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Lo Que Somos Ahora

by Sunny Honey

Chapter 36: Quienes Somos Parte II

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Quienes Somos

Parte II

-¡Esto nunca se trató ni de la Agencia ni de la magia!- vociferó Mistery con la mirada vidriada pero determinada frente a los agentes del hospital -. ¡Se trata sólo de amistad! - agregó con voz fina mientras pasaba una mirada a Cherry, Lyra y Bonbon, ablandando su rostro, -. Sólo…sólo algo tan simple como eso…- se encogió de hombros dándoles de vuelta la cara con obviedad, contemplando a seis agentes más entre hombres y mujeres con su uniforme de médicos como de guardias de seguridad, reuniéndose en donde ellas estaban -. ¿En serio se les hace tan difícil de entender que nos protegemos y defendemos entre sí, sólo porque somos amigas?

Aquellos agentes en su rol de médicos en el hospital, mantenían su mirada aun defensiva pero a la vez debatiente contra Cherry, Mistery, Lyra y Bonbon, quienes simplemente quedaron en silencio con lo que Mistery les había dicho, manteniendo sus ojos morados vidriados, realmente ya cansada, no solo ella, de ocultarse, de que la amenacen y de persecuciones.

Tras lo que sucedía en el corredor de aquel piso del edificio, se habían abierto un par de puertas, asomándose principalmente aquellas personas que se quedaban a dormir para acompañar a los pacientes, que al principio miraban confundidos aquel destello de color morado y dorado que relucía delante del grupo de médicos y par de guardias, producto de los domos de Mistery y Lyra que las protegía, quienes al ver que salían curiosos, los agentes mandaron enseguida a regresar a sus habitaciones, aunque se les vería difícil mantener la calma con la veloz información llegando de lo que sucedía en diversas partes de la ciudad.

-¡Por favor, regresen a sus habitaciones!

-¿Qué está pasando?- exclamó un hombre entre el pasillo mientras se seguían abriendo puertas.

-¿No han oído las noticias?- se apresuró en decir una mujer con su rostro lívido -. ¡Algo horrible está pasando allá afuera!

-¡Son cosas, fantasmas, parecen fantasmas! ¡¿Qué demonios?!- decía otra refiriéndose a las sombras, mezclándose voces entre rostros preocupados que los agentes que a pesar de las personas que salieron y lidiaban, les clavaban con la mirada a aquellas "amenazas" con magia, hasta que finalmente, una habló.

-¡Yo sé lo que sucede!- exclamó repentinamente una voz en alto e imponente, interrumpiendo en seco el coro de voces que enfocaron mejor su mirada hacia el fondo del pasillo, para ver la dueña de aquella voz. A Bonbon.

Los agentes endurecieron la quijada con una mirada severa ante ella, mientras el resto de las personas suavizaban un ceño mirando con confusión, de a poco darse cuenta de qué era esas cúpulas que rodeaban a esas jóvenes, empezando a ver los cuernos en Lyra y Mistery, como lo que parecía ser alas de Cherry. Bonbon no perdió tiempo y se puso unos metros de frente de las tres con gesto templado pero sin perder su seriedad, mirando con sus ojos firmes a aquella gente, manteniendo una posición protectora dispuesta a tomar la batuta de la situación por su lado.

-Nosotras, sabemos lo que sucede allá afuera- se explicó mejor, mientras se escuchaba las puertas del ascensor abrirse. -. ¡Tal vez no del todo, pero tenemos información que lo involucra!- decía cuando sus oídos se agudizaron al escuchar una voz familiar.

-¡¿Bonbon?!- la nombraron, y tanto ella como las demás levantaron la cabeza para ver que entre la multitud, se acercaba alguien.

-¡Whooves!- corearon Lyra y Bonbon en especial abriendo de más sus ojos al reconocer la voz de su amigo.

-¡¿Chicas?!- insistió dejándose ver haciéndose paso entre la gente, estando ahí al ser el mismo hospital que habían atendido a Twilight, pero fue atajado enseguida por los agentes.

-¡Ninguno se acerquen a ellas!- exclamó un agente con severidad -. ¡Estas chicas salieron del pabellón psiquiátrico! No…

-¡No es verdad!- interrumpió enseguida Whooves frunciendo el ceño moviéndose hacia adelante aun así, oliendo a mentira -. ¡Ellas son de las estudiantes desaparecidas después del incendio en Canterlot High!- hizo dar en cuenta -. Son mis compañeras. Están mintiendo. ¿Por qué? ¿Están tras esto?- demandó indignado.

La gente reunida reconocieron mejor los cuatros rostros frente suyo, pues la noticia del incendio y las desapariciones ha sido noticia en boga durante las semanas que pasaron, pero asimismo, miraban con real atención aquellos extraños domos que las cubrían y su apariencia. Bonbon aprovechó sin duda la ocasión y se enfocó en los agentes.

-¡No pueden ocultar esta realidad peor con lo que está sucediendo afuera! ¡Es demasiado grande y obvio para ustedes!- les reclamó Bonbon con voz profunda entregándoles una mirada completa para lanzar una risa seca -. Supongo que encontraron algo que no pueden controlar. Y a todos- enfatizó, paseando su mirada a la docena de personas que se había acumulado, con especial atención a los agentes- les conviene escucharnos de una buena vez para que entiendan una realidad que aunque parezca absurda, está pasando justo ahora- agregó en decir para ladear la cabeza hacia a un lado a sus amigas -. Desháganse de los cuernos y alas, y digan lo que sepan de la Agencia- avisó y los oídos de sus amigas parecían oír un chiste de mal gusto, viendo ella la inseguridad que tenían de desprotegerse sin la magia -. Demostrémosle que tenemos mejor palabra que ellos. No bajaré la guardia, estaré atenta a sus movimientos. Sé lo que hago, estaremos bien.

-Bonbon…- quiso refutar Cherry en desacuerdo, insegura.

-Nunca fuimos un verdadero secreto, Cherry- le dijo ella suavizando su gesto para ver el resplandor dorado que iluminó brevemente el cuerpo de Lyra al ser la primera deshacer su cuerno, por consecuente, su domo dorado desapareció también, quedando sólo el de Mistery.

Aquella acción de Lyra llamó la atención de Mistery y Cherry, en especial cuando las miró con seguridad reflejado en su rostro.

-Confío en ella- dijo en voz segura, posando de inmediato su mirada hacia Cherry, quien tensó la barbilla ante eso.

Mistery y Cherry se intercambiaron una mirada para finalmente, deshacer su cuerno y alas respectivamente, desapareciendo en el trayecto el domo que faltaba, para tragar saliva mientras escuchaban aspiraciones de sorpresa de los presentes que algunos retrocedieron abriendos de más los ojos, mientras Whooves sólo contemplaba sin sorprenderse de la magia y los agentes las vieron confundidos pero un tanto más escépticos por dejarse vulnerables y entregar esas expresiones dóciles que mezclaban un reflejo de preocupación pero a la vez determinación en sus miradas.

Lyra tomó una bocanada de aire y caminó para ponerse al lado de Bonbon, siguiéndolas Mistery y Cherry.

-La magia de un mundo alterno ahora existe en este mundo- exclamó Lyra -, y como todo mundo, sólo existen personas malas y buenas, y nosotras…nos hemos envuelto en el lado más puro de su magia, para contrastar aquellas impuras que ahora, están siendo enfrentadas por seis de nuestras amigas, que representan la versión más fuerte de la magia que representamos- decía para tomar la mano de Bonbon y sonreírle, haciendo sonreír a Bonbon también -, de la amistad…- sonrió con mayor firmeza y entregó la vista de vuelta al resto que las miraba con diferentes gestos desubicados pero a la vez con atención -. Hay un mundo llamado Equestria…

Todo el pánico se había levantado en algunas zonas de la ciudad por la repentina aparición de altas sombras que habían cobrado forma y vida, las cuales se paseaban por las calles, moviendo todo lo que encontraban, robando las sombras que se formaban de cualquier cosa y así, alimentándose y ganar tamaño lentamente.

La desesperación y el horror de ver aquellas negras siluetas que ya alcanzaban a medir algunos edificios pequeños, sacudía de a poco la ciudad a lo largo que se iba extendiendo su andar.

Las autoridades iban en camino, evacuando y guiando lejos de las zonas de peligro, siendo inútil detener algo que simplemente no podía recibir daño.

Las Rainbooms y Trixie estaban en una de las zonas que las sombras habían llegado, recorriendo las calles como si suyas se trataran, mientras se escuchaba el pavor levantado de las personas que aún se encontraban en el sitio, cuando una de aquellas criaturas arrancó un letrero led de un restaurante desde su sombra y la aventó sobre su hombro, precipitándose el pesado metal directo a un grupo de personas que huían buscando refugio, quienes elevaron sus gritos y exclamaciones de pánico para sentir cómo les aterrizaba el pesado letrero, para al final, no recibir ningún golpe, pero si el brusco sonido del impacto al aterrizar, haciéndoles lanzar un grito asustado para abrir sus ojos como platos y jadeando en consternación, al verse dentro de un domo traslúcido blanco y brillante, que hasta minimizó el escándalo que se escuchaba afuera por el grueso grosor del que era materializado.

Desde unos metros de distancia, estaba Rarity concentrada con sus brazos estirados y manos abiertas en dirección hacia donde había protegido con su domo a ese grupo, sólo para escuchar algunos gritos de otras personas que asimismo, eran aventadas tal como lo fueron ellas cuando aquellas criaturas negras habían robado sus sombras, por lo que ni Fluttershy ni Rainbow Dash perdieron tiempo para salir volando directo a atrapar las que podían, no quedándose atrás Pinkie Pie que tomó su flecha y fue lanzando algunas apuntando hacia las cuatro personas que estaban por los aires, haciendo que todas fueran envueltas con la blanda y suave textura de malvaviscos, que al caer, no sufrieron ni un daño, hasta un poco rebotando, pero sí el gran susto de estar cubierto de esa botana.

-¡Tranquila, no pasó nada!- exclamó Rainbow Dash manteniendo a una mujer mientras ésta hiperventilaba sin poder decir alguna palabra por todo lo que ocurría, para que Rainbow la haga aterrizar al piso de una vez y ella se soltara de sus brazos enseguida.

Aquella mujer llegó a enredarse con sus propios pies y cayó de bruces al suelo, retrocediendo en el piso con una mirada ansiosa y asustada, viendo con los ojos engrandecidos la apariencia de Rainbow y obvio, sus alas, hasta aspirar finamente al verla que tomó vuelo, procesando con incredulidad lo que acababa de ver.

-No…no tiene que temer. No lo soltaré- decía Fluttershy con voz presionada mientras llegaba al piso de prisa, teniendo que cargar con un hombre robusto que además, se retorcía entre sus brazos y encogía las piernas para no caer, pero a la vez, consternado de verse rescatado por una jovencita que tenía alas en formas de las de una mariposa.

Ni bien se vio libre, el hombre retrocedió para contemplar anonadado, la inocente y dulce apariencia de aquella joven, con ese traje amarillo pálido con falda en forma de flor de loto y los lazos rosas claros que cruzaban sus piernas para terminar en unos botines, que aunque él la veía asustado e incrédulo, aun así Fluttershy le regaló una firme y amigable sonrisa, para entre aleteo de sus alas rosadas, se levantó en vuelo.

Mientras tanto, Rarity había desaparecido el domo que cubrió a aquellas personas a punto de recibir el violento golpe de aquel enorme letrero led que hasta tiró chispas cuando se impactó contra su domo. Tanto la modista, como Applejack y Trixie, vieron la reacción de no solo aquellas personas, sino de otras que estaban en los alrededores, consternados de aquella protección que se apareció y otros que vieron volar a Fluttershy y Rainbow Dash, hasta cuando Pinkie lanzó sus flechas, provocando que levantaran un coro de aspiraciones y gritos, estupefactos, algunos huyendo y otros quedaron parados, como si tiraron raíces sin poder moverse de allí por más que quisieran mientras se entremezclaban los gritos de alerta y más aún al ver que llegaba Rainbow volando cerca de regreso donde las demás, que dibujó un ceño al verlos huyendo de ellas.

-¡Hey! ¡¿Acaso no ven que evitamos que se riegue sus sesos por ahí?!- reclamó para morderse la lengua -. Okey, mala elección de palabras.

-¡¿Cómo podemos provocar pavor?! - se quejó Rarity -. ¡La magia tiene buen gusto!- dijo mirando su apariencia.

-¡No es momento para esto! ¡Hay más de esas cosas por la ciudad!- exclamó Applejack con preocupación viendo como aquellas sombras altas se perdían hacia más adentro de las calles.

-Esto está muy mal, hay más de lo que pensamos lidiar- exclamó Trixie con preocupación.

-Pero chicas, recuerden que hay alguien que está provocando esto…- dijo Fluttershy con su frente poblada de arrugas -…como Sunset Shimmer y Las Dazzlings. Las cosas que ellas crearon y provocaron, se deshizo en cuanto las vencimos ¿no?- lanzó lo que pensaba.

-Como la transformación de los secuaces de Sunset y su lavado de cerebro a los estudiantes- exclamó Pinkie Pie -, así como la forma mágica de las sirenas y el hechizo de pelea entre el alumnado. Si vencemos a quien creó las sombras…

-…las sombras van a desaparecer- completó Applejack -. Dejar la ciudad oscura es una solución a medias y temporal, pues esas cosas seguirán apareciendo mientras quien las creó siga por allí suelto.

-¡Entonces si realmente queremos deshacernos de esas cosas debemos patearle el trasero a quien los creó!- vociferó Rainbow Dash golpeando entre sí un puño a su mano abierta mientras se levantaba a pocos centímetros del suelo.

-¡¿Pero cómo vamos a encontrarla?!- se quejó Rarity llevándose una mano a su frente, en drama -. ¡Hasta que la encontremos las sombras andarán por ahí!

