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Lo Que Somos Ahora

by Sunny Honey

Chapter 22: Lo Inevitable,No vas a olvidarme

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Lo Inevitable:

"No vas a olvidarme"

Cada una de Las Rainbooms empezaron a llegar, haciéndose su mesa la más grande al juntar las suficientes para que entraran todas con sus parejas y amigos.

Fluttershy había llegado con Natural Hope, el chico voluntario del Refugio de Animales y residente de la misma Casa Hogar de Sonata. Al cabo de un rato llegó Bicmac que a insistencia de Pinkie Pie, lo hizo sentar junto a Marble Pie.

-¡Marble quiere saber cómo estásBicmac!- chilló Pinkie entusiasmada para mirar a su hermana -. ¿No es cierto?

-Mmm…Uuhumm…- asintió avergonzada y sonrojada mirando con ternura a Bicmac.

-¡Y de seguro Bicmac dirá que está bien!- volvió a hablar Pinkie con los ojos en él -. ¿Verdad?

-Ah…eeeyup…- contestó él un poco cohibido con una atenta sonrisa en la menor.

Un poco fuera de lugar, Rain Shinning había llegado. Estar en un baile de escuela repleta de adolescentes no era lo que diría una noche de distracción, pero había asistido por invitación de Sonata y la vería en su primer debut como cantante tras recuperar su voz. Rain se mantenía cerca de la tarima, desde donde Sonata le lanzaba miradas con una entusiasmada sonrisa mientras esa energía positiva fuerte que le invadía el pecho cada que estaba con él se hacía tan presente que nunca. Sonrió mientras entonaba la canción que hacía bailar eufóricos a todos.

Definitivamente estaba donde quería estar, y estaba feliz por eso. Pero deseaba tanto que esta dicha la viviera Aria y Adagio. Miraba a Rain mientras pensaba eso, recordando cómo lo había conocido, en esa discoteca donde sus compañeras sirenas solían…ir…

Sonata aspiró de sorpresa.

¡Claro! ¿Podrían estar ahí?

-¡No hay chaperones!- gritaron repentinamente haciendo su llegada Rainbow Dash, Lyra, Berry y Carrot, llamando la atención.

-¡Llegaron!- anunció Pinkie y le dio una señal a Vinyl, que asintió una vez e interrumpió la pista que cantaba Sonata e hizo que sonara una vieja conocida. "Party Rock Anthem".

-¡A un lado por favor!- anunció Rainbow a la par que Cheese le acercaba un micrófono -. ¡El lado derecho acomódense los vírgenes y el izquierdo los que no!- se burló.

-Rayos, estás ebria- se quejó Lyra.

-Nah, sólo estoy molestando. ¡Se terminó el semestre! ¡Aloquémonos!

-¿Escuchaste a Rainbow?- se oyó la voz de Derpy halando a Whooves -. Debemos ir a la izquierda.

-¡Ditzy!- reclamó él haciéndose el pesado sonrojado de vergüenza por la inocencia de su novia en la broma mientras se levantaba la risa de los que escucharon.

-¡Ahora, los de primero, adiós! - anunció Rainbow.

-¡¿Qué?! ¡No es justo!- se quejó Applebloom ceñuda con el resto de sus compañeros de clase, aunque no pasaban de los veinte.

-¡Este baile será para los de los dos últimos años como debe ser!- se defendió Rainbow mirando a los menores -. ¡Ustedes siempre se colan a nuestros bailes!- decía mientras ellos se iban aglomerando frente a ella mezclándose sus quejas.

-Rainbow más vale que les digas cómo serán compensados- le aconsejó Carrot.

-Es que me gusta verlos rabiar. Son como cachorritos- le dijo fuera del micrófono para aclararse la garganta y volver a dirigirse a ellos con él -. ¡Ustedes tendrán una fiesta de limosina!

-¡¿Qué?!- exclamaron entre incredulidad y emoción.

-¡Lo que oyen! ¡La tendrán y podrán beber y comer todo del mini bar!- anunció, -. ¡Hemos ambientado la limosina para ustedes! ¡Hay gaseosas y comida chatarra para vomitar hasta decir basta! ¡Así que adiós!

-¡Iremos a una limosina!- se emocionaron las Crusaders celebrando con otros de sus compañeros colados.

-Yo siempre voy a limosinas- aclaró Diamond Tiara con petulancia.

-¡Mejor, no vayas!- celebró Sweetie Belle con el resto corriendo fuera del gimnasio.

-¡Pues ahora sí iré!- reprochó con ceño y fue tras ellos.

-¡Pues ahora sí, que inicié la verdadera fiesta!- anunció Rainbow con emoción y con las demás recién llegadas se apartaron de las puertas laterales para dejar pasar, haciendo su entrada, una en una, las porristas de Canterlot High.

Las porristas sacudieron sus pompones, que con largas y rítmicas zancadas, hacían despejar la pista para que ellas se acomodaran en sus posiciones y les entregaran una presentación, llegando con varias volteretas en el centro de la coreografía, Trixie Lulamoon con una pose cruzando una pierna sobre la otro, la cadera a un lado y sonrisa sagaz.

-¡¿Quién se arrepiente ahora de no haber invitado a la Gran Trixie?!- preguntó acercando sus pompones a la cara y guiñando un ojo, y en diferentes puntos del público que rodeaba la pista, un numeroso grupo de chicos levantaron la mano, hipnotizados con el inevitable atractivo de la maldición del uniforme, ganándose algunos manotones y malas caras de los que tenían pareja.

Trixie miró a su derecha, hacia la líder de las porristas y ambas se dieron una señal asintiéndose una vez son una sonrisa cómplice.

Después de que Trixie Lulamoon haya regresado de Inglaterra y demostrara más de una vez que no era la misma chica que menospreciaba a los demás, empezó a tener una mejor relación con el alumnado.

El día en que se despidió de Sunset, habían tenido cierto público antes de que Celestia despachara a los estudiantes, entre ellos, estaba la peliroja líder de las porristas, comiéndose sus palabras ante tal acto de amistad. La antigua Trixie no habría hecho eso. Así que cuando Trixie se acercó a ella para proponerle hacer una presentación sorpresa durante el baile y tratar de convencerla en una nueva oportunidad para ella, la joven líder no lo dudó,y por su rango, logró convencer a las demás de aceptar la proposición de Trixie.

Así la música continuó, y con un señal de palmadas, todas empezaron a moverse sincronizadas entre el ritmo del electro house, entreteniendo a todos con sus pasos, volteretas y trucos, que se animaban a moverse rítmicamente la audiencia, mientras Berry servía el alcohol en las mesas para los que quisiesen.

Cuando llegaban a la parte cúspide de la canción, las porristas se movieron para formar la pirámide, llegando Trixie a la punta de esta, entre la respiración agitada por los movimientos manteniendo su entusiasta sonrisa, mirando a su alrededor cuando un par de siluetas traspasando la entrada del gimnasio, le cortó la concentración.

-¡SUNSET!- gritó anchando de golpe una alocada sonrisa emocionada, haciendo que los que la escucharon voltearan hacia donde veía y ver cruzar en la entrada a una arreglada Twilight Sparkle con una sonrisa avergonzada por la atención y Sunset Shimmer con una muy igual a la de Trixie, mirando a Lulamoon en la punta de la pirámide, maravillada e incrédula de verla de vuelta como porrista, así como emocionada.

La distracción hizo que Trixie perdiera el equilibrio y empezara a tambalear, haciendo menear la pirámide y de golpe, todas empezaron a caer al piso.

-¡Trixie!- llamó Sunset corriendo hacia ella.

-¡Trixie está bien!- anunció desparramada en el suelo enredada entre las porristas que aunque adoloridas, no pudieron evitar empezarse a reír mientras se levantaban.

-¡Se te ve la cutie Mark, Lulamoon!- le gritó Rainbow para carcajearse y Trixie agrandó los ojos sintiendo su falda levantada.

-¡¿Trixie está destinada a ser morboseada por el mundo?!- se quejó bajándose la falda.

-Eres porrista, Lulamoon, lo que más hacen es mostrar las piernas- escuchó esa voz que no había oído lo que le parecía una eternidad y levantó la cabeza para ver a la joven de piel dorada usar un vestido strapple melocotón de falda corta bombacha, usando una chaqueta negra de cuero, guantes de motociclista y botines de tacón negros, haciendo uso de su estilo de combinar la femineidad con la rudeza de sus accesorios.

-Sunset…- la nombró sonriéndose de nuevo lentamente.

-También me da gusto verte- le dijo sonriéndose emocionada y le estiró una mano ayudándola a levantar, para halarla hacia ella y abrazarse enseguida. -. Te extrañé muchísimo.

-Y yo a ti- correspondió fundiéndose más en el abrazo -. En serio estás aquí.

-Casi no- admitió con una risita separándose para verla mejor, entonces parpadeó-. Trixie…¿Estás llorando?- preguntó sorprendida al ver una rebelde lágrima escaparse de un ojo de ella.

-No. Claro que no- se negó con la voz un poco quebrada para suspirar y pasarse la mano hacia ese ojo -. Bueno…tal vez. Un poquito. ¡No juzgues a Trixie!

-Claro que no lo hago- le dijo levantando una temblorosa sonrisa y sus ojos cyan se aguaron conmovidos y la volvió a abrazar con fuerza -. También me hizo falta mi mejor no tienes idea. Mi Trixie…

-¿Y no hay abrazos para nosotras?- se quejó bromeando una voz sureña.

-¡Mi Applejack!- la nombró separándose del abrazo y voltearse, viéndola a ella y al resto de Las Rainbooms, sintiendo que su corazón enloquecía de dicha, sintiendo los ojos más vidriosos -. ¡Por Celestia, están más lindas que lo que recuerdo!- jadeó sintiendo que ya no resistía más las lágrimas y dejó rodar un par mientras todas reaccionaban igual para moverse enseguida en un abrazo de grupo -. ¡Mi Rarity, mi Pinkie Pie, mi Fluttershy, mi Rainbow!- decía entre el calor del abrazo mientras el resto miraban conmovidos la escena.

Cheese le dio la señal a Vinyl y ella hizo sonar una canción para colocar la música y dar ambiente a la fiesta de nuevo.

Twilight sintió toda una mezcla de sentimientos mientras veía a Sunset reírse de dicha rodeada de sus amigas. Ver ese reencuentro, esa felicidad que compartían…suspiró cerrando los ojos con una suave sonrisa. Le hacía sentir que había valido la pena cada decisión que dio, por más duro hayan sido y todavía son para ella. Realmente se sentía aliviada por la felicidad que al fin recibía su amiga.

-¡Es un gusto verte, Twilight!- empezaron a saludar algunos chicos sacándola del ensimismamiento y sea recibida por Las Rainbooms.

-¡Querida, estás divina!- elogió Rarity, viendo su vestido turquesa sencillo con accesorios de plata y un peinado levantando con un par de mechones rizados a los lados de su rostro con su habitual cerquillo, pero mantuvo un poco la mirada en su rostro al verle una sombra de congoja…una especial que reconocía.

-Gracias, Twilght, por traerla- agradeció Futtershy y las demás asintieron en acuerdo.

-Merecían verse- exclamó con esa sonrisa suave y pequeña.

-¿Y podrás quedarte toda la noche?- preguntó Rainbow con esperanza.

-¡Claro que sí!- se entusiasmó Sunset en responder con una risa que contagió a las demás que no podían dejar de mirarla en verdad contentas de verla tal niña entusiasmada.

-¿Entonces solo ustedes cruzaron el portal?- preguntó Pinkie Pie y Twilight le asintió -. ¡Oooowww! Es una lástima. Creí que Moon White al final cambiaría de opinión.

-¿Moon White?- dudó Twilight con repentina atención y con cierto destello en su rostro, que Rarity no dejó pasar desapercibido, uniendo cables.

-Pinkie lo invitó a venir pero dijo que "no"- contestó Rainbow -. Supongo por qué- exclamó con obviedad hacia Sunset, quien suavizó un ceño, frustrada. -. ¡Nah! Se lo pierde- restó importancia para sonreírle a Sunset y pasar un brazo sobre sus hombros y sacudirla con diversión -. ¡Lo importante es que estás aquí y la pasaremos en grande!- motivó improvisando un baile con la canción que pasaban.

-Ajám. Se lo pierde- murmuró Twilight bajando la mirada rascándose un lado del brazo en medio de la celebración.

La música se volvió a encender, y esta vez, quien se colocó en el escenario fue Vinyl y Octavia, quien la una con sus mezcladores y la otra con su chelo, empezaron a tocar la melodía que compusieron para la ocasión, empezando como si fuese una marcha nupcial, terminando con una fusión de ambos estilos, lo que sólo encendió muchísimo más el ambiente y los alumnos bailaban entre saltos y puños al aire al ritmo de las amigas, la tenue oscuridad y el detalle de beber alcohol.

Las Rainbooms con Sunset bailaban en la pista, entre risa y comentarios graciosos tan de ellas que hacían más de una vez reír a Sunset y les tiraba esa mirada llena de cariño. No mencionaban absolutamente nada de su estancia en Equestria y no tenían pensado hacerlo, no al menos hasta el final de la noche. En realidad, les importaba poco en este momento. Ver a su amiga de vuelta, con esa sonrisa y entusiasmo que siempre tuvo, al menos después que se reformó. Con tanta gente y la distracción, no se percataron cuando Twilight buscó asiento de nuevo, quedándose muy poco tiempo en la pista.

Regresó a la larga mesa, donde estaban entretenidamente conversando Maud y Limestone, Bicmac y Marble se notaba a leguas que se morían de vergüenza pero de alguna forma, tenían la comodidad de expresar la vergüenza que provocaba el uno por el otro y compartían un silencio con esas miradas tiernas. Las parejas de Las Rainbooms se reían a muerte, en su momento de chicos. Caramel palmeando la espalda de Cheese mezclándose los comentarios de Natural y Thunderlane. No sabía de qué rayos reían y hablaban, pero al menos la estaban pasando bien. Sonata estaba hablando con Rain de forma calmada pero muy alegre y entretenida. ¿Y ella? pues se sentó en una silla, escuchando por millonésima vez las promesas de la mayoría de los chicos de votar por ella para Princesa.

No podía creer que Pinkie Pie admitiera que entraran votaciones para ella sin ser alumna, pero al parecer, el alumnado la consideraban una Wonderbolt de corazón, y la verdad, era su modo de agradecimiento por venir a proteger su mundo.

Suavizó un ceño entre sus cejas, con ese malestar latente cubriéndola entera, que le impedía compartir toda la alegría que la rodeaba, sin duda, el mejor baile que hayan tenido, y ella…sintiéndose como si estuviera enredada de raíces, inevitablemente recordando una y otra vez, la aventura de la salida de esta mañana y el cómo terminó. Suspiró abatida y contrariada, pensando qué estaría él pensando, haciendo. Si se sentía igual que ella, si se sentía mal e irónicamente, querer ser ella quien buscara hacerlo sentir mejor cuando era ella misma la razón de su tristeza.

