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Mi nombre es Barry Allen y soy el pegaso más rápido del mundo

by Mr.E's-pen

Chapter 11: Carrera 10

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Carrera 10:
Mi nombre es Blue Blood, y no soy el que solía ser. Nunca más.

Mi nombre es Blue Blood, y estuve atrapado durante cuatro años en una isla del infierno con una sola meta: sobrevivir. En ese tiempo me he dado cuenta que no puedo volver a mis antiguos modos, ya nunca más. Pero debo hacerlo, con tal de proteger a aquellos que amo. Mientras otra parte de mí se ocupa del cáncer que desde dentro acaba con nuestra sociedad, aquellos que ocultos bajo una máscara de rectitud e influencias se aprovechan de sus posiciones a los más débiles. Pero para enfrentarlos debo convertirme en algo más que un poni, mucho más. Yo seré un símbolo, yo seré… la Flecha.

La Flecha saltaba entre edificios, en silencio; siempre en silencio mientras seguía el paso de un temeroso traficante de drogas vigilaba todos sus alrededores a cada paso que daba, con la excepción del cielo. En serio que qué imprudente, ¿o quizá fuera una trampa? A la Flecha no le importab, seguía recorriendo el perímetro muy seguro de sí mismo. Pero al final se cansó del jueguito y disparó ua flecha atravesando la pata trasera del pobre traficante, haciendo que cayera de bruces. La Flecha saltó posicionándose tras él.

—No digo que no haya sido divertido pero mi paciencia tiene un límite — dijo el vigilante encapuchado. — Tu jefe se está pudriendo en la cárcel, al menos tu jefe regional; pero las drogas siguen desatadas en Canterlot. ¿De dónde viene tu mercancía?

—¡Primero muerto antes que decirte algo a ti! — Gritó el traficante.

—Bien, como gustes — dijo la Flecha disparando otra de sus flechas, esta vez atravesando el lado derecho del pecho del traficante de drogas; que se encogió gritando del dolor. Tensó de nuevo su arco. — Te advierto que la segunda va directo al corazón. ¿Qué dices ahora?

—¡Jajajaajajaja! Estúpido, caíste directo en la trampa. En cualquier momento mis amigos vendrán a hacerte pedazos, ¿crees que puedes venir y aterrorizarnos así como así? Hoy te toca pagar maldito, ¡finalmente pagarás por todos los clientes que se nos han escapado!

El sujeto miró por encima del hombro de la Flecha como esperando algo. La Flecha sonrió al tiempo que un borrón rojo rodeado de relámpagos color dorado se posicionó tras él.

—Esos ponis han sido puestos en su lugar — dijo The Flash dándole a la Flecha una amistosa palmada en la espalda. — Y tenías razón como siempre amigo, era una trampa.

La Flecha permaneció imposible, siempre apuntando al corazón del traficante de drogas.

—¡No! ¡No puede ser cierto! — Gritó el narcotraficante temblando del miedo.

—¿Entonces decías? — Preguntó la Flecha indiferentemente y sin destensar su arco.

—¡Imperio Cristal! ¡El centro de operaciones se encuentra en el Imperio Cristal! Todo lo que sé es que es un noble de por allá, pero no mucho más — aulló el narco.

—Gracias por la información — dijo fríamente la Flecha disparando.

The Flash miró asustado a la Flecha y corrió a detener el ataque mortal de Blue Blood. Y mientras él corría, un desesperado lloriqueo se escuchó en el horizonte:

—¡NOOO! ¡ALTOOO! — Gritó horrorizada Rarity Belle, el mismísimo Elemento de la Generosidad) viendo cómo el sujeto iba a morir en cascos de Blue Blood.

El narcotraficante se volvió a verla justo a tiempo y sonrió cuando varios de sus compañeros que aún no habían sido localizados por The Flash se acercaron y se dispusieron a agarrarla por detrás listos a usarla como cebo para que la Flecha y The Flash los dejaran tranquilos, pero igual esto fue infructífero cuando un destello color cian rodeado de varios relámpagos multicolor los derribó en un instante.

—¿Me extrañaron? — Dijo arrogantemente Rainbow Dash.

—¿Tenías que traer aquí a tu aprendiz? — Se quejó Blue Blood a Flash de mala gana.

—¿Qué? Yo no traje a nadie, seguro vino siguiendo a su amiga.

La Flecha apretó los dientes y disparó una flecha especializada la cual comenzó a soltar una especie de gas color azul el cual hizo que todos se perdieran en la oscuridad de la noche.

