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La Redención de Twilight

by Rombla

Chapter 12: Magia AC

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Capítulo 12: Magia A.C

Siahm estaba sentado en la habitación que le habían dicho los trabajadores de Sharp Sword que esperara. Se miraba las pesuñas con nerviosismos y no paraba de ver el reloj que tenía colgado en la pared el cuarto para después ver la puerta. Pasados unos minutos, algo ya harto y sin poder controlar más su nerviosismo se levantó y empezó a caminar de un lado a otro mientras respiraba profundo y trataba lo mejor que podría calmarse.

Odia ese maldito lugar, con todas sus fuerzas.

"Lo haces por papá, para recuperar su honor" se repitió varias veces, mientras el aprendizaje de su madre cebra influía en él. Lo haces por papá, para recuperar su honor"

Miro el reloj de nuevo. Habían pasado ya diez minutos ¿En dónde diablos se habia metido ese poni tan detestable?

"Lo haces por papá, para recuperar su honor"

Pasaron, quince minutos, veinte, treinta… Una hora completa y sus nervios no dejaban de empeorar cada segundo que pasaba, hasta que finalmente la puerta se abrió, dándole paso al pegaso de crin rojiza y piel naranja. A Siahm el siempre hecho de ver a Sharp Sword lo ponía muy nervioso, no por el hecho de que este tuviera más de una cicatriz en la cara, si no porque algo en su mirada, le decía que no confiara en él.

"Lo haces por papá, para recuperar su honor"

Este entro de forma casi majestosa en la habitación, mientras que el hibrido se limitaba a verlo de forma temerosa, casi con terror. Aun así, controlo su respiración y su expresión facial para evitar que el recién llegado se diera cuenta.

—¡Y aquí está el poni del año! O debería decir la cebra del año. —Soltó una sonora carcajada mientras le daba unos golpecitos en el hombro. — ¡Vamos Steven, sabes que solo son bromas!

—Siahm. —Lo corrigió el aludido.

—Lo que sea. —Sharp lo miro con júbilo. — ¡Deberías de estar feliz muchacho! ¡Al fin cumpliste tu cometido!

—Eso era lo que tenía planeado.

— ¡Y además con mucha eficacia! Mucha más de la que esperaba de un hibrido. —Rio, mientras que Siahm apretaba la mandíbula con fuerza, mientras trataba de conllevar lo mejor que podía las burlas del pegaso. — ¿Sabes cuantos años llevamos tras ese unicornio?

—Sí, bastantes. —Hizo una pequeña pausa. —Señor Sword, si no le molesta… Me gustaría que habláramos de su parte del trato.

—Vaya, vaya, pero si ni siquiera eres bueno para disimular lo mucho que quieres irte de aquí. —Sharp lo miro de arriba abajo. — ¡Por lo menos tomate una copa de algo! ¡Para que se te baje el susto!

—Me limitare a aceptar los suministros que me proporcione para regresar, gracias. —Espero de nuevo. —No quiero importunarlo, pero quiero mi parte del trato.

— ¡Claro, muchacho claro! —Le dio unas palmadas en el hombro. — ¡Tu padre, claro! Me pregunto porque tu no saliste unicornio como el, así tal vez me hubieras sido de mayor utilidad ¿Entiendes?

Siahm sintió como le recorría un escalofrió por la espalda al escuchar eso y por primera vez en muchos años se sintió afortunado de su condición de hibrido. Se trató de calmar diciéndose a sí mismo que gracias a su misma naturaleza no lo podrían tocar para hacerle lo que fuera que le hicieran a los ponis en ese lugar.

—Sígueme —Índico el pegaso que se dirigía a la puerta del cuarto para salir. — ¡Y sonríe un poco! ¡No te vendría mal!

En cuanto salieron de la habitación la iluminación bajo un poco, Sharp sabia para mantenerse fuera del radar de las princesas y de cualquiera que pudiera denunciar su negocio, tenía que estar en un lugar que no levantara sospechas.

Precisamente, ese lugar en el que estaban era eso. Muchos años atrás, habia sido uno de los principales sitios de reunión para todas las manadas de Kaoru, desde las más antiguas hasta las recién nacidas para tratar asuntos de guerra, alianzas y uniones entre una o más manadas pero ya habían pasado años desde eso así que el lugar estuvo abandonado por años.

