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Touhou Dierite: La Mascota De La Familia Scarlet Devil

by Dierita

Chapter 24: 24. Episodio 24

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Episodio 24: Otra Cena en Familia.

El invierno se acercaba. Las frecuentes y preciosas lluvias otoñales, empezaban a sustituirse por el duro frío del invierno. En cuanto empezara a nevar, empezaría el invierno. Pero todavía quedaban unos días para eso... O al menos, eso me decía Ojou-sama.

El día de hoy empezó como otro día cualquiera, a excepción de una extraña incomodidad que sentía por mi cuerpo, pero no le di importancia. Lo entretenido empezó cuando Sakuya tocó a la puerta del despacho. Yo y Ojou-sama miramos a la puerta al mismo tiempo.

"Adelante," dijo Ojou-sama. Sakuya entró y caminó hasta el escritorio.

"Una carta de las Yakumo," dijo Sakuya dándole la carta a Ojou-sama. Intercambiamos una mirada temerosa y Ojou-sama abrió la carta.

"Bla bla bla, bla bla bla... Con que otra cena familiar..."

"Adiós," dije temerosa.

"Otra cena con las Yakumo, si," dijo Ojou-sama dejando la carta en el escritorio tras leerla. Sakuya suspiró.

"¿Que debo preparar esta vez?" preguntó Sakuya.

"Nada... Esta vez la cena será en su mansión," dijo Ojou-sama provocando unos segundos de silencio ante nuestra sorpresa.

"Queeeee raaaaro..." dije con gran sospecha.

"Si que lo es... Nunca antes nos han invitado a cenar en su mansión," dijo Ojou-sama.

"¿Cual es el plan entonces Milady?" preguntó Sakuya.

"Pues nada, habrá que comunicárselo a Meiling, Patchouli y Koakuma," dijo Ojou-sama.

"¿Koakuma?" preguntó Sakuya.

"Si. En la carta pone que ella también puede venir. También dice que la invitada es Dierita, no Salty."

"Todo muy específico," dije observativamente.

"Lo se... En fin, habrá que prepararse entonces. Vete a comunicar la noticia Sakuya."

"En seguida Milady," dijo Sakuya desapareciendo en el acto.

"Por el lado bueno, esta es una oportunidad buena para poder tachar a Chen de mi lista," le dije intentando ser positiva.

"Supongo que si," me dijo Ojou-sama levantándose del trono.


"¡QUE PUTOS NERVIOS!" dijo Koakuma gritando.

"Deberías relajarte Koakuma. Esto podría convertirse en algo serio," le dijo Patchouli.

"L-lo intentaré Patchouli-sama," dijo Koakuma con una reverencia.

"Dierita, ¿Te importa ocuparte de ella? Tu tienes mas paciencia que yo con estas cosas," me dijo Patchouli.

"Emm, okay supongo," le dije mientras Koakuma me daba un abrazo inesperado.

Íbamos de camino hacia el Lago Neblino. La carta nos dijo que Ran nos esperaría allí para recibirnos. No lo dejaba notar, pero estaba muy nerviosa. No he vuelto a saber nada de Chen desde mi cumpleaños; y desde que Yukari dijo aquello...

"En esta mansión solo puede llorar Chen."

...He estado muy paranoica con Chen... ¿Llorará por mi? ¿Será culpa mía eso?

"No es un buen día para ponerte a pensar demasiado Dierita," me dijo Ojou-sama.

"¿Estas nerviosa Dierita-sama?" me dijo Koakuma.

"Si... Es por Chen..."

"Ah si, la pesada esa. No me extraña que estés nerviosa. Estará encima tuya todo el rato."

"Es probable que ni la veamos hoy," dijo Ojou-sama.

"¿Eh? ¿Por que?" preguntó Koakuma.

"Chen siempre ha estado enamorada de Salty, no de Dierita," explicó Patchouli. Cada vez me sentía peor.

"¡Ooh, corazón roto!" dijo Koakuma como si reaccionara ante una telenovela. Me iba a tirar por un puente a ese paso.

"Vosotras, ya esta bien. No quiero tener a Dierita deprimida en esta cena," dijo Ojou-sama.

Difícilmente iba a sonreír ya... Allí estaba Ran esperándonos junto a uno de los portales de Yukari. Tragué saliva intentando calmarme.

"Buenos días," dijo Ran sonriendo.

"Volvemos a vernos," dijo Remilia dándole la mano con su resplandeciente simpatía.

