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Touhou Dierite: La Mascota De La Familia Scarlet Devil

by Dierita

Chapter 18: 18. Episodio 18

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Episodio 18: Un Cabo por Atar.

Hace 1400 años, una pareja de dioses escaparon del cielo porque lo consideraban 'un lugar aburrido'. Juntos, exploraron los confines del universo en busca de un lugar aislado donde pudieran construir su propio mundo sin estorbo de nadie. Tras varios años saltando de galaxia en galaxia, encontraron una deshabitada de vida inteligente y relativamente aislada del resto de mundos. En esa galaxia desierta, construyeron su propio sistema solar. No se sabe mucho de los otros planetas de este sistema, pero si se sabe mucho de uno de esos planetas. Probablemente (Aunque no esta demostrado) el único planeta de este sistema solar con vida inteligente. Este planeta es una de las creaciones favoritas de ambos dioses, y decidieron llamarlo...

Gensokyo.

La pareja de dioses le pusieron este nombre en honor a su idioma nativo: El japonés. 'Gensokyo' significa 'Tierra de Fantasia' en nuestro idioma actual, aunque también puede interpretarse como 'Tierra de Ilusiones'. Aunque hoy en día ya no se habla japonés en Gensokyo, al principio de este era el idioma principal. Pero los dioses quisieron que este mundo no fuera como los demás; querían hacerlo único. Por eso terminaron quitando el japonés e implementaron un idioma mágico para que fuera universal, de forma que todos pueden hablar con los habitantes de Gensokyo sin ningún problema. Al principio, Gensokyo iba a ser habitado solo por humanos, pero entró en escena una vez mas la mentalidad de querer hacer un mundo único, por lo que terminaron creando a los Youkai; seres mitad-animal (o cosa), mitad-demonio, pero con una apariencia sorprendentemente humana por lo general. También implementaron a muchos otros seres para darle variedad de seres vivos a este mundo (Incluido dioses), pero la principal población de Gensokyo son los Youkais... Bueno, mas bien las Youkais.

Aun así, hubieron doce seres mas poderosos de lo normal. Estos doce seres fueron nombrados mascotas de la pareja de dioses, y fueron encargados por estos de proteger Gensokyo cuando llegó el día en que tuvieron que marcharse. Fue la ultima vez que fueron vistos estos dioses, y no se sabe si algún día volverán. De las doce mascotas, ocho quedaron registradas en la historia de Gensokyo, y solo cuatro siguen vivas hoy en día. Las ocho mascotas registradas son:

1. El Dios Hakurei (Muerto).
2. Youki Konpaku (Muerto).
3. Chang'e.
4. Mamizou Futatsuiwa.
5. Yukari Yakumo.
6. Kaguya Houraisan.
7. Vlad Scarlet (Muerto).
8. Yuyuko Saigyouji.


"¡Espera espera! ¡¿Yukari es una de las mascotas protectoras de Gensokyo?!" dije completamente impresionada.

"No te lo esperabas, ¿Verdad?" me dijo Patchouli.

Estaba en la biblioteca, en una de las clases de Patchouli. Hoy por fin me habló sobre la historia de Gensokyo, y me encantaba todo lo que estaba escuchando de esta. Pero eso de que Yukari es una de las mascotas de la pareja de dioses esa, no me lo esperaba para nada. Aunque había otro nombre que también me llamó la atención.

"¿Quien es Vlad Scarlet?" pregunté.

"El padre de Remilia," me contestó.

"¡PLOT TWIST!" dije con un gesto exagerado.

"No hablemos mucho de ese tema. Remilia podría escucharnos," dijo Patchouli.

Me pareció comprensible. No lo dije en alto, pero hubo algo en aquella historia que me parecía extraño. Es muy parecida a la historia de Equestria. Equestria fue creada también por una pareja de dioses, pero estos escaparon de su hogar por los efectos de la Primera Guerra Universal. Estos dos dioses eran 'Harmony' y 'Discord', y sus nombres ya dicen que representaban ambos. No se sabe nada de Harmony, pero Discord vive en Equestria actualmente... Aunque actualmente ya no es un dios... Bueno, o eso creo... La verdad es que Discord es un ser bastante curioso y peculiar. Es difícil saber que es o que no es.

"¿Alguna pregunta?" me preguntó Patchouli. Lo pensé por unos segundos.

"¿Por que solo hay ocho mascotas registradas? ¿Que fue de las otras cuatro?" pregunté.