-Si tan sólo alguien podría aparecerse donde quiera que lo piense…- disfrutó decir Trixie mientras empezaba a levantar una sonrisa de lado con cierta petulancia, ganándose las miradas de las demás que animaron su gesto con una sonrisa determinada.

Mientras tanto, autos iban y venían. Aun no era lo suficientemente tarde como para que las calles se encuentren del todo solitarias, aun saliendo personas de trabajos de turnos nocturnos, universidades y demás lugares.

En algunos lados de la ciudad aun guardaba la calma de una noche de lunes, pero de a poco, eso se iba deshaciendo.

Transitaban los vehículos subiendo un paso de desnivel cuando repentinamente una forma que parecía ser humana, había aterrizado de golpe en medio de aquel puente de concreto.

Una mujer de piel gris claro con alas y cuerno en su frente se hallaba de pie expuesta al riesgo de ser arrollada.

Antes de que pudieran frenar a raya los autos que inevitablemente se iban encima de la sorpresiva aparición, una silueta negra con la forma de aquella mujer, se levantó a los aires mientras su larga cabellera se agitaba entre su movimiento, para aventarse frente a los autos y tomar el filo de las sombras que se formaba por los faros a los bordes del paso de desnivel, y abriendo sus brazos lado a lado de su cuerpo, hizo que los autos desviaran el rumbo y se fueran hacia los lados del puente, estrellándose entre unos a otros.

Aquello provocó el estruendo del impacto de los choques que hizo que los autos que venían desde atrás, se vieran estrellados con los autos de enfrente, pero aun así la sombra siguió aquel trabajo, de detener de la misma violenta manera todos los vehículos que encontraba, haciéndose paso mientras se seguía escuchando un estruendo tras otro y alarmas de autos como gritos que se alzaban con exclamaciones de ayuda y exigencia de lo que sucedía al aire mientras Shadow Light tenía su mirada carmesí que brillaba de ansiedad, hambrienta de encontrarse con aquella mirada magenta de Celestia, caminando con imponente paso mirando con apatía las personas que quedaron heridas y aquellas que huían, corriendo sentido contrario de donde ella caminaba, ninguno siendo Celestia, lo que hacía agrietar su piel en un concentrado entrecejo apretando los puños con el corazón acelerado en ansiedad.

Esta búsqueda la sentía como un Deja vu.

*Flashback*

"Aquel día el sol estaba brillando intensamente. Su luz era hermosa y con ella una brisa suave y fresca calmaba el calor de aquella mañana.

El día marchaba pacífico como siempre, sino fuese por una sombra que se deslizaba escurridiza entre el césped que daba entrada a un prado.

Se escurría apresurada, en línea recta pero para acelerar iba en zigzag. A su paso, algunas animales y criaturas se sonreían en verla pasar, tranquilos, sin extrañarse de ella.

Finalmente, cuando llegó al prado, la sombra se detuvo y se levantó tomando una forma de un equino de cuatro patas, alas y un cuerno en la frente, para finalmente, terminar de recuperar su verdadera forma.

-¡Se supone que estaría aquí, Zephyr!- reprochó tal potrilla con un ceño ansioso una alicornio gris claro, melena gris oscuro y brillantes ojos carmesí. Su Cutie Mark era un luz roja siendo rodeada de una silueta negra de una sombra.

Sobre su cabeza pasó volando de largo un ave de gran tamaño. Era alta, de enormes alas y emanaba una luz blanca, tan suave y fúlgida, resplandeciendo su cuerpo de color aguamarina, perdiéndose entre el cielo claro, camuflándose. Shadow dejó caer las cejas con una mirada impasiva.

-¡Claro! ¡Vete! Y déjame sola - ironizó a sí misma con un resoplido y abultando sus labios en reproche. -. Estaba aquí...pero de seguro se movió- pensó torciendo un poco la boca -. Digo, no creo que esté todo el rato aquí después que Zephyr la vio ve...- se decía pero se interrumpió al escuchar un fuerte aleteo de alas.

Sus orejas se alzaron y retrocedió un poco la cabeza, enfocando su mirada bien abierta hacia el fondo del borde del prado.

Shadow empezó a galopar hacia donde escuchaba algunos sonidos, entre ellos el crujir del césped que musicalizaba pisadas y que se mezclaba con...una risa. Una que recibió al mismo tiempo que su melena gris oscura revoloteara por la fuerza de la brisa a la vez que asomaba su cabeza haciendo a un lado unos arbustos.

Y entonces la encontró.

Algo que no creyó ver jamás: la llegada de otro alicornio.

Shadow, conociendo cada rincón de estas tierras fue en su búsqueda para al fin, encontrar con su mirada agradablemente consternada, a una joven alicornio de pelaje blanco como el algodón recién brotado del tallo, de melena larga de un suave color rosa que le recordaba a los pétalos de un clavel. Tenía una Cutie Mark de un fúlgido sol estilizado y sus ojos magentas parecían brillar de su pureza.

Shadow quedó sin aliento y petrificada admirando a aquella alicornio más joven que ella jugando entre el césped con una liviana y suave risa, agitando sus alas, propia de la emoción, disfrutando el paisaje que la rodeaba, completamente feliz de hallarse en estas tierras, que su sonrisa parecía resplandecerse como el mismo sol que bañaba con su luz a la alicornio.

Tal vez fue el hecho que Shadow no podía quitarle la mirada de encima o escuchó los arbustos moverse, pero sea como sea, los ojos magentas de esa alicornio blanca se posaron sobre la otra carmesí con una gracia indescriptible que hizo a Shadow elevar una sonrisa radiante en su rostro al ver tan delicada y hermosa yegua regalarle una mirada que con ella, brotó una espléndida sonrisa tierna y amigable al verla.

Había encontrado a Celestia".

-¡¿DÓNDE ESTÁS?!- reclamó al aire con voz osca y cargada, agitando sus alas para levantarse del suelo y aventándose sobre los autos para buscar por dentro, mientras su sombra se adelantaba buscando metros más avanzada de ella, moviendo de manera violenta autos entre sí, sin rastro de la presencia de aquella contraparte de la yegua que marcó un antes y un después de su vida.

Shadow lanzó un gruñido y sin perder más tiempo, agitó con fuerzas sus alas para salir volando de allí, dejando su sombra para que continuara por ese lado y ella avanzara a otro antes de perder la única pista que tenía de su ubicación que le dio ese extraño ser que la trajo hasta aquí y le ofreció de alguna manera, lo que Celestia y la propia Twilight Sparkle le negaron.

Cuando de repente se escuchó una pequeña explosión y se levantó un espeso humo azul oscuro.

-¡Alto ahí, loca!- exclamó Pinkie Pie para empezar a lanzar una flecha tras otra al azar con un alarido de indio mientras brotaban cupcakes que daban un mismo alarido para irse reventando.

-¡Pinkie Pie, basta!- reclamó Rainbow Dash mientras agitaba de prisa sus alas para disipar el humo.

-¿Y cómo sabes que es mujer?- preguntó Trixie a Pinkie.

-¡Dah! ¡Siempre son mujeres!- contestó con obviedad rodando los ojos -. ¡Qué mala fama de problemáticas ambiciosas nos dan! ¿No puede ser un chico para variar?- reprochó con un ceño.

-¡Sshhh!- cayó Rarity ceñuda a la vez que el humo se disipaba por completo y contemplaban el caos de aquel paso de desnivel.

-Oh, cielos…- musitó Fluttershy llevándose las manos a la boca contemplando el desastre ocasionado y con las demás, levantaron la cabeza en alto al escuchar que se seguía provocando bruscos movimientos.

Enseguida las seis se movilizaron hacia dónde provenía el ruido, pero había gente atrapada también dentro de los autos. Rápido, fueron Fluttershy y Trixie quienes se quedaron de ese lado a ayudar a liberar a esa gente mientras las demás se precipitan donde aseguraban estar la amenaza que había provocado todo este desastre, siendo Rainbow y Pinkie quienes llevaban ventaja avanzando, una en el aire y la otra que se impulsó en cada brinco, elevándose varios metros en el aire para expandir sus ojos al divisar que una silueta negra era quien estrellaba los autos entre la huida de los que iban a bordo.

-¡No puede ser! ¡Es otra sombra!- avisó Pinkie en un grito para las demás, viendo con Rainbow aquella silueta que apenas se acercaron a ella, contemplaron su apariencia humana, pero con alas y un cuerno, semejante a la apariencia de Twilight Sparkle cuando se transformaba con ellas.

-¡¿Twilight?!- dudó Rainbow demasiado en llamar, creyendo ser ella, pues era la única que tenía conocimiento que podía adaptar alas y cuernos en este mundo.

Aquella sombra se dio la vuelta con sus manos abiertas y dedos hacia dentro de la palma, sólo para echarse al suelo y deslizarse escurridiza en el concreto, directo hacia donde Rainbow se había parado para quedar debajo de sus pies.

Tanto Pinkie como Rainbow concentraron un ceño, escépticas de lo que ganaba haciendo eso, cuando repentinamente la sombra se subió desde sus pies hasta la punta de su cabeza, cubriendo entera a Rainbow.

-¡Oye! ¡¿Qué haces?!- reclamó ceñuda moviéndose enseguida para de alguna forma sacársela de encima mientras un poco agitada llegaba Applejack con Rarity hacia ellas, con entrecejo acelerando aún más su corrida al contemplar a su amiga cubierta de una sombra.

-¡Rainbow!- la llamó la modista para frenar de golpe con Applejack cuando la mencionada se dio la vuelta en dirección a ellas pero en contra de su voluntad, con su cara hecha puño expresando su esfuerzo de tratar de liberarse de esa sombra, pero su cuerpo estaba terco a su mando, y en lugar de eso, Rainbow Dash abrió sus brazos a los lados de su torso.

-¡Aléjense de mí!- alcanzó gritar Rainbow a la vez que impactaba sus manos entre sí y provocó la onda expansiva con el arco multicolor.

Pinkie Pie se catapultó en un fuerte brinco de varios metros para evadir el ataque pero ni Applejack ni Rarity alcanzaron a evadir el arco por la obvia razón de que viajaba rompiendo la barrera del sonido. Ambas recibieron el impacto del choque y fueron azotadas con violencia hacia atrás mientras se perdía sus gritos.

Rarity siendo aventada, pudo invocar su resistente campo de fuerza pero igual se dio de sacudones aterrizando de rebote y rodando sobre un auto hasta caer al suelo entre quejidos mientras que Applejack aterrizó en seco sobre el capot de una camioneta, pero que casi por inercia, sus lianas aterrizaron antes que ella y se sostuvieron, frenando un impacto más severo, pero aun así el aterrizaje fue brusco, lanzando un profundo jadeo de dolor que le hizo cerrar con fuerza los ojos.

-¡Oh por mil manzanas! ¡Eso sí dolió!- masculló entre dientes aguantando la punzada de dolor sobre su espalda, sin poder moverse enseguida por el cimbrón del golpe seco que se dio.

-¡Chicas!- las llamó Pinkie Pie preocupada en bajada de su salto mientras tanto Rainbow Dash sólo podía sentir cómo empezaba a agitar sus alas y se levantó en vuelo.

-¡Suéltame! ¡Déjame! ¡Agh!- forcejeaba con sus ojos cerrados presionándose a recuperar el control de su cuerpo desde la altura sobre la entrada del puente para finalmente, volar aparte de allí -. ¡¿Qué?! ¡¿Dónde me llevas?!- reclamó.

-¡Hey!- llamó Pinkie Pie con fuerte entrecejo mientras continuaba bajando con su mirada enfocada a donde veía huir el descontrolado cuerpo de Rainbow -. ¡Hiciste que mi amiga lastimara a mis otras amigas! ¡Eso no es divertido, aguafiestas!- reclamó para al fin aterrizar al suelo y empezar entre brinco y brinco, una persecución tras ésta.

-¡A-Applejack!- llamó Rarity con un ojo cerrado y un gesto de dolor, levantándose del suelo deshaciendo su domo pero tonteada por el brusco aterrizaje.

-¡Dame un segundo!- respondió con esfuerzo aun sobre el capot -. Tiempo que no tenemos- farfulló para sí e ir de a poco moviendo sus extremidades mientras se recuperaba de la impresión del impacto que tuvo, gesticulando de la molestia del dolor que sentía en su espalda, pero entonces se le ocurrió mejor buscar levantarse con ayuda de sus lianas.

Las puntas de las seis lianas se colocaron en el capot de la camioneta y lentamente la pudieron levantar entre su aspiración en reacción al romper su petrificado estado por el mismo impacto de la caída.

-Rayos, ¿Escuchaste eso?- comentó Trixie preocupada hacia Fluttershy tras la onda expansiva de Rainbow mientras sacaba de un auto a una pareja que sólo podía dejarse agarrar con una mirada confundida.

-¿Qué sucede? ¿Qué fue eso? ¿Qué pasa?- jadeaba del susto la mujer que tenía un moretón sobre su pómulo, para darse cuenta del peculiar atuendo de Trixie y ver a Fluttershy aflojando las puertas trancadas lanzando su espiral de energía rosa de sus manos.

- No se asusten. Queremos detener esto tanto como ustedes- le dijo Trixie inmediatamente -. Tratamos de averiguar pero deben salir de aquí - agregó con voz suave a la vez suplicante -. Confíen en mí- agregó e hizo aparecer una esfera, ganándose una nueva mirada de desconcierto e hizo aterrizar la esfera y los hizo aparecer a las afueras de un hospital, aspirando de sorpresa y desconcierto -. Anuncien que deben atender a las personas que voy trayendo ¡YA!- no perdió tiempo para hacerse desaparecer frente a sus ojos, haciéndolos toser por el humo.