Hasta que Sharp dio con él. Se trataba de una red de túneles que habia sido hecho de forma natural por el rio subterráneo que corría por debajo de la montaña en la que se encontraban. Los Túneles del Dialogo era su nombre oficial entre los lobos y estaba casi al límite del continente con el mar.

Ahora, todo el lugar estaba dividido por áreas diferentes para poder hacer el proceso del retirado de la magia mucho más rápido y con mayor eficacia, en el lugar trabajaban en total unos doscientos empleados de diferentes especies que iban desde ponis hasta jaguares.

—Permíteme darte un pequeño tour dentro de mi humilde empresa. —Le dijo el pegaso al hibrido que veia el suelo del pasillo rocoso en el que se encontraban mientras salían de la zona de habitaciones. —La máquina de los unicornios es la más alejada de aquí, así que podrás ver casi todo.

Siahm no sentía ningunas ganas de ver nada de lo que hicieran ahí, quería ir por su padre e irse lo más rápido que le permitieran sus piernas. Aun así, vio y escucho de mala gana las explicaciones que le daba Sharp.

Lo primero que vieron en cuanto salieron de la zona de hospedaje fue la zona de transporte de la mercancía que hacían en Magia A.C en su mayoría eran especies que el hibrido jamás habia visto y cargaban con unas cajas enormes en los lomos o las tenían atadas en una especie de trineo detrás de ellos.

La magia estaba dividida en tres, terrestres, pegasos y unicornios. La primera sala que vio de la extracción fue la de los terrestres pero al ver como dejaban a los pobres ponis débiles y casi sin vida para extraerles una porquería de su magia tuvo que retirar la vista de forma apresurada.

"Lo haces por papá, para recuperar su honor" Se repitió, como si fuera una frase mecánica para calmarse.

Después llegaron a la cámara central, en donde todos los túneles se conectaban y ahí fue donde no pudo evitar abrir la boca hasta el suelo.

— ¿Increíble no? —Le dijo Sharp sonriendo. — ¡Esto es mi mayor orgullo!

Justo en medio del espacio de la cámara central, habia una gigantesca esfera de cristal con varios tubos que iban en todas las direcciones de los túneles y de estos llegaba magia de todo tipo.

— ¿Qué… Que es eso? —Pregunto sin poder evitarlo el hibrido.

—Aquí, muchacho, es en donde se recolecta toda la magia que se saca de cada uno de los ponis que llegan aquí. —Señalo la parte de debajo de la esfera, donde n vez de ser trasparente era de metal y de ellas salían tres grifos que parecían de agua. —Cuando la magia va a ser embazada, es separa en esa parte y así le depuramos de impurezas y demás. Como ves, está conectada hacia todas las zonas de los túneles.

Siahm trago saliva, imaginándose cuantos ponis había en ese lugar para juntar tal cantidad de magia. "Estos sí que no se toman nada a broma." Pensó. De forma distraída miro hacia donde extraían la magia del contenedor para guardarla en los frascos que posteriormente eran guardados en cajas para luego ser trasportados a otros lugares

Sus pasos siguieron a Sharp Sword que lo encaminaba hacia otro túnel, en la entrada de este el hibrido leyó "Sala de unicornios" Trago saliva ya que la garganta la sentía seca de repente, habia pasado noches en vela pensando en ese momento que estaba a punto de vivir, después de tantos años volvería a ver a su padre.

—Vamos chico, esta sala conviene que se desaloje de algunos huéspedes lo antes posible. —Le indico el pegaso mientras doblaba en una de las tantas ramificaciones que tenía el túnel.

Siahm se apresuró a seguirlo, no le gustaba la idea de quedarse solo en el ese pasillo a casi completa oscuridad. Doblaron otra esquina, esta vez hacia la derecha caminaron otro pequeño trecho hasta que finalmente Sharp se paró enfrente de una puerta que estaba cerrada. Busco en su llavero la llave de la puerta y esta se abrió con un rechinar que hizo eco en todo el pasillo.

En el interior habia unas antorchas que alumbraban de forma tenue con un resplandor azulado, el pegaso camino hacia adentro seguido del hibrido que hasta ese momento se dio cuenta de que habia altas repisas con diferentes urnas que estaban etiquetadas.

— ¿Cuál era el nombre de tu padre?

—Storm Ice. —Respondió casi de forma automática.

