My Little Pony: Sin Fronteras Acto 1 - La gema del espejo
Chapter 5: Perdidos
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-Eso es. Cuando trabajes con Broma Venenosa mucho cuidado debes tener, una incorrecta manipulación de la misma, por un buen apuro pasar te puede hacer. No, no, nunca acerques tu hocico a la flor, es a través de su polen como se transmite ese mal mayor. -Zecora daba instrucciones al unicornio mientras este intentaba aprender más acerca del arte de las pociones y manipulación de plantas.
Por mucho que lo intentaba, le costaba más de lo normal seguir el ritmo de las lecciones de la cebra, llevaba varios días sin poder concentrarse tanto como a ambos les gustaría. Parecía estar constantemente pensando en aquella cosa que le faltaba y que su otro yo quería destruir. Tampoco ayudaba el hecho de que no consiguió contactar en sueños con él.
-Sera mejor que lo dejemos por hoy, necesitas plena concentración para aprender las lecciones que te doy. En la situación actual, es absurdo continuar. -Dijo al final tras soltar un suspiro.
-Lo siento maestra. Es que por más vueltas que le doy, no comprendo que puede ser eso que debo proteger de mi otro yo. Y no he podido contactar con él desde que ocurrió aquello. -Se giraba Herbal hacia ella mientras se sinceraba. -Tengo que descubrirlo cuanto antes para evitar causar más daño a nadie.
-Comprendo, pero presionarte hasta el punto de no prestar atención, no te va a dar la solución. Lo descubrirás tarde o temprano, pero te garantizo que apresurarte a ello será en vano. Han pasado cuatro días desde aquello y no has salido de casa para nada que no fuera ir al jardín a por plantas que te he pedido. ¿No crees que ver a tus amigos vendría bien para hallar el camino?
-Quizás tenga razón maestra, pero no soy capaz de mirar a la cara a Great Thrill después de lo que le hice, y Minty dijo que tenía que volver a casa. -Desviaba la mirada un poco.
-Escúchame mi joven aprendiz. Una amistad forjada en base a la confianza, no se vendrá abajo ante cualquier amenaza. Great Thrill te dijo que no te guardaba rencor, que te entendía, estoy convencida de que verte le gustaría. -Sentada ante el unicornio, Zecora dedico un buen rato a darle consejos y a charlar con él.
Poco después, alguien llamó a la puerta de la cabaña. Herbal sospechaba que podría ser Great Thrill, en el fondo tenía muchas ganas de verle, se sentía solo. Sin embargo, cuando Zecora abrió la puerta de la cabaña, fue una voz femenina la que le llego a sus oídos, una voz que Herbal reconoció al instante.
-¿Minty? ¿Qué está haciendo aquí? -Se decía a sí mismo en voz baja mientras se levantaba y caminaba hacia la puerta.
-Hola Herbal. ¡Sorpresa! -Con su habitual sonrisa llena de alegría y positivismo.
-¿Qué estás haciendo aquí, Minty? ¿No nos dijiste que tenias que irte a casa de nuevo? -Preguntaba Herbal confuso, aunque sentía cierta felicidad al mismo tiempo de ver a su amiga.
-Sí, bueno. Mande una carta a mis padres desde la tienda de mi prima Cherry en Baltimare. Les pedí permiso para quedarme más tiempo fuera de Alto Terre a cambio de no descuidar el aprendizaje familiar y entrenar todos los días. Por supuesto, todo esto estaba previamente hablado con mi prima, y ella ya ha aceptado ayudarme a mejorar mis habilidades.
-¿Y te han respondido ya? -Se apresuró a responder Herbal.
-Justo a eso venía. Sé que te dolió mucho cuando dije que me tenía que ir, por eso vengo a decirte que mis padres han accedido a que me quede más tiempo por estas tierras. Cherry será mi tutora mientras me quede por la zona de Baltimare. ¿No es genial? -Minty sonreía alegre. No era para menos, pues el unicornio se lanzó a abrazarla en cuanto terminó de hablar.
-Claro que lo es, así ambos saldréis beneficiados. ¿Por qué no vais a contárselo a vuestro amigo? -Dijo Zecora al ver que Herbal no estaba por hablar en ese momento, lo único que su hocico parecía decir era algo parecido a 'gracias'.
-Es una gran idea señorita Zecora. Iremos ahora mismo. -Contestaba Minty aun con Herbal aferrado a su cuello. -Tan pronto como Herbal me suelte, claro. jaja.
Esto provoco que el unicornio se sonrojara y soltara apresuradamente a la yegua terrestre, que a su vez provoco la risa de ambas yeguas.
