Lo Que Somos Ahora
Chapter 20: ¿Es Buen Tiempo Para Bailar?
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-¡LUUUUUNAAAAAAA!- retumbó una voz con un increíble y casi imposible alto volumen.
El llamado pudo escucharse retumbando cada pared del castillo. Los cocineros dejaron caer una clla y utensilios, las criadas respingaron soltando el plumero con el que levantaban el polvo, y la alicornio oscura como el ministro con el que hablaba en una mesa redonda con el resto de nobles a cargo de asuntos financieros del Reino, área que Luna estaba a su dirección, cortaron de golpe su hablar y abrieron los ojos con una corriente fría paseándose en su espina dorsal.
-¿E-Esa fue…la Princesa Celestia?- titubeó el corcel incrédulo intercambiando miradas con el resto de ponies.
-Y usó la voz tradicional de Canterlot…- murmuró para sí Luna curvando las cejas y con un casco en su barbilla -. No lo hace desde hace más de mil años. Debe ser serio- se dijo para levantar el rostro hacia los funcionarios que especulaban entre sí -. Será mejor que dejemos la reunión hasta aquí y cerciore para qué me solicita mi hermana- avisó mientras se levantaba de la silla principal de la mesa y se retiraba.
Luna recorrió los pasillos para encontrarse con un mayordomo, que apenas la vio, no dudó en indicarle sin esperar preguntaba dónde se hallaba la Princesa Celestia: en la habitación de Sunset Shimmer.
-¡¿Qué ocurre con Twilight?!- fue el recibimiento que Luna tuvo apenas se asomó al cuarto, viendo a su hermana con un fuerte ceño entre sus cejas y con el cuerno iluminado, le estiró la carta que había dejado sobre la cama, exageradamente cerca al rostro de Luna que la alicornio tuvo que retroceder la cabeza.
-"Querida Princesa Celestia: Para cuando lea esta carta, Sunset ya no está en Equestria…"- empezó a leer Luna, enseguida arrugando la frente, incrédula. Dejó de hablar en voz alta para leerlo dentro de su cabeza mientras Celestia hablaba caminando en círculos frente a ella.
-No puedo creerlo. Simplemente no puedo creer que Twilight me haya desobedecido. Le dejé claro que debía hacerme caso. Pero no lo hizo.
-Celestia…-suspiró ella haciendo a un lado la carta. Ya había leído lo suficiente. -. Alguna vez fuimos una Princesa joven y quisimos actuar con independencia nuestros roles. Hasta Cadence, que mira las decisiones que tomó mientras asumía su rol como Princesa Alicornio, que le costó más de lo que le costó a Twilight y...
-Luna, ya no la defiendas- exclamó como ultimátum deteniendo de golpe su andar ansioso y con la mirada firme hacia ella. -. Esto ya es un acto de rebeldía por parte de Twilight.
-Yo fui una Princesa joven rebelde que te provocaba tempranas canas- se sonrió con cierta burla para calmar a su hermana, enfadada que no la tomara en serio.
-¡¿Y mira en lo que te convertiste después?!- encaró con voz cargada y Luna parpadeó varias veces mientras retrocedía un par de pasos, desprendiendo la sonrisa y agrandándole los ojos, mostrándose dolida e hizo a un lado la cabeza. Fue entonces que Celestia recién cayó en cuenta en lo que dijo, dejando a un lado su cabeza caliente. Luna simplemente le devolvió la mirada con un ceño firme.
-¿Cómo esperar que supere mi pasado si tú aún no lo haces, hermana?
-Luna, por supuesto que lo he superado- le replicó con suavidad y profunda sinceridad, acercándose a ella -. Lo siento, querida hermana. No me malinterpretes, por favor. Sólo…
-Te preocupas- le adivinó suavizando el rostro con un suspiro, dejando relajado el rostro -. Lo sé, Cely, lo sé. Entiendo tu frustración y hasta enojo el que Twilight te haya desobedecido. La verdad, fue una artimaña casi propia de su edad. Apenas ha dejado de ser una adolescente y creo que sólo quiere demostrar que no lo es más y puede ser lo suficientemente madura para acomodarse la corona en su cabeza tomando sus propias decisiones.
-Pero esta no es la manera. Pudo haber…
-¿Hablado contigo? No, Cely. Puede ser ventajoso, como una desventaja, que tengas esa imagen maternal. Ella piensa y se maneja diferente a ti, así que habrá cosas que tal vez no logres entenderla del todo o más bien, aprobar, y prefiere mejor no decírtelas para tomarlas ella misma, confiar en lo que hace, determinada.
-Y es por eso mismo que admiro tanto a Twilight- exclamó entrecerrando los ojos -. Sin embargo, es muy joven aún…
-Pero seamos realistas, hermana. Ya viene tiempo que Twilight empiece a tomar sus propias directrices, al menos pasos pequeños como lo ha estado haciendo con los deberes que le encomendamos- suspiró -. Aunque las está dando agigantados con Sunset.
-Pero ha pasado por demasiadas cosas. Demasiadas pruebas que le encomendé, a ella y sus amigas- comentó con mirada firme -. Ella tiene lo necesario, Luna- le dijo y su hermana le sonrió.
-Lo sé, Celestia. Aunque no haya estado presente el día en que percibiste que podría ser la próxima alicornio, yo también creo que es la Princesa adecuada, sólo que es una pony muy sentimental, aunque justificable, siendo la Princesa de la Amistad, tenderá a ser más impulsiva con sus sentimientos aunque ese lado determinado y temple que tiene la ayuda a tirar las cuerdas de su desbocar.
-Aun así…- pensó Celestia enseriándose -. No debió desobedecerme. No que ya no estaba en el caso.
-No me digas que planeas sacarla de nuevo- le dijo Luna casi en reproche. -. Celestia, le dimos nuestra palabra a Moon White.
-Lo sé- contestó para suspirar -. Aun no puedo creer que haya cedido a ese acuerdo, uno muy injusto- frunció el ceño -. Después de revisar sus hechizos, debió aceptar el título de Hechicero Real a cambio de que nos entregara la potestad de sus hechizos.
-Pero él tiene un punto aunque nos duela admitirlo. ¿Cómo ser titulado hechicero, y todavía uno de la Corona, título que sólo Star Swirl fue nombrado hace más de cien décadas, si ya no puede ejecutar ninguno?
-¿Pero darnos sus hechizos sin recibir reconocimiento?
-Dijo que podemos hacer lo que sea con ellos. Publicarlos, tenerlas para nosotras, lo que queramos- frunció el ceño con la mirada en el recuerdo de la reunión temprana de esta mañana en la Sala de Tronos -. Ceder a nuestras insistencias de compartir sus hechizos y conocimientos…si regresábamos a Twilight al caso de Sunset.
-En serio me conmovió y cedí al acuerdo, después de todo, es un desperdicio no contar con Twilight Sparkle e involucrarla en el caso como investigadora aunque ya no sea tutora de Sunset- suspiró levantando ambas cejas -. No puedo creer cuán amigos se convirtieron para que él haga eso…
-Ay, Cely- se burló Luna de su hermana -. Tanto tiempo ocupada dejas desapercibido lo obvio.
-¿Obvio?- dudó enarcándole una ceja.
-Sí, Cely, lo obvio- rió -. No importa lo sabia que seas, eras algo despistada en las situaciones cotidianas de la vida, ¿eh? Eso te hace adoraaaaable- se burló pellizcándole con un cachete, haciéndola fruncir el ceño y apartara su rostro del gesto.
-Déjate de vueltas y dime a qué te refieres Luna- le pidió y Luna levantó más la sonrisa.
