Touhou Dierite: La Mascota De La Familia Scarlet Devil
Chapter 21: 21. Episodio 21
Previous Chapter Next ChapterEpisodio 21: Noche Imperecedera.
Hoy además de haber luna llena, es el Festival de la Cosecha Lunar en Gensokyo. El festival consiste en celebrar la llegada del otoño durante la ultima luna llena del verano (O la primera luna llena de otoño; depende del año). Sin embargo, el festival de este año iba a ser especial. Por supuesto que nosotros no lo sabíamos, pero aquella noche era distinta... Y Ojou-sama lo notó.
"¿Le gusta la luna? Llevas un buen rato mirándola," le dije a Ojou-sama. Esta me miró.
"Hay algo raro en esta luna," me dijo.
"¿Algo raro?"
"Si. Tu eres humana, no lo notas... Pero yo si lo noto,"
Pero si ahora mismo soy un poni...
"Hmm... ¿Que deberíamos hacer?" le pregunté. Tras unos segundos de pensarlo, llamó a Sakuya y Patchouli. Estas no tardaron en llegar.
"Escuchadme bien, hoy tenemos una misión. Sakuya, quiero que detengas la noche hasta que vuelva."
Esto nos sorprendió a todas... ¿Parar la noche?
"¿P-pero eso no va a molestar a los demás?" preguntó Sakuya.
"No tienen por que notarlo. Patchouli, tu te encargaras de darle energías a Sakuya para que se mantenga hasta que volvamos."
"Entendido," asintió Patchouli.
"Dierita, tu vienes conmigo. Vamos a descubrir que esta pasando,"
"¡¿De verdad?! ¡Yay; misión con Ojou-sama!" dije contenta. Ojou-sama me sonrió y me acarició la cabeza.
"Ve a por tu collar; no perdamos tiempo. ¡Todo el mundo en marcha!" dijo Ojou-sama sonriendo.
"¡Si, señora!" dijimos todas cuales soldados a su sargento.
Antes de que me digáis nada, se que tengo mucho que explicar todavía sobre el collar y que pasó con Reisen y Chen tras mi ataque de ansiedad en mi cumple, pero vayamos por partes. Lo de hoy es mas importante, así que ya os daré los detalles sobre esas cosas en otro episodio.
¿No es hermoso romper la cuarta pared?
"¡Vamos Dierita, deja de hablar sola!" me dijo Ojou-sama.
"Perdón, perdón..."
Mientras tanto...
Reimu tomaba su té en el patio trasero de su reino junto a Marisa, que comía galletas de un cuenco. Disfrutaban del festival tranquilas, hablando de sus cosas. Pero entonces...
"Aquí hay algo raro..." dijo Reimu.
"¿Algo raro? ¿Como que?" preguntó Marisa.
"Las nubes no se mueven,"
"¿Y que?"
"Que aquí pasa algo,"
"En serio Reimu, todo el día paranoica. ¡Disfruta y deja las preocupaciones para otro día!"
"¿Tu también lo has notado?"
Marisa pegó un salto del susto al oír a Yukari a su izquierda. Reimu bebió un sorbo de su té sin inmutarse.
"¡Dios, que susto me has dado!" dijo Marisa recobrándose mientras Yukari se reía por lo bajo.
"¿A que has venido, Yukari?" preguntó Reimu.
"He notado algo raro en la luna hoy, además de las nubes... Tiene pinta de ser algo complicado, así que venía a sugerirte que vinieras conmigo a investigar," dijo Yukari con su sonrisa picara.
"Hmm... Si que parece algo gordo... Por eso debo estar tan inquieta... De acuerdo, iré contigo," dijo Reimu mirando a Yukari.
"¡Fantástico, nos vamos a resolver otro incidente!" dijo Marisa ilusionada, olvidándose del susto. Yukari arqueó una ceja.
"¿Cuando he dicho yo que tu vas a venir con nosotras?" dijo Yukari.
"¿No es obvio? ¡Reimu y Yo somos un equipo!" dijo Marisa.
"No esta vez. Solo necesito a Reimu para esto."
"¡¿Y a mi que me jodan, no?!"
"Tu sabrás lo que haces. Vamos Reimu, no creo que debamos perder tiempo."
"Vaya dos elementos..." dijo Reimu dejando a un lado su té y siguiendo a Yukari por el portal por el que estaba asomada. Al cerrarse, Marisa le hizo la peseta.
"¡Que te den cabrona, esto no quedará así!"
Un pequeño portal apareció detrás de ella. La mano de Reimu salió y le dio un coscorrón a Marisa. Tras eso, el portal desapareció junto a su mano.
"¡¿Si, no?! ¡Pues os vais a enterar! ¡Investigaré por mi cuenta! ... No espera, conozco a alguien que puede ayudarme..."
Y tras eso, Marisa cogió su escoba y echó a volar hacia el Bosque Mágico. Hoy iba a ser una noche larga... *Badum tsss*
Una Youkai rubia y vestida de azul abrió la puerta de su casa con cabreo. Sin embargo, su cabreo se esfumó al ver quien era la que tocó la puerta.
"¡O-oh, Marisa-chan...!"
"¡Hola Alice! ¿Te vienes conmigo a investigar?"
"¿A investigar? ¿Yo? ¿Contigo?"
"¡Eeyup! ¡Será divertido!" dijo Marisa sonriendo y alzando los brazos en el aire.
"Emm... N-no se, yo..."
"¡Oh, venga! ¡Te tiras todo el día encerrada en tu casa haciendo muñecas!"
"¡No es cierto! Además, con las muñecas me gano la vida. ¿Sabes cuanto me pagó una Nekomata para hacerle una muñeca de ella misma?" dijo Alice a la defensiva.
"¿Que importa eso? ¡Tenemos que investigar!"
"... Lo siento..."
Alice cerró la puerta. Marisa pegó un suspiro... Volvió a tocar a la puerta.
"Si vienes... tnndrn nun kiya nomfito," dijo Marisa tan a regañadientes que ni se le entendió. Alice abrió la puerta de nuevo.