¿Qué pensaría de ella? ¿La trataría como siempre o…cambiaría su forma de ser con ella? Ese pensamiento le hizo acelerar el corazón de preocupación, ardiéndole el pecho y sentir los ojos un poco vidriosos. No quería eso. Que fuera diferente. No quería perder lo que tenían. Bajó la mirada aplastada en el desánimo, cerró los ojos con molestia, apretando las manos que estaban sobre sus piernas, sin saber qué hacer ya. Le estaba costando aceptar el precio de sus propias decisiones.

-¡En serio extrañaba esto!- gritó Sunset para hacerse escuchar entre tanta música mientras bailaba con sus amigas, quienes se sonreían sin evitar mirarla con alegría al verla tan dichosa. Sunset agitó sus piernas y sus brazos apropósito, como jugando con ellas -. ¡No puedo creer lo que diré…pero extrañé mi cuerpo humana! ¡Hasta se me hacía raro no tener estas!- dijo para llevarse ambas manos a sus pechos…cosa que se congeló ella misma. Torció el gesto avergonzada mientras sus amigas reventaban en risa -. Creo que debí guardarme eso para mí…

-¡Me alegra tanto tenerte de vuelta! ¡Tenemos tanto qué contarte!- exclamó Applejack mientras le rodeaba los brazos alrededor de sus hombros y la estrechaba hacia ella. Sunset suavizó una sonrisa.

-Tú sí me haces sentir querida- murmuró respondiéndole el abrazo, a referencia a su mala relación con su contraparte pony. Más bien todas las contrapartes de quienes quería tanto aquí.

-¡No se muevan!- les avisó Rainbow Dash y les tomó una foto enseguida con su celular.

-¡Trixie también quiere!- anunció posándose entre Sunset y la vaquera, con los brazos abiertos sobre ellas y sonrió anchamente a la cámara.

-Ah…¿dónde está Twilight?- preguntó Fluttershy a Rarity, mirando a los lados, buscándola.

-Es cierto- reconoció mientras las demás seguían posando y riendo entre foto y foto.

La modista se dio cuenta que Twilight no parecía tan entusiasmada como ellas al estar aquí, ni con ganas de bailar, pues reconocía su peculiar modo de llevar el ritmo y en el corto tiempo que estuvo en la pista…apenas se movía. Se cruzó de brazos pensativa, mientras Fluttershy era halada por Trixie para que posara una ridícula manera graciosa con ellas. Intuía algo, algo seguro. Sonrió. Avisó a las demás que iría a beber algo que de seguro encontraría allí a Twilight y se retiró.

Mejor iría hablar con su amiga.

Pinkie Pie posaba con los ojos exageradamente abiertos, cachetes inflados y la lengua afuera para la foto, cuando una mano le tomó el hombro y la haló hacia atrás.

-¡Soy tan torpe! ¡¿Cómo pude haberlo olvidado?!- le dijo Sonata mientras Pinkie Pie la miraba sin entender aun con su mueca congelada en la cara. -. ¡Sé dónde pueden estar Adagio y Aria!- se explicó mejor y la rosada desmontó la mueca.

-¿En serio?

-¡Sipi! Bueno…eso creo… ¡Pero nada perdemos intentarlo!- exclamó entusiasta y una sonrisa alta. -. Ellas suelen frecuentar un sitio donde seducían a esos hombres a robarles. Normalmente iban muy tarde. Pasada las once de la noche. ¡Podemos ir después de la coronación!

-Pero…- dudó. -. Sonata, no es buen momento…

-¡Es más que buen momento!- insistió -. Podremos ir y probar con ellas antes que con Sunset- se pudo más seria con la mirada hacia la aparenta normal y risueña actitud de Sunset entre las fotos -. Aun puedo sentir esa pesada energía negativa en ella. Si fallo, no sé si empeore las cosas pues sabemos que cuando Sunset baja la guardia enojándose o frustrándose…

-Esa cosa la controla…- terminó su oración y asintió una vez -. De acuerdo. Iremos apenas se anuncie la coronación.

-¡Wiiii!- sonrió y la abrazó dando unos brinquitos con un chillido de emoción y Pinkie se encogió de hombros e imitó el brinco y chillido también…ante la mirada extrañada de quienes la rodeaban.

-¡Vamos, vamos, vamos a bailar!- chilló Derpy a Whooves, que no dudó ni un segundo en satisfacerla y se levantó de su silla para ir con ella a buscar, si es que se podía, un lugar en la pista, así dejando solas a Cherry y Bonbon.

Bonbon estaba con su mirada pegada a la pantalla de su celular y la peliverde tenía la mirada hacia sus compañeros distraídamente con un vaso servido por Berry, en realidad, miraba a una pareja en específica, a una muy alegre Mistery Mint bailando con sus brazos rodeando al cuello de Brawley, brincando entre el ritmo del remix de la música. Levantó una sincera sonrisa de felicidad por ella y lo feliz que le hacía su pareja, sólo para mirar de reojo a la suya e ir bajando la sonrisa. Suspiró dejando el vaso sobre la mesa.

-Bonbon…- la llamó, pero alguien más la nombró al mismo tiempo con ella, provocando que tanto ella como Bonbon levantaran la cabeza, viendo a Lyra Heartstrings acercándose a ellas con una sonrisa cohibida.

-Lo siento. ¿Las interrumpo?- preguntó Lyra.

-Por supuesto que no, Heartstrings- dijo Cherry a la vez que se ponía en pie, haciendo que Bonbon la quedara mirando -. En realidad. Vienes justo a tiempo. Caliéntame el puesto que daré una vuelta- miró a Bonbon con relajada sonrisa -. Ya regreso- le dijo para llevarse el vaso a la boca y salir de allí.

-¿En serio no interrumpí nada?- dudó aun así Lyra torciendo incomodada el gesto.

-No le hagas caso. Yo lo hago- suspiró para mirarla y sonreírle divertida -. Con que…usando vestido.

-Ah…sí…- admitió ciertamente avergonzada bajando la mirada para verse el vestido de lentejuelas doradas -. Es hora de dejar tontos temas…creo…¿no?- pensó devolviéndole la mirada con una sonrisa y animarse a sentarse a donde había estado Cherry. -. Cierta persona me centró y me hizo aterrizar a tierra- le miró juguetonamente con la cabeza ladeada hacia ella -. Me pregunto quién- dijo y Bonbon levantó ambas cejas manteniendo la sonrisa.

-Lyra…tu aliento casi me quema las cejas- bufó -. Hueles a alcohol puro. ¿No estás ebria?

-No…casi. Tuvimos cuidado de que no- admitió con risa -. ¡Debiste vernos en la limosina! ¡Fue genial! Bebimos un poco de todo. Hicimos tontos retos. Hasta nos asomamos al techo de la limosina a gritar tal desquiciadas y coquetear con chicos que veíamos por allí- lanzó una risa -. ¡Berry invitó a uno a subirse! Tienes que ver las fotos que nos tomamos.

-Así que disfrutas tu soltería- comentó para apuntar con barbilla hacia las mesas unidas que llamaba la atención, la de Las Rainbooms -. Pues otro tampoco se queda atrás- le dijo con diversión apuntando hacia Bicmac y Marble, que Lyra apenas fijó su mirada hacia la mesa, se le salió parpadear admirada y retroceder la cabeza.

-Oh. Ooh. Oooh.

-Esos fueron muchas "o".

-Bueno…- levantó un poco las comisuras de su boca pero volvieron a bajar -…veo que ya me superó. Eso es bueno. Digo. Le fue fácil, sólo fue ¿Qué? ¿Tres días desde que rompimos? y eso es…bueno, supongo- asintió con incomodidad sintiendo que no podía desprender la mirada de ellos -. Eso es genial. Él es genial y merece alguien genial. Le va genial. Le irá genial. Yo estoy genial. Geeeeeeeenial.

-¿Terminaste?

-Sí- jadeó y bajó su cabeza para pegar su frente contra la mesa -. ¿Por qué me siento…rara?

-Ummm, ¿Aun te gusta?

-No lo creo…-suspiró acomodando la cabeza de lado para ver a Bonbon -. No. Por eso terminé con él.

-Entonces te duele el orgullo.

-Mejor voy por un trago- suspiró poniéndose de pie -. ¿Quieres uno?

-Quisiera la botella- admitió pensando en Cherry, y Lyra como que le leyó la mente y se volvió a sentar.

-Bonboncito…ábrele tu corazón de una vez- le aconsejó y Bonbon la miró. Lyra le sonrió -. Ya basta, Bonbon. Sé justa con Cherry.

-¿Y qué es ser justa con Cherry? Ella te odia. Eso no hace justo nada- se le salió decir y se lo reprochó apenas lo dijo.

-¿Por eso la tensión entre ustedes?- interrogó admirada -. ¿Por mí?

-Lyra- suspiró contrariada e incómoda. Sí, era por ella, pero no como lo pensaba.

-¿Es porque volvimos a ser amigas?- siguió preguntando, más para sí misma -. ¿No me quiere de nuevo como tu mejor amiga por haber sido una tonta contigo?

-Ah…sí, Lyra, por eso- le siguió la corriente.

-No la culpo…- murmuró triste -. Fui una cretina ese día en la Cafetería que saltó a defenderte. Parecía que iba a golpearme. Me odia- lanzó un suspiro y se puso firme -. Entonces déjame arreglar las cosas con ella- se determinó levantándose de la silla de golpe. -. ¡Soy tu mejor amiga y ella tu novia, debemos llevarnos bien!- aseguró e hizo el ademán de irse pero Bonbon aspiró alarmada poniéndose de pie también y le tomó el brazo, atajándola.

-No, Lyra, no es necesario por favor. No intervengas.

-Si yo soy la discordia, le haré ver que no- sonrió con entusiasmo -. ¡Ya verás, Bonbon! Le haré ver cuanto te quiero, que nunca te lastimaré, ¡Que siempre te trataré como princesa y jamás, jamás, me separaré de ti!- triunfó con determinación….y Bonbon la miró acabada. ¡Es lo menos que tenía que hacer!

-Lyra, en serio no intervengas. Son…cosas de pareja…¡sí! cosas de pareja. Así que por favor no te metas.

-Pero no pueden seguir así, Bonbon- le hizo ver poniéndose seria -. Te lo dice la voz de la experiencia- admitió triste -. Así empezamos Bicmac y yo. A tratarnos indiferentes. Lo más mínimo nos molestaba del otro. Estar juntos era vacío. No hicimos nada, nos dimos cuenta tarde y…terminamos separándonos- suspiró y miró aquellos ojos celestes con profundidad -. ¿Eso quieres, Bonbon?

Bonbon arrugó la frente, se abrazó a sí misma mirando hacia a un lado, sin contestar. Lyra le sonrió y se acercó para abrazarla.

-No dejes que sólo Bonbon quiera a Cherry, también hazlo tú, Sweetie Drops- le susurró en confidenciay separarse un poco con una sonrisa de complicidad con los ojos de su amiga abiertos en par en par.

-Twilight- escuchó un llamado y ella levantó la mirada hacia Rarity, rompiendo su ensimismamiento para ver que le sonreía comprensivamente, estirando una silla y sentarse cerca de ella.

-¿Ah? ¿Sí? Dime- le contestó despertándose de tantos pensamientos levantando una sonrisa y prestarle atención.

-Eso dime tú- exclamó a sabiendas -. ¿Qué pasa Twilight? Tu cuerpo está aquí pero tu cabeza en otro lado.

-Ahm…no…- replicó sacudiendo la cabeza pero Rarity le entrecerró los ojos con una sonrisa divertida.

-¿Se te declaró?

-¿Qué?- preguntó incrédula sin evitar abrir bastante los ojos.

-Moon White. Se te declaró, ¿cierto?

-Rarity…- la llamó incrédula sacudiendo la cabeza y...sorprendida. La modista se sonrió con cierta diversión.

-Twilight… tu cara lo grita.

-¿Mi cara?- dudó tocándose a un lado del rostro.

- ¡Ay, querida!- aspiró soñada -. Debo admitir que viéndolos juntos se les veía una muy linda química- aportó con emoción -. Sabía que él gustaba de ti. Por eso creo que se te declaró y no supiste cómo reaccionar, ¿cierto?- se aventuró.

-Algo así- se contrarió acariciándose la cabeza. -. Pero te agradecería que no lo estés divulgando.

-¿Por quién me tratas, querida?- se defendió con exagerada indignación.

-¿Y…cómo sabías que él me quería?- preguntó cómo quien no quiere la cosa aunque le intrigaba muchísimo -. ¿Te…lo dijo acaso?

-¡Me lo gritó!

-¿Ah?- dudó frunciéndole el ceño.

-¡Él lo gritaba con tan solo sonreírse porque te recordaba!- disfrutó decir pero se interrumpió -. Bueno…no es tan obvio para los demás. Pero yo tengo muy buen ojo, así que fue lo que percibí cuando se recuperaba en la Enfermería y aawww- se le salió conmoverse encantada -. Se empezó a reír solo, con ese no sé qué que yo sé qué es, en su cara, sólo porque se acordó de ti. ¡¿No es romántico?!- celebraba, cosa que incomodaba a Twilight en vez de ayudarla.

-Rarity- resopló contrariada -. No tienes idea de lo que pasó y…un momento- frunció el ceño perdiendo ese semblante frustrado por uno más serio -. ¿Dijiste que él se recuperaba en la enfermería?- recién cayó en cuenta…al igual que Rarity, quien se gruñó a sí misma molesta.

-¡Rayos! Se me escapó. Se suponía que no te lo diría.

-¿Decirme qué?- interrogó y Rarity suspiró en resignación.

-Decirte que se sintió mal al rato que lo dejaste con nosotras el primer día en nuestro mundo. No quería preocuparte y me hizo prometer que no te enteraras.

-¿Sentirse mal?- interrogó más intrigada. -. ¿Qué pasó?

-Le dio migraña, no podía equilibrarse bien, y todo porque se le subió la presión- torció el gesto -. En realidad, mejor que te lo haya dicho, pues cuando vino por segunda vez, también se sintió mal. Rainbow fue algo imprudente, pero tuvo un punto. Se cansaba muy rápido durante el recorrido a la escuela, haciendo muchas pausas para descansar. Convéncelo de ver un médico, querida.

Twilight le mantuvo la mirada sin borrar su ceño.

Ahora vio sentido. Con razón lo veía más cansado. Más lento. Más ojeroso. Más débil. La magia de la escuela lo estaba afectando y él seguía viniendo. Todo… ¿Por cumplir su promesa? Por ayudarla. Por ella. Se estaba debilitando frente a sus ojos y no se dio cuenta, porque estaba demasiado ocupada disfrutando de su compañía, de su colorido humor, de la paz y suavidad de sus ojos grises posarse en ella con esa sonrisa de lado. Esa sonrisa que se levantaba con un minúsculo comentario o movimiento suyo. No había perdido la sonrisa, pese sentirse mal. É conocía su cuerpo, bien pudiera saber cómo el afectaba el venir al mundo humano. ¿Y aun así venía? ¿Por esa promesa? Qué tontería más grande la de él. ¿Por qué haría eso? Twilight se pasó la mano a la cara con un suspiro abatido, peor de cuando antes Rarity viniera hablar con ella. Se levantó de la silla.

