Pony y tecnologia
Chapter 9
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Parte 9
Diferentes lugares
Por favor discúlpenme si parece un poco salido del tema principal, pero al final tiene algo de sentido, o al menos eso cree el elefante delfín que me amenaza con un bastón de caramelo mientras escribo esto. Sin más qué decir...
My Little Pony no me pertenece, solo hago este fanfic con el objetivo de entretener.
En el episodio anterior…
—¡Ya estamos cansados de que nos trates como si nuestras vidas no valieran nada!
—Eso dicen ahora, pero más adelante, quizá en unas cuantas décadas, recordarán este día como algo importante, e incluso algunos dirán que fue gracias a este intento fallido que su insignificante especie llegue hasta donde está. Algún día seré recordado como el que les dio la oportunidad de hacerse fuertes.
Conste que esto sucedió al mismo tiempo que nuestras amigas estaban entrando a "El Taco". Ahuizotl tenía atrapadas a una pegaso y una unicornio.
—Ginger —sugirió la pegaso que estaba atada junto a la unicornio—, creo que es hora de que empieces a usar tu cuerno. Se que nunca fuiste a una escuela para unicornios y que tampoco tuviste a tus padres junto a ti para que te enseñaran a usar tus poderes, pero yo creo en ti y eso no será suficiente, a menos que creas en ti misma, así que empieza a desatarnos para que le demos a este demente sus pataditas.
—¿En serio crees en mi, Sunlight? —dijo conmovida la unicornio.
—Claro, eso es lo que hacen las amigas. Yo creo en ti así como tu siempre confiaste en mi, a pesar de que tengo un mal temperamento.
Con los ojos vidriosos, Ginger la unicornio, concentró todas sus fuerzas y voluntad en su cuerno, que hasta ahora solo lo había sentido como un apéndice carente de propósito. Dicho esfuerzo, respaldado con la confianza que tenía en su amiga le fueron suficientes para lograr su primera manifestación de poder, con la cual pudo acercar hasta ellas una roca afilada que había cerca.
—Yo… uf, es todo lo que puedo hacer ahora —dijo agitada.
—Con eso es suficiente, salvaste el día —la felicitó Sunlight tomando con un ala la roca que su amiga ya no podía sostener por más tiempo par luego quedar inconsciente.
La pegaso cortó las cuerdas con la roca y sujetó a su amiga para que no se lastimara con la caída.
—¡Ahuizotl —exclamó enojada—, nunca llegarás a más que un simple cotorreo si hay un pony que se te ponga en frente, y siempre habrá uno!
Concluyó su aviso y arrojó la roca al altar donde estaban cuatro cristales de múltiples colores, dispersándolos antes de que su unión se llevara a cabo como lo indicaba el ritual de las estaciones. El brillo de los cristales se desvaneció, provocando un grito de indignación en el rey de los felinos.
—¡MALDITAAAAAAS! ¡Los cristales de las cuatro estaciones solo se pueden usar una vez cada milenio!
Furioso bufó con indignación evidente en a mirada. Sunlight, por su parte, estaba sonriendo desafiante como alguna vez lo hizo su mentora. Recogió a su amiga en su lomo y se dispuso a retirarse, pero por azares del destino, el villano no admitiría la derrota sin al menos saborear un premio de consolación. Inmediatamente se puso en su camino y sacó sus afiladas garras. Con gesto amenazador se acercó a la ponies, pero algo lo detuvo.
—¡Ni se te ocurra tocarles un solo pelo! —gritó Daring Do tras atinarle con un dardo tranquilizante.
—Pero yo solo… Pra, cre, trataba de colmillo, trotabaaaaa.
Y cayó en el suelo como si fuese un saco de arena.
— ¡Gracias, Daring, no sabes lo feliz que estoy de verte!
— Bueno, gracias, aunque creo que ya lo tenías todo bajo control, pero también me parecía que necesitas descansar un poco.
