La Redención de Twilight
Chapter 13: Promesas
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Siahm no podía dejar de ver la urna en la que se encontraban los restos de su padre, sin creerse lo que acaba de pasar y lo retorcido que se acaba de volver todo. Durante los últimos tres años se habia imaginado como sería el volver a la casa en donde vivía el y su madre acompañado de su papá, la fiesta que harían, los vítores que darían en su nombre, el respeto y honor que iba a obtener… Y ahora todo se habia esfumado, como si se hubiera tratado de una vela encendida a la que le soplas para que se apague.
Asi era como se habían esfumado sus sueños de grandeza. Durante gran parte de su vida, fue tratado de mala forma entre los que vivía, su condición de hibrido en vez de ser una bendición termino siendo un problema conforme los años pasaban, no por su familia, su familia lo amaba, pero la tribu… Esa era otra historia.
Su madre habia sido una de las principales chamanes en una de las tribus más importantes de la Pradera, la llegada Storm Ice y su posterior casamiento no fue mal visto ante los ojos de los ancianos de la misma, ya que era común ver ese tipo de uniones desde hacía mucho tiempo atrás, solo habia una cosa que no debían hacer, la única regla de oro. No tener descendencia entre ambas especies.
Una regla que se rompió cuando nació el hibrido. Según las creencias de las cebras, el hecho de que naciera un ser entre esas especies era una señal de mala agüero, algo que traería la destrucción y la ruina a sus tierras, junto con la muerte y la desgracia. A partir de ese momento las cosas empezaron a ir de mal en peor, repudiaron a toda la familia a una zona lo suficientemente lejos de la aldea principal, la madre de Siahm fue alejada de su puesto de chaman a uno de recolectora en donde apenas y conseguía lo suficiente para ella y su esposo, mientras que para el poni fue prohibida la entrada a la aldea.
Al ser educado por dos culturas diferentes, Siahm trato de encajar como pudo en la aldea, y a pesar de que con muchos esfuerzos le permitieron formar parte de la algunos ritos de iniciación para formar parte formalmente de la tribu, siempre fue excluido y menos preciado, destacaba en más cosas que la mayoría de los demás jóvenes lo cual fue lo que le permitió quedarse ahí, sin embargo para cosas más específicas nunca fue el candidato, la mayoría de cebras seguían pensando que era una mala idea tenerlo en la aldea aunque fuera tan solo por unas horas al día.
Storm Ice se vio obligado a viajar por el país y con el poco dinero que aun tenia de Equestria empezó un pequeño negocio en la capital de la Pradera, negocio que luego dio frutos y le permitió extenderse un poco más, cuando desapareció… Siahm recordó bien como le echaron la culpa de eso, como le ordenaron que lo buscara y luego al final como reconocieron su muerte en la tribu y terminaron por deshonrarlo.
A vista de todos la desaparición de su padre, fue su culpa por su misma condición de hibrido.
Uno pensara que al ser tratado así de mal por las cebras, Siahm buscaría tratar con ponis, pero los pocos que habia en la Pradera eran en su mayoría recelosos y rara vez intercambiaban alguna palabra amable con él. No fue hasta después de un tiempo que se enteró de la Reina y supo que la actitud de estos se debía de suponer a eso.
Asi que dispuesto a salvar su honor, el de su madre y el de poder al fin tener el derecho para tener un lugar digno en la tribu, lo llevo a buscar a su padre. Y fue ahí, cuando Sharp Sword apareció en su camino, fue así como supo que su padre habia terminado en esa maldita fabrica, pidió que se lo entregaran, que pagaría lo que fuera, pero el pegaso ofreció un trato.
Encontrar a un poni unicornio, de tonos de color gris y atraparlo, y Asi intercambiarían prisioneros. Entendió que Sharp tenía una cuenta pendiente con ese unicornio que tanto quería encontrar y al preguntar por qué le interesa tanto, solo respondió que ese mismo poni era el que habia guiado a su padre hasta su fábrica. El hibrido al escuchar eso, acepto el contrato sin titibudear.