-Él adora a Twilight.
-¿Qué?- escupió con un gesto de sorpresa entre su ceño fruncido.
-La quiere. Le gusta. Está enamorado de ella. ¿Otro sinónimo quieres?- se burló mientras se reía -. Sip. Lo que oyes. Y tal parece que Twilight le corresponde.
-¡¿Qué?!- volvió a escupir más admirada.
-Está cien por ciento aprobado por Cadence- tiró una risa -. Apenas lo sospeché por los sueños de él, me metí en el mundo onírico de Cadence y le pregunté si había percibido cierto sentimiento de aspecto romántico en Twilight y me dijo que sí, se le hacía inevitable no sonreírse conmovida y mirarla casi acusatoriamente cuando le platicaba de él y de golpe le venía toda esa presencia de amor, que es una energía que percibe- contó para reír más al ver el gesto congelado de Celestia, quien abría y cerraba la boca, en balbuceos, sin saber mucho qué decir.
La idea de que esa potrilla lavanda que tomó por pupila, que prácticamente terminó de criarse en su castillo, su querida y muy estimada alumna, su Twilight…no se daba la idea, no es que lo sintiera mal o estuviera en contra solo… no la veía como una pony interesada en esas cosas, es más, la tan sola idea le parecía casi ridícula y se echaba a reír con ternura, pues su único interés en la vida siempre ha sido estudiar, su familia, sus amigas, lucirse ahora como Princesa, por eso le cayó como balde de agua fría. No estaba preparada para si es que llegara el día y ya llegó, ¿Y en serio justo ahora con tantos líos? y ella ni por enterada. Luna sólo disfrutaba casi endemoniadamente la cara de Celestia.
-¡¿Por qué no me lo dijiste?!- se quejó ella perdiendo toda esa pasiva y serena cara que siempre mantiene, por un casi vivo retrato de neurosis de la alicornio lavanda, en un actitud que pondría más bien un padre sobreprotector sobre su niña.
-¡Has estado muy ocupada estos días!- se defendió -. Y te escabulles, como ayer por ejemplo, que bajé a cenar y tú no estabas, habías salido- la acusó de manera sospechosa -. ¿Dónde fuiste, Cely?
Celestia retornó a su rostro serio como sereno.
-Ocupándome de asuntos pendientes- se limitó en decir -. Los cuales debo ocuparme de nuevo hoy.
-Cely…- la acusó -. Detesto que a mí me ocultes cosas.
-Sé lo que hago.
-Eso lo sé pero igual quisiera saber lo que haces cuando no miro.
-Mientras me ocupo de eso quiero que hagas algo- le ignoró lo que dijo y Luna suspiró en resignación parpadeándole asediada, en espera -. Quiero que busques a Moon White y que por favor, cruce el espejo. No lo molestaría sino fuera el único aparte de Twilight y Spike, que sabe mucho mejor de ese mundo que nosotros juntas.
-¿Para qué?- preguntó recuperando mayor interés en lo que le pedía.
-Quiero de vuelta a Twilight y Sunset aquí- afirmó con seriedad -. Escribiré una carta para que él le entregue a Twilight, que le pido yo expresamente, que regrese a Equestria pues su decisión contra las mías son preocupantes para mí.
-Celestia…
-Debe aprender a acatar órdenes superiores de nuevo si lo ha olvidado- le interrumpió -. Lo siento por ella, y en serio por Sunset, pero yo tengo un pueblo y un mundo alterno que cuidar que es mejor prevenir que lamentar.
-Entiendo- asintió.
-Espero que cuando regrese de mi pendiente, ellas estén de regreso al castillo de Canterlot.
-¿Y es que ese pendiente tiene que ver con lo que sucede con Sunset?
-Puedes apostar que sí- contestó dándose media vuelta hacia la puerta.
-¿Entonces por qué no me lo dices?- acusó frunciendo el ceño, haciendo que pare su andar -. Yo soy su tutora y debo saber todo sobre su caso, incluso lo que haga la Princesa Celestia- sentenció.
-Voy... a interrogar el ente dentro de Trixie Lulamoon- resopló con resignación y Luna levantó la cabeza en sorpresa.
-Bueno…¿Qué esperas? Vamos entonces.
-Me ocuparé de eso yo, Luna, gracias.
-Sí pero…
-Tienes que pedirle a Moon White que cruce el espejo- le recordó.
-No me llevara mucho- replicó, oliéndole mal lo que le ocultaba -. ¿Qué pasa, Celestia? ¿Por qué tanto misterio?
-Y tú con tanta desconfianza e interrogatorio- acusó dándole la cara pero con una sonrisa divertida -. Por favor, Luna. Déjate de detective y vamos a trabajar.
-Aggghhh- reprochó con un mal gesto de resignación caminando también fuera del cuarto -. Tendrás pesadillas esta noche. Ya te lo advertí. Ya puedo verlo…una Equestria sin dulces ni golosinas, sólo yo puedo tenerlo y me empachó de ellos mientras tú suplicas inútilmente por mis migajas de mi pastel.
-Uuuhh qué maldad la tuya…- se burló mirando el ceño fruncido de su hermana, que al ver que se separaban para sus distintos fines, borró la sonrisa por una más seria.
"-¿Por qué mañana y no hoy?- le reprochó Celestia ayer en la visita de Trixie en el hospital.
-Porque ya tuve suficiente de ti por hoy. Largo- exclamó con fastidio el ente poseyendo a Trixie.
-No tengo tiempo para que te pongas especial, Shadow.
-¡Y yo no tengo tiempo para aguantar tu presencia, Princesita Celestial!
-Shadow…
-¡Ya dije, vete!- sentenció y el semblante que caracteriza a la ilusionista retornó, parpadeando varias veces sus ojos color rosa oscura y mirar la cara enseriada de la Princesa. -. Uuh. Trixie supone que no le fue tan bien".
Celestia suspiró y continuó su andar. No se había estresado tanto desde…sí, desde hace casi mil años, con el exilio de Luna.
…
"Celestia tomó una carpeta manila de su escritorio y la miró un momento antes de alzar la mirada hacia Cherry, quien ya la miraba ciertamente aburrida de tener que verla cada semana. La verdad, sentía que perdía el tiempo quedarse cuarenta minutos más de lo necesario de la escuela.
-Esta vez haremos algo distinto- le dijo la directora estirándole la carpeta, rompiéndole el ensimismamiento -. Este es un cuestionario. Quiero que analices sus preguntas y…
-¿Es un examen?- le interrumpió secamente mientras tomaba la carpeta con mala gana.
-No, Cherry, no lo es. No tiene calificación alguna. Sólo necesito que seas completamente sincera con ellas. Sólo marca con una "x" el casillero junto al "sí" o "no" según tu respuesta y después reflexionaremos juntas las respuestas. ¿Está bien?
-¿Una encuesta?- preguntaba mientras abría la carpeta y tomaba sin permiso un pluma de un portalápiz que se notaba, había sido hecho por algún alumno y obsequiado.
-Podría decirse.
Cherry tiró un suspiro pesado y empezó a leer las preguntas, que apenas leyó la primera, se incomodó por lo…rara que era. Leyó la otra y le parecía más rara que la anterior. ¿De dónde venían estas preguntas? Frunció levemente el ceño, con ganas de preguntarle a la mujer frente a ella por qué le hacía estas interrogaciones, pero una vez que empezó a leerlas, no pudo detenerse:
¿Cómo es tu pareja contigo?
-¿Se enfada si inviertes más tiempo en tus amistades o familiares del que considera necesario?
-¡No te quiero con ellos Cherry!