-¿Twilight?- la llamó la modista colocándose a su lado -. ¿Pasó algo entre ustedes? Dime. Podría ayu…

-No quiero arruinar la noche- le avisó dándole la cara con una forzada sonrisa -. Sólo necesito poner en orden las ideas. Iré a…tomar un poco de aire- avisó para caminar sentido contrario a ella.

En realidad, sentía que le faltaba el aire por la presión de su corazón inflarse tal globo a la par que sus ojos empezaron vidriarse, con un repentino mal presentimiento. Salió del gimnasio, teniendo que disculparse con los que querían invitarla a su charla, una bebida o bailar, encerrándola el silencio de los pasillos de la escuela mientras trataba de relajarse. En serio no quería arruinar la felicidad de los demás, pero le era tan difícil ese ardor en su pecho quemándola. Cerró los ojos con fuerza, resistiéndose a llorar, sólo dejando una lágrima salir. Dolía mucho, sea lo que sea, le dolía muchísimo. Jadeó y abrió su bolso para sacar un pañuelo, encontrándose con un sobre muy familiar.

-¿La carta de Cadance?- se sorprendió arrugando la frente -. ¿Pero cómo llegó…?- decía mientras la tomaba y suspiró -. Spike- adivinó con un resoplido y se pegó de espaldas a la pared, mirando el sobre.

¿Era buen momento leerla ahora?

Lanzó un suspiro más, sintiendo que se deshacía en ellos mientras abría la carta y se decidía darse un pequeño paseo por los pasillos. Se tentó a leerla, pero no sintió que sea buen momento. En realidad, nunca existiría buen momento.

Quiso volverla a guardar pero sus manos repentinamente le eran pesadas. Apretó los dientes entre sus ojos aguados. Aspiró fuerte y con rapidez rompió un extremo del sobre. Sacó la hoja, la sostuvo entre sus manos temblorosas, y leyó:

"Querida Twilight:

Considero todo un honor tener que contestar la pregunta que me has enviado. Una única, simple, pero que desencadena el sentimiento más hermoso que jamás podrás imaginar. Me preguntas… ¿Cómo saber qué es amor? Y yo sólo puedo sonreír, acariciar mi vientre donde crece mi bebé mientras escucho con diversión los desafinados cantos de mi esposo, tu hermano, que toma una ducha tras cuidarme, atenderme y estar pendiente de mí y su hijo.

Twilight, no se necesita saber mucho, sino sentir, porque es difícil darle verdaderas razones el impredecible sentimiento del amor, porque es algo único que sientes, por lo que es algo que por mucho, es distinto a la amistad, porque es el sentimiento que solamente tendrás con un solo pony. Así de especial es.

Contesto tu única pregunta, en el mejor momento de mi vida para eso; sabes qué es amor, cuando solo con ese alguien, tus imperfecciones pueden compatibilizar con las suyas, lo que crea la perfección en su estado más puro al fusionarse ambos en una misma luz que brota del corazón hasta envolverte entera.

La luz que ese pony te provoca, hará menos sus imperfecciones, porque es perfecto en las tuyas, y tú serás perfecta en las de él, por lo que sólo ustedes podrán lidiar, mejorar y vivir con ellas.

Porque eso es amor.

Reconocer la perfección entre sus imperfecciones. Usar de sus virtudes para hacerse más brillante de lo que son. Más felices. Porque tu felicidad es sólo brillo para él y viceversa. Y es doloroso verlo apagarse.

O perderlo.

Por eso amar es entrega, es sacrificio, es doloroso; pero la placentera sensación de su cálida luz iluminar cada parte de tu cuerpo, de tu esencia, compensa todo. Así que cuando sientes esa luz esparcirse en tu corazón en sólo saber su simple existencia y te nazca hacer todo lo que expliqué, felicidades, Twilight, has encontrado a tu pony especial".

-Yo lo amo…- se dijo con voz frágil y quebrada, con sus ojos violetas cubiertos de lágrimas, sosteniendo aun la hoja en sus manos -…y él hizo todo eso por mí…cegado por la luz…por su amor hacia a mí…- murmuró para cerrar los ojos y dejar rodar las lágrimas para que crearan caminos sobre las siluetas de sus facciones de las delgadas mejillas.

-¿Twilight?- preguntó alguien y con vergüenza levantó la mirada, encontrándose con unos ojos azules preocupados al verla llorar.

En cuanto Mistery y Brawley salieron de la pista hacia las mesas para beber algo, Cherry no perdió tiempo y se encaminó inmediatamente a ellos. Había aguardado con el corazón nervioso y ansioso a que terminaran de bailar y poder hablar con Mistery. No sabía muy bien que decirle, sólo quería dejar hablar a su acongojado corazón.

-Mistery- la llamó con cierta presión mientras se acercaba. La pelimorada se volteó enseguida a verla, quedándose quieta sin saber mucho dónde mirar.

-Yo iré por las bebidas- le dijo Brawley con una sonrisa -. Me tardaré lo que sea necesario- advirtió con diversión y comprensivo.

Mistery le dio una mirada insegura, pero no le funcionó a que se quedara, el chico le sostuvo la mano y se la sacudió con ternura, para irse hacia donde Berry servía las bebidas. Mistery juntó las manos y tomó aire mientras veía a Cherry detenerse frente a ella, viéndola con un ceño suavizado y se mordía el labio inferior con una tensa sonrisa. Sabía que eso significaba que estaba muerta en nervios.

-Mistery, yo…- empezaba para sacudir la cabeza y sonreírle -. Te ves muy linda. Y bailaste con Brawley. No me lo esperaba. Jejeje.

-Sí- contestó con vacilación -. En realidad es mi pareja de baile. Yo…bueno, últimamente hemos pasado juntos y…me invitó al baile y…aquí estamos.

-Ah…- dijo con torpeza, parpadeando varias veces -. ¿Ah…sí?

-Sí…

-Eso…eso es genial, digo, genial y…y…- hizo un puchero vidriándole de golpe los ojos. -. ¡¿Me lo perdí?!- reventó para sorpresa de Mistery -. ¡Siempre soñaba despierta el día en que esto sucediera!- lamentó -. El cómo me contarías cuando te invitaran a salir, tenía planeada la pijamada. Discutiríamos lo que usarías, lo que podrías decir y lo que no, si te atacaba los nervios y yo te tranquilizaría con ese tazón de canguil de jalapeño. Si me pidieras espiarlos por si las cosas salen mal y tenía mi disfraz de abuelita o…¡Yo qué sé!- jadeó escapándoseles las lágrimas-. ¿En serio me lo perdí?- lamentó pasándose una mano a los ojos sin dejar de mirarla con los ojos cargados de añoranza -. Perdí a mi mejor amiga por bruta. No quiero perderme de más cosas. Ya no te gusta Flash, ¿cierto? Entonces… ¿Podrías olvidar el beso, por favor?- parpadeó -. Te extraño mucho. Extraño llegar a tu casa sin avisar. Registrar tu clóset como mío y el tener que comprar el bote de yogurt de durazno aunque ni a mí ni a papá nos guste pero a ti sí, y cuando ibas a casa los bebías directo del pico paseándote descalza en mi casa como tuya- suspiró con dolor -. Extraño decirte Mentitas.

-Y yo escucharlo- admitió en un murmuro, sin poder evitar que le ardieran los ojos, añorando también esos tiempos -. Pero Cherry…esto va más allá de mis sentimientos por Flash. El beso…me hizo sentir que valía poco a comparación de que lo que valías para mí.

-Pe-pero…-dijo sin en realidad saber bien qué decir.

-No me gusta encararlo. Nunca lo hice. Pero yo…hice mucho por ti. Siempre estuve para ti con lo de Sweet Breeze aun cuando fuiste grosera conmigo y después con Stormy Crush. Cuando te peleabas con tu papá, cubrirte en tus escapadas, en tus travesuras. Lo hice porque te quería mucho. Eras realmente genial. Nunca me había llevado tan bien con alguien. Y tú… ¿Besaste al chico que me gustaba?- preguntó sacudiendo la cabeza en reclamo entrecerrando los ojos -. Sentí que menospreciabas todo lo que hice, todo lo que hacíamos, lo que compartíamos. Nuestra amistad. No fuiste leal, Cherry. ¿Cómo pudiste hacerme esto a mí? Era tu mejor amiga. No podía verte como siempre, si lo hacía, sólo podía pensar que…que…no me apreciabas.

Cherry permaneció callada, manteniéndole la mirada entre sus ojos vidriosos. La música, las charlas, las risas que se mezclaban en el aire no ambientaban para nada lo que sentían en ese momento. Podría ponerse a llorar, a lamentarse, contradecirle y decirle lo equivocada que estaba. Hacer un famoso berrinche y salir corriendo. Pero eso no haría la mujer hermosa, encantadora y fuerte que quería ser, porque estaba cansada de ser la débil. Contuvo su típica reacción para sentir…que Mistery tenía razón. Cherry jadeó asintiendo varias veces sin dejarla de mirar.

-¿Sabes? Estoy de acuerdo contigo- exclamó dándole la cara -. No fui leal. No valoré nuestra amistad, me perdonaste muchas que prometía no repetir y lo hacía. No te culpo que te sientas diferente conmigo, porque sé qué es entregar y no recibir que lo quieres, no sentirse apreciada con lo que da. Tú más que nadie en mi mundo lo sabes- sonrió con tristeza -. No sé nunca actuar con mis parejas. Soy tan ingenua, insegura y emocional…- suspiró sacudiendo la cabeza -. No he sido muy lista, sólo buscaba llorar y lamentarme. Pero estoy cansada, Mistery. Quiero ser más inteligente. Más justa. Más fuerte. Y esta vez lo digo en serio- se determinó eso aunque con miedo aun así me acerqué a ti y te pido en serio disculpas. Lo lamento mucho. Fui egoísta al besar a Flash. Perdón que lo hayas tomado como si no me importaras cuando en realidad eres de las personas que más me importa en el mundo- exclamó con una mirada de cariño y levantó una sonrisa mientras Mistery sólo se mantenía de pie absorbiendo todo lo que escuchaba -. Eres como mi hermana y aunque te distancias, estás en mi sangre y en serio estoy feliz de que hayas sido correspondida con Brawley, de que no me necesites cuando en realidad fui yo siempre la que te necesitó, te lo agradezco pero ya va tiempo que empiece a limpiar sola mis propios desastres, yo…

-¡Cállate y abrázame, Cherry!- exclamó para abalanzársele encima y rodearla con sus brazos. -. ¡Eres mi mejor amiga, claro que te necesito! ¡Me haces falta!

-¿Lo soy aun?- preguntó incrédula devolviéndole enseguida el abrazo sintiendo sus ojos volviéndose a vidriar.

-¡Rayos, sí!- lo dijo casi como queja -. ¿Cómo seguir enfadada después de ser la única testigo viviente de tu arranque de sabiduría?

-Es que tuve una epi…epinía…epinirifía…¡Una revelación!

-¿Epifanía?- le adivinó separándose un poco del abrazo.

-¡Eso mismo! ¿Ves? ¿Yo soy la hermana sensual y torpe, y tú la bonita e inteligente pero malvestida que vive de mi sombra!- se burló.

-¡Y regresó la Cherry que aguanto y quiero!- bromeó también y ambas corearon una risa para volverse abrazar -. Perdón por ser distante.

-Lo merecía, Mentitas. Me sacudiste.

-¡Mejor sacudámonos en la pista de baile!- exclamó entusiasmada para separarse y estirarle un brazo, estirándole una ancha sonrisa en complicidad y Cherry elevó más la suya.

-¡Hagamos ruido!- acordó enroscándole el brazo y con amonestaciones alegres se precipitaron a mezclarse con el resto y bailar entre ellas.

-Sólo necesitaban escucharse- se dijo Beats a sí mismo con una sonrisa viendo desde la mesa de bebidas a ambas correr a la pista.

-Y entonces Rainbow se tiró de rodillas al suelo y reclamó una vez más al universo- terminaba de contar Pinkie a Sunset entre las risas de las demás caminando por el gimnasio mientras la deportista torcía los ojos.

-Rayos, sí da pena pero más risa- exclamó Sunset entre sus risas.

-¡Oye!- reclamó Rainbow para sonreírse cruzándose de brazos -. ¿Pero me salí con la mía con el plan o no?

-¡¿Tú?!- reclamaron sus amigas.

-¿Sabes que es hacernos de la vista gorda todas las tonterías que querías hacer?- se quejó Applejack.

-Ni…ni se diga lo que le hicimos a las pobres Directora Celestia y Subdirectora Luna- lamentó Fluttershy muy culpable.

-¡Pero todo por sacarle una sonrisa a Dashie!- chilló Pinkie emocionadísima salpicando serpentinas.

-¡Eso las hace las mejores amigas del conspirador universo!- celebró Rainbow con alta sonrisa mientras llegaban frente a su mesa.

-Hey, ¿Y Twilight?- preguntó Sunset con un pequeño ceño entre sus cejas a Rarity que estaba sentada allí charlando divertida con Caramel -. Creí que estarías con ella.

-Fue a dar una vuelta- le contestó terminando de masticar un bocadillo. "Aunque ya está tardando", pensó un poco preocupada ya.

-Hola, chicos- saludó Carrot Top caminando hacia la mesa con una agradable sonrisa en su rostro -. ¿Me puedo sentar un rato con ustedes?

-¡Claro que no!- gritaron en coro Applejack y Thunderlane, que éste se levantó de golpe de su asiento. El resto dejaron de hablar para poner su atención a la reacción de ambos.

-Ahm…¿Se sienten bien?- preguntó ella curvando las cejas y ambos se sacudieron.

-¡No finjas!- volvieron a coincidir.

-¿Qué sucede?- dudó Sunset mirando a la vaquera y ella la miró señalando a Carrot.

-Ella es la persona más falsa…

-¡Y psicópata!- aportó Thunderlane tirándole una mirada desconfiada a Carrot.

-¡Sí! Y psicópata que hayas conocido.

-¡De nuevo con eso!- se aburrió Rainbow. -. ¡Fue un sueño, supéralo!

-¡Está loca!- exclamó la rubia para mirar a su pareja de baile -. ¡Diles Thunderlane!

-¡Es cierto!- aseguró el joven con seriedad -. ¡Carrot trató de secuestrar a Applejack para obligarla a ir al baile conmigo y me acorraló a la pared apretándome el cuello cuando me negué a sus planes! ¡Pude haber muerto!

-…- enmudecieron todos incrédulos mirándose las caras mientras Carrot los miraba con preocupación e incomodidad.

-Lo que haces por ganarte puntos con Applejack- exclamó Caramel con un resoplido.

-¡Es cierto!- corearon ambos frustrados.

-¡Es mala!- dijo él.

-¡Manipuladora!- decía Applejack.

-¡Violenta!

-¡Y me amenazó a que me quitaría a Thunderlane!- agregó pero apenas lo dijo sintió que la estrangularan, sonrojándose al ver la cara de todos divertidos ante su reacción, incluso Thunderlane, que se sonrió.

-¿Temes perderme?

-¡N-No digas tonterías!- exclamó con torpeza -. ¡Y no perdamos el punto! ¡Ella es malvada!

