así poder jalar de la tierra a su amiga. Rainbow Dash voló con todas sus fuerzas mientras rogaba por que aquellas lianas soportaran la fuerza del tirón. Finalmente, luego de forcejear un rato, Applejack por fin salió de un salto de las arenas movedizas, cayendo al lado del camino, en donde era terreno firme.

Una vez Applejack estuvo liberada, también tomo unas lianas y ayudó a sacar a sus amigas jalando una a la vez desde el borde del camino mientras Rainbow Dash también seguía con su rescate. Una vez rescataron a todas las yeguas, Rainbow Dash repitió el proceso con el único que quedaba, Dusk Shine, que como había sido el último en ser rescatado ya tenía la tierra hasta el cuello.

Rainbow Dash tuvo que volar con mucho más esfuerzo ya que Dusk estaba más hundido y además pesaba más que una yegua, pero la voluntad de Rainbow Dash se pudo sobreponer a su cansancio y así lentamente fue sacando a Dusk de aquella trampa de arena, hasta que finalmente, con un último esfuerzo, la yegua de melena arcoíris consiguió sacar totalmente a Dusk de la tierra, haciéndolo caer al borde del camino, mientras ella también caía debido al cansancio.

"Eso… estuvo cerca…" Dijo Rainbow Dash entre suspiros, totalmente agotada mientras seguía tirada en el suelo, rompiendo finalmente el silencio, ya que ni ella ni los demás habían dicho una sola palabra durante el rescate.

"Gracias…" Dijo Dusk también respirando agitadamente, tirado en el suelo junto a ella y mirándola con una sonrisa.

"De verdad ustedes estarían perdidos sin mí." Dijo Rainbow Dash con una sonrisa, recuperando el aire y poniéndose de pie junto a Dusk.

"Pero si hubieras decidido aparecer antes todo esto se hubiera solucionado de mejor forma." Dijo Rarity repentinamente, interrumpiendo a Dusk y Rainbow Dash, mirando a la pegaso celeste con seriedad, ya que ella estaba agradecida de que su amiga los salvara, pero no pudo evitar pensar que si ella no hubiera sido tan terca y hubiera estado con ellas al momento de comenzar a hundirse, su cola y melena no se hubieran ensuciado tanto.

"¿Eh?" Dijo Rainbow Dash sorprendida, ya que ella esperaba las alabanzas de sus amigas por salvarlas y en cambio al parecer la estaban juzgando.

"Sabemos que nos has estado siguiendo todo el camino y que te escondías tras los matorrales, ¿Por qué no apareciste antes?" Agregó Rarity.

Al oír eso Rainbow Dash se sonrojó de vergüenza y miró al suelo, ella se dio cuenta que había sido atrapada, pues era verdad que ella solo había fingido irse cuando despertaron, lo siguiente que ella había hecho había sido ir a escondidas tras sus amigas, ya que a pesar que ella estaba muy molesta, sabía que no podía abandonar así a sus amigas, por lo que ella había estado planeando aparecerse en cualquier momento fingiendo que pasaba volando por allí, pero al ver que sus amigas estaban en peligro ella tuvo que salir en su ayuda y se olvidó de toda su fachada.

Repentinamente Rainbow Dash levantó su cabeza para ver a Dusk, quien estaba parado a su lado, y lo miró con enojo.

"¡Es tu culpa!" Dijo Rainbow Dash casi en un grito, levantando su casco y golpeando fuertemente el costado de Dusk, haciendo que este cayera al suelo de dolor por el sorpresivo golpe. "¡Yo jamás abandono a mis amigas, pero eso no quita el hecho que este tonto me haya hecho enojar mucho!"

Acto seguido Rainbow Dash cruzó sus cascos delanteros mientras se mantenía flotando, mirando con enojo hacia otro lado, sin dirigirle la mirada a Dusk, quien permaneció en el suelo, y ahí se mantuvo el unicornio, inmóvil por varios segundos.

"¿Dusk?" Preguntó Fluttershy preocupada luego de ver que Dusk no se levantaba ni movía del suelo.

Ante la voz de preocupación de Fluttershy, Rainbow Dash no pudo evitar mirar de reojo preocupada a Dusk, ¿Acaso lo había golpeado demasiado fuerte?