Trixie se apareció de nuevo en el puente mientras Fluttershy les hablaba a unas docenas de personas acumuladas sacadas de los autos tras facilitar el escape. Algunas lloraban, otras gritaban y otras simplemente miraban por todos lados con un profundo entrecejo, estando la mayoría con heridas que aunque no parecían ser de gravedad, de todas formas es mejor examinar tras estos fuertes impactos del choque.

-¡Avanza hacia las demás, Trixie se encarga aquí!- avisó la ilusionista acercándose de prisa.

Fluttershy se apresuró y voló, provocando una conjunta aspiración.

-¿Han escuchado que un mago nunca revela sus secretos?- les sonrió Trixie algo nerviosa para ponerse entre ellos y aparecer una esfera para sacarlos de allí.

-¡Chicas!- exclamó Fluttershy recién sobrevolando a lo largo del puente para llegar hacia donde divisaba a Rarity, que se movía un poco lento pero buscando regresar de donde fue lanzada -. ¡Rarity! ¿Qué pasó? ¿Y las demás?- reclamó alterada mientras aterrizaba a su lado.

-¡No lo sé!- se alteró con un ceño -. Rainbow estaba cubierta de…sombra y no tenía control sobre sí misma que la hizo atacar a Applejack y a mí.

-¿Dónde está Applejack?

-¡Aquí, Dulzura!- exclamó la rubia a pocos metros de ellas un poco recuperada aunque aún con un molesto dolor en su espalda -. Y me da la impresión que Pinkie fue tras la ubicación de Rainbow- comentó mientras lograba erguirse.

-¡¿Qué rayos están buscando?!- reclamó Rainbow Dash mientras sobrevolaba aquella zona de la ciudad, aun sin descanso de intentar recuperar el control que aquella sombra dominaba sus movimientos conduciéndola como un títere.

-¡Sorpresa, sorpresa!- se apareció Pinkie Pie de frente repentinamente, atajando a Rainbow -. ¡Fuera de Dashie, Monstruo Oscuro!- chilló apuntando a Rainbow con una flecha y se la lanzó, consiguiendo atrapar todo el cuerpo de la peliarcoiris en un atrapadedos (aquel tubo de papel tejido que atrapan los dedos índices de las manos y es difícil de sacar).

Rainbow Dash aspiró asustada al verse sometida en esa trampa que no solo imposibilitó mover sus extremidades, sino también sus alas, por lo que al acto empezó a caer.

-¡Piiiiiiiiinkieeeee Pieeeeeeee!- gritó su nombre mientras caía al vacío a la vez que la silueta oscura de aquella sombra se desprendió de ella al quedar inútil el cuerpo y salió disparada de allí sin perder tiempo de vuelta hacia Shadow.

-¡Wiiii, Dashie! ¡Se fue!- celebró la fiestera con una enorme sonrisa dejándose caer en picada hacia Rainbow para apuntar su flecha y disparar sobre su amiga, convirtiendo el atrapadedos en cientos de brillantinas pudiendo enseguida recuperar su vuelo y vea a Pinkie Pie flotando a su lado con docenas de globos atados a su cintura, flotando con el cuerpo horizontal con una sonrisota. -. Te quité de un aprieto, ¿eh?- exclamó divertida levantando ambas cejas -. ¡Ya sabes! Porque estabas apretada con el atrapadedos pero quise decir por lo de sombra, ¿Lo entiendes? ¿Lo entiendes? ¿Lo entie…?- decía pero una mano de Rainbow aterrizó sobre su boca, interrumpiéndola.

-Lo entiendo, Pinkie Pie, y te lo agradezco, pero hay que ir tras ella- exclamó y Pinkie le quitó la mano de la boca para hacer un saludo militar.

-¡Las Badass Girls tras el enemigo!- exclamó con voz heroica para empezar a mover las manos hacia adelante y atrás mientras pataleaba, como si estuviese nadando mientras se elevaba más y más por los globos.

-¡Deja de insistir en pésimos nombres, Pinkie!- dijo Rainbow mientras le atrapaba una mano y se la llevó rápidamente en dirección de vuelta al paso de desnivel.

-¡¿Están todas bien?!- exclamó Trixie apareciéndose entre Rarity Applejack y Fluttershy dispersando ese humo haciendo que hagan mala cara tosiendo, un tanto irritadas ya de toser cada cuánto.

-Sí, sí, cof cof, pero se nos escapó- exclamó Fluttershy con un ceño.

-¡Demonios! ¡Nos estamos dejando sorprender! ¡Hay que sorprenderla!- se quejó Trixie con un ceño pisando fuerte el suelo -. ¡Trixie no se deja en desventaja de nadie jamás! ¡Soy una Lulamoon!- exclamó con pose de reina del mundo con sus brazos alzados.

-Ajaaaam- bufó Rarity con ironía para alzar la cabeza cuando Rainbow llegaba a ellas a velocidad, liberada ya.

-Sorprenderla…- pensó Applejack concentrando su mirada en Rainbow. -…creo que sé cómo.

-¡Déjame salir!- demandaba Twilight Sparkle entre la profunda oscuridad en la que estaba -. ¡Muéstrate!- exigía en cada grito que sonaba como un eco, sin poder ver nada más que negritud, ni las palmas de las manos podía verse.

No tenía noción del tiempo, pero sentía que estaba envuelva en esta negritud por horas, aunque solo haya pasado minutos aun, pasando todo demasiado rápido a la vez.

"Esto es inútil. No está…o simplemente está disfrutando de mi desesperación" pensaba sintiendo que no podía más fruncir el ceño.

Se sentía tan inútil. Esto no era rutina para ella. Estar atrapada como una damisela en apuros. Ella siempre estaba en la acción. Planeando, averiguando, luchando. Y siempre en compañía de sus amigas, con la fiel compañía de su asistente número uno, y la confianza de sus Princesas de que podría lidiar con las amenazas, pensamiento que la llenó de una inevitable nostalgia.

Aunque Twilight se las arreglaba pensando en cada uno para sentirlos cerca pese los distanciados que están, no saber lo que sucede y sin nada con qué trabajar para entender, la hacía sentir tan impotente y frustrada. Se le contraía los músculos, dejando su cuerpo como de concreto.

-¿Por qué haces esto?- interrogó arrugando la frente con mucho dolor concentrándose en su corazón.

-¿No lo mereces?- contestó de repente aquella voz, su voz, haciendo que Twilight se pusiera en estado de alerta abriendo sus ojos aunque no veía más que oscuridad -. Lo has tenido todo, por un momento- decía y Twilight no acababa por entender, tratando de forzar sus ojos a ver entre tanta oscuridad, caminando en varios ángulos, para así encontrar en donde provenía esa voz -. Pero desafortunadamente, no lo eres todo- dijo casi en su oído cuando Twilight respingó al chocar su espalda contra su pecho y se alejó dándose la vuelta para encontrarlo ahí parado con un suave ceño entre sus cejas y una mirada melancolía en su mirada gris -. Perdiste mucho, ¿cierto?- le preguntó como si fuese un viejo amigo que viene a consolarla tras enterarse de sus pérdidas. Twilight lo contemplaba reteniendo una erupción de emociones con su quijada endurecida -. A seres que amabas y amas que te hacen sufrir sus desgracias aunque no sean las tuyas, ¿Verdad?- agregó apretando el ceño cerrando profundamente los ojos como si acabara de recibir algo doloroso -. Yo lo sé. Créeme que lo sé- dijo para abrir sus ojos manteniendo su entrecejo con su mirada gastada en un reflejo que expresaba un debatiente sentimiento abatido -. Por eso no me eches la culpa de las últimas desgracias que vienen incluidos en este mundo. ¿Por qué a quién debo de culpar yo?- interrogó alzando un mano a la altura de su pecho formando un puño -. ¿Al destino? ¿A la vida? ¿A qué o a quién, por hacerme lo que soy? Si hablamos de dolor, habla conmigo, hablas de mí.

Twilight quedó petrificada del infierno desatado en ella, doliéndole hasta la vista de tener que ver esa expresión de sufrimiento en su rostro, ¿Cómo esperando compasión de parte de ella?

Sintió como si aquello último y esa mirada, fuese el detonador que faltaba para hacerle perder la retención de la erupción que aguardaba dentro.

-¿Cómo te atreves?- se aventuró a reclamar al saborear con amargura su cinismo mientras se le entumecía el cuerpo temblándole los puños, pensando en todos sus súbditos enfermos, heridos y muertos por su ataque y el de Flame -. ¡¿Cómo te atreves?!- vociferó rabiosa sintiendo sus ojos que brotaban violentas gotas de lágrimas entre su arranque recordando con un punzante dolor, el cuerpo descompuesto de su hermano a medio camino, su propia cuñada atacándola cegada de dolor y pena, la muerte de su sobrina, su maestra y Luna -. ¡¿Cómo puedes decir eso?!- bramó desde lo más profundo de su garganta y lo tomó desprevenido cuando lo empujó violenta contra su pecho, cosa que sorprendió y le agradó verle en una fascinada mirada en su arranque -. ¡¿Hacerte la víctima?! ¡¿Tú eres la víctima?! ¡¿Cómo te atreves?!- reclamaba en gritos, alzando un puño a otro al aire con la intención de golpearlo pero él simplemente la evadía, llegando a desaparecerse entre la oscuridad y volver aparecer en otro extremo tras de ella, a cierta distancia mientras Twilight seguía reclamando sintiéndolo hipócrita.

-La batalla campal te dejó la sangre brava, ¿eh?- se divirtió en decir con una tenue sonrisa mirándola intensamente cuando Sparkle se giraba y lo vio en donde estaba, con esas lágrimas recorriéndole las mejillas entre su rostro furioso y él desprendió la sonrisa de inmediato con su serena curiosidad que la toreaba más porque en serio era un gesto de Moon White-. ¿Qué hice, Twilight?- preguntó tranquilo, entretenido de verla así, que lejos de ser divertido, era de intriga -. ¿Qué hice de malo? Ya te dije que no somos diferentes. Tampoco me gustan las desgracias de los demás.

-¿Ah sí?- ironizó con rabia, entumeciéndole el cuerpo para aguantar -. ¿Entonces por qué condenas a muerte a miles de unicornios, eh? ¡¿Por qué?!

-No por gusto, claro está- sinceró subiendo los hombros -. No lo hice por mí. Nunca hago nada por mí, nada de lo que ha sucedido en tu mundo fue para mí.

-¿Entonces…qué quieres?- reclamó ya impaciente con la respiración agitada, reventándole la cabeza -. ¿Qué consigues con dañar Equestria?

-Dársela a Flame- le contestó con tranquilidad saliéndosele una primera suave sonrisa y ella concentró más el ceño, parando su agitada respiración. Él parpadeó dos veces -. Dejé a Equestria con la única magia fuerte. La de Flame. No tengo nada en contra de nadie pero es mi naturaleza hacerlo, y ya discutimos eso, ¿No es verdad, Twilight?- interrogó sereno.

-¿Qué…yo…?- decía tratando de entender la realidad en la que estaba. -. ¿Por qué…le dejaste Equestria a…Flame?- preguntó, aguantando otro arranque si en verdad quería entender ese personaje que tenía enfrente, a ver si conseguía alguna pista que la condujera a deducir algo.

-¿Y…por qué no?- interrogó parpadeando varias veces sin entender levantando una ceja. Otra característica de Moon White que le llegaba como un puñal al corazón.

-Porque no le corresponde- contestó con rigidez, en serio resistiéndose de aventársele encima aunque no consiguiera nada más que un inútil intento de atacarlo.

-Te corresponde a ti… ¿cierto?- preguntó mirando a un lado, asintiendo, pensativo -. Pero no lo eres todo- obvió suavizando un ceño para devolverle la mirada.

-¿Y Flame sí?- preguntó moviendo más adelante su cabeza.

-Puedo asegurarte que sí- mostró gusto en responder con una gran sonrisa -. No se limita. Quisieron hacerlo, pero ella no se dejó. Buscó su propia libertad, su propio destino y lo obtuvo, siendo imparable…- se deleitó en decir con una mirada fascinada. -. Es lo malo, lo bueno…lo es todo…- dijo para volver su mirada en Twilight. -. Es luz. Es eternidad. Es imponencia. Es imparable. Es toda belleza.

-¿Y qué eres tú?- interrogó y él apagó el ánimo.

-También lo soy todo. Pero diferente. También soy eternidad. Soy vida. Soy muerte. Pero también dolor. Calma. Infinidad. Fuerza. Silencio. Soy centinela- contestó con ausencia volviendo a entiesar su mirada. -. Soy el todo que no es ella, y ella el todo de lo que no soy yo...por eso suele errar tanto. Aunque a veces…- se interrumpió con un ceño, volviéndose sus ojos más duros al igual que su expresión, pesando más con amargura el aura que lo rodeaba. -. No soy tan paciente como suelo ser…- se dijo más a sí mismo, recordando lo que hizo cuando Flame se negó a irse Equestria sin él. Suspiró profundamente echándose al piso para sentarse con los ojos cerrados.

-¿Tienes nombre?- lanzó Twilight mirando cómo él dejaba esbozar una triste sonrisa.

-No- contestó con esa tristeza reflejada pero la sonrisa ganó algo de ánimo, sin que Twilight pudiera saber de qué se sonreía en sí, pero era una sonrisa familiar que daba cuando le mencionaba a Flame. No se equivocó -. Pero ella me nombró algunas veces...- sonrió más con una mirada lisa y perdida, como si retrocediera el tiempo -...como Poison Sky.

La pelimorada se lo quedó mirando con ese eterna oscuridad de fondo, envoldiéndolos, un profundo vacío que estaba sirviendo de escenario en este peculiar momento.

Mientras tanto, en la ciudad, el bullicio de los claxon hacía estallar más de una cabeza. El embotellamiento en el que estaba aquel circuito que dirigían hacia el centro estaba copado, sin aun entender qué cosa había ocasionado tal caos vehicular.