-Se me acaba de ocurrir una idea. Cuando hayáis tratado los temas que tengáis que tratar, os pido que a esta casa volváis. -La cebra parecía tener algo en la cabeza, pero no dio ninguna explicación.
-¿Qué planea maestra? -Preguntaba el curioso unicornio.
-Tengo que pediros un favor, tranquilo, no es nada que cause pavor. Un encargo os quiero realizar, ya que yo de este bosque no... debo marchar. -Explicó brevemente. -Os daré mas detalles cuando los tres os hayáis reunido.
-De acuerdo. ¡Vamos a buscar a Great, Herbal, seguro que le hace mucha ilusión saber que me quedo aquí! -Minty no dio más importancia a aquella explicación, sin embargo Herbal no podía quitarse de la cabeza la razón por la cual les quería pedir un favor, 'no debo marchar', ¿había algo fuera del bosque que retuviese a la cebra dentro?
-Sí, vamos. Hace cuatro días que no lo veo. Le echo de menos.
Durante el trayecto a la casa de Great Thrill, Minty no calló ni un solo instante. Al parecer tenía tanto que contar a Herbal de su ciudad natal y de ella misma, que apenas dejaba al unicornio expresarse. Entre tanta conversación por parte de Minty, Herbal también aprovechaba para resumir brevemente todo lo que Zecora le enseñaba. Tampoco es que le quedara más remedio que resumir, la yegua no le dejaba apenas hablar.
-Ups, siento estar hablando tanto. Soy una charlatana de cuidado y cuando empiezo no paro, ya me puedes perdonar Herbal. -A esas alturas, casi sonaba a burla que lo dijese ella, pero parecía sincera, ya que desde ese momento se mantuvo bastante callada permitiendo por fin a un aliviado Herbal poder expresarse con libertad.
No tardaron demasiado en llegar a casa de Great Thrill, tan modesta como siempre vista desde fuera. Ambos llamaron a la puerta, pero no hubo respuesta. Seguramente había salido a dar una de sus habituales vueltas por el bosque.
-Vaya, parece que hemos llegado en mal momento. ¿Qué hacemos ahora? -Preguntaba el unicornio.
-Solo podemos esperar o buscarle. Lo primero me resulta aburrido, así que mejor vamos a buscarle. -Respondía Minty con una sonrisa en la cara. -El bosque es algo grande, pero si más o menos sabemos por donde pasea...
-Yo tengo una idea, aunque es algo poco probable...
-Dispara. Soy todo oídos.
-El primer día que le vi, estaba dando un paseo cerca de un lago. Tal vez haya ido allí. Las posibilidades son remotas, pero es lo único que se me ocurre. -Razonaba con lo poco que podía permitirse Herbal.
-De acuerdo. En ese caso, vamos. Guíame. No conozco este bosque lo suficiente como para llegar allí por mi cuenta.
Así, los dos ponis se pusieron camino del lago. El lago donde Herbal conoció a Great Thrill hace tan solo casi una semana.
Cuanto más se acercaban al lago, siempre guiados por el unicornio, se empezaban a oír algunos ruidos de golpes. Al principio, pensaron que se trataría de un monstruo peleando contra otro o incluso que alguien estaba siendo atacado por uno, pero al no oír quejidos, descartaron la segunda opción.
Finalmente, tras unos arbustos, se llegó a los pies de un muro, el terreno era rocoso y había unos cuantos maniquíes colocados en el suelo con tablas de madera. Ante ellos, Great Thrill sujetaba una espada de madera mal hecha con sus dientes. Tenía varios rasguños en su pelaje, signo de que había estado en lo que parecía un entrenamiento de guerrero sin descanso por un buen rato.
-¡Hola Great! ¡Eooo! -Para no variar, Minty era la que llamaba la atención del terrestre.
-¿Minty?, ¿Herbal?, ¿Que estáis haciendo aquí? -El poni dejo caer la espada al suelo mientras se acercaba a ellos algo sorprendido.
-Supongo que no esperarías vernos aquí, ¿verdad? Fuimos a buscarte a casa, pero no estabas allí. -Explicó Herbal. -Sentimos interrumpir tu... ¿entrenamiento?
-Así es. Suelo entrenarme a diario para no perder forma y cumplir con los requisitos de las pruebas de acceso a guardia real. Aunque sí que es cierto que he duplicado esfuerzos estos cuatro días. -Decía con motivación. -Debo poder defenderme en cualquier situación y con esa fuerza adicional, quiero proteger con más ahínco aquello que mas me importa. -Lanzó una mirada sincera a Herbal.