"¿Que has dicho?" preguntó Alice.
"Que si vienes... tendré una... jhgs jdjijw." A Marisa le estaba costando decirlo. Alice se cruzó de brazos y puso una cara seria. Aquello asustó a Marisa. "¡Joder Alice, que si vienes tendré una cita contigo!"
Alice se llevó una mano a la boca y se sonrojó mucho. Tras unos segundos, señaló a Marisa con el dedo.
"L-luego no te arrepientas, que te conozco..."
"Que noooooo... Ahora ven conmigo a investigar," le dijo Marisa recobrando la sonrisa.
"V-vale..." dijo Alice como pudo. Tenia un remolino de sentimientos en aquel momento.
"Marisa-senpai noticed me!" pensó Alice con gran alegría.
Mientras tanto... Otra vez...
Una inocente fantasma de pelo rosa corto y vestida con un kimono azul celeste y blanco, disfrutaba desde la parte trasera de su reino del Festival de la Cosecha Lunar. Comía unos onigiris mientras observaba la hermosa luna llena alzada en el cielo. Tras unos minutos de hipnosis mirando la luna, se acordó de su sirvienta.
"¡Youmu, deja de cocinar! ¡Vas a perderte la luna llena!" dijo la fantasma.
Al poco rato, su sirvienta apareció con una bandeja con dos tes y mas onigiris. La sirvienta era una adolescente de pelo corto plateado y vestida de verde. Lo mas curioso de ella, era una enorme bola blanca que estaba a su lado y la seguía a todas partes. La sirvienta se sentó junto a su señora, y dejó la bandeja entre estas.
"¿Como voy a perderme la luna? No se va a mover de ahí en muchas horas..." dijo la sirvienta.
"Jaja, que inocente eres Youmu," dijo la fantasma cogiendo su té y bebiendo un sorbo. Youmu cogió su té y miró a la luna llena.
"Que bonita... Y que curioso, se ve distinta a la luna de siempre. ¿Es cosa del festival?" dijo Youmu.
Eso detuvo a la fantasma. Dejó de beber y observó a la luna... Su sirvienta tenía razón; había algo distinto en aquella luna.
"¿Pasa algo Yuyuko-sama? De repente está seria..." dijo Youmu preocupándose.
"Tienes razón, la luna esta distinta... De hecho, no parece ni que se mueva," dijo Yuyuko.
"¿C-como vas a ver a la luna moviéndose?" dijo Youmu confusa.
"Tal vez deberíamos ir a ver que ocurre. Puede ser algo grave," dijo Yuyuko sonriéndole a Youmu.
"L-lo dices como si fuera algo bueno..." dijo Youmu un poco asustada.
"Esta clase de cosas hacen que no todos los días sean iguales. Hay que aprovecharlo al máximo," dijo Yuyuko sin dejar de sonreír.
"Visto de esa forma... ¿Entonces que hacemos?"
"Coge tus cosas y prepara provisiones. Vamos a investigar que esta ocurriendo. Yo me comeré tus onigiris y me beberé tu té mientras lo preparas todo."
"Joo..."
Youmu ya estaba acostumbrada a que su señora fuera una aprovechada, pero seguía fastidiándole que lo hiciera cuando menos se lo esperaba. Si mezclas eso con que su señora es un poco difícil de entender, pues estamos buenos...
Marisa y Alice pasaban por el Bosque Youkai. Han estado preguntando a varios youkais de por allí si sabían algo sobre lo que le pasaba a la luna, pero nadie sabia nada. Tras varios minutos de preguntar, pararon a descansar sentándose debajo de un árbol.
"Estamos perdiendo el tiempo Marisa... ¿En serio te esperas que alguien nos diga que es lo que pasa con la luna?" dijo Alice sin mucho optimismo.
"¡Por eso mismo tenemos que investigar! ¡Aquí pasa algo, y pienso averiguar el que!" dijo Marisa con determinación. Alice no pudo evitar sonreír a su amiga.
"Ojala tuviera yo esa determinación que tu tienes..." dijo Alice entristeciéndose un poco.
"¡La tendrías si salieras a conocer gente!" dijo Marisa mirando a Alice.
"¡Conocería gente si no tuviera agorafobia!" dijo Alice a la defensiva mirando a Marisa.
"¡Y gracias a esa Arropafonica, me conociste y estoy aquí contigo!" dijo Marisa sonriéndole a Alice.
Alice le devolvió la sonrisa lentamente y sonrojándose un poco. Fueron unos segundos de silencio hermosos para Alice, pero fueron interrumpidos por una manada de bichos pasando a toda leche a pocos metros de ellas. Las dos miraron la escena sorprendidas hasta que la manada pasó, y una youkai de pelo verde azulado corto y con antenas de bicho saliéndole de la cabeza, apareció y se detuvo cerca de ellas a recuperar el aliento. Marisa y Alice compartieron una mirada de reojo rápida, sin saber que hacer en ese momento.
"Jolines... Uff... Como corren... Estos bichos... Uff..." Unos segundos después de recuperar el aliento, se fijo en la pareja que no paraban de mirar a la youkai sin decir nada. "¡Oh, hola! Lo habéis visto, ¿Cierto?"
Ambas asintieron lentamente con la cabeza. La youkai pegó un suspiro. Justo en ese momento, otra manada de bichos pasó ruidosamente cerca de las tres. Tras desaparecer la manada, la youkai se aclaró la voz.
"¡QUE DIFICIL ES LA VIDA DE UN INSECTO!" gritó de repente.
"¿T-tu eres...?" preguntó Alice tras otros segundos de silencio incomodo.
"¡Oh, perdonadme!" La youkai le alzó una mano a Alice. Esta se la estrechó con duda. "Me llamo Wriggle. Soy una Youkai Luciérnaga, y también jefa de los insectos de este bosque. ¡Pero hoy los insectos están muy alterados! ¡Seguro que es culpa de esos dichosos conejos lunares!"