—¡Maldición, larguémonos de una buena vez! — Ordenó él.

Y pronto todos se encontraban en la vieja fábrica del abuelo de Blue Blood, en donde el propio Blue Blood se había quitado su capucha y miraba visiblemente molesto a Rarity y a Rainbow Dash.

—Digamos que contigo lo entiendo en parte, — dijo Blue Blood mirando a Rainbow Dash. — Supuse desde que 'despertaste como velocista' que te le pegarías a Allen como pegamento y era cuestión de tiempo que se te ocurriera acompañarnos en nuestras misiones nocturas… pero tú, tú realmente estás pidiendo que te maten.

Rainbow sólo cruzó los cascos muy molesta.

—¡Escúchame bien pedazo de animal! Nadie amenaza a mis amigas…

Blue Blood avanzó hasta él encarándola.

—En ese caso dile a tu amiga que deje de meterse en mi camino porque precisamente éste está lleno de criminales peligrosos de los cuales no voy a ser capaz de protegerla, y si sigue viva hasta ahora es por pura suerte — dijo Blue Blood sin inmutarse. — Si eres en verdad amiga la vas a mantener a salvo: lo más lejos posible de mí.

Rarity sólo se quedó en silencio mientras que Rainbow la miraba fijamente.

—Bueno, en eso tiene razón Blue Blood Rarity, ¿por qué sigues interviniendo con él si sabes lo peligroso que es como Flecha y lo pedante como Blue Blood? Por cierto, realmente me sorprende por qué nadie más ha deducido quién es.

—Igual a mí querida, pero de todos modos no puedo irme Blue Blood. Sabes que no, el Cutie Mapa guio a Rainbow Dash hacia Flash, pero a mí me guio hacia la Flecha. Eso quiere decir que tengo una misión con Blue Blood; y estoy casi segura que es asegurarme que no vuelva a matar.

La Flecha gruñó.

—En serio que eres la persona más molesta con la que me he topado. Pero de acuerdo, si tanto quieres bailar con el peligro ven mañana en la mañana a primera hora. Mientras tanto vayamos todos a dormir, he tenido una noche difícil.

—De acuerdo — dijo Rainbow Dash. — ¿Entonces eso quiere decir que puedo seguir ayudándote a combatir el crimen? Y de paso asegurarme que no hagas nada tonto.

—Para velocistas molestos corrigiéndome a cada movimiento que hago me basta y sobra con Flash — dijo de mala gana Blue Blood.

—Pero recuerda que no estaré siempre Blue Blood, tendré que regresar con mis amigos — dijo Barry.

—Como sea — gruñó el príncipe yendo escaleras arriba.

—Realmente me sorprende que de todos los ponis, alguien como él sea en realidad un justiciero que protege a los más débiles en secreto — dijo Rainbow viéndolo irse.

—Por lo que contó esa isla realmente le cambió la vida — dijo suavemente Rarity. — Pobre. Habrá hecho cosas malas y egoístas pero no merecía un castigo así.

Barry se encogió de hombros.

—Dios sabrá por qué hace las cosas. ¿Recuerdan a mi amigo Oliver Queen, Green Arrow? Tuvo exactamente la misma experiencia que Blue Blood y exactamente el mismo resultado. Puede que sea duro, y todavía le falta mucho que aprender, pero el cambio por el cual atravesó su amigo Blue Blood fue para bien.

Las dos yeguas asintieron suavemente cuando de pronto Blue Blood se asomó por unos instantes.

—Por cierto, nueva velocista…

—Me llamo Rainbow Dash — dijo la pegaso cian.

—De acuerdo, Rainbow Dash, si tu amiga no se presenta conmigo mañana en la mañana entonces asegúrate tú de mantenerla lo más lejos posible de mí.

—¿Y por qué yo?

—Porque es tu amiga, y todo lo que trato de hacer yo es mantenerla con vida — dijo él antes de volver a desaparecer por la puerta.

—Rainbow Dash — dijo Rarity mirándola.

—Eh, lo siento Rarity pero tiene un punto a su favor. Será mejor que regresemos a Ponyville. Agárrate fuerte.

Entonces Rarity se vio en el lomo de Rainbow y ella desapareció en otro borrón de velocidad pura, cuando aparecieron ante la Boutique Carrusel, la pobre modista se bajó del hombro de su amiga a vomitar sonoramente. Rainbow hizo una mueca de asco, y desapareció en un borrón dentro de la boutique sólo para reaparecer poco después con un balde el cual le ofreció a Rarity.