Respuesta mental: "Sí"
-¿Controla tu celular y tus redes sociales?
-Quítale la contraseña, Cherry. Más vale no te haya escrito ese Beats.
Respuesta mental: "Sí"
-¿Le quita importancia a tus intereses o logros?
-No creo que sea buena idea que participes a ese Maratón. Sí, eres veloz, pero ¿Te has visto? Te ves ridícula mientras corres. Jajajaja.
Respuesta mental: "Sí"
-¿Si tiene un problema fuera del ámbito de la pareja, te hace sentir responsable de ello?
-Es tu culpa por comprarnos mochilas iguales y te hayas confundido con la mía. Es tu culpa.
Respuesta mental: "Sí"
-¿Te hace sentir que no sabrías seguir adelante si no estuvieras a su lado?
-¿Sientes que en los ratos de ocio tienes que consultarle en que invertir tu tiempo?
- ¿Cuándo se ha dado una discusión, en la mayoría de las ocasiones cedes tú aún teniendo la razón porque podría pasarse días sin hablarte y haciéndote el vacío?
-Si estás en público, ¿temes decir lo que opinas por si acaso te trae consecuencias con tu pareja?
- ¿Temes cómo decirle algunas cosas porque sabes que su reacción puede ser desproporcionada?
- ¿La manera en la que se dirige a ti ha cambiado transformándose en imperativa?
-¿Sientes que no puedes ser tú mismo/a cuando estás con tu pareja?
Respuesta mental: ¡Sí! ¡Sí! ¡Sí! ¡Sí! ¡Sí! ¡Sí! ¡Sí!
Y la última que fue lo que más le cayó como bomba:
-¿Sientes miedo?
-¡¿Qué es esto?!- reclamó al fin con sus cejas bien fruncidas hacia Celestia -. ¿Qué significa esto?
-¿Las respuestas fueron positivas?- preguntó mirándola con mucha comprensión y suavidad.
-¿Cómo se atreve a entrometerse así en mi relación? ¿Por qué ataca a Sweet?
-Cherry, escúchame- le pidió -. ¿Sabes? El maltrato entre pareja no sólo es físico. También psicológico.
-¡Sweet no me maltrata!- se indignó levantándose de golpe de la silla y lanzando la carpeta sin marcar sobre su escritorio. -. ¿Por qué piensa eso? ¿Quién le di…?- se interrumpió de golpe abriendo bastante los ojos, para marcar más su ceño y gruñir -. ¡Fueron ellos, ¿Cierto?! ¡Vaya amigos los míos!
-Porque son tus amigos vinieron hablar conmigo. Están preocupados por ti- le contestó poniéndose de pie sin perder los estribos -. Cherry, tienes que abrir los ojos y darte cuenta que no mereces el trato que te da tu pareja. Lo que te da, no es amor.
-¡Usted qué sabe!- bramó, furiosa, para tirar una risa seca -. Ah, ya sé lo que intenta. Quiere separarnos, ¿cierto? Quiere que se separe la única pareja abiertamente homosexual porque está en contra de nuestra orientación, ¿verdad? Le damos "mala imagen" a su preciada Canterlot High.
-Eso no tiene que ver con su orientación- le replicó más firme -. Es su vida y no tengo por qué decirles a quien querer y a quien no, pero sí a orientarlos, a educarlos y formarlos en este mundo en esta edad tan complicada. A ayudarlos a hacer ver lo que es amor y lo que tienes con esa jovencita, no lo es.
-¡No voy a…!
-Y tus notas- le interrumpió -. Tus notas están muy bajas, Cherry. Nunca fuiste excelente alumna, pero tenías un promedio dentro del establecido; sin embargo ahora has reprobado la mayoría de las materias aún pese nuestra advertencia que eso perjudica tu matrícula condicionada. Algunos profesores en la última reunión te mencionaron porque siempre estás distraída en clase, no entregas los trabajos a tiempo- hizo un pausa para inclinarse hacia ella y olfatear -. Hasta acá puedo oler el tabaco. Soy catedrática y alguna vez tuve tu edad, y lo que puedo interpretar, que fumar, es tu forma de liberar esa ansiedad que sientes con tu pareja, ¿O me equivoco?
Cherry se la quedó mirando, sin inmutarse. Sólo se quedó ahí de pie, con esa mirada de odio y reproche hacia ella. Simplemente tomó su mochila y se fue de allí pese las llamadas de Celestia.
A la mañana siguiente, mientras sus amigos se reían cerca del casillero del nuevo alumno, Flash Sentry, Cherry llegó convertida en un toro y empujó a Brawly mientras reclamaba a todos por querer arruinar su relación con Sweet.
-¡Y no me vuelvan a hablar jamás! ¡No somos amigos!
-Hey, hey, ¿Qué pasa?
Esa voz que se involucró hizo que Cherry se volteara y viera a Mistery Mint, caminando hacia ellos sigilosamente.
-¡Tú! ¡Recién llegada!- bramó Cherry y Mistery parpadeó.
-¿Disculpa?
-¡Para ti también va el mensaje! ¡Déjanos en paz a Sweet y a mí!
- Eso no es amor, Crash- le dijo saliéndole la voz suave -.. No corresponde a tus sentimientos y se nota por el trato que te da. No puedo quedarme de brazos cruzados mientras sufres por un amor mutuo que no existe.
-¿Entonces… fuiste tú quién habló con Celestia?- preguntó con un hilo de voz para apretar los puños -. ¡Estoy harta de ti! ¡Harta de tus entrometidos comentarios contra mi novia! ¡No soy tu amiga y jamás lo voy a ser de una rata entrometida como tú!
-¿Ahora sí encontraste valor pero para descargarte con las personas equivocadas? Ojalá fueras así cuando tu novia te está tratando como si fueras una basura.
-¡Tú eres una basura!- le gritó para tirar su mochila al suelo y en un empujón, descargar todo la ira contenida dentro de ella.
Mistery al estar mal parada cayó de espaldas al suelo hasta deslizarse en el liso piso del pasillo saliéndosele un jadeo de dolor. Pero apenas lo hizo, la neblina que cegaba a Cherry se disipó y se dio cuenta de lo que hizo.
-¡No la toques!- fue Flash el primero en reaccionar, tomando de la muñeca a Cherry antes de que se le ocurra lanzarse sobre ella. Cherry le dio la cara con sus cejas curvadas, mirando los azules firmes del rockero y su ceño fruncido, muy enojado e indignado -. No te conozco. No sé quién eres. Pero Mistery sólo se preocupa por ti. Y si así es como le pagas, entonces no vuelvas a acercártele más y yo la convenceré de que no vuelva a dirigirle la palabra a una malagradecida como tú.
-Flash…- le había llamado Mistery siendo levantada entre Ringo y Brawley.
Sentry se separó de Cherry, quien lo miraba sorprendida y admirada cómo había defendido a esa Mistery. Lo vio terminando de ayudarla de levantar y la rodeó con sus brazos mostrando preocupación en su mirada y le preguntaba si le dolía algo. Aunque Mistery pudiera disfrutar de esa atención del chico que le gustaba, posó sus ojos morados en Cherry, muy triste y sin saber qué hacer a la par que el resto miraban a la peliverde entre decepción y preocupación.
Cherry sólo se fue de allí antes de llorar de rabia y confusión frente a ellos.
Si antes estaban distanciados, ahora definitivamente ya no tenía amigos. Corrió hacia la entrada de la escuela. No quería estar en clase y se daría a la fuga, para su suerte, Sweet Breeze venía caminando hacia la entrada, atajándola enseguida y verla deshacerse en llanto.
-¿Y ahora por qué las lágrimas, Crash?