Marisa y Alice se miraron. Acto seguido, miraron a Wriggle arqueando una ceja.
"¿Los conejos lunares?" preguntaron ambas al unísono.
"¿No sabéis lo que son?" dijo Wriggle extrañada.
"Claro que lo sabemos, ¿Pero por que supones que es culpa de ellos?" preguntó Marisa.
"Porque siempre pasa lo mismo cuando hay luna llena. Esas Lunarienses vienen y van cada vez que hay luna llena y hacen que esta tenga influencia sobre los seres vivos de Gensokyo. ¡Malditas Lunarienses!" dijo Wriggle maldiciendo a la luna.
Marisa y Alice se miraron arqueando una ceja. Ha pasado de echarle la culpa a los conejos lunares, a echársela a los lunarienses. No era muy sorprendente, ya que era un bicho y los bichos pues... No tienen un cerebro muy grande que digamos... Lo sorprendente es lo que dijo de que Las Lunarienses vienen y van cuando hay luna llena...
"E-eh, ¿A donde vais?" dijo Wriggle al ver a las dos saliendo volando de allí. "¡N-no os vayáis! Necesito ayuda con los insectos..."
Mientras tanto... Una vez mas...
Una fantasma y una mitad fantasma volaban por el Bosque Mágico. Se dirigían a la Casa de Marisa para preguntarle si sabía algo sobre lo que pasaba con la luna. Al llegar, tocaron a la puerta, pero no parecía haber nadie. Lo intentaron varias veces, pero nada.
"No parece que esté en casa..." dijo Yuyuko.
"¿Por que hemos venido aquí?" preguntó Youmu.
"Ella y sus dos amigas no tardaron mucho tiempo en descubrir mi plan de romper el sello de mi querido cerezo... Supuse que ellas sabrían que esta pasando con la luna."
"Pero si eso fuera así, ¿No deben estar ahora investigándolo por ahí fuera?"
"Así es."
"¡¿Por que hemos venido aquí entonces?!"
"Para preguntarle a Marisa si sabía algo sobre lo que pasa con la luna."
"A veces no te entiendo Youmu,"
Youmu no dijo nada, simplemente contuvo sus impulsos. Las dos dieron la vuelta listas para irse, pero un extraño canto llamó la atención de ambas. Y por lo que podían ver, también llamó la atención de unos humanos aparentemente hipnotizados por este extraño cantar. Yuyuko y Youmu se miraron y empezaron a seguir a los humanos de lejos. Tras un rato de andar por el bosque, el extraño cantar cesó de golpe. Cuando los humanos recuperaron el sentido, ya era demasiado tarde. Youmu se tapó la cara... No era algo bonito de ver.
"Así es la naturaleza en su estado salvaje, Youmu," dijo Yuyuko.
Youmu no dijo nada, simplemente no quiso verlo. Cuando pareció cesar la matanza, Youmu se quitó las manos de la cara lentamente. Donde antes habían dos humanos, ahora solo había un charco de sangre seca en el suelo... Ni siquiera estaban sus huesos...
"¿Que es esta bolita tan grande?" dijo una voz a su espalda. Youmu pegó un grito y se escondió detrás de Yuyuko. "¿Que le pasa a tu amiga?"
"Es mi guardaespaldas," dijo Yuyuko con una sonrisa.
"¿Tu guardaespaldas? ¡Ooh, por eso se puso detrás tuya! Ahora lo entiendo," dijo la youkai complacida de haberlo entendido.
"Has tenido una buena caza," dijo Yuyuko sonriendo.
"¿Me viste? ¿A que ha sido genial?" dijo la youkai alegremente.
"¡HA SIDO HORRIBLE!" gritó Youmu sin parar de temblar detrás de Yuyuko.
"Discúlpala. Es un poco... Inocente," dijo Yuyuko.
"No pasa nada. Me llamo Mystia Lorelei. Me divierto cantando y cazando humanos; mas todavía en una noche como esta." dijo la youkai con alegría.
"¿Una noche como esta? ¿Que quieres decir?" preguntó Yuyuko.
"¿Que quiero decir de que?"
"De lo que has dicho de la noche como esta."
"¿Pasa algo esta noche?"
Yuyuko arqueó una ceja. Esta youkai no parecía tener muchas luces en la cabeza... Típico de las perdices.
"¡Que luna mas bonita!" dijo Mystia mirando a la luna.
"¿No has visto la luna en toda la noche?" preguntó Yuyuko.
"¿Que luna?" dijo Mystia.
"Pues la del cielo..."
"¿La del cielo?" Mystia miró al cielo y vio la luna. "¡Ooh, que luna mas bonita!"
"¿Y yo estaba aterrada de este ser?" dijo Youmu de repente.
"No parece tener ese problema para cazar," observó Yuyuko.
"¡Eso es porque en noches como esta, cazar humanos es muy fácil!" dijo Mystia.
"¿Noches como esta?" preguntaron Youmu y Yuyuko al unísono.
"¿Que noches?" dijo Mystia.
Ambas suspiraron. Esto iba para largo...
"¡¿QUE COJONES?!" dije con gran sorpresa.
"Que interesante..." dijo Ojou-sama.
El pueblo humano no estaba. Había desaparecido de la faz de Gensokyo. Solo quedaba la tierra roja aplanada donde estaban los edificios del pueblo...
¡¿Que demonios ha pasado aquí?!
"No te alarmes tanto. No creo que le hayan pasado nada," dijo Ojou-sama con calma.
"¿Usted cree?" le pregunté curiosa.
"Y dale con hablarme como si fuera una anciana..." dijo Ojou-sama cruzándose de brazos y mirando a otro lado.
"P-perdón... ¿Tu crees?" le pregunté de nuevo.
"Si... Fíjate que la marca de los edificios siguen ahí. Eso es señal de una teletransportación directa."
"Es verdad... ¿Entonces alguien ha teletransportado al pueblo entero a otro lugar?"
"Así es."
"Wow... Eso ha debido de llevar tiempo."
"Supongo que si."
"¡¿Quien anda ahí?!"