"Hey, ¿estás bien?" Preguntó Rainbow Dash preocupada, agachándose un poco para ver a Dusk.

En tanto, Dusk seguía en el suelo inmóvil, pero no debido a que el golpe de la pegaso hubiera sido muy fuerte, sino que cuando cayó su cabeza cayó de frente muy cerca de donde comenzaban las arenas movedizas, y al hacerlo y ver que aquellas repentinas arenas movedizas estaban frente a él, recordó lo que había pensado mientras estaba atrapado en ellas, fue así que su cuerno se iluminó para detectar el rastro mágico que quedaba allí.

"Definitivamente es un hechizo de transformación…" Susurró Dusk sintiendo el aura mágica en su cerno, ajeno a la preocupación de las yeguas que lo miraban preocupadas. "Y… parece muy reciente."

En cuanto Dusk dijo esas palabras, y gracias a que esta vez estaba en estado de alerta, sintió un gran cambio en el aura mágica que lo rodeaba, lo que solo implicaba una cosa, un ataque mágico.

"¡CUIDADO!" Alcanzó a gritar Dusk al tiempo que las lianas que los rodeaban a él y las yeguas comenzaban a agrandarse y a agitarse ferozmente.

Las lianas que habían utilizado para salvarse de las arenas movedizas, ahora parecía que habían cobrado vida propia, creciendo a un ritmo alarmante al tiempo que se enrollaban alrededor de las yeguas.

El aviso de Dusk fue solo una fracción de segundo antes de aquel ataque mágico, por lo que solo Dusk, quien uso su teletransportación de manera instintiva, y Rainbow Dash, quien era extremadamente veloz para reaccionar; habían conseguido zafarse de aquella trampa, quedando a un lado del camino mientras veían como las lianas crecían como una enorme enredadera, atando y cubriendo a las demás yeguas.

"¡Chicas!" Gritó Rainbow Dash preocupada viendo como sus amigas estaban siendo envueltas por las lianas.

"Estamos bien… pero no podemos movernos…"Dijo con esfuerzo Applejack al tiempo que las lianas enredaderas comenzaban a crecer entre las yeguas atadas y los otros dos ponies libres, formándose lentamente un muro de lianas que comenzó a separar a Dusk y Rainbow Dash de las demás.

"¡En seguida las liberaremos!" Dijo Rainbow Dash mientras comenzaba a intentar sacar las lianas que la separaban de sus amigas. "Dusk, ayúdame a-" Dijo Rainbow Dash mirando a su lado, sin embargo no terminó de hablar ya que fue interrumpida por una enorme luz proveniente del cuerno de Dusk.

En cuanto había escapado de la trampa, Dusk vio como las enredaderas comenzaban a formar aquel muro de lianas, sin embargo él no actuó rápidamente como Rainbow Dash lo hizo, en cambio él se quedó inmóvil mientras su mente trabajó a gran velocidad para entender todo lo que sucedía antes de actuar, fue así que Dusk se dio cuenta que aquella trampa mágica, al igual que las arenas movedizas, eran provocadas por un hechizo de transformación, y si él tenía que adivinar, también había involucrado un hechizo vigorizante para hacer crecer así de rápidas las lianas, y ambos eran hechizos que debían de hacerse cerca del invocador del hechizo, por lo que aquel que hubiera desatado ese hechizo debía de estar muy cerca, observándoles. Al llegar a esa conclusión, sin escuchar lo que Rainbow Dash le había gritado, él creó una potente luz con su cuerno que iluminó todo a su alrededor, y no solo eso, aquel rayo de luz no solo servía para iluminar, sino también para detectar, indicándole si había alguien cerca, cosa que sucedió de inmediato, ya que la magia de detección de Dusk le indicó que había alguien a sus espaldas.

Dusk se giró de inmediato al sentir aquella presencia y sus ojos se asombraron al ver que no muy lejos de él estaba la mismísima Nightmare Moon, quien también mostraba una expresión de sorpresa, ya que ella jamás se imaginó que sería detectada por aquel unicornio, aquel que justamente la miraba con una penetrante mirada.