-¿Tú me quieres?- le preguntó de golpe, tomando desprevenida a Sweet -. Dime la verdad, por favor. ¿Tú me quieres? Porque eres lo único que tengo ahora.
-¿Qué dices? ¿Qué ocurrió, Cherry?
-Mis amigos me odian- balbuceó con mucha pena y vergüenza.
-Cherry…- le murmuró con un suspiro y la abrazó. Crash sintió una luz en su cuerpo al sentir que sería consolada por Sweet, entre toda la duda y tristeza que la embargaba, logró que un poco sus labios tuvieran la intención de levantarse para una sonrisa -. ¿Lo ves? Siempre te lo dije. Tenía razón todo el tiempo respecto a ellos. Sólo quieren separarnos porque nos envidian. Vas a estar mejor sin ellos- se separó un poco con una relajada sonrisa -. Mis amigos son los tuyos, Cherry. No vas a estar sola- aseguró y la volvió a abrazar -. ¿Ves? Tú…no eres nada sin mí.
¿Te hace sentir que no sabrías seguir adelante si no estuvieras a su lado? Retumbó esa pregunta del cuestionario de Celestia en su memoria.
Cherry dejó cerrar los ojos, aferrándose a ella con mucha necesidad.
Respuesta mental: Siempre".
-Mi vida apesta- dijo Cherry con la mirada al tumbado, desparramada en su cama. -. Soy un desastre.
-Y conmigo somos diez- dijo una voz masculina y su comentario hizo que Cherry diera una corta risa. Ella también tenía esa costumbre de imitar diálogos o acciones de caricaturas que se le hacían divertidas.
-¿Por qué tu vida apesta, Sentry?- le preguntó rodando por la cama hasta la orilla para ver al chico sentado en el piso, apoyado de espaldas en su cama.
-Algo raro pasó ayer- le confió para verla desde donde estaba sentado -. Digamos que tuve una epifanía.
-¿Una epifa qué?- dudó torciendo el gesto -. No te me hagas el intelectual con palabras raras que el resto de la humanidad no entiende- se quejó y él le sonrió.
-Que tuve como una revelación- aclaró para suspirar -. Creo que estoy perdiendo el tiempo en algo que…no me hace sentir yo realmente.
-¿A qué te refieres?
-No sé quién soy yo- le soltó arrugando la frente.
-¿Cómo qué no? ¡Eres Flash Sentry! ¡El cool y guapo Flash Sentry!
-…- se desagradó en escuchar eso para regresar su mirada enfrente -. Exacto…a eso me refiero.
-No entiendo, Flash- sinceró -. Eres el chico popular. El músico. El atractivo. El cool. Todos quieren ser tus amigos y mayoría de las chicas se mueren por una oportunidad contigo.
-¿Eso es todo lo que ven? ¿Soy sólo eso? ¿Es una vida real?- preguntó apegando su cabeza hacia atrás, en la cama. -. ¿Soy real?
-Rayos- exclamó ella -. Esas preguntas existenciales, guapo. Estás igual o más jodido que yo- ante eso último sacó una sincera risa en el chico y la miró.
-Tienes tu encanto, Crash.
-No me coquetees- se burló sonriéndole de lado para acordarse de lo que había recordado hace rato. Suspiró con una sonrisa de lado -. Y pensar que antes me odiabas.
-Nunca te odié…- dijo para sonreírse y verla burlón -…"Cerecita".
-¡No!- reclamó repentinamente sonrojada -. ¡Qué vergüenza! ¡Odio a ese hombre! ¿Por qué debió llamarme así frente a ti?- reclamaba muerta de vergüenza refiriéndose al apodo que le tenía su padre mientras Flash se reía.
-Es tierno- admitió entre risas.
-¡Yo no soy tierna!- reprochó ceñuda entre su sonrojo.
-Decir que no eres tierna sólo te hace más tierna.
-Eres un idiota- exclamó divertida y le lanzó una almohada a la vez que le daba un golpe en plena cara haciéndolo hasta retroceder un poco-. ¿Qué tan tierna soy ahora, guapo, eh?
-También te quiero, Crash- concluyó apartándose la almohada y se levantaba del suelo para sentarse a la orilla de la cama, cerca donde ella estaba acostaba y se puso un poco más serio. -. Cherry, debes ser sincera con Bonbon y decirle que aún estás enojada.
-¿Para qué?- reclamó borrando el semblante risueño que había logrado sacar -. ¿Para que me diga que soy una cursi, exagerada y con celos infantiles? Paso.
-Sí, bueno…no soy experto en noviazgo…pero…no creo que sea bueno que tengas esa…espina.
-¿Espina?
-Sí, ya sabes. Una espina que se entierra y se hace presente cuando estás con cierta persona con la que tienes diferencias o problemas.
-Entonces con ella siempre tuve una espina- resopló colocándose un brazo sobre la frente -. Porque siempre tuvimos diferencias y aunque no lo vi en su momento, problemas.
-¿Qué clase de problemas?
-Pues ya sabes-volvió a resoplar -. No es linda conmigo todo el tiempo, rechaza mis gestos de cariño y…nah…- suspiró, encogiéndose de hombros -. Sólo…ya me cansé.
-¿En serio?- preguntó torciendo un poco el gesto -. ¿Te cansaste de Bonbon? ¿Tan rápido? ¿Así?
-¿Crees que es fácil para mí?- le preguntó con voz suave y frágil, cerrando los ojos -. No lo es, Sentry. Yo…la quiero pero…no voy a suplicarle cariño y cosas que ella ya me dijo que no puede darme. No voy a…estar con alguien con la esperanza a que cambie por mí…cuando sé que no lo hará- sacudió la cabeza con una risa seca -. Oh, no. No lo haré. No de nuevo. Fui idiota una vez, fui idiota dos veces… ¿Una tercera?- tiró otra risa -. Soy idiota pero no tanto.
-Cherry…- la llamó apartándole el brazo y ella al abrir los ojos, los tenía completamente vidriosos. -. ¿Te vas a dar por vencida?
-No es fácil…- le murmuró con la voz ronca del esfuerzo por retener el llanto.
-No pero si la quieres…debes hacer el esfuerzo para que…
-¡¿Por qué yo?!- reclamó con voz alta y se le salió un exhalación lamentoso, cayéndole ya las lágrimas -. ¡¿Por qué siempre soy yo?!- reprochó muy triste, incorporándose para sentarse y verlo mejor -. ¿Por qué siempre debo ser yo la que debe hacer algo? ¡Estoy cansada de eso! Siempre es mi culpa- lamentó entre lágrimas, conmoviendo mucho a Flash.
-No quise…
-Siempre soy la que arruina la relación- lo interrumpió de golpe -. No importa lo que diga o haga, mi simple forma de ser las aísla y se hartan de mí. ¡Yo solo quiero a mí manera pero nunca es suficiente! ¡Y nunca tengo suficiente! Me gusta ser detallista, romántica, cariñosa… ¿Eso es malo?
-Claro que no.
-Si no digo cómo me siento, ¡Está mal! Si lo digo ¡También lo está! ¡¿Entonces qué rayos hago, maldita sea?! ¡No importa que haga siempre estará mal!
-Por supuesto que no, Cherry- le respondió estirándole los brazos para abrazarla en consuelo.
Ella le devolvió el abrazo enseguida. En momentos como estos, normalmente acudía a Mistery Mint, pero como su amistad no podría estar más naufragada, su segunda opción en situaciones así, era Flash Sentry. Y no era la primera vez que él la consolaba durante su relación con Bonbon. Siempre estaba allí de salvavidas. Y en una de ellas…se pasó de tonta y lo besó.