Nos giramos al escuchar a aquella voz a nuestra espalda. Una mujer de pelo gris con algunas mechas azul cielo, nos amenazaba con una lanza en las manos. Ojou-sama y yo nos miramos de reojo. Aquella mujer tenía el vestido mas raro y voluminoso que he visto en mi vida... Bueno, al menos su vestido era azul; eso me gustaba.
"¡¿Quienes sois vosotras?!" preguntó la mujer alarmada. Curiosamente, no parecía tener miedo.
"Hemos venido a investigar que es lo que pasa con la luna," dijo Ojou-sama. La mujer bajó la lanza y suspiró aliviada.
"Menos mal, no sois enemigos..." dijo la mujer.
"¿Sabes que es lo que ha pasado con el pueblo?" le pregunté.
"Los he teletransportado a una dimensión donde están a salvo," dijo la mujer.
"Así que esto es obra tuya... ¿No te parece un poco extremo hacer eso solo porque hay algo raro con la luna?" dijo Ojou-sama con los brazos cruzados.
"Ya... Voy a presentarme para que entendáis por que creo que esto es tan grave," La mujer dejó la lanza en el suelo e hizo una reverencia muy femenina. "Me llamo Keine Kamishirasawa; profesora de la escuela del Pueblo Humano, e historiadora en general. Además, soy una Mujer Hakutaku."
Ojou-sama arqueó una ceja. Yo estaba pensativa. Hakutaku... Creo que Patchouli me enseñó eso en una de sus clases... Según Patchouli, un Hakutaku es una bestia con forma de león que posee grandes conocimientos sobre los/las youkais de todo Gensokyo. Gracias a los Hakutaku, los humanos saben que hay un total de 11.520 Youkais en Gensokyo. Además, los Hakutaku enseñaron a los sacerdotes e sacerdotisas a sellar a los/las youkais malvados/as, y a tratar a los/las youkais pacíficos/as.
Aunque ella ha dicho que es una Mujer Hakutaku...
"Perdone mi ignorancia, pero... Si usted es una Mujer Hakutaku, ¿Significa que se transforma en Hakutaku cuando hay luna llena?" pregunté con curiosidad.
"Diste en el clavo, jovencita," dijo Keine con una sonrisa.
"Pues no te pareces en nada a un león..." dije como observación.
"En realidad me debería parecer mas a una bestia, pero eso es porque no me he transformado."
"Pero eso no tiene sen-"
Me detuve al ver la cara de Ojou-sama. Tenía cara de habérsele encendido una bombilla en la cabeza.
"Ahora lo entiendo todo..." dijo Ojou-sama con una sonrisa orgullosa.
"¿Entiendes ahora entonces por que lo hice?" dijo Keine.
"En parte, aunque me sigue pareciendo un poco exagerado."
"Si bueno, puede ser..."
"Pues yo no entiendo nada..." dije francamente.
"Esa luna es falsa Dierita," dijo Ojou-sama directamente.
"¡¿F-FALSA?!" dije sorprendida.
"Creía que eras alguien difícil de sorprender," me dijo Ojou-sama arqueando una ceja.
"Y lo soy, pero es divertido fingir sorpresa," le dije sonriendo. Ojou-sama me devolvió la sonrisa mientras que Keine arqueaba una ceja.
"¿Tienes alguna sospecha de quien puede haber cambiado la luna verdadera por una falsa?" le preguntó Ojou-sama a Keine.
"Bueno, tengo dos teorías. La primera es que podría haber sido esa Oni que ha aparecido recientemente en Gensokyo. Los Onis tienen fama de ser increíblemente poderosos; lo suficiente como para crear una luna falsa, e intercambiarla por la real."
Creo que habla de Suika... ¿Suika es capaz de hacer eso?
"Hmm... Si, puede ser..." dijo Ojou-sama pensativa.
"Mi segunda teoría es que sea cosa de las Lunarienses. Tengo entendido que las Lunarienses pueden viajar a Gensokyo en las noches de luna llena."
"Así es, pero hacer una luna llena falsa evitaría que este viaje fuera posible. ¿No sería eso ridículo?" observó Ojou-sama.
"¿Y si lo han hecho para evitar que alguna Lunariense se fugue?" propuso Keine.
"¿Las lunarienses tienen ese poder?" pregunté.
"Eso dicen los rumores," dijo Keine.
Ojou-sama se quedó pensativa. Yo pensaba en lo que iba a comer mañana por la tarde... Ok no es broma, pensaba en la situación desde una perspectiva distinta.
"¿Y si es al revés?"
"¿Al revés?" me dijeron ambas al unísono.
"Si, ¿Y si las que se han fugado son las que han cambiado la luna verdadera por la falsa para evitar que las Lunarienses puedan venir aquí a buscarlas?"
Ambas arquearon una ceja, pero una sonrisa empezaba a pintarse en Ojou-sama a los pocos segundos.
"Tienes una asistenta muy inteligente," dijo Keine.
"En realidad es mi guardaespaldas. ¿A que es genial?" dijo Ojou-sama.
Me sonrojé y miré al suelo. Ya me estaban llamando inteligente otra vez... Odio que hagan eso; no soy inteligente.
"Bueno, si la teoría de tu guardaespaldas es cierta, seguro que las fugadas están en Eientei," dijo Keine.
"Eientei... Muy bien. Vamos Dierita, no perdamos tiempo. Y Keine, haz el favor de traer de vuelta al Pueblo Humano."
Ojou-sama y Yo prendimos el vuelo hacia el Bosque de los Bambúes Perdidos. Keine por su parte, pegó un suspiro.
"¿Se puede saber que hacemos aquí?" preguntó Reimu.
"Estoy segura de que lo que buscamos está en alguna parte de este bosque," dijo Yukari.
"¿Y que es lo que buscamos?"
"Conejas Lunares,"
"¿Conejas lunares? ¿Para que?"
"¿Es que te lo tengo que explicar todo?" dijo Yukari mirando a Reimu de reojo.
