Arctic Ponies
Chapter 8: Capítulo 8
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Finalmente dentro de la base antigua de Némesis. No tardamos en darnos cuenta que esto no sería un recorrido por un campo de tulipanes. Las temperaturas gélidas del exterior no se comparaban con el frío que hacia aquí dentro, de no ser por nuestros abrigos y unas máscaras para la nieve especiales que fabricó Slavya no podríamos continuar. El aire helado parecía cortar nuestras fosas nasales como si fueran cientos de cuchillos diminutos y tuvimos que ponernos gafas protectoras para poder abrir los ojos. Cally Berry pasó por nuestros mismos problemas también, y eso que es ella quien es la experta en la nieve, Slavya trajo consigo una máscara diseñada para centauros pero que le servía de igual manera.
- Gracias pero ¿por qué trajiste una máscara de estas? Ni siquiera sabias que algo como esto podría pasar- dijo ella.
- Nunca esta demás prepararse para lo inesperado, tengo otras máscaras y gafas de sobra por si las que traje se dañan o se pierden, que es el caso con el unicornio torpe que tenemos en nuestro equipo- dijo Slavya claramente señalando a Krinx.
- ¡Hey! Ya te he dicho que solo perdí mis zapatos para el hielo una vez, lo mismo va para mi saco de dormir, mi cantimplora y…
- Krinx, cariño, no creo que estés haciendo un buen trabajo defendiéndote- dije poniendo un casco sobre su hombro para que se diera por vencido, él captó el mensaje al recapacitar sobre sus palabras y cayó en un silencio que simbolizó su propia derrota.
- Me alegra que mantengan su buen humor como siempre, pero tenemos cosas más importantes que hacer- dijo Rex- Para empezar aún no estamos ni cerca de nuestro objetivo y esta ruta de escape nos dejará en algún sitio que no creo sea para nuestro beneficio.
- Si esta ruta nos lleva al interior de su antigua guarida no creo que importe en donde terminemos- dijo Krinx.
- De hecho sí importa, no tenemos un mapa de este lugar, estamos entrando completamente a ciegas en territorio desconocido y los únicos que saben cómo guiarse por este lugar son Midnight Shine y sus viejos amigos que la ayudaron. Desafortunadamente no sabemos si ellos dejaron indicaciones o si Midnight recuerda siquiera cómo es el lugar- dijo Rex. Lo que me hizo recordar algo, ella ha estado callada demasiado tiempo, no ha hablado conmigo desde ayer. ¿Estará descansando?
- No creo que sea difícil el recorrer el sitio, si esta es la ruta de escape eso significa que nos llevará a un sitio de fácil acceso para ella. Podríamos terminar saliendo debajo de su trono y de ahí solo seguimos los destrozos previos que hizo Midnight en su pelea. Puede que pasaran miles de años pero no creo que el sitio se auto repare- dijo Blaze con total confianza en sus palabras.
- Espero que tengas razón, si pasamos más del debido tiempo en este lugar podríamos congelarnos hasta la muerte y todo esto habrá sido en vano- dijo Rex.
Caminamos un largo trecho hasta llegar al final del recorrido, un muro con un hoyo en el techo, no podía verse nada al final de este y no parecía haber forma de subir fácilmente.
- Creo que llegamos, será difícil escalar esto, no fue diseñado para que unos ponies y una naga suban o bajen. Supongo que al ser una harpía ella hubiera aprovechado sus alas para lanzarse hacia abajo y escapar lo más rápido posible- dijo Rex- Krinx, alcánzame unas bengalas, veamos qué tan lejos estamos.
- Enseguida jefe- dijo él, buscó en su mochila y extrajo una pistola de bengalas.
Rex disparó al cielo, o techo en este caso, la bengala se elevó varios metros en el aire, no parecía haber señales de que terminara cuando esta empezó a descender al alcanzar su altura máxima.
- ¡Krinx, rápido! ¡Atrapa la bengala con tu magia y elévala todo lo que puedas!- gritó Rex apenas noto esto.
- Recibido.
Krinx rodeo la bengala y la comenzó a elevar más y más, hasta que chocó con algo, quizás una escotilla que aislaba este sitio del resto del lugar.
- Jefecito, creo que nos espera una larga escalada.