—Ni que lo digas, no fue fácil, todo el día tuve que lidiar con un montón de obstáculos y en compañía de una unicornio que no sabe usar su cuerno —dijo esto mirando con cariño a Ginger dormida sobre su lomo—, pero al final resultó ser una amiga, y de las mejores.
—Yo también pensé algo parecido de una amiga que tuve hace tiempo, luego dejé de trabajar sola.
—Bueno, yo creo que por ahora podemos festejar. Pero primero llevaré a esta dormilona a un lugar seguro para que se recupere, luego podemos tomar algo.
—Me gustaría mucho. Adelántate, que yo me encargaré de que Ahuizotl no nos persiga.
—¿Lo vas a atar en un calabozo o algo así? —preguntó con una sonrisa maliciosa.
—Créeme, hay cosas mejores que simples calabozos.
— como diga, doctora Do, Ginger y yo estaremos en el pueblo más cercano.
La pegaso se retiró, Daring Do se despidió y mantuvo la vista fija en las dos yeguas hasta que ya no pudiese distinguirlas. Se acercó hasta el villano que estaba en el suelo, aproximó su rostro hasta el del monstruo y le dio un suave beso.
— Despierta, tampoco te puse mucho de ese tranquilizante en el dardo.
— Al menos te habrías molestado en usar algo menos fuerte que el veneno de escorpión.
— ¿Y quitarle realismo a la acción heroica?
— Pues sí, esos dardos que usas duelen mucho.
— Pobrecito gatito —le dice mientras acaricia el rostro de Ahuizotl—, tal ves debería haber usado una roca de diez toneladas soltada desde una grúa —agregó enojada— y dejar que te rompas los huesos por pillarte en otro de tus intentos por cambiar el clima de Equestria a tu antojo.
— Yo, bueno, no es que quisiera salir ganando del todo.
— ¡Y lo que es peor, estabas haciéndolo con una de mis amigas! ¡En serio eres un MONSTRUO!
— Por favor, Daring, ya sabes no estoy interesado en tus amigas, es solo que esa pegaso se topó con un cristal de los cuatro elementos en una de sus excavaciones y luego una cosa llevó a la otra y, antes de darnos cuenta…
— ¡Estabas secuestrando a una de mis amigas! ¡Creí que solo me ibas a secuestrar a mi!… ¡Por Celestia, yo también tengo mis necesidades! —se quejó en voz alta y respirando con fuerza.
— Maldita reina Quetzalcoatl —musitó Ahuizotl.
— ¡Qué dijiste!
— Nada, nada. Es solo que entendí que fui muy descuidado contigo.
— Qué bueno, —dijo ya algo más calmada— estoy muy contenta de escuchar eso. Pero, para estar segura de que no estás mintiendo, hoy vas a cambiar todas las cajas de arena de la pirámide.
— ¡QUUUUUE! No puedo hacer eso, son demasiadas y para eso tengo un montón de sirvientes y zombies.
— Pues debiste pensar en eso antes de andar secuestrando a mi amiga. A partir de ahora, no vas a hacer un plan malévolo sin informarme y no dejarás que nadie más que yo te detenga ¿entendiste?
— En serio, esta relación acabará conmigo.
— ¿Y cómo es que acabará contigo?
— Es que ere muy posesiva.
— ¡Y QUÉ MÁS ESPERAS DE TU E-S-P-O-S-A PEDAZO DE ALCORNOQUE! ¡UNA SOLA VEZ, TE PILLO UNA SOLA VEZ MAS TRATANDO DE DESTRUIR EL MUNDO CON OTRA Y YO PERSONALMENTE TE ASESINO!
— …
Prefirió mantener silencio ante el fuego que emanaba de los ojos de la pegaso. En su interior maldecía el día en que la reina Qetzalcoatl los había casado por obligación de un ritual que accidentalmente habían llevado a cabo en uno de sus enfrentamientos. (si a alguien le interesa entrar en detalles, esto está en el fic "Un árbol que abraza la discordia").