Sharp asintió, y le indico por dónde ir, hasta que finalmente llegaron a una de las urnas, la tomo y se la dio a Siahm que no comprendió muy bien que significaba eso.

— ¿Es acaso algún tipo de broma?

— ¡Claro que no! Te estoy devolviendo a tu padre. —Dijo en tono ofendido el pegaso. —O al menos lo que queda de él.

— ¿Qué es esto?

—Son sus cenizas, idiota. —Sharp empezaba a sentirse exasperado. — ¿Por esa mirada? ¿Acaso pensabas que seguía vivo por alguna razón divina?

—Esto… Esto… —Miro la urna y sintió un horrible vacío en su interior al igual que una enorme tristeza. — ¡Esto no es lo que tu dijiste! ¡Esto no es parte del trato! —Grito furioso.

—No me alces la voz. —Hizo una pausa. —Te dije que te lo entregaría, todo lo que aún quedaba de él. Sano y salvo y sin trucos. Y aquí esta, en su urna, completito. No le falta nada. Bueno, a excepción de vida y magia. —Rio por lo bajo.

—Pero… pero… —Siahm se aferró a los restos de su padre como si fuera la única forma de no hundirse. —Nunca dijiste que estaba… que estaba…

— ¿Hubieras aceptado el contrato y hubieras traído a Grey Light si te mencionaba eso?

El hibrido se quedó sin habla, mientras contenía las lágrimas de rabia y tristeza que quería salir de sus ojos.

—Eso pensé. —Sharp se dio la vuelta, para salir de esa sala. —Puedes quedarte aquí esta noche, pero a más tardar mañana quiero que te retires. —Hizo una pausa. —Después de todo, nuestro contrato ya ha terminado.

—Fue Siahm. —Le susurro Discord a su amiga después de que habían pasado varias horas y Grey Light se quedara dormido. —Todo el tiempo fue Siahm.

— ¿No recuerdas que te hizo?

—Solamente recuerdo que voltee a verlo y de repente sentí el golpe como de una rama, trate de detenerlo pero no pude… Tal vez estaba usando algo de magia. Eso explicaría por qué mis poderes no funcionaron con él.

—Tal vez. —Soltó un suspiro. —Oye, si esto tiene inhibidores de magia entonces ¿Por qué…?

La pregunta de Twilight se vio interrumpida cuando a la puerta de la mazmorra se volvió a abrir, como la vez anterior por ella entro Sharp Sword con una sonrisa nada buena en el rostro. El unicornio se despertó con el sonido y miro de forma desconfiada al pegaso.

— ¡Creo que con el tiempo que los deje solos fue suficiente para que Light aquí presente les dijera nuestra honorable tarea! ¿No es así Light?

Intercambiaron miradas, la de Grey llena de un odio puro hacia Sword y la de este último con cierto aire de suficiencia y reto. Como si estuviera viendo un trofeo.

—Es bastante impresionante. —Dijo Discord llamando la atención del pegaso.

—Lo sé, es bastante. —Soltó una risotada. — ¡Somos los mayores proveedores de magia en todo el mundo! Claro, en el mercado negro.

—Aunque tengo una duda. —Continúo el draconequus como si no hubiera oído a Sharp.

— ¿Y cuál duda es esa?

— ¿Cómo le hicieron para que durante todos estos años nadie en Equestria se enterara? Por lo que nos dijo él—Apunto hacia el unicornio. —Deduzco que tu negocio empezó mucho antes de que la Reina Oscura existiera.

—Y no te equivocas. —Sharp sonrió. — ¡Eres muy listo! Me caes bien. Tal vez me quede contigo un poco más. —Hizo una pausa mientras su sonrisa se ensanchaba. —Magia A.C nació en pleno apogeo del reino de Celestia, como un pequeño proyecto al inicio y después se hizo más y más grande. Perfeccionamos la extracción de la magia de cada especie y sacamos el máximo provecho de cada gota que se saca.

—No has respondido a una de mis preguntas.

—Ah claro, como no se enteraron. —Su sonrisa desapareció. —Las princesas quieren mucho a sus súbditos, o al menos eso decían decir hasta que la "Princesa de la Amistad" mando todo a la mierda con la Reina. —Rio un poco. —Tal vez debería de agradecerle, gracias a ella me quite de encima a gran parte de mis problemas. En fin, yo empecé en la Pradera, pero conforme Equestria iba formando sus estúpidas redes comerciales con todos los países vecinos que tenía al alcance, tuve que irme moviendo con mayor frecuencia hasta acabar aquí.