- Unos doscientos metros en ascensión, tendremos que usar los cables de escalada. Subiré primero para enganchar y asegurarlos. Krinx y Trixie ustedes vayan alcanzándome los ganchos de mi bolsa, necesitaré volar ligero. Blaze, hay unos cristales que sirven de iluminación, son mejores que las linternas en casos como estos, levita uno de ellos cerca de mí para poder realizar mi trabajo. Dangarooq y Slavya, aseguren el equipamiento para evitar que caiga a la hora de escalar.
- ¡Sí, mi capitán!- dijo Krinx.
- Déjalo en nuestros cascos- dijo Slavya.
- Sin problemas de mi parte- dijo Blaze
- Será pan comido- dije yo.
- Esperen, ¿y yo qué puedo hacer? No quiero quedarme aquí como una completa inútil, si me lo hubieras pedido podría haber hecho una escalera o crear un pilar debajo de nosotros para elevarnos- dijo Cally Berry.
- No es que no lo haya tenido en cuenta señorita Berry, pero recuerda que no estamos en una construcción de hielo normal, esta fue creada por Némesis con su propia magia, lo que significa que si quisieras alterar su estructura para beneficiarnos será de lo más difícil- dijo Rex.
Ella se sorprendió al escuchar esto e inmediatamente puso a prueba la teoría de Rex… y tenía razón, con su magia solo consiguió crear un montículo no más grande que una manzana. Resignada y sin saber que hacer Slavya le preguntó si quería ayudarla a asegurar el equipo y a equiparse con el arnés de escalada, ella aceptó aunque seguía sintiéndose impotente. Fue aquí cuando Slavya se preguntó una cosa.
- Cally Berry ¿cómo harás tu para subir? No poseo ningún arnés que se adapte a tu cuerpo y los ganchos están ajustados para soportar el peso de un pony promedio.
- O de eso no te preocupes, puede que no pueda controlar el hielo aquí dentro pero mis garras aún son lo bastante fuertes y filosas como para clavarse en esto- dijo ella, acto seguido dio un golpe a una de las paredes y arrastró sus filosas y largas uñas para demostrar su punto.
- Esta bien, si tú dices que puedes escalarlo por tu propia cuenta entonces te creo- dijo Slavya sonriendo.
Rex se sacó su bolso y voló con una cuerda alrededor de su cuerpo, un martillo en un casco y un gancho para clavarlo en el hielo, Krinx y yo comenzamos a levitar unos cuantos más de estos ganchos y Blaze iluminaba el camino. En cierto punto Rex se quedó sin cuerda así que le alcance una más. El final de esta quedaría sobrando pero era mejor que nada.
- No pensé que tuviéramos que utilizar dos cuerdas de ciento cincuenta metros para escalar algo tan simple como esto, pensé que escalaria una montaña- dijo Krinx mientras levitaba los ganchos.
- Ninguno de nosotros esperaba que esto fuera a pasar, pero prefiero esta situación de interior a tener que enfrentar una escalada con vientos y rocas puntiagudas- dijo a modo de broma.
- Je, por lo menos aún me queda el misterio de saber que se encuentra ahí arriba, debe de estar atascada esa escotilla como para que Rex no la haya abierto todavía.
- Touche, si así se encuentra la escotilla imagino que el resto del lugar estará mucho peor.
Rex tardó un poco en colocar y asegurar todo, revisó dos veces y luego bajó a hablar con todos.
- Muy bien, terminé mi parte, Krinx sube tu primero y revisa si puedes abrir el cierre con tu magia, Blaze ve detrás de él por si necesitamos volarla.
- ¿Esta es una situación de "policía bueno" y "policía malo"?- preguntó Krinx.
- Si, y tú eres el policía bueno en este caso, considerando lo que Blaze hizo con una pared de roca.
- No discutiré con tu lógica, pero ¿qué hacemos una vez logremos abrirla? ¿Seguimos subiendo o los esperamos a ustedes?
- Ustedes adelántense y nosotros iremos luego, aseguren el área y den aviso si notan algo sospechoso ahí arriba.
- Entendido, jefe- dijo Blaze.
- No es necesario que me llames jefe, puedes usar mi nombre si gustas- dijo Rex.
- Normalmente no lo haría, pero a mis ojos te has ganado el respeto de todos tus compañeros, incluso el mío, el título de "jefe" o "líder" van bien en tu caso y siempre que estemos en una misión consideraría una falta de respeto de mi parte el no llamarte por un título honorario- dijo ella, acto seguido comenzó a escalar junto a Krinx.