—Demonios Rainbow Dash, ten más cuidado cuando corres así por favor — se quejó la unicornio blanca.

—Lo siento, mi error.

La unicornio blanca suspiró.

—¿Y qué hay de ti? ¿Por qué te uniste a Flash hoy en la noche?

—Bueno, primero porque te vi yendo en el último tren hacia Canterlot y empecé a sospechar que te meterías en problemas, segundo porque bueno… quiero ser como él.

—¿Flash?

—¡Exacto Rarity! ¿Qué no lo ves? El sujeto es grandioso, ha atravesado por mucho pero de todos modos sigue siendo leal a sus amigos sin importar qué. Incluso está aquí en Equestria sólo para echarme un casco a convertirme en una gran velocista igual que él. Igual de buena y noble, y bueno qué mejor forma que seguir su ejemplo que ayudarlo a combatir el crimen. No sé, en mi vida nunca antes había admirado así a ningún poni, o humano o meta-humano pero tú me entiendes.

Rarity le sonrió suavemente.

—Creo que sí Rainbow Dash.

—¡Perfecto! ¡En ese caso tú me puedes ayudar con esto!

Y de nuevo desapareció tras una explosión de aire y regresó con un dibujo pintado con crayones de lo que parecía ser un uniforme parecido al de los Wonder Bolts pero de un azul más oscuro y en el centro tenía un relámpago multicolor como el de la Cutie Mark de Rainbow Dash.

—¡Ta-Da! Mi propio traje de velocista.

Rarity se le quedó mirando.

—Realmente quieres ser como él, ¿verdad?

—Más que nada.

—De acuerdo, mañana en las mañanas te tomaré las medidas. Ahora mismo quiero descansar un poco; presiento que voy a tener un día duro si tengo que ir con Blue Blood. No sé qué tendrá en mente pero será duro.

—Sólo espero que lo que sea que tenga en mente te desanime, es un tipo muy peligroso… la verdad no lo he entregado a las autoridades sólo porque me lo pidió Barry.

Rarity le dio la razón, de hecho también se preguntaba por qué alguien como Barry se asociaba con gente tan peligrosa como la Flecha o Green Arrow.

Al día siguiente:

Blue Blood se despertó sobresaltado, siempre asaltado por los horribles recuerdos de la isla; específicamente aquellas veces que lo capturaron y lo torturaron. Por eso por debajo de su pelaje todo su cuerpo estaba cubierto de cicatrices. De todos modos no se iba a dejar afectar por una tontería así, como siempre se levantó y comenzó a ejercitarse. Levantando su propio peso en una barra de pesas, colgándose de cabeza y haciendo abdominales y por supuesto practicar su arquería con pequeñas pelotas de tenis que un sistema arrojaba por encima de él y a las que les atravesaba una flecha antes que siquiera comenzaran a caer. Siguió entrenándose con fervor cuando escuchó que tocaban la puerta de su casa y luego a su empleado Barry recibiendo a las dos yeguas que en verdad quería que se mantuvieran alejadas de su vida; pero porque estaba preocupado por ellas.

Buenos días, veo que vinieron — escuchó decir a Barry.

Sí, y eso que traté de convencer a Rarity que no lo hiciera.

Lo que hago con mi vida es cosa mía Rainbow Dash. Si el Cutie Mapa me quiere aquí entonces aquí voy a quedarme.

Blue Blood gruñó y siguió disparando flechas a las pelotas. Flash era una cosa, era un poni adulto que a juzgar por sus recuerdos estaba acostumbrado a lidiar con peligros mortales casi todos los días de su vida; pero esas dos no, todavía no habían enfrentado una amenaza que les haría plantearse si esto era lo que querían hacer con su vida. Y en lo más profundo de su corazón deseaba que jamás lo hicieran.

—¡Oye Blue Blood! ¡Llegué justo como me lo pediste! — Dijo Rarity bajando las escaleras al sótano donde practicaba.

—Bien — dijo Blue Blood disparando varias flechas contra ella.

Rarity gritó y se hizo un ovillo para protegerse del ataque inminente, pero una ráfaga de aire y un borrón cian rodeado de relámpagos de colores después las flechas yacían inofensivamente en el suelo mientras que Rainbow encaraba furiosamente a Blue Blood.

—¡¿Te volviste loco o qué?!

Blue Blood disparó de nuevo y Rainbow atrapó la flecha sin dificultad cuando notó el pequeño paquete atado a la punta de ésta, el cual le explotó en el rostro y mientras tosía molesta Blue Blood disparó otra flecha de esas explosivas justo frente a Rarity que chilló de nuevo y empezó a retroceder, desgraciadamente la explosión la alcanzó y le quemó.