Pasaron los años, renio información y cuando estaba siguiendo un rastro erróneo se encontró con Twilight y Discord que al parecer estaban buscando al mismo poni, y cuando lo encontró supo cómo los desviaría para poder llevarlo hasta Sharp.
Y ahora que al fin lo habia hecho, se habia dado cuenta que todo fue una estafa, y que además le habia entregad a otros dos rehenes a ese estúpido pegaso para crear sus estúpidas fórmalas de magia. Se habia convertido en lo que más habia odiado, y no sabía qué hacer.
Se imaginó la vergüenza que sentiría su madre cuando le contara lo que habia pasado, la humillación que pasaría cuando entrara en la aldea con esa urna estúpida. Eso era lo que menos le importaba , lo que más le importaba era poder sacar de ahí a sus compañeros de viaje. Grey Light le daba igual, pero habia llegado a sentir afecto por Twilight y por Discord, hasta el punto que realmente importaban. Tenía que encontrar la forma de sacarlos, a como dé lugar.
—Si estuvieras aquí, de seguro sabrías que hacer y qué decir. —Mascullo dirigiéndose a los restos de Storm Ice.
"Discord y Twilight... Están aquí por mi culpa" Pensó con enojo, mientras las lágrimas salían por sus mejillas como muestra de toda la repugnancia que sentía por sí mismo en ese momento. Miro la urna ¿Ahora con qué cara regresaría a la aldea? ¿Con qué cara vería a su madre?
"Jugo conmigo... Pero no dejare que esto se quede así. "Se levantó y puso un casco en la tapa del recipiente donde estaban los restos de su padre, dispuesto a hacer una promesa que no podría romper hasta que esta se viera saldada o muriera en el intento.
— ¡Yo Siahm, lo prometo y lo juro aquí y ahora que no descansare hasta que vea a mis amigos a salvo! ¡Lo juro con los restos de mi padre aquí como testigos de la promesa que estoy haciendo! ¡Le diré a Sharp Sword que los libere —Hizo una pausa —¡Si él no los libera, entonces lo haré yo! —Volteo a ver la urna. —Padre, llegó demasiado tarde para tratar de recuperar tu honor o el mío, pero aun puedo recuperarlo salvando a esos ponis. O al menos evitar quedar más deshonrando de lo que ya estábamos. —Hizo una pausa. —Prometo que aunque sea esto lo haré bien, aunque tenga que desmantelar la fábrica pedazo a pedazo. Lo juro.
...
...
...
— ¿Twilight? —Susurro Discord a su amiga después de que habían pasado varias horas desde que se habia ido el pegaso.
— ¿Si?
— ¿Grey light está bien? —Pregunto en tono preocupado el draconequus. —Desde hace ya unos minutos que no se mueve de esa posición.
La alicornio volteo a ver al unicornio y vio que tenía los ojos cerrados y respiraba de forma lenta y tranquila, aunque su expresión no denotaba esa tranquilidad, parecía como si estuviera en un sueño con movimiento en el que pasaban cosas que no le gustaban para nada.
—Solo está dormido. —Suspiro. —Esta vez vaya que si nos metimos en un problema grande ¿Verdad?
—Pues… Te diré. —Discord no pudo evitar sonreír. —Me he metido en tantos problemas a lo largo de mi vida.
—Me refiero a que estaremos aquí atrapados hasta que se le antoje a ese estúpido. —Dijo Twilight con cierto enojo. —Ninguno de los tres puede usar hechizos y para nuestra buena o mala suerte, jamás aprendí a abrir cerrojos o a explotarlos sin ayuda de algún hechizo.
—En eso estas equivocada querida. —La interrumpió su amigo.
— ¿Acaso sabes abrir cerraduras a pezuña o con explosivos?
—Eh… No.
—Entonces me quede sin ideas.
—Es que simplemente no es necesario, querida Twilight. —La alicornio lo volteo a ver sin comprender que estaba pasando exactamente, el espíritu del caos rio al ver la confusión de su amiga. —No es necesario, por lo menos cuando estoy yo aquí ¿No te has percatado que sigo en mi forma de poni?