-¿Lo dices por lo que pasó? -Intrigado, el unicornio preguntaba sobre algo que no le apetecía demasiado hablar.
-Sí. Prometo que si vuelve a pasar algo parecido, seré yo quien te devuelva a tu ser. Eres mi amigo y quiero poder serte de ayuda. Para eso están los amigos.
-Eso es todo un detalle Great. -Dijo Minty acercándose a ambos y poniéndoles los cascos delanteros alrededor de sus cuellos.
-Yo también te lo agradezco. Me demuestras que no debo rendirme tampoco... bueno, no solo tú, Minty y Zecora también. Aunque no se bien de que soy capaz cuando me domina, no conozco todo su poder, prometedme que si es demasiado fuerte, no os sobre esforzareis. -Rogaba Herbal a sus amigos.
-Dalo por hecho. -Contestaron ambos al unisonó asintiendo con la cabeza. Luego Minty prosiguió la conversación. -Bueno, no nos pongamos ahora sentimentales, es un día para celebrar después de todo.
-Cierto, se me había olvidado... -El unicornio sonreía, una de las pocas veces que lo hacía ante sus amigos.
-¿Motivo de celebración? ¿Qué ha sucedido? ¿Es el cumpleaños de alguno de vosotros? -Recogiendo su espada, Great Thrill formulaba una pregunta confuso.
-No. Resumiendo mucho, me quedo con vosotros en vez de irme a mi casa. Mis padres han accedido a que mi prima sea mi tutora y pueda aprender desde Baltimare. Así que, no te libraras de mi tan fácilmente, Great. -Le guiñó el ojo al tiempo que ponía una de sus mejores sonrisas.
-¡Es estupendo! Eso sí que es una gran noticia. Me alegro mucho por todos, porque podremos mejorar en nuestros aspectos y además seguir compartiendo la amistad que tenemos. -El poni terrestre estaba radiante de felicidad.
-No quiero separarme de vosotros. No ahora... -Herbal sentía la necesidad de llorar, pero se había planteado ser fuerte, así que se contuvo un poco.
-Y bueno, ahora que estamos los tres juntos, ¿qué hacemos? -Preguntó Great Thrill.
-¡Oh!, Es cierto. Zecora nos ha llamado. Quería que la ayudáramos con algo. Aunque no especificó con qué... -Recordó de repente Minty, casi se le había olvidado.
-¿Ayudarla? Eso es poco habitual. ¿Qué necesitará? -La pregunta del poni terrestre resonaba con fuerza dentro de las cabezas de los tres. -Bueno, solo hay una manera de saberlo. ¿Vamos a verla?
-A mi también me pica la curiosidad. Adelante. -Minty volvía a sonreír.
-De acuerdo. De todas formas es mi maestra, no puedo negarle un favor después de que me este entrenando. -Razonaba Herbal.
De esa forma, los tres pusieron sus cascos en dirección a la casa de la cebra en lo más profundo del bosque. La curiosidad los carcomía. ¿Qué podría necesitar una yegua tan capaz como ella? Pronto lo descubrirían, tan pronto llegaran a la casa.
Llamaron a la puerta y esperaron pacientes unos pocos segundos hasta que el pelaje grisáceo de Zecora asomó por la misma. -Buenos días amigos míos, os estaba esperando. -Decía sonriente.
-Buenos días señorita Zecora. -Saludaban ambos ponis terrestres al unisonó. Herbal en cambio se refirió a ella como maestra.
-Muchas gracias por venir, espero que no os suponga un problema lo que os quiero pedir. Pero primero pasad, no es apropiado que no os deje entrar.
Los tres entraron uno detrás de otro en la pequeña cabaña y se sentaron alrededor de una mesa en un rincón de la misma mientras Zecora cogía un pequeño saco y se acercaba a ellos. Una vez hubo llegado a la mesa, cogió el saco con un casco y volcó el contenido en la mesa dejando a la vista de todos, una cereza con un pequeño resplandor dorado.
-Necesito que os acerquéis a Dodge Junction por mí, en busca de mas cerezas como esta. Son raras pero es temporada de cosecha.
Minty miraba la cereza dorada con curiosidad desde varios ángulos. -¿Es una cereza aurea? ¿Es una autentica cereza aurea? -Su curiosidad se torno en incredulidad. -He oído hablar de ellas. Dicen que su sabor es incomparable a otras cerezas, y que se pueden hacer unos dulces sabrosísimos con ellas, pero nunca tuve la oportunidad de ver una de verdad.
