La Redención de Twilight
Chapter 14: Planes
Previous Chapter Next ChapterSe quedaron callados, sin saber que decir, más de lo que ya se habia dicho.
—Me imagino que eres el hijo de Storm Ice. —Se limitó a decir Light.
— ¡No digas su nombre! ¡No te atrevas a deshonrarlo de esa forma diciendo su nombre!
— ¿Cómo lo sabes, Grey? —Pregunto impresionado el draconequus.
—Fue uno de mis clientes más frecuentes una vez que me mude a la Pradera. —Explico el unicornio. —Se podría decir que fue uno de los pocos amigos que hice durante esos cinco años, cuando deje de trabajar aquí. Me hablo muchas veces de su esposa y su hijo hibrido… Aunque nunca menciono tu nombre, Siahm.
— No me hables. —Pidió el aludido. —Por tu culpa tuve que hacer todo lo que hice hasta el momento.
—No me eches la culpa por tus exacciones, pequeño idiota. —Se limitó a decir en tono amenazador el poni que miraba con cierto desprecio al hibrido. —Lo que hiciste para traerme aquí, lo hiciste tu solito. Yo solo soy la moneda de cambio por lo que dio a entender Sharp.
—Pensé que el cuento de tu papá también era una mentira como todo lo que nos contaste. —Discord se acercó a la cara del hibrido y lo miro de forma amenazadora. — ¿Cómo sabemos que no estas mintiendo?
—Ustedes no estarían aquí si no fuera porque ese bastardo le hizo esas cosas a mi padre. —Respondió con el mismo tono.
— ¿Qué paso con su padre, Grey Light? —Pregunto Twilight que aun seguida sosteniendo a Siahm.
El unicornio soltó un suspiro mientras hacía memoria de los acontecimientos que habían terminado en la muerte de Storm Ice y de otro poni.
—El grupo en el que él iba fue… Fue el último tour que hice, antes de retirarme, antes de que ustedes llegaran a pedirme que los llevara al país de los dragones. —Hizo una pausa. —Fue el primer y último viaje que hice hacia Drako. Iban en total cuatro ponis y cinco cebras. En total perdimos a dos ponis… Entre ellos, el padre de Siahm.
— ¡Tú lo guiaste hasta este lugar!
— ¡Yo no lo traje aquí! —Respondió en tono imponente Grey. —Quiero que quede algo muy en claro, hibrido, yo nunca les deseaba ni les hacía algo malo a mis clientes. Y mucho menos a un buen amigo, y buen poni como Storm Ice.
—Mientes.
Light soltó un suspiro de exasperación.
—No sé qué clase de mierda falsa te haya inventado el estúpido de Sharp, pero de seguro no tienen nada que ver con la realidad. —Lo miro de forma severa. —Tu padre y el resto de los que venían con él pagaron para ser llevados hasta Drako. Algo que cumplí, por cierto. Entraron y salieron de ahí sin ningún problema. En el regreso fue cuando todo se fue a la mierda. Sharp nos tendió una trampa… Debí de haberlo adivinado. Lo sé. Aun así no me rendí, sabía que el fábrica de Sharp estaba aquí, así que vine trate de liberarlos a todos los que eran parte de mi expedición y a los demás que me encontraba pero cuando llegue a donde estaba Storm Ice, ya era demasiado tarde.
—No… —Los ojos de Siahm se llenaron de lágrimas. —Eso… ¡Eso es mentira! ¡Sharp me dijo…!
— ¿Confías en Sharp? —Pregunto Light de forma dura, a lo que el hibrido respondió moviendo la cabeza de un lado a otro de forma negativa. —Eso pensé… Escúchame, durante un tiempo pensé que todo lo que me decía ese maldito era verdad, que hacíamos algo bueno… Hasta que supe que era lo que hacían aquí. Lamento la muerte de tu padre, pero… No pude hacer más. Todo lo que estaba al alcance de mis cascos lo hice. Era yo, contra todos los que están allá afuera. Y sabes que no son pocos.