- De acuerdo, el resto de nosotros iremos escalando de uno en uno, tendremos que cargar con gran parte de nuestro equipaje hasta que Krinx o Blaze nos den una ayuda con su magia ahí arriba, si te pidiera que levitaras todas nuestras cosas Trixie estaría agotándote demasiado rápido y en vano, espero que lo entiendas.
- Trixie lo comprende, es más me preocupa el hacer esto, nunca antes he escalado en mi vida.
- No tienes que asustarte de nada, te daré una explicación rápida de cómo usar tu equipo de escalada- dijo Slavya- Esto se llama arnés, en esto envuelves la cuerda y te sujeta en caso de que tus cascos se resbalen, esto se conoce crampones y son unas estructuras metálicas donde apoyas tus zapatos y los aseguras con correas para poder escalar sobre el hielo en este caso, son una variación de los zapatos con pequeñas púas que estuvimos usando, esto es un mosquetón y te servirá para estar asegurada a tu compañero de escalada que seré yo en este caso, esto que tengo en mi casco es un gri-gri, sé que el nombre es un tanto cursi pero esto te salvará la vida en el peor de los casos, pasas la cuerda a través de este hueco y me permite frenar tu caída en caso de que resbales o se desprenda uno de los puntos de soporte, normalmente hubiera traído un casco de seguridad para evitar golpes en la cabeza pero por motivos de peso no los incluí, pero si traje conmigo estos bebes.
Slavya sacó de la bolsa de equipamiento que tenía unos picos con unas cuerdas en ellos.
- ¿Qué son estos? No parecen picos normales- dije.
- Es porque no lo son, estos son llamados piolet y son usados en pares para escalar por el hielo, solo mira a Krinx y a Blaze, ellos ya tuvieron experiencia previa con estos y saben usarlos, las cuerdas que ves aquí son para atarlos a tus muñecas y evitar que se caigan, tienen una cabeza de martillo en la parte trasera para clavar estacas y anclas a medida que subes. Su forma curva sirve para tener mayor agarre a la hora se escalar. Ten, los necesitaras enseguida, ve familiarizándote con ellos- Slavya me alcanzo los piolet, parecían pesados al principio pero al sujetarlos y dar unos golpes al aire noté lo ligeros que eran.
Mientras yo estaba en lo mío Krinx y Blaze se encontraban cerca del tope cuando escuché un grito del unicornio blanco que pasó a ser mi novio.
- ¡Jefecito! ¡La escotilla no se abre por las buenas!
- ¡Entonces cúbrete como puedas! ¡Blaze, vuela esa cosa!
- ¡Entendido!- gritó Blaze, Krinx se puso a cubierto con uno de sus piolets.
- Alejémonos del hueco, no queremos que nos caigan escombros por la cabeza- dijo Rex.
Escuchamos una ligera explosión que venía desde arriba, y luego otro grito.
- ¡Cuidado ahí abajo!- gritó Blaze.
Trozos de hielo y metal comenzaron a caer donde nos encontrábamos anteriormente, algunos pequeños y otros más grandes.
- ¡¿Todo bien ahí abajo?!- gritó Krinx.
- ¡De maravilla! ¡Sigan subiendo, los alcanzaremos dentro de poco!- gritó Rex.
- ¡Recibido jefecito!- dijo Krinx y comenzó a escalar los últimos metros que faltaban, ahora se podía ver como la luz de arriba se colaba hasta abajo.
- Si hay alguien en esa sala estoy seguro que sabe que estamos aquí- dijo Rex- No perdamos más tiempo y comencemos a subir nosotros también, Dangarooq ve tu primero.
- Muy bien- dijo él, pegó un salto y se aseguró en la cuerda con un casco mientras que con el otro se mantenía clavado con un piolet a la pared. Llevaba la carga de Krinx, Blaze y la suya consigo. Nosotros debíamos llevar el resto.
Su escalada demoró un poco más para no poner demasiada tensión en la cuerda ni en las anclas de la pared. A lo lejos podía verse la cabeza de Krinx curioseando lo que hacíamos o vigilando a Dangarooq, o quizás ambas. Cuando él alcanzó el mismo punto desde donde hicieron volar en pedazos la escotilla Krinx lo ayudó levitando el equipaje suyo y el de Blaze. Dangarooq al estar libre del peso extra se movía más rápido que antes mientras aún cargaba con sus cosas.
- Siguen ustedes, tengan cuidado y todo irá bien- dijo Rex.
- Hey, si algo malo pasara cuento contigo para ir a mi rescate- dijo Slavya, dándole un beso en la frente a Rex.