"Adelante. Yukari-sama os está esperando."

Atravesamos el portal, y allí estaba de nuevo; en aquella mansión violeta. Sakuya y Meiling lo observaban todo con gran curiosidad, mientras que Patchouli y Remilia miraban a Ran mientras la seguíamos. No era de extrañar que esas dos hayan estado en esta mansión antes. Koakuma volaba de un lado a otro, asombrándose de cualquier mínima cosa que veía allí. Yo miraba las puertas. Una de esas debía ser el cuarto de Chen.

"Adelante," dijo Ran abriendo finalmente uno de las mil puertas de los miles de pasillos.

Un comedor normal. La mesa grande y rectangular, el mantel blanco, las sillas justas, platos, vasos, bla bla bla bla... Y una vela en el centro con una llama violeta. Que curioso... Ah si, Y Yukari sentada en la otra punta de la mesa.

"¡Bienvenidas queridas compañeras!" dijo Yukari alzando los brazos. Estaba de buen humor, y eso hizo que todas arqueáramos nuestras cejas... Incluso Ran.

"Se te ve bien Yukari," dijo Remilia cruzándose de brazos junto a una sonrisa malévola... Nunca he visto a Ojou-sama sonreír de otra forma.

"Lo estoy. Esa pedazo de mujer con el pelo azul cielo me ha resuelto grandísimas preocupaciones. Te debo mucho querida," dijo Yukari tomando un trago de su vaso de vino. Yukari me miró al ver que no respondía. Koakuma me dio un empujón en el hombro.

"¿E-eh? ¿Que?" dije saliendo de mis pensamientos.

"Que mujer mas rara eres." Yukari tomó otro trago. "¿A que esperáis? Tomad vuestros asientos."

Así hicimos. Habían etiquetas en el lado derecho de la mesa con nuestros nombres... ¿O era el izquierdo? ... Bueno no se. Yo iba sentada a la izquierda de Ojou-sama, y malditamente cerca de Yukari. Estaba segura de que eso no era coincidencia.

"¿Flandre se suponía que estaba invitada también?" dijo Ojou-sama al ver la etiqueta del asiento que había a su derecha.

"Pues si... ¿Por que no la trajiste?" preguntó Yukari.

Miré a Ojou-sama. Había mucha furia en sus ojos. Sus puños se cerraron.

"N-no habría podido traerla igualmente," dijo Ojou-sama.

"¿Por que no?"

"¿Puedes parar?" le dije.

"No. Esta es mi mansión; hago lo que quiero."

"Esta es mi mano. Abofeteo a cualquiera si me da la gana," le dije sonriendo y extendiendo la mano.

"Tu si que eres enrollada, no como tu señora," dijo Yukari bebiendo otro trago.

Va a ser un día largo, para variar...


La cena fue bastante monótona. Estuvieron todos hablando en general de cosas que no me interesaban. Me aburría... Además me preocupaba Chen. No estaba en la cena... No lo aguanté mas.

"¿Puedo ir al baño?" le pregunté a Yukari.

"Claro princesita." Bebió otro trago de su vaso de vino. "¿Que? ¿Pensabas que iba a decirte por donde es?"

Y esta pava ha creado Gensokyo, damas y caballeros...

Salí de allí. Busqué por los vacíos pasillos en busca del cuarto de Chen. Terminé pasando por la puerta que creía que era el cuarto de Chen. Iba a abrirla, pero me detuve. Tras unos segundos, di unos pasos hacia atrás y me quité el collar. Volvía a ser poni... Sería mejor así. Hice desaparecer el collar con un poco de magia. Respiré hondo y toqué a la puerta. No hubo respuesta... La abrí. No había nadie, pero había mucha decoración felina. Incluso había un ovillo de lana en el suelo. Era su cuarto; no había duda alguna. La curiosidad me hizo adentrarme un poco... Solo para que la puerta se cerrara de golpe detrás mía y se oyera el sonido de cerrarse con pestillo. Miré a mi espalda de golpe.

"¿Chen?" le pregunté. Allí estaba Chen, de espaldas mía mirando a la puerta que acababa de cerrar.

"¿Te divertiste jugando conmigo?" dijo Chen con un tono terriblemente vacío.

"¿A que te refieres?" le pregunté sorprendentemente calmada.

"A mis sentimientos."

Chen se giró. No solo tenía cara de loca, sino que habían lagrimas corriéndole por los ojos y las mejillas. Además, tenía cortes y arañazos en los brazos y las piernas. Mi cara era extremadamente plana... Estaba vacía.