Celestia se restregaba la sien con sus ojos cerrados en un gesto de fastidio mientras su hermana Luna estaba como otros conductores, con medio cuerpo afuera de la ventana lanzando sus palabrotas y molestia, aunque en realidad era Celestia quien estaba conduciendo.

-¡Esto es una tontería!- decía Luna regresando su cuerpo al asiento del copiloto con su vena latiéndose sobre la cabeza -. Qué bella noche desperdiciada porque se les ocurre trabajar las calles a estas horas. Yo siempre he dicho. ¡Al menos que aguar…

Luna seguía quejándose sinfín su teoría de lo que podría estar pasando, pues tenía una obsesión con esas molestas reparaciones nocturnas o toda cosa que quiebra la serenidad de la noche, por más pro que contras existan, para ella era una calamidad.

Celestia simplemente no le decía nada, no tenía ganas de unirse a una absurda molestia que solo le haría gastar de por gusto energía. Simplemente se recostó en su asiento con una mirada lejana, transportándose lo más lejos de allí para no volverse loca por la explosión de reclamos y claxon sonando a la par. Levantó la mirada hacia el cielo, contemplando el resplandor de la luna, pudiendo verla muy cerca al estar en un paso de desnivel, tratando de reforzar la burbuja que quería crear para impedir que el bullicio entrara a su ser, cuando un estruendoso ruido la hizo respingar y erguirse de su asiento.

-¡¿Qué fue eso?!- reclamó Luna con un fuerte entrecejo concentrando su mirada hacia adelante, donde se había escuchado el ruido.

Aquel estruendo hizo que el concierto de claxon cesaran para que empezara un nuevo repertorio pero de las alarmas de algunos autos.

Pero ahí no terminaba todo.

Pudieron ver a personas corriendo sentido contrario a la bajada de aquel puente mientras se mezclaba sus gritos con un nuevo estruendo pero esta vez más fuerte por lo cerca que fue, pudiendo verse que era provocado por cómo los autos eran echados entre sí a los lados del puente.

Celestia y Luna quedaron entumecidas de la sorpresa como del miedo un par de segundos, para recién reaccionar y poder quitarse los cinturones de seguridad para huir, lo mismo que hacia el resto de pasajeros para salir corriendo despavoridos, pero los mismos nervios las traicionaban y algo simple como presionar el botón para que el cinturón se venza, se les hacían algo difícil de lograr, siendo Celestia la primera que pudo liberarse y quitó las manos de Luna del suyo para ayudarla a quitarle el cinturón, pero al mismo tiempo, de nuevo se escuchó el estruendo de los autos siendo golpeados a los lados del puente, incluyendo en el que estaba las dos hermanas.

Ambas jadearon con un grito ahogado cuando su auto fue empujado con el mismo peso de otro vehículo que se encontraba a su lado, impactándose contra el borde del paso de desnivel en un fuerte cimbrón, quedando atrapadas de ambos lados.

Vidrios rotos de su ventana aterrizaron sobre Celestia, recibiendo el golpe del auto que se impactó por su lado del conductor, provocando una punzada de dolor en todo su brazo izquierdo que fue la extremidad que recibió el golpe, que apenas se enderezaba tras el cimbrón, aspiró con fuerza de dolor, sintiendo entumecido su brazo hasta el hombro, pero eso no importaba ahora, porque su hermana desde el lado del copiloto, no se movía.

-Lu-Luna, Luna- la empezó a llamar con su respiración agitada, viendo los ojos cerrados de su hermana, posado su cuerpo por el lado de la puerta, tras haber recibido el impacto contra el puente -. Hermanita…- insistía asustada con sus ojos empezando a vidriarse y al moverla, le tembló el brazo bueno que había estirado para llamarla, al ver la mitad derecha de la cara de Luna, con sangre que salía de un lado de su cabeza.

Celestia sintió enseguida como sus mejillas se humedecían de sus lágrimas mientras el corazón se le estrujaba entre su ansioso latido, saliéndosele gemidos de lamento y ansiedad, viniendo como un rayo en su cabeza, la idea de que sus contrapartes...habían muerto, siendo la de Luna la primera en morir, según les había contado Twilight.

Ese recordatorio le cortó la respiración, negándose inmediatamente que eso pasara en este mundo. Quería realmente gritar del miedo pero no podía entrar en pánico, tratando de concentrarse y calmarse para de alguna forma sacar a su hermana de allí y la atendieran antes de que termine de desangrarse.

Jadeó más fuerte de dolor el tener que mover su brazo lastimado en el trayecto que se acomodaba para mirar las posibles salidas, viéndose atrapada entre el puente y el auto estrellado de su lado, cuando se le heló la sangre al escuchar nuevos chirridos y ruidos de los autos empujándose y moviéndose.

Celestia miró enfrente acelerando su ansiosa respiración al tener que ver cómo se venían encima algunos autos en su dirección, para sólo lanzar un grito cerrando con fuerza los ojos ante la vista que sería aplastada. Pero apenas lanzó aquel grito, los autos frenaron de golpe la intención, dejando en el aire la mezcla de sonidos de las alarmas de autos y gritos de la gente que había salido despavorida.

El corazón de Celestia se detuvo de golpe.

Entre el temblor de su cuerpo, empezó a abrir los ojos dibujando un ceño de desconcierto pero también de incredulidad, respirando bruscamente, solo para lanzar otro grito cuando repentinamente algo aterrizó con violencia sobre el capot de su auto y una fulgida luz roja le cegó la vista e hizo que cerrara los ojos mientras el vidrio del parabrisas se reventaba aterrizándole trozos de vidrios, por inercia llevándose ambos brazos enfrente para cubrirse, lo que le hizo dar un alarido de dolor por usar el brazo dañado, profundamente desorientada y confundida de lo que estaba ocurriendo, cosa que la hizo aterrar, aún más cuando sintió que era agarrada de la blusa y levantada hacia arriba, sacándola del auto.

Celestia abrió sus ojos como platos para quedar boquiabierta al ver el desfigurado rostro de ira de un rostro que no creyó volver a ver.

-¡Reconocería tu grito asustado en cualquier lado!- vociferó Shadow con sus ojos rojos inyectados de una mezcla de emoción como de desprecio, encima del capot del auto levantando a Celestia a la altura de su pecho, contemplando sus petrificados ojos magentas abiertos de par en par con sus mejillas aun húmedas de lágrimas entre su rostro con finas cortadas mientras la sombra de Shadow se alzaba en emoción.

Twilight estaba profundamente confundida encerrada con este…lo que sea que sea.

Devolvió la mirada hacia él, sintiendo cierta intranquilidad de ver su tranquilidad y en esta ocasión no parecía tener el…humor, de aquella primera vez que se vieron, aunque sabía que si tenía el ánimo de usar su poder en su contra lo aprovecharía sin dudarlo.

No entendía del todo esa conexión que existía entre este ente y Moon White. Pero lo tenía que averiguar.

-¿Por qué existes?- preguntó ella empezando a caminar de a poco.

-La misma razón de porque tú existes- le contestó abriendo sus ojos sobre ella para concentrarse de vuelta a los suyos -. Porque nací.

-¿Qué hizo Moon White para que estés en su cuerpo?

-Nacer.

-¿Qué?- detuvo su andar.

-Nacer- repitió -. Sólo nacer.

-Nació él…naciste tú.

-Si así quieres verlo…

Twilight sintió un profundo nudo en el estómago, por la amarga frustración y angustia de permanecer aquí frente a este ser, indefensa. Pero él parecía…colaborativo. Por alguna razón. No iba desaprovechar. Continuó caminando a su dirección.

-¿Sunset es como tú?

-No. Es como Flame.

-Me refiero que si su alma está ligada a ella.

-Sí.

-¿Por qué?

-Porque nació- frunció el ceño inclinando un poco la cabeza -. Haces preguntas redundantes.

-¿Por qué contestas todas?

-Me encanta las preguntas- sonrió de manera tranquila y Twilight rechinó los dientes perdiendo los estribos.

-¡Basta!- reclamó temblando mientras aceleraba su andar con pasos pesados -. ¡Deja de hacer eso! ¡Deja de actuar como él!- reclamó y él sabía a lo que se refería.

-…- enmudeció suavizando un ceño -. Lo siento, Twilight, pero yo no soy como él. Él es como yo.

Twilight frenó su andar de nuevo, pero esta vez a apenas dos metros de él. Sentía una gran frustración carcomiéndole el pecho. No sabía si en serio decía la verdad. Su manera de contestar era automática, como si anticipara sus preguntas, o más bien era predecible todo lo que preguntaría porque sabía que no debía de entender nada. Porque no sabía nada sobre él.

-No es cierto- le replicó Twilight quedamente, con una mirada segura como desafiante entre la vidriada mirada de sus ojos violetas y su ceño -. Él no es como tú. Él sacrificó su magia por mí y por Luna…para que no sintiéramos lo que él al costarle usarla- apretó más los puños -. ¡Él deseaba que nadie más sufriera lo que él, y tú hiciste realidad su pesadilla al condenar a todos los unicornios!

-No negaré eso- asintió ladeándole la cabeza -. Yo sé.

-¡No, no sabes!- reclamó empezando a perder la paciencia -. ¡De seguro ni sabes por qué haces lo que haces sacando de excusa que naciste así! ¡Si no te gusta entonces no lo hagas! ¡Tú puedes dirigir un nuevo rumbo a tu destino si realmente lo deseas!

-La que no sabe lo que dice eres tú…- le terqueó con voz tiesa con una mirada helada -…yo soy consciente de lo que hago y cómo lo hago…mientras averiguo cómo llegar a ese destino que dices que dirija- le dio una tenue sonrisa -…en serio estoy dirigiendo un nuevo rumbo a mi destino…- pasmó la sonrisa -…aunque deba hacer cosas que no les guste pero aun así, me es inevitable hacer por lo que soy y lo que al fin quiero. Y haga lo que haga, siempre lo arrastraré a él, porque él, siempre me arrastró a mí. Sus decisiones. Sus emociones. Lo que lo define…- continuaba diciendo mientras Twilight se mantenía inmóvil, contrariada escuchándolo -. El quedarse y ayudar a Sunset. El quedarse y ayudarte a ti- le obvió mirándola con ese mirar endurecido y tieso, -. Era inevitable, le nacía hacerlo…pero no se quedó por ella… ni por ti, sino por lo que conseguiría…regresar a Flame, regresarme a mí. Pues es su naturaleza hacerlo aunque no sea consciente de eso. Aunque se niegue solo es una parte de mí. Así que no lo culpes. De eso sí cúlpame. De que yo sea su vida pasada, ahora presente y futuro.

Twilight se quedó ahí de pie, temblándole los puños que tenía. Entrecerró sus ojos, sintiendo un horrible nudo en la garganta mientras sus ojos empezaban a acumular lágrimas.

-¿Para eso me tienes aquí?- preguntó con voz fina sacudiendo la cabeza -. ¿Para saber que no lo volveré a ver? ¿Para que sepa que no puedo detenerte ni salvarlo? ¿Qué mi hogar está al régimen de una psicópata compañera tuya y que Sunset está igual de condenada que Moon White? ¿Qué perdí a mi amiga para siempre, a mi familia, que la que quede viva, morirá?- cerró más sus puños mientras empezaban a caerle las lágrimas, difícilmente viendo aquel cuerpo tranquilamente sentado, contemplándola con esa maldita serenidad -. Spike…Mis amigas…mis súbditos…todos…- decía para apretar fuerte los ojos entre su descompuesto rostro pero su cuerpo estaba firme, entumecido y resistente en una pose defensiva -… ¿Por qué?...- farfulló -. ¡¿Por qué?!- terminó por preguntar rabiosa -. ¡¿Qué es lo que quieres tú?! ¡¿Qué conseguiste nacer en su mismo cuerpo?!- preguntaba tratando de contener lo que tanto le carcomía por dentro pero verlo tan tranquilo inmune a lo que decía, ya le era intolerable de aguantarle y lo reventó como si fuese un volcán escupiendo la erupción retenida: -. ¡TE ODIO!- bramó violenta con un gruñido, llegando a sonar como un eco que retumbó todo ese infinito vacío de oscuridad, haciendo que aquella tiesa mirada, al fin expresara algo, verdadera sorpresa expandiendo sus ojos grises suavizando su expresión maravillado, viendo cómo esos violetas lo punzaban con un profundo ceño de desprecio.

Él podía sentirlo, palparlo en toda su esencia.

El sentimiento era real.

Twilight estaba temblando del coraje, latiéndole la cabeza como el corazón intensamente, jurando que en cualquier momento le daría algún derrame o infarto por esa prisa y dolor que sentía en su cabeza y pecho, cada vez ganando un color opaco de sus ojos duros como piedras.

Todo lo que resistió estas semanas, había reventado al fin.

-¡Nunca he odiado a nadie…pero a ti definitivamente te odio!- lo señaló dándole una misma expresión endurecida entre su acalorado rostro -. ¡Te odio, te odio, TE ODIO!- gruñó con voz ronca mientras movía sus piernas aceleradamente hacia él, quien sólo podía mantener esa mirada absorta y bien abierta, con mucha sorpresa, dejando nomás que Twilight se acercara.

Todo el dolor, la impotencia, la frustración y la pena de las últimas semanas, se convirtió en un solo sentimiento. En odio. Y ella llegó hasta él y lo tomó de la camisa, mostrándole los dientes, con sus ojos enrojecidos, dejando derramar sin parar lágrimas entre su desfigurado rostro de la ira, ardiéndole la garganta por los últimos gritos que vociferó con toda la fuerza de ese amargo sentimiento de desprecio que brotó inconteniblemente en ella.