Cerró los ojos con fuerza.
Después del…beso que se dieron, temía mucho que su amistad no fuera la misma. Pero siguió tal cual. En realidad, desde ese día, jamás volvieron hablar del beso y por mucho ella se lo agradecía. Podía cerrar los ojos y recordarse llorando muerta en vida bajo las escaleras de la cancha de fútbol, cuando todo había terminado entre Sweet y ella, y sentir una sombra posarse sobre ella, levantar la mirada, y ver al mismo chico que la miró mal por defender a Mistery…mirándola con mucha estima y preocupación, sentarse a su lado y pasar hasta el anochecer ahí abajo, con ella, escuchándola, hasta acompañarla a su casa para asegurarse que llegara bien. A partir de ahí, ganándose su confidencialidad y amistad cómplice. En los buenos y malos momentos.
Flash tenía un punto. Él era de una forma con sus compañeros. Un poco superficial y mostrando que su vida giraba en torno a su guitarra, la música y…su peinado. Pero si te acercabas lo suficiente, como ella y otros pocos lo habían hecho, podrían descubrir al chico incondicional, al buen oyente, muy reflexivo, que podía dar más de lo que podían imaginar. Pero se había metido tanto en su papel, satisfaciendo a los demás…que se perdió.
-Flash…- lo llamó entre su voz quebrada sin romper el abrazo, sólo se apartó un poco para mirarlo de frente con sus ojos aun vidriosos pero con una sincera sonrisa -…tú eres real para mí…
El joven elevó la sonrisa, entre agradecido y conmovido.
-Y tú no eres sólo error, Cerecita- se volvió a burlar entre sinceridad, haciéndole un "boop" en su nariz con el son de torearla de nuevo, pero esta vez Cherry no se sintió avergonzada que usara el apodo ni el gesto. -. Bonbon te quiere a su rara manera- continuó la charla y ella parpadeó entre incredulidad y frunció el ceño, quebrando el buen humor que logró tener. -. Sabías cómo ella era…en lo que te metías…
-Pero ella no es así con todos- escupió con cierta carga en su voz -. Bonbon aún quiere a Lyra. Yo lo sé. Lo presiento.
-¿Lyra?- dudó -. Ella es sólo su mejor amiga, Cherry. Sé que se ven muy unidas pero no por eso…
-Bonbon siempre estuvo enamorada de Lyra- le confesó apartándose del abrazo -. Siempre. Eso…tiene mucho peso.
-Cherry, ella te quiere…
-Pero no como yo a ella…
-¿Entonces qué quieres, Cherry? ¿Vas a terminar con Bonbon?- le preguntó y Crash le mantuvo la mirada con seriedad, sólo para resoplar y tumbarse a la cama de nuevo con la mirada al tumbado. Realmente no quería otra vez que le rompan el corazón…y no entendía el de Bonbon.
…
"-¿Tu…cumpleaños?- preguntó Sunset sin dejar de ver una invitación en un casco.
-¡Sí! Cumplo nueve el próximo martes, ¿Vendrás, cierto?- se esperanzó el potrillo.
-Ah…Moon White…- se decepcionó -…no sé si me den permiso del orfanato…
-¿Por qué no?
-Digamos que no soy un angelito…y no creo que den el permiso. No podemos salir así como así. Tendrían que entrevistar a tus padres, una cuidadora tendría que ir conmigo, no tendría cómo darte un regalo… además habrá muchos ponies que son tus amigos y no los míos.
-No tienes que darme un regalo, y mis padres no les molestarán ir a esa entre…
-No me sentiré cómoda, lo siento- le interrumpió cabizbaja.
-Ya veo…- se desilusionó dejando caer la orejas pero enseguida las levantó -. ¿al menos estarás este sábado en el parque?
-Eso sí- aseguró con una sonrisa -. Dalo por hecho.
Y aquel sábado, cuando Sunset se bajó del carruaje del orfanato, como siempre, Moon White la recibió y la hizo caminar hacia el otro extremo del parque, donde se hacía eventos…donde se estaba haciendo su cumpleaños. Sunset quedó boquiabierta, mirando admirada las mesas de colores, el pastel, los globos, la música, los juegos, los potrillos y sus risas.
-P-pero…tu cumpleaños es el martes…no hoy…
-¿No puedes ir a mi cumpleaños? ¡Mi cumpleaños va hacia a ti!- exclamó entusiasmado-. Y…- agregó colocándole una corona de cartón pintado con tempera con sus colores cálidos -. ¡Eres mi invitada especial! Y como tal, puedes estar con el cumpleañero todo el tiempo si es que te da nervios estar con otros potrillos- levantó un casco en señal de compromiso -. Es mi promesa- anchó la sonrisa -. ¿Qué dices?
-Digo…- exclamaba aun sin saber bien cómo reaccionar un poco nerviosa pero a la vez emocionada, hasta apartar la mirada de la matiné y le sonrió -…que estás loco.
-Lo tomaré como un cumplido- le sonrió estirándole un casco y ella se lo tomó, para correr y disfrutar de la fiesta".
-¡Pero si es mi querido amigo Moon White!- recibió Minuette apenas abrió la puerta de su casa con una de sus tantas anchas sonrisas, la cual descendió de golpe y curvó las cejas al ver la apariencia apesadumbrada y ojos apagados del corcel, pero muy aparte de eso, tenía el rostro descompuesto, con mal aspecto de enfermo.
-No quiero estar solo- admitió comiéndose su orgullo. En serio no quería estarlo. No pensaba pisar su casa y estar solo en esas cuatro paredes que lo sentirá como si lo asfixiara.
-Hey, ¿Qué pasa? ¿Te sientes mal?- preguntó preocupada -. ¿Estás enfermo?- dudó colocándole un casco en su frente.
-No, pero me siento como si lo estuvie…
-¡Estás enfermo!- le interrumpió confirmando su sospecha y él dudó curvando las cejas mientras ella le tomaba de una pata delantera y lo hacía entrar a la casa -. Tienes la frente muy caliente sin mencionar tu mal aspecto.
-¿La tengo?- dudó colocándose su casco en la frente y parpadeó admirado. Era verdad. Sabía que se sentía mal, pero no pensó que también era físicamente.
-Puedes recostarte en el cuarto de huésped- exclamó enseguida empujándolo hacia dicho cuarto -. Yo buscaré si tengo algún remedio en el botiquín ¿O te duele algo más? Mejor llamo a un doctor.
-No, Minuette, espera- le interrumpió haciéndose el pesado -. Mejor no te molesto y nomás voy a…
-Lo siento pero no voy a ceder a tus necedades- le replicó determinada y la verdad, él no estaba de humor ni con energía para andar contradiciéndole así que la dejó nomás.
Un poco incomodado por la atención de su amiga, se acostó en la cama y pudo sentir como sus músculos se lo agradecían. Cerró los ojos, con ese malestar aun en la cabeza y admitiendo que sentía su cuerpo pesado mientras caminaba hacia esta casa. No podía creer que en serio se le descompuso el cuerpo, ¿Por qué? ¿Fue por el hechizo de defensa? Suspiró. ¿De qué se sorprendía? Sólo se quedó ahí para sentir una toalla húmeda y fría sobre su frente y Minuette levitando un vaso con agua y unas pastillas.
-Lo siento- le dijo casi en suspiro al acabar de beber.
-¿Para qué están los amigos?- le dijo con una sonrisa -. Me gusta ayudar. Aunque no pude ayudar a Twilight con la poción de tiempo- lamentó torciendo la boca y Moon White la miró mejor -. Ni con Zecora supimos cómo mejorar la poción para que vea sin problema el pasado de esa pony.