-Eso es, joven potranca. Y no solo son conocidas por su sabor, para la elaboración de pociones también poseen un gran valor. No son doradas por nada, poseen ese color por estar expuestas a las cualidades del terreno de la zona. En consecuencia, esos nutrientes absorbidos pueden utilizarse en combinación con ciertas plantas, por eso es de vital importancia obtenerlas.
-¡Impresionante! Sí que son útiles estas cerezas entonces. Pero si Dodge Junction esta a casi la misma distancia de Baltimare desde aquí, ¿Como así no va usted misma? -Preguntaba mientras no apartaba la vista de la reluciente cereza.
-Podría ir sin problema, sin embargo unos encargos debo atender de urgencia. Y dado que solo se pueden cosechar en dicho lugar y en esta fecha en particular, vuestra ayuda he de precisar. Sé que en vosotros puedo confiar. -La mirada de Zecora mostraba sinceridad. No así la de Herbal, el cual estaba confundido por eso ultimo, pues él no había visto que le llegaran mas encargos de los habituales durante aquellos cuatro días.
-¡Claro que aceptamos! -Minty saltó de la silla gritando, acción que atrajo la atención de todos y casi mata de un infarto al en aquel entonces pensativo Herbal. -La posibilidad de trabajar con una cereza tan valorada también me viene muy bien a mí. En Alto Terre no hay apenas comunicación con las ciudades ni los pueblos, así que la oportunidad de conseguir varias aquí es algo que no estoy dispuesta a rechazar. -Los ojos de Minty mostraban mucha determinación.
-Yo no tengo inconveniente tampoco. Hace mucho que no paso mas allá del rio que comunica Baltimare con Dodge Junction, será una agradable excursión. -Great Thrill daba también su visto bueno.
-¿Es realmente necesario que vayamos todos? -En contra de la aceptación de sus amigos, el unicornio parecía haber retomado su actitud miedosa.
-Vamos, no seas muermo. ¡Sera una experiencia fantástica! - Minty animaba a Herbal.
-Soy consciente de que aun no te has habituado a tratar con ponis de este mundo, pero quedándote aquí, no conseguirás superar tu miedo. -Zecora intentaba hacer entrar en razón a su alumno.
-Sera un viaje tranquilo, y por lo que recuerdo Dodge Junction es un pueblo pequeño. No se parece en nada a Baltimare. No pasara nada, además iremos contigo todo el rato. -Great Thrill también se unía para animar a Herbal.
El unicornio dedico unos segundos a meditar la idea de ir. ¡Claro que quería saber más del mundo donde se encontraba! ¿Cómo era todo mas allá del bosque y Baltimare?, ¿Eran los ponis tan amigables y agradables en toda Equestria? Eran preguntas que se agolpaban en la cabeza del unicornio, sin embargo, al mismo tiempo, tenía miedo. ¿Qué haría si se topase con alguien malvado y sus amigos no fueran suficiente para frenarles? ¿Y si los demás ponis le rechazaban y le trataban mal?
-Herbal, créeme cuando te digo, que experiencias así lamentaras haber perdido. No será un viaje largo, te lo prometo. -Zecora volvía a animarle.
-De acuerdo... si insistís, iré... -Miraba al suelo rindiéndose ante los ánimos de sus amigos y aunque no lo decía, ante su propia curiosidad.
-¡Genial!, ¡Salgamos ya! -Urgía a los demás Minty.
-Esperad. No pensareis que os dejare sin dinero marchar, ¿no? Ya que vais a comprarlas para mi, los bits necesarios tenéis aquí. -Entrego una bolsa con unos cuantos bits a Herbal, bolsa la cual, la sujeto con su magia.
-Gracias por confiar en nosotros, señorita Zecora. -Agradecía Great Thrill agachando un poco su cabeza.
-Gracias a vosotros por hacerme este favor. -Agradecía de regreso la cebra. -Esperare con ansia vuestro regreso, disfrutad del viaje mientras tanto.
Los tres amigos salieron de la casa y mientras los machos se dirigieron hacia la casa de Great Thrill para coger una pequeña alforja para el viaje, Minty se apresuró a Baltimare para hacer lo propio y avisar a su prima. Habían acordado reunirse en la salida sur del bosque Verdur en una hora aproximadamente.
Finalmente, se juntaron de nuevo. Herbal, portaba una alforja simple con unas pocas medicinas que Zecora le había encomendado guardar para el viaje, así como unas pocas plantas que investigar como deberes.