Siahm dejo que las lágrimas salieran de forma libre de sus ojos, lágrimas de ira mezcladas con las de tristeza y dolor, habia sido un idiota al creer en serio en todo lo que le habia dicho el pegaso.
—Él me dijo que tú lo trajiste aquí, que tú lo habías llevado a la extractora hasta casi dejarlo muerto… —Miro hacia el suelo de forma humillada. —Debía de estar hablando de él mismo.
—Probablemente. —Miro con lastima al hibrido. —Escucha, sé que Sharp tienen una forma muy peculiar de engañar a los demás, pero podemos salir de aquí… Juntos. Y hacerle probar una cucharada de su propia medicina.
Siahm se quedó callado, mientras se limpiaba el rostro lleno de lágrimas que de tener una expresión triste poco a poco se fue trasformando en una mueca de odio y determinación que pocas veces habia sido vista por los ahí presentes.
—Lo sé, ahora lo veo claro. —Dijo al fin, mientras los miraba. —Venía a rescatarlos, pero creo que no necesitaban mucho mi ayuda ¿Co o fue que salieron de las jaulas?
—Eh… —Discord se puso nervioso enseguida, sin saber que decir.
—El mecanismo inhibidor de la jaula de Discord empezó a fallar. —Explico Twilight sacando del apuro a su amigo. —En cuanto nos dimos cuenta de eso, uso un hechizo para abrir la jaula y luego sacarme. Íbamos apenas a ir por Grey Light cuando llegaste.
—Aunque tu ayuda nos podría servir también, Siahm. Ninguno de nosotros sabe cómo está distribuido este lugar.
—Para su buena o mala suerte, solo se cómo está distribuido el lugar, pero las zonas importantes las ignoro, a excepción del recolector…
— ¿Qué importa si solo vamos a salir de aquí?
—No es tan sencillo. —El hibrido negó con la cabeza. —Yo no me voy a ir de aquí, sin haber terminado con todo este maldito lugar, no estaré en paz hasta que vea este lugar cayéndose a pedazos.
—Puede que yo sea útil en eso. —Dijo el unicornio. —Solo que necesito que me bajan de aquí primero.
Twilight tomo las llaves que llevaba Siahm en uno de sus cascos, la hizo flotar hasta la jaula de Light y abrió la puerta, después este mismo utilizo un hechizo en sus patas que amortiguarían el golpe del salto y dio un paso a vacío, quedando enfrente de los otros tres.
—No creo que sea necesario que lo sigan sosteniendo, Twi. —Les indico apuntando con la barbilla al hibrido.
Tanto la alicornio como el draconequus se limitaron a encogerse de hombros y dejaron libre a su prisionero que cayó al suelo de repente por la repentina desaparición de su prisión.
—Bien. —Grey empezó a dibujar con su casco en el suelo de tierra la sala en la que se encontraban, seguido de los túneles que aun tenia memoria y de la sala central. —En total, hay tres salidas. Una que es esta de aquí, es en donde salen y entran los repartidores de magia, pero queda bastante lejos de la zona de prisiones que es en donde estamos.
—La más cercana aquí, entonces es la puerta norte. —Siahm puso una flecha encima de la puerta que les podía servir de salida.
—Sí, esa sería la salida lógica, pero si quieres que este lugar se caiga a pedazos o por lo menos darles un golpe fuerte, tenemos que ir a la sala de calderas. Que está aquí, bastante cerca de la puerta sur. —Indico Light. —La última vez cometí el error de solos hacer estallar una triste caldera, pero no lo cometeré dos veces.
—Nosotros estamos cerca de la puerta norte y de la sala central que es en la que guardan la magia. Si destruimos el almacén podremos cerrarles el negocio por un buen tiempo.
—De igual forma si es la sala de calderas.
— ¿Y porque no destruimos los dos? —Pregunto Discord que veia atento las planificaciones del hibrido y el unicornio.