-¡No tendré misericordia contigo, no!- lo desafió rabiosa y con un tono grave y amargo en su voz, aun temblándole el cuerpo por toda la rabia que sentía al revolcarse en sí misma en un agujero que la absorbía y ella estaba demasiado abrumada como para retenerse. -.¡De una forma u otra me voy a deshacer de ti! ¡¿Lo eres todo?! ¡Pues yo voy a convertirte en NADA!- reventó en una amenaza.

Y es que toda esa felicidad. Esa armonía. Parecía tan lejano. No cabía aquí y ahora en lo que sucedía. Los muertos no podían regresar, ni curar a los enfermos. Pero podía hacer algo para aliviar esas almas. Venganza. No por Moon White, sino por aquella alma que le robó su voluntad. Lo iba a recuperar, diga lo que diga, y a él lo haría miserable.

Nunca pensó si quiera la idea de la venganza, hasta sermonear a Cadance al respecto por eso. Pero esa alma era demasiada sucia y tóxica, como arsénico, su veneno se esparcía en sigiloso acecho, que nunca lo vio venir.

Su pecho subía y bajaba violento experimentando este sentimiento que era realmente nuevo para ella. Sentir odio y desprecio tan a flor de piel de sus emociones, cubriéndola por completo y por una razón, se sentía que se había desahogado finalmente.

Fue entonces que sintió de repente cómo fue aventada hacia atrás con gran fuerza, cuando él se levantó de golpe abriendo sus alas e impulsándola con sus propios brazos.

El golpe fue seco, aterrizando Twilight de espaldas, que ni tiempo tuvo ni siquiera de lanzar un quejido en reacción cuando sintió una mano que le rodeaba el cuello. Abrió enseguida sus ojos aun fuertemente vidriosos, con sus mejillas húmedas de lágrimas, respirando lo que podía entrecortadamente. Mantenía su ceño, aquella expresión de odio mezclándose con cierto asombro, el cómo podría con todas sus fuerzas, odiar como amar el rostro que tenía a escasos centímetros del suyo, que se había posado violento sobre ella, contemplando el lado de adelante de su cabellera negra cayendo en punta en su dirección, con la cara aun mostrándose tan lisa y dura, con ese ceño entre una mirada gris que parecía pelearse, debatirse, temblándole hasta la mano que sujetaba el cuello de Twilight, quien veía confundida aquella expresión de lucha de su rostro, viendo cómo parecía presionar sus dientes contra sí con fuerza que las sienes empezaron a moverse.

-…no…te la…pondré…fácil…- exclamó él con voz pesada y sequedad, recién sus ojos viéndose cargados de desprecio y ásperos cerrando enseguida con fuerza su mano en el cuello de Twilight, haciéndola ahí recién obstruir del todo el aire. -…siempre la has tenido fácil…fácil para Twilight Sparkle…-decía con un tono cínico, casi musical con su mirada concentrada en la expresión de desesperación como de esfuerzo que hacía ella, luchando mientras de nuevo, se veía estrangulada por él -…sientes dolor, dices que es…difícil…¡PERO SIEMPRE TE HA TOCADO EL LADO FÁCIL!- le gritó con voz hosca y gruesa, aún más cerca del rostro pudiendo hasta dolerle los oídos, pero los ojos de Twilight se habían desviado la atención de aquel endurecido y gélido rostro, al ver con exaltación, cómo sobre su cabeza empezaban a serpentear grietas entre los tronidos y crujidos de aquella negritud que los envolvían, como si ese vacío todo el tiempo se trataba más bien de un algo y en cada grieta que se formaba, se podía escuchar liberarse la mezcla de profundos lamentosos llantos como histéricas risas, acelerándole el corazón que de por sí latía afanoso por la obstrucción de aire que al mirar de vuelta aquel rostro frente suyo, no podo liberar un grito de terror al ver que sus ojos obtaron un vacío color negro al igual que el vacío que los rodeaba -. Aceptaste el reto, reina…más vale no decepcionarme o pagarán todos las consecuencias, incluyéndome…- le susurró casi en siseó, contemplando pese su angustiada expresión, la fuerza y voluntad de sus ojos, devolviéndole la mirada con dureza mientras todo su alrededor parecía desquebrajarse, llenándose de esas voces de llanto y risa para abrir bastante sus ojos volviéndose grises de nuevo, despertando sorpresa y enseguida le soltó el cuello y se saliera de encima de ella, haciendo que Twilight aspirara con fuerza, inmediatamente levantándose para no encontrarlo más, mientras todo su alrededor seguía crujiendo y destrozándose.

El llanto y sus jadeos, mezclándose entre agudas y graves risas que subían y bajaban de tono enredándose con los tronidos secos de las gruesas grietas rompiendo toda aquella oscuridad.

Twilight no sabía qué hacer, pudiendo inevitablemente temblar del miedo con su sangre helarse mientras sus ojos se dejaban abrir en pánico con su boca abierta, mirando por todos lados algún tipo de salida, encontrándose sólo con la expulsión de fuertes corrientes heladas entre las grietas y de donde salían gemidos de lamentos aún más profundos que parecían roerle los huesos y estallar sus tímpanos.

Bajo sus pies entre su torpe caminar, sentía como se abría en serpenteos grietas que la hicieron tropezar para finalmente caer al suelo de nuevo, obligándola finalmente lanzar un alarido de terror, cerrando con fuerza sus ojos y tapándose los oídos en un intento inútil de no seguir escuchando esas voces entremezcladas de carcajadas perturbadoras y llantos tétricos.

-¡BASTA, BASTA, BASTA!- gritaba en desesperación entre sus propias lágrimas mientras sacudía la cabeza -. NO ESTOY SOLA. NO ESTOY SOLA- se decía a sí misma, tratando de encontrar fuerzas y valor ante la situación, pensando de inmediato en su hogar, sus amigas, en todos los ponies por lo que debía resistir esta tortura emocional y mental.

-¡ESO ES! ¡NO ABRAS LOS OJOS!- escuchó una voz dándole aliento, que pareció forzarse a gritar para hacerse escuchar entre los derrumbes, los llantos y las risas. Twilight hizo el ademán de levantar la cabeza y poder mirar donde escuchaba la voz -. ¡TE LO ADVIERTE! ¡NO ABRAS LOS OJOS! ¡TIENES QUE GUARDAR LA CALMA O VAS A SER OTRA ALMA MÁS PENANDO AQUÍ!

Twilight quedó de piedra pudiendo sentir cómo su corazón de acelerado que estaba, se había petrificado. Le costó segundos entender lo que acaba de escuchar, de reconocer esa voz, hasta finalmente sentir arder su garganta como sus ojos en un nuevo llanto.

-¡TRIXIE!- fue lo que salió de su boca en un grito de lamento mientras se le corrían las lágrimas -. ¡NO, TRIXIE, NO!- reventó de nuevo en llanto -. ¡LO SIENTO! ¡PERDÓNAME!- empezó a gritar terriblemente culpable por el destino de aquella unicornio -. ¡NO DEBÍ DEJARTE AYUDAR!

-¡CÁLMATE, SPARKLE, CÁLMATE!- le recordaba a gritos empezando a escucharse más baja su voz al ser obstruida por la elevación de los lamentosos gemidos e histéricas risas que parecían burlarse de la situación, hasta desaparecer por completo.

Twilight mantenía sus ojos fuertemente cerrados, presionando sus dientes entre sí manteniendo su boca cerrada para no dejar salir un jadeo histérico, tratando con dolor de amortiguar su podía creerlo. ¿Después de todo Cadance no tenía a Trixie? ¿La tuvo él siempre? ¿O Cadance al irse a la batalla campal él fue tras ella? ¡¿Qué tanto había hecho él a las espaldas de todos?! Sea como sea, Trixie paró a este extraño extracto de infinita penuria, por aceptar su ayuda. Y eso sólo agregaba su dolor en el corazón mientras literalmente, todo se deshacía a su alrededor.

...

-¿Sha...Shadow?- jadeó Celestia titubeante, siendo agarrada de su prenda con sus piernas al aire, inevitablemente concentrando su mirada sobre los amenazantes ojos rojos que se posaban con desprecio sobre su persona, hasta deslizar su vista hacia el cuerno que tenía en su frente y las enormes alas grises que se extendían tras su espalda.

¿Acaso...? No, no podría ser que Shadow Light... ¿Tenga magia de Equestria?

-¡Jamás olvidaría tus gritos de lamentos cuando te daba ventaja!- gritó Shadow profundizando su ceño entre la rabia expresada en su rostro -. ¡Vamos! ¡Trata de derrotarme ahora, traidora!- demandó para lanzarla a un lado, aterrizando Celestia sobre el techo de otro auto, lanzando un quejido de dolor por su brazo, aceptando el obvio hecho de que nada bueno resultaría frente a esta Shadow.

Se deslizó su cuerpo de aquel techo hasta el suelo para que el auto sea empujado con fuerza por la propia Shadow, mirándola con aquellos afilados ojos.

-¡Shadow... ¿Qué te pasó?!- interrogó Celestia consternada, mirándola con aquella apariencia de cabello largo hasta llegar a pocos centímetros del piso, usando ese vestido negro que delineaba su figura, pero más enfocó su mirada en el peculiar accesorio que cargaba en su cuello, que tenía la cabeza de un equino con cuerno y alas, con una incrustación de un rubí.

-¡¿Qué me pasó?!- gritó mostrando los dientes -. ¡Hasta aquí sigues siendo una vil cínica! ¡Celestia la inocente! ¡Celestia la sabia! ¡Celestia la victima! ¡Eres una falsa!- bramó para descargar un rayo rojo de su cuerno sobre los autos, deslizando su cabeza en cada uno que encontraba.

-¡No! ¡Alto! ¡Detente! ¡Mi hermana!- gritó Celestia para enseguida ponerse de pie pese el punzante dolor que sentía.

Shadow se detuvo, sólo para mover tiesamente su rostro con los ojos abiertos de par en par entre su rostro entumecido, acumulando más su rabia.

-Y aquí aún...sigues prefiriendo a tu hermana astral- masculló con voz ronca y una vacía mirada, haciendo puños las manos.

-¡Shadow! No sé qué ocurrió contigo...pero lo que estás haciendo está mal- exclamó para ver como el rostro de su antigua amiga se endurecía aún más, acelerando la subida y bajada de su pecho.

-¡Todo lo que hago para ti siempre está mal!- reprochó con acidez, entregando su mirada de vuelta a ella.

-¡Esta no eres tú!- exclamó con esfuerzo -. ¡Por allí lastimando a la gente no es algo de ti!

-¡Han pasado mil años, Celestia! ¡Suficiente tiempo para que me desconozcas!

-¡¿Qué?!- interrogó sacudiendo la cabeza -¿Mil años? ¿De qué estás hablando?- insistió desubicada.

Shadow concentraba todo un infierno, con aquella mirada perdida sobre la inofensiva Celestia humana, con su cabello largo de colores pasteles desmarañado, respirando agitada, su cara cortada, con sus ojos magentas vidriosos y temerosos, pero a la vez llenos de preocupación entre sus cejas encorvadas, aquella mirada y expresión que había grabado en lo profundo de su memoria pese los cientos y cientos de años, pues era un evento de su vida que condenaba a repetirse.

*Flashback*

"No había día en el que no estaban juntas.

Desde que el espíritu del sol le tocó ganar su forma física tras tanto tiempo deleitando de lejos aquellas tierras, a partir de entonces, la vida de Shadow dio un vuelco, pues una vez que se encontraron, pudieron hacerse compañía mutuamente en estas únicas tierras mágicas que se conocían que como tales, debían ser protegidas por su única naturaleza mágica y donde residían todas esas peculiares y mágicas criaturas.

Celestia era muy joven y no sabía mucho, y Shadow Light ya estaba por mucho tiempo en su forma física por estos lares, por lo que le enseñó todo lo que sabía, y era mucho.

-Soy la sombra de cada planta, animal y criaturas de este lugar, la sombra de estas tierras por lo que debo custodiar- le dijo la alicornio gris mientras contemplaba junto con Celestia, el Árbol de la Armonía. -. Lo sé desde que nací…-agregó con voz suave mirando de manera especial aquel árbol.

-Y aquí naciste- preguntó curiosa Celestia apuntando las faldas del árbol de cristal.

-Así es, a su sombra, como naciste del rayo más brillante del sol- le dijo con una sonrisa -. Y aún sigues brillando como aquel día- aludió y Celestia rió inocente dándole la cara.

-Ya han pasado meses. Hasta he crecido más rápido que un rayo.

-Yo diría más bien florecido, que crecido- comentó dándole la cara con una brillante mirada viendo reírse a Celestia, risa que fue cesando de a poco, poniéndose un poco seria.

-¿Por qué yo no sé mi deber en estas tierras? Digo…las amo, me conecto con ellas pero…- suspiró frustrada -…siento que algo falta en ellas para sentirme realizada…

-Ya harás tu parte- la animó -. Sólo eres…algo distraída- se divirtió en decir y Celestia la miró ceñuda.

-¡Claro que no!

-¡Claro que sí!- volvió a reír -. Siempre andas pensando cosas. Meditando, reflexionando, preguntándote cosas. Diciendo palabras brillantes y cálidas como el mismo sol…- concluyó por decir más enternecida y a la vez admirada pues es algo que consideraba único en ella. Con una sonrisa, miró como Celestia se había quedado muda, pensativa con la mirada hacia algún lugar, muy lejos de aquí. De nuevo en su globo de reflexión. Shadow rió entre dientes y aspiró para llenarse de aire y… -.¡BOOM!- gritó estruendosamente.

-¡Aaaah!- se espantó Celestia volviendo en sí devolviéndole la mirada con sus ojos magentas de vuelta al presente.

-¡¿Lo ves?! ¡Distraída!- se divirtió en decir muerta en risa, aun más cuando Celestia la atacó amistosamente aventándosele encima en una tonta pelea mezclando sus risas que terminó en una divertida persecución saliendo de la cueva del árbol para volar por los cielos.