"¿Nada de eso te sirve?" le dije.

Chen se abalanzó hecha una furia. No me pudo tirar ni nada. Me intentó arañar, pero mi piel ni se inmutaba. Chen no entendía nada. Lo hacía una y otra y otra vez, pero no servía de nada. Terminó rindiéndose y derrumbándose allí mismo, sin parar de llorar. Yo la miraba sin sentimiento alguno.

"Eres un ser horrible," me dijo mientras lloraba.

"Lo soy," le dije. Chen me miró sorprendida.

"¡¿Tu eres imbécil?! ¡¿Por que dices eso?!" me dijo furiosa.

"Me has dicho la verdad, ¿No? Pues por eso."

Chen se detuvo. Su mente colapsó por unos segundos. Suspiré.

"¿Por que sufres y te haces cortes porque soy mujer?" le pregunté. Me miró triste.

"M-me sentí traicionada..." me dijo.

"¿Traicionada de que?"

"¡Creía que eras un hombre! ¡Me mentiste!" me medio gritó.

"No te mentí. Yo también creía que lo era... ¡Maldita sea; tenía voz de hombre antes de tomarme esa poción!"

Aquello detuvo a Chen por unos segundos. No se había percatado de eso... La dejó pensativa.

"Jaja... Me he centrado tanto en la traición que he dejado que se me escapara un detalle tan obvio... Jaja..." dijo Chen riéndose como si estuviera loca.

"..." no sabía que decirle.

"Ahora que eres mujer, no podemos casarnos..."

"No íbamos a hacerlo ni antes ni ahora. No me gustas Chen." Chen bajó la cabeza. Suspiré. "Mira Chen, ya te has descargado. Has llorado y te has hecho arañazos y cortes; muy bien. Ahora pasa pagina y búscate a alguien que de verdad te corresponda."

"¿En un mundo sin hombres?"

"Por ahora. Te prometo que volverán."

"¿Y como sabes tu eso? ¿Te crees una diosa o algo así?"

"Eso es información confidencial."

Y lo mismo va para vosotros, queridos lectores... Al menos, por ahora. Chen no siguió discutiendo. Bajó la cabeza... Estaba mas calmada.

"Seguiremos siendo amigas... ¿Verdad?" me dijo.

"Lo seremos si tu quieres," le dije.

"¡Claro que quiero!"

"Pues ya sabes."

Nos dimos un abrazo. Estábamos contentas. Al fin podría tachar a Chen de mi lista. Chen se retiró de repente quejándose de dolor.

"¿Me dejas que te cure?" le dije sonriendo.

"¡Nyah!" asintió contenta.


"Ran querida, tienes cara de haberte tomado drogas," dijo Yukari ante la feliz cara de Ran.

"Chen esta feliz, Yukari-sama. Lo siento." dijo Ran contenta.

"Hmm... Creo que Dierita no ha ido al baño," dijo Yukari. La familia Scarlet casi se cae de la silla ante aquel comentario.

"Mi mascota es eficiente cuando quiere," dijo Remilia.

"Tu mascota es mas alta que tu," dijo Yukari.

"No si le quito el collar,"

"Incluso siendo un poni,"

"¡No si la encojo; a ella le gusta eso!"

"¡Incluso así, sería mas alta que tu!"

"¡Mejor eso que una mascota cuyo tamaño se define por sus colas!"

"¡Al menos ella no necesita ningún collar para ser humanoide!

"¡Mi mascota es azul!"

"¡Tengo dos mascotas!"

"¡¿QUIERES PELEA, HIJA DE PUTA?!"

"¡COME AT ME, BRO!"

Y acto seguido, ambas se partieron de la risa. Las demás miraban con miedo a las dos locas risueñas. Miraron su vaso para ver si habían alucinógenos o algo en su bebida. Poco después, llegamos yo y Chen al comedor. Chen y Ran se dieron un cariñoso abrazo. Esas dos se querían mucho. Yo volvía a ser Dierita, y prefería no opinar sobre Ojou-sama y Yukari riéndose alocadamente al unísono. El resto de la cena fue maravillosamente. Remilia y Yukari se llevaban mejor de lo que creían, y todos estrechamos lazos que parecían imposibles de estrechar. Me gustaba mucho como iban las cosas, y tenía esperanza en que todo fuera mejor de aquí en adelante.

Veamos la siguiente en la lista... "Koakuma"

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