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Touhou Dierite: La Mascota De La Familia Scarlet Devil

by Dierita

Chapter 10: 10. Episodio 10

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Episodio 10: La Familia Crece.

Sakuya corría como podía hacia la mansión. Llevaba una cesta llena de cosas dentro, con una manta blanca puesta encima y su mano izquierda sujetando para evitar que se le cayera nada. Seguramente venía de comprar. La cara de sorpresa estaba marcada en su rostro, como si hubiera visto algo imposible. No tardó en llegar a la entrada de la mansión con aquella carrera.

Al mismo tiempo, Meiling meditaba placenteramente en su punto estratégico del jardín. Era un punto cercano a la entrada a la par que escondido de la simple vista, por lo que era fácil pillar a intrusos por sorpresa desde allí. Por supuesto que Sakuya sabia que a Meiling le gustaba mucho echar la siesta en ese punto, así que no tardó en dirigirse a esta tras recobrar el aliento de tanto correr. Ya enfrente de la Meiling durmiente, inspiró hondo y recobró su compostura.

"¡DESPIERTA, TORPELIROJA!"

Meiling despertó lentamente, sin prisa. Fue entonces cuando Sakuya la cogió del cuello y pego su cara con la de ella.

"¡REUNION EN EL DESPACHO DE MILADY, YA!"

Sakuya soltó a Meiling tras esto y salió corriendo a la entrada de la mansión. Ya dentro de la mansión, corrió a la biblioteca y avisó a Patchouli. Una vez avisada, dejo la biblioteca y corrió hacia el despacho de Remilia. Abrió la puerta del despacho de par en par, captando nuestra atención. Sakuya entró despacio al despacho, recobrando el aliento como podía y dejando la cesta sobre el escritorio de Ojou-sama.

"Milady... Ahh... Traigo noticias..." dijo Sakuya recuperando el aliento como pudo.

"Mas vale que sea importante," dijo Patchouli entrando al despacho seguida de Meiling.

"Oye Sakuya, deberías ir a un especialista en bipolarismos," dije sonriendo desde mi posición. Sakuya me respondió con una mirada asesina.

"Procede Sakuya," dijo Remilia cruzándose de brazos y acomodándose en su trono.

"Ha aparecido... Ha aparecido..." Sakuya se incorporó con mucho drama. "¡HA APARECIDO UN HOMBRE EN EL PUEBLO HUMANO!"

Un silencio profundo se produjo en el despacho. Solo se oían los pájaros de afuera y unos golpes escuchándose desde el sótano de la mansión. Seguramente sería Flandre jugando, pero nuestra atención estaba firme en la blasfemia que dijo Sakuya. Meiling pegó un suspiro mientras Remilia colocó sus hombros sobre el escritorio, con una mirada muy seria y colocando sus manos por debajo de su nariz.

"Sakuya, esas bromas no tienen gracia," dijo Meiling rascándose la cabeza.

"¡NO ES UNA BROMA; LO HE VISTO DE VERDAD!" dijo Sakuya sin perder su drama. Había que reconocer que su reacción era bastante convincente.

"Volved todas a vuestro puesto. Tendremos una reunión esta noche y hablaremos mejor de este asunto," dijo Ojou-sama recibiendo una sonrisa por parte de Sakuya.

"Vaya perdida de tiempo," dijo Patchouli dando la vuelta y saliendo flotando del despacho.

"P-pero un momento, ¿Es que la crees?" dijo Meiling mirando incrédula a Remilia. Sakuya no dijo nada y simplemente desapareció del lugar.

"Esta tarde hablaremos de eso. Ahora vuelve a tu puesto," dijo Remilia una vez mas.

Meiling no insistió mas. Hizo una reverencia y se retiró; cerrando las puertas del despacho. Miré a Ojou-sama. Esta respiró hondo con los ojos cerrados.

"Su predicción se cumplió," le dije sin mas.

"Así veo... Presta atención Salty, solo lo contaré una vez."

Estaba listo. Ojou-sama por fin iba a contarme que pasó aquel fatídico día que todos los hombres de Gensokyo desaparecieron... ¿Estaba listo?