En fin, esto de la fidelidad todavía le resultaba difícil al pobre villano, que durante mucho tiempo disfrutó de la libertada de pelear con quien quisiera sin ningún compromiso, pero ahora las cosas son diferentes.
— Solo tengo una duda ¿cómo es que sabías que estaba aquí? —preguntó Ahuizotl.
— ¿Esto responde a tu pregunta? —le mostró un smartphony con una aplicación de rastreo GPS.
— ¿No que esas cosas funcionan con un rastreador?
— ¿Acaso no notaste el que te puse anoche?
— ¡Oh, vaya! —dijo impresionado cuando giró el cuello para ver en su espalda un aparato del tamaño de una guía telefónica con una luz roja que parpadeaba.
— Eso lo dejamos para otra ocasión, porque ahora iré con mis amigas a beber algo y no que se te ocurra interrumpir. Así que ponte a cambiar esas cajas de arena de la pirámide. No lo olvides: "Esposa feliz, vida feliz" y "Esposa descontenta y sufrirás por el resto de tu corta vida".
Solo tragó saliva. Ella, por su parte, se despidió con un beso en la mejilla y un "ya verás cuando vuelva", se fue volando al encuentro con sus amigas. El villano se quedó perplejo en el mismo sitio en que estaba.
— Las yeguas en serio están locas. Ayer era como un ángel de malvavisco y, hoy de la nada, empezó a portarse como una demente posesiva. Esta relación va a acabar conmigo.
Ahuizotl se queda suspirando resignado al castigo que le tocaba, por otro lado, las cosas no iban del todo bien para cierto pegaso que concordaría con la conclusión a la que nuestro villano del día había llegado.
Sweet Apple Acres…
Ya estaba haciéndose de noche, la pegaso estaba más que entusiasmada con la sidra y la granjera estaba tratando de mantener el control de la situación.
—¡Por última vez, Rainbow, no va a salir nada más de esa botella, ya saca tu lengua de ella!
—Pewo siwe gwon sawol a sidla.
— Agh… Mira, caramelo, tienes que parar, si sigues así te pondrás muy mal y yo no voy a cargarte hasta tu casa.
— ¿Y por qué no? —pregunta Rainbow con la lengua ya fuera de la botella — se supone que eres la pony más fuerte en Ponyville.
— Porque, señorita "no tengo límites", tu eres una pegaso con su casa en una nube y yo soy una pony terrestre, no hay forma en que te lleve hasta tu casa.
— ¿Y ese es el problema? —preguntó burlona apoyándose en el cuello de Soarin— Yo se de alguien que puede cargar conmigo, arroparme en mi cama y quedarse conmigo hasta que me duerma. Estaré dormida y completamente vulnerable, alguien podría hacer conmigo lo que quisiera, cualquier cosa que pudiese imaginar.
Dicha proximidad de la pegaso, las ideas sugerentes y el pestañeo coqueto incomodaron al wonderbolt, quien estuvo a punto de ceder ante sus instintos naturales. Por suerte para nuestro amigo, alguien llamó su atención, despertando del trance.
— Soarin, no era necesario que te quedaras hasta tan tarde, podías irte con tu pay si querías.
— Gracias, pero aún no sé por qué, pero me gusta mucho este lugar. Tampoco pude rechazar que tu abuela me invitara a quedarme un poco más.
— ¿No te gustaría quedarte para siempre? —dijo la abuela Smith desde la cocina.
— Jeje, no creo que me aguanten tanto tiempo —dijo Soarin nervioso.
La sonrisa del pegaso y la naturalidad con que se expresaba frente a la granjera despertó una alerta en Rainbow, así que optó por llamar la atención de su preciado wonderbolt. Aprovechó que estaba distraído con la charla y se puso a buscar en unas gavetas en un mueble de la sala, donde encontró una botella bastante llamativa.
Ya era bastante el nivel de la bebida espirituosa en su organismo, ya le daba igual lo que fuera que había en esa botella, pero cualquier cosa sería buena para apartar a Soarin de Applejack.
— Oye, Soar ¿no quieres un poco de esto? Hay suficiente para todos.