"Algunos porque murieron muy jovenes, y otros porque no quisieron colaborar en eso," me contestó.

"¿Por que?"

"Porque no es asunto de nadie nuestras vidas."

No se si lo hizo a posta, pero estaba claro el mensaje. La comprendí... Asentí con la cabeza y no pregunté nada mas. Curiosamente, Sakuya apareció de la nada justo en ese momento. Estaba seria y con los brazos cruzados; una compostura muy típica de ella y que llevaba tiempo sin verla.

"Salty, al despacho de Milady. Es algo urgente."

Y tras dar el mensaje, desapareció sin mas. Algo urgente... Nah, a la mierda. Voy a ser positiva por una vez y pensar que será algo fácil... O sea, ¿Que es lo peor que me pueden decir para una misión urgente?


"He recibido una carta de Yukari Yakumo." Ojou-sama alzó carta en el aire. "Te busca a ti, Salty. Quiere que vayas a su casa para tratar un cabo que tenéis por atar."

"¿Un cabo por atar? ¿Yukari y Yo?" dije muy extrañada.

"Eso parece... ¿Has hablado con ella en alguno de tus días libres o algo así?" me preguntó.

"¡Pero si en mi vida he hablado con esa mujer!" dije sorprendida.

"Hmm... Esto es muy extraño..."

Tocaron a la puerta del despacho. Remilia dio permiso, y Sakuya apareció de la puerta.

"Milady, la shikigami esta aquí."

Mis orejas retrocedieron junto a una mirada de reojo compartida con Ojou-sama. Esta se levantó y se dirigió a la entrada de la mansión. Yo la seguí de cerca nerviosa. Desde las escaleras del vestíbulo, ya se veía a la enorme mujer zorro de nueve colas esperando en la entrada. Mientras llegábamos, la shikigami nos hizo una reverencia como saludo.

"Me alegra volver a veros queridas compañeras," dijo Ran con una sonrisa simpática.

Ha dicho 'compañeras'... ¿Como lo sabe?

"Igualmente Ran," dijo Remilia con un tono serio.

"¿Estas lista, Salty?" me dijo Ran sin dejar de sonreír. Mis orejas seguían retrocedidas.

"Lo quiero de vuelta antes de que anochezca," dijo Ojou-sama con los brazos cruzados.

"Descuida."

Ojou-sama asintió con la cabeza. Acto seguido, dio la vuelta y echó a volar hacia su despacho. Ran se dio la vuelta y salió de la mansión. Yo la seguí de cerca, sin saber que decir. Ya fuera de la mansión, nos detuvimos y Ran me miró.

"Marty Marchant Highlight," me dijo seria. Yo pegué un suspiro.

"Hace tres años que dejé de ser ese... ser... así que no vuelvas a llamarme así. ¿Y que pasa aquí? ¿Es que ahora todo Gensokyo sabe quien soy o quien era en realidad?" le dije mas o menos cabreada.

"Si colaboras, eso no tiene por que ocurrir," me dijo con un tono desconfiado.

¿Que fue de aquella amabilidad que me mostró en aquella reunión de mascotas?

"¿Q-que me vais a hacer?" le pregunté con miedo.

"Lanzarte a Chen como no te calles," me dijo Ran.

Un portal se abrió a nuestra derecha. Ran lo atravesó y Yo detrás suya. Cuando el portal desapareció, Marisa asomó su cabeza de detrás de un arbusto cercano. Con cara seria y sin decir ni una palabra, cogió su escoba y voló hacia el este. Mientras tanto, otro portal se abría en medio de una elegante mansión. Del portal salieron un poni azul y una kitsune rubia. El portal se cerró y Ran empezó a caminar por la mansión. Yo iba trotando detrás de ella, observándolo todo. Parecía una mansión tranquila, aunque podía oírse un sonido grave y extraño por todos lados. Ran terminó parándome enfrente de una puerta de aquella mansión. Fui capaz de intuir quien había detrás de esa puerta.

"Cuando estés preparada, entra por esta puerta. Yo me voy a vigilar a mi shikigami."

Y Ran se fue, dejándome allí sin mas. Pegué un suspiro. Todo estaba ocurriendo demasiado deprisa... Pensaba de verdad que no tendría que volver a preocuparme nunca mas sobre mi pasado mientras viviera en este mundo. Pero nada... Esos capullos me siguen, vaya a donde vaya... No puedo vivir tranquila... Quise llorar allí mismo, sin importarme nada.