-¡Oh, sí, mira la cara de la maldad!- dijo Trixie colocándose junto a Carrot y señalando su rostro que expresaba ese dulce e inocente semblante con sus brillantes ojos verdes mientras levantaba una pequeña sonrisa y parpadeaba un par de veces con mirada inofensiva, lo que provocó que todos emitieran un "Aaawww".

-¡Mi corazón de piedra!- jadeó LimeStone llevándose una mano al pecho ante su expresión.

-Nunca nadie me había conmovido tanto- exclamó Maud con su característica inexpresividad pero saliéndosele un minúsculo rubor por enternecerse.

-Siéntate de una vez, Carrot- le dijo Trixie.

-Okey- le sonrió feliz -. Sólo déjame sacarme mi gabardina- avisó desabrochándosela.

-Claro, no hay proble…- se interrumpió al quedarse pasmada.

No sólo ella, sino el resto, al ver su despampanante figura en un vestido sin mangas de tipo sirena color naranja brillante, que estaba ceñido a ella, dejando dibujar la silueta de su cuerpo delgado y en forma, moldeado en un vientre plano, cintura fina en el que nacía unas presumidas y delicadas caderas. Ella levantó una mirada inocente pero su sonrisa era amplia, sugerente, moviendo sus redondos hombros descubiertos hacia adelante y desnudaba sus brazos mientras la gabardina bajaba haciéndolo con intencionada lentitud, mostrando un escote recatado pero que dibuja la atractiva silueta de sus pechos. De pronto, todas las mujeres de allí, se sintieron alarmantemente acomplejadas por un momento y los chicos tratando de mirar hacia otro lado luchando contra el sonrojo y la inevitable mirada curiosa ante tal descubrimiento en la persona menos pensada.

-Diablos…- fue Lulamoon la primera en reaccionar -. ¡Eres casi tan sensual como Trixie!

-Oh, Trixie- se "sonrojó" Carrot "modesta".

-¡Dije solo "casí"!

Carrot le sonrió mirando a un incomodado Thunderlane sintiendo que solo verla estaría siendo infiel y a Applejack, que repentinamente odiaba muchísimo más a la pelinaranja. Se le salió una sonrisa triunfal… ¡Cómo disfrutaba esto! lanzó aire y enterneció su mirada hacia Thunderlane.

-Thunderlane, creo que estás siendo malagradecido conmigo- lamentó.

-¿Qué, qué?- dudó.

-Yo te ayudé a que tengas valor de invitar a Applejack al baile como tu cita.

-¡Que no es mi cita!- se quejó ella. -. ¡¿Cuántas veces debo repetirlo?!

-¿Entonces está bien si le pido a Thunderlane que me saque a bailar?

-¡¿Qué?!- reclamaron los dos. Los demás…estaban disfrutando el espectáculo.

-Sí, pues…sería el modo de agradecer lo que hice por ustedes- decía, sólo provocando más a la vaquera, quien no podía imaginar a Thunderlane siquiera estar tan cerca de ella. Una desagradable e incómoda sensación le nacía desde muy adentro la idea.

-¡No hiciste nada!- se quejó Thunderlane ceñudo pero parpadeó dubitativo -. Bueno…sí…

-¡¿Qué?!- reclamó Applejack indignada.

-Es cierto- reconoció mirándola -. Sin ella no te hubiera invitado al baile y creo que tú no hubieras aceptado. De alguna rara forma…nos ayudó a ser honestos.

Eso derramó el vaso y la rubia sintió esa sensación desagradable explotar por dentro.

Obvio, eran celos.

-¡Yo siempre soy honesta!- se quejó Applejack -. ¡Si tanto la defiendes entonces baila con ella!

-No haré eso.

-¡Pues tampoco bailarás conmigo!

-¿Por qué sigues siendo dura conmigo?

-¡No lo soy!

-Sí lo eres y me duele porque te quiero- le dijo con seriedad como determinado, callándola de hecho -. Te quiero, Applejack, y me duele que sigas negándome. Así que no, no siempre eres honesta- reprochó con cierta tristeza.

-¡Hey, amigo, ya para la sorpre…!- había dicho Cheese apareciendo repentinamente entre ellos muy entusiasmado pero entonces vio la tensión del rostro de ambos -. Oooh. ¿Oops? ¿Mal momento?

-Creo que buen momento- resopló Thunderlane para mirarlo -. Sí, ya vamos- le dijo y caminó con él fuera de la mesa.

Applejack lo miró irse ahora con una sensación agridulce creciendo en su pecho, sólo para profundizar su ceño hacia la inocente cara de Carrot. La vaquera apretó los puños para caminar hacia ella, tomarle de una muñeca y llevarla a un lugar a parte.

-¿No la detendrán?- reclamó Limestone hacia Las Rainbooms como una mirada a Bicmac.

-No la golpeará si es lo que piensas- exclamó Rainbow -. Aunque quisiese…

-Applejack sólo hará lo que hace mejor- dijo Sunset -. Va hacerle honesta a Carrot.

-Espero estés feliz- le refunfuñó la vaquera una vez apartadas de la multitud, violando su espacio personal, muy cerca de rostro. Carrot dibujó una rápida sonrisa de triunfo, disfrutando todo, con sus ojos verdes iguales a la de la rubia, brillando de gozo.

-¿Te sientes un adefesio al lado mío, cierto?- se divirtió con esa seguridad intimidante sobre ella, pasando sus manos a su estrecha cintura, encarándole no solo el triunfo sobre ella, sino su cuerpo mejor esculpido para su edad. Applejack sólo la miró en reproche sin perder su semblante serio y sin dejarse intimidar.-. No hago nada. No obligo a nada. Tú solita sacas a la luz lo que eres- se limitó en decir con esa voz profunda y sagaz -. No mereces a Thunderlane.

-Tú no eres quién para decirlo. Déjanos en paz.

-Nunca.

-¿Quién eres?- exigió dándole una mirada rápida -. No eres lo que se supone que aparentabas. Eres manipuladora, falsa, y cínica.

-Nadie va a creerte, Applejack. Ya date por vencida. He construido una reputación pura por años- sonrió de lado ladeándole la cara -. No importa cuánto grites "lobo", verán sólo un cordero.

-¿Por qué eres una cretina conmigo?- exigió saber sacudiendo la cabeza, sin lograr entenderlo -. Yo no te he hecho nada.

-Quiero a Thunderlane.

-Pero él no te quiere a ti.

-¿No me has visto?- sonrió ampliamente -. Lo conquistaré.

-No lo harás- se divirtió decir -. Tú no eres yo.

-¿Por qué defiendes su amor por ti si tú no lo quieres?

-Yo no dije eso- aclaró enseguida.

-Tampoco has dicho lo contrario.

-Eso no te incumbe.

-Pues me incumbe ahora.

-¡Basta!

-¡No, basta, tú!- levantó la voz frunciéndole el ceño con una mirada ácida y endureciendo el rostro. Por la música y distracción, camuflaba bien la situación -. ¡No me importa cuántas veces deba humillarte!- cargó su voz en amenaza -. ¡Te quitaré del camino! ¡Te harás a un lado o te haré a un lado yo!

-¡Él me quiere a mí!- le aclaró también con la voz alta -. ¡No a ti!

-¡Pero tú no lo quieres!- obvió con una ancha sonrisa.

-¡Por supuesto que lo quiero!- le reclamó hastiada y señalándola -. ¡Me gusta! ¡También lo quiero!

-¡Es un tonto!

-¡Si lo hace tonto el ser despistado, atento, honesto y tierno, entonces es mi tonto, Zanahorias!¡Así que la que se hará a un lado serás tú porque no te quiere a ti, sino a mí, y si nos vuelves a molestar te dejaré peor que la manzana hecha a perder tras caer de la copa del árbol a la tierra!

-…- calló dibujando una sonrisa satisfecha deshaciendo su dureza por una relajada y hasta divertida -. ¿Tan difícil era decirlo?

-¿Ah?- dudó parpadeando varias veces, admirada de las palabras que acababa de escupir.

-Acabas de admitir que te gusta nuestro Thunderlane.

-No es tuyo- le advirtió ceñuda.

-¡Exacto!- sonrió y le rodeó los hombros con un brazo, sacando de onda a la vaquera -. ¿Ves? ¡No estuvo tan mal después de todo! Te gusta Thunderlane. ¡Vamos, dilo de nuevo!

-Me…gusta Thunderlane- lo dijo de nuevo, admirándose una vez más, no sólo porque al fin logró soltarlo…¡Sino porque cedía a lo que decía Carrot!

-Así son las cosas, Manzanas. No es que no eras honesta, sólo eras incrédula haberte enamorado de él. Así que mientras sigas actuando como una primaria por el chico que te gusta, te seguiré jodiendo la existencia.

-Pe-pero…

-Nada de "peros". Así que déjate de hacerte la difícil. El chico sólo te consiente y tiene una paciencia de admirar. Tienes suerte, así que aprovecha que sea mutuo sus sentimientos. La vida es demasiado corta y dura y se necesitarán.

-¿Ah…gracias?

-¡Es un placer!- se acomodó el vestido y le sonrió como si nada -. Volvamos a la mesa y digamos que aclaramos todo, cosa que no es mentira- le guiñó el ojo codeándola juguetonamente -. Después de todo eres la honesta Applejack, ¿cierto?- rió con diversión de forma muy agradable…y Applejack aún pensaba si esto era real.

-Pero aún no sé quién eres.

-Una amiga- se divirtió con esa sonrisa a un lado -. Sólo…una amiga que no pediste y ni quieres- borró la sonrisa por una mirada fría y seria lo único y te conviene saber- le advirtió con profundidad para sonreírse agradable de nuevo -. Vamos, busquemos a nues…a tu Thunderlane- motivó volviendo rodear el brazo a sus hombros y la hizo caminar.

Applejack se dejó caminar, para mirarla de reojo con mucha intriga y... unas ganas de saber quién era ella. Pero sabía algo seguro.

Carrot Top, era la persona más falsa que de alguna forma retorcida, actuaba en pos de la honestidad.

-¿En serio crees que no la matará?- preguntó Trixie a Sunset refiriéndose a la vaquera mientras caminaban hacia la fuente de chocolate, elevando un poco la voz para luchar contra la música alta y el bullicio de celebración de los alumnos. Gruñó -. ¡Ay, pero qué ruidosos!- se quejó frunciendo el ceño.

-No hay chaperones. Tienen que aprovechar- le sonrió Sunset deteniéndose frente a la mesa y tomó una frutilla y la bañó de chocolate. Trixie agarró un pedazo de manzana. -. Mmm- saboreó la fruta con un leve ceño.

-¿Qué sucede?

-Mi paladar había olvidado que las frutas de aquí saben distintas a Equestria- comentó terminando de masticar y la miró -. Las de donde yo vengo son más frescas, dulces…ricas. Supongo que su tierra y cuidado no se compara con la de los ponies terrestres. Es un arte y talento el cultivo y cuidado de la tierra- tiró una risa -. Aquí la naturaleza está más dañada y usan químicos para cosechar.

-Ah…-murmuró un poco desalentada y se llevó el trozo de manzana a la boca. -. Eso…¿Significa que prefieres Equestria que aquí?

-¿Prefiero Equestria por su fruta?- se divirtió en preguntar. Le dio un juguetón empujón de cadera a Trixie -. Vamos, Trix, este mundo tiene un encanto que es incomparable con Equestria.

-¿Cómo qué?- preguntó llevándose una uva esta vez a la boca.

-¿Cómo la Gran y Poderosa Trixie?- se divirtió y guiñó un ojo -. Mi Trixie.

-¡JA!- triunfó pero tosió de golpe. Se había atragantado con la uva que tragaba.

-Jajajaja- rió y le abrazó de lado con fuerza y mucha alegría y cariño -. En serio te extrañé, Lulamoon. Dime, ¿Cómo has estado? ¿Qué tal las cosas con tu papá?

-Ah…- balbuceó torciendo el gesto entre el abrazo -. Supongo que bien. No es duro con Trixie pero la evita- contó mientras Sunset rompía el abrazo para prestarle más atención -. Supongo que no sabe cómo actuar con Trixie pero…- se encogió de hombros con una pequeña sonrisa.

-Oh, Trixie. Lo siento.

-Las cosas mejorarán- fue optimista. -. Al menos Trixie es libre. Libre para ser Trixie- sonrió llevándose las manos a la cara y menear las caderas para hacer bailar su falda de tablones. Le hacía sonreír hacer ese movimiento.

-¿Sabes?- le dijo suavizando una sonrisa con sus ojos cyan cariñosos -. Cuando me sentía muy triste en Equestria, me asomaba a una ventana o balcón a recibir la brisa, y me acordaba de ti.

-¿En verdad?- se conmovió levantando la sonrisa.

-Sí, me daba paz- confió manteniendo la sonrisa y la mirada -. Tu amistad siempre me daba paz, Trixie. Adoro a Las Rainbooms pero…eras la única que podías más o menos entender lo que era estar…encerrada, ser su propio guardián cuando quieres soltarte y no puedes… de hallarse a sí misma y demostrar que podría ser…libre de su propia realidad, por más dura que esta sea- concluyó la idea con sus ojos idos hacia algún lado, ya no mirándola, pero parpadeó varias veces elevando la sonrisa para volver en sí. -. Admiro lo que hiciste contigo, Trixie. Y eso…te hace especial para mí.

Trixie mantenía sus ojos rosas oscuros sobre la expresión cálida como melancólica de sus ojos cyan, un sentimiento que sabía bien sólo compartía con ella de todas sus amigas. Le suavizó una gran sonrisa.

-Cuando…termines tus asuntos de Equestria y regreses… ¿Quieres vivir con Trixie?

-¿Qué?- exclamó incrédula pero con una emoción embargándola entera.

-¡Sí, ya sabes!- animó con sus ojos radiantes y entusiasta -. Vivir bajo el mismo techo con Trixie. Encontrar nuestras cosas en el cuarto de la otra y pelear por el turno del baño. Aunque hay siete baños en la casa de Trixie…¡Pero sería divertido pelear por uno!- planeaba con emoción y una divertida y casi infantil sonrisa en su rostro -. ¿Qué dices?

-¿Vivir contigo?- interrogó manteniendo la sonrisa alta y sacudió la cabeza -. ¡Eso sería una pesadilla!

-¿Entonces aceptas?

-¡Pero claro que sí!- respondió sin dudar y se abalanzó a abrazarla -. ¡Viviré con mi mejor amiga!

-¡Y en una mansión!

-¡He vivido temporalmente en dos castillos, creo que podré en una mansión!- rió apretándola más fuerte, sintiendo que se le vidriaban los ojos -. Ahora tengo mayores razones para volver lo antes posible- murmuró y arrugó la frente llena de frustración y cierto temor. Tener que volver a Equestria…

-Y yo aguardaré paciente- prometió cerrando los ojos envolviéndola más fuerte, creciendo esa fuerte sensación que se expandía en todo su ser cada vez que sentía quererla tanto, naciéndole hasta la necesidad de protegerla. -. Eres la primera persona que mostró importancia por Trixie, como la primera persona que me importó por primera vez, Sunset. Siempre tendrás algo especial que Trixie apreciará más que a nada... hasta más a ella misma, ¡y sabes cómo Trixie se adora!