Comenzó nuestro ascenso, Slavya iba clavando los piolets y dándome indicaciones de donde clavar lo míos, tras unos metros de práctica resultaba sencillo. La pared era dura y a veces costaba clavarlos, ambas teníamos ese pequeño problema.
Ya habiendo alcanzado una altura aproximada de cien metros Slavya me dijo algo:
- Trixie, por lo que más quieras en el mundo evita mirar hacia abajo, el vértigo podría causarte mareos y te caerías.
- No se me había pasado por la mente el mirar hacia abajo, es más lo he estado evitando desde que empezamos a subir- dije.
- Perfecto entonces, unos metros más y recibiremos un poco de ayuda extra, sigue aguantando.
- No tienes de que preocupar…- no pude terminar de decir lo que quería cuando un temblor hizo sacudir todo a nuestro alrededor, mis pies cedieron de su agarre y solo uno de mis piolets me frenaba mientras caía, Slavya hacia un esfuerzo para llegar hasta su gri-gri y frenarme mientras se mantenía sujeta también desde un piolet. Finalmente alcanzó a detener mi caída, descendí varios metros, estaba algo aterrada y temblaba del miedo.
- ¡Estas bien Trixie! ¡Solo tienes que volver a escalar hasta mí!- gritó ella.
- ¡Ok! ¡Ok!- dije yo, aun temblando.
- ¡¿Qué diantres fue eso?!- escuché gritar a Rex desde abajo mío.
- ¡No lo sabemos jefecito! ¡Todo el lugar se sacudió de un momento a otro! ¡No estamos en una zona propensas a sismos!- gritaba Krinx desde arriba.
- ¡Suban lo más rápido que puedan! ¡Creo que nos enfrentaremos a problemas más adelante!- gritó Blaze.
Tardé un poco en alcanzar de nuevo la altura desde la cual caí. Slavya se quedó esperándome para asegurarse de que todo estuviera bien. Notó que estaba temblando un poco todavía.
- ¿Qué gran susto verdad?
- Ni que lo digas, creí que iba a morirme por unos segundos.
- Es por eso que suele escalarse con un compañero, salvo por casos especiales como lo es Dangarooq, que ya viste en acción.
Seguimos escalando. Slavya fue la primera en alcanzar el punto donde Krinx y Blaze eran capaces de ayudar, esperamos hasta que pudieran quitarme mi peso de encima para poder subir tranquilas.
Una vez arriba del todo solo quedaba esperar a Rex y Cally Berry, sabíamos que nuestro líder podía volar y así lo hizo hasta cierto punto donde el peso del equipo lo comenzó a agotar y tuvo que engancharse a la cuerda y seguir escalando manualmente. Cally Berry venía detrás trepando con sus cuatro brazos, parecía no tener dificultades en mantener su ritmo. No demoraron en subir.
- Uff, hace años que no subo en vertical de esa forma, siento como que perdí unos cuantos kilos al hacer eso- dijo Cally Berry.
- Es una pena que tengamos que dejar las cuerdas en esta zona tan apartada, pero es mejor tener una forma de escape- dijo Rex- Por cierto ¿dónde estamos? Esto no parece la sala del trono.
La luz que se filtraba desde el techo nos dejó ver que estábamos en una sala que parecía haber sido un almacén o una despensa por el aspecto que tenía, estaba lleno de estantes con frascos y envases todos cubiertos por nieve o hielo, no había ni una sola telaraña, lo cual resultaba obvio considerando el frío extremo que hace aquí. La escotilla que Blaze voló en pedazos estaba cubierta por unas cajas viejas. Solo una puerta de salida era visible.
- No tengo idea de donde estaremos pero si estoy segura de algo: ese temblor de antes no fue una casualidad, algo o alguien se encuentra en este lugar con nosotros, por suerte no en esta misma sala- dijo Blaze.
- Sin duda alguna creo que Némesis nos habrá déjalo algún que otro regalito por aquí- dijo Krinx.
- Sigamos avanzando, si estamos en lo que parece ser una despensa significa que aún nos falta mucho camino por delante- dijo Rex.