— ¡Rainbow no!
La advertencia de la granjera no fue a tiempo, su amiga ya estaba bebiendo una de las botellas prohibidas de la gaveta especial de la abuela.
Hospital de Ponyville…
Por alguna razón, algunos no somos muy buenos para tolerar el picante. Otros, sin embargo, son completamente incapaces de tolerarlo. Me temo que ese era el caso de la amiga de Pinkie, la pegaso amarilla estaba siendo atendida por la enfermera Redheart mientras la pony rosa y los dos sementales esperaban en la sala.
— Cielos, debí asegurarme de que a Fluttershy le dieran el taco correcto —se lamentaba Pinkie.
— No, Pinkie, esto es mi culpa —la consolaba Cheese—, se supone que yo había organizado esta cita y, como pony organizador, era mi responsabilidad asegurarme de que nada malo pasara…. —suspira— Creo que me distraje, como estabas tan cerca y mirándome con esa sonrisa tan…
Se quedó congelado cuando se dio cuenta de que estaba pensando en voz alta y la pony rosa lo miraba con una sonrisa tierna y comprensiva. Por unos segundos se le derritió el corazón al verla con una expresión tan cálida, era capaz de solicitar auxilio en el ala de cardiología para evitar que le diera un ataque, aunque estaría más que a gusto aguantando dicha sensación.
— ¿Pp...Por qqué que qué me esta ta tas mi mirando así? —preguntó con la voz entrecortada y las mejillas aun más rojas que las de Big Mac, que se había retirado para dejarlos solos.
— Por nada, tontito —respondió Pinkie con una mirada divertida—. Solo es que creo que yo también estaba un poquitín nerviosa… Bueno, está bien, muuuucho muy nerviosa —corrigió rodando los ojos—. Hasta les pedí a mis amigas que me ayuden desde el chat —le mostró su smartphony con la entrada de Rarity con el texto : "No le digas lo del chat! T_T"—, tenía miedo de que creyeras que soy rara o algo parecido. Todos piensan que soy rara… ¿tu piensas que soy rara?
— Bueeeeno —se rasca la nuca—, la primera vez que te vi pensé eso —Pinkie pone cara triste y desvía la mirada—. Pero cuando te vi más de cerca me di cuenta de que eres rara en el buen sentido, las cosas más raras son las más valiosas —toma su barbilla con el casco y dirige la mirada de la pony rosa hacia él—. Al final resultaste ser como el mejor y más exótico postre que podría haber visto en mi vida.
— ¿Eso significa que no me ves solo como una amiga?
— Pinkie, tu eres más que una amiga. No olvides que si no fuera por ti yo sería un pony aburrido y sin propósito.
— Gracias —se enjuga una lágrima antes de que salga—, creo que necesitaba escuchar algo así. Aunque creo que al final fui yo quien arruinó todo poniéndose tan nerviosa.
— No digas eso, yo también lo estaba —ahora él le muestra su smartphony con la entrada de Flash Sentry: "¿alguien a visto a Soarin? No contesta nada".
— Jajajaja, no sabía que estabas tan nervioso que le pediste ayuda a tus amigos para no meter la pata esta noche pero acabaron todos dispersados sin saber qué le pasa a cada uno por culpa de acontecimientos escritos por un sujeto solitario que ve un show de pequeños ponies en la televisión.
— Yo tampoco sabía que a ti te estaban ayudando tus amigas y que dos de ellas estaban disputándose a uno de mis amigos como una forma de mantener su usual rivalidad.
Los dos estallaron en carcajadas. Eso les costó la llamada de atención por parte de la enfermera Redheart, que estaba ya bastante incómoda por el volumen en el que hablaban.
— ¡SSSHHHHHH! Hay pacientes que quieren descansar.
— Oh, perdone usted —contestó Cheese.
— Su amigo acompañará a la paciente, a menos que puedan guardar silencio mejor váyanse a otro lado a hacer escándalo.