La risa de Celestia se había convertido en su melodía favorita de reproducir. Su rostro su paisaje preferido de contemplar y sus alas su abrigo favorito dónde encontrar calor.

De tantos años siendo la única alicornio, Shadow nunca se había sentido más feliz y realizada con la existencia de Celestia en su vida, que con el tiempo que pasaba, cada vez sentía que su corazón entre ese diferente latir que le provocaba, pedía nuevas necesidades que surgían hacia aquella alicornio. Los abrazos y hasta las palabras ya no eran suficientes para expresar todo lo que le hacía sentir. Quería más de ella, pero la misma inocencia con la que Celestia tomaba sus piropos, miradas y regalos, le hacían derretir el corazón que no encontraba el valor de explicarle que se comportaba con ella de esa manera tan especial, era porque…era su pony especial.

Sin imaginarse que aquella alicornio que le impactó el corazón, rompería esa normalidad…en su contra, por una nueva visión que esta vez, mostraba la aparición de una tercera alicornio y su futuro se volvería…nada.

-Mi hermana…- había dicho Celestia tras reaccionar de la visión que Zephyr les hizo ver -. Mi hermana Luna, ya está por venir…- empezó a decir formándosele de inmediato una sonrisa entre risas de felicidad para encontrarse con una endurecido rostro de Shadow.

-¿Te alegra?- le interrogó con sequedad y Celestia empezó a deshacer su sonrisa -. ¿Te alegras de saber que nuestra tierra será invadida y que tendrás que lidiar con ellos con…Luna?

-Shadow…

-¡¿Me viste a mí acaso?!- le gritó empezándole a vidriar los ojos -. ¡No, Celestia! ¡No me viste junto a ti, sino con tu hermana astral! ¡No tengo futuro contigo!

-¡Espera, Shadow! No porque no te viste quiere decir…

-¡Las visiones de Zephyr son claras!- reclamó lanzando una mirada al fénix, la cual bajó su cabeza con sus ojos celestes claros cabizbajos, dándole más peso a la posición de Shadow -. No…no tengo futuro contigo si ellos vienen aquí…

-¡Claro que lo tendrás!- aseguró ella tomándola de un lado de cara para que la mirara y le sonrió con firmeza -. Estarás aquí. Conmigo- sonrió más -. Con nosotras. ¡Con Luna! ¿no lo ves?- decía ilusionada -. Tal vez…¡Tal vez es esto que necesitaba este lugar! ¡Ser un verdadero hogar! Y lo será con la llegada de los ponies- decía entusiasmada pero Shadow la idea la aborrecía. Se supone que era SU hogar, no el de ellos. Y se supone que sólo serían las dos -. No tienes de qué preocuparte- continuó diciendo para agregar -. Tú también eres mi hermana- finalizó para abrazarla en confortación, sin imaginarse toda el miedo que desató aun más en Shadow, mezclándose con una repentina ira que la alicornio gris rompió con violencia el abrazo y gritarle en la cara:

-Yo…no soy…¡tu hermana!- vociferó furiosa con lágrimas a los ojos -. ¡¿Qué tan tonta puedes llegar a ser?!- reclamó entre la admirada expresión de Celestia por su arrebato. -. ¡Yo te amo, Celestia! ¡Tú eres lo más especial de mi corazón! ¡Tú no eres mi hermana! ¡Tú eres mi pony especial!- confesó a gritos con un ceño, mirando el impactado rostro de la alicornio blanca, enmudecida, empezando a retroceder varios pasos y Shadow sacudió la cabeza, asustada a su reacción -. No…no te alejes. ¡Celestia, no te alejes!- reclamó avanzando los pasos que ella dejó atrás.

-Yo…no sabía. Yo…tú…no- decía en tartamudeo, negando con la cabeza -. Shadow, yo no…yo no siento eso…por ti…- decía torpemente nerviosa mientras Shadow paró en seco su andar engrandeciendo sus ojos pero sin dejar de poder mirar su expresión negativa y de debate de su rostro -. No puedo…no puedo corresponderte como quieres…no…no así…

Shadow quedó petrificada del dolor de no solo el rechazo, sino que lo tomó como una señal de aquel futuro sin ella, en verdad iba a suceder.

-No…no, Celestia…¡No, Celestia, no!- reventó ella volviendo a acercarse a Celestia -. No puedes…¡Si no me aceptas, me arrebatarás mi futuro!

-¡¿Qué?! ¡No!- exclamó ella con un ceño -. ¡No, Shadow! Interpretas mal la vi…

-¡¿Tú qué sabrás si eres una recién llegada?!- le reclamó llorosa, cegada de la inseguridad y dolor-. ¡Llevo mucho más tiempo que tú y sé cómo funcionan las visiones de Zephyr y MI hogar! ¡Tú eres una torpe ingenua e inocente alicornio que escupe palabras empalagosas! ¡¿Cómo puedes gobernar algo con esa actitud?! ¡¿Cómo puedes ceder nuestro hogar?! ¡¿Cómo puedes dejarme atrás?!- terminó por reclamar bañada en lágrimas para agitar sus alas y huir.

-¡SHADOW!- la llamó Celestia con una profunda pena volando tras ella.

-¡DÉJAME SOLA, TRAIDORA!- reclamó para adaptar su forma en sombra y perderse entre la acelerada velocidad, ausentándose días en las que al final, decidió maldecir las tierras de los ponies con un azote invernal por los windigos".

-¡¿Por qué eres tan cínica?!- bramó colérica Shadow con su voz cargada y pesada, mientras sus ojos rojos se cargaban de lágrimas por el recuerdo, apuntando la mirada hacia la contraparte humana de Celestia, quien trataba de entenderla entre la angustia y los nervios, abriendo un poco más sus ojos en pánico al ver como su cuerno empezó a destilar una fuerte luz roja mientras continuaba gritando con un tono amargo a la vez quebrado, más bien de un profundo y enojado lamento -. ¡¿Por qué yo estoy mal si tú rompiste nuestro destino por salvar la de esos invasores?! ¡¿Por qué buscas hacerme sentir mal si yo hice todo bien y tú no?! ¡¿Por qué escogiste a Luna, sobre mí?! ¡¿Por qué me condenaste si sólo quise cuidarnos?! - terminó de reprochar con un grito fino temblándole las manos cuando algo ciertamente duro aterrizó a un lado de la cabeza de Shadow, obligándola a mover la cabeza y lanzar estela del rayo que aterrizó al azar fuera del puente mientras Celestia se echaba al suelo con inevitable grito acompañándola, aterrizando a su lado el pequeño extintor rojo que había sido lanzado.

Shadow de inmediato se dio la vuelta, para contemplar con su rostro impávido de la propia ira y abría de más sus ojos, al ver la débil y torpe parada de la contraparte de Luna, sosteniéndose de uno de los autos abandonados con un lado de su cara machada de sangre.

Pese su mal estado, su expresión se mantenía rígida y sus ojos turquesas igual de duros como amenazantes.

-No…toques… ¡A mi hermana!- demandó con coraje.

-¡Luna!- exclamó Celestia al reconocer su voz poniéndose de pie con torpeza, aliviada pero también angustiada que su hermana esté aquí, por lo que dio su vista a Shadow, quien miraba con un profundo desprecio la aparición de Luna -. ¡Haz lo que sea conmigo!- le gritó de prisa con su corazón acelerado, haciendo que tanto Shadow y Luna la miraran -. ¡Tú…tú estás en contra mía, ¿cierto?!- preguntó frunciendo el ceño para asentir determinada -. Entonces aquí me tienes. Luna no tiene nada que ver así que… ¡Sólo aquí me tienes! ¡Deja en paz a Luna, a todos! Que…aquí me tienes- reiteró con un nudo en la garganta, inevitablemente vidriando los ojos, sin saber qué esperar.

Shadow sólo se la quedó mirando entre su ceño y punzante mirada. Profundizó su ceño apretando los dientes contra sí. El pedido que hizo Celestia sólo despertó más su impaciencia y coraje.

-Siempre Luna. Siempre todos. Pero nunca me eliges a mí- dijo con inexpresividad. -. Pero eso se acaba ya- aseguró con firmeza para elevar su voz -. ¡Yo soy la contraparte pony de la Shadow Light de este mundo!- le dijo con voz seca mientras Celestia se había quedado muda de la impresión -. ¡Domino su cuerpo porque en nombre de ambas, vamos a reclamar justicia por todas las condenas que nos hiciste pasar!- agregó con severidad, como juez proclamando sentencia a un vil criminal -. ¡Voy a reclamar mío de este mundo porque tú me quitaste todo, TODO, en el que debí proteger y tu traicionaste mi misión para ser una Princesa y reemplazarme por el gobierno y cariño de tu hermana astral, Luna!- gritó con rabia -. Pero no sin antes en hacerte probar un poco de mi sufrimiento…cuando te arrebatan lo que más te importan- masculló entredientes mientras entrecerraba los ojos y volteó en regreso a enfocar su mirada hacia Luna y fue su sombra la que se movió precipitándose a ella.

-¡SHADOW, NO!- suplicó Celestia con voz quebrada, para escuchar un tipo de explosión.

Aquella explosión provenía de pocos metros en donde estaban las tres, esparciendo el humo azul oscuro, en el que sin perder tiempo, Rainbow Dash voló por encima para abrir sus brazos y juntar con fuerza sus palmas, provocando su onda expansiva, precipitándose su arco multicolor avanzando a una inmediata velocidad por los faros a los lados del poste, reventándose los focos en línea.

La sombra de Shadow apenas alcanzó a llegar hacia Luna cuando desapareció en cuanto el paso de desnivel quedó en completa oscuridad. Shadow profundizó su ceño y levantó la mirada para encontrarse con la llegada de las seis chicas, quienes corrieron de inmediato a su dirección, pero Shadow no perdió oportunidad y les dio la espalda para ella misma iba a atacar a Luna, sin embargo su vuelo se vio interrumpido, lanzando una aspiración de dolor al sentir que sus alas fueron envueltas en algo con puntas, cortando su vuelo.

-¡Un momento, toro!- exclamó Applejack con un fuerte ceño con sus largas lianas estiradas envuelta en las alas de Shadow, alcanzando con las restantes tomarla por una muñeca y después de otra.

-¡Subdirectora Luna!- se asombró Pinkie Pie al divisar a Luna primero, viéndola con aquella herida en la cabeza.

-¡Debemos sacarla de aquí!- dijo Trixie preparada con una esfera precipitándose hacia ella.

-¿Chicas?- preguntó Luna incrédula sobre donde se sostenía -. Están…están bien…- dijo maravillada tras su desaparición, pero se concentró de vuelta enseguida -. Mi hermana…¡También está aquí!- avisó y las demás movieron sus cabezas para encontrarse con la mirada a Celestia a un lado entre unos vehículos, viéndolas asombrada también.

-¡No se llevarán a ninguna!- exclamó Shadow forcejeando entre las bien sujetadas lianas de Applejack, pero iluminó su cuerno para lanzar un rayo en dirección a Luna.

La subdirectora alcanzó a emitir un grito impulsándose de los brazos con el auto para lanzarse al suelo y evitar el rayo, pero entonces Rarity abrió sus palmas en su dirección provocando que un traslúcido muro brillante se levantara enfrente del cuerpo de Luna, provocando que el rayo rebotara de vuelta a Shadow y aterrizara sobre ella, siendo lanzada hacia atrás, pero arrastrando a Applejack que la tenía agarrada por sus lianas, forzándola a irla soltando de algunas lianas.

La vaquera se vio cayendo cerca de Shadow, quien aprovechó el momento para levitarla iluminándola de su cuerno y la lanzó con violencia fuera del paso de desnivel haciéndola soltar del todo de las lianas.

-¡Applejack!- corearon las demás pero Rainbow Dash fue quien se precipitó volando enseguida a atraparla, en un vuelo en picada fuera del puente directo hacia abajo.

-¡Hey!- escuchó, atajando su vuelo en media altura del puente para levantar la cabeza y ver a la rubia colgando con sus lianas enganchadas al borde del paso de desnivel.

-¡Saca a la subdirectora de aquí!- exclamó Fluttershy de prisa a Trixie mientras se deshacía en mariposas para volar directo hacia Shadow con el fin de dormirla.

Sin embargo en aquella forma, su vuelo era más lento, por lo que Shadow ni bien se vio liberada de las lianas de Applejack se precipitó sobre Luna alargando más la distancia entre ella y Fluttershy, mientras Trixie apenas llegaba hacia Luna, por lo que se le ocurrió en aventar nomás la esfera hacia Luna que explosionó, levantándose aquel humo azul oscuro, lo que provocó que Shadow empezara a toser pero aun así aterrizó al punto en el que iba con su cuerno iluminado, pero no se encontró con Luna, consiguiendo solo humo en sus pulmones, tosiendo con rabia mientras extendía sus alas y tomaba vuelo para alejarse del humo para mirar a las entrometidas.

Mientras tanto, Applejack se impulsaba de vuelta hacia al paso de desnivel con la ayuda de Rainbow, lo más sigilosa posible para no llamar la atención de Shadow para acercarse a Celestia.

-¡No pueden hacerle daño!- se apresuró en decir Celestia en susurro fuerte, preocupada viéndolas acercarse -. ¡Ella está siendo controlada por su contraparte pony! ¡No es su culpa!

-¡¿Qué?!- alcanzaron a decir juntándose más hacia Celestia.

-¡¿Quiénes son ustedes?!- bramó Shadow mientras tanto hacia las demás -. ¡Se supone que en este mundo no hay magia!- exclamó con un fuerte entrecejo.

-¡Somos las Power Rainbooms+ Trixie!- le contestó Pinkie Pie impulsándose en un brinco alto pero torció la boca -. Creo que es el peor nombre que elegí. ¡Olvídalo!- exclamó para lanzar una flecha directo a ella.

