Descontrol en La Realeza
Chapter 5: 5. Fiesta , con alguien desagradable
Previous Chapter Next Chapter-¿Listo?- pregunté entrando en la sala, pero él no estaba solo. Scott y Daniel también estaban allí. Daniel había sido compañero nuestro en el colegio y Scott, era el primo de Soarin, un imbécil de primera. –Hola chicos, no sabía que vendrían-
-¿Qué hace ella aquí?- Scott puso una cara de fastidio -¿Por qué siempre tenemos que ir con ella?-
-Si tanto te molesta ¿Por qué no te vas?- contesté de igual forma.
-Ya chicos, no empiecen – intervino el bueno de Daniel. –Siempre es un placer que vengas con nosotros Rainbow , y déjame decirte que estás encantadora esta noche- me guiñó un ojo.
-Gracias Daniel, tan atento como siempre, los Van Helmont deberían aprender un poco de ti –
Conocía a Daniel desde hacía ya unos 7 años, y fue con su hermano Thunderlane con quien mantuve una relación por un tiempo. El fue mi primer amor y también el primero en romperme el corazón cuando decidió irse del país a completar sus estudios en el extranjero. Arthur fue compañero y muy amigo de mi hermana, y por ella, aún puedo enterarme sobre su vida.
Sé que en este momento está en Londres, y que pronto lo trasladarán a Barcelona, para sustituir a su tío en la empresa de la familia.
En cierto modo Daniel se parecía mucho a él. Físicamente no demasiado, pero si en otras cosas, su sonrisa, sus ojos color miel y su mirada llena de paz, y lo que caracterizaba a todos los Hamilton, la amabilidad como principal característica de su forma de ser.
-¿Cómo la soportas primo?- Scott, obviamente frustrado porque nunca lograba ni que me alejara o que cayera rendida a sus pies como todas las otras tontas enamoradizas que lo rodeaban.
Miré a Soarin antes de que pudiera contestar. Estaba segura que si podía leer sus pensamientos en este momento estaría diciendo cómo te="" soporto="" a="" ti="" pedazo="" de="" imbécil=""Como te soporto a ti , pedazo de imbécil . Era un hecho que los primos Van Helmont, se odiaban a muerte solo por la única razón que ambos estaban en igual de condiciones de asumir el trono, pero con la sola diferencia de que el actual rey, era el padre de Soar y eso le daba cierta ventaja.
El consejo real, formado por ocho hombres y ocho mujeres, tenía el poder de aconsejar al rey en asuntos de suma importancia, y también, a falta de un rey, tenían el poder de nombrar a uno nuevo.
Por generaciones los Van Helmont había ocupado ese lugar sin problemas. Pero las complicaciones llegaron cuando el padre de Ewen , el abuelo de Soar , tuvo dos hijos varones y tuvo que elegir uno para que ocupara su lugar. Extrañamente para los ojos de todos que creían que el hijo mayor sería en afortunado, sucedió todo lo contrario. Eligió al menor.
Desde ese momento, las cosas no han estado bien en la familia que solo se mantiene unida, por así decirlo, a los ojos de la nación, pero no así puertas adentro.
El resentimiento que esos dos hermanos se tenían pasó a la siguiente generación, haciendo que los primos compartieran entre ellos el mismo sentimiento que su padre. Pero con la diferencia que Soarin y Scott, no tuvieron la suerte de permanecer alejados.
Todos fuimos compañeros en el colegio, estuvimos en el mismo círculo de "amigos" y compartimos la mayoría de las salidas.
Y ahora, pese a que eso ya no es necesario, lo siguen haciendo. Masoquista, diría yo. En salidas cómo esta, las peleas con insultos e infaltables puñetazos al final de la noche, sobraban.
Soarin sonrió, pero no le contestó. Solo tomó las llaves de su coche y comenzó a caminar hacia la salida seguido por el resto.
Cuando estábamos a unos diez metros del coche corrí y le quité las llaves que llevaba en la mano derecha.
-Yo conduzco- las sacudí en el aire.
Me subí al asiento del conductor y encendí el motor. –Solo ten cuidado - dijo el , sentándose a mi lado y ajustándose el cinturón de seguridad. Los otros dos irían en un coche aparte.
Con el acelerador a fondo y sintiendo que la adrenalina corría por todo mi cuerpo, en unos cinco minutos ya estábamos aparcando en el estacionamiento del club.
-Eso fue tremendo- dije volviendo a respirar normalmente. –Pareces Casper ¿Por qué estás tan pálido?-
-Creí que íbamos a volar por los aires en el badén que acabas de pasar - habló aferrado a los apoya brazos.