"¡Eso es porque no me has explicado nada!" respondió Reimu cabreada.
Yukari dio una risita por lo bajo, haciendo fruncir el ceño a Reimu. Ambas estaban volando por el Bosque de los Bambúes Perdidos, esquivando los enormes bambúes del bosque con cuidado mientras volaban. Por desgracia, hubo un momento en el que no vieron venir dos obstáculos que se acercaban volando hacia ellas, y se chocaron estrepitosamente. Tardaron un poco en recuperarse del golpe.
"¡MIRA POR DONDE VAS, IDIOTA!" dijeron Reimu y Marisa al unísono. Al darse cuenta de quien era la que tenían enfrente, se señalaron y volvieron a hablar a la vez. "¡¿Que haces tu aquí?!"
Yukari y Alice se partieron de la risa. Reimu y Marisa se levantaron y miraron a las risueñas con los brazos cruzados. Cuando dejaron de reírse, se secaron las lagrimas y se relajaron un poco.
"Sois tal para cual chicas," dijo Yukari recuperando el aliento. Eso a Alice no le hizo tanta gracia.
"¿Que hacéis aquí?" preguntó Reimu.
"Creemos que lo que esta pasando tiene que ver con las Lunarienses," dijo Alice.
"¿Y eso como lo sabéis?" preguntó Reimu de nuevo.
"¡Nos lo dijo un bicho!" dijo Marisa. Reimu y Yukari se miraron con cara de incrédulas.
"Lo peor es que me lo creo," dijo Reimu tras unos segundos.
"Tu sabrás. Yo a tu amiga no la conozco de nada," le dijo Yukari. De repente, una mujer de pelo corto plateado y ropas verdes salió de detrás de unos bambúes.
"¡No os mováis u os corto, que estoy muy loca! ¡Mi Roukanken lo corta todo!" dijo Youmu súper alarmada y con una katana en las manos. Hubo silencio por unos segundos.
"Hola Youmu," dijo Yukari.
"¡O-oh, Lady Yukari!" dijo Youmu haciendo una reverencia asustada.
"¿Quien es esta?" preguntó Alice.
"Es mi sirvienta," dijo Yuyuko saliendo del mismo lugar del cual salió Youmu.
"¡Yuyuko, vieja amiga! ¿Que os trae por aquí?" dijo Yukari dándole un abrazo cariñoso a Youmu. Reimu arqueó una ceja ante esto.
"Hemos venido a investigar lo de la luna," dijo Yuyuko devolviéndole el abrazo.
"Comprendo," dijo Yukari mientras se retiraban el abrazo.
"¿Hay alguien mas que quiera unirse al grupo de investigación?" dijo Reimu cruzándose de brazos.
"¿Que es esto? ¿Una reunión familiar?" dijo Remilia mientras aterrizaba junto al grupo. Yo iba detrás de ella. Reimu hizo un facepalm.
"¡Que guay, somos ocho investigando este suceso!" dijo Marisa ilusionada.
"Contras mas, mejor," dijo Yukari.
"Supongo..." dijo Reimu intentando aceptar la situación.
"¿Quién es esa? No la había visto nunca," dijo Yuyuko señalándome. Youmu hizo un facepalm ante aquella falta de respeto, aunque a mi me dio igual.
"Dierita Scarlet, mi guardaespaldas," dijo Remilia.
"¡Ooh, la famosa Dierita Scarlet! Los rumores sobre ti corren como la espuma querida," dijo Yuyuko.
Mas fama, genial...
"En fin, no nos desviemos. Nos dirigimos a Eientei. ¿Todas listas?" dijo Yukari recibiendo la afirmación de todas.
"¿Eientei? ¿Eso que es?" preguntó Reimu.
"Pan integral... ¿Que demonios va a ser? ¡El templo de este bosque!" dijo Marisa.
"¿Hay un templo en este bosque? ¿Por que soy la única que no lo sabía?" preguntó Reimu sorprendida.
"Deberías leer mas..." dijo Alice haciendo que Reimu le lanzara una mirada asesina.
Tras aquello, echamos a volar el grupo de ocho. Todas seguíamos a Yukari y Yuyuko, que parecían saberse el camino hacia Eientei de memoria. Al llegar, tuvimos que escondernos detrás de las murallas del templo. Un montón de Mujeres Conejo estaban con lo que parecía un martillo larguísimo de madera en las manos. Estaban golpeando algo que había dentro de un recipiente de madera. Cantaban algo mientras lo hacían, pero no estaba muy pendiente de eso.
"Conejas Terrestres haciendo mochi en Eientei... Hace mas de 500 años que no veo algo así," dijo Yuyuko sorprendida.
"Eso es porque hace mas de 500 años que no merodeas por Gensokyo a tus anchas," dijo Yukari sonriendo a su amiga.
"¿Cual es el plan?" preguntó Ojou-sama directamente.
"Colarnos en el templo. Si hay Conejas Terrestres trabajando aquí, es porque hay alguien liderándolas dentro del templo. Algo me dice que esa líder es a quien buscamos," dijo Yukari.
"¿Y como lo hacemos?" preguntó Alice.
"Usaremos a Youmu de señuelo," dijo Yuyuko.
"¿Q-que? ¿Por que yo?" cuestionó Youmu.
"Tu súper-velocidad te puede sacar de cualquier apuro," dijo Yuyuko. Aquello hizo que todas miraran a Youmu.
"E-eemm..."
"¿Tienes súper-velocidad? ¡Como Dierita!" dijo Marisa tan feliz como siempre. Ni me molesté en preguntar de donde ha sacado esa información.
"Primero, lo suyo era ultra-velocidad. Segundo, tengo una idea mejor..." dijo Ojou-sama.
El plan de Ojou-sama era interesante. Primero usó a Yukari para traer a Sakuya hasta aquí con uno de sus portales. Después, Ojou-sama le ordenó que dejara de detener la noche. El interrogatorio de los demás sobre aquello no era importante. Tras todo eso, Ojou-sama le explicó a Sakuya la situación. Fue entonces cuando nos enteramos de que Sakuya estuvo trabajando aquí antes que en la Mansión Scarlet Devil, pero creo que eso vosotr s ya lo sabéis... Si es que habéis leído el Episodio 14 de este libro, claro.