En aquel momento fue como si el tiempo se hubiera detenido, Dusk parecía que actuaba por instinto, pero nada más lejos de la realidad, ya que en realidad su cerebro trabajaba a toda su capacidad de raciocinio mientras su cuerpo se llenaba de adrenalina al saber que estaba frente a un malvado y poderoso ser que podía destruirlo a él y a las yeguas fácilmente, por lo que no había tiempo para vacilar.

Dusk fue el primero en atacar, cargando mucha de su magia en su cuerno para lanzar un poderoso hechizo aturdidor, que era uno de los hechizos de ataque más fuertes que conocía ya que él no conocía realmente ningún ataque letal, aunque si lo deseaba sabía que un rayo concentrado de magia pura podía llegar a ser fatal. Ante el sorpresivo ataque de Dusk, Nightmare Moon alcanzó por poco a reaccionar, lanzando ella también un poderoso rayo desde su cuerno.

Ambos rayos de magia se encontraron y chocaron entre sí con un gran estruendo, manteniéndose unidos entre sí mientras el unicornio y la yegua oscura seguían firmes, manteniendo aquellos poderosos rayos, intentando hacerlos más poderosos para que su rival cayera. Así se mantuvieron por unos segundos mientras el equilibrio de los rayos se mantenía imperturbable, sin embargo aunque el equilibrio se mantenía, la boca de Dusk se puso tensa mientras la boca de Nightmare Moon dibujó una sonrisa, pues ambos sabían que era cosa de tiempo, después de todo Dusk era solo un unicornio y no se podía comparar al poder de aquella malvada y poderosa alicornio, algo que era cierto y se hubiera cumplido si no hubiera sido por un pequeño detalle, un detalle que ni siquiera Nightmare Moon se había dado cuenta, ella estaba débil. Nightmare Moon había ocupado gran parte de su magia en escapar de la luna, luego en hacer su terrorífica y ostentosa entrada en Ponyville, capturar a Celestia y mantenerla prisionera, y finalmente haber creado aquellos poderosos hechizo para impedir el paso de esos ponies; una enorme cantidad de magia, que aunque Nightmare Moon fuera un alicornio y tuviera aquellos poderes oscuros, hicieron una gran merma en su reserva de magia, por lo que al enfrentar a Dusk ella estaba sin saberlo atacando con sus últimas reservas de magia.

Sorpresivamente para Dusk, Nightmare Moon y Rainbow Dash, que se había quedado mirando con la boca abierta al ver tal enfrentamiento mágico; el equilibrio de la magia se rompió, haciendo que el rayo de magia de Dusk avanzara al tiempo que el de Nightmare Moon se devolvía, haciendo que ambos rayos de energía golpearan fuertemente a Nightmare Moon, quien justo antes de ser golpeada no pudo creer que estuviera siendo vencida por un simple pony.

*IMAGEN: goo .gl/cQo3NJ

Tras el golpe, Nightmare Moon salió disparada, golpeándose contra un árbol y cayendo de espaldas con sus ojos cerrados. En tanto Rainbow Dash seguía asombrada viendo a Dusk mientras este último intentaba recuperar el aliento, también incrédulo de lo que acababa de hacer. Sin embargo la incredulidad de Dusk duró poco, porque su mente le advirtió que no podía dejar nada al azar y debía asegurarse de terminar todo para poder salvar a la princesa, así que Dusk corrió y se abalanzó donde había caído Nightmare Moon desmayada, cayendo sobre ella y sosteniendo sus patas con sus cascos.

"¿¡Dónde está la princesa!?" Gritó Dusk con furia, exhausto, mientras sostenía a la yegua oscura bajo él.

Al estar frente a frente contra Nightmare Moon, Dusk se dio cuenta que aquella yegua oscura se veía diferente a como la recordaba que había visto en el gran salón de Ponyville, incluso más, él juraría que se veía distinta de la enorme yegua oscura que había atacado hace unos segundos atrás. La yegua que sostenía bajo él definitivamente era Nightmare Moon, pero tenía ciertas características distintas, primero era su tamaño, el cual parecía haber disminuido levemente, segundo era su piel, que había dejado de ser totalmente negra, ahora mostraba un leve color azulado, y tercero era su melena, la cual había dejado de moverse con su habitual movimiento uniforme que asimilaba una nube, ahora se veía de un azul más pálido mientras parecía que los brillos que tenía en ella se iban apagando. Sin embargo lo que más asombró a Dusk fueron los ojos de Nightmare Moon, los cuales seguían cerrados, sin embargo estaban botando lágrimas.