Sin embargo, Shadow impulsó la energía de su cuerno y manos sobre su flecha, desintegrándola por completa. Pinkie congeló una mueca.

-Oooh, ¡Uy!- exclamó Pie expandiendo sus ojos mientras veía aquel conjunto de energía roja precipitarse sobre ella y se obligó a bajar más rápido de su salto para evadirlo, pero alcanzó a golpearla a un lado del cuerpo, logrando aventarla con dolor hacia atrás mientras Shadow destilaba aquella magia acumulada desde su cuerno y formó puños sus manos envueltos de su energía roja, para precipitarse hacia ellas.

-¡Querida, basta!- exclamó Rarity obstaculizándola al levantar muros de brillantes traslúcidos hasta la altura al que volaba pero Shadow esquivaba, lo que hacía disminuir su velocidad original.

-¡¿Por qué atacas a todos?!- exclamó Fluttershy levantando vuelo directo hacia ella para quedar enfrente -. ¡Hablemos!

-¡A un lado!- gritó ella para empujarla de lado con sus manos de energía, aventándola detrás de ella con fuerza.

-¡Yo la conozco!- exclamaba Celestia hacia Applejack y Rainbow mientras sucedía aquello -. Al menos la de este mundo. Se llama Shadow Light y es…fue...es mi amiga- aclaró con sus cejas encorvadas - Parece que mi contraparte pony y ella tuvieron graves desacuerdos que involucró el orden de su mundo y de alguna forma está aquí, en el cuerpo de la humana y quiere vengarse de mí y quedarse con esta versión de su mundo- informó apresuradamente viendo la mirada atenta y ceño firme de sus estudiantes, para alzar de inmediato su cabeza al igual que Rainbow y Applejack, cuando un destello rojo se alumbró con fuerza hacia arriba.

La energía de Shadow se había acumulado en las puntas de sus dedos. Ella aprovecharía lo que este cuerpo podría otorgarle hacer, así que alzó sus manos con los dedos separados haciendo que pequeñas esferas empezaran a brotar de ellos para desprenderse y empezar a elevarse a un metro de su cabeza, reuniéndose en una formación en círculo.

-¡No se entrometan en mi camino!- vociferó violenta, girando sus brazos para que esas esferas de energía empezaran a girar con rapidez provocando la ilusión de un anillo rojo por la velocidad a la que iban, para que las esferas terminaran por salir disparadas como proyectiles.

Aquellas esferas empezaron a explosionar entre fuertes destellos que las chicas se ingeniaban en evadir, pero les empezaron a caer algunas. Applejack estiró sus seis lianas de un auto para arrastrarlo con fuerza hacia ellas y mandar a Celestia a entrar en él para que pueda al menos protegerse mejor, mientras con sus lianas se ingeniaba en protegerse de esas esferas.

En tanto Rainbow Dash extendió sus alas con el afán de juntar sus palmas y crear su arco multicolor, pero las esferas empezaron a caerle encima, obligándola a retraer los brazos con aspiración de dolor por el fuerte ardor del impacto, que aunque aguantó a que le aterrizaran algunas para provocar su impacto, no lo hizo con la fuerza suficiente para lograr formar su arco multicolor, viéndose en la necesidad de cubrirse también.

Rarity fue la única que extendió aquella pared traslúcida sobre ella para protegerse, pensando a velocidad qué poder hacer, para terminar adaptando su domo traslúcido blanco para cubrir todo diámetro de donde estaban todas las demás para no sólo protegerlas y amortiguar las esferas, sino que cerró con fuerzas sus ojos para que concentrarse de mantener el campo de fuerza más grande que ha hecho hasta que de él mismo, salieran disparados brillantes versiones mágicas de lo que sería su Cutie Mark, atacando a Shadow masivamente con ellas y en respuesta a las esferas que lanzaba y explosionaban en el aire apenas en contacto con aquellos diamantes.

Shadow recibió algunos de sus disparos que aunque reventaban apenas le impactaban, eran filosos sus aterrizajes, lastimándola con cortadas en su cuerpo. Shadow gruñó cruzando sus brazos frente a ella acumulando su magia en su cuerno resistiendo las punzadas de sus joyas, para al expandir sus brazos, provocar una onda expansiva en una única dirección corriendo hacia el domo de Rarity.

Se escuchó un estruendo seguido de impactar el escudo de la modista, que al recibir aquella explosión de energía, alcanzó a lanzar un quejido temblándole las extremidades y haciendo puño su rostro presionándose a resistir el golpe de aquella magia contra la suya, que seguía extendiéndose en su domo que al llegar al borde, terminó por quebrar la concentración de Rarity por la fuerza que acumuló su extensión final al atacar directo su base.

Rarity nunca había expandido tanto su domo a la vez que atacaba, por lo que la onda expansiva de Shadow rompió su esfuerzo. La modista dio un alarido a la vez que su cuerpo se venció por el esfuerzo de resistencia de aquella magia, haciéndola caer de espaldas deslizándose algunos metros, a poca distancia donde Trixie Lulamoon se había refugiado.

-¡Rarity!- la llamó la ilusionista aproximándose a ella enseguida, encontrándola con cierto aspecto agotado en su rostro, inconsciente. -. Oh, no, no. ¡Despierta, Rarity!- exclamaba preocupada.

Applejack desde donde estaba observó a Trixie sacudiendo a Rarity para que vuelva en sí, pero ésta no parecía reaccionar entre su expresión impasible. La vaquera apretó los puños ceñudas para mirar cómo Shadow aterrizaba de vuelta al puente iluminando de vuelta sus manos para dar un próximo ataque en dirección a la modista y Trixie.

Su defensiva incrementó a la vez que sus lianas se levantaron en alto, gruñendo a lo bajo fortaleciendo su ceño y precipitó en dirección a Shadow, sin darse cuenta que sus lianas empezaron a resplandecerse de verde.

-¡No te atrevas a lastimar a nadie más!- vociferó la vaquera mientras hacía estirar sus lianas que al azotar a Shadow de ellas, ondas de energías verdes se deslizaron a lo largo de sus lianas que al contacto, provocaron explosiones de impacto.

Shadow no vio venir el ataque de Applejack y la tomó con la guardia baja recibir sus látigos acompañadas de los azotes de energía. Lanzó quejidos de dolor ganándose cortadas entre la furia acumulada recibiendo los látigos que un par empezaron a envolverla de la cintura para inmovilizarla, pero Shadow con sus manos cargadas de magia tomó esas lianas para responder su ataque de energía con la de ella, resplandeciendo sus lianas tomadas de rojo, que recorrió hasta llegar hacia a Applejack, que dio un alarido de dolor pero continuó atacando, aunque empezando a ser menos precisa puesto que tuvo que cerrar los ojos en reacción al ataque, por lo que sus lianas se movían dando látigos al aire, cuestión que Shadow en segundos aprovechó para resplandecerla y levitarla para lanzar algunos metros de distancia, mientras escuchaba un nuevo grito de amenaza:

-¡Esto debe parar!- vociferó Pinkie Pie ceñuda para sacar una flecha y empezando a lanzar, pero apenas podían hacer el intento de aterrizar para adaptar la forma que ella las lanzó, puesto que Shadow las desintegraba con su magia, atacando a su vez a Pinkie Pie que evadía sus lanzamientos con sus brincos, insistente en lanzar sus flechas y estas hagan su efecto.

A su vez, Fluttershy se deshizo en mariposas, aprovechando su distracción con Pinkie Pie para poder lanzar aquel somnífero para obligarla a dormir.

Sin embargo Shadow se encerró en una esfera roja que descargaba pernos eléctricos, lo que dejaba desintegrar toda flecha de Pinkie Pie y los pernos que centellaban a su alrededor lastimaron a Fluttershy, obligándola a adaptar su forma original, pero ella estiró sus brazos para dejar salir su espiral de energía rosa con mariposas, para quebrar la esfera de Shadow, quien presionó su mano en puño para cargar ese lado de la esfera de las centellas y terminaran atacando a Fluttershy.

-¡¿Con que te gustan las ondas expansivas?!- gritó Rainbow en amenaza elevándose del piso con rastros lastimados en su cuerpo por aquellas esferas -. ¡Te gustará la mía!- vociferó para juntar con fuerza sus palmas y provocar su arco multicolor.

Shadow movió su cabeza mecánicamente con su quijada endurecida y sus ojos rojos inyectados de ira en dirección a Rainbow al escuchar su amenaza, que no pudo evitar recibir su arco, pero ella arqueó la espalda extendiendo sus extremidades fulminando su cuerno en magia y sobrecargó su esfera de energía, provocando que reventara a la vez que aterrizaba el ataque de Rainbow Dash, uniendo ambos ataques que explosionaron entre sí en el aire y no solamente Shadow recibió el impacto del choque, sino Rainbow y también las demás, incluyendo arrastrar los autos que habían en el puente amenazando con estrellarse contra las chicas que estaban de pie allí.

Pinkie Pie, Fluttershy y Rainbow fueron lanzadas algunos metros, siendo que las dos primeras estaban volando, recibieron el impacto de la explosión en el aire, aventándolas fuera del paso de desnivel mientras Pinkie intentó disminuir el impacto de su caída entre algunos brincos pero no evitó algunos golpes entre el cemento. Trixie se había agarrado de Rarity y ambas salieron rodando con fuerza por el asfalto.

Applejack había sujetado tres lianas en un faro de luz al borde del paso de desnivel, y con las otras tres sujetó desde la ventana el auto en el que estaba Celestia, concentrando la fuerza que tiene sus lianas para que resistieran aquella explosión a metros de altura en el aire, que aunque lo logró, el esfuerzo de retener el pesado vehículo la hizo verse en la necesidad de dejarse al suelo, de todas formas aun tenia lastimada la espalda por la caída del primer puente.

Mientras tanto, Shadow asimismo había salido disparada por el golpe de esa explosión en el aire al igual que Rainbow y Fluttershy, cuando sintió que se estrellaba contra algo y fue rodeada de unos brazos que la sostuvieron.

-Siempre estoy a tiempo cuando me necesitas- sonrió el ente en Moon White, Poison Sky, sosteniéndose en el aire con sus altas alas negras, mientras Shadow apenas reaccionaba -. No vas mal. Pero puedes ser mejor.

-¡Suéltame!- exigió ella ceñuda, muy molesta apartándose de él en un empujón para darse la vuelta y volver con su mirada enfocada en recuperar a Celestia, pero entonces una muñeca le fue bien agarrada.

-Yo solo vine a ayudarte- exclamó tranquilo sosteniéndola con fuerza y Shadow volteó, ardida.

-¿Ayudarme? ¡Nadie te lo pidió!- vociferó entrecerrando sus ojos con un gesto de fastidio -. ¡No te pedí nada! ¡No sé por qué te importo ni que ganas con esto!

-Tienes razón- dijo con voz impasible -. Tienes derecho a saberlo...solo no encontraba la manera de decirte que...- calló manteniéndole la mirada.

-¡¿Decirme qué?!- exigió ella chocando su mirada contra la suya.

-Hice todo esto, para que me perdones- exclamó de una vez.

Shadow, en cámara lenta, empezó a fruncir el ceño, desubicada.

-Ni siquiera sabía de tu existencia… ¡¿De qué debería perdonarte?!

-Hice todo esto por ti, de un modo de compensar que yo...- la miró impasible -...fui quien mató a Celestia.

El rostro de Shadow congeló el gesto, enmudecida y su garganta contraída, impidiéndole emitir siquiera un suspiro, con la sangre helándose y bajando de golpe a sus pies, dejándole la cabeza tonta y mareada, petrificada, aun manteniendo la mirada sobre la suya, pero la expresión de sus ojos era lo que había cambiado, poniéndose dura y obscura, pero después vidriosa y aguada, contemplando a ese ser que decía haber matado a ese alicornio que tanto...tanto... ¿Amaba? ¿U Odiaba? ¿Resentía? ¿O extrañaba? ¿Despreciaba? ¿O admiraba? ¿Enemistaba? ¿O aspiraba?

Él sólo la contemplaba sin inmutarse de aquel pandemonio que estaba por reventar dentro de ella, deslizando su mirada hacia abajo, hacia el paso de desnivel, y soltó una insignificante sonrisa de lado y volvió a mirar a Shadow.

-No puedo esperar por ver más de este show- se despidió para agitara sus alas y desaparecerse entre la oscuridad del cielo nocturno que empezaba las nubes a despejarse.

Shadow no pudo hacer nada por retenerlo, porque todo su alrededor de pronto se obscureció para ella, prisionera de una reacción de un torbellino de emociones que le impedían hasta respirar, entrando en un estado catatónico mientras su barbilla empezaba a temblar y sus dedos se retorcían, perdiendo el enfoque de su mirada, empezando a mover su cabeza de un lado a otro mecánicamente, empezando a hiperventilar, pudiendo jurar, que escuchaba su voz retumbando en su cabeza.

*Flashback*

"-¡Iban a morir congelados, Shadow!- le exclamó a gritos Celestia entre la extraña oscuridad durante el día en Equestria, asustando a ambas alicornios pero tenían algo que reparar antes -. ¡Es lo menos que podía hacer por tu crimen!- agregó tras haber dejado visible sus tierras a los seis ponies que fueron en busca de un nuevo hogar -.¡¿Cómo pudiste maldecirlos con los Windigos para acabar con inocentes vidas?! ¡Destruiste sus hogares, sus medios de alimentación y de a poco sus vidas! ¡Te desconozco!

-¡Ellos morirían por su propio casco!- vociferó ella -. Los Windigos sólo se forman con el odio.

-¡Necesitan odio porque fueron creados por el odio dentro de ti!

-¡Y no es mi culpa que esos ponies estén llenos de él al odiarse entre sí! ¡No voy a dejar que esa plaga arrastre sus defectos hasta aquí!