Se acercó a la puerta y comprobó que estuviera abierta. Esta simplemente se derrumbó, y nos condujo a lo que parecía haber sido una cocina muy antigua, varios utensilios de cocina eran visibles y restos de lo que fuera que estuviera en una mesa estaban preservados por el frío. La cocina conectaba a un enorme comedor, una sola mesa enorme y un sillón perfectamente decorado era lo único que se podía apreciar, todo aquí parecía haberse detenido en el tiempo, todo estaba preservado de la misma forma que hubiera estado hace millones de años. El comedor también tenía un escenario, considerando quién vivía aquí no quiero ni saber que clases de espectáculos tenían lugar. Al atravesar las puertas al final de esta sala terminamos en otro salón que parecía ser la entrada principal, unas escaleras llevaban a unas habitaciones en la parte superior, la entrada eran dos puertas de madera enormes destrozadas desde el centro hacia adentro, supongo que por obra de Midnight Shine, debajo de las escaleras había otra puerta destrozada, esa era la que parecía conducir a la sala del trono.
- Estén alertas, algo no me huele bien aquí- dijo Rex.
Comenzamos a avanzar hacia la puerta que destrozada, signos de pelea comenzaron a hacerse visibles a medida que nos acercábamos. Quemaduras en las paredes o secciones que se derritieron, partes explotadas y restos esqueléticos de seres a los que Némesis debió haber usado como sirvientes o esclavos personales estaban diseminados por la zona. Parece que había más de lo que Blaze describió con anterioridad en sus escritos dudosos. Lancé una ligera mirada en su dirección, sus ojos dejaban en claro que estaba de nuevo en una especie de trance, miraba a todos lados y a ninguno al mismo tiempo. Estaba perdida en sus pensamientos. Sea lo que fuere no se dio cuenta de que yo la observaba.
Seguimos avanzando a través del viejo campo de batalla donde Némesis y Midnight se enfrentaron por primera vez, si uno prestaba atención aún podían escucharse los ecos de esa vieja guerra resonando en estas paredes. El trono donde Némesis se hubiera sentado estaba semi destruido, la parte superior estaba destrozada y las escaleras que llevaban hacia este tenían escalones rotos. Detrás del trono podían verse varias jaulas, una de ellas abierta y con restos de viejas plumas, esa debió de haber sido utilizada para encerrar a Aelo. Sentía escalofríos al recorrer este sitio y recordar todos los hechos que me narró Midnight en su momento. En una de las paredes había un gran hueco provocado por una explosión o por alguien impactando a gran velocidad contra la misma, al igual que todo lo demás tenía pinta de haber sucedido hace años. Nos dirigimos hacia el hueco por el cual se filtraba una gran ráfaga de viento helado, parecía que estábamos yendo hacia un patio exterior. La batalla no se había limitado solo a interiores.
- Por la barba de Celestia, ellas no se contuvieron para nada, todo lo que vimos demuestra que dieron lo mejor de cada una para vencerse mutuamente- dijo Rex.
- Si esto que estamos viendo era el poder original de Némesis entonces me alegro de que Midnight este de nuestro lado- dijo Slavya.
- Ahora entiendo porque esa pony es tan importante para ustedes. Mi gente no tendría ninguna chance en contra de la bruja carmesí sin su ayuda- dijo Cally Berry.
Blaze permanecía callada todavía. Krinx iba admirando el paisaje helado y Dangarooq observaba todo a su alrededor, como buscando algo en concreto.
La pelea en el patio exterior nos condujo de nuevo al interior y lejos de la tormenta helada. Una gran pared fue destruida nuevamente y un salón como lleno de máquinas y elementos de tortura podía verse, muchas de las mismas aún tenían restos de seres perfectamente preservados, había ponies, grifos, centauros, minotauros e incluso algunas harpías. Era simplemente horrible verlo, sus rostros congelados con la mirada fija en total terror, dolor y sufrimiento, ninguno parecía haber muerto, simplemente parecían quietos, estáticos, congelados en el tiempo en una especie de criostasis, como si esperaran la señal de "todo despejado" para poder dejar de fingir y levantarse de nuevo. En una pared de esta misma sala se encontraban unas alas, por el aspecto no eran de pony o de grifo, parecían haber sido arrancadas de hueso. Fue ahí cuando caí en el hecho de que esas alas le pertenecieron a Aelo. Todos parecíamos un tanto asqueados de ver todo esto, pero de todas maneras nuestro recorrido no había terminado. Al final de esta sala de torturas una puerta destrozada nos mostró el camino a seguir, por el aspecto que tenía no fue arrancada por el impacto de alguien, sino que fue arrancada de las bisagras para ser usada como arma, las marcas de garras de Némesis eran visibles en la madera.