"Por favor…" Dijo repentinamente Nightmare Moon, aún con sus ojos cerrados llorando, pero no con su aterradora voz que todos conocían, sino con una voz más dócil y frágil. "Mátame…"

Aquella voz y súplica provenientes de Nightmare Moon, descolocaron por completo a Dusk, que estaba preparado para todo, para todo menos para aquella situación.

Repentinamente las estrellas en la melena de Nightmare Moon volvieron a brillar mientras su melena volvía a su carácter etéreo, pareció que recuperó su gran altura, su piel volvió a su característico negro absoluto, y sus ojos se abrieron velozmente, mostrando sus agudos y malvados ojos de siempre.

Con un grito y un pequeño estallido en su cuerno, Nightmare Moon uso lo poco que quedaba de su poder para hacer que Dusk volara lejos, haciéndolo caer a unos pocos pasos de ella. Mientras Dusk se volvía a poner de pie tras el golpe, vio con asombro a Nightmare Moon, que tenía una expresión de completo terror en su rostro. Dusk no lo sabía, pero ella por poco había perdido el control, lo que hizo que por primera vez en mil años ella sintiera verdadero terror.

La yegua oscura levantó su vista y vio a aquel unicornio que la había enfrentado, ella no podía aceptar ser más débil que alguien más, sin embargo tras aquel desmayo que había casi liberado a 'su otra yo', su miedo y cautela pudieron más que su orgullo personal, por lo que extendió sus alas y salió rápidamente volando de allí, de vuelta al castillo.

"¡Espera!" Gritó Dusk luego de ver huir a Nightmare Moon, preparándose para correr e ir en su caza.

"¡Dusk!" Gritó sorpresivamente Rainbow Dash, quién aún no se reponía del todo luego de haber visto la lucha entre Dusk y Nightmare Moon, pero al ver que el unicornio se disponía a correr, ella volvió en sí. "¡Debemos liberar a las demás!"

Dusk se giró para ver a Rainbow Dash, quien estaba de pie al lado del muro de lianas, mirándolo fijamente. Entonces él volvió a mirar a Nightmare Moon, su silueta ya era apenas visible, pero si se daba prisa aún podía alcanzarla.

"¡Si la alcanzo ahora que está debilitada puedo acabar con todo!" Gritó Dusk desesperado sin moverse, sabiendo que había dejado escapara a aquel monstruo solo por su tonta vacilación.

Dusk siguió mirando alejarse a la yegua oscura mientras sus músculos se tensaban más y más, listos para salir corriendo en su búsqueda.

"Dusk…" Dijo Rainbow Dash perdiendo su convicción, ya que ella no podía abandonar a sus amigas, pero lo que había dicho Dusk era cierto, si él alcanzaba a Nightmare Moon y lograba detenerla quizás todo acabase. "Es-Está bien… ve."

Dusk se giró y volvió a ver a Rainbow Dash, quien miraba hacia el suelo tristemente, una mirada que por alguna razón le dolió a Dusk. En ese momento Dusk recordó cuando todas las yeguas se habían ofrecido a ayudarlo y él las durmió con un hechizo para ir solo.

"Yo…" Dijo Dusk también mirando al suelo mientras sus músculos lentamente dejaron de estar tensos. Finalmente él dio un gran suspiro, se relajó y volvió a mirar a Rainbow Dash. "Yo me quedaré… No puedo volver a abandonarlas."

Tras decir aquellas palabras Dusk se giró para enfrentar el muro de lianas y comenzó a usar su magia para cortar a través de él, en tanto Rainbow Dash levantó la vista y vio como el unicornio se había quedado a su lado.

"P-Pero tienes razón, si la alcanzas puedes acabar con todo esto." Dijo Rainbow Dash mirando fijamente a Dusk.