-¡Tú no eres tan perfecta que ellos! ¡Nadie lo es!

-¡Y tú muchos menos, tonta! ¡Por tu interrupción no sólo a ellos hiciste encontrar las tierras mágicas porque el cielo nunca se puso así cuando no estabas! ¡Has blasfemado mi deber de ocultarla!

-¡Shadow!- decía la joven alicornio mientras cerraba sus ojos llorosos -. ¡Yo sólo hice lo que mi instinto y corazón me dictaron!- se defendió.

-¡Pues mi instinto me dice que no voy a dejarlos ensuciar mi tierra! ¡Y mi corazón que si no tengo futuro por el de ellos, no me importa atravesar sobre ti para destruirles el suyo como destruiste mi corazón!- terminó por bramar para abalanzarse sobre ella, pero Celestia se elevó mientras Shadow aterrizaba en la tierra, levantando polvo tras su brusco aterrizaje.

-¡Shadow, basta!- reclamó Celestia y Shadow la miró de inmediato, contemplando su profunda mirada aguada mientras hacía puño el rostro, llena de dolor en ver el fúrico rostro de aquella alicornio gris que marcaba su ceño entre sus cejas aún mirándola desde el suelo para cargar su cuerno de energía, escuchándola hablar -. ¡Tú misma cumplirás ese destino vacío si sigues dejándote arrastrar a ese tóxico sentimiento que pesa tu corazón y ciega tu razón!

-¡Ahórrate tu basura sentimental!- rugió desprendiendo con violenta fuerza un potente rayo que Celestia no alcanzó a evadir y lo recibió, lanzando un alarido de dolor que la azotó contra el suelo, arrastrándose unos metros que apenas quedó quieta, no fue por mucho, pues empezó hacer arrastrada sin ser tocada, expandiendo sus ojos mientras Shadow la arrastraba desde su sombra, inmovilizándola y en su merced.

-¡Por alguna razón adaptamos esta forma física de equino como ellos!- gritó ella tratando de hacerla razonar -. ¡Estamos destinados con ellos, Shadow, entiéndelo!

-¡Tú no sabes nada! ¡Era Mi hogar que lo hice NUESTRO, vil y cínica traidora malagradecida!- exclamó rabiosa mientras creaba una gran esfera roja de la punta de su cuerno y la lanzó a Celestia para encerrarla dentro y se descargara destellos de energía contra ella, escuchando un grito brotando desde lo más profundo de su garganta, lo que hacía temblar su corazón pero eso no la detendría.

Si al menos no la tendrá a ella, se quedará con sus tierras como están.

Tras la descarga, reventó una onda expansiva sobre Celestia que la hizo aventar contra el suelo, arrastrándose en su textura rocosa entre quejidos de dolor.

-¡Mírate! ¡¿Cómo puedes gobernar algo si eres débil?!- le vociferó Shadow contemplando a la malherida Celestia -. ¡Voy a corregir lo que has hecho! ¡Me voy deshacer de esos ponies personalmente de una buena vez!- rugió para precipitarse en vuelo, en camino a las aldeas donde residían aquellos "invasores".

Sin embargo, al poco después, una retumbante voz familiar resonó como en eco.

-¡NO VAS A LASTIMAR A ESOS PEQUEÑOS PONIES!- vociferó Celestia destilando una fuerte luz blanca en todo su cuerpo volando con repentina energía y velocidad, impactando a Shadow, para recibir el aterrizaje de Celestia sobre ella, obligándola a caer en picada contra el suelo que mientras caían, Shadow veía abriendo de más los ojos, cómo la melena rosa de Celestia, cambiaba por una más larga y ondeante de colores pasteles con destellos, mientras sus ojos se encontraban iluminados de amarillo claro y su cuerpo ganaba mayor tamaño del que tenía -. ¡VOY A CUIDAR A LOS PONIES DE AMENAZAS COMO TÚ POR EL RESTO DE MI VIDA FÍSICA! ¡POR ESO ESTOY AQUÍ! ¡APRENDERÉ DE ELLOS Y LOS GUIARÉ! ¡ESTA ES MI PARTE!- prometió para que toda la luz de su cuerpo, se acumulara en su cuerno e iluminará con ella a Shadow mientras empezaba a descomponer el rostro -. Lo siento, Shadow…te quiero…

-¡Celestia! ¡¿Qué me haces?! ¡Celestia, no!- gritó hasta que sentía que iba perdiendo sensibilidad en su cuerpo, que lo último que sintió fue cuando su cuerpo se estrelló con fuerza al piso y de pronto, todo fue oscuro.

Sólo oscuridad. Hasta que su alrededor resplandeció de brillantes paredes de cristal rojo de las que no pudo atravesar y nadie podía oírla.

Había sido su espíritu encerrado en un rubí".

La había traicionado.

Celestia, la había condenado por cientos y cientos de años.

Eligió a Luna, a los ponies, se quedó con sus tierras y a ella…la dejó a un lado.

Entonces…¿Por qué su corazón agonizaba en un concentrado ardor al enterarse quién era su asesino? ¿Quién fue capaz de quitar aquella luz de los ojos magentas de esa valiente y admirable alicornio…que la traicionó? ¡Celestia merecía ser infeliz! ¡Merecía vengarse! ¡¿Pero por qué saber que le quitaron la vida, la hacía sentir insoportablemente miserable?!

La odiaba, la despreciaba, quería verla pagar lo que le hizo, pero nunca fue su objetivo asesinarla. Y alguien lo hizo, y ella no la protegió, y ahora ese alguien lo había tenido enfrente varias veces esta noche, sintiéndose burlada en que quiera tratar de "compensar" la muerte del único ser que realmente le importó, cuando no existía precio.

La cabeza le latía más fuerte que el corazón de toda la bruma y confusión azotándola. Sus ojos se movían desorbitados, su respiración agitada hacía contraer su pecho entre el temblor de sus brazos, empezando subir y bajar las comisuras de sus labios, formando una rara sonrisa que se deshacía y volvía a formar, con una pequeña risita profunda que empezó a cambiar por gemidos de lamentos, hasta finalmente crispar todo el rostro y reventar en un gruñido que emitió desde lo más profundo de su garganta para dar una tremendo alarido fúrico como lamentoso mientras lágrimas empezaban a cubrir sus mejillas con sus ojos fuertemente cerrados.

-¡NO! ¡NO! ¡A CELESTIA NO!- gritó con voz pesada y grave, con otro alarido mientras abría de golpe de ojos, encontrándose estos iluminados completamente de rojos. -. Vas a pagar… ¡TODOS VAN A PAGAR!- vociferó agitando sus alas para elevarse aún más, en dirección a la resplandeciente luna, bañándose Shadow con su brillo, para ponerse enfrente y levantar los brazos en alto.

Y todas aquellas sombras que se movilizaban por la ciudad, fueron arrastradas por una fuerza mayor, como imanes atrayéndose inevitablemente hacia donde estaba Shadow elevada por los cielos.

La multitud aspiró de pánico y del incierto de lo que esta noche estaba ocurriendo, pasando por varias calles autos de policías que tenían encendidas las luces rojas y azules con su sirena, hablando desde altavoces de recomendaciones de no salir de las casas y buscar refugio, habiendo patrullas custodiando lares para servir a la gente y otros que tenía distinto destino, más capacitados que un verdadero oficial.

La gente refugiada encerradas en sus casas y otros lugares, podían ver en vivo el caos provocado en ciertas calles con la aparición de esas sombras que ahora habían desaparecidos repentinamente, creyendo con optimismo, que lo peor ya habría pasado, cuando informaba de explosiones concurridas en un paso de desnivel.

-¿A dónde crees que vas?- gritó el padre de Soarin cuando vio a Flash Sentry cruzando el pasillo hacia la entrada de la casa.

-Lo siento, señor, pero ya esperé demasiado.

-¡Muchacho, tú…!- decía pero si interrumpió al ver a su hijo y al grupo corriendo enseguida tras él.

-¡Flash!- lo llamó Soarin con el resto de sus amigos persiguiéndolo. -. ¡No puedes irte aún! ¡Es peligroso allá afuera!

-¡Debo saber si Twilight está bien!- les dijo dándole la cara de prisa. -. Ir al hospital, buscarla, hablar con Whooves. ¡Algo se debe hacer! ¡Intentaron matarla una vez, no dudarán de hacerlo de nuevo!

-¿Y cómo pretendes llegar si las calles prácticamente están cerradas?- interrogó Cheese y Flash le mantuvo la mirada mientras dejaba resplandecerse para brotar sus alas.

-Tengo mis medios- dijo para salir azotando la puerta pese el intento de sus amigos de retenerlo.

Mientras tanto, en el paso de desnivel, tanto Celestia como Applejack se habían quedado mirando con mal sorpresa aquellas sombras arrastradas hasta cierto punto en el cielo que no alcanzaban ver del todo, pero sabían que se trataba de Shadow. Varios metros más atrás, estaba Rarity volviendo completamente en sí con un parpadeo lento.

-¿Qué…qué pasó?- decía la modista con su frente poblada de arrugas, preocupada mirando su alrededor, siendo ayudada por Trixie a ponerse en pie.

-Aún no sabemos qué- contestó Trixie.

-¡¿Están bien?!- exclamó Pinkie Pie aterrizando junto a ellas repentinamente, haciéndolas respingar.

-Sí, sí- asintió Rarity, pero levantó la cabeza al igual que Trixie y Pinkie cuando cruzaron sobre ellas Rainbow Dash y Fluttershy.

Trixie entonces invocó una esfera para reventarla y hacerse aparecer hacia Applejack y Celestia, entre inevitables tosidos con Rarity y Pinkie Pie mientras aterrizaban Rainbow y Fluttershy con un mismo aspecto ciertamente desaliñado por la confrontación que habían tenido.

-Esa tipa está allá arriba- dijo Rainbow agitada, sosteniéndose a un lado del cuerpo con dolor. -. No sé qué tanto hace, pero se ve sombras- negó con la cabeza -. Hay que detenerla ya, antes de que empeore más las cosas aquí.

-No podemos estar todas hasta allá arriba- lanzó el comentario Applejack -. Hay que hacerla bajar- miró a Trixie -. ¿Enviaste a la subdirectora al hospital, cierto?- preguntó para ver a Trixie asentir de inmediato -. Bien. Haz lo mismo con la direc…

-No puedo irme. No pienso irme- le interrumpió Celestia enseguida, haciendo que las demás la miraran extrañadas -. Ella estuvo buscándome y puso de cabeza la ciudad por eso- sacudió la cabeza entre parpadeos -. No quiero que vuelva hacer eso si desaparezco de su vista…

-Tiene un punto- opinó Rainbow pero con un gesto desaprobatorio como las demás -. Pero no vamos a tomarla de anzuelo.

-Tal vez pueda llegar a hacerla recapacitar- comentó deslizando su mirada entre las jóvenes, sintiendo que se le estrujaba el corazón de verlas rasguñadas y con moretones, en un aspecto desalineado por la pelea entre aquella apariencia tan vistosa -. Déjenme ayudarlas…- suplicó -. Es alguien importante para mí quien está en aprietos y…debo decirle unas cosas…sé que debe estar allí dentro en algún lado la Shadow de este mundo- decía vidriándole los ojos con fuerza, sorprendiendo a las demás, pues jamás habían visto ese lado sensible de su directora, que siempre se mostró firme sin perder el control de sus emociones para ayudar a los estudiantes.

Aunque le daban la razón, no iban a dejarla desprotegida. Se vieron todas las caras, pensando tantas cosas a la vez. Debían llegar a un acuerdo y planear algo y rápido. Tiempo era lo que menos tenían.

Mientras tanto, Shadow se mantenía suspendida a una máxima alturas de frente a la luna, manteniendo sus ojos rojos y cabello largo revoloteando con su rostro tieso en una expresión desfigurada de la ira, concentrando magia tanto en su cuerno como en sus manos abiertas como garras mientras las sombras que habían ganado tamaño al recolectar otras, terminaban de a poco en llegar al alrededor del cuerpo de Shadow, todas girando sobre su mismo eje separadas menos de un metro entre sí, flotando en giros en su alrededor mientras Shadow apretaba con fuerza los dientes, concentrada en toda esa ira y odio dentro de sí, lo que hacía que la luz de su cuerno y manos empezaran a destilar una luz tan fuerte, que opacaba la de la luna, provocando un extraña oscuridad ganada sobre la ciudad, lo que hizo levantar aún más el pánico entre los civiles.

-Las sombras es el equilibrio de energías y emociones…- masculló con voz grave con un profundo ceño entre su rostro estirado de ira -…todas ellas… ¡Negativas!- gritó hasta que sobrecargó toda esa magia acumulada que estalló expandiéndose sobre las sombras, que al penas toques, éstas en cada giro que daban, empezaban a sufrir una transformación.

Su color negro cambiaba con uno blanquinoso y su forma ganó patas delanteras y la cabeza de un equino con unos brillantes ojos azules de larga melena, destilando un gélido frío en el ambiente ante su presencia, lanzando estruendosos relinchidos entre sí.

Shadow Light había traído a los Windigos a este mundo.

¡Estoy vida! XD ¡Yay!

Perdón por la larga ausencia pero estoy aquí y allá, por allí y más acá. ¡Pero aquí el capítulo! En serio espero les haya gustado.

A las chicas no se las tiene tan fácil como están acostumbradas y ahora las cosas se les van a complicar más. Yo sé lo que les digo xD

Y sabemos el paradero de Trixie unicornio. ¿Alguno esperó que terminara allí?

Bueno, aspiro actualizar el prox viernes, así que atentos.

Gracias por seguirme en esta historia, dejen review y…

¡Sunny Honey, fuera!

Next Chapter: Quienes Somos Parte III Estimated time remaining: 0 Minutes
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