— ¡Woooooaaaa! — reaccionó el pony al ser alertado por su Cheese sentido — ¿Sabes lo que eso significa, Pinkie? —dijo emocionado.
— ¡SIIIIIIIII! —dijo temblorosa por la manifestación de su Pinkie sentido.
Ante tal epifanía a nivel cósmico, los dos hablaron al mismo tiempo.
— ¡NOCHE DE HELADOOOOOOS!
— ¡SSSSSHHHHHHHHHH Les dije que guarden silencio!
— ¡Y eso hacemos, guardamos el silencio y sacamos el ruido!
Los dos salieron corriendo a buscar una heladería que todavía estuviese abierta, la noche todavía se podía salvar y guardar muy buenos recuerdos en los corazones de la pareja.
Sweet Apple Acres…
Soarin estaba a duras penas despertando, recuperándose de un fuerte golpe que había recibido.
— ¿Alguien podría decirme porqué me quedé dormido?
— Porque Rainbow estaba tan ebria que trató de volar y se chocó contigo —respondió Applejack.
— ¿Y porqué estoy en una cama?
— Porque te lastimaste el ala cuando Rainbow chocó contigo, así que te trajimos a la habitación que era de mis padres.
— ¿Y por qué Rainbow está a mi costado derecho? —preguntó al voltear la cabeza hacia ese lado.
— Porque se durmió prendida de tu pata y no la pude despegar.
— ¿Y por qué estas tú a mi lado izquierdo abrazándome como Rainbow?
— Porque quiero asegurarme que Rainbow no se aproveche de ti.
— ¿Y por qué está Spitfire en la cama con nosotros?
— Porque Fleet Foot no quería venir sola —respondió la wonderbolt.
— ¿Y por qué vino Fleet Foot?
— Porque quería asegurarme de que ninguna de estas dos locas te haga algo, además te traje tu billetera que olvidaste en los vestuarios —explicó la otra wonderbolt mostrando la billetera.
— Bueno, así pos si… Fleet Foot.
— ¿Sí?
— Esa no es mi billetera.
— Con que estés bien me basta.
— Solo una cosa más.
— ¿Siiiiii? —preguntaron todas, excepto la dormida Dash.
— ¿Por qué demonios estamos todos en la misma cama?
La respuesta parecía estar fuera de la comprensión de la limitada mente del pegaso. Palabras no explican bien la situación, pero la mirada perversa que las yeguas pusieron hicieron sentir un escalofrío estremecedor en la columna del desafortunado. Toda su vida pasó por sus ojos y llegó a la conclusión de que, fuese la razón por la que fuese, estaba ante la situación más peligrosa de su vida. Las tres que estaban despiertas tenían una mirada similar a la que tiene un depredador ante su indefensa y acorralada presa, la que estaba dormida se había arrimado tan fuerte a su costado que no le permitiría huir.
— Buenas noches, Soarin —dijeron todas para luego cerrar los ojos y recostarse.
— Amigos míos —musitó en voz baja como un lamento— , recuérdenme. Porque creo que este es mi fin.
Por el miedo se quedó mirando fijamente al techo, en su interior hacía todas las plegarias que podía a las princesas para que lo salvaran, todo fue en vano, estaban muy ocupadas discutiendo por el tema de los relojes alterados por el Señor del Caos.
Pero Soarin no era el único con problemas.
Boutique Carrusel…
Las CMC contemplaban su obra.
— ¿Qué les parece? —pregunta Apple Bloom pensativa.
— Parece que fue mucho rubor en las mejillas —comentó Sweetie—, pero podemos reducir el contraste con un poco de polvo.
— No se ustedes —dijo Scootaloo—, pero me da la impresión de que Spike es alérgico al maquillaje.
— No digas tonterías, solo está así porque se tragó un lápiz labial por accidente.
Y bueno, gente linda y amable que lle mi fic, eso es todo por ahora, espero pronto poder subir actualizaciones, también de los otros fics. Como siempre, todo review, fav, follow o crítica constructiva es bien recibido.
Sin más qué decir, se despide Old Grimie