—Supongo que las princesas tenían espías.

—No te equivocas. Aun así, siempre los descuba. Su magia servía para completar pedidos extremadamente largos. —Hizo una pausa. — ¡Ah las princesas! Todos las consideramos casi diosas hasta cierto punto…. Hasta que descubrimos que solo son unas ingenuas ¿No es así, Light?

Volvió a reír, mientras que Discord y Twilight sentían un escalofrío en la espalda, pensando en todos lo ponis que habían usado Celestia y Luna para tratar de detener a ese lunático que tenían enfrente.

—Ah en fin. —Sharp los volteo a ver. —Fue divertido en cierta forma. Pero gracias a la Reina… Vaya. Con el cierre de fronteras de Equestria y con miles de ponis sin poder salir del país a realizar los trabajos que necesitaban forzosamente magia, la demanda de esta fue tal… Que vaya ¡me he vuelto millonario en unos cuantos años! Aunque no deje abandonado este lugar, no claro que no… Es mi hogar, no podría.

—Pensé que tal vez después de lo que hice aquí, hubieras pensando en que esto que haces es una locura. —Murmuro el unicornio.

— ¿Locura? —Se acercó a este. — ¿le llamas a esto locura? ¡Por todos los cielos, Light! ¡Esto es avance! ¡Es industria! ¡Es el futuro! ¿Entiendes? ¡EL FUTURO!

— ¿Matar a los de tu propia especie es el futuro? —Pregunto Twilight interrumpiendo lo que fuera a decir el pegaso a continuación.

—Veo que les contaste esa parte, Light. —Miro a la alicornio. —Ah querida, yo no los mato. No… Claro que no… Eso ¿En qué me convertiría?

—En un monstruo eso es lo que ya eres.

— ¿Un monstruo? —Volvió a reír. — ¡No me vengas con esas tonterías! ¡El verdadero monstruo esta allá en Equestria! ¡Esa que se hace llamar Reina oscura y mata por hobbie y por poder! ¡Eso es un monstruo! —Rio por lo bajo mientras se acercaba de nuevo a la jaula de la poni color lavanda. —Eso es un monstruo, lo que yo hago… Esto solo son negocios.

— ¿Negocios? —Discord lo miro con incredulidad.

—Mis compradores tienen una necesidad, quieren magia. Y yo, se las proporciono. —Hizo una pausa y los vio a los tres. —Deberían de verse la cara, llena de incredulidad. Les sorprendería, la mayoría de mis clientes son especies "amigables con los ponis" —Sonrió, divertido. —Son amigables con nosotros porque nos necesitan, pero en cuanto dejan de tener esa necesidad… ¡Solo piden mi magia y ya está!

Se quedaron en un largo silencio. Poco a poco Sharp descendió hasta el suelo, viéndolos desde abajo, sintió una gran satisfacción, desde hacía mucho tiempo que no tenían tan buenos especímenes dentro de las instalaciones de su extractora de magia. Y eso que no tenía ni la menor idea que dentro de esas jaulas tenía a una alicornio y al dueño y señor del caos.

"Tres unicornios, con eso bastara para el pedido de los yaks" pensó mientras se daba la vuelta para salir por donde habia venido, estaba ya abriendo la puerta cuando recordó algo importante que aún no les habia dicho a su invitados temporales.

Soltó una carcajada y salió por la puerta, escucharon aun así después de unos segundos su risa perdiéndose por el eco de las cuevas.

—En serio, esa risa no me agrada nada. —Mascullo Grey mientras se volvía a tumbar en el suelo de su jaula.

—Bueno… Podrán decir lo que quieran de Sharp… Pero es bastante inteligente.

— ¿A qué te refieres? —Pregunto Twilight.

—Eludir a Celestia no es fácil, ni mucho menos a Luna. —Hizo una pausa. —Sea lo que sea que haya hecho este poni, lo hizo bastante bien.

Se quedaron callados después de eso, sin saber que decirse, cada uno en sus propios pensamientos y entre ellos habia una nube de incertidumbre terrible. Sin magia, sería muy difícil salir de donde fuera que estuvieran. Y de seguro estaban tan lejos de todos lados que nadie notaria la desaparición de tres ponis y un hibrido.

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