El Conde de Monte Caos
Chapter 5: El comienzo de la desgracia
Previous Chapter Next ChapterHolaaaaaa, continuemos.
Bye bye, Dislestia.
El tiempo paso rápido y, para alegría de Celestia y Discord, por fin llego el día de su esperada boda. La noticia estaba en boca de cada pony de Canterlot, no había nadie que no supiera del evento del siglo. La bella y aristócrata Celestia se casaba con el aventurero Discord, el mejor comerciante de viajes.
En casa de Celestia y Luna, todo era alboroto por aquí y por allá. Suri Polomare parecía a punto de desmayarse de un colapso de estrés por tanto ajetreo. Se sentía feliz al ver a su señorita tan feliz, al menos por ese día. Recordar el trato que hizo con Sombra le hizo sentir una punzada de culpa en la conciencia, pero solo sacudió la cabeza negativamente, intentando despejar su mente. Eso sería lo mejor para la señorita Celestia.
Tomo el largo velo de novia que había extendido por unos minutos y se dirigió a la habitación de Celestia. Toco la puerta, Luna se asomo.
-Tengo el velo, señorita Luna- dijo Suri.
-Gracias Suri. Pasa, necesito algo de ayuda para arreglar a mi hermana- dijo Luna.
Suri entro a la habitación. Quedo maravillada al ver a Celestia, quien llevaba un hermoso vestido blanco con tonalidades champagne en la parte inferior. Su cabello multicolor estaba recogido en un moño medio trenzado. Las joyas que usaba eran unos pendientes de rubí y un collar de oro con brillantes. Sus zapatos dorados relucían.
La diseñadora, una bella y elegante yegua unicornio de piel blanca y con una sofisticada y melena morada en rizos, se encontraba al lado de Celestia, arreglando el dobladillo del vestido.
-Oh, señorita Celestia ¡Usted luce maravillosa!- exclamo Suri, casi al borde de las lágrimas.
-¿No creen que esto es demasiado?- pregunto Celestia, observándose por todos lados.
-Para nada, señorita Celestia. Luces hermosa. Su prometido es un afortunado- sonrió la diseñadora.
-Gracias miss Rarity ¿Creen que le gustará a Discord?- pregunto Celestia.
-Aún no- dijo Luna. Tomo el velo y se lo puso en la cabeza- Ahora sí. Que hermosa luces.
-¡Oh, señorita! ¡Toda una dama!- exclamo Suri.
Miss Rarity terminó por fin con el dobladillo y saco sus alfileres de la tela.
-Ahora sí puede moverse, señorita Celestia- dijo, guardando sus alfileres en una cajita.
Celestia se movió con cuidado, pero luego se atrevió a girar con la falda del vestido. Parecía que creaba una nube de gasa color champagne alrededor de ella.
-Es perfecto. Gracias- expresó Celestia.
-Es un placer para mí diseñar el vestido de una de las ponies más importantes de Canterlot- suspiró miss Rarity.
-Creo que Pinkie tenía razón al decir que usted se comprometía con su labor de diseñadora- sonrío Luna.
-Bueno, adoro mi trabajo, señorita Luna. Y haber cosido el vestido de su hermana y el traje de su prometido ha sido la mejor oportunidad para progresar en mi trabajo- sonrío miss Rarity- yo soy quién debe agradecerles.
-Me alegra por usted. Espero que su negocio florezca- dijo Luna.
-Ah, Suri ¿Sabes si Discord esta listo?- pregunto Celestia- Ya que le dimos una de las habitaciones para que pueda alistarse.
-No lo sé, señorita- dijo Suri.
-Debe de estar cansado. Ayer llego muy tarde por su trabajo. Quizás esta dormido todavía- dijo Luna.
-¿Podrías ir a verlo, Suri?- pidió Celestia.
-¿Qué? Oh… eh… bueno, señorita- tartamudeo Suri.
Suri salió de la habitación y se dirigió a una de las habitaciones, donde Discord estaba. Toco la puerta suavemente.
-Eh… ¿Señor Discord?- pregunto, tocando de nuevo.
Al no obtener respuesta, abrió la puerta y se asomo un poco. Vio al draconequus dormitando un poco sentado sobre una silla. No estaba realmente dormido, solo cabeceaba un poco. Parecía algo cansado.