"¿No van a cuestionar como me enteré tan rápido de su llegada?" preguntó Sakuya.
"Seguro que se te ocurre algo. Eres una experta en paranoias después de todo," dijo Ojou-sama sonriéndole. No sabía si reírme o fruncir el ceño ante aquella sutileza.
"Veré que puedo hacer..." dijo Sakuya con cierto rencor en su voz.
Dimos la vuelta a las murallas del templo hasta llegar a la entrada. Nos escondimos detrás de unos bambúes y nos asomamos. Para mi sorpresa, la entrada estaba vigilada por dos mujeres conejo que conocía muy bien.
"Ay mierda..." dije lo mas bajo que pude.
"Esa coneja es siempre tan conveniente," dijo Ojou-sama.
"¿De que la conocéis?" preguntó Alice.
"Es la novia de Dierita," dijo Marisa lo mas bajo que pudo.
"Eemmm no," dije con cara plana.
"¿Y quien es la otra?" preguntó Reimu.
"Creo que es su hermana," respondí.
"¿Tiene una hermana?" me preguntó Ojou-sama.
"Eso creo... Cuando encontré a Flandre el día que se fugó, hablaba con una coneja llamada Tewi Inaba. Tenía el mismo apellido que Reisen, así que supuse que son hermanas," le expliqué a Ojou-sama. Esta se quedó pensativa.
"No es el mejor momento para cotilleos," dijo Reimu.
"De acuerdo. Adelante Sakuya," dijo Ojou-sama.
"¡Si, Milady!" dijo Sakuya agachando el cuerpo.
Sakuya caminó hacia la entrada al encuentro de las dos conejas. Después de una charla con ellas, las convenció para que la dejaran pasar. Abrieron las puertas de la entrada, y Sakuya pasó dentro guiada de Reisen.
"¡Un momento!" dije de repente captando la atención de todas. Miré a Yukari acusadoramente. "¿Por que no hemos usado tus portales para entrar a Eientei sin problemas?"
"¡Ooh, no se me había ocurrido!" dijo Yukari llevándose una mano a la cara. Todas hicimos como en los Shonen (Anime infantil), y nos caímos hacia atrás al unísono. Bueno, todas excepto Yuyuko y Remilia.
"Parece mentira que no la conozcáis..." dijo Remilia con los brazos cruzados.
"¿Y lo bien que nos lo hemos pasado?" dijo Yuyuko sonriendo.
Esa mujer sonríe por cualquier cosa...
Mientras tanto... ¿Cuantas veces voy a tener que decir eso?
Sakuya caminaba por Eientei con confianza de por donde iba. Lo estaba observando todo, engulléndola la nostalgia. Por desgracia, también estaba sintiendo miedo. Reisen la estaba guiando hacia el cuarto de su maestra, y resulta que su maestra era también la maestra de Sakuya. Y bueno... Seguid leyendo; ya veréis lo que ocurre.
"¿Maestra Eirin? Tenemos visita," dijo Reisen asomada por la puerta de su cuarto.
"¿Tan pronto? Que bien... Que pase," Sakuya pasó dentro y vio a Eirin. Esta ni se inmutó al ver a Sakuya. "Reisen, déjanos a solas."
Así hizo; no sin antes lanzar una mirada de preocupación a ambas. Ya las dos solas, se produjo unos segundos de silencio.
"Que interesante... Eras la ultima que me esperaba ver hoy," dijo Eirin con una sonrisa confidente.
"Los dioses lo han querido así," dijo Sakuya con firmeza y mirando al suelo. Eirin rió por lo bajo y bebió un trago de una bebida que tenía allí.
"Amaya Inaba, mi querida ex-súbdita."
"Ya no me llamo así... Mi nombre es Sakuya Izayoi."
"¿Te han nombrado así?"
"Si..."
"Que lastima, pensaba que era tu nombre real. Nunca me dijiste cual es."
"Ni a ti ni a nadie... Prefiero que la gente me ponga el nombre que quiera."
"Que capricho mas raro."
Segundos de silencio incomodo. Había una extraña tensión en el ambiente. Es como si hubiera amistad y enemistad mezcladas.
"Te debo una disculpa amiga mía," dijo de repente Eirin sorprendiendo a Sakuya.
"¿Una disculpa?"
"Así es... Me traicionaste con el robo de mi mayor invención: El Elixir Hourai. Pero resulta que me salvaste la vida gracias a eso. El Elixir Hourai me habría traído muchas desgracias... Y la prueba está en el día de hoy."
"Usted ha hecho lo de la luna, ¿Cierto?"
"Así es... Yo, mi súbdita Reisen y la Princesa de la Luna, hemos escapado de la luna tras haber sido condenadas por las Autoridades Lunarienses. No preguntes el por que; larga historia."
"Por eso habéis cambiado las lunas... Pero no podéis dejar la luna así; está alterando a los seres vivos de Gensokyo."
"Lo se, pero-"
No pudo acabar. Un gran escándalo empezaba a oírse por los pasillos del templo. Eirin y Sakuya se asomaron, y vieron que los pasillos habían cambiado. Ahora solo era uno mas ancho, pero no tenía ni principio ni final. Además, la percepción del equilibrio era extraña en aquel pasillo... Era como si andaras por el pasillo borracho.
"¿Que ha pasado aquí? ¿Que es este pasillo tan raro?" preguntó Sakuya desconcertada por el pasillo mágico.
"Es una trampa del templo para confundir a los intrusos... No has venido sola, ¿Verdad?"
Sakuya no respondió. Eirin asintió con la cabeza y le hizo gesto de que la siguiera. Tras eso, ambas volaron por el errante pasillo hasta encontrarnos a mi, Ojou-sama, Marisa, Alice y Reimu delante de Reisen. Esta se tocaba el brazo izquierdo mientras miraba al suelo.