"En esta mansión solo puede llorar Chen."

Miré hacia arriba. La puerta estaba abierta, y Yukari me miraba con los brazos cruzados. Yo no dije nada... Yukari movió la cabeza como diciéndome que entrara, y efectivamente la seguí adentro del cuarto. El cuarto era en general una mezcla de cosas blancas y violetas. Había un escritorio al frente y una cama enorme y aparentemente cómoda a la derecha. También había un armario, una alfombra violeta hecha de plumas (creo), y una pequeña ventana por la cual entraba la luz solar. La verdad es que me gustaba el cuarto, aunque no estaba allí para valorarlo. Yukari se sentó en la silla del escritorio, y yo simplemente me senté en la alfombra. No hubo palabras por unos segundos hasta que Yukari pegó un suspiro.

"Disculpa a mi shikigami... Ha estado muchos años conmigo, y sabe que soy una youkai muy despreocupada por lo general. Por eso cuando me vio preocupada y se entero de que era por ti, bueno... Ya sabes, típicas situaciones."

Asentí con la cabeza. Aquello me tranquilizó un poco, aunque me preocupó que ahora Ran tuviera esa actitud conmigo solo porque he hecho preocupar a Yukari... Espera, ¿Que Yukari esta preocupada por mi?

"No hables; hablare yo primero y luego preguntas." Cerré la boca y asentí con la cabeza. Yukari asintió también. "Bien... Mira Salty, he estado hablando con Reimu sobre ti últimamente. La aparición reciente de la borracha Oni nos ha proporcionado mucha información sobre ti. Al parecer eres famoso en el infierno."

"Famosa..." dije bajito.

"Si, eso... Salty, las cosas que la Oni nos ha contado sobre ti son francamente espectaculares. Según ella, has llegado a hacer cosas que ni los dioses podrían haber hecho. Y eso me alegra porque significa que tenemos a alguien muy poderoso en Gensokyo, por lo que eres un as en la manga para nosotras."

Yukari se detuvo por unos segundos para beber un trago de una botella de vino (supongo) que no había visto antes. Yo simplemente pegué un suspiro y me mantuve firme. Por ahora me estaba diciendo lo mismo que Reimu, a excepción de eso de que soy un as en la manga para ellas.

"Pero el problema de los seres ultra-poderosos como tu, es que son blancos fáciles para los cazafortunas, ademas de que los diablos te tienen un poco de rencor. En definitiva, eres algo muy positivo para Gensokyo a la par que negativo, y eso es algo que me preocupa. Tu presencia aquí pone en peligro el aislamiento de este mundo, y eso es algo que no puedo consentir."

Estaba cabizbaja... Yukari tenía razón...

"Pero ya no puedo devolverte al mundo del cual viniste. Tienes seres queridos aquí que te hacen mas fuerte... Así que tengo una idea que podría funcionar."

"Espera espera espera... ¿Como que devolverme a mi mundo? ¿Es que sabes cual es?"

"Te contestaré cuando termine."

Me costó un poco, pero acabé asintiendo de mala gana. Yukari me iba a tener que explicar un par de cositas.

"Gracias... Como iba diciendo, tengo una idea que podría funcionar. Sabes que la Barrera Hakurei es lo que mantiene a este mundo aislado del resto, ¿Cierto?" Asentí con la cabeza. "Pues desde que el Dios Hakurei murió, la barrera ha estado debilitandose cada vez mas y mas. A este paso, Gensokyo quedará expuesta a todos, y contigo aquí mas todavía. Pero si es verdad lo que Suika nos dijo y eres tan poderoso y tal, podríamos fusionar nuestros poderes para reforzar la barrera de nuevo. Si esto funciona, todo estaría solucionado y podrías vivir aquí sin preocuparte de nada."

La verdad es que parecía un buen plan. Si hacer eso salva a Gensokyo y me ayuda a vivir tranquila, estoy abierta a cualquier método. Acepté el trato encantado, recibiendo una sonrisa de Yukari por su parte.

"Fantástico, sabía que podía confiar en ti. Entonces, te quiero mañana a primera hora en el Reino Hakurei. Mañana procederemos a hacerlo todo."

"Perfecto, emm... ¿Primera hora es por la mañana?"

"Correcto."

"Vale, emm... Ahora contesta a mi pregunta porfa," dije con gran interés.

