Mi nombre es Barry Allen y soy el pegaso más rápido del mundo
Chapter 15: Carrera 14
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El primer canto del Canario y la primera carrera de The Dash
El dolor de cabeza empezó levemente, tanto que comenzó a ser una molestia; y lo peor fue cuando se le unió a éste el dolor en los cascos traseros. Y fue entonces cuando abrió los ojos y se puso a ver a su alrededor. Maldita sea, ¿en serio qué diablos le pasaba a esta gente? Pues entre otras cosas notó que a un gracioso se le había ocurrido colocarle su traje. Y de paso estaba en medio de una habitación oscura, ¿una bodega tal vez? colgado de los cascos traseros de una larga cadena con grilletes que se le clavaban sobre su carne, hizo una mueca; en serio que esto era molesto, y la sangre que se le iba a la cabeza era peor.
Con un gesto de fastidio se puso a balancear su cuerpo de un lado a otro ganando cada vez más y más fuerza y más altura; hasta que en cierto punto su cuerpo llegó al nivel de la cadena de la que colgaba y se abrazó a ésta. Comenzó a trepar hasta llegar a lo más alto y se dejó caer con todo su peso. La caída hizo que los grilletes se le clavaran más en el cuerpo, pero no le importó y repitió el proceso. Esta vez sucedió algo más, la cadena cedió ante la presión y Blue Blood cayó al suelo, pero de narices. De todos modos se levantó como pudo y esperó, con ese escándalo no tardarían en venir los que lo vigilaban.
¡Bingo! Los matones llegaron corriendo a ver qué diablos y se sorprendieron al ver al príncipe esperándolos tranquilamente de pie.
—Oh por favor no se fijen en mí, pero tener que esperar en esta posición incómoda no se me apetece en lo más mínimo. Prefiero mil veces una civilizada charla entre caballeros.
Los mercenarios se veían inseguros de cómo proceder, pero al final comenzaron a apartarse dejando paso a su líder, el cual miraba a Blue Blood con una enorme curiosidad a través de sus gafas redondas y de montura gruesa. El príncipe levantó una ceja, había especulado mucho sobre quién era el que estaba halando los hilos de todo lo que estaba sucediendo y tenía muchas imágenes en mente; pero nada que se le pareciera a este tipo.
—Sí, también soy de ese pensamiento señor Blood. ¿O prefiere Flecha? — Dijo él con una voz ligeramente chillona mientras que se acariciaba su larga y desordenada barba. — ¿Sabe? En un principio cuando mis empleados lo trajeron aquí asegurando quién era en realidad no les creí, ¿el idiota mimado primo de su Alteza Real Candace? Pero acaba de convencerme, se requiere de mucha habilidad para soltarse de esas cadenas.
—Gracias, no es la primera vez que me encuentro en una situación parecida — admitió Blue Blood. — Ahora mi pregunta es, ¿quién demonios es usted?
Eso ofendió al tipo que infló las mejillas ofendido, rayos; de por sí su cara decía a gritos 'intelectual blandengue' y esa expresión sólo logró acentuar más esa impresión.
—¡Es el colmo señor mío, el colmo! — Se quejó él haciendo un dramático ademán con su capa estrellada. — Soy un noble a mucha honra, tal vez sólo haya obtenido muy recientemente mi título pero sigo siendo un noble. Aunque tristemente lo comprendo, hasta hace poco no tenía ni siquiera la fortuna para justificar mi recién adquirido título, lo que me lleva a nuestro pequeño problema señor Blood. ¿Se da cuenta de lo que ha hecho?
Blue Blood no supo qué decir, estaba consciente que estaba ante uno de los ponis más peligrosos de Equestria la imagen de este tipo simplemente no cuadraba.
—Perdóneme por ofenderlo señor noble reciente pero su búsqueda de fortuna está creando un grave problema social en las grandes ciudades y es mi deber proteger al inocente de nobles que utilizando sus títulos como escudos para cometer fechorías.
—Admito que no es legítimo pero este título conlleva mucha responsabilidad y el tener que enriquecerme rápido es una de tantas; y qué culpa tengo yo que los chamanes yak tengan esos psicotrópicos tan interesantes para contactar con los espíritus de sus ancestros. Mi operación agilizaba su economía, ¿por qué tenías que cerrarla? Ahora somos dos partes las que nos quedamos sin fuente de ingresos. Muy mal hecho señor Blood, muy mal hecho.
Canterlot, mansión de Blue Blood:
Rarity hacía lo que podía para evaluar los papeles desparramados que estos sujetos le habían plantado a Blue Blood. Cierto que habían sido plantadas para incriminarlo pero por lo mismo algo de información verídica habrían de tener.