"N-no os puedo dejar pasar... M-me meteré en un lío si lo hago..." decía Reisen con dificultad.
"Dierita tía, deja de mirarla que la pones nerviosa," me dijo Marisa.
"¿Y a mi que me cuentas?" le dije.
"L-lo siento... N-no os puedo dejar pasar..." seguía diciendo Reisen.
"¿Que ves en ella, Dierita?" me preguntó Ojou-sama.
"¡¿Por que me decís estas cosas ahora?!" les dije anonadada.
"¡A Dierita le ponen las conejas!" dijo Marisa en tono infantil poniendo a Reisen roja como un tomate.
"¿Podéis dejar ya eso?" dijo Reimu.
"¡Reimu celosa FTW!" dijo Marisa. Reimu suspiró.
"Las sacerdotisas no podemos tener relaciones amorosas, Marisa," dijo Reimu.
¿Lol?
"¡Eso no significa que no te enamores!" dijo Marisa con una sonrisa radiante.
"Y dale..." dijo Reimu mirando a otro lado.
"¡CALLAROS DE UNA VEZ Y HACEDME CASO; QUE NO PODEIS PASAR JOLINES!" gritó Reisen sobresaltándonos un poco.
"¡Ahora es ella la celosa! ¡Esto es mejor que Crepúsculo!" dijo Marisa invocando una caja de palomitas de la nada.
"¿D-de donde sacas esas cosas?" preguntó Alice asustándose de Marisa.
"Soy una bruja Alice," respondió Marisa comiendo palomitas.
"¡Eso no responde mi pregunta!" dijo Alice.
Estoy empezando a preguntarme si Marisa es realmente de Gensokyo...
"Ya esta bien Reisen; me ocuparé de ellas."
Todas miramos a Eirin al escuchar su voz. Era una mujer adulta con el pelo largo y plateado. Tenía el vestido mas raro que había visto en mi vida. Era azul por la mitad derecha y rojo por la mitad izquierda, pero de cintura para abajo era al revés. Además, había constelaciones estelares grabadas por todo el vestido. También tenía una gorra azul y roja en la cabeza con una cruz roja pintada. No había que ser ningún genio para saber que aquella mujer tal vez fuera medica.
"Me llamo Eirin Yagokoro. ¿En que puedo serviros?" nos dijo con una reverencia.
Me había percatado de que Sakuya estaba a su lado, pero aquella Lunariense desprendía un aura muy extraña... Era un aura sabia y poderosa; digna de alguien que ha vivido mucho tiempo y ha experimentado muchas situaciones desagradables. Fruncí el ceño ante este aura... Eirin tiene pinta de ser una rival dura de pelar.
"Ahora que me fijo, ¿Donde están las demás?" preguntó Sakuya. Se nos agrandaron los ojos a mi y a Alice al decir eso. Eirin miró a Sakuya.
"¿Las demás?" Eirin ahora nos miraba a nosotras. "¿Hay mas gente aquí?"
"No tengo ni idea de lo que habla," dijo Marisa rascándose la cabeza. Las palomitas ya no estaban. Tras unos segundos de silencio incomodo, Eirin señaló a Reisen.
"¡Reisen!" Reisen se sobresaltó. "¡Ve a ver si tu señora necesita ayuda con las otras invitadas!"
"¡A-ahora mismo, maestra!" dijo Reisen corriendo por el eterno pasillo.
Tal y como suponía, Eirin es una mujer sabia.
"En cuanto a vosotras... Tengo entendido que sois intrusas, incluida Sakuya," dijo Eirin invocando un arco de la nada junto a un carcaj con flechas.
"N-no creo que esto sea necesario..." dijo Sakuya alzando una mano. Eirin la miró de reojo.
"Queréis que cambie la luna falsa por la verdadera, y no pienso hacer eso hasta mañana," dijo Eirin.
"¡Así que tu eres la culpable!" dijo Marisa señalándola acusadoramente.
¿Hasta mañana?
"¡Así es! ¡Tengo que proteger a mi compañera de los bastardos de los Lunarienses, y haré lo que sea para conseguirlo!" dijo Eirin preparándose para disparar una flecha.
"¡Pero un momento!" dije de repente.
"¿Si?" dijo Eirin bajando el arco.
"¿Donde esta la luna verdadera ahora?" pregunté.
"Eso no es asunto tuyo," dijo Eirin.
"Vaaale... ¿Y que ha hecho tu amiga para que tengáis que fugaros de la luna?" pregunté.
"Mi amiga Kaguya como humana que es, cayó en la tentación y bebió el Elixir Hourai, así que ahora tiene vida eterna. Pasar de la vida limitada a la eterna se considera un acto extremadamente impuro en la luna, así que se considera que Kaguya ha cometido un delito muy grave. Para escapar de la condena perpetua que fueran a hacerle, nos fugamos de la luna junto a su mascota. Y esa es toda la historia."
Que curioso... Se opone a decirme donde esta la luna verdadera, pero no se opone a contarme el por que han hecho lo que han hecho con las lunas...
"No quieres luchar, ¿Verdad?" me dijo Ojou-sama.
"No lo veo necesario," le dije.
"¿Disculpa?" me preguntó Eirin arqueando una ceja.
"Has dicho que es solo hasta mañana. No veo tan grave sobrevivir una noche con una luna falsa," dije claramente.
"Pero las criaturas de Gensokyo están alteradas por esa luna falsa," dijo Reimu.
"¡Es solo una noche tía!" le dije gesticulando que pedía comprensión.
"Me fío de mi mascota. Yo tampoco lucho," dijo Ojou-sama.
"¿Tu mascota?" dijo Eirin de repente. Me echó un vistazo. "¿Tu eres Dierita Scarlet?"
"¿En serio? ¿Usted también me conoce?" dije con cara plana.
"Reisen no para de hablarnos de ti," dijo Eirin.
Me sonrojé ante aquello. No había pensado en eso... Reisen habla de mi con sus superiores... ¿Eso era bueno?