-Lo sé- sonrió con una pequeña risa entre el buen momento, manteniendo esa frustración en su gesto alegre para curvar preocupada las cejas -. Lo sé…

-¡¿LISTOS PARA EL RUIDO CANTERLOT HIGH?!- gritó Cheese en el micrófono, lo que las hizo separar y romper el momento, mirando en la tarima al chico, haciendo que el alumnado haga más bullicio de lo que ya había.

Fue entonces que se escuchó una mezcla dubstep por parte de Vinyl, enloqueciendo más el ánimo de los jóvenes, pero la tocada era para algo en particular, e iluminaron el centro de la pista, donde estaba parado Thunderlane, que se sacaba el saco de su traje y la lanzó sin cuidado hacia a un lado, desabrochándose los botones del final de la manga para subírselas y se desabotonaba el cuello de la camisa, cosa que llamaba la atención de todos, principalmente porque se mantenía relajado como si lo que hiciera fuera lo más común del mundo, para después mirar su alrededor con mirada confiada, respiró profundamente y estiró sus brazos a los lados de su cuerpo, para empezar a contraer increíblemente sus músculos al ritmo de la música, combinándolo con diferentes posturas de su cuerpo, creando movimientos circulares con el pecho y brazos, simulando las de una serpiente, así como en los tobillos y pies, moviendo rápidamente las piernas con una espectacular sincronización con la música.

Lo que bailaba Thunderlane, era popping dance, o también conocido como "el robot", un tipo de baile que lleva hasta el límite con las ondas y desplazamientos de los movimientos del cuerpo, en especial sus extremidades.

Un espectáculo para sus compañeros, en realidad, lo hacía pensando para divertir a su pareja de baile, aunque se sentía un poco frustrado tras la pequeña discusión, pero se concentró en la rutina que había preparado y practicado, asombrando a los presentes por sus complicados pasos y…¡Jamás, en sueños, creerían que Thunderlane tendría tal talento escondido!

-Me lo hace difícil dejarlo ir- se burló Carrot junto a Applejack, quien se mantenía quieta igual o peor de admirada que el resto que no dejaban de chiflear y animarlo a continuar el baile.

-¡Wow! ¡Esto es 20% más genial!- se entusiasmó Rainbow entre la multitud que se encontraba rodeando el espectáculo, pero su sonrisa bajó un poco al ver a Soarin disfrutando de la algarabía junto con Roseluck. Ella hizo un gesto.

-No puedes pasar todo tu vida lamentando lo que pudo ser- escuchó para mirar a Carrot a su lado -. Roseluck es mi amiga y ha estado pensando mucho en lo que tuvieron Soarin y tú.

-¿Ah sí?- preguntó sin dejar de mirarlos.

-Parece que él trata de seguir adelante- agregó colocándole una mano en el hombro -. Ya va tiempo que tú también. Desafortunadamente…no todas las relaciones pueden salvarse, menos una en la que ninguno de los dos lograron de rescatar.

-Tienes un punto- suspiró. Era mejor ya dejar esa aturada, ese pasado, ese orgullo…¿no? sintiór que su hombro era sacudido.

-Ven, veamos de cerca a este ocurrido- le sonrió refiriéndose a Thunderlane. Rainbow le sonrió de lado y la siguió perdiéndose entre la multitud, la música y el bullicio de alegría y diversión alzarse cada vez más.

Mientras se celebraba la fiesta, había dos personas paseándose por los pasillos de la escuela.

-Veo que no soy la única que no la está pasando tan bien- jugó Twilight con la mirada hacia el suelo mirándose los pies uno delante del otro tras escuchar el cómo se sentía Flash.

Ella se había negado a decirle las verdaderas razones de sus lágrimas, y ante su negativa, Flash la invitó a tomar aire en una caminata entre los pasillos y le platicó aquel problema que le molestaba.

-Pues sí…- suspiró el joven -. Tienes una visión diferente de ver las cosas y quisiera escuchar qué opinas- sinceró para mirarla y Twilight le sonrió gentilmente.

-Te agradezco la confianza, Flash- le dijo -. Pues lo que puedo decirte es, si no estás contento con la imagen que has forzado a hacer, ¿Entonces qué esperas para dejar salir tú verdadero yo?- preguntó.

-No…quiero defraudar a los demás.

-¿Y a cambio te defraudas a ti mismo?- le hizo ver -. No toda la vida mantendrás esa fachada que tienes de ti. Después de todo a la larga te cansarás y caerá por sí sola. Es decir…¿Piensas dedicarte a la música?

-Es buen hobbie- sinceró con una sonrisa -. Para desahogar frustraciones pero…no es mi vida, no es lo que me define realmente ¿entiendes?

-¿Qué lo es entonces?

-No lo sé- sacudió la cabeza -. Creo…me gusta…- resopló -. Olvídalo.

-¿Qué?- lo motivó -. Vamos, dime.

-Yo…- suspiró avergonzando cerrando los ojos -. Me gusta la criminalística.

-¿En serio?- se sonrió.

-La ley, el orden, el servir y proteger. Descubrir casos- se ocultó la cara con las manos -. Es una tontería. Lo sé.

-¡Claro que no lo es!- le replicó deteniendo su andar -. Es maravilloso si es lo que te apasiona, si es el verdadero Flash. Es algo de mucha perspicacia, inteligencia y deducción.

-Lo sé…¡Nada conmigo! Todos sólo me ven como el músico y…nada más.

-Lo importante es que te sientas a gusto contigo, sé leal a ti mismo. Y según me has contado no todos. Están tus amigos más cercanos. Estoy yo también y veo el chico atento, que siempre se dirige a lo justo y la verdad- se rió -. O no habrías actuado con tu intuición para defenderme de la acusación de Sunset Shimmer de haber arruinado la decoración del baile de otoño. Ese es el verdadero Flash- sentenció con determinación y una sonrisa segura, lo que contagió a Flash y le sonrió con mejor humor.

-Gracias, Twilight.

-¿Para qué están los amigos, no?- preguntó risueña y se dieron un abrazo. -. Y gracias a ti también. Necesitaba respirar otro aire. Pensar en otra cosa entre el silencio.

-¿Qué te sucedía?- le preguntó mientras se separaban -. Tal vez pueda escucharte como hiciste conmigo.

Twilight dibujó una pequeña sonrisa nostálgica con ese pequeño ardor en su pecho y sacudió la cabeza.

-Sólo quiero entrar y pasarla bien en el baile. Quiero celebrar con mis amigas- le dijo con una sonrisa alta -. Estoy mejor. Gracias.

-De acuerdo. De todas formas pronto tengo que presentarme con mi banda. Pero sabes que puedes contar conmigo.

-Lo sé- sonrió y voltearon camino de vuelta al gimnasio decorado…y agrandar los ojos por el bullicio de la celebración del baile de Thunderlane y de resto enloquecidos por ello.

"El timbre de salida sonó y el maestro pareció aliviado que de inmediato despidió a sus alumnos, tomó su maletín y se fue corriendo como si no hubiera mañana.

-Patitas para qué te tengo- comentó en broma Moon White viéndolo marchar mientras recogía sus cuadernos y miró hacia su compañera de mesa, hacia la sonrisa de Sunset por su comentario.

Claro, debió subir un poco la cabeza para verla. Sunset Shimmer se había dado un repentino estirón como cambiado sutilmente físicamente. ¿Él? Seguía cuán bajo como siempre, y eso lo tenía frustrado. "¿Por qué ella es más alta que yo?" "Es una yegua…las yeguas se desarrollan más rápido que los corceles" "Eso no es equitativo…".

-Él nos odia, ¿De qué te sorprendes?- suspiró ella torciendo los ojos -. Parece que estuviera aquí obligado. Detesto que sea nuestro maestro en este nivel del curso de magia- sinceró. Sunset había conseguido ganar una beca en el curso intensivo de magia que asistía Moon White tras unas pruebas. En realidad, él era algo así como su tutor, pues ella era algo acelerada, queriendo las cosas rápidas, aprender rápido, sirviendo él de su palanca, frenando su loco arranque y meditara el hechizo en vez de ordenarlo sin entenderlo primero, pensó eso para coincidencia escuchar su siguiente comentario: -. Hasta ahora el mejor profesor que he tenido has sido tú- lo miró con una sonrisa con sus grandes y claros ojos cyan que ahora estaban decorados con unas negras y bonitas pestañas largas. ¿También le crecieron las pestañas?

-Ah…- murmuró cohibido bajando la mirada -. Gracias- dijo pero en las últimas sílabas su voz se le había quebrado…por tercera vez en lo que iba en la tarde. Se sonrojó tapándose la boca avergonzado por eso. Últimamente se le salían muchos gallos.

-¿Kikirikí?- se burló Sunset para lanzar carcajadas y él le frunció el ceño y se metió a un papel y se abrazó a sí mismo.

-"Uuuuhh. Soy Sunset"- se burló él lanzando besos. Sunset detuvo su risa -. "abrazo la portada de la revista porque el apuesto Príncipe Blueblood está allí. Yo lo aaaaaaaaaaamo".

-¡Kikirikí!

-¡Jirafa!

-¡AAhh!- aspiró indignada llevándose un casco al pecho -. ¡Retracte! tú…tú ¡Pulpero!

-"Blueblood me hará Princesa".

-¡Cásate con StarSwirl!

-¡Tú con tu Celestia!

-¡Mejor cásense entre ustedes, par de freaks!- gritó un unicornio torciendo el gesto con molestia para seguir su camino fuera del aula con el resto de alumnos.

-¡Ven y dímelo en la cara!- gruñó Sunset con su entrecejo e iluminó su cuerno levantando un casco en amenaza.

-Sunny, no hagas caso- la calmó dándole un suave tope a su cuerno para deshacer cualquier hechizo que intentó hacer.-. Sabes que siempre nos peleamos en broma. No te enojes.

-Pero entre tú y yo. No por ese entrometido- farfulló. -. ¿Cómo se atreve? Apenas puede estar a nuestra altura en magia. No sé qué hace aquí.

Moon White suspiró y se bajó de su pupitre con la alforja puesta. Digamos que Sunset no había cambiado del todo y seguía igual de narcisista como la conocía y no le interesaba hacer más amigos, además de ser temperamental con los demás de su edad. Y el ser amigo de ese tipo de pony…no lo hacía tan popular, así que Sunset era casi un repelente para que tenga una vida social más amplia. Pero no se imaginaba el mundo sin ella por más que a veces lo saque de casillas. Algo la ataba a ella.

-En vez de tonterías hablemos algo serio- sentenció Sunset acelerando el paso en su andar en el pasillo y se puso frente a él para detener su caminar con una mirada determinada -. Vas a ir al paseo y punto.

-Sunny…- suspiró cansado -. Te dije que no me sentiré bien.

-No puedes faltar porque uno: somos pareja de todo. ¡Es ilegal que no estés!Dos: ¡Iremos a una excursión al palacio de Canterlot!- continuó con ancha sonrisa -. ¡¿Cuántas veces puedes ir a visitar el hogar de la Princesa Celestia?!- se derritió entusiasmadísima -. Y tres: es completamente, indudablemente, poco probable, que te encuentres con algún "nariz respingada" de tu familia. Si aparece uno, lo mando a la…

-¡Sunny!

-A la cima del asta de la bandera, ¿Qué pensabas? Qué mal pensado- se burló con su segunda.

-Y no dudo que lo hagas- comentó.

-Además si vas. Dejaré que te sientes en el lado de la ventana del tren ¡Y…! Con los bits que me darán, te compraré tus golosinas de abuelito que tanto te gustan.

-Las pasas cubiertas de chocolate no son de abuelitos- replicó levantándole una ceja con una risueña sonrisa de lado.

-Yo sólo los como por su cubierta. Chupo el chocolate y escupo las pasas.

-Y por eso no te invito a comer a ningún lado- bromeó.

-¡Ya! ¡Por favor!- suplicó parándose de sus patas traseras y colocó las delanteras sobre sus hombros, para empezarlo a sacudir -. ¡Por favor, por favor, por favor! ¡Tan sólo mira esta cara de tristeza! ¿No te sientes culpable? ¡¿Cómo podrás seguir viviendo con esta carga?!- dramatizó haciendo un puchero, curvar las cejas y parpadearle varias veces.

-Agh…- reclamó desviando la mirada hacia un lado-. De acuerdo.

-¡Yes!- celebró devolviendo sus cascos al piso -. ¡Sabía que no te resistirías!

-Ajám…- asintió.

-Y Moon White…- lo llamó hincándole suavemente un cachete con un casco.

-¿Ahora qué?- reclamó dándole la cara con una sonrisa por el gesto que recibió.

-Que no te avergüence la voz quebrada- le dijo para acercarse y susurrarle como cuando dice un secreto: - es lindo".

Despertó. Abrió los ojos casi en automático, sin mirar algo necesariamente, solo a la nada. Un ardor le quemaba el pecho. Uno que lo estaba consumiendo. Era un dolor lento, que parecía no acabar jamás, a menos que muera para no sentirlo más.Y tal vez ese era el propósito de ese dolor. Terminarlo de acabar.

Un entumecimiento de su cuerpo lo hacía sentir como de concreto. Duro. Un sabor amargo se había concentrado en su boca y su cabeza estaba pesada.

Había soñado con el último "buen" recuerdo de Sunset. Tan sólo nombrarla en su cabeza hizo que endureciera más la mirada, con un parpadear mecánico. Tenía los labios sellados, reteniendo con todas sus fuerzas el liberar un grito que quería salir disparado desde lo más profundo de su ser, pues ya no sabía…no sabía nada. No entendía nada. Había llegado en un punto que…todo parecía carente de sentido.

¿Amar el mundo con sus misterios? Trató de creer en ese pensamiento de Celestia pero…no podía. Simplemente no podía. Ya no al menos. Ni el intento. No quería eso. No quería nada. Sólo quería…no sabía lo que quería. Le asfixiaba el sólo vivir. Le ardía estar presente. Aquellos pesados y largos grilletes del pasado que lo arrastraban, fue el presente que, lo terminó de hundir. Lo que fue y lo que era ahora. Ya terminó de caer. Ya tuvo la caída, y se partió todo. No quedaba nada. No tenía nada. Ya estaba hecho. Gracias vida, quería decir, gracias por quitarme hasta la más mínima oportunidad, la más mínima chispa entre la oscuridad. Aquí acaba todo. Así. Esto fue. Ya. Estaba hecho.

-¿Moon White?