"Hace tres años apareció un grupo de mujeres que se hacían llamar 'Las Genociders'. Eran unas criminales misandricas reconocidas por haber hecho varias atrocidades en Gensokyo. Pero el día en que se pasaron de la raya fue cuando planearon el famoso genocidio apocalíptico. Reimu consiguió derrotarlas pero... Bueno... Creo que te lo puedes imaginar."

"Llegó tarde." Remilia asintió con la cabeza. "Que típico... Aunque el final no es tan predecible. Normalmente el bien suele ganar. Aunque estamos hablando de Gensokyo..."

"No pareces muy sorprendido Salty," observó Remilia.

"¿Francamente? No es la primera vez que veo algo así. Ahí tienes a King Sombra. Intento esclavizar toda Equestria, y lo consiguió. Aunque luego el bien terminó derrotándolo... Que aburrido, la verdad."

"Ya veo..." Ojou-sama se acomodó de nuevo en su trono. "Como predije, los hombres volverían a aparecer con el tiempo. Aun así, no me esperaba que fuera tan pronto."

"¿Es eso lo que vas a comentar en la reunión?" pregunté.

"Si, pero también otra cosa. Creo que ya ha llegado el momento de hacerlo."


"¡¿Aumentar la familia?!" dijeron todas a la vez.

Estábamos en la sala de reuniones, situado en el sótano a pocos pasos del cuarto de Flandre. Estábamos todos allí, incluyendo la citada Flandre. Ya habíamos hablado sobre el tema de los hombres, así que os adelanto la reunión al segundo y ultimo punto. Que bueno... Es el que acabáis de oír.

"Así es. Se que nuestra familia esta bien como esta, pero creo que nos vendría mas compañía... Y tal vez un poco de ayuda."

"¿Ayuda? ¿Usted? ¿No se supone que yo soy su ayuda?" pregunté extrañado. Remilia me miró de reojo.

"No soy tan vieja Salty, te lo he dicho muchas veces... Y si Salty, tu eres mi ayudante principal. Pero la cosa no soy yo, son ellas."

Hubo una reacción general. La mía fue de comprensión, la de Flandre no fue ninguna porque seguía el rastro de una mosca que había en el techo, la de Sakuya y Meiling fue de sorpresa, y la de Patchouli fue inexpresión pura.

"¿Una ayudante? ¿Yo? ¡Como mola!" dijo Meiling ilusionada ante la idea.

"Yo no necesito ayudantes," dijo Sakuya cruzándose de brazos.

"Lo se, por eso vas a tener mas ayudantes que ninguna," dijo Remilia sonriendo ante la cara de mala gana de Sakuya.

"Una ayudante... Esto puede ser interesante," dijo Patchouli sin expresión en su rostro.

"¡Patchouli-sama esta muy ilusionada!" dijo Flandre señalando la cara de Patchouli. No pude evitar reírme con aquello.

Y así empezó la operación 'La Familia Crece'. Ojou-sama preparó un carro lleno de boletos anunciando la posible incursión a la familia. Luego me ató al carro y tuve que ir arrastrándolo por todo el pueblo humano... Al parecer ahora soy un mulo de carga. Al menos no estaba solo, ya que Meiling vino conmigo y fue pegando los boletos en las paredes. También pusimos boletos en el Bosque Mágico, aunque una extraña chica que controlaba marionetas nos terminó echando. También pusimos en el Netherworld, donde también nos terminaron echando. También pusimos boletos en el Bosque de los Bambúes Perdidos, donde no se como nos la apañamos para no perdernos con tanto bambú. Y así en muchos otros sitios.

Terminó llegando la noche. Ya habíamos entregado todos los boletos, y volvíamos reventados a la mansión. Nos sorprendió ver una fila de hadas esperando en la puerta.

"Wow... Que montón de pretendientas," dije sorprendido.

"Y casi todas son hadas," dijo Meiling desatándome del carro.

"¿Eso es bueno?"

"Me imagino que si."

"¡Que guay, el famoso poni azul de Gensokyo!"