—¡Ouch! ¡Ten más cuidado Blue Blood! — Entonces se volvió hacia Barry que sólo observaba. — ¿Y tú no piensas hacer nada más que quedarte a ver?

—No, porque entiendo lo que él quiere hacer.

Blue Blood asintió y colocó su arco aparte acercándose a la muy asustada Rarity.

—De poder convertir tus gritos en una especie de súper poder podrías tener una oportunidad de sobrevivir cuando me sigues. Pero como este es el mundo real y gritar no te servirá de nada, no me queda de otra que enseñarte a defenderte como se debe. Y eso significa que estés lista para todo en todo momento.

Rainbow a esas alturas ya se había recuperado y miraba sin saber qué decir a Blue, que le ofreció un casco amistoso a la asustada unicornio blanca, pero rápidamente sonrió y aceptó el casco.

—Tienes razón, no sé por qué he tenido esta urgencia de seguirte pero he actuado de forma muy descuidada. No será el comportamiento de una dama pero aprenderé a pelear.

—Bien.

Entonces la levantó y la arrojó violentamente al suelo atrapándola en una llave.

—Que se te grave bien esto: nunca bajes la guardia.

Apretó más su agarre y Rarity gritó.

—¡Gritar no te servirá de nada! ¡Busca la forma de soltarte! — Ordenó Blue Blood inconmovible.

Mientras Rainbow sólo miraba admirada de aquello, pero Barry le tocó el hombro y le hizo un gesto a que salieran. La pegaso cian accedió aunque aún le preocupaba Rarity.

—Bien, ¿entonces no debemos practicar cómo hacer tus actividades cotidianas sin que tu súper velocidad se interponga?

—Ah, cierto — dijo de mala gana Rainbow. — Pero es frustrante, quiero correr y todo se mueve…

Barry asintió, claro que la entendía; después de todo ya había pasado por esto hacía tiempo.

—Demasiado lento para ti, créeme que te entiendo; y además tú tienes la ventaja que no tienes por qué ocultar quién eres a la gente que te quiere. Pero si no estoy mal tu velocidad está entrometiéndose en tu vida, ¿no quieres regresar con los Wonder Bolts?

—Sí, sí, ya sé… ¿entonces qué hacemos?

—Vayamos por cosas pequeñas primero, un simple paseo a la biblioteca — sugirió Barry.

Rainbow asintió de mala gana y siguió a su mentor mientras que Rarity seguía luchando con todas sus fuerzas para librarse de Blue Blood que permanecía impasible. Finalmente la soltó y la pateó en las costillas; y ella rodó dolorosamente en el suelo.

—¡Ya estaba vencida estúpido!

—Agradece que fue eso y no un cuchillo.

Entonces se removió parte de su pelaje para mostrarle la profunda cicatriz que tenía ahí.

—Todavía soy suave contigo.

Rarity tragó saliva y con cuidado tocó la marca.

—Por Celestia…

—Esto no es un juego, si te vas a meter en mis asuntos ten eso en cuenta — dijo fríamente Blue Blood.

—¿Realmente no me quieres cerca, verdad? ¿Tanto me detestas Blue Blood?

—Al contrario, no quiero que te lastimes por culpa mía. ¿Es que te cuesta tanto trabajo entender? La Flecha existe para mancharse los cascos con la sangre de aquellos que pudren Equestria desde adentro, siempre manteniendo la imagen pura de mi tía. ¿Por qué un Elemento de la Armonía quiere meterse en esto?

—¿En serio te preocupas por alguien que no seas tú mismo? — Dijo suavemente Rarity. — Pero creía que todo esto era para probarte a ti mismo que habías cambiado, que era para borrar tus propios errores.

—Y en parte lo es. He lastimado a mucha gente durante estos años, por eso no puedo volver a ser como era antes; simplemente no puedo. Pero aquí estoy, en lugar de hacer algo más inteligente y asegurarme que me dejes en paz de una buena vez por tu propia seguridad estoy buscando la forma en que puedas seguir cerca de mí porque de esa forma no me siento tan solo. No he cambiado tanto como pensaba.

—Blue Blood…

—¡Lo que sea, continuemos con esto!

Y siguieron entrenando.


Y he aquí un cap más enfocado en la Flecha y Rarity; quien por cierto ya dejé una pista el equivalente a quién será del Arrowverse. Espero les haya gustado y como siempre me despediré con el:

Chao; nos leemos!

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