Comenzamos un descenso por escaleras a una zona oscura por completo, Slavya sacó los cristales de sus bolsas y nos los entregó a cada uno de nosotros, ahora podíamos ver algo, no muy lejos pero lo necesario para no tropezar con los escalones o golpearnos la cabeza con algo. Las escaleras conducían a distintos niveles de la misma sala de torturas de arriba, en uno de ellos solo pudimos divisar las siluetas de distintas jaulas, vacías a simple vista, no me atreví a acercarme más a ellas. En el segundo nivel había más máquinas de tortura, se podían sentir los lamentos de las almas en este lugar, era horrible. El tercer nivel estaba tan abajo como la salida de emergencia por la que entramos, pero el doble de oscuro, no podía verse nada en este nivel pero eso no quería decir que en esta habitación no hubiera ocurrido nada violento. Llegando al cuarto nivel los rastros de disparos mágicos volvieron a hacerse presentes, por suerte este sería el último de los niveles que tendríamos que descender. Esta sala dejó en claro que Némesis quedo acorralada y Midnight arremetió con todo su poder, solo podría preguntarme que habrán hecho sus amigos mientras ellas se batían en un duelo a muerte. A nuestro alrededor solo había celdas vacías, todas abiertas y sin rastros de sus anteriores habitantes. Seguimos avanzando, al final de la sala otro hueco conducía hacia una especie de cueva subterránea, que es donde el resto de esta historia transcurrió.
El camino era estrecho a seguir, a nuestra derecha teníamos un abismo sin fondo aparente y a nuestra izquierda estaba un muro de hielo y rocas. Nos desplazamos de forma cautelosa para evitar caernos. Aún con las luces tenues de nuestros cristales podían distinguirse las marcas de explosiones y garras en la gran mayoría de las paredes superiores de esta caverna. Fácilmente debimos de haber caminado dos horas en total desde que ingresamos y no llegábamos nunca a nuestro destino. Nadie hablaba, ninguno se atrevía a perturbar este silencio sepulcral, todos admirábamos los restos del pasado perdidos hace milenios.
Nuestro recorrido peligroso se vio simplificado cuando el camino por el que íbamos comenzó a aumentar de grosos y terminar en una gran sala, picos helados colgaban del techo, las paredes tenían rastros de garras e impactos de cascos en todas ellas, huecos formados por explosiones de magia adornaban todo a su alrededor. Y ahí, justo en medio de todo estaba ella, su cuerpo aún envuelto por el hielo que ella misma creó para contener a Némesis de escaparse nuevamente: Midnight Shine. Tenía los ojos cerrados, una sonrisa se dibujaba en su rostro y una pequeña lágrima parecía haberse congelado en su mejilla. Era hermosa, su color de pelaje era color crema y su crin corta de color azul, usaba una armadura dorada impecable, como si no hubiera sufrido ningún rasguño. Su sola imagen dejaba a cualquiera sin palabras. Frente a ella, a unos dos metros de distancia podía distinguirse una figura que señalaba lo opuesto a lo que Midnight reflejaba. Esta era Némesis, su anterior cuerpo ahora vacío de alma, si es que de verdad poseía una. Una mirada de odio penetraba el grueso hielo, y aún mientras yo sabía que era imposible que esa cosa pudiera moverse o hacer algo retrocedí unos pasos por instinto.
Finalmente habíamos llegado, ahora solo teníamos que liberar a…
- ¡Midnight! ¡Midnight! ¡No puedo creerlo! ¡De verdad eres tú!- escuché decir a Blaze quien cargó hacia adelante en lágrimas de ¿alegría?- ¡Midnight! ¡Lo siento! ¡Lo siento mucho! ¡Perdón por no haberte ayudado antes! ¡Perdón por no haber podido evitar todo esto!
Ella se había quitado las gafas y su máscara, lloraba en una mezcla entre lo que parecía ser alegría y tristeza y se arrodillo frente al cuerpo de Midnight encerrado en el hielo. Algo no me cuadraba, parecía que ella ya conocía a Midnight Shine, pero ¡eso es imposible! ¡Si así fuera, Blaze debería de tener millones de años y solo parece un poco más mayor que yo!
- Sabía que ocultabas algo, y sospechaba que era esto- dijo Rex, mientras se acercaba junto con Slavya a consolarla.
- T-tu ¿lo sabias? Jejeje ¿Cuándo fue que me delate?- dijo Blaze aún entre lágrimas.