Great Thrill portaba unas alforjas algo más grandes en los cuales guardaba comida y bebida para el viaje. También había cogido una espada de madera que guardaba en casa, algo que extraño a Herbal al principio, pero supuso que la llevaría para poder entrenar un poco en algún descanso.
Minty en cambio apareció portando una alforja enorme, aunque para lo grande que era, parecía trotar muy ligera.
-Minty, ¿Para qué traes una alforja así de grande? No nos vamos a ir muy lejos. -Herbal preguntaba algo sorprendido.
-¿Para qué va a ser? ¡Para las cerezas por supuesto! No esperaríais que no me vendría cargadita... ¿no?
-Entonces... ¿hago bien suponiendo que no llevas absolutamente nada en ellas ahora mismo? -Great Thrill llevándose un casco a la cara.
-¡Exactamente! No podía permitirme traer nada que ocupase espacio para esas rarísimas y valiosísimas cerezas. -Cada vez que salía el tema, la cara de la poni terrestre se iluminaba y parecía estar en las nubes.
Ambos machos se miraron insinuando un común "Que yegua..." antes de ponerse en marcha hacia Dodge Junction. Justo en ese momento, Minty agarrando a los dos por el cuello saltó y gritó...
-¡Allá vamos, Dodge Junction! ¡Prepárate, porque vamos a llevárnoslas todas!
El camino hacia aquel pequeño rincón de Equestria, no era demasiado colorido, cuanto más avanzaban, mas desértico se volvía todo. La cara de Herbal denotaba decepción, había oído hablar de los desiertos y las zonas áridas, pero esperaba poder ver alguna planta o flor rara. A decir verdad, ya llevaban caminando un buen rato desde la última zona verde que pudo ver.
-¿Falta mucho? -Se quejaba la yegua. Parecía haber perdido toda la ilusión por las cerezas.
-Pues no lo sé, sinceramente. -Mientras respondía a la pregunta de Minty, Great miraba al cielo, por la posición del sol podía deducir que les faltaría algo así como dos horas antes de que cayese el sol y se levantase la peligrosa luna desértica.
-¡Llevamos caminando HORAS! ¿Podemos descansar aunque sea un poquito? -Continuaba su queja.
-Creo que subestime la distancia entre ambos lugares... es raro que no hayamos encontrado nada aun. Según este mapa que tenía en casa guardado, si seguimos al sur desde las vías del tren que hemos pasado hace un rato, deberíamos de estar en buen camino, pero aquí no veo nada de nada. -Levantaba la mirada del mapa para intentar situarse.
-Genial. Perdidos. Lo que faltaba a este viaje. ¿No podíamos haber cogido el tren ese del que tanto hablas? -Herbal respondía resignado. -Sabía que era mala idea...
-Bueno, no te pongas tan dramático. Encontraremos una solución y el camino a Dodge Junction antes de que te des cuenta. Palabra de futuro guardia real.
Siguieron andando durante un rato mas, cada vez quedaba menos luz solar, pero aunque Minty y Herbal parecían estar totalmente desalentados, Great no se iba a dar por vencido. Era claro que estaban perdidos, y la moral de sus amigos estaba por los suelos para aquel entonces. "No puedo dejar que esto siga así, debo hacer algo para animarles", se decía a si mismo mientras pensaba en que podía hacer. Al final, empezó a hacer ruidos con la boca, como si estuviera marcando el ritmo de algo, cosa que sorprendió a sus deprimidos compañeros de viaje.
-Great, ¿qué estás haciendo? -Preguntaba Herbal algo mosqueado. Parecía pensar que no se estaba tomando en serio la situación. A lo cual el otro no respondió como Herbal se esperaba que haría.
-Vamos caminando juntos sin parar,
con alegría y entusiasmo podremos al fin llegar.
No hay que rendirse, no es la solución,
nunca pierdas la esperanza y canta esta canción.
Mira al cielo y lo sabrás,
un sol radiante veras,
nada te va a detener,
hasta tu destino hallar.
Seguiremos unidos,
da igual el lugar,
este es nuestro viaje,
y lo vamos a lograr.
-¡Eh!, ¡Yo me sé esa! -Contesto Minty de repente, parecía que la canción la había animado, pues fue la encargada de seguir.
-Puede ser muy triste y provocar desazón,
no ver la luz al final del túnel, pero esa no es la razón,
para que al final tu no puedas demostrar,
que preparado para el desafío resultas estar.
Finalmente se unieron en una sola voz para la parte final.
Mira al cielo y lo sabrás,
un sol radiante veras,
nada te va a detener,
hasta tu destino hallar.
Seguiremos unidos,
da igual el lugar,
este es nuestro viaje,
y lo vamos a lograr.