-No seas exagerado, como si tú no condujeras peor que yo-
-No es lo mismo cuando no tienes el control-
-Bueno, así me siento yo cuando tú conduces como si alguien te persiguiera para matarte- me bajé del auto.
Y él me siguió. Cuando vi que estaba fuera del coche, apreté el botón de la alarma. -¿Por qué invitaste a Scott?- pregunté
-Fue al revés, en realidad Dan fue quien me llamó-
-No puedo comprender como una persona como Dani puede pasar tanto tiempo con alguien como Scott- pero Rainbow ya no estaba escuchándome, había fijado su mirada en una pelirroja, obviamente teñida, que desde una corta distancia le sonreía.
–Qué horror, ¿Por qué siempre tienen que ser rubias?-
-¿Celosa demasiado?- pasó su brazo por alrededor de mis hombros mientras nos acercábamos a la entrada.
-¿De esa zorra? Dios, no-
-¿Por qué te molesta entonces? Eres mi favorita, no lo olvides-
-No me compares con una de tus fulanas Soarin , yo no soy en nada como esas.- puse una mueca de asco. –Soy tu amiga y no me acuesto contigo, eso jamás va a ocurrir-
-Lo sé, y es por eso que Rainbow Dash vale mucho más que cualquiera de esas fulanas, como le dices-
-¿Soarin Van Helmont me está haciendo un cumplido? Creo que me voy a desmayar- llevé mi mano al corazón. –Gracias –
Entramos al club y nos ubicamos en nuestro lugar de siempre. Todavía estaba asombrada por el hecho de que no nos habían atacado los paparazzi en la entrada como era costumbre.
-Oh no, yo creí que los había perdido en el camino- dije al ver a Dani y a Scott acercarse. Obviamente no por el primero, sino por el segundo.
-Vamos a bailar- me tira del brazo, antes de que se acercaran los demás. Nos introducimos dentro de la pista, y comenzamos a movernos al compás de la música. Esa era otra de las razones por las que amaba ser amiga de Soarin, él si sabía cómo divertirse. Bailaba sin inhibiciones, pero el ser increíblemente sexy no lo hacía verse ridículo.
Me cogió por la cintura con solo un brazo y me atrajo hacia él. Sabía que era lo que eso quería decir. Acerqué mi oído a su boca esperando que dijera algo.
-¿Ves cómo mira Scott a esa chica?- me señaló con los ojos a una morocha de pelo largo hasta los hombros, con un vestido rojo aun más corto de lo que yo llevaba el mío, y créanme eso era mucho decir. Estaba parada a un lado de la barra, y a unos pocos metros de donde Dan y Scott estaban ubicados.
-¿Qué vas a hacer?- grité en su oído para que pudiera escucharme.
-Primero buscarte a alguien para que bailes y luego… Creo que ya lo sabes- sonrió. Si que sabía que iba a hacer. Lo que siempre, y que también, siempre, le traía problemas con su primo.
-No es necesario, estoy segura que si te alejas, en segundos aparecerá alguien. Ve a por ella –
Y así fue. Después de guiñarme un ojo, pasó su mano por el cabello y avanzó hasta dónde la muchacha se encontraba coqueteando a la distancia con su enemigo mortal.
Mientras observaba la fácil conquista que la chica había resultado movía mis caderas y extendía mis brazos hacia arriba, escuchando la música que estaba sonando. Amaba bailar, cuando lo hacía me olvidaba de absolutamente todo lo que me rodeaba.
Unos brazos me rodearon y me volteé a ver de quien se trataba.
-Hola preciosa- pude leer en sus labios lo que dijo. Era un hombre alto que supuse que tendría unos treinta años. El cabello plateado y liso lo llevaba peinado hacia el costado con una raya en el costado derecho. Vestía una camisa gris clara y unos pantalones negros. Era al menos una cabeza y media más alto que yo.
Le sonreí y pasé la mano por su pecho Oh por Dios me mordí el labio. Tenía unos músculos increíbles. Mientras lo admiraba el aprovechó a pasar sus enormes brazos por mi espalda y así comenzamos a movernos lentamente.
Me colgué de su cuello y enredé mis dedos en su cabello y lo despeiné un poco. –Me gustan los chicos salvajes- podría decir que le susurré en el oído, pero en realidad le grité. Igualmente, traté de que sonara lo más sexy posible.
El no paraba de deslizar sus manos por todo mi cuerpo cuando estábamos bailando con nuestros cuerpos peligrosamente pegados. Así pasamos un largo rato.
Junto después de que haya desprendido los tres primero botones de su camisa sentí como alguien picaba mi hombro y mi acompañante tensaba su mandíbula. Me di vuelta esperando de que se tratara de una novia celosa o peor, una esposa celosa.