¿Aún seguía Minuette aquí? Desvió su mirada en el rostro preocupado de la unicornio que se mantenía a su lado. Parecía asustada y enseguida le tomó un casco pero él se lo apartó con molestia para regresar su mirada a un lado, sin mirar, con esa mirada tiesa e inexpresiva…

Minuette empezó a hablar. No le prestaba atención. Sólo sentía esa presión en su cabeza. Ese grito retenido. Esas ganas de romper todo. Esa fuerza descomunal descargar en…explosión, de rabia, de reproche. Porque la vida le había quitado muchas cosas y su forma de ser fuerte, era el aceptar todo lo que le quitaba, acostumbrándose a lo efímero, a lo temporal, a no creer en algo con ingenuidad, según él. A no aferrarse a nada. A no estimar demasiado nada ni a nadie. Porque sólo habría dolor cuando desapareciera como lo demás que alguna vez conoció y amó.Porque la vida le quitó su salud. A su padre. La presencia de su madre por aguantar un duro luto. Le quitó sentido a la felicidad de su niñez. Una disfrutable adolescencia siendoamargado, serio, juzgado por su actitud aislada. Le quitó disfrutar y entregarse como se debe a quien llamó amigos. Le quitó su magia. Su aula. Su sentido de sentir lo más próximo a realizado en este mundo.

Le quitó a Twilight.

Y ya no resistió.

-Estoy cansado- le interrumpió el hablar a Minuette, quien paró de golpe su inútil monólogo al escuchar su voz seca y seria.

-¿Qué?

-Me cansé- repitió con un suave parpadear, con esa expresión ausente y mirada vacía, que empezaba a perturbar a su amiga.

-Moon White, sé que…

-¡No!- le exclamó con fuerza mirándola de golpe, haciéndola respingar -. No, Minuette, no. No te atrevas. ¡No te atrevas!

-Moon White, tranquilo…

-¡No te atrevas a decirme que me entiendes! ¡Tú no entiendes nada! ¡Nada! ¡Así que cierra la boca!- mandó a callar con la voz violenta, incomodando y asustando a Minuette -. ¡Quiero que te vayas! ¡Lárgate!

-No lo voy hacer…-jadeó con la voz quebrada.

-¡LÁRGATE!- le gruñó con pesadez y fuerte ceño -. ¡Ya te lo dije! ¡Estoy harto! ¡Cansado! ¡Hostigado! ¡Ya no aguanto, ya no resisto!- se decía más para él perdiendo el enfoque de su mirar -. ¡Quiero que ya esto termine de una vez porque ya no aguanto!- reclamaba rabioso, empezando a salírsele las lágrimas -.¡Estoy harto de ser fuerte!- tiró una risa irónica -. Ser fuerte y soy tan frágil…no me sirvió de nada. Me estoy deshaciendo justo ahora, haciendo pedazos,consumiéndome, esperando que todo termine de caerse y ya. Eso es todo. Se acabó- cerró los ojos con fuerza, apretando los dientes en un intento de aguantar ese ardor que cubría cada parte de su cuerpo, consumiéndolo, un dolor tan deliciosamente agonizante -. Esto fue. Ya…ya no…- suplicó meneando la cabeza entre su almohada y empezaba a sudar. -. Me dejaron sin nada. Estoy tan vacío. Tan…- se interrumpió para quedarse quieto con los ojos cerrados, pareciendo dormido, desmayado, pero estaba despierto.

Minuette temblaba un poco, parpadeando cayéndole las lágrimas. Sentía tanto dolor en sus palabras que no sabía cómo aliviar. Quería tomarle el casco, hacerle un gesto, hacerlo sentir mejor, pero no sabía cómo, o lo veía imposible.

-Lárgate- volvió a pedir sin moverse ni abrir los ojos pero su voz era dura, casi podía sentirlos como golpes y le dolía escucharlo -.Lár…ga…¡TE!

-Bien- respondió con voz lejana y triste bajando la mirada y se le cayó una gota de lágrima-. Sólo…saldré de la habitación. Estaré afuera hasta que te tranquilices. Pero no me iré- avisó con la intención de hacer algo más sin saber en realidad qué y sólo rodeó la cama para salir.

-Lárgate- murmuró mientras escuchaba la puerta con ella afuera.

Ya una vez solo, movió lentamente su cabeza con su cuerpo tan pesado, sintiendo el ardor recorriéndole el cuerpo.

Estaba cansado, como decía, y simplemente dejaba que ese dolor lo cubriera entero, sintiendo como si le carcomiera desde adentro. Empezaba a asustarse pero ya para qué. Le veía tan falta de sentido a todo. Estaba acostumbrado al sabor del dolor, aunque el dolor que sentía ahora de alguna forma le daba una sensación extraña a su cuerpo, casi como se acumulaba fuerza, una última, para algo. Si antes podía sentir que se podía mover, ahora sólo quería levantar y derribar todo a su paso. Salir y causar caos, descargando todo lo que contenía por dentro al fin. ¿Para qué contenerlo? ¡Ya qué! Era absurdo. Completamente absurdo. Ya no importa nada. Nada. Qué rayos. Quitarle importancia a todo y a todos lo hacía sentir más tranquilo consigo mismo mientras sólo podía sentir la necesidad urgente de…de…¡No sabía! Pero sentía esa sensación hormigueándolo entero, cubriendo su cuerpo. Se le salió una sonrisa alta, acompañando con una risa de alivio. ¡No importaba nada! ¡Era delicioso! ¡Sentía cómo se iba, cómo se perdía y se dejaba ir! ¡Era maravilloso! ¡Dejarse abandonar! ¡¿Cómo no lo pensó antes?! ¡Su solución estaba tan enfrente! ¡Sentir que se hundía en la arena hasta ahogarse y perder la movilidad, el sentido, todo, todo! ¡Se acabó! ¡Se acabó su martirio! ¡Qué importa lo que dejaba atrás! ¡Nada valió la pena! ¡Nada! No dejaba nada ni a nadie. ¡Estaba vacío! Y así como vienes al mundo, te vas de él.

Abrió los ojos, sintiendo el rápido latir de su corazón y pensar tan aprisa, de que el fruto de sus males, tenía forma física, un nombre.

Y entonces sintió como si todo se reventara por dentro, y se hundió en una oscuridad que le azotó desprevenido y lo asustó, y por un instante, quiso aferrarse a la orilla del abismo que caía, pero no importaba.

Había terminado de desaparecer.

Y el dolor se fue.

A la hora de la presentación de la banda de Flash, llegó un punto del baile, en que el glamour se estaba perdiendo, puesto que algunos chicos ya tenían los cuellos de la camisa desbotonados y sin sacos, y las mujeres no aguantaban los tacones y se los quitaban, cosa que Rarity hacía gestos desaprobatorios y felicitaba aliviada a chico y chica que veía sin perder su elegancia, una de ellas fue a Bonbon, quien mantenían intacta su imagen como vino, y buena razón era porque se la había pasado sentada todo el rato mirando su celular. Había mirado con un sentimiento cálido en su pecho al ver a Cherry bailando con Mistery. Tal parece habían arreglado las cosas, como lo había hecho ella con Lyra, quien no dejaba de pasearse a su mesa y convencerla a salir a conversar con los demás y a bailar, hasta Derpy, Whooves, la propia Trixie junto con Sunset, pero Bonbon las ignoraba con sus ojos pegados al celular, aunque muy adentro, agradecía sus intenciones y atenciones.

Ya el bullicio de las risas y gritos eufóricos, así como animaciones de Cheese y Pinkie mezclado con la música la tenían estresada. Apagó la pantalla del celular.

-Quiero irme a casa- resopló a Cherry poniéndose de pie, tomar su bolso y mirarla. Cherry parpadeó incrédula.

-Pero falta poco para que anuncien a la Princesa, el Príncipe y el Corte de Honor- reprochó.

-¿Y eso me importa porque…? ¡Oh sí! ¡No me importa!- ironizó

-No lo sé…sería genial que al menos fuera de la Corte de Honor, ¿no?- exclamó optimista con el son de suavizar al fin una conversación, -. Me encantaría que me sucediera, hasta más si te sucede a ti- admitió, sólo logrando que ella ruede los ojos.

-Sabes que no me importa esas tonterías.

-Pero puede que alguno de tus amigos salgan ganadores, al menos ellos te importan.

-…- se la quedó viendo con resignación y se sentó de golpe. Tenía razón. No quería perderse el entusiasmo que no entendía que daba una tonta corona de plástico pero le agrada ver la felicidad de las personas que estimaba.

-Bonbon- la llamó Cherry con el rostro un poco angustioso pero a la vez firme -. ¿Podemos hablar?

-Ya estamos hablando.

-Sabes que no me refiero a eso.

-Ah, pues…recién te acuerdas que existo, ¿no?- reclamó frunciéndole el ceño y Cherry sólo miró a un lado sin perder ese semblante. -. Pasaste buena parte de la noche apartada de mí, ¿Por qué estaba Lyra? ¿Nunca vas a entender que ella siempre ha sido parte de mi vida y lo seguirá haciendo? Así como tú y Mistery.

-Perdón por estar ausente pero debía pensar y Mentitas me escuchó y…- suavizó la mirada -. No fue tanto por Lyra sino…- cerró los ojos con molestia al escuchar un bullicio de celebración por parte de sus compañeros que acaparaba su conversación. Abrió los ojos -. ¿Podemos salir un momento?

Con cierto hincón frío, Bonbon le aceptó la salida.

Salieron del gimnasio, caminando entre los pasillos en silencio. Últimamente sus silencios eran tan incómodos, dolorosamente incómodos. En buena parte, Bonbon no entendía del todo el por qué, si por sólo esa discusión de hace un par de días era todo esto, de que Cherry haya cambiado tanto. Porque era Cherry quien había cambiado. Ella seguía igual de siempre y no había hecho nada que no haría antes.

Se detuvieron en el pasillo frente a las puertas cerradas de la biblioteca. Allí, la incomodidad se hizo más fuerte. Cherry no sabía si a Bonbon se le aceleraba el corazón como el de ella ahora. Y no era una aceleración buena, como aquella que te azota el pecho por tener enfrente a esa persona que hace sentir brillante, especial. Muy al contrario, cada latido, era como si recibiera un golpe a su nombre.

-Bonbon…- empezó Cherry a la vez que arrugaba la frente de tristeza y cerraba los ojos, como si no fuera capaz de verla -…ya no soy feliz contigo- escupió y apenas lo dijo, sentía como algo amargo le invadía el cuerpo pero sólo dándole más fuerza para abrir los ojos y ver el rostro incrédulo y confundido de Bonbon -. Ya entendí…que no puedo hacerte feliz como esperas porque no sé cómo quererte sin sentirme insatisfecha. Si te doy lo que quieres, me siento frustrada, y si doy lo que quiero, eres tú la frustrada, la incomodada. Porque quiero de una manera que no esperas y tú de otra forma que asimismo no espero. Yo…- resopló sacudiendo la cabeza -…no puedo seguir fingiendo que todo está bien, con tal de no discutir y asiento ante las palabras de mis parejas y no escuchar las mías. Callar, tragarme todo. No puedo. Cometí ese error con mis dos relaciones anteriores y no quiero, me niego rotundamente hacerte esto a ti, Bonbon. Yo…no quiero darte mi amor inseguro, porque no lo mereces, yo…

-Espera- la calló secamente, con sus ojos celestes duros sobre los aguados dorados de ella, lo que hizo que Cherry sólo considerara sentido a sus argumentos. Bonbon era tan fría, tan dura, pero a la vez tan dulce, tan provocativamente encantadora de alguna forma. Pero siempre dura. Vio aquellos párpados bajar y subir incrédulos, con la boca semiabierta -. Cherry… ¿Vas…vas a terminar conmigo?- titubeó sin perder ese semblante tieso de su rostro.

-Lo siento, Bonbon- le susurró con cierto dolor mientras sentía arder sus ojos -. Pero no me di cuenta que no estoy lista para querer a alguien. Yo aún tengo cosas con las que lidiar, como cicatrices del pasado que supuran e inevitablemente me asaltan la mente y…y…me hacen dudar tanto entre las dos- jadeó saltándole unas lágrimas -. Porque temo tanto, dudo y no puedo quererte así…y no puedo pedirte nada, absolutamente nada. Te conocí cómo eres y debo estar bien con eso pero no lo estoy y no es justo para ti.

Cherry calló sintiendo que quería caerse de rodillas y romper en llanto, pero se limitó derramar unas silenciosas lágrimas, mirando expectante alguna reacción de aquella joven que la conoció en su vestido celeste tocando el piano hace el semestre pasado. Aquella joven que caminaba por los pasillos, con esa ternura belleza que contrastaba con esa seriedad en su rostro, emanando seguridad, tanta dominación y fuerza, pero a la vez tan dulce, encantadora, con un algo que le hizo robar la mirada a lo lejos y ruborizar. Aquella que le obsequió un pañuelo al verla llorar sin saber que lo hacía por su segunda novia, aquella que compartió asiento en los carros chocones y compartieron la primera tanda de risas al subirse al resto de juegos. A aquella que se dejó acorralar contra los casilleros y entregar su primer beso a ella. Aquella que con sus ojos ardientes, y cariñosos, le miraban los suyos mientras su vestido era bajado aquella tarde en su cuarto y enrojecerse más al admirar todo la belleza que guardaba, de sentir su piel, casi, casi, suya. Cherry no se resistió más y descompuso el rostro dejando escapar con fuerza las lágrimas recordando todo eso, mientras escuchaba la voz acelerada de Bonbon.

-¡¿Cómo te atreves?!- le reclamó ella con toda mezcla de sentimientos en su pecho, mirándola rabiosa mientras Cherry lloraba -. ¡Por una discusión no puedes romper conmigo! ¡Ya lo habíamos arreglado, no seas rencorosa!

-¡No lo arreglamos y no es rencor!- le replicó alzando la cabeza entre sus lágrimas -. Siempre tuve esta sensación, Bonbon, pero siempre finjo estar bien. Pero ser optimista, risueña, no significa ocultar la realidad y lo he estado haciendo.

-¿Entonces has estado ocultando que me quieres?- reclamó -. ¿Ocultando entre risas, cada beso, cada palabra bonita, que no te hago feliz? ¿Fingiste felicidad?

-No, no, no me entiendes- decía ansiosa sacudiendo la cabeza.

-¡No, tal vez nunca lo hice!- exclamó apretando los puños y dando un pisotón al suelo en descarga.

-Por favor, no quiero que terminemos así- suplicó acercándose más -. No contigo, Bonbon. Por favor. No quiero perderte. No a ti.

-¿Si no quieres perderme entonces por qué terminas conmigo?- interrogó con la respiración agitada, retrocediendo un par de pasos sin dejar de mirarla con sus ojos ansiosos.

-¡Porque no estamos queriendo mal!- exclamó parpadeando varias veces -. No puedo…no puedo dejar de sentirme insegura, de darte un amor inseguro. De verte con Lyra y sentir tantas cosas…porque no te entregas del todo a lo nuestro -volvió a cerrar los ojos con dolor -. Una vez entregué todo. Perdí todo, mi dignidad, mis amigos, mi persona, por ella, por Sweet, y me engañó. Me fue infiel. Me dejó por otra. Y después otra fingió quererme. Stormy, me dio amor falso y yo le creí, acepté sus términos y de nuevo me eché al agua a ciegas, sólo para que me rompan el corazón de nuevo y yo…no quiero que eso de nuevo pase. Tengo tanto miedo, me siento tan insegura y tu forma de ser…me lastima sin que lo busques, porque me haces sentir rechazada…otra vez.