A su lado, en una silla, reposaba su traje para la boda. Miss Rarity se había lucido de verdad al hacerlo. Era de un color gris claro, con camisa blanca y un moño azul oscuro. Suri admiró el trabajo de la diseñadora, realmente amaba su labor. Y uno de los bolsillos del traje estaba semi abierto…
Pensó en ese día especial, los hermosos trajes, el delicioso banquete, todo eso que se iría al caño. Pero lo había prometido a Sombra, seguiría con el plan.
Sacando un papel doblado de su delantal, se acerco cuidadosamente al traje de Discord, intentado no despertarlo y metió el papel dentro. Recordó las palabras de Sombra la noche anterior…
Flash back de Suri:
-Recuerda- dijo Sombra, entregándole el papel- a la primera oportunidad que tengas, mete este papel en uno de los bolsillos del traje de Discord. No lo habrás por ningún motivo, no es de tu incumbencia.
-Haré lo que me diga, señor- asintió Suri.
-Bien, así me gusta- sonrió Sombra, entregándole otra bolsa de monedas- y esto es otra recompensa.
-Gracias, señor- sonrió Suri.
Fin del flash back de Suri
-¿Suri?- pregunto Discord, restregándose los ojos y confundido de ver a la criada allí.
-Ah, señor Discord- dijo Suri, nerviosa y aparentando tranquilidad- solo venía a despertarlo. Apresúrese, la boda será en algunos minutos.
-Claro, solo cerré los ojos un momento- bostezó Discord, desperezándose- ya estaba a punto de vestirme. Estoy algo cansado, trabajé hasta tarde.
-Debe darse prisa, la señorita Celestia ya esta lista- dijo Suri, pasándole un tazón con agua y una toalla, para que pudiera lavarse.
-Muy bien, gracias Suri- respondio Discord- no me dormiré de nuevo.
Sui salió de su habitación para dejar que se arreglara. Suspiro aliviada, pues el draconequus estuvo a punto de descubrirla en su misión.
-Misión cumplida, señor Sombra- pensó y se dirigió a la cocina a continuar con los demás quehaceres.
En la cocina, una pareja de ponies terrestres se hallaba súper ocupada. Tenían casi listo el banquete, pero el pastel de bodas había sido su mayor reto. Quisieron hacerlo perfecto para la pony más importante de Canterlot.
-Esta casi listo. Es muy hermoso ¿No querido?- pregunto una pony terrestre color celeste y con melena rosa fucsia.
-Ciertamente, amor. Es digno de la novia y el novio- respondio su esposo, un pony terrestre de melena naranja encendido y piel naranja suave.
-Hay que darle gracias a Pinkie Pie por habernos conseguido este trabajo- dijo ella, agregando un poco de glaseado.
-Nos recomendó enseguida con la señorita Luna- dijo él- nunca nos lo esperamos.
En ese momento la puerta de la cocina se abrió y entro Pinkie Pie de forma apresurada.
-¡Hola señor y señora Cake!- exclamo, saltando- ¡Wuuu! ¿Ese es el pastel? ¡Es taaaan grande!
Antes de que pudiera hundir un casco en la cubierta, la señora Cake logró detenerla.
-No Pinkie, el pastel es para la boda- dijo, con un tono muy amable.
-Lo siento. Es que las bodas me dan algo de nervios y ese pastel se ve súper deliciosoooooo- opino Pinkie.
-No te preocupes, Pinkie. Cuando se reparta, tendrás un buen trozo- dijo el señor Cake.
-Pero si gustas, puedes probar uno de los bocadillos para el banquete- dijo la señora Cake.
-¡Gracias! ¡No puedo esperar, ya quiero que inicie la boda!- exclamo Pinkie.
En la gran puerta principal, llamaron desde afuera. Luna tuvo que ir a atender y al abrirla, les sonrío a dos alicornios y un unicornio que estaban en el umbral. La primera era algo pequeña que la otra, de piel lavanda y melena morada con dos rayas rosa y fucsia. La otra tenía piel rosa y melena de colores morado, amarillo y rosa. Cargaba a una pequeña bebé alicornio y a su lado se encontraba el unicornio, de piel blanca y melena con tonalidades azules.
-Bienvenidos, Cadance, Shining, Twilight. Awww, y la pequeña Flurry Heart- dijo Luna.
-Hola, tía Luna- le saludo Cadance.
-Señorita Luna- saludo Shining, respetuosamente.
-Es un honor asistir a este gran día- saludo Twilight.
-Me alegra que hayan asistido a la fiesta más importante de mi hermana- sonrió Luna- todo esta casi listo.