Seguiremos unidos,
da igual el lugar,
este es nuestro viaje,
y lo vamos a lograr.
Herbal no se podía creer la situación que estaba viviendo en sus carnes. Dos ponis que junto a él, perdidos en el desierto a poco de atardecer, lejos de cualquier atisbo de civilización y sin medios para sobrevivir a una heladora noche desértica, estaban cantando alegremente sobre lo bonito de un viaje incluso en las peores circunstancias. Si alguien se lo hubiese contado, no se lo habría creído.
No obstante, incluso en su débil y sensible corazón, sentía esas palabras como propias, aunque no lo demostrase anímicamente. Podría decirse que la canción si que le inspiró.
-¡De acuerdo! ¡Vamos a seguir caminando equipo! Tenemos un destino que alcanzar, no podemos lamentarnos aquí mientras esas valiosísimas cerezas nos esperan. -Y de nuevo, volvía la poni terrestre a su habitual tono jovial cuando hablaba de algo que la emocionaba.
-Sí, prosigamos un rato mas... -Herbal no mostraba determinación, pero sus palabras, por mucho que lo intentase ocultar, expresaban que sentía cosas diferentes.
Se hizo de noche en el desierto, y para su desgracia, no habían llegado a aquella pequeña zona llamada Dodge Junction, habían llegado a una zona rocosa, pero no les daba ninguna pista de donde podrían estar.
-Pues parece que al final no hemos conseguido llegar. Creo que lo mejor será buscar algún sitio entre esta zona rocosa donde podamos pasar la noche. -Decía Great mientras miraba a la blanca luna en el cielo.
-Parece que no habrá mas remedio, pero hará bastante frio, deberemos de elegir cuidadosamente donde ponernos. -Minty añadía ese gran problema a la ecuación que tenían que resolver para aquella noche.
-Si al menos hubiese una cueva o algo cerca, podríamos... -La frase que Herbal estaba formulando se vio interrumpida por un apenas audible sonido proveniente del interior de la zona rocosa. El unicornio sobresaltado, alertó a sus amigos, ya que parecía que solo él lo había llegado a oír.
-¿Dices que hay alguien ahí dentro? ¿Estás seguro? Yo no he oído nada. -Great dudaba de si podía ser simplemente efecto del viento entre las rocas.
-Te garantizo que he escuchado algo. Parecía... ¿magia? No sabría decirlo... pero no era un sonido propio de rocas. Podría ser un animal agresivo, desesperado por encontrar alimento, ansioso por encontrar una presa fácil, y en ese caso esos somos nosotros. -Empezaba a entrar en pánico.
-No será para tanto, Herby. Voy a mirar. -Minty se adelantó al grupo mientras el unicornio la miraba algo ofendido. Mientras tanto, Great se reía sutilmente por el mote que se acababa de inventar.
Al poco, Minty volvió con el grupo, parecía bastante feliz.
-No he encontrado ningún animal que pueda hacernos daño, pero si he encontrado una cueva para pasar la noche, además... había luz dentro, quizás haya alguien.
-Siempre que hay luz en un lugar como este a estas horas, es porque alguien más está viajando y ha decidido acampar, es de sentido común. Estamos de suerte ponis, quizás nos dejen algo de espacio.
-¿Quien vendría por esta zona de viaje? Estamos perdidos, esto está en medio de la nada. ¿Y si resulta ser el escondite de algún bandido? -Volvía a temblar Herbal.
-Vamos Herbal, en serio. No va a pasarnos nada. Esto no es como la Equestria de la que procedes. -El poni terrestre le empujaba por detrás. -Dale una oportunidad para demostrártelo.
Al pobre y aterrado unicornio, no le quedo más remedio que aceptar las palabras que llegaban a sus oídos. Minty a su lado, le guiñaba un ojo mandándole un mensaje tranquilizador. "no pasara nada de nada".
Se aproximaron a la cueva que estaba entre las rocas, y tal y como la poni de crines rosas había dicho, había luz en la misma, además, se estaban empezando a oír ruidos provenientes de dentro de la misma. Era evidente a esas alturas que había alguien ahí dentro.
Les costó adentrarse en ella, pero finalmente, liderados por Great Thrill, quien obligado por el asustado Herbal, portaba su espada de madera en la boca, entraron.
En la cueva, había sobre una roca una alforja de viaje, y justo al lado en el suelo, un saco de dormir. En el otro lado de la cueva, una fogata ardía sobre unas ramitas. La cueva no parecía haber sido hecha de forma natural, parecía cuidadosamente taladrada... era todo muy raro.