-Minuette…- la llamó -…yo he estado intentando un hechizo de tiempo.
-¿Qué?- se admiró -. ¿Hechizo de tiempo? Pero según recuerdo lo que dictaban en nuestra escuela, el único que pudo a menos manejar el tiempo fue…
-Star Swirl, lo sé- le completó -. Pero con una charla con un…especialista en el tiempo, tuve una idea para crear una burbuja temporal lo suficientemente fuerte como el domo mágico de un campo de fuerza, para viajar en el tiempo que al estar encerrado no se deja visto y le impide afectar cualquier cosa del pasado que afecte peligrosamente el presente. No habría necesidad de recurrir a los recuerdos de Sunset, sino visitar su pasado directamente.
-¡Eso es genial!- celebró con una amplia sonrisa -. Twilight debe estar construyéndote un altar- bromeó y el solo mencionarla sintió que le supuraba el pecho.
-Ella no lo sabe.
-¿Por qué?
-Porque aún no logro del todo terminarlo.
-Ooh. ¿Y por qué?
-Porque no tengo la fuerza para ejecutarlo.
-¿Es complicado?
-Si eres bueno en la magia…no mucho.
-Tú eres bueno.
-Minuette…-suspiró cerrando los ojos -. ¿Sabes cómo terminé enfermo? Haciendo esfuerzo por un hechizo.
-¿Ah?- dudó -. ¿Cómo? No entiendo. No he oído de alguien que se enferme por usar un hechizo.
-Pues…ya lo conoces- sonrió agridulce abriendo los ojos.
Minuette le mantuvo la mirada. No quiso hacer preguntas, al menos no ahora que no lo veía tan bien de salud. Le hizo compañía un rato, tratando de animarlo consiguiendo al menos una vez hacerlo sonreír. Ya después le recomendó dormir. Si aún se sentía mal, llamaría al doctor.
…
-Chan chan chan chan chan chan chan chan- cantaba Trixie Lulamoon caminando sigilosa por los pasillos de Canterlot High.
-¿Es una imitación barata de la canción "Misión Imposible"?- preguntó Applejack caminando con naturalidad por el mismo pasillo que ella.
-¡Shhhh!- la chitó Trixie estampándole la mano a la boca -. ¡Se supone que estamos en una misión para alegrar a Rainbow Dash!- le recordó y la vaquera rodó los ojos quitándole destapándose la boca.
-No hay nadie en la escuela, Lulamoon- la calmó asomando unas llaves -. Pinkie Pie tiene el juego de llaves de la entrada por organizar le baile y sólo es cuestión de abrir la oficina de Celestia y sacar la información que queremos. No hay que ser paranoicas.
-Hola, Applejack- saludó repentinamente una voz dulce, tierna y amable…que hizo asquear a la vaquera.
-¡¿Zanahorias?!- se admiró a ver a Carrot Top calmada y sonriente acercándose a ambas.
-Oye, ¿Tú qué haces aquí?- curioseó Trixie a la vez que miraba el atuendo diferente de Carrot mientras Applejack se cruzaba de brazos, toda reacia con la recién llegada.
-Oh. Los sábados soy Jefe de las niñas exploradoras y tenemos permiso para hacer las reuniones aquí. Justo ahora acabamos la de esta semana- se explicó deteniéndose frente a ellas con sus manos hacia atrás y mirada inocentemente atenta en ellas -. ¿Y ustedes?
-Eh…pues…-decía Trixie pero Applejack dio un paso enfrente.
-Secreto…¿O ya lo sabes, Zanahorias?
-Eh…te agradecería que me llames por mi nombre- pidió con una sonrisa amable.
-¡Tú empezaste diciéndome Manzanas! y no actúes como...como...¡Como si no rompieras un plato si los rompes todos!
-Ay, pero que mala frase- se quejó Trixie mientras Carrot le curvaba las cejas.
-Veo que aún te tiene mal el estrés- lamentó con mirada triste -. Pobre, Applejack.
-Aggghh- se asqueó mientras Trixie resopló y se dirigía a Carrot,
-Queremos entrar a la oficina de Celestia.
-¡Lulamoon!- reclamó Applejack.
-¡¿Qué?! ¡Es Carrot top! Podemos confiar en ella.
-Agghhh, ¡Claro que no! Porque precisamente es Carrot Top no podemos confiar en ella.
-¿Y para qué quieren entrar?- preguntó la pelinaranja para curvar un poco las cejas con una suave sonrisa -. Si se puede saber, claro. No desearía molestarlas. Oh no. pero me agradaría ayudarlas- y amplió la sonrisa cerrándosele los ojos.
-¡No la soporto!- se descargó la vaquera apretándose el sombrero sobre su cabeza.
-Es que queremos el número del Superintendente- se explicó Trixie -. Y tratamos de buscarlo en internet pero no nos sale, sólo un correo y un número pero es de su oficina y estamos sábado.
-¡Ah! Pues es su día de suerte- sonrió con entusiasmo -. Yo tengo su número de celular justo aquí- informó levantando su teléfono.
-¡Oh, sí, qué día de suerte!- ironizó Applejack poniéndose en medio de ellas con especial atención a Carrot Top -. Justo tiene reunión de exploradoras a esta hora, pasando justo en el mismo pasillo nuestro, justo teniendo la información que queremos. ¡Qué universo para más complaciente el nuestro!
-En serio a veces me asusta- murmuró Carrot a Trixie con su voz temblorosa y cejas curvadas.
-No te preocupes, Carrot, debe estar hormonal o yo qué sé.
-¡No estoy hormonal!
-Ve a descansar - le dijo Trixie sacando su teléfono.
-Aquí tienes- le sonrió Carrot a Trixie pasándole su celular con el número ya en la pantalla y miró alegre a una irritada Applejack -. Por cierto, me enteré que tendrás de cita del baile a Thunderlane.
-¿Qué?- escupió evitando el sonrojo -. ¡Él no es mi cita!
-¿Ah no?- parpadeó sorprendida caminando más hacia ella.
-¡Sólo somos amigos! ¡Vamos como amigos y punto!- aclaró ceñuda y cruzándose de brazos. -. Así que tu "plan" para unirnos fracasó rotundamente, sicópata.
-Oh, ya veo- exclamó para cambiar su semblante para sonreírse maliciosa y concentrar su mirada penetrante sobre la suya, haciendo que Applejack abriera mucho los ojos -. Pues qué bien. Entonces no te importara que juegue mis piezas para que la Reina gane la partida derrumbando al Peón, o en este caso, a la granjera. Así que gracias por la cancha libre, Manzanas ¿O es mejor deshacernos de ti de una vez?- tiró una pequeña y profunda risa perturbadoramente divertida y sagaz -. Sí...eso disfrutaría más...
-¡¿La escuchaste?!- reclamó Applejack hacia Trixie.
-…5789 ¡Listo! ¡Trixie tiene su número!- exclamó triunfal, haciendo comprobar a Applejack que no había visto nada.
-Nunca he odiado a nadie…pero definitivamente te odio a ti…- le dijo Applejack a Carrot y ella sonrió con dulzura.
-Eres tan graciosa. Tus amigas son afortunadas de tenerte. Ojalá seamos así de unidas algún día.
-Primero me como una pera de la competencia.
-Gracias, Carrot- sonrió Trixie devolviéndole el celular.
-De nada. Fue un placer- contestó anchando la sonrisa -. Nos vemos en el baile, chicas. ¡De seguro lucirán hermosas!