- Puede que no lo notaras, pero a diferencia de todos nosotros que caminábamos dudosos a través de este palacio helado lleno de horrores solo tú mantenías un ritmo constante, mirabas a tu alrededor como si recordaras cada paso que diste, cada sonido que se escuchó en estos pasillos y cada vida que fue salvada gracias a Midnight, a su compañero y por supuesto a ti. En ningún momento titubeaste cuando al atravesar la sala de torturas presenciamos a todos esos cuerpos aún congelados, tu mirada permaneció fija en un punto: las puertas que conducían hasta aquí.
- Je, de verdad eres sorprendente.
- Y eso sin mencionar tus archivos que entregaste a las princesas Celestia y Luna, obviamente quisiste ocultarte excluyéndote a ti y a tu amigo de la historia y darle todo el crédito a ella- dijo Rex señalando a Midnight.
- Pensé que solo Dangarooq era el único que sospechaba sobre mi verdadero yo, pero ahora veo que las apariencias suelen engañar, eres más inteligente de lo que creí, de verdad te pareces mucho a él, a mi hermano del alma- dijo Blaze.
- Me alaga que me compares con él, supongo que fue alguien importante en tu vida.
- Lo fue, hasta que perdí contacto con él también, fue hace ya tanto tiempo que no creo que siguiera con vida, lo último que me dijo fue: "Nunca olvides esto hermana: nosotros pasaremos a la historia o al olvido, pero siempre que alguien recuerde este hecho, que alguien transmita de generación en generación lo que pasó en esta tierra, seremos inmortales, no importa el tiempo que pase, volveremos a vernos de nuevo algún día, ya sea en este plano o en otro. Recuerda que Midnight es la estrella que nos trajo brillo en una era de total oscuridad". Esa última parte fue la que Dangarooq susurró en mi oído ayer, así que supuse que él siguió su sueño de transmitir su conocimiento a otros como última voluntad.
- Esa frase esta tallada en piedra en la montaña de donde yo entrené- dijo Dangarooq, usando más palabras de lo usual- Nuestro maestro nos enseñó todo lo necesario para combatir contra Némesis en caso de que ella surgiera de nuevo, y sus enseñanzas han sido las mismas desde hace millones de años. También nos dijo que si algún día presenciábamos a una pony capaz de convertir su crin en llamas al rojo vivo que le dijéramos eso.
- No cabe duda alguna de que mi hermano es el responsable de haber dejado eso como enseñanza, siempre quise saber que fue de él, ahora veo que consiguió un grupo de seguidores y estableció un templo para prepararse para lo peor.
- Ahora la duda principal que muchos nos preguntamos es ¿cómo es que sigues pareciendo tan joven?- dije yo, quizás exagere al decir que muchos de nosotros nos preguntábamos eso pero era una duda que me carcomía la cabeza.
- Bueno, ya que aún hay tiempo se los diré: Cuando Midnight estaba de camino a su lucha contra Némesis, mi hermano y yo pedimos a los mismos ponies que le dieron todo su poder a Midnight que nos hicieran inmortales, así le haríamos compañía una vez que terminara su batalla, lo que menos queríamos era verla entristecer y que pasara el resto de la eternidad en soledad.
- Por lo que veo accedieron- dijo Rex.
- Así es, pero solo sé que fue efectivo conmigo, en aquel entonces la magia era un tanto inestable y solo los unicornios respondíamos de mejor manera a algo como esto, mi hermano al ser un pegaso no tenía tantas chances de éxito pero eso no le importo. Estoy segura al igual que lo estaba Midnight cuando se lo contamos de que él sería el único de nosotros en fallecer de viejo.
- ¿Sera ese el motivo original por el cual se separó de ti?- pregunto Slavya.
- No lo sé, nunca encontré rastro alguno de su paradero, ese día en que nos despedimos simplemente desapareció de la faz de la tierra. Hice lo imposible para localizarlo y siempre terminaba en un callejón sin salida.
- Hasta ahora, gracias a Dangarooq sabes que él se convirtió en un maestro y que transmitió todos los conocimientos necesarios para las generaciones futuras, aún si sabía que no viviría para verte a ti o a Midnight de nuevo sus enseñanzas, su espíritu de pelea vive dentro de todos nosotros- dijo Rex apoyando uno de sus casco en el hombro de Blaze sonriendo.
- Tienes razón, aún si el hechizo de inmortalidad no sirvió él aún se las arregló para vivir eternamente, jejeje.