-Impresionante. Casi parece que nos están invitando a quedarnos. No se ve a nadie aquí dentro, pero está todo muy bien preparado. -Añadía Great Thrill para romper el silencio.
-¿Creéis que nos dirán algo malo si nos quedamos aquí a dormir? -Les formulaba una pregunta Minty, mientras se acercaba al saco de dormir.
-Lo más seguro es que si os dijese algo. ¿Nadie os ha dicho nunca que no os acerquéis a lugares extraños y sospechosos? -Una potente voz femenina proveniente de un rincón de la cueva se hacía notar sobre las voces de los ponis. Voz hacia la cual se giraron.
Una yegua de un apagado color morado y crines azules oscuras y malvas salía de entre las penumbras de la cueva. Normal que no hubieran percibido su presencia, su color en la oscuridad pasaba muy desapercibido.
-Lo sentimos, no era nuestra intención irrumpir en esta cueva... estábamos perdidos y llegamos aquí de casualidad. -Mientras Great se excusaba, sobresaltados, los tres ponis retrocedían.
-Un lugar un tanto raro para perderse, ¿no creéis? -Ahora se podía contemplar a la yegua en todo su esplendor, era una unicornio, era bastante alta y parecía estar bastante molesta.
-Lo sentimos, en serio. Solo queríamos preguntar si podíamos coger una parte de la cueva para resguardarnos del frio desértico esta noche. -Minty intentaba explicar la situación.
-Bueno, pues ya veis que está ocupada toda la cueva, no hay espacio para cuatro ponis aquí.
-En realidad solo estas usando la parte del fondo de la cueva... no toda... -Dijo en voz baja el unicornio, aunque pronto se lamentaría de haberlas dicho, pues en realidad en la cueva no había ruidos, y hasta su débil queja se había oído claramente.
-¿Y que si es así? -Aun más molesta, la unicornio no parecía dispuesta a ceder, aunque cuando fijo su vista en Herbal, el cual estaba aun mas aterrado tras Great Thrill, no pudo más que callarse y observarle por unos instantes. -Pensándolo bien... tenéis razón, hay espacio de sobra para los cuatro. No estaría bien visto que ocupase toda la cueva para mí. Adelante, entrad.
La actitud de aquella yegua había cambiado súbitamente tras fijarse en el unicornio macho. Aunque nadie sabía porque había cambiado de parecer, supusieron que era porque se había dado cuenta de que en realidad su argumento carecía de validez en esa situación.
-Esto... gracias. -Hablaba una vez más el poni terrestre como portavoz del grupo con notable sorpresa. -No ocuparemos demasiado sitio, solo necesitamos resguardarnos del frio, nada más.
-Oh, por favor. No os preocupéis, pasad cuanto queráis. -Les propuso mientras mostraba una sonrisa amigable. -Tomad asiento alrededor del fuego mágico que he creado.
-Es muy amable por tu parte. Muchas gracias. -Minty empezaba a confiar en ella, tal vez demasiado pronto. Se sentó al lado de la hoguera, y rápidamente les invito a sus amigos a sentarse. -Se está de lujo, venid, venid.
-¿Que os trae a este rincón de Equestria? No es el lugar más adecuado para pasear. -Preguntaba con interés la unicornio misteriosa.
-Estamos camino a Dodge Junction, una pequeña localización en el desierto, pero nos hemos perdido y ya no sabemos por dónde ir. -Confesó Great Thrill.
-Podíais haber ido cómodamente en tren. Lo sabéis, ¿no?
-Sí, ¡pero queríamos aventura! -Gritaba Minty a los cuatro vientos, aunque con el silencio de la cueva salvo el crepitar de las llamas sobre las ramitas, sonó como un autentico estallido de voces agudas.
-Ya veo... -Acto seguido, aquella yegua de colores oscuros miro a Herbal, y con tono sombrío dijo. -Tienes un pelaje... misterioso...
-No me mires así... -Una tímida vocecilla salió del acobardado unicornio. No se fiaba nada de esa unicornio, había algo que le mosqueaba.
-Es un pelaje poco habitual, si. Pero no esconde ningún misterio mas aparte de que es rayado. Es un unicornio como otro cualquiera. -Decía Great al ver que la mirada inquietante hacia el unicornio no cesaba, con el fin de desviar la atención. -Y tu nombre...
-¡Oh, donde están mis modales! -Su actitud volvió a cambiar, para ahora parecer algo boba. -Me llamo Dusk. Dusk Greed.