Me giré al oír eso. Tenía en la cara a lo que parecía una súcubo pelirroja, mirándome con admiración. Meiling miró a la súcubo con desconfianza.

"¿Tu eres?" preguntó Meiling.

"¡Vuestra mayor fan!" dijo con alegría.

Nuestra mayor fan... ¿Tenemos fans? ¿Desde cuando? Pero si es la primera vez que veo esta tipa...

"Ya... Salty, vayamos a dentro. Creo que aquí corres peligro," dijo Meiling intentando cogerme una pezuña.

"Vamos Meiling, no soy ningún niño chico. No me va a pasar nada," dije mirando a Meiling.

"¡Salty es tan independiente como dicen, AAAAAHH!" dijo la súcubo fangirleando. Me gire a la súcubo.

"¿Tu de que nos conoces?" le pregunté sonriendo.

"¿¡Quien no os conoce!? Todo el mundo habla sobre 'La Mascota Azul de Remilia Scarlet'. ¡Y eres tan kawaii como dicen!" dijo la súcubo saliéndole brillo de los ojos.

Aquello hizo que mis orejas retrocedieran... ¿Fue buena idea ir al pueblo humano en mi día libre? Se que habría tenido que ir hoy igualmente, pero... ¿O tal vez esto es cosa de aquella prueba que nos hicieron las Yamas?

"¡KAWAII!" dijo la súcubo sacándome de mis pensamientos. Estaba pegada a mi cara.

"¿Te importa respetar su espacio personal?" dijo Meiling cruzándose de brazos y cambiando el tono.

"¿Personal? ¿Pero no es un animal?" dijo la súcubo. Meiling se llevó una mano a los ojos.

"Aun así creo que deberíamos ir a dentro. Ojou-sama puede impacientarse." A Meiling se le cambió la cara. Miré a la súcubo. "Un placer conocerte, emm..."

"¡SE ALEGRA DE CONOCERME, AAAAAAHH!"

La súcubo salió volando por todas partes. Meiling pegó un suspiro sin paciencia, mientras que yo no pude evitar sonreír ante su actitud. Siempre me alegra a ver seres con tanta emoción como Koakuma. Pero a veces no es fácil cuales de esas emociones son honestas o no... ¿De verdad se sentirá tan feliz en el fondo? ... ¡No me miréis así, tengo derecho a desconfiar de la gente!

"A veces me pregunto que pasa por esa cabeza tuya," dijo Meiling mientras entrábamos a la mansión como podíamos.

"¿Por que lo dices?" le pregunté ya dentro de la mansión. Meiling suspiró.

"Salty... Tu no lo notas, pero hablas mas cuando estas callado. Se te nota mucho cuando estas bien o mal, o cuando estas pensando en algo que te preocupa o te cabrea. Sin embargo esos mensajes nunca son claros y... Haces que la gente quiera saber el por que... Y yo se que tu no quieres contar el por que, pero..."

Le tape la boca con una pezuña. Esta me miro extrañada.

"Vaya un momento has elegido para contarme esto... Vamos al despacho de Ojou-sama. No deberíamos hacerla esperar."

"¿No me vas a responder?" me dijo tras quitarle la pezuña de la boca.

No respondí, simplemente seguí trotando. Meiling pegó un suspiro y me siguió sin decir nada mas.


"¡Siguiente!" anunció Meiling.

Ya estábamos todos en el despacho. Las audiciones empezaron hace un rato, y por ahora Ojou-sama tiene a 16 hadas en el punto de mira para contratar. Todas las quiere destinar a Sakuya para que la ayuden con la limpieza. Sakuya quiso insistir en que no necesitaba ayudantes, pero conocía a Ojou-sama y decidió simplemente hacerse a la idea.

Ojou-sama nos dejó claro que aunque ella contrataría a quien quisiera, nosotros también debíamos contratar a una y solo a una. Yo ya sabía a quien iba a contratar, pero tenía curiosidad sobre las demás. Con todo esto, pasó la siguiente. Nos sorprendimos al ver a una humana en vez de a una hada. Tenia gafas y el pelo marrón corto. También parecía ser tímida.

