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Descontrol en La Realeza

by Pinkisita Pie

Chapter 6: 6. El Anuncio

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A la mañana siguiente de la fiesta, Soarin volvió a ser el mismo de siempre y se negó a darme explicaciones de lo que ocurrió la noche anterior. Con la excusa de que lo haría más adelante.

Más tarde esa mañana, mi padre me citó a su despacho para informarme de algo muy importante.

Su definición de "informar", era, lo que para cualquier persona común es la definición de "ordenar".

Después de un largo discurso de mi madre sobre la responsabilidad y las obligaciones de la mujer en una familia, se me "informó" lo siguiente:

-"Mañana por la tarde, en la reunión mensual del consejo, el príncipe va a proponerte matrimonio ante la presencia del rey y todos los miembros, te comportarás como toda una señorita y aceptarás feliz, sonando enamorada, extasiada y hasta ridícula si es posible, nadie, absolutamente nadie tiene que saber que todo está arreglado"-

Ahogué una carcajada en ese momento, ¿Soarin iba a proponerme matrimonio? ¿Él también tendría que lucir "enamorado, extasiado y hasta ridículo?

Esto va a ser Interesante – pensé.

Un día y medio después estábamos bajando de la limusina de mi familia frente al castillo de los Van Helmont.

Nuevamente estaba vestida como una modelo de portada, pero no como en las revistas de moda que yo leía, sino como en las favoritas de mi madre y mi hermana.

-Estás hecha toda una princesa- se burló Ana, ella odiaba tanto como yo la ropa que la obligaban a usar.

-Ya cállate- rodé los ojos.

-¿Pero por qué esa cara? Deberías estar radiante hermanita- me abrazó. – Por qué eso es lo que vamos a ser, ¡hermanas! Será genial, estoy segura que nos vamos a divertir muchísimo. ¿No estás emocionada?-

-¿Emocionada? Anabelle, me voy a casa con mi mejor amigo, eso no tiene nada de emocionante-

-Ese es mi sueñ , mi hermano te adora, espero que cuando a mi me obliguen a comprometerme con algún idiota, sea con alguien que me quiera como Soar ti -

Una parte de mi sabía que eso era cierto, pero yo no quería reconocerlo. También estaba consciente de que la razón por la que no quería darle demasiadas vueltas al asunto era porque tenía miedo. No quería sufrir como la última vez, no quería involucrarme con alguien y darle la oportunidad de poder romper mi corazón y mucho menos quería arruinar mi amistad con Soarin.

Entramos un salón en el que se reunía el consejo en ocasiones especiales. Todos impecablemente arreglados, charlaban "amistosamente" mientras bebían vino y se servían los aperitivos que distribuían las meseras.

-Hola guapo- pasé mis manos por la espalda de Soar, que estaba de pie junto a la ventana mirando hacia afuera.

-Hey Rain- sonrió.

-¿Nervioso?-

-Yo nunca estoy nervioso Rainbow- enderezó su espalda lo más que pudo - ¿Tú estás nerviosa?-

-¿Yo? Jamás.- desvié la mirada hacia otro punto de la sala –Bueno tal vez un poco-

-No deberías- me envolvió con su brazo. –Solo acepta y todo saldrá bien-

-Eso depende- reí. -¿Depende de qué?- estiré mi cuello para ver su reacción.

-De cuan buena sea tu proposición, si tengo que sonar como mi padre dijo, mas te vale que me des una razón Soarin

-Te sorprenderás, ya verás- sonrió.

Inhaló profundamente y soltó el aire retenido lentamente antes de hablar. –Damas y caballeros- comenzó. Pero algunas señoras en el fondo seguían charlando. Se aclaró la garganta. –Señoras, por favor.- Y al fin detuvieron su parloteo. –Quisiera que todos escucharan lo que tengo que decirle a la señorita Dash.

Todos se miraron entre sí, algunos sonreían y otros lo miraban con desaprobación, esperando alguna broma de mal gusto.