-Me recuerda a los preparativos de nuestra boda ¿No querido?- pregunto Cadance.
-Claro, mi amor- respondio Shining.
-Me siento muy feliz por la señorita Celestia- dijo Twilight- ¿Cómo esta ella?
-No cabe en si de felicidad- dijo Luna- pero tengo miedo de que vaya a explotar.
Todos rieron por ese comentario.
-Pero estoy algo preocupada. Sombra no aparece todavía- dijo Luna.
-Ya aparecerá, tía. Tal vez este haciendo algo importante- dijo Cadance.
-Mmm, espero que venga pronto- dijo Luna- a Celestia no le gustaría saber que alguien que aprecia mucho no este presente en este día especial.
En ese momento, Pinkie salió de la cocina cargando un pequeño platito con algunos bocadillos.
-¡Señorita Luna! ¡Debe probar uno de estos! ¡Están deliciosos!- exclamo.
Luna le sonrío, pues el espíritu fiestero de Pinkie era contagioso.
-Claro que deben estarlo Pinkie- dijo- ya que tú me recomendaste a los señores Cake para el servicio de banquete.
-¡Me alegra de haberlo echo! ¡No hay nadie más en todo Canterlot que sea mejor que ellos!- exclamo Pinkie.
-¿Tú eres la organizadora?- pregunto Twilight.
-¡Sí, soy Pinkie Pie y me alegra conocerte!- respondio Pinkie.
-Ah… mucho gusto miss Pie. Soy Twilight Sparkle- respondio Twilight.
-No es necesario que me diga miss, solo Pinkie esta bien- respondio la pony rosa, quién se fue saltando.
-¿Ella siempre es así de energética, señorita Luna?- pregunto Twilight.
-Lo es. Es por eso que te cae bien desde el momento en que la conoces- dijo Luna.
-Yo opino que es muy agradable- dijo Cadance.
-Y parece que a la bebé también le agrada ¿No, pequeña?- pregunto Shining a Flurry.
La bebé soltó unos gorgoritos y rio.
-Eso fue un sí. Discúlpenme, ya regreso- dijo Luna.
Luna subió por las escaleras hacia la habitación de Celestia.
-Espero que el señor Sombra llegué pronto- dijo Twilight.
-Ese corcel no me inspira confianza- refunfuño Shining.
-Shiny, querido, sabes que es mi tío- le regaño Cadance, dulcemente.
-Lo sé, cariño. Solo que… no puedo evitar que me cause mala espina- dijo Shining.
-No es que quiera entrometerme, pero… el señor Sombra tiene un historial algo sospechoso- dijo Twilight.
-Y aunque quiera encubrirlo, los rumores nunca se esconden- dijo Shining.
-Todos cometemos errores. Estoy segura de que mi tío cambiará- dijo Cadance, arrullando a su bebé.
A sus espaldas, Twilight y Shining compartieron una mirada seria, obviamente sabían que Sombra no podía cambiar.
Llamaron a la gran puerta. Suri fue a abrir apresuradamente, sujetándose el delantal.
-Señor Sombra- saludo, con una reverencia.
-Ah, hola Suri- saludo el unicornio, dándole su abrigo. Miro a su alrededor y sonrió a los otros- querida Cadance, sobrina. Es un gusto verte de nuevo y a tu pequeña bebé.
-Igualmente tío- sonrió Cadance.
-Hola, joven Shining Armour- saludo Sombra.
-Señor Sombra- saludo Shining, como quién no quiere la cosa.
-Y por supuesto, la señorita Twilight Sparkle- sonrió Sombra.
-¿Cómo esta?- respondio Twilight.
-Bien, gracias. Debo decir que se ha convertido en una yegua preciosa- sonrío Sombra.
Shining frunció el ceño con este comentario. Twilight solo se quedo seria.
-¿Y cómo esta su hermana, Sombra?- pregunto Shining, en venganza. Cadance le lanzo un mirada reprochadora.
-Ravena esta bien. Lamentablemente no pudo asistir por motivos personales- dijo Sombra.
Después de unos momentos de silenciosa incomodidad, Discord salió de su habitación. Estaba arreglado y listo para la boda.
-Hola a todos. Me alegro que hallan podido venir- saludo.
-No me perdería el día especial de mi tía y usted por nada- sonrió Cadance- y creo que ya debo empezar a llamarlo tío Discord.
-Claro jaja, también tendré que acostumbrarme a llamarte sobrina- río Discord.
-Espero que la señorita Celestia y usted sean felices- dijo Twilight.