"Una humana. Interesante... Preséntate," dijo Ojou-sama mirándola con interés.

"Emm... Me llamo Adelaine... He trabajado en varias mansiones, pero me han echado de todas por... Emm..."

"Vamos dilo. No pasa nada," dije con una sonrisa.

"Emm... Bueno... Mis amigas me llaman 'La Rompe-Platos'..."

"Pues vaya amigas..." dije francamente.

"¿Sueles romper muchos?" preguntó Ojou-sama.

"En realidad no, pero siempre se me termina escurriendo uno. Es solamente uno, pero ya por eso me despiden..."

"Comprendo... ¿Que te parece, Sakuya?" dijo Ojou-sama.

Despedir por romperse un plato... No es la primera vez que veo cosas tan estrictas y disciplinadas. Aun así, me parece un poco extremo despedir a alguien solo por un plato. Después de todo un fallo lo tiene cualquiera. Aun así, soy capaz de entender esta clase de disciplinas. La disciplina es algo necesario a veces para conseguir objetivos, por muy duro e injusto que pueda ser. Es lo que yo llamo 'un mal necesario'. En mi mundo natal, muchos jóvenes están demasiado hipersensibilizados con el tema y no se les puede imponer nada sin que se pongan a gritar, llorar o decir cosas innecesarias con tal de aumentar su orgullo ante lo que ellos consideran victoria. Me alegra que esto no sea así en Gensokyo; aquí el respeto esta muy igualado por lo general.

"Salty, te estamos esperando."

Salí de mis pensamientos. Todas me miraban. Me sonrojé un poco junto a la incomodidad.

"E-emm... No se que se me habéis preguntado, pero yo apoyo que le demos una oportunidad."

Todas dejaron de mirarme tras eso. Pegué un suspiro aliviado.

"Bueno, ya has oído a mi mascota. Nos vemos mañana por la tarde."

"¡M-muchas gracias!" dijo Adelaine con una reverencia.

"¡Siguiente!" anunció Meiling mientras Adelaine salía del lugar.

"Lo has hecho muy bien," me dijo Patchouli.

"¿Hacer bien que?" le pregunté.

"Contratarla."

Mierda...

"Eso te pasa por despistarte," me dijo Ojou-sama.

Pegué un suspiro. Y yo que quería contratar a...

"¡Hola a todos!"

Mire al frente. Allí estaba la súcubo... JUSTO AHORA TENIA QUE TOCARLE.

"Preséntate," dijo Remilia.

"¡Mi nombre es Koakuma, y soy una gran fan de vuestra familia! Lo he sido desde hace 20 años. Hoy se me ha presentado la oportunidad de trabajar con vosotras, y no quería desaprovechar esta oportunidad única."

"Una súcubo con aspiraciones. Interesante... Aun así, me pareces demasiado infantil... ¿Que opináis las demás?"

Fue entonces cuando Ojou-sama me vio cabizbajo. Sintió que esta era la que realmente quería contratar. Remilia cerró los ojos mientras escuchaba las opiniones de Sakuya y Meiling.

¿Por que a mi mascota le llama la atención las chicas infantiles?

"Yo quiero contratarla."

Todos miramos a Patchouli sorprendidos. Nadie se vio venir eso.

"¿Tu, Patchouli? ¿A que se debe eso?" preguntó Remilia.

"Aprovecharía mejor el tiempo si tuviera una ayudante que me ayudara a organizar la biblioteca. Además, los corazones azules deben mimarse," dijo Patchouli mirándome tras decir lo ultimo. Remilia sonrió.

"Muy bien... ¿Te interesa ser la ayudante de Patchouli, Koakuma?"

Un grito atronador de fangirling resonó por todo el despacho. Fue fácil interpretar eso por un si.


Las audiciones casi han terminado. Solo queda alguien mas y todo habrá acabado. El resultado final ha sido 25 hadas y 2 humanas contratadas por Ojou-sama como ayudantes de Sakuya, Adelaine por mi parte, y Koakuma por parte de Patchouli. Ni Meiling ni Sakuya han querido contratar a nadie por su parte, cosa que no me extraño mucho.