"Aah, vale. Yo te he traído a Gensokyo Salty."

"¡¿QUE QUEEE?!" dije completamente incrédula de lo que acabé de oír.

"Ya me has oído."

"¡¿P-pero por que?!

"Te necesitaba aquí."

"¿U-uuh?" pregunté confusa. Yukari hizo un gesto con la mano, y un portal de los suyos apareció detrás mía.

"Ya he respondido a tu pregunta. Nos vemos mañana."

"Espera, ¿Que? ¡Pero si no has-"

El portal me absorbió sin dejarme terminar. Al atravesarlo y aterrizar estrepitosamente, el portal se cerró. Me incorporé y me acaricié la cabeza. Me dolía un poquito.

"¿Y bien? ¿Como ha ido todo?"

Miré al frente. Al parecer Yukari me había devuelto al despacho de Ojou-sama. Esta me miraba desde su trono impaciente por saber que tenía que contarle.

"P-poos..." Troté hacia ella y me senté cerca suya. "Bueno, todo se resume en dos temas. El primero es que quieren usarme para reforzar la Barrera Hakurei."

"¿Reforzar la Barrera Hakurei? Es la cosa mas prudente que se le ha ocurrido a Yukari en su vida," dijo Ojou-sama acomodandose en su trono.

"Jeje... Y la segunda es que Yukari es la que me ha traído a Gensokyo."

Se produjo el silencio. Ojou-sama se quedó pensativa, mirando a varios lados con los ojos. Comprendía a la perfección su confusión.

"Yukari es la que te ha traído... Hmm... ¡Sakuya!" llamó Remilia de golpe sobresaltandome un poco. Sakuya apareció de la nada; como siempre. "Llama a Patchouli. Es Urgente."

Sakuya desapareció cual espejismo. Para la experiencia que tengo con la magia, nunca he visto a nadie que hiciera lo mismo que Sakuya. Y no; lo que hace Sakuya no es simple teletransportación.

"¿Me llamaste?" dijo Patchouli desde la puerta del despacho.

"Adelante Patchy," dijo Remilia. Patchouli entró y cerró la puerta.

"¿Ocurre algo?"

"Tu has sido una de las doce mascotas de los dioses creadores de Gensokyo, ¿Cierto?"

"Así es... ¿A que viene esta pregunta?"

"¿Conoces a un tal 'Marty Marchant'?" miré a Ojou-sama sorprendida. ¿A que ha venido esa pregunta?

"Hmm... Me suena ese nombre..." dijo Patchouli pensativa.

"¿T-te suena?" le dije sorprendida.

"Si, si que me suena... ¡Ah si! era una de las personas que los dioses predestinaron para que acabara en Gensokyo." Tanto Ojou-sama como yo, la mirábamos entre sorprendidos e interesados. "Los dioses creadores de Gensokyo tenían el extraordinario poder de manipular el destino de los seres vivos y de poder ver el futuro. Cuando se creó la Barrera Hakurei, les pareció buena idea usar estos poderes para 'salvar' a gente del universo 'importante' en cuanto estuvieran en verdadero peligro. Efectivamente, ese tal Marty Marchant era uno de los predestinados a llegar aquí. Y según los dioses, sería uno de los mas influyentes en Gensokyo."

Miraba al suelo... Mi alrededor desapareció... ¿Y-yo estaba predestinada a llegar aquí? ¿Que es lo que vieron esos dioses? ¿Y por que dejaron mi llegada a manos de Yukari? ¿Ellos ya previeron... Que acabaría siendo parte de la familia Scarlet?

¿Por que me siento tan observada?

"Lo siento."

Miré al frente a la vez que salí de mis pensamientos. Patchouli estaba enfrente mía agachada, con una mano puesta en lo que supongo que es mi hombro izquierdo. Notaba algo húmedo y frío en mis mejillas... ¿Eran lagrimas?

"Los dioses te vieron a ti en su visión futura. Vieron todo lo que hiciste, tanto bueno como malo, y vieron donde y cuando ibas a morir. Quisieron evitar eso, así que cambiaron tu destino e hicieron que los dioses te dieran la opción de resucitar después de morir... Se que es mucha revelación de golpe... Lo siento."

Ahora todo tiene sentido...

Abracé a Patchouli y hundí mi cara en su hombro izquierdo. Patchouli me devolvió el abrazo. Me quedé allí pegada a ella, llorando... Ya no pensaba en nada, solo quería llorar... No necesitaba nada más aquel día... Solo llorar...