-Mi mayor prioridad será hacer feliz a Tia- dijo Discord.
-Pero pronto esa será mi prioridad- pensó Sombra.
Pinkie regreso, saltando animadamente.
-¡Pronto, la boda va a comenzar!- exclamo.
-¿Ya llego el reverendo?- pregunto Cadance.
-Justo aquí- respondio Pinkie, tomando el casco de un pony terrestre de avanzada edad- muy bien, reverendísimo señor, tome su puesto.
-Claro, Miss Pie- dijo el reverendo, avanzando hacía un lugar cerca de la chimenea de la sala que previamente habían preparado para la unión de los novios. Discord, también fue allí.
-Muy bien- dijo Pinkie- y que comience la boda.
Se acerco a un elegante fonógrafo de la sala y coloco un disco de vinilo que se titulaba "El cantar de primavera". Una música preciosa llenó la sala.
Los presentes sonrieron al ver aparecer a Celestia bajar por las escaleras, con su elegante atuendo. A su lado, Luna la acompañaba hasta el altarcillo.
Cadance sonrió, mientras apoyaba su cabeza en el hombro de su esposo y sostenía a su bebé. Twilight también sonrío muy feliz. Sombra aparentaba felicidad hacía la boda de su prima, pero por dentro esperaba ansioso a que Suri y Blueblood hicieran cada uno su parte.
Allí también se encontraban de testigos Pinkie, miss Rarity y los señores Cake. Suri Polomare también miraba, jugueteando con su delantal.
Celestia llego hasta el pequeño altar y le dedico una sonrisa a Discord. Luna se colocó al lado de ellos. Pinkie detuvo la música y le hizo una seña al reverendo, quién carraspeo y hablo:
-Estimados damas y caballos, estamos aquí reunidos para celebrar la unión del señor Discord y la señorita Celestia, a quienes les esperamos una larga vida llena de felicidad juntos. Y si alguien se opone a esta sagrada unión que hable ahora o calle para siempre.
Sombra, disimuladamente, le dedico una mirada de complicidad a Suri., pero la criada estaba algo asustada. El unicornio se llevo un casco a la cara, pensando si la incompetente cómplice a quién le había pagado tantos bits haría su trabajo.
-Bien, parece que podemos continuar- dijo el reverendo al darse cuenta de que nadie se oponía- señor Discord ¿Acepta a la señorita Celestia para amarla y honrarla como su legítima esposa hasta que la muerte los separe?
-Acepto- respondio Discord, sonriente.
Sombra volvió a mirar a Suri, esta vez con algo de furia. La criada tembló un poco.
-Yegua inútil- pensó Sombra.
-¿Y usted señorita Celestia, acepta al señor Discord para amarlo y honrarlo como su legítimo esposo, hasta que la muerte los separe?- continuo el reverendo.
Antes de que Celestia dijera algo, Suri reaccionó por fin, para alivio de Sombra. Lanzó un sonoro grito de dolor y se tiró al suelo, apretando uno de sus cascos traseros.
Los demás fueron asustados a atender a Suri, pues ese grito les había helado la sangre. Incluso Celestia y Discord salieron del altar, ambos preocupados por la criada.
-¿Suri, te encuentras bien?- pregunto Celestia.
-No sé que paso, señorita. De pronto, acabo de sentir un horrible dolor en uno de mis cascos- dijo Suri.
-¿Dónde?- pregunto Twilight.
-Por aquí, en estos lugares- dijo Suri, tanteando cualquier lugar de su casco.
Twilight lo examino, presionando ciertos lugares del casco de Suri.
-¿Te duele aquí?- pregunto, apretando un lugar cualquiera.
-Eh, sí. Y por alrededor- fingió Suri, poniendo muecas de dolor.
-Quizás debamos llevarte a ver al doctor- dijo Discord.
-¿Pero y la boda?- pregunto Pinkie.
-No es necesario que interrumpan la boda por mí- dijo Suri.
-Bueno, al menos después de la boda, te llevaremos con un doctor. Tal vez te torciste algún nervio del casco- dijo Celestia.
-Gracias, señorita- dijo Suri, tratando de levantarse.
-Permíteme Suri- dijo Sombra, ayudándola a caminar hasta un sillón de la sala.
Al hacerla sentarse, Sombra le susurro al oído:
-Buena actuación, Suri. Mereces una galletita o… más bits.
-Gracias señor- susurró Suri- ¿Y ahora qué?