Pero me encontré con algo totalmente distinto.
Arqueé una ceja esperando que alguien me dijera que esto se trataba de una broma.
Un hombre, tan alto y con ese mismo aspecto de bad boy, me miraba desafiante con una brazo apoyado en su cadera y recargando todo su peso sobre una sola pierna.
-Zorra zanahoria y esquelética, te advierto que te alejes de mi hombre si no quieres problemas- me apuntó con un dedo mientras me gritaba.
Abrí los ojos como plato y creo que mi maxilar inferior estaba por el piso de la sorpresa. ¿Era gay? ¿Ese magnífico dios griego con el que estaba bailando era gay? No sabía si reír o suicidarme en ese mismo momento.
Giré noventa grados y salí dando grandes zancadas de la pista.
-Creo que has provocado una peleíta en la pareja- escuche decir a Scott a mi lado. -No me molestes idiota. Dani ¿Dónde está Soarin? Esta fiesta apesta, quiero volver a casa- dije soplando un mechón de pelo que me caía en los ojos
-Tu amigo – dijo Scott -Acaba de quitarme a mi conquista de esta noche, el maldito bastardo me las va a pagar-
-Cómo si pudieras hacerle algo Scott, ríndete de una vez, él es mejor que tu- -
¿Nunca te quedas callada Rainbow? –
-Ya chicos- intervino Dan - ¿Por qué no van a bailar?-
-¿Sabes Dan? Esa es una buena idea- contestó el imbécil y me jaló por el brazo.
-Yo no voy a bailar contigo- grité mientras intentaba zafarme. –Que me sueltes –
De todos modos llegamos al medio de la pista, y cuando intenté librarme de su agarre me aprisionó contra él sosteniéndome por la cintura con un brazo Diablos, es fuerte Comenzó a bailar sin soltarme. –No seas amargada Rainbow , vamos a bailar-
-Acabas de insultarme y ahora pretendes que bailemos amigablemente, estás demente- rodé los ojos.
-Ya, lo siento. – sonrió amablemente. –No puedo pensar cuando estás cerca, tu belleza me vuelve completamente loco –
Coloco mis manos en su pecho presionando hacia adelante tratando de alejarlo – Muy bien, creo que has bebido demasiado Scott, será mejor que…-
No pude terminar de hablar cuando sentí que aprisionaba mis labios con fuerza. ¡Qué asco! Al mismo tiempo que me besaba y pasaba su mano por mi espalda y con la otra en mi cuello impedía que me alejara, yo lo golpeaba con mis puños en su pecho.
De un segundo al otro, me sentí libre y pude volver a respirar con normalidad. Pero al mirar hacia un lado, vi como Soarin le daba un puñetazo que lo tiraba al piso.
Las miradas se enfocaron en la escandalosa escena y no tardaron en llegar los guardias de seguridad.
Antes de que pudieran tocarlo, el príncipe levantó ambas manos y se identificó - ¡SOY SOARIN VAN HELMONT, PRINCIPE DE SOURMUN! - Al escucharlo, los gigantes vestidos de negro agacharon la cabeza y le ofrecieron sus más grandes disculpas.
-Nos vamos- me dijo acercándose a mí.
-Creí que nunca me lo pedirías
Dejé que Soarin condujera. Todo el viaje fue completamente en silencio. Yo me dediqué a tararear toda canción que sonaba en la radio.
¿Qué estaba ocurriendo? Jamás me sentía incomoda con él, pero en este mismo momento, lo estaba y mucho.
Soarin Van Helmont, príncipe de Sourmun, nunca se quedaba sin palabras.
Sin darme cuenta, ya habíamos cruzado el puesto de seguridad de la entrada de mi casa y el coche se detenía lentamente.
-¿Estás bien? – pregunté. –Has estado… muy callado. Y eso es raro-
-Estoy bien, mañana hablamos-
-No creo que estés bien. ¿Hice algo malo? Soar yo no besé a tu primo, eso deberías tenerlo claro-
-Lo sé Rainbow - sonrió –Tranquila, no estoy enojado contigo, es algo mas-
-¿Qué cosa?- insistí.
-No empieces, por una vez en tu vida, déjalo estar-
-Está bien señor misterioso – lo miré entrecerrando los ojos –Conduce con cuidado, no quiero enviudar antes de casarme- besé su mejilla y salí del coche.
Se que los primeros capitulos tal vez les resulten aburridos, es que estoy introduciendo a los personajes poco a poco :) Pero, si no me equivoco en el próximo capitulo, llega lo que tanto esperaban!