Dos ráfagas de aire tras ella le alertaron que Flash y Dash habían llegado.
—¿Encontraron algo? — Preguntó preocupada la unicornio blanca.
—El sujeto que arrestaron Barry y Blue Blood fue asesinado en la cárcel — dijo Rainbow Dash torciendo el gesto. — Hallaron en la escena del crimen una de las flechas de Blue Blood.
—Ay no — dijo Rarity. — Creen que lo hizo la Flecha.
—Tenemos que rescatar a Blood antes que algo malo pase de verdad — confirmó Rainbow. — Rayos, jamás pensé que tendría que intentar salvarlo a él… ¿pero cómo lo hacemos?
—Ordenando las pruebas por supuesto — dijo Barry con confianza acelerando al máximo.
El borrón rojo y dorado en el que se había convertido Flash primero desapareció por la puerta de delante sólo para regresar poco después con dos tableros de corcho y varias chinchetas; después se puso a recorrer todo el desastre dejado por los matones para recoger los papeles y demás documentos que habían dejado en la casa y colocándolas ordenadamente sobre los tableros de corcho fijándolas con las chinchetas.
Muy satisfecho de sí mismo retrocedió un poco para observar su obra, pero se volvió a ver hacia las dos confundidas yeguas.
—¿Qué? Soy investigador forense, ¿o ya se olvidaron?
—Es cierto, ¿ves algo aquí? — Dijo Rarity.
—No de momento, pero… oh cierto, en el Verdant seguro dejaron unas pruebas falsas también — razonó Barry.
—¡Yo voy! — Se ofreció Dash saliendo disparada por la puerta y regresando al poco rato con una caja de cartón repleta de papeles y otro tablero de corcho.
—Gracia Rainbow, ¿podrías ordenarlas mientras que yo me ocupo de este lado?
—!Lo que digas Barry¡
Entonces ella aceleró repitiendo el proceso de Barry y también se puso a ordenar pruebas. Rarity se unió a ella tratando de entender, cuando tomó uno de los papeles. Eran en su mayoría falsas notas de inventario en el cual Street Yunk confirmaba las órdenes de droga recibidas y que las iba a recoger a una propiedad que se encontraba vacía pero ya llevaba pero tanto impuestos como servicios estaban en línea.
—Vaya, cualquiera diría que en realidad Blue Blood está metido en esto — dijo Rarity con pesar. — ¿Ya se fijaron? A todas luces quieren dejar en claro que él no se quiere ensuciar los cascos y por eso lo hace todo a través de Street Yunk.
—Pero hay un gran fallo en esta teoría y es que sigue actuando como intermediario a pesar que al estar en la misma ciudad no hay problema en que Yunk venga por sus drogas directamente — puntualizó Barry. — Ahora, la pista en concreto que tenemos es esta casa, sé que es una pista débil pero tal vez si podemos averiguar a quién pertenece entonces podemos ver si la podemos conectar con el que secuestró a Blue Blood.
Rarity asintió.
—Es la ventaja de estar en la capital, vamos, los guiaré al registro de la propiedad; aunque ahora mismo no sean horas de visita.
—Bien vamos…
Entonces tras montarse sobre Barry (todavía no confiaba en Rainbow lo suficiente como para llevarla) y guio al grupo a un viejo edificio gubernamental.
—Déjame aquí — pidió Rarity. — Voy a vigilar.
Flash accedió y ella saltó con gran agilidad y se ajustó el traje, de un material resistente parecido al cuero de color negro, una peluca rubia y un antifaz negro.
—¡Vayan, vayan! Confíen en mí.
Los dos velocistas asintieron y se separaron mientras que, siempre siguiendo la instrucción de Blue Blood, Rarity se deslizó con agilidad por detrás de los soldados siempre sigilosa y sin llamar la atención; entonces se escondió tras un arbusto cerca del área en donde Flash y Rainbow se encontrarían y esperó. Descubrió el patrón en que los guardias hacían sus rondas y los anotó mentalmente, eran bastante pocos era muy poco probable que descubrieran a Rainbow o a Flash pero igual estaría alerta
Mientras tanto los dos velocistas habían llegado al lugar entrando por dos ventanas, tan rápido que los hechizos de alarma no los pudieron detectar. Se toparon ante la puerta de los archivos pero estaba cerrada.
—Bien, fíjate bien en esto Rainbow — dijo Flash levantando su casco, haciéndolo vibrar a enormes velocidades y muy para la sorpresa de Rainbow Dash éste atravesó limpiamente la puerta la abrió.
Y la pegaso cian tuvo que usar todo su autocontrol para no gritar 'ASOMBROSO'.