—Sería muy peligroso— Respondieron al unísono los dos aludidos.
—La oficina de Sharp está bastante cerca de aquí. —Explico Siahm. —En cuanto den aviso de fuga ira a donde sea que estemos.
—Somos tres unicornios contra un pegaso loco. —Observo Twilight. —Sin mencionar que dos de ellos pelearon en contra de la Reina Oscura. —Hizo una pausa. —Creo que podríamos manejarlo.
—Además lo mínimo que podemos hacer, es hacer que este lunático se quede fuera de este negocio por mucho tiempo, Asi dejaran de morir tantos ponis en lo que la princesa Luna hace algo. —Explico el draconequus. —-Tenemos que ir a la sala de calderas y a la sala central para que le duela al idiota.
Grey Light frunció el entrecejo mientras veia el mal dibujado en la tierra y pensaba en que sería lo más conveniente para que todos salieran de una pieza de ahí y además poder acabar con Magia A.C. Solto un suspiro.
—En ese caso, vamos primero a la cámara central y después recorremos los túneles hasta llegar a la sala de calderas para después salir por la ´puerta sur. —Los volteo a ver— ¿Están de acuerdo?
Los demás asintieron, Grey se levantó y se dirigió a la puerta.
—En cuanto abramos esta puerta, tendremos que actuar rápido. —Todos se prepararon para la pelea que iban a realizar y empezaron a pensar en diferentes hechizos que podrían usar en contra del personal de Sharp Sword. —Tres, dos, uno… —Light abrió la puerta. — ¡AHORA!
…
…
…
Sharp Sword estaba sentado en su oficina, mientras revisa con cierto aburrimiento los papeles en las que venias especificadas las ganancias del día, del mes e incluso del año con una comparación del años pasado. No le hacía falta ver y rebuscar con cuidado en esos papeles para saber que ese último año habia sido uno de los años más productivos que habían tenido.
Dejo la carta con los papeles encima de la mesa, se reclino en el salón y soltó el aire con cierta suficiencia y felicidad. Todo estaba lleno a pedir de boca. Algo que le habia costado llegar a obtener. Se recordó que tendría algún día agradecerle a la Reina por haberle quitado a las princesas del encima.
Prendió un pequeño televisor y empezó a cambiar los canales de las cámaras que estaban ubicadas en toda la red de túneles para entretenerse de un modo y para verificar que no habia ningún problema del que no le hubieran hablado antes o que aún no le hubieran avisado.
Sonrió al darse cuenta de que todo estaba bien y de que al fin después de tantos años, las cosas fueran bien.
La última vez que habían tenido un crecimiento tan alto y que la magia se vendía al por mayor fue cuando Grey Light aun trabajaba con ellos, y gracias a el habían podido levantar cabeza en esa zona tan desolada.
Light al no importarle que era lo que hacían con los ponis que el llevaba hasta ahí siempre fue uno de los recolectores que llevaba mayor "materia prima" a la extractora ya que cada poni que llevaban era igual la pago que se les iba a dar. Y en ese entonces al unicornio solo le importaba el dinero.
Hasta que llego el día en el que el unicornio descubrió todo… Y supo que era lo que pasaba con todos esos ponis que alguna vez habia llevado a ese lugar tan desolado… Y a partir de ahí, todo se fue a la mierda.
Enfurecido dejo ir a todos los ponis que pudo y además logro escapar. Sin mencionar que la primera vez que lo trataron de capturar, entre Grey Light y el padre de Siahm habían roto una de las calderas que los dejo paralizados por meses…
Pero ahora… Ahora todo iba bien.
Se puso a recordar tiempos más oscuros de la compañía, en la que sus clientes consideraban un tabú comprar magia que no era hecha de forma artificial, una época en la cual habia vivido y trabajado bajo los calientes rayos de sol de la Pradera en la espalda mientras venida en el mercado negro botellas pequeña de magia… Cerró los ojos.