"Seguidme."
Con cierta sorpresa y sin mediar palabra, seguimos a Eirin. Esta nos llevó por el eterno pasillo hasta llegar a una de las mil puertas que nos íbamos encontrando. Al abrirla y pasar, vimos que estábamos en el exterior, donde un infierno de balas mágicas se daba en el aire. Youmu luchaba contra Reisen, mientras que Yukari y Yuyuko luchaban con una mujer bastante guapa y de pelo moreno, largo y liso. Esa debía de ser la muy mencionada amiga de Eirin.
"¿Como hacemos esto?" preguntó Eirin de repente.
"Dejadme a Yukari. Ella me escuchará," dijo Reimu.
"Vaya un rollo raro que tenéis las dos," dijo Marisa.
"¡Estas obsesionada con los rollos!" dijo Reimu de golpe.
"¡Eso es porque no hay nunca ni un maldito romance en Gensokyo!" dijo Marisa con el mismo tono que Reimu. Yo y Alice hicimos un facepalm.
"Dierita, deberías encargarte de Reisen," me dijo Ojou-sama.
"¿Y-yo?" me tembló la voz ahí. Me daba miedo hacer eso, pero Ojou-sama me miraba con la mirada de sacar el látigo si pudiera. Tragué saliva. "V-vale..."
"¿No decías que no habían romances en Gensokyo?" le preguntó Eirin a Marisa.
"¡Pero Dierita no es de Gensokyo!" dijo Marisa a la defensiva.
Remilia le lanzó una mirada asesina a Marisa cuando dijo eso. Fue tarde para Marisa cuando se dio cuenta de que había dicho algo que no debió haber dicho. Yo simplemente pasé de sus rollos confidenciales y eché a volar hacia Reisen. Al mismo tiempo, Reimu echó a volar junto a Eirin hacia Yukari. Me imaginé que Eirin iría a hablar con Kaguya. Cuando Reisen me vio llegar, dejó de atacar y agrandó los ojos. Estaba claro que no sabía que hacer en ese momento.
"¡Vosotras dos; parad esto!" les dije. Reisen obedeció sin problemas, pero Youmu...
"¡Ni de coña, que estoy en racha!" dijo Youmu.
Youmu aprovechó que Reisen había dejado de atacar y preparó su katana para atacarla a súper-velocidad. Lo que ella no se esperaba, es que ahora que volvía a ser humana (Al menos mientras llevara el collar puesto) podía volver a usar mis habilidades especiales de Ultra que soy. En resumen, la detuve en mitad de su súper-velocidad, y con una llave rápida le hice soltar la katana. La katana aterrizó en el suelo y se quedó clavada en ella. Curiosamente, varias Conejas Terrestres se reunieron alrededor de la katana para observarla con curiosidad. Youmu se quejó de dolor mientras se tocaba la mano.
"¡¿C-como demonios lo hiciste?! ¡Nadie supera mi súper-velocidad! Ay..." dijo Youmu sorprendida.
"Diste con la mujer equivocada," le dije sin mas.
Mientras tanto, Yukari y Yuyuko luchaban fieramente contra la poderosa Kaguya. El combate estaba muy igualado; tanto que tuvieron que parar un momento las tres a recuperar el aliento.
"Eres dura de pelar amiga," le dijo Yukari a Kaguya.
"¡Y mas que lo voy a ser! ¡No pienso dejar que me amarguéis la vida!" dijo Kaguya con determinación.
"Tu lo has querido," dijo Yukari preparándose para atacar de nuevo.
"¡Yukari, detente!" dijo Reimu de repente mientras la alcanzaba.
"¿Reimu? ¿Que ocurre?" le dijo Yukari.
"Parad esta pelea. Hemos decidido no perder el tiempo con esto," dijo Reimu.
"¿Como?" preguntaron las tres.
"Kaguya, se los he explicado todo." Eirin alcanzó a su amiga justo a tiempo. "Han decidido dejarnos hacer lo que tengamos que hacer esta noche."
"¿De verdad?" dijo Kaguya.
"¡¿Quien ha decidido?!" dijo Yukari de repente cabreada.
"Vuestra amiga del pelo azul," dijo Eirin.
"Dierita..." Volaron todas juntas hasta reunirse con nosotras. Yukari se lanzó de inmediato al verme. "¡¿Quien te crees que eres tu para dar las ordenes aquí?!"
"Creía que eras mas estable emocionalmente," le dije arqueando una ceja.
"¡No me cambies de tema!"
"Aquí todas somos igual de importantes y aquí todas podemos dar ideas. Yo di la idea de no luchar innecesariamente solo por una cosa que van a hacer en una sola noche. Yo no les obligué a hacerlo, solo les di la idea... Y aceptaron."
Todas asintieron con la cabeza tras mi explicación. Yukari respiró hondo para tranquilizarse y se cruzó de brazos.
"Sin duda eres mejor líder que yo..." me dijo Yukari.
"Yo no soy líder de nadie, y nadie es mi líder... Bueno quitando a Remilia, pero ella es por trabajo."
"Esta bien, esta bien, no te he pedido lecciones morales... De acuerdo, lo dejaremos estar."
Todas nos alegramos ante la aprobación de Yukari. Después de eso... Pues poco mas hicimos. Celebramos todas juntas lo que quedaba del festival, y algunas nos emborrachamos a base de Sake... Sobre todo Youmu. Yo no puedo emborracharme con alcohol, pero eso es otra historia. Al día siguiente, Ojou-sama y Yo nos aburríamos para variar.
"Algún día iremos a la luna," dijo Ojou-sama.
"¿Eh?" le dije.
"Luna,"
"¿Y por que esperar?"
Eso me recordó a Celestia enviando 'de una patada' a Luna a la Luna.
"Todavía no... Pero algún día lo haremos... Con suerte en un futuro cercano,"
"Oh bien..."
Silencio por unos segundos.
"¿Te vienes a comer onigiris?" me dijo Ojou-sama.
"¡Iré a por Flandre!" dije toda ilusionada.