- ¿Y bien? ¿Qué estamos esperando? Creo que cierta pony merece una reunión con su vieja amiga después de tanto tiempo- dijo Krinx, algo en lo que todos estábamos acuerdo.
Blaze se disponía a lanzar un hechizo para derretir el hielo cuando de repente escuchamos una voz.
- Ouhh, ¿ya terminó el momento sentimental? Y yo que esperaba escuchar un poco más de su pequeña y patética historia jajajajajaja- dijo una voz que reconocimos inmediatamente: Bóreas. De alguna manera él estaba en la misma sala que nosotros, pero nunca notamos en qué momento se escabulló aquí.
- ¿Bóreas? ¿Qué haces aquí? Se supone que tú y Ullr estarían en la aldea vigilando luego de avisar que tardaría en volver- dijo Cally Berry.
- Lo siento mucho querida jajajaja, pero hay un cambio de planes- dijo poniendo una voz y cara serias por primera vez- Basta de bromas, vine hasta este lugar con el solo propósito de asesinarlos a todos y cada uno de ustedes.
Sus serpientes se mostraban enfurecidas, y algunas estaban manchadas de color rojo, no fui la única en notarlo.
- Tus serpientes ¿es sangre lo que tienen en ellas?- preguntó Cally Berry.
- Oohh, una gran observación de su parte, si, es sangre y es de este desgraciado- dijo arrojando hacia nosotros algo. ¡Era la cabeza de Ullr!
- ¡Bóreas! ¡En nombre de todo lo bueno ¿qué has hecho?!- gritó Cally Berry.
- Solo hice lo que mi maestra me pidió: elimina a todo aquel que interfiera en tu trabajo, y mata a los ridículos ponies que intentan liberar a Midnight.
- ¿Tu maestra? ¿Te refieres a Némesis?
- Exacto, y si preguntas por qué, pues ella me ofreció algo que tú nunca podrías haber hecho: poder, poder sin límites.
- ¿Te atreviste a traicionar a toda tu gente, a tu mejor amigo solo por la simple promesa de poder? ¡NO ME VENGAS CON ESAS ESTUPIDECES!- dijo Cally Berry lanzando un ataque desde su varita. Bóreas simplemente lo esquivo.
- Si crees que vas a poder enfrentarte tú solo contra todos nosotros, estas en una grave desventaja monstruo- dijo Krinx preparándose para pelear.
- ¿Desventaja? Jajaja, te equivocas, yo solo podré derrotarlos y llevaré sus cabezas a Némesis, seguro las querrá en unas picas para decorar su nuevo imperio bajo la nieve. Pero como quiero divertirme un rato, dejaré igualadas las posibilidades- tras decir eso desde el abismo que pasamos con anterioridad comenzaron a aparecer varios gigantes de hielo- ¡Destrúyanlos! ¡Que no quede nada en pie!
Los gigantes soltaron un rugido espectral y cargaron contra nosotros. Estaba lista para lanzar un hechizo cuando detrás de mí comencé a sentir una ola de calor creciendo y solo sentí esto una vez: era Blaze envuelta en llamas nuevamente, furiosa como lo estaba ayer. Ella lanzó un rayo desde su cuerno hacia uno de los gigantes, desde este salieron otros rayos que se dirigieron a los otros gigantes, provocando que todos frenaran y luego de unos instantes explotaron y se evaporaron inmediatamente.
- He esperado miles de años para este momento ¡Y NO DEJARE QUE UNA ESTUPIDA ABOMINACION DE LA NATURALEZA ME SEPARE DE ELLA DE NUEVO!- gritó Blaze.
- Veo que ni siquiera el hielo de mi maestra es resistente a tu intenso calor, tú supones una amenaza mayor de lo que imaginaba. Supongo que ya no tiene sentido ocultar mis verdaderos poderes si te comportas de esa forma- dijo Bóreas. Acto seguido sus cascos de serpientes comenzaron a fusionarse y a desaparecer, su cuerpo de pony empezó a cambiar de color y escamas comenzaron a crecerle, su cabeza se convirtió en una boca de anaconda gigante, o más bien él se convirtió en una anaconda gigante.
Bóreas en su nueva forma lanzó un coletazo a Blaze, esto la mando a volar contra una pared, ella cayó inconsciente del impacto y sus llamas se apagaron, no parecía tener heridas de gravedad. Ahora con nuestra pony más poderosa fuera de combate era nuestro turno de detener a un nuevo adversario, uno muy loco y muy peligroso. Nuestro día de penurias apenas había comenzado.