-¡Pero yo no soy ellas!- le gritó desesperada, atolondrada a sus argumentos, mirándola con el ritmo cardiaco acelerado, dándose cuenta recién cómo le temblaban los brazos y las piernas del miedo. ¿Miedo? ¡Ella no puede sentir miedo! ¡No podía sentirse débil! No podía…no podía perderla. -. ¡Yo no soy Sweet Breeze!- le gritó entre la desesperación y cabeza caliente -. ¡Yo no soy Stormy Crush!- recalcó y señalarla con el brazo tembloroso y nervioso -. ¡Yo soy Sweetie Drops!

Entre el agitado momento, Cherry le frunció suavemente el ceño en confusión.

-¿Quién?- interrogó y ella le parpadeó con molestia ignorante en lo que dijo -. Dijiste Sweetie Drops- le hizo ver y Bonbon sintió que se le enfriaba el cuerpo entero, bajando el brazo de golpe -. ¿Por qué…te llamaste Sweetie Drops, Bonbon?

"No dejes que sólo Bonbon quiera a Cherry" le había dicho Lyra "también hazlo tú, Sweetie Drops".

¿Era por eso?

¿Por eso le era tan difícil abrirse ante Cherry? ¿Por eso trataba diferente a Lyra de Cherry? ¿Más expresiva, más emocional…porque quería a Lyra de forma completa y a Cherry…no?

Bonbon jadeó como si le acabaran de dar un golpe en pleno centro del estómago. Ese primer golpe que le dieron en aquel gimnasio cuando tenía trece años ante los abrumados ojos verdes de una puberta igual a ella. Ese golpe que le devolvió lo que había comido. Ese golpe que fue el final para dejarla tendida al suelo haciendo que todo el dolor de diferentes partes de su cuerpo, se hicieran uno solo.

Le dolió, como no tenía idea, demasiado, darse cuenta que Cherry sólo existía en su vida falsa, como todo lo demás. Ella sólo era parte de su fachada. Se había metido tanto en "Bonbon" que en serio, realmente, no reconoció que el día en que se convierta oficialmente en una Agente, deberá renunciar a cualquier cosa que anuncie su Agencia sin chistar por mantener su identidad. Eso enfocaba e incluía muy probablemente y seguro, su relación con Cherry. Pero podía arreglar esto. Había agentes con parejas fueras de alguna orden. Pero para eso Cherry tendría que obedecer las reglas de este juego y como asumir las consecuencias de no seguirlas… ¿Pero en serio quería meterla en esto? Cherry era muy delicada, sensible y tierna. Veía todo con diversión, siempre con una sonrisa. Era lo más cálido y dulce de su vida, de ambas partes. Era lo que tanto le encantaba y conquistó ella pero eso mismo, era su predicamento. ¿Resistiría a su lado una vida llena de violencia y crudeza? ¿De estar días, semanas, hasta meses, ausente por una misión y Cherry con los nervios de punta sin saber si volverá herida, o peor, no regresar más como su padre? ¿Podría hacerlo? …no concebía la idea que supiera ese lado suyo…era tanta dulzura y paz a sus ojos…que no quería contaminarla.

Ya no sabía nada, y en una noche no lo sabría todo.

-¿Bonbon?- la llamó Cherry preocupada ante su repentino rostro lívido y ensimismamiento, al fin pudiendo ver esa dureza desaparecerse en sus ojos, ahora aguados, y su rostro, suavizado ante la bruma y admiración.

-Tienes razón- habló con la voz muy baja y suave, enfocando su mirada en ella -. Tampoco te he querido como se debe. Tampoco he sido sincera y te he ocultado tantas cosas que si supieras, pudieras irte y dejarme con mayor motivo, y lo entendería.

-¿Qué dices?- interrogó con torpeza.

-No eres la única con un amor inseguro- confesó con ese hilo de voz, tratando de volver a respirar con normalidad -. Está bien, Cherry. Termina conmigo. Terminemos antes de que en serio, salgamos lastimadas. Me importas demasiado como para seguirte lastimando sin buscarlo porque se me es difícil quererte.

-¿Pero qué…? ¿Y qué con "Sweetie Dro.."?- interrogaba insatisfecha con su respuesta para sentir un abrazo, uno tan cariñoso y cálido que la calló de raíz. -. Eso…significa que no me responderás…¿cierto?- se hizo la idea sin sorprenderse.

-Lo siento…- le susurró apretándola, sintiendo su espalda desnuda ante el escote de su vestido, palmando su piel tan suave, tersa y tierna…tan como ella. Se sonrojó vidriándole los ojos. -. Lo siento mucho.

-Siempre fuiste tan misteriosa…- jadeó devolviéndole el abrazo. -. Tan exclusiva, tan cerrada…jamás te entendí del todo…- murmuró muy frustrada -. Pero así te quise, Bonbon. No pienses lo contrario nunca. Yo sí te quise, me hiciste feliz, nunca fingí esos buenos momentos, no lo dudes.

-Lamento no darte suficiente- le interrumpió cerrando los ojos con fuerza -. Te quise todo lo que pude, Cherry. Créeme.

-Lo sé- le respondió colocando su rostro en su cuello, sin evitar nacerle darle un suave beso allí mientras sentía el paseo suave de las yemas de los dedos de Bonbon en su espalda para verla separarse un poco del abrazo y tener cerca su rostro, con ese mirar suave, tocarle una mejilla y romper la distancia para un beso.

Uno diferente que se hayan dado, porque fue uno maduro, uno que expresaba una promesa, uno que les calmaría la pena y frustración de su relación, uno que daría inicio a un camino distinto para ambas, para mejor, uno que sería el último antes de volver al gimnasio, sintiendo que habían dado el primer paso para descubrir cosas sobre sí mismas que parecía no existir, un nuevo comienzo, pero para el resto del mundo, era solo el baile y se aglomeraban frente a la tarima para anunciar a la Princesa, Príncipe y Corte de Honor.

Habían entrado tomadas de las manos, con todas espinas desenterradas de su ser y respirar un alivio entre esa sensación agria de su separación. Se miraron mutuamente para soltarse las manos, para que Cherry le diera una última mirada para dirigirse con su grupo de amigos, y Bonbon hiciera lo mismo, recibida con una aliviada alegría de Derpy, Lyra y Whooves, para que estén con ellos al menos lo que quedaba de la noche.

-¡Esto es emocionante!- se sonrió Sunset rodeada de sus amigas con todo el alumnado frente a la tarima esperando la revelación de los ganadores.

-Aunque es obvio quién ganará cómo Princesa- exclamó Rainbow y todas miraron a Twilight, quien sonrió avergonzada y un poco sonrojada.

-Aún creo que me parece muy injusto- murmuró ella.

-Lo mismo pensé cuando gané limpiamente la corona en el Baile de Otoño de este año- le dijo Sunset rodeándole los hombros con su brazo -. Pero si ellos votan por ti sin condición y sólo porque quieren demostrar cuánto te estiman y apoyan, como agradecimiento…lo menos que puedes hacer es ser agradecida- le aconsejó guiñándole un ojo y Twilight se animó levantando la sonrisa, correspondiéndole el abrazo, realmente asombrada y feliz de su mejorado humor, para nada igual que el de Equestria, cosa que pudo comprobar mejor cuando al fin pudo compartir el buen humor del baile al hacer el esfuerzo.

-Gracias, Sunset- exclamó -. ¿Qué tal te la has pasado hasta ahora?

-¿En serio lo preguntas?- se divirtió con sus ojos cyan muy risueños -. He bailado, reído, encontrado con varios chicos- sonrió más -. Estoy con mis amigas de vuelta, en la mejor fiesta que he ido sin duda alguna- tiró una risa -. Enterado del universo conspirando contra Rainbow, la aun inexplicable situación divertida entre Carrot, Applejack y Thunderlane- sacudió la cabeza -. No puedo creer de cuánto me he perdido en más de una semana- pensó bajando la sonrisa -. Y debo…volver esta noche…al castillo bajo la estricta vigilancia de Luna…-borró la sonrisa y el brillo de sus ojos se ausentó -. De nuevo sola…conmigo…- la miró acongojada -. Twilight…¿en serio no puedes hacer algo?

-Sunset…- suspiró mirando a las demás, que también miraban desanimadas e impotentes. Twilight sacudió la cabeza y tomó aire, sonriéndole -. Sunset, tu mundo es Equestria y sólo debes adaptarte a él de nuevo. Esta semana sólo ha sido el comienzo y tal vez no haya sido la mejor, pero debes afrontar las cosas y sé que puedes. Hoy más que nunca demuestras que sigues aquí y no has perdido tu esencia. Tus amigas seguirán aquí y estoy segura que mantendrán su amistad a través del libro tal como lo hacíamos tú y yo mientras permanezcas el tiempo indefinido en Equestria.

Sunset la mantuvo la mirada y le levantó una rápida sonrisa forzada. No era lo que quería escuchar.

-¡¿Cómo está ese ánimo, muchachos?!- preguntó Cheese apareciendo en la tarima al fin con Pinkie Pie a su lado, ambos teniendo en una mano la corona de Princesa y Príncipe.

-¡Llegó el momento esperado de la noche!- chilló Pinkie entre la emocionada voz del alumnado presente -. ¡Las votaciones para Princesa y Príncipe se cerraron hace una hora y ya tenemos definido los ganadores!

-Debo decir que fue muy peleado el chico que se llevará por primera vez la corona de Príncipe.

-Pero primero anunciemos a nuestra Princesa, ¡Tambores por favor!- pidió y Cheese sacó del esponjoso cabello rosa de ella un pequeño tambor con el que hizo sonar con las baquetas -. La Princesa del Baile de Fin de Semestre es… ¡Twilight Sparkle!

-¡Finge sorpresa, finge sorpresa!- le sacudió Rarity a Twilight casi despeinándola entre los aplausos eufóricos de los chicos.

Twilight sonrió cohibida ante la celebración masiva mientras caminaba hacia la tarima. Una vez arriba, Pinkie sonrió entusiasta para colocarle la corona y los aplausos se eleven más. Twilight sólo podía retener el sonrojo y ampliar la sonrisa agradecida y cariñosa hacia la cálida amistad que sentía de estos jóvenes humanos.

-Pero este año no estarás sola aquí arriba- le dijo Cheese a Twilight en el micrófono para ver al público -. ¡Porque haremos subir a nuestro Príncipe quien es…!- anunciaba dejando el suspenso en el aire y sonreírse más -. ¡Thunderlane!

-¡¿Qué?!- se admiraron en coro todos sus conocidos, incluyendo al propio Thunderlane, parado entre Flash y…¿Cheese? ¡¿En qué momento apare…?! ¡Nah! Es estúpido preguntar eso.

-¡Eres el Príncipe, robotcop!- le dijo el fiestero por micrófono.

-¡Exijo un recuento!- exclamó Caramel apareciendo entre ellos para mirar a su amigo -. Digo…eres mi compinche pero… ¡Soy el mariscal de campo! ¡¿Cómo no pude haber ganado?!

-No te culpo…- le dijo Thunderlane incrédulo -…también pienso que hay una equivocación…

-¡Parece que tu inesperado talento oculto hizo disparar tu popularidad en la noche y antes de que se cerrara las votaciones!- explicó Cheese - ¡Se triplicó tu preferencia como Príncipe!- sentenció que al verlo en no moverse, le tomó del brazo y lo haló hacia la tarima con los alaridos y aplausos de sus compañeros, haciendo que eleve la sonrisa y empezara a reírse de la ironía, chocándose con unos ojos verdes que lo miraban con una sonrisa entre emocionada y feliz de su victoria, Thunderlane suavizó la suya al igual que su mirada.

Una vez en la tarima, Pinkie le colocó la corona sobre la cabeza e hizo que se posará junto a Twilight, quienes se sonrieron con cierta diversión de lo que ocurría.

-Ahora que tenemos nuestro Príncipe y Princesa…¡Es hora el sorteo de la Corte de Honor!- anunció Pinkie mientras Cheese acercaba un bol de vidrio con varias papeles dentro hacia Thunderlane y Twilight.

-Aquí están todos los nombres de los estudiantes del último y penúltimo año- explicó Cheese -. Thunderlane, como Príncipe, sacarás tres papeles para darle la banda conmemorativa a los chicos que pertenecerás en tu Corte, y asimismo harás tú, Twilight, para sacar el nombre de tres chicas que serán de la tuya.

-¡Ya, ya, deja que saque!- se entusiasmó Pinkie Pie y entre la expectativa mirada de los demás, Thunderlane metió la mano al bol y sacó de una vez tres papeles con el nombre y leerlos con una sonrisa:

-¡Ringo, Time Turner y Bicmac!- anunció de corrido.

El rockero se enloqueció de emoción dándose empujones agresivos como de festejo con sus amigos, Turner sonrió con resignación como diversión ante el brinco emocionado de su novia mientras Lyra le sacudía un hombro y Bonbon sólo podía cruzarse brazos con una suave sonrisa al ver el teatro de sus amigos. Bicmac en cambio se cohibió un poco mientras era rodeado por el incentivo de los demás de subir, negándose pues no se consideraba del tipo que llame la atención, sólo para sentir un pequeño toque en su hombro y mirar hacia atrás, ver a una nerviosa Marble con su cabello tapándole un ojo, que con el único libre color violeta se expresa alegra al igual que su suave sonrisa.

-E-Estoy…feliz por ti- le dijo atragantándose con su propia vergüenza con un rubor escapándosele en las mejillas.

El joven sonrió conmovido y más seguro, se decidió a aceptar esa atención de la que siempre huía, para recibir el reconocimiento como para de la Corte.

Los tres jóvenes subieron y recibieron una banda azul con letras doradas indicando ser caballeros de la Corte del Príncipe, colocándose del lado izquierdo de Thunderlane, comentando rápido entre ellos con risa por lo que pasaban.

-¡Te toca Twilight!- anunció Pinkie Pie trayendo el otro bol de vidrio con el nombre de las chicas.

Twilight sonrió mirando cómo las chicas se acercaban muchísimo más al escenario hacia ella. Tragó saliva. Las chicas eran por mucho, más competitivas en estos honores que los chicos. Metió la mano dentro del bol y asimismo sacó tres papeles de una.

-¡Nómbralas de una vez!- gritó una de las estudiantes y eso hizo que Twilight sintiera más presión en cuál le habrá tocado sacar, abrió los papeles y nombró:

-¡Roseluck, Vinyl y…!- tragó saliva frunciendo el ceño algo dubitativa -. ¡…Bonbon!

Un coro de aspiración de sorpresa se escucha en el gimnasio, siendo Bonbon la que se robó la mirada de todos, que Roseluck y Vinyl pararon su propio festejo. Todos, sin excepción, conocían la…inquietante y agresiva personalidad de Bonbon, además que parecía odiar a todo ser viviente sobre la faz de la tierra y que jamás, pero jamás, se prestaría a estas cosas. Bonbon mantuvo su seriedad con un ceño mirando molesta la reacción y los ojos de los demás.

-¡Wiii!- celebró Derpy dando brinquitos entre el silencio y la espera de los demás.

-¿Vas…a subir, Bonboncito?- le preguntó Lyra, hasta ella estaba consciente que dudaría mucho en verla recibir la banda como dama de la corte de la Princesa.