-Trixie siempre luce hermosa- dijo y Carrot se rió, les hizo de la mano y se fue. -. Aww, esa chica me agrada. Deberíamos juntarnos más con ella- comentó y Applejack formó una pistola con su mano, la apuntó a su cabeza rubia e hizo como si se diera un tiro.
…
-¿En serio crees que conservemos la ropa y el peinado al cruzar el espejo?- preguntó Sunset mientras se colocaba los guantes de motociclista que le consiguió Spike, terminándose de arreglar.
-Espero que sí- sinceró Twilight con una sonrisa caminando hacia ella con su vestido turquesa puesto -. Lo más probable que sí- aseguró, recordando que la alforja y los objetos dentro de ella, se habían adaptado a ese mundo cuando cruzó la primera vez, lo mismo sucedió con la de Moon White, por lo que intuía que pasaría con la ropa.
Suspiró cerrando los ojos al tener que mencionárselo en su cabeza y el ardor que le molesta en el pecho, se encendiera, lastimándola.
Quiéralo o no, debió reunirse con sus amigas para tranquilizarlas que ya había llegado al pueblo. Le preguntaron sobre la salida que tuvo pero ella fue cortante, restando importancia y que sólo hablaron del otro mundo, que se sentía cansada por el viaje y el trabajo y estaría descansando en el castillo. Todas se comieron el cuento, excepto una.
-¿Segura que todo bien?- preguntó Applejack quedándose de última. -. Porque en serio te siento algo cambiada.
-¿Cambiada? ¿Qué dices, Applejack?- trató de restarle importancia.
-No lo sé, pero algo te pasa. Lo presiento.
-Estoy bien- le sonrió suavemente -. Descuida.
-Twilight, te dejaré descansar, pero sabes que no me equivoco y algo te pasa- suspiró para sonreírle que puedes contarnos lo que sea, ¿Está bien?
-Lo sé, gracias.
Twilight suspiró, dejándose manipular la melena por Sunset para peinarla.
-¡Twilight!- la llamó Spike entrando a su cuarto -. Te llegó correo.
-¿A esta hora? Casi anochece- dudó Twilight.
-Es correspondencia Real- se explicó acercándosela -. Sabes que no tienen horario cuando es asunto de las Princesas. Es una carta de Cadence.
Twilight aspiró de sorpresa. Lo había olvidado. Le había escrito una carta a Cadence ayer cuando entró en esa neurosis por lo que sentía por Moon White. Y en sus cascos, estaba la respuesta a la simple pregunta que le había escrito en él.
-¡Ábrelo! ¡Tal vez sea algo sobre el bebé!- apresuró Spike ansioso.
-No, no es sobre el bebé- le aseguró seria y le estiró la carta -. Déjala por ahí. No puedo leerla ahora.
-Aún tenemos tiempo- le aseguró Sunset con una sonrisa arreglándole el peinado -. Puedes leer una simple carta.
-No quiero leerla. Es todo- insistió seria y levitó la carta directo a las garras de Spike. -. Déjala donde sea, por favor.
-Ah…de acuerdo…- dudó el dragón caminando hacia un lado del cuarto.
Si conocía bien a Twilight, y lo hacía, debía ser importante lo que había dentro y cuando se ponía terca y seria, era porque tenía esa tonta lucha interna de sí leerla o no. El dragón rodó los ojos con una sonrisa y colocó la carta dentro de su bolso ya arreglado que usaría esta noche.
Por otro lado, en Canterlot, la Princesa Luna regresaba al castillo resoplando con decepción. No había encontrado a Moon White en su casa. Lo esperó por una hora pero al ver que no llegaba, le dejó la carta con una nota indicando el favor. Quería notificarle lo sucedido a su hermana pero aún no había llegado de su…"pendiente".
Luna rodó los ojos molesta. En serio detestaba que Celestia le anduviera con secretos, pero sabía que nunca la hacía de por gusto, ya que ella misma le había alcahueteado secretos. Se sentó en su trono, un poco recordando cómo flashback la charla que tuvieron temprano en la mañana con aquel unicornio de melena negra, pelaje blanco y ojos grises. Celestia había dicho que hace seis años exactamente, fue la última vez que él había pedido un audiencia con ella, y por frustrarle sus investigaciones para su tesis como requisito para graduarse en la Escuela Para Unicornios Superdotados, sobre todas esa oscuridad que amenaza a Equestria, desde allí, y ante su negativa, el unicornio le dijo que no podría ser súbdito de un Principado que ocultara información importante a su Pueblo. Hoy, ante que Celestia le recordara aquello, le hizo al unicornio tragarse su orgullo, algo increíble de ver, y darle el beneficio de la duda.
-¿Por qué?- le había preguntado su hermana.
-Porque he prometido mi lealtad a la Princesa Twilight Sparkle- aclaró lo más serio y determinado para mostrarse -. Lo hago con todo y sus misterios- usó la frase que Luna le dijo en su sueño, haciéndola sonreír y ver la reacción de su hermana -. Y quisiera ser justo y darle la oportunidad al resto de las Princesas.
-Me alegra mucho escuchar eso- admitió Celestia con una sonrisa -. ¿Sólo eso te trae por aquí o vienes a pedirme algo?- fue astuta en preguntar.
Y allí, Moon White hizo pasar un baúl donde guardaba pergaminos de sus hechizos, cosa que impactó tanto a Celestia como Luna, pues era lo que tanto ellas quería convencerlo, de publicarlos y nombrarlo Hechicero. Pero él se negó, entregándoles toda su autoría a ellas, a cambio de que Twilight retornara a la investigación.
Luna suspiró recostándose en su trono, recordando cómo Moon White había abogado por Twilight, entregando lealtad a ellas y colaborar con el otro mundo y cualquier otra investigación para ellas, si tuvieran ese acuerdo. Celestia cedió, conmovida por su acto pero sin aceptar que no accediera al título y la potestad de sus hechizos. Pero él estaba tan seguro del trato que acordó y de entregársela, que se negaba también a aceptar un "no" al pie como lo había presentado. Era terco y Celestia también al negarse por parecerle injusto aunque él esté de acuerdo. Luna llegó un punto de hacer un tic en el ojo al escuchar la eterna discusión entre su hermana y él hasta que ella intervino y aceptó por su parte.
-¡Ya di "sí" de una vez, hermana, antes de que envíe a ambos al Tártaro, me tienen loca!- gritó exasperada.
-¡Luna!- regañó Celestia indignada. -. Por favor. Prudencia.
-¡Celestia! ¡Por favor! ¡Cállate y asiente ya!
-¡Luna!- le reclamó con disciplina y le punzó la mirada.
-¡No me mires así, Cely!
-"Celestia", Luna. "Celestia". Formalidad y respeto para nuestros súbditos y cuando estamos en labores- le recordó para regresar su mirada en el unicornio -. Lamento mucho por eso- se disculpó mientras Luna torcía los ojos.
Pero Moon White se le había reído ante tal escena tan común de hermanas que Luna sonrió porque lo había hecho apropósito, para que se dierta cuentaa que lo que ve no es el todo y pudieran ser informales y más…comunes de lo que se cree, y sumó esa sonrisa y mejorado humor en él, como puntos a favor para ellas y dejara de ser tan reacio.
Luna rió para suspirar ante el recuerdo y bajar de su trono.
Le sacaba de casillas pero le agradaba. En serio ya se estaba ilusionando si lo viera más seguido por aquí, sea ayudando, o mejor aún, con un casco junto al de Twilight. Chilló ilusionada. Se perdió gran parte del romance de Cadence y Shinning, pues cuando se comprometieron, la boda fue casi prácticamente al día siguiente y ella estaba lidiando con un criatura nocturna que ni a la boda pudo asistir, así que este posible romance entre Moon White y Twilight Sparkle, ya quería meter los cascos en el asunto si ambos tardaban.