Llevaba un buen rato enfrente del Reino Hakurei. No había dormido nada... Tenía unas ojeras horribles y los ojos rojos. Mi mente estaba vacía; no sentía nada... Solo quería acabar con esto cuanto antes y volver a la mansión para no salir de allí en un tiempo.

Se abrió la puerta corredera del reino. Reimu y Yukari salieron de ella. Caminaron hacia mi hasta que consiguieron ver mi horrible cara. Reimu puso cara de preocupada.

"Veo que ya te enteraste de todo," dijo Yukari seria. Yo no dije nada ni hice nada. Yukari asintió con la cabeza.

"¿Procedemos entonces?" dijo Reimu.

"Afirmativo."

Nos alejamos un poco del reino y nos pusimos en fila, mirando al norte. Reimu estaba en medio, Yukari a su derecha y Yo a su izquierda. Hubo unos segundos de silencio en el que el sonido del viento y la naturaleza nos ayudaron a concentrarnos y tranquilizarnos. Reimu puso su Gohei entre sus manos, concentrando poder en ella. Cuando estuvo preparada, miró al cielo y disparó un rayo blanco desde su vara. El rayo impactó en alguna parte del cielo en donde este dejó de ser azul y se transformó en un rojo clarito. Esa debía ser la Barrera Hakurei.

"¡Ahora procederé a lanzar el rayo reparador. Fusiona tu rayo con los nuestros cuando estés lista Salty!" me dijo Yukari.

Asentí con la cabeza como pude. Tras esto, Yukari apuntó a la barrera con su parasol cerrado, y de este salió un rayo violeta que se fusionó con el rayo de Reimu. La barrera empezó a desprender chispas blancas por todos lados. Era mi turno. Apunté con una pezuña hacia arriba y cerré los ojos. Me concentré... Y abrí los ojos. Un rayo azul cielo salió disparado de mi pezuña. En el momento en que se fusionó con el rayo de Reimu y Yukari, la barrera desprendió una fuerte luz blanca junto a un ruido parecido al de una explosión. Esto nos pilló por sorpresa a las tres. Cuando pudimos volver a mirar, la barrera era de un color rojo fuerte junto a algunas fracciones blancas. Los tonos de color ahora eran muy fuertes... ¿Eso era buena señal?

"¿...Ha funcionado?" dijo Reimu mirando a Yukari.

Yukari había dejado de emitir su rayo. Al ver que hizo eso, hicimos nosotros lo mismo. La barrera desapareció de la vista y fue sustituida por el cielo azul. Miré a Yukari. Esta me miraba fijamente con cierta impresión. Joder... ¿Que ocurre ahora?

"Apenas hemos tardado treinta segundos en repararla..." dijo Yukari mirando a Reimu.

"¡Oh! ¿Entonces ha funcionado?" dijo Reimu con alegría.

"¡¿Que si ha funcionado?! ¡Hemos tardado treinta segundos! ¡TREINTA SEGUNDOS!" dijo Yukari con una emoción nunca vista en ella.

"Vale... ¿Y que?" preguntó Reimu sin entender nada.

"¡Reimu, tu padre tardó mas de veinte minutos la ultima vez que la reparó antes de morir!" dijo Yukari. Ahora era Reimu la sorprendida.

"¡¿C-como hemos tardado tan poco entonces?!" preguntó Reimu.

"¡Es por Salty! ¡Los rumores sobre ella no eran broma! ¡Es realmente pode-"

Yukari se había dado la vuelta para verme, pero yo ya no estaba. Me fui de allí en cuanto dijo que había funcionado. La barrera estaba reparada; perfecto. Ya no quería saber nada de poderes ni de mierdas ni de nadie. Solo quería volver a mi hogar y estar en paz hasta que me diera la gana.

No tardé en llegar a la mansión. Abrí la puerta de la entrada de esta, pero alguien me detuvo. Miré a mi espalda y vi a Fujita corriendo hacia mi. Cuando me alcanzó, pude ver que llevaba a Meiling en brazos. Esto me llamó la atención.

"¿Que ocurre? ¿Le ha pasado algo?" le pregunté trotando hacia el sin dejar de mirar a Meiling.

"No se que le ha pasado, pero no respira... Le he tocado el cuello y... No tiene pulso."

Next Chapter: 19. Episodio 19 Estimated time remaining: 2 Hours, 26 Minutes
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