Pero Bonbon a lo lejos, encontrándose con la mirada de Cherry, que tenía levantada una emocionada sonrisa hacia ella con sus ojos suaves y ciertamente aguados. Bonbon parpadeó. Esto, es lo que Cherry quería para ella. "Debo estar loca…"resopló en su cabeza.

-¡Si me siguen mirando así…!- advirtió Bonbon repentinamente tensando más el silencio -. ¡…iré golpeando a todo aquel que esté en mi camino mientras voy a recoger mi estúpida banda… ¿Oyeron?!- amenazó y apenas se puso a caminar en dirección a la tarima, por sí solos los estudiantes se hacían a un lado dándole todo el camino despejado con la mirada desviada de ella mientras Bonbon iba a reconocerse como dama, que más atrás iban ya Roseluck y Vinyl.

-¿Quién no la quiere cómo es?- preguntó Pinkie Pie suavizando la situación -. ¡Un aplauso para nuestras damas!- motivó con unos aplausos animando que el resto aplaudieran y celebraran también mientras Cheese les colocaba la banda a cada una y ellas se acomodaron del lado derecho de Twilight.

Photo Finish tomó las fotografías hacia los ganadores de los títulos mientras Sonata subía a un lado de la tarima.

-Me toca entrar para mi última presentación- le dijo Sonata a Pinkie Pie.

-Sí, y tendré mi primer baile lento con Cheese- se entusiasmó.

-Recuerda lo que prometiste- exclamó mientras tomaba su micrófono.

-Lo sé, Sonata. Apenas termine tu canción, iremos en marcha. Después de todo Sunset tiene toda la noche con nosotras antes de que cruce el portal.

-Bien- asintió con sonrisa determinada mientras escuchaba la voz de Cheese en el micrófono.

-¡A continuación, el Príncipe y la Princesa, inaugurarán el primer baile lento de la noche con su Corte de Honor!- anunció Cheese -. ¡Y para esto, denle la bienvenida una vez más a nuestra talentosa Sonata Dusk!- presentó haciéndose a un lado y Sonata arribara el escenario entre los aplausos de los jóvenes, quienes se hicieron a un lado para dejar la pista de baile desocupada mientras los chicos con los títulos bajaban del escenario para bailar.

La pista empezó a sonar. Sonata sonreía meneándose rítmicamente con suavidad, levantar la mirada y empezar a cantar:

-You're the light, you're the night. You're the color of my blood. You're the cure, you're the pain. You're the only thing I wanna touch.

Ringo sacó a bailar a Roseluck, Bicmac a Vinyl y muy aliviada, Bonbon recibió a Whooves.

-Eres al único chico que no le partiría la cara por estar tan cerca- le dijo ella con una sonrisa de lado entre su amenaza mientras se dejaba rodear las caderas y posaba sus brazos a los hombros de él.

-¿Gracias?- se divirtió en preguntar a su amiga.

-Aun no puedo creer que sea el Príncipe- le comentó Thunderlane a Twilight en el centro de la pista.

-Desearía decir lo mismo- comentó con diversión para mantener la agradable sonrisa y la mirada -. Tal vez sea la Princesa pero…- soltó sus manos de sus hombros haciendo que detuvieran el baile y él arrugó la frente confundido -…no soy con quien deberías de compartir el primer baile lento de la noche.

Thunderlane se la quedó mirando, sabiendo a lo que se refería…porque tenía razón. Twilight le asintió a sabiendas y señaló con su barbilla tras de él. Thunderlane se dio la vuelta, viendo que a orillas del círculo que habían formado los estudiantes por dejarlos bailar primero, estaba Applejack mirándolo. Él sonrió y miró a Twilight.

-¿Te importa si…?

-Ve sácala a bailar- sonrió rodándole los ojos con confianza.

Thunderlane le asintió y se dio la vuelta para encaminarse hacia ella, llamando no sólo a atención de la rubia, sino de quienes bailaban en la pista y los estudiantes que prestaban atención al baile.

-Hola- saludó Thunderlane una vez frente a Applejack.

-Hola- devolvió el saludo y levantó los ojos hacia su cabeza para ver su corona-. Eres el Príncipe…- sonrió para mirarlo de nuevo -. No dejas de sorprenderme esta noche, ¿Verdad?

-No quiero dejar de sorprenderte nunca- exclamó -. Applejack, lamento lo de…

-Yo también lo siento- le interrumpió -. Lo siento- repitió asintiendo con suavidad, mirándose fijamente y Thunderlane le mantuvo la mirada para estirarle la mano.

-Por favor, Applejack, baila conmigo esta canción.

-Claro- le contestó con una sonrisa divertida -. Es decir...una cita de baile no está completa sin una canción lenta, ¿no?- le dijo y él la miró sorprendido.

-Dijiste...

-Sip- sonrió y le entregó su mano. Thunderlane levantó más la sonrisa y se la tomó, para así acercarse al centro de la pista y bailar.

Twilight sonrió al verlos y caminaba para salir de la pista.

-La Princesa no puede quedarse sin pareja de baile- le habló una voz y ella volteó para encontrarse con Flash.

-Supongo- le contestó levantando una corta sonrisa aceptando bailar con él la canción.

De a poco, se fueron integrando demás parejas entre ellos. Al cabo de un rato, Bonbon se movió hacia su mesa y dejó bailar a Whooves con Derpy. Vinyl no resistió moverse tan lento por demasiado tiempo y se disculpó con Bicmac para colocarse sus audífonos y hundirse en lo que sí quera música para ella, pero mejor para el joven granjero, pues con todo y nudo en la garganta, sacó a bailar a Marble. Claro, no sin antes escuchar la agresiva reacción de LimeStone por proteger a su hermanita, a lo que Maud se quedó junto a su hermana para tranquilizarla mientras la menor iba a compartir la canción con Bicmac.

-Definitivamente es el mejor baile que he hecho- dijo Pinkie Pie ya en la pista bailando con Cheese -. Pues porque lo hice contigo.

Cheese le sonrió con ese brillo especial en sus ojos verdes al escucharla y pegó su frente sobre las suya, bailando así muy cerca.

-Pinkie…- la llamó Cheese con suavidad con esa mirada dulce en sus ojos sobre los azules de ella -…sé que…prometimos esperar hasta mañana, como despedida al irme de la ciudad…-decía y Pinkie no pudo evitar una sombra de tristeza al recordar que mañana se iría de donde era oriundo -.,,pero no creo aguantar más…- admitió levantando una mano sobre su mejilla y rozar con suavidad un dedo sobre su labio inferior, sonrojándola -…me muero por besarte…ya…

Pinkie le suavizó la mirada, sintiendo como le latía ansioso el corazón, sólo para cerrar los ojos y sentir cómo sus labios se presionaban por otros, saboreando la cosa más dulce que alguna vez haya probado. Un beso de Cheese. Le devolvió el beso sin poder evitar salirse una gran sonrisa, no sólo a ella, sino a él también y se les escapó a ambos una risa entre beso y beso, porque no sólo era lo más dulce que habían probado…¡Sino lo más divertido también!

-Es más divertido que el de Sonata…- se murmuró para sí muy cerca de sus labios.

-¿Qué?- dudó el chico.

-¡Na-nada!- exclamó enseguida para besarlo rápidamente de nuevo.

-¿Quieres bailar?

-¿Ah?- dudó Rainbow al escuchar la pregunta y mirar a…Soarin. Le tiró una mirada desconfiada -. ¿Es en serio? ¿Me preguntas si quiero bailar cuando tienes pareja? Además, es la primera vez que me diriges la palabras después de…¿Qué? ¿Dos meses?

-Bueno…tampoco has hablado- le dio el jaque.

-¿Y qué te hizo venir a hablar conmigo ahora?

-Roseluck- sinceró y eso hizo que Rainbow le prestara más atención. Él sonrió con gentileza -. Ella se sentía mal por…nuestra historia. Habló conmigo y hasta quiso dejar de ser mi pareja. Pero no la dejé y la convencí de darme la oportunidad, porque tenía que…dejar ir esa historia, ese pasado- sinceró, dejando a Rainbow sin palabras -. Rainbow…lo siento. Por cómo terminó las cosas.

-Eso no arregla el daño- le contradijo -. Puede sonar tonto…infantil…pero no, no lo es para mí. Me dolió muchísimo la desconfianza, la duda hacia a mí y que no creyeras en mi palabra sobreponiendo chismes de mí.

-Sé que nunca lo voy a arreglar- le contestó con sus cejas curvadas-. Pero…en serio quiero que me creas cuando digo que lamento haber arruinado las cosas, que lamento lo que hice y haberte perdido. Yo…no te pido que regresemos ni nada por el estilo solo…- suspiró bajando las cejas -…acepta mis disculpas, aceptando este baile como nuestra tregua.

Rainbow le mantuvo la mirada con ese malestar dentro de ella. hace un par de días, había compartido con Moon White el sentir un resentimiento hacia alguien por el dolor causado. El de mantener el orgullo, el cerrarse en ese dolor que le causaron pero…ahí estaba él, pidiendo de nuevo disculpas, tratando de…dejarla atrás que por más duro lo escuchase, tenía derecho a dejarla, porque ella era pasado. Lo que fueron, ya no son lo de ahora. Rainbow contuvo el aire y cerró los ojos.

-Sólo este baile- aclaró, porque por más resentida que aun estuviese, quería sentirse en paz con ella misma, con él…con razón el universo conspiraba en su contra si no encontraba su equilibrio. Abrió sus ojos -. También lo lamento, Soarin- sinceró con esfuerzo y él le sonrió entre sus cejas curvadas, contagiándola un poco para asentirse y caminar hacia la pista.

-¿Quieres bailar, Fluttershy?- preguntó su pareja, Natural Hope.

-Ah…claro…pero…-decía para mirar su amiga junto con quien estaba parada, a Sunset. Todas habían salido con su pareja a bailar y a Trixie no se la veía por ningún lado, por lo que sólo habían quedado los tres.

-No te preocupes por mí, Fluttershy- le dijo Sunset sonriéndole -. Ve tú a bailar con el resto. Estaré bien.

-De acuerdo- le sonrió con mirada tierna y fue caminando a la pista para bailar.

Sunset mantuvo la sonrisa, mirándola alejarse y ver a cada uno de sus conocidos felices con sus parejas o entre sus amigos, riéndose y conversando, descansando en sus sillas tras horas de bailes y andar de un lado a otro entre fotos y unirse a todo tipo de conversaciones. Toda esta alegría que había sentido…era temporal. Sunset borró de a poco su sonrisa, curvando las cejas pasándose la mano al rostro, ciertamente ansiosa y frustrada. Tener que volver a Equestria, a repetir todas las causas de su estado deprimido de la semana...la idea no le encantaba para nada.

Al fin, por este día, podía sentir y recordar lo que era estar relajada, tranquila y feliz. Lo que era tener amistad, el calor y cariño peculiar que les daba cada una. Quería quedarse. Equestria es donde es oriunda pero…¿Es su hogar? Nunca sintió que haya sido completa y feliz allí, o tal vez sí lo fue…habría sido por un periodo corto entre su infancia y pubertad, con una sola compañía, una que con esa le bastaba y sobraba. No necesitaba a nadie más…sin embargo, sí necesitaba algo más, y ese algo, esa ambición, destruyó lo que le acaba de hacer pensar como hogar en su mundo. Destruyó lo que le quedaba de bueno en ella. Suspiró…bajando la mirada, desalentada, con miedo y se abrazó a sí misma, porque además de estos pensamientos, se sentía descubierta, como cuando alguien te mira de forma descarada, fijamente, concentrada, como queriendo algo de ti, casi desnudándote el alma, provocando que te arda estar bajo su mirada.

Sunset parpadeó y levantó la cabeza, moviéndola buscando si eran ideas suyas o realmente alguien abusaba la mirada quedándosela mirando, cuando detuvo tiesa la cabeza y sintió cómo de golpe la sangre huía de su cabeza, mareándola, entorpeciéndola, sin poder siquiera pestañear, porque ahora eran los suyos los que estaban concentrados, fijos y descarados, sobre unos ojos de color gris que la miraban desde una mediana distancia, sin alguna expresión en específico, simplemente mirarla tras más de diez años sin hacerlo.

-¿Moon White?- se preguntó ella incrédula, con la boca semiabierta mirando lo que podría ser más bien su contraparte, como la que vio en esa gala que la invitó Trixie, pero no…no podría ser porque esa mirada que le daba, ya se la había visto antes en su Moon White.

Una mirada ausente, una que se debate, que se niega, que se resiente y se quiere esconder. Siempre le había gustado esas miradas suyas, ciertamente oscuras, opacas, porque se perdía en su cabeza y solía decir cualquier cosa que reflexionaba, cargado de cualquier emoción, sean están buenas o malas. Y le puso ansiosa saber de qué clase de cosas diría, en especial al verlo empezar a moverse hacia ella, haciendo que su piel se erizara de los nervios, sintiéndose más expuesta y su corazón se empezó a agitar, tal como su respiración.

¿En serio estaba aquí? ¿Había cruzado el espejo? Sus ojos empezaron a arder, porque ya le dolía mirarlo una vez que lo sintió frente a ella, más sensorial, más real, sintiendo su cabeza hueca, sin poder pensar bien lo que alguna vez tenía planeado decir cuando llegara el momento al fin de tenerlo de nuevo frente a frente. Sintió unas cosquillas en sus mejillas, notando recién las lágrimas que se desbordaban de sus ojos abiertos de par en par, aun mirándolo sin poder emitir palabra, sin saber qué sentir o expresar al verlo con una serenidad y calma que empezaba a incomodarla, con sus ojos que ahora se expresaban secos y sin expresión, mirando cada parte de ella, como robándole algo y levantó la mano sobre su mejilla húmeda de lágrimas, pudiendo sentir que le ardía la palma y a ella la mejilla con el solo roce. Sin apartarle los ojos, él bajó la mano y le punzó la mirada, viéndose que ahora el más alto era él.

-¿Querías verme de nuevo?- habló al fin con la voz calmada, pero seca y fría, sin desprenderle la mirada profunda sobre los cyan y levantó su comisura derecha en una excéntrica sonrisa con ese semblante tan lejano, pudiendo sentir que la odiaba con cada fibra de su ser y se sentía tan bien en hacerlo, tan bien en verla cohibida y hasta temblorosa bajo su mirada, pero aun así, con sus ojos levantados en los suyos, con ganas de hacer algo y él levantó mejor la sonrisa, retándola con ella -. Ya estoy aquí…Sunny- le ladeó la cabeza con una mirada rápida de arriba hacia abajo -. Hablemos.

...

Uuuufff. *Se avienta en el espaldar de su silla* y aquí entrego la segunda parte de la trilogía "Lo Inevitable", y ahora, con este final, nos enfocaremos en el reencuentro de este par. So...¿Qué dicen? no pasó mucho...¿O sí? xD Disfruten el cap, me interesa saber sus reacciones, lo que piensan, qué esperan, y su parecer con las decisiones y reacciones de cada personaje.

Gracias por leer, seguir la historia, dejen review y...

¡Sunny Honey, fuera!

Next Chapter: Lo Inevitable,Disturbia Estimated time remaining: 0 Minutes
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