—¿Cómo hiciste eso?
—Ya aprenderás, es sólo hacer vibrar nuestras moléculas para atravesar objetos sólidos.
Entonces entraron a gran velocidad buscando los datos de la casa en donde se distribuían las drogas desde el Imperio Cristal.
—¡Flash! — Susurró Rainbow Dash.
—¿Hallaste algo?
—Sí pero no tiene sentido — dijo ella mostrándole los datos. — Esa casa está registrada a nombre de… Sunset Shimmer.
—¿La conoces? — Preguntó Flash.
—No mucho peros sí sé algo. Es la ex alumna de la Princesa Celestia pero ahora vive en el mundo del otro lado del espejo y…
La expresión de Flash lo decía todo.
—¿Ah?
—Olvídalo, lo que aquí importa es que Susnet está lejos y no vive en Equestria y no va a regresar. ¿Por qué sigue manteniendo esa casa tan bien? Ya va demasiado tiempo desde que se fue, obviamente no piensa regresar nunca.
—¿Tiene familiares? ¿Padres, hermanos?
—No tengo ni idea… ¿al registro de la familia?
Salieron a toda velocidad llevándose de paso a la sorprendida Rarity.
—¿Qué paaaasaaaa?
Llegaron al segundo edificio y entraron de la misma forma.
—Era más fácil cuando era forense y podía hacer estas investigaciones de forma legal.
—Ya regresarás a tu casa niño de ciudad — lo picó Rainbow Dash, vamos a buscar el apellido Shimmer.
Esta vez fue mucho más fácil encontrar el nombre. Sunset tenía un solo pariente vivo, un hermano menor, y de nuevo Rainbow no podía creer lo que veía.
—¿Rainbow Dash? ¿Pasó algo? — Dijo Rarity acercándose a su amiga al verla así de alterada.
—El nombre, rayos, rayos… esto no le gustará nada a Starlight.
—¿Starlight? ¿La que vive con Twilight? — Preguntó Flash.
Se escucharon pasos así como una luz acercándose.
—¡Alto! ¿Quién está ahí?
Los dos velocistas se volvieron pero entonces una figura de negro se posó sobre el soldado y la atrapó en una llave de lucha que le cortó la respiración, se retorció y luchó todo lo que pudo pero entonces cayó inconsciente y la figura de negro saltó lejos de él.
—Eso fue impresionante — dijo Rainbow.
Rarity hizo una pequeña reverencia.
—Gracias pero es mejor que nos movamos. La pregunta es, ¿hacia dónde?
—El Imperio Cristal — dijo Rainbow. — Tenemos que hacerle una visita a un viejo conocido…
—¿Me voy a marear, no?
—Perdona amiga…
Blue Blood estaba colgado de nuevo, vapuleado y con un ojo morado; pero esta vez de sus cascos delanteros y uno de los ponis que lo secuestró se disponía a hundirle un cuchillo en su costado.
—Y esto, esto es por venirnos a fastidiar todas las operaciones.
Blue Blood lo miró con fría indiferencia.
—Si pudiera me encogería de hombros.
—¿Disculpa?
—Si tienen un maldito problema conmigo mátenme de una buena vez porque no van a lograr nada torturándome. Ya he pasado por esto y créanme, los idiotas que lo hicieron descubrieron por las malas que les hubiera ido mejor si me mataban de una.
Le hundieron el cuchillo y él apretó los dientes del dolor pero no gritó.
—¿Ya no te sientes tan valiente ahora, o sí?
—Bien ya estás en mi lista — fue la fría respuesta de la Flecha.
El sujeto gruñó y giró el cuchillo dentro del cuerpo de Blue Blood pero igual no emitió más que un quejido de incomodidad y le dirigió al tipo una mirada tal que el torturador se alejó asustado. ¿Qué diablos era este sujeto?
Mientras tanto Sun Burst, Cristalizador de la Princesa Flurry Heart y en base a esto el más reciente de los Nobles de Cristal, regresaba a su casa luego de un día extrañamente satisfactorio y se disponía a terminar la velada con un agradable té y una sesión de lectura en la comodidad de su cuarto.
Pero notó que algo andaba mal, la puerta de su casa estaba abierta.
—¿Qué? ¡Ladrones! — Gritó entrando de golpe.
Entonces se topó con una conocida, ¿no era una de los Elementos de la Armonía?
Rainbow Dash leía tranquilamente en una de las sillas del joven mago.