-Muchas gracias por dejarnos dormir aquí, Dusk. Mi nombre es Great Thrill, ella es Minty y el es Herbal.
-Es un placer conoceros a todos. No me tienes que agradecer, compartir es vivir, ¿no? -La yegua que se hacía llamar Dusk hablaba ahora amigablemente otra vez. Y por curiosidad, ¿qué se os ha perdido en un lugar como Dodge Junction?
-Vamos en busca de unas cerezas que solo se pueden recolectar en esta época del año. Dicen que tienen unas propiedades mágicas inusuales. -Explicó Minty con su habitual entusiasmo por sus ansiadas cerezas.
-¿Propiedades... mágicas...? ¿Qué tipo de propiedades? -El interés de la unicornio ascendió como la espuma.
-En realidad, lo que quiere decir, es que esas cerezas crecen con unos nutrientes especiales y las vuelven doradas. Parece que esos nutrientes especiales para la elaboración de pociones son muy valoradas. -Volvía a corregir una vez más el poni terrestre.
-Comprendo... Da la casualidad que yo también voy en busca de algo mas allá de Dodge Junction... ¿Qué os parece si os acompaño?
-No se... -Decía mirándola sospechosamente Herbal.
-No tenéis nada que perder. Los cuatro vamos en la misma dirección... y da la casualidad que yo sé ir. -Lanzó una picara mirada al unicornio. -Os podría guiar.
-Eso sería estupendo Dusk. ¿No te parece genial, Herbal? -Great y Minty estaban contentísimos con la idea. No así Herbal. Algo le olía mal, demasiado mal.
-Si... supongo... -terminó contestando.
-Permitirme haceros un favor mas. -Ilumino su cuerno con la característica aura mágica que los unicornios usaban para lanzar hechizos, que en el caso de Dusk, era morado oscuro, para hacer aparecer tres sacos de dormir. -Así podréis descansar arropaditos los tres.
-No tenias que haberte molestado, pero muchas gracias otra vez. -Agachaba la cabeza el terrestre en señal de agradecimiento.
-No os preocupéis, lo hago por caridad. Ahora si me disculpáis, voy a ir afuera un momento, tengo unas pocas... necesidades... cosas que hacer. Estaré de vuelta enseguida. -Y con esas palabras, la unicornio se levanto y se fue fuera de la cueva ante el silencio de los demás.
-Al final ha resultado ser una yegua de lo más agradable. -Les confesaba Great a sus amigos.
-Sí. Nos ha dado hasta sacos de dormir. -Confirmaba Minty.
-¿Es que no lo veis? ¿No os resulta extraña su actitud? -Herbal les intentaba hacer entrar en razón. Algo raro veía en esa yegua. Algo que le hacía temblar.
-Bueno, si ha sido algo arisca al principio... y si ha tenido un tono de voz algo raro en ciertos momentos... pero todos tenemos cosas así, no? -Minty no estaba tan de acuerdo con Herbal.
-Herbal, amigo mío, no te preocupes tanto. Comprendemos el temor que te inspira conocer ponis nuevos, especialmente si son no tan amigables como ella al principio, pero no todos los ponis son iguales. Confía en ella como nosotros lo hacemos. -Le pasaba el casco por el lomo al unicornio.
-No se trata ya de eso. Es diferente. No es un temor como el que tuve contigo o Zecora al principio... verdaderamente, siento muy malas vibraciones cuando habla y me mira...
-Todo saldrá bien Herbal, te lo garantizo. Además, nos va a guiar a Dodge Junction.
-¿Y si todo esto es una trampa para hacernos daño?
-Te prometo que no lo será. Confía en nosotros dos, colega. -Great finalmente parecía lograr que el unicornio cediese un poco.
-Bueno... tu sabes mas de diferentes tipos de poni que yo... me fiare de vosotros. Pero andaros con cuidado por favor.
Descuida Herbal. Lo tendremos. ¡Somos una piña! -Acababa Minty mientras se acostaba en el saco de dormir.
Un par de minutos después, Dusk volvió a la cueva tal y como salió de ella. No parecía haber nada diferente. -Ya he regresado. ¿Nos vamos a dormir? Si queremos llegar a Dodge Junction mañana antes del mediodía, deberemos madrugar.
-Sí. Buenas noches a todos, ponis. -Despedía Great Thrill tapándose con el saco. El resto del grupo hizo lo propio y al instante, Dusk apago la llama de la hoguera. El día que les esperaba al amanecer, sería otro día lleno de sorpresas, lo podían sentir todos. Especialmente Herbal, quien no logro dormirse por miedo a Dusk durante un gran rato.