-Diste tiempo suficiente para que pusiera en marcha mi segunda carta del plan- susurró Sombra, sonriente.
Miro que Celestia y Discord regresaban a sus lugares en el altar, esperando que el reverendo retomara la palabra. Pero en ese momento, tocaron a la gran puerta.
-¡Oh, vamos!- se quejó Pinkie.
Esta vez, Luna fue a abrir. Afuera, se encontraban dos fornidos corceles que llevaban el uniforme de la Fuerza Legal de Canterlot.
-¿Sí, les puedo ayudar?- pregunto Luna, obviamente desconcertada.
-¿Se encuentra aquí el señor Discord?- pregunto uno de los guardias.
-Sí ¿Por qué?- pregunto Luna.
-Tenemos una orden de arresto con su nombre- dijo el otro guardia.
-¡Pero eso no es posible!- exclamo Luna- ¡Él no ha cometido nada malo!
-Lo sentimos, señorita- dijo el primer guardia- pero son órdenes.
-¡¿Órdenes de quién?!- pregunto Luna, mientras ambos corceles la hacían a un lado de la puerta y entraban en la casa.
-Del señor Blueblood- respondio el segundo guardia.
Luna corrió detrás de ellos para adelantárseles.
-¿Hermana, qué ocurre?- pregunto Celestia, confundida al ver a los guardias.
-¡Esto es un ultraje!- exclamo Luna- ¡Estos dos dicen que deben arrestar a Discord por órdenes de un tal Blueblood, pero el novio de mi hermana no ha hecho nada!
-Son órdenes, señorita- dijo el primer guardia- nosotros solo cumplimos nuestro trabajo.
-Pero… pero no lo entiendo- dijo Celestia, desconcertada- ¿Qué pudo haber hecho mi prometido para que deban llevárselo? Sobretodo, hoy.
-No podemos facilitarle datos, señorita- dijo el segundo guardia- y lo sentimos que justo tenga que ser el día de su boda.
-No perdamos más tiempo. Señor Discord, debe venir con nosotros ahora- dijo el primer guardia.
-No comprendo que pasa para que tengan que llevarme- dijo Discord.
-Ya lo sabremos- dijo el primer guardia, tomándolo de su pata de león.
El otro guardia tomo su garra de águila y lo hicieron caminar, sacándolo del altar
-¡Discord!- exclamo Celestia, con lágrimas en los ojos.
La alicornio salió del altar, en la misma dirección en la cuál se llevaban a su prometido, seguida por Luna y Sombra. Los demás presentes se quedaron pasmados ante tal espectáculo.
Los guardias salieron de la casa, llevando a Discord. Se dirigieron a un carruaje, tirado por ponies terrestres, en el cual hicieron ingresar a Discord (con mucho esfuerzo, debido a que no entraba fácilmente).
-¡Discord, no!- grito Celestia, llamándolo mientras corría detrás.
-Espera, prima- dijo Sombra, deteniéndole el paso- no nos precipitemos. Antes hay que estar bien seguros de que es lo que pasa realmente.
-¡Tengo que ir con él!- exclamo Celestia- ¿A dónde se lo están llevando?
-Dijeron que tienen órdenes de un tal Blueblood- dijo Luna.
-Sé quién es, es el juez y jefe de la Fuerza Legal de Canterlot - dijo Sombra- supongo que lo llevarán a su despacho.
-¡Hay que ir! ¡No quiero que le hagan algo a Discord!- exclamo Celestia.
-Celestia, lo primero que debes hacer es calmarte. Además, debes cambiarte también. No creo que sea buena idea ir al despacho con tu vestido de novia- dijo Sombra.
-Esta bien, pero rápido- dijo Celestia.
Los tres entraron en la casa, para luego ir al despacho.
###############################################
-Bien, bien, bien- dijo Blueblood, sentado cómodamente en su sillón frente a su escritorio- entonces dices que no sabes de que se te acusa.
-No lo sé- dijo Discord, sentado en otra silla
-Muy bien, para refrescarte tu memoria, eres un principal sospechoso de ser un espía chryssalinista, alguien que trabaja como agente de la general Chrysalis- dijo Blueblood.
-No es cierto. Soy comerciante viajero, no espía- dijo Discord.
-Oh ¿Entonces se puede saber por qué se encontraron varias cartas sobre el estado de Canterlot dirigidas a Chrysalis y firmadas por ti en el barco dónde llegaste desde Yackyakistán?- pregunto Blueblood.