"¡Que pase la ultima!" anunció Meiling.

"El ultimo. Gracias."

Era un hombre... Nadie dijo nada. La impresión estaba marcada en el ambiente. Era incomodo. El hombre no era nada del otro mundo: Pelo moreno corto, ni alto ni bajo, delgado... Un hombre muy ordinario. Pero la cosa no era eso, sino que bueno... ¡Era un hombre!

"Mi nombre es Fujita Bagashama. Profesionalmente soy cuidador de mascotas pero también tengo de hobby cuidar de las plantas, así que también valdría de jardinero. Estuve trabajando en la Mansión de las Komeiji, pero termine dándome de baja por razones personales. He pasado unos años en el paro, y aquí estoy."

Había algo raro en ese hombre...

"Emm, bien bien." Ojou-sama se incorporó, saliendo del lapsus. "Así que eres jardinero... Eso es bueno de oír. Si os parece bien, podemos contratarle de compañero de Meiling."

"¡¿Q-QU-QUEE?!" dijo Meiling como si hubiera dicho una blasfemia.

"Entendido. Gracias por darme una oportunidad," dijo el hombre reverenciando.

El hombre se fue sin mas. Las audiciones habían terminado y Meiling se puso a discutir con Ojou-sama sobre aquella decisión. Yo estaba pensativo... Había algo en ese hombre que no me cuadraba... Actuaba demasiado normal.

"Pensar tanto no es bueno, Salty."

Me gire al oír a Patchouli, pero esta ya se estaba yendo del despacho flotando. Patchouli tenía razón, ya había pensado suficiente por hoy. Mañana será otro día... ¡Voy a jugar con Flandre!


"Despierte Milady. Ya casi es la hora de dar la bienvenida a los nuevos."

Sakuya corrió las cortinas, dejando entrar la luz del día. Me llevé las pezuñas a los ojos mientras oía el bostezo de Ojou-sama.

"Hamppff fakyuia cirno minutsog maff..." dije medio dormido.

Los zapatos de Sakuya hacían temblar el suelo. Bostecé y me quité las pezuñas de los ojos para ver a Sakuya alzándose sobre mi y...

"¿Por que?" le pregunté sin saber que decir.

"Ordenes son ordenes, aunque no me guste," dijo Sakuya cruzándose de brazos y mirando a otro lado.

...¿Ordenes?

"Hoy necesitaba espabilarte rápido Salty," dijo Ojou-sama.

"¿Y este te parecía el mejor método?" le pregunté un poco incrédulo.

"¡¿Ya o que?!" dijo Sakuya empezando a perder la paciencia.

Me levanté lentamente y troté hacia Ojou-sama tras esto. Esta se estaba vistiendo. Sakuya se cruzó de brazos.

"Esto es increíble... ¿Por que le deja que la vea así?" dijo Sakuya sin entenderlo.

"Porque le conozco," dijo Remilia sin inmutarse.

"¡¿Y ya por eso dejas que te coma con los ojos?!"

"No me toques los colmillos Sakuya," dijo Remilia empezando a cabrearse.

"D-discúlpame Milady... Ya me voy."

Sakuya se fue sin ser capaz de mirarnos. Remilia respiró hondo intentando calmarse.

"Sakuya me preocupa..." dije mirando a Ojou-sama. Esta ya terminó de vestirse con su vestido de siempre.

"Por eso le he enviado tantas ayudantes. Planeo darle un día libre a Sakuya," me dijo mientras se ponía los zapatos.

"Ahora comprendo... Aun así le vendrá bien un poco de ayuda," dije pensativo.

"Eso pienso... En fin, vamos a lo nuestro. Hoy hay mucho que hacer."

Y tras eso, Ojou-sama y yo fuimos a dar la bienvenida a los nuevos componentes de la familia. Hemos pasado de 6 miembros a 36... Que cambio tan brusco. Aun así seguro que este cambio mejorara mucho las cosas por aquí. O al menos eso espero...

Tengo mis temores...

Next Chapter: 11. Episodio 11 Estimated time remaining: 4 Hours, 4 Minutes
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