…
"-No te pongas nerviosa.
-No lo estoy- aseguró lanzando una bocanada de aire dentro de un aula.
-Recuerda lo que practicamos.
-Si, sí.
-¿Sunset Shimmer?- preguntó una pony terrestre junto con una unicornio de melena verde un poco mayor ingresando al aula cuando Sunset se lanzó de rodillas al suelo con cascos delanteros juntos para empezar a rogar:
-¡Por favor, por favor! ¡Me he portado bien, digan que sí!
-¡Sunny!- se quejó Moon White ceñudo.
-¡Lo siento, me puse nerviosa!- se excusó poniéndose de nuevo en sus cuatro patas.
-Dijiste que no lo estabas.
-¡¿Cómo no estarlo?! ¡Estoy muy nerviosa que digan que no!
-¡Qué pesimista!
-¡No lo soy, sólo pienso en todas la posibilidades y el que digan "no" es una de ellas!
-¿Y ahora cómo te tomarán en serio para que te den permiso?
-¡No me regañes, no eres mi patrón!
-¡Pero en serio quiero que vengas conmigo!
-¡Si sigues así no iré a ningún lado contigo, lunático!
-¡Sunny, ponte seria!
-¡Estoy seria, tú que te crees maduro porque tienes diez! ¡Los cumplo también en dos meses más!
-¡No es cierto! ¡Me comporto normal!
-¡Agghh! ¿Ves? ¡Y aparte eres terco!
-¡¿Qué?! ¡No lo soy!
-¡Sí lo eres!
-¡Basta!
-¡No, basta tú!
-¡Tú!
-¡Tú!
-¡Eres una molestia! ¿Qué fue lo que te vi para que seas mi amigo?
-Y tú una amargada, no sé por qué fui tan insistente en querer ser tu amigo.
-¿Es en serio esa pregunta? ¡Tan sólo mírame!
-Agghh. Qué petulante a veces olvido que eres.
-¡Así me quieres! ¡Hum!
-¡Bueno, lunático así también me quieres! – y la imitó -. ¡Hum!
-Jajajajajajaja- fue la carcajada que se escuchó e interrumpió la inocente pelea. Ambos arrugaron la frente confundidos para mirar a las adultas.
-Sunset, tranquila- habló la más joven mientras su acompañante aún seguía riendo -, acabamos de hablar con los progenitores del joven Moon White- aclaró para sonreírse -. Ha pasado un año ya desde que conocemos a esta familia y has tenido avances positivos en cuanto a tu actitud así que…sí, te daremos la autorización para que vayas con ellos a Ponyville para el Nightmare Night.
-¡¿En serio?!- corearon ambos para mirarse y levantar sus cascos para chocarlos entre sí.
-¿Ves?- exclamó Sunset moviendo su cabeza para hacer danzar su melena ondulada -. Te dije que todo saldría bien…y tú andabas preocupado…
-¡Sunny!- reclamó divertido entre risa".
-¿Moon White?- lo llamó Minuette cuando el sol se estaba poniendo. La unicornio tenía los ojos alarmados y su ceño fruncido al verlo temblar entre dormido y con un aspecto peor que hace un par de horas atrás, con su rostro muy pálido. -. Hey, compañero, despierta- lo animó meneándolo un poco para dejar abrir la boca de sorpresa al sentir su cuerpo demasiado caliente y se vencía fácilmente-. Okey, amigo, vamos, debemos ir al hospital. No me gusta esto.
-¿Twilight?- balbuceó moviendo lentamente sus párpados, con la vista distorsionada y la cabeza demasiado pesada, más bien, todo el cuerpo lo sentía así, pesado, sin poder moverlo realmente, sintiéndolo ausente, sin control. Sentía cierto dolor en su pecho, sin saber bien si era porque realmente le dolía el corazón, o era por sólo mencionar aquel nombre.
-Soy Minuette- le susurró ya más preocupada y el sólo escuchar su voz y la corrección, él no evitó mostrar decepción y dejó cerrar los ojos de nuevo con un fuerte ceño, respirando como si le costara.
-Dile que lo siento- murmuró abatido y su cuerpo se relajó de golpe, aplastándose ya sin moverse de la cama y literal, lanzar un último suspiro abatido.
-¡Moon White!- se desesperó la unicornio y le quitó las sábanas de encima para sacudirlo -. ¡Hey! ¡Moon White, Moon White! ¡Reacciona!- lo llamaba pero el cuerpo sólo se iba hacia atrás, queriendo desperrararmse de vuelta a la cama- .No...No...- entró en desesperación para levitarlo y ponerlo sobre su lomo y cubrirlo con la sábana de nuevo.
No importa cuánto pesara, resistió bien el peso sobre su lomo manteniéndolo también con su magia. Salió de su casa y gritó desesperada que se detuviera una carreta, para esto un pasajero detuvo al chofer al ver la emergencia y los dejó subir.
-¿Qué le pasó?- preguntó el unicornio que iba a bordo mientras veía cómo ella acomodaba a Moon White a su lado, con la sábana sobre sus hombros, cubriéndolo, tal si fuera un muñeco de trapo.
-¡No lo sé, no lo sé!- exclamó desesperada sin evitar derramar un par de lágrimas de impotencia y susto. -. No estaba tan mal cuando lo dejé dormir, ¡Se lo juro! Hasta hablamos, nos reímos un poco y todo, yo…- se interrumpió para soltar un jadeo lamentoso cuando algo hizo clic en su cabeza.
-"Minuette…- la llamó -…yo he estado intentando un hechizo de tiempo".
-No, no.
-"¡Eso es genial!- celebró con una amplia sonrisa -. Twilight debe estar construyéndote un altar- bromeó.
-Ella no lo sabe.
-Ooh. ¿Y por qué?
-Porque no tengo la fuerza para ejecutarlo".
-¿Tú…?- decía, cruzando ideas.
-"Minuette…-suspiró cerrando los ojos -. ¿Sabes cómo terminé enfermo? Haciendo esfuerzo por un hechizo.
-¿Ah?- dudó -. ¿Cómo? No entiendo. No he oído de alguien que se enferme por usar un hechizo.
-Pues…ya lo conoces".
-¡¿Lo hiciste?!- lo acusó con rabia entre sus lágrimas al cuerpo inconsciente que descansa apegado a su lado. -. ¡¿Intentaste hacer el hechizo de tiempo, verdad?!
-"¿Twilight?
-Soy Minuette.
-Dile que lo siento".
-¡Torpe, tonto, unicornio testarudo!- se descargó con mucho reproche y coraje para después abrazarlo -. Eres muy cerrado y muy reservado en tu vida. Pero éramos amigos. Pudiste confiar en mí. Advertirme mejor… Si algo malo te pasa…- no terminó la frase, sólo para tratar de menguar su llanto y poder estar concentrada para cuando llegaran al hospital.
…
¡Sorpresa, sorpresa, sopresa! ¡Un nuevo cap seguido del otro! xD Sé que dije que estaría para dos semanas pero… tuve el tiempo, la inspiración y ¡Salió otro cap para deleitar! Lo que debo anunciar que el próximo capítulo ya será del todo en el baile así que… ¡Más vale prepárense! xD porque se viene ¡Locuras, dramas, revelaciones y más!
Pasen una buena semana, los quiero xD *Sí, ando muy contenta aunque no debería de estarlo con ese final...pero me agradó como quedó, ¿Qué piensan ustedes?*
¡Y Sunny Honey, fuera!