—Es cierto… Te iba a preguntar hace un rato porque podías seguir haciendo el hechizo… ¿Acaso pudiste salvar parte de tu magia?
— ¿Qué? No, claro que no, eso no se puede, al menos hasta donde sé. —Miro la cerradura durante unos segundos, luego le dio unos golpecitos con el casco y esa se abrió sin problemas, dejando su jaula abierta de par en par.
— ¿Entonces?
—Fácil. —Dio un paso hacia adelante y empezó a levitar en medio del aire, la alicornio pensó enseguida en que Discord estaría usando sus alas, aunque estas no se vieran. Se dirigió hasta la jaula de Twilight y repitió el proceso con su cerradura hasta que esta se abrió. —Estos idiotas solo saben contener la magia del tipo armonía. Mi magia es del caos, así que su estúpido juguete no afecta a mi persona.
Le extendió un casco a la poni color lavanda, invitándola a dar un paso al frente para ayudarla a bajar, algo desconfiada, le tomo el casco al draconequus que los hizo levitar a ambos hasta que llegaron al suelo. Una vez ahí, Twilight se tardó un rato en acostumbrarse a la nueva altura y al suelo, al estar tantas horas (O días tal vez) en una jaula en medio del aire le habia desacostumbrado a sentir la tierra bajos sus cascos.
—Pudiste haber dicho eso desde el principio ¿Sabes? —Mascullo una vez que se hubo recuperado y empezaba a probar su magia iluminando su cuerno y haciendo levitar algunos objetos pequeños. —Me habrías ahorra la preocupación.
— ¿Y dejar que ese estúpido pegaso supiera quienes somos así de fácil? No gracias. —Hizo una pausa. —Tenía que cuidar nuestras identidades, no solo de Sharp, si no también de nuestro amigo de ahí arriba.
Ambos voltearon a ver a Grey Light, las jaulas estaban a unos cinco metros de distancia del suelo. De forma pensativa, Twilight se puso a pensar en los horrores que harían en ese lugar y en que el unicornio habia ayudado para que estos tuvieran lugar llevando a todos esos ponis ingenuos hasta ahí, pero sin embargo habia dicho que habia hecho algo para tratar de detenerlos ¿Qué se suponía que ahora pensara de el? ¿Le tendría que tener lastima por todo lo su familia o enojo por no tratar de saber que era lo que haciendo con todos esos ponis que conseguía?
—¿En qué piensas? —Pregunto Discord sacándola de su menta y devolviendo a la realidad.
—No es nada importante. —Aseguro, luego volvió a ver la jaula.
— ¿Deberías bajarlo o dejarlo aquí?
—No creo que se correcto dejarlo aquí. —Mascullo la alicornio.
—Sería un castigo adecuado.
—Sería uno muy cruel. —Miro al draconequus. —Además, sin él ni sabemos a dónde ir. Debe de conocer un poco la instalaciones y como llegar a donde sea que vayamos ahora.
—He de reconocer que en eso tienes razón. —Soltó un suspiro y ya estaba por dirigirse a abrir la jaula del unicornio cuando se escuchó como una llave giraba los postigos de la puerta que hasta el momento habían estado cerrados. Intercambiaron una mirada apurada.
— ¡Apaga las antorchas y ponte del lado derecho de la puerta! —Indico Discord a la poni que se limitó a asentir y a lanzar una ráfaga de aire por todo el cuarto apagando las antorchas.
La puerta se abrió, dejando ver una sombra sin rostro que entro en la habitación, apenas y se atrevían a respiraron miedo a que los descubrieran. La única luz que en ese momento estaba dando un poco de luz a la cueva era que entraba por la puerta, pero esta pronto se fue en cuanto el recién llegado la cerro.
Esperaron hasta que oyeron pasos que se dirigían hacia las jaulas ¿Qué pasaría si se trataba de Sharp y veia que las jaulas de dos estaban vacías? ¿Daria una alarma? ¿Descubriría quiénes eran? Twilight esperaba atentamente a que el draconequus diera una señal para abalanzarse en contra de quien fuera el que estuviera ahí con ellos.