Tomó suavemente mi mano y empezó.

-Rainbow has sido mi mejor amiga desde siempre. Daría mi vida por ti y estoy seguro de que tú harías lo mismo. Quiero que sepas que no imagino a nadie más con quien compartir mis días, mis alegrías, mis tristezas. Para mí, no hay mujer más hermosa, divertida, honorable ni tampoco existe alguien en que confíe más que en ti. Así que- apoyó una rodilla en el piso y sacó una pequeña caja con el escudo de su familia grabada en la cara superior - ¿Rainbow Dash , me concederías el honor de convertirte en mi esposa?-

Cuando abrió la caja creí que iba a desmayarme, no sé si porque todas las miradas de la habitación estaban centradas en mi y esperando mi respuesta, por la preciosidad del anillo que había allí dentro o por lo que acababa de escuchar. Volví al mundo real cuando Soarin movió los dedos con los que agarraba mi mano, cuando hicimos contacto visual recordé que aún no había dicho nada. –Si Soarin, quiero casarme contigo- sonreí y le pegué un tirón de su mano para que su pusiera de pie –Quiero ser tu esposa y quiero pasar el resto de mi vida a tu lado- lo abracé al mismo tiempo que reía y hablaba sin parar.

Sin decir palabra, volvió a tomar mi mano y deslizó el hermoso anillo de brillantes en mi dedo. Mientras todos aplaudían estruendosamente.

Las primeras en correr a felicitarnos fueron las mellizas que gritaban lo felices que estaban, a las que le siguieron el rey y la reina, mis padres con mi hermana, y luego todos los presentes.

Unos cuarenta minutos después, todos comenzaron a calmarse, las señoras formaron círculos para su ronda de cotilleos, los ancianos se ubicaron en sus lugares de la gran mesa y la mayoría de los caballeros armaron sus propios grupos para presumir y competir sobre cómo les iba en sus negocios.

-¿Podemos salir de aquí un momento? Necesito hacer algo -

Sin pensarlo respondí que sí, y enseguida nos escabullimos de la habitación. -¿Qué es lo que necesitabas hacer? ¿Puedo ayudar?-

Asintió con la cabeza –Subamos –

-Es un anillo hermoso ¿De quién era? Vi que la caja tenía el escudo de los Van Helmont - dije mientras admiraba la belleza de la pieza maestra que tenía en mi dedo.

-De mi abuela ¿Las recuerdas? – me miró sonriendo.

-¿Fire Light? ¿Este es el famoso anillo de la reina Fire Light? Esto va a ser tan divertido Todas las mujeres del reino van a envidiarme, no puedo esperar para salir a presumirlo- di brinquitos al entrar a la habitación del príncipe.

Durante años, mi madre y su séquito de brujas envidiosas, se burlaban de Arlet, a sus espaldas, por no llevar el famoso anillo de Fire Light , cómo se conocía a la madre del actual rey. Esa joya, había pasado de generación en generación desde hacía ya mucho tiempo. Pero por algún motivo, la actual reina no lo poseía.

-¿Solo eso vas a presumir?- escuché decir al mismo tiempo que sentí cómo se cerraba la puerta. -¿Qué hay de mí?-

Me quité los zapatos y me desplomé en la cama sin darle importancia el arrugar mi ropa o despeinarme. No volvería a la reunión del consejo a soportar las críticas de mi madre.

-Creo que será al revés, tú debes presumir de tu hermosa prometida. –

-Eso tenlo por seguro, ahora, ponte de pie y acércate- sonrió maliciosamente.

Desconfiada porque conocía muy bien esa mirada me acerqué caminando por la alfombra que cubría todo el piso.

-¿Qué vas a hacer?-

-Mejor dicho- se pasó vanidosamente la manos por su cabello, y arqueó las cejas al final –Qué vamos a hacer-

Next Chapter: 7. Sorprendiendo a Todos Estimated time remaining: 2 Hours, 56 Minutes
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