—Ah Sun Burst, llegaste. Espero que me disculpes por entrar así como así en tu casa pero la puerta estaba abierta y el Imperio es mucho frío — dijo ella con frialdad. — Y de paso estaba revisando el artículo que publicaste en Ciencia Popular de hace unos meses… vaya, no sabía que algunas culturas sigan usando drogas para conectarse con el más allá.
—Este… ¿Qué quieres aquí? — Dijo Sun Burst sin entender. — ¡Este es el colmo de la grosería!
—¿Y secuestrar a la gente no lo es? — Le espetó Rainbow.
Sun Burst no entendía. Y menos entendió cuando se fijó en lo que Rainbow vestía, un traje azul marino con su Cutie Mark en el pecho y un par de antiparras colgando de su cuello. Pero entonces ella se colocó la máscara del traje y las antiparras, y se transformó en nada más que un borrón que a toda velocidad tacleó a Sun Burst y lo tomó de la capa.
—Bien niño, ¿en dónde está Blue Blood?
Sun Burst sonrió divertido.
—¿Tú? Había escuchado que el tal Blood era ayudado por una pegaso veloz pero ¿en serio tú?
Rainbow le estrelló la cara contra la pared.
—¿Dónde está?
Sun Burst creó un poderoso destello con su cuerno que hizo con la esperanza Rainbow cayera cubriéndose los ojos, pero ella sólo le sonrió abiertamente señalando sus gafas. Claro, diseñadas para que a los pegasos no los molestase la luz del sol; entonces él la golpeó con una silla y huyó como alma que lleva el diablo. ¿Cómo lo localizaron si había sido tan cuidadoso?
Pero entonces escuchó un segundo zumbido y temiendo lo peor disparó hacia atrás una capa pegajosa que atrapó a un pegaso vestido de rojo y que todavía tenía la electricidad recorriendo su cuerpo.
—¿Ah? ¿Otro?
No le importó, se tele-transportó lo más lejos de ahí mientras que Flash comenzó a hacer vibrar su cuerpo para liberarse de la trampa pegajosa y ponerle sus cascos encima al maldito de Sun Burst.
Apareciendo en un callejón a aproximadamente dos casas de ahí se dispuso a huir, maldición ahí iba su querida vida en el Imperio Cristal; o tal vez pudiera regresar con un alias… maldita sea, ¿por qué todo tenía que ser tan complicado?
Y estando en sus reflexiones diarias una figura de negro se le echó encima, quiso luchar usando su magia pero ésta lo inmovilizó del cuerno y con suma violencia estrelló su cuerpo contra una pared. Dos zumbidos le anunciaron que los dos pegasos súper veloces habían llegado también cerrándole el paso.
—Gran trabajo Rar… — empezó a felicitar Rainbow.
—Por favor querida, llámame el Canario — dijo la unicornio blanca.
Flash se mostró entre confundido y divertido pero prefirió no decir nada. No así el caso de Rainbow Dash.
—¿Canario? ¿Cómo que Canario?
—No sé, me pareció un nombre adecuado.
—Basta de eso — dijo Flash. — ¿Dónde está la Flecha?
Sun Burst se encogió de hombros.
—¡Yo qué sé!
Rarity lo pateó donde más le duele a los sementales.
—Wow, ¿no estarás siendo influenciada por Blue Blood y no al revés? — Preguntó Rainbow con una gotita en la sien.
—Me preocupa, ¿sí? ¿Dónde está?
Blue Blood seguía estoico y serio ante sus cada vez más nerviosos torturadores; tenían las órdenes claras de hacerlo gritar hasta su muerte; pero aunque estaba adolorido, eso se notaba en su expresión pero no dijo nada. Sólo los miraba sin nada que decirles.
—Maldita sea, este idiota me está poniendo de nervios.
—¿Pero entonces qué hacemos?
No tuvieron tiempo de decir nada porque pronto se escuchó un escándalo fuera de la bodega. Entonces Blue Blood sonrió irónico.
—Les advertí que debieron matarme cuando tuvieron la oportunidad, ahora nos veremos las caras.
Afuera los matones de Sun corrían como podían, pero no había forma de eludir estos dos relámpagos rojo y azul que recorrían la base de operaciones a máxima velocidad. Varios trataron de huir pero la mayoría se topaban con la amplia sonrisa de una yegua color cian con un traje azul que les daba un golpe directo a la mandíbula para dejarlos fuera de combate.
Y así era, Rainbow se había dado a la tarea de limpiar el lugar, todos tenían que estar listos para ser detenidos por las autoridades. Mientras tanto en un rincón Flash y Rarity observaban.
—¿No vas a ayudarla? — Se interesó el Canario.
—No, tiene que aprender, de hecho gracias a toda esta situación ha mejorado más de lo que se da cuenta. Dentro de nada será hora de dejarla volar sola.