-¡Eso es mentira!- exclamo Discord- ¡No le he escrito cartas a nadie!
-Señor Discord, es mejor que diga la verdad o me encargaré de ponerlo en un lugar donde jamás volverá a ver la luz del día- dijo Blueblood.
Discord lo miro desafiante. En ese momento se oyeron varias voces afuera del despacho.
-¿Y ahora qué?- pregunto Blueblood, irritado.
Celestia, Luna y Sombra entraron, mientras algunos guardias intentaban detenerlos.
-Lo sentimos mucho, señor- dijo uno de los guardias.
-No hay problema. Déjenlos- dijo Blueblood.
Los guardias los dejaron pasar y se fueron.
-¿En qué puedo ayudarlos?- dijo Blueblood- En estos momentos estoy muy ocupado.
-¡Señor Blueblood!- exclamo Luna- ¡Esto es una injusticia!
-¡Mi prometido no ha cometido ningún delito!- exclamo Celestia.
-¿Esta totalmente seguro de que no cometió algún error en su detención?- pregunto Sombra (este maldito hipócrita… e_e).
-Absolutamente seguro- respondio Blueblood.
-¡Entonces muéstrenos una prueba verosímil!- exigió Celestia.
-Bien. Señor Discord, tome una pluma y escriba lo que quiera en uno de los papeles- dijo Blueblood.
Discord obedeció y escribió algunas oraciones en el papel. Blueblood las examinó y luego saco otro papel de una caja que había en el despacho.
-Comparemos la similitud de la ortografía lo que acaba de escribir con una de sus supuestas cartas de traición- dijo Blueblood.
Todos miraron la carta. Para su ingrata sorpresa, tanto la carta como lo que había escrito Discord hace poco, eran de igual ortografía.
-No puede ser…- dijo Luna.
-Discord…- sollozó Celestia.
-Que horrible- suspiro Sombra.
-Además… ¿Qué tenemos aquí?- inquirió Blueblood, metiendo su casco dentro de uno de los bolsillos del traje de Discord, sacando el papel.
Blueblood lo leyó y frunció el ceño, sonriendo triunfante.
-Tal como debimos esperar- dijo- una carta de instrucciones a un cómplice para que… se "deshaga" de tu querida Celestia, mientras estén viajando en la carroza rumbo a su luna de miel. Y tiene tu ortografía y esta firmado por ti.
Celestia se quedo boquiabierta, mientras una lágrimas amargas corrían por sus mejillas.
-Bien, supongo que no hay nada más que decir- dijo Blueblood- señor Discord, queda usted arrestado por la traición a Canterlot en colaboración con la general Chrysalis y… por el intento de asesinato de una noble dama.
Nadie dijo nada, ni siquiera Discord. Estaba devastado y confundido, no sabía porque estaba ocurriendo esto, y no tenía algún argumento para defenderse con todas esas desconcertantes, pero al parecer ciertas, pruebas en su contra.
-Y como juez y jefe de la Fuerza Legal de Canterlot- continuo Blueblood- lo sentencio a una condena perpetua en la prisión del Castillo del Tártaro. No tengo nada más que decir.
Llamo a sus guardias y estos sujetaron a Discord, escoltándolo afuera, hacía una carroza donde lo trasladarían a Castillo del Tártaro. Los demás salieron también detrás.
-¡DISCOOOOOORD!- exclamo Celestia, por última vez.
Discord no pudo hablar. Cuando lo hicieron ingresar a la carroza, solo derramó algunas lágrimas de impotencia. Miro por la ventanilla a la yegua que había amada una vez más.
La carroza empezó a avanzar, llevándose al draconequus consigo, hacía el lugar que sería su última morada, alejada de todos lo que valoraba.
Celestia , derrotada por la tristeza, se echo a llorar desconsoladamente. Sombra la abrazó y acaricio su cabello multicolor.
El día que debía ser el comienzo de la felicidad para una pareja, fue en realidad el comienzo de la desgracia.
NOTA DE LA AUTORA:
Uy, si que fue difícil escribir esto.
¿Qué opinan? Me esforcé por hacerlo algo triste para poner el fin del Dislestia.
Si la parte de la acusación les pareció muy… vaga, perdónenme. No soy muy buena con los temas de juicio.
Pobre Dissy, hasta yo me siento culpable por haber escrito esto.
Con el Castillo del Tártaro me refiero al Castillo de If, dónde estuvo encarcelado Edmundo.
Hasta otro capítulo.