Recuerdos buenos junto con malos empezaron a surgir en su cabeza y conforme se empezaba arrullar de forma casi involuntaria en su asiento, dejándose envolver por la suavidad del mismo… Estaba medio dormido cuando escucho que alguien tocaba a la puerta.
Hizo un gesto de fastidio y decidió no responder al llamado de la puerta, se acomodó en una posición más comida para seguir durmiendo cuando el ruido se volvió a repetir. Abrió los ojos esta vez enfadado y se le quedo viendo fijamente a la puerta.
"Más te vale que no vuelvas ni te atrevas a tocar de nuevo" Pensó mientras le dedicaba una mirada amenazadora a la puerta.
Un tercer llamado. Se levantó enojado de la silla y abrió la puerta de mala gana.
— ¿¡Que quieren!? —Bramo apenas al abrir la puerta sin fijarse siquiera de quien se trataba. — ¿¡Que no ven que uno está tratando de dormir!?
—Lo siento mucho, señor. —Respondió el poni que habia estado tocando la puerta. Se trataba del jefe de seguridad de Magia A.C.
Iba con una cachucha que traía las siglas de la compañía y una chamarra azul en la que venía su nombre. —pero es algo de suma importancia. —Se escuchaba preocupado.
— ¿Qué quiere ahora, Julio? —Mascullo Sharp mientras se quitaba de la puerta para dejar pasar al recién llegado. Ya estaba acostumbrado que ese poni tan nervioso y profesionista fuera a molestarlo para decirle alguna que otra cosa que no tenía la menor importancia. — ¿El foco del pasillo de pegasos ya se fundió?
—No aunque ahora que lo menciona… —Sacudió la cabeza, mientras recordaba la razón de su vista al despacho de Sharp. — No señor, es algo de mayor importancia
— ¿Entonces que es ahora?
—Señor vera… ¿Recuerda la celda en la que estaba encerrado Grey Light?
—Claro que lo recuero. Yo mismo lo puse ahí. Y me asegurare de que ahí se quede por mucho tiempo.
—Me temo que eso no será posible señor.
— ¿Y porque?
—Pues… Porque me han mandado reportes de que tres unicornios y una especie de hibrido están por ahí pelándose con los ponis de seguridad y con cualquiera que intente detenerlos… Eso incluye soltar a los ponis que eran nuestra fuente de magia.
—Espera, espera… ¿Me estás diciendo… que Grey Light y sus dos acompañantes están por los pasillos de mi fabrica… haciéndola añicos?
—Yo diría que añicos esta exagerado…
— ¡¿ENTONDES PARA QUE TE TENGO REMEDO DE GUARDIA?! —Pregunto furiosos el pegaso que en ese momento veia con una mirada asesina a su invitado. — ¡Te dije que vigilaran bien a ese cabron hibrido! ¡Y ni eso pudiste hacer!
—Pero señor…
— ¡Además que los otros tres ponis estaban en la maldita jaula con el maldito inhibidor de magia! ¿¡Cómo le hiciste para no pararlos!?
—El hibrido los ayudo.
— ¡Me cago en todo Julio! —Le dio un golpe a la mesa. — ¡¿Qué mierda estas esperando?! ¡Ve por ellos!
—El problema no es ese señor.
— ¿¡A no!? ¿Entonces cuál?
—El problema es señor que hicieron un campo de fuerza alrededor de toda la extractora centrar. —Hizo una pausa. —ya intentamos penetrarla de alguna forma, romperla, agrietarla… Pero no podemos.
— ¿Y que están haciendo ahí?
—Destruyendo la extractora, señor. Eso hacen.
AVISO:
Debido a la falta de tiempo y a los diferentes proyectos que llevo como escritora los capítulos ahora serán un poco mas cortos. Abra días en los que salgan mas grandes que otros, pero pues es para que no se asusten y pues para comprender un poco porque son cortitos. Bueno dicho eso pues buena semana y nos seguimos leyendo.
Rombla.