Rarity asintió.
—Por mi cuenta iré a buscar a Blue Blood.
Flash le sonrió y se movió una sola vez para detener a un par de sujetos que querían escabullirse del vigilante ojo de The Dash.
Rarity entonces encontró una puerta y quiso tirarla pero era a prueba de magia. entonces Rainbow se apareció junto a ella y le sonrió levantando su casco haciéndolo vibrar a gran velocidad y atravesó el cerrojo de golpe y la abrió.
—Genial truco — se admiró el Canario.
—Ey, me lo acaba de enseñar Barry. ¡Pero algún día le mostraré un par de trucos de mi propia invención!
Entonces la nueva vigilante enmascarada entró de golpe a la bodega en donde tenían encerrado a Blue Blood. Al principio le llamó la atención que estuviera vestido con su traje pero prefirió no darle más vueltas al asunto y corrió a enfrentarse a los matones de Sun Burst. Éstos se disponían a someterla entre todos cuando Rarity abrió la boca mientras hacía brillar su cuerno y soltó un grito tan poderoso que la mera fuerza del sonido los lanzó hacia atrás violentamente estrellándose contra una pared.
Entonces se fijó en Blue Blood que hizo una mueca de dolor por culpa del maldito sonido.
—¿QUÉ DIABLOS?
—Perdón por eso, es que antes cantaba en un grupo y me enseñaron un hechizo para subir el volumen de mi voz y pensé que…
—CUÉNTAME LUEGO, NO OIGO NADA, TENGO ESE MALDITO ZUMBIDO EN MIS OÍDOS Y NO SE IRÁ PRONTO.
Rarity sólo ahogó una risita y se apresuró a usar su magia para liberar a Blue Blood, que luego le dio una seca cabezada de agradecimiento y se dispusieron a encargarse de los demás matones de Sun Burst. Pero cuando llegaron ya todos estaban encadenados y listos para ser despachados por la policía.
Flash le dio una amistosa palmadita a Rainbow.
—Eso fue asombroso.
Rainbow se sonrojó pero agradeció el gesto con una sonrisa picaresca.
—PERFECTO, PERO ANTES QUE VENGAN LOS GUARDIAS DE CRISTAL HAGAMOS ALGO — dijo la Flecha.
Todos lo miraron preocupados pero él les hizo entender que se calmaran y que él se encargaría.
Pronto todos estuvieron colgados de los cascos delanteros con fuertes grilletes clavándose en sus cascos, todos menos Sun Burst; él se encontraba bocabajo como lo estuvo Blue Blood horas antes. Se disponían a irse pero Blue Blood tenía otro asunto pendiente. Sin más apuntó su arco hacia los tipos que lo estaban torturando.
—YO LES ADVERTÍ CLARAMENTE QUE DEBIERON HABERME MATADO.
Éstos sólo se encogieron del terror, pero no le importó nada a Blue Blood que les clavó flechas en los flancos, justo en los puntos en donde cada uno le había clavado un cuchillo; y el listillo que le había girado el cuchillo dentro, tuvo tres en un mismo lugar.
—Listo — anunció él reuniéndose con sus amigos.
Éstos no dijeron nada, sólo partieron junto a él antes que los soldados de Shining y Candace llegaran a arrestar a los responsables de toda la maldita operación de drogas. De nuevo la Flecha había hecho justicia, y Sun Burst… él sólo lo miraba lleno de rencor.
—¡Todos aquí sabemos quién eres, maldita sea! ¿Crees que no me vengaré? ¡Cuando termine contigo te meterán en el asilo de dementes más más malo que exista y…
The Dash voló hasta él y le dio un trompazo en la nariz para cerrarle la boca.
—¡GRACIAS! — Dijo Blue Blood.
—¿PARA QUÉ ESTÁN LAS AMIGAS? — Fue la respuesta de Rainbow.
Y él sólo sonrió, sí, ¿para qué estaban las amigas? Entonces se fueron para dejar al grupo entero a disposición de la justicia. De cuando en cuando era bueno trabajar en equipo.
De nuevo, en serio se siente como si estuviera trabajando en dos fics diferentes en lugar de uno pero al menos pude introducir más el entrenamiento de Rainbow más en el campo de batalla propiamente dicho; y por supuesto no podía dejar de lado el entrenamiento forense de Barry. Espero les haya gustado y como siempre mi más sincero:
Chao; nos leemos!
PD: aunque no muy popular en los fics de habla hispana, el que Sun Burst sea hermano de Sunset Shimmer es uno de los headcannons más usados en los fics en inglés, los que no me crean chequen FimFiction.