"Puede ser, pero no hay garantía de que eso suceda." Dijo Dusk sin dejar de mirar el muro de lianas y sin dejar de cortar a través de él. "Quizás… lo mejor sea enfrentarla todos juntos."

Ante aquellas palabras Rainbow Dash miró con un brillo en sus ojos a Dusk, mas no dijo nada y simplemente comenzó a sacar lianas con sus cascos para ayudar a Dusk.

"Sabes…" Dijo repentinamente Dusk, dejando de cortar lianas. "Hace tiempo tenía una amiga, ella… ella siempre estaba conmigo, pero en cierta ocasión hice algo que le molestó mucho, algo que pensé que la haría feliz, pero fue todo lo contrario… Fue entonces que ella me abandonó, justo cuando más la necesitaba. Desde entonces siempre creí que la palabra 'perdón' no existe en la amistad, la amistad se acaba cuando alguien hace algo malo contra ti… Por eso creí que ustedes al enterarse tan abruptamente de la verdad tras mi venida a Ponyville acabaría con todo vínculo que habíamos forjado, sin embargo volvieron a ayudarme; luego yo las abandoné para adentrarme solo en el bosque, sabiendo que estaba rompiendo nuevamente su confianza, pero ustedes volvieron otra vez. Yo… ahora creo entender por qué, quizás yo estaba equivocado y los verdaderos amigos si te perdonan, los verdaderos amigos nunca te abandonan…" En ese punto Dusk se giró para ver directamente a Rainbow Dash. "Yo creí que al evitar que me acompañaran las estaría protegiendo, pero no tomé en cuenta sus sentimientos ni lo que ustedes querían, ahora sé que puedo protegerlas sin tener que estar solo, yo… no quiero estar solo, ¡Quiero que ustedes estén a mi lado!

"Por favor, perdóname." Dijo Dusk acercándose inconscientemente un poco a Rainbow Dash. "Prometo que jamás te abandonaré, ni a ti ni a las demás, nunca más."

Rainbow Dash miró asombrada a Dusk, todo aquel discurso había tomado por sorpresa a la pegaso, por lo que ella no supo cómo reaccionar inmediatamente, menos ante la tierna y sincera mirada de Dusk, por lo que ella no dijo nada y siguió tirando de las lianas para intentar romper el muro que se había creado. Dusk agachó un poco su cabeza y volvió a la tarea que tenía, las demás yeguas le habían dicho que Rainbow Dash no lo perdonaría tan fácilmente, pero al menos él ya se había sincerado y había dicho lo que tenía que decir, por lo que se quitó un peso de encima, aunque en el fondo le dolió saber que la pegaso celeste no lo había perdonado.

Mientras seguían cortando las lianas, sin que Dusk se diera cuenta, Rainbow Dash estaba totalmente sonrojada, aún cortando furiosamente las lianas. Ella había estado esperando una disculpa por parte de Dusk, y él finalmente había dicho todo lo que ella quería y necesitaba oír, sin embargo ella no quería admitir que ya había perdonado a Dusk, ella era mucho más fuerte de carácter, ella no podía simplemente perdonarlo luego de todo aquello, sin embargo ella no podía sacarse el discurso de Dusk de la cabeza ni podía sacarse el recuerdo de la tierna mirada de Dusk, lo que hacía que se sonrojara.

Repentinamente, mientras Dusk seguía cortando lianas, él sintió un fuerte golpe en su costado que lo hizo detenerse, al girarse vio que había sido Rainbow Dash quien le había golpeado.

"Está bien, te perdono, pero solo porque fuiste demasiado cursi." Dijo Rainbow Dash sin mirar a Dusk.

A Dusk le dolió un poco el golpe, pero al escuchar aquellas palabras su alegría hizo que olvidara el dolor y solo sintiera el alivio de saber que Rainbow Dash lo había perdonado, y con una sonrisa continuó cortando lianas con su magia.

En tanto Rainbow Dash seguía sin mirar a Dusk, totalmente sonrojada, mientras seguía recordando lo que acababa de decirle Dusk: "Prometo que jamás te abandonaré."

# Fin del capítulo 17

Next Chapter: Un pequeño desvío Estimated time remaining: 0 Minutes
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