— ¡Ahora!
La alicornio ilumino su cuerno mas no poder, para segar a cualquiera que no estuviera acostumbrado a ver ese tipo de hechizos, acto seguido se escuchó una maldición de una voz desconocido para luego ser remplazada por el sonido de un puñetazo en algo y después el forcejo entro dos.
— ¡Prende las antorchas! —Grito desde algún punto de la cueva Discord.
Obedientemente, la poni color lavanda enciendo las antorchas para volver a tener visibilidad de lo que estaba pasando.
Grey Light miraba todo desde arriba, sin comprender bien que estaba pasando, aún estaba tratando de definir las partes que habían sido de su sueño y las que eran la realidad. Se foto los ojos con los cascos y se preguntó qué diablos estaban haciendo sus dos clientes ahí abajo lejos de las jaulas. Sus dudas crecieron aún más cuando se dio cuenta de que habia un tercero con ellos.
— ¿Qué mierda está pasando? —Pregunto al fin. — ¿Qué hacen ahí? ¿Cómo salieron?
Ninguno de los dos respondió a sus preguntas ya que estaban más interesados en saber quién era el recién llegado, mientras Discord seguía forcejeando con él, Twilight aprovecho para lanzar un hechizo de levitación e inmovilizarlo.
— ¡Que soy yo! ¡Que soy yo! —Chillo espantado el hibrido que en ese momento se quitó la capucha de viaje que se habia puesto sobre la espalda y le cubría también la cabeza.
—Vaya, vaya. —Mascullo en tono amenazador Discord que se acaba de acercar hasta Siahm. —Si tenemos con nosotros a la pequeña ratilla, al pequeño traidor.
— ¡Yo no soy un traidor!
—Ahorra tus pablaras, por favor. — Pidió Twilight, que en ese momento sintió como el enojo crecía dentro de ella. — Por algo estamos aquí ¿No? Digo, nadie sabía dónde estaba esto a menos de que ese alguien trabajara aquí,
— ¡Yo no trabajo aquí! —Siahm negó con la cabeza. —Escuchen… Todo esto fue una confusión. Estoy aquí para ayudarlos.
— ¿Ayudarnos? ¿A qué? ¿A caminar al extractor?
— ¡No! Venía a sacarlos de esas jaulas. —Saco de una bolsa interior de la capa de viaje las llaves de las jaulas y los calabozos. —Aunque creo que se me adelantaron ¿Cómo salieron de ahí?
—Si ¿Cómo lo hicieron? —Pregunto al unísono Grey Light que tenía la misma duda.
— ¿Por qué nos trajiste aquí, eh? ¿Cuánto te ofrecieron? —siguió preguntando Discord sin hacerle caso al unicornio.
—Escuchen, todo fue una confusión— Suspiro. —Miren… Yo trabajo (o mejor dicho trabajaba) para Sharp Sword.
—Creo entonces que no necesito más explicaciones.
—Hay mas ¿Esperen, si? Él no me dijo que los trajera a ustedes, el me pago para que lo trajera a él. —Apunto hacia donde estaba el unicornio.
— ¿A mí?
—Si a ti maldito, a ti. —Dijo con rabia el hibrido. —Solamente por ti. Y vaya que quería encontrarte.
— ¿Por qué a Grey Light? —Inquirió con curiosidad Twilight. — ¿Qué tiene el de especial?
—Sharp siempre me quiso encontrar después de lo que hice esa última vez aquí… —Grey sacudió la cabeza. —Se los mencione ¿No lo recuerdan?
—Es cierto. Debiste de haber hecho un gran destrozo para que mandar a alguien por ti.
—Si lo hice, pero sé que ni con eso pude enmendar el grave error de haber vendió a trabajar aquí…
—Esa es la razón de Sharp, pero no la mía. —Mascullo Siahm, interrumpiendo lo que estaba diciendo el unicornio. — ¡Tu maldito, trajiste aquí a mi padre! ¡Y por eso el ahora está muerto!