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The Legend of Celestia: Twilight Princess

by Mr.E's-pen

Chapter 8

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El campo prohibido de Sweet Apple Acres

El grupo finalmente salió triunfante de la famosa Academia de Celestia, listos para el siguiente templo. Todos se sentían igualmente recargados y listos para la acción, era una sensación única para las Guardianas de la Armonía; no así para los guerreros del Twilight y de Hyrule que ya conocían la vieja sensación de aventura.

Luna y Celestia los recibieron.

—¿Y bien? — Prácticamente saltó Celestia cuando el grupo salió victorioso.

Twilight Sparkle sonrió alegremente y asintió con mucha energía.

—¡Victoria Princesa Celestia, victoria! Y todo gracias a los guerreros de Hyrule.

—Eso fue porque teníamos la herramienta adecuada en la situación adecuada — dijo Midna, que por cierto andaba en forma Imp así como Link en forma de lobo (Fi ya se había metido en la espada y no saldría a menos que fuera necesario). — En fin, ¿cuál dijeron es la próxima parada? Mientras más rápido avancemos mucho que mejor.

Celestia asintió.

—Por cercanía, la granja de Applejack en Sweet Apple Acres es la opción lógica, pero es mejor reorganizar nuestras fuerzas antes de lanzarnos.

—De hecho es verdad — dijo Link. — Luego de salir victorioso de una mazmorra es necesario rearmar nuestro inventario.

—Por mucho me gustaría ir más rápido, Link tiene razón — dijo Midna. — ¿No hay algún lugar en donde podamos comprar pociones o algo por el estilo? Porque si todas las batallas serán igual de intensas que aquella contra Sparkler, vamos a necesitar muchas pociones de curación. Muchas, muchas pociones de curación.

—¿Pociones de curación? — Se asustó Celestia. — ¿Te pasó algo Twilight Sparkle, mi fiel estudiante? ¡Por favor dime que no te pasó nada!

—Me dieron una paliza, pero gracias al gran inventario de Link y Midna salí ilesa — dijo Twilight. — Y en cuanto a dónde conseguir pociones, tal vez no sean tan potentes como las que ustedes cargan pero Zecora algo podrá hacer.

—¡Así se habla Twilight! — Dijo Rainbow. — Entonces regresamos a Ponyville, vamos a hablar con Zecora y luego descansamos por hoy.

—Perfecto, y luego nos encargamos del próximo templo — dijo Midna tronando sus dedos mientras que Link se relamía los labios. — ¿Qué estamos esperando? A Ponyville.

—El próximo tren sale en unos minutos — anunció Celestia. — Les prepararía otras carretas más haladas por pegasos pero lo que tardan los preparativos es más rápido tomar el tren.

—Como sea — dijo Midna. — Vamos a Ponyville.

Entonces el grupo se movió hacia el pueblo, en un tren que la Princesa pagó y antes que se dieran cuenta regresaron. Pero en la estación hubo dudas.

—¿Segura ya no vamos a causar escándalo al llegar? — Dijo Midna mirando fijamente a Twilight. — Porque en serio que eso no es nada a lo que no estemos acostumbrados pero es muy fastidioso.

—Y tal vez nos quite tiempo — razonó Link. — No podemos andar haciendo las paces cada dos por tres.

Twilight sonrió:

—Como ya le dijimos a Epona, los ponis somos amigables. A veces demasiado expresivos pero siempre amigables. Ya verán que no pasará nada; vamos, por aquí.

Comenzaron a andar aún con sus dudas pero de todos modos firmes. Increíblemente los mismos ponis que antes causaron un escándalo les saludaban cortésmente y más de uno se acercó a disculparse por su vergonzoso comportamiento del día anterior. Tanto Link como Midna no decían nada por respeto, pero Epona por lo menos andaba de buen humor, el pueblo le gustaba; lindo y sencillo como Ordon y lo mejor era que estaba poblado por su propia especie, le gustaba la idea.

Applejack le guiñó un ojo.

—Oye, tengo que regresar antes a Sweet Apple Acres, después de todo tengo unas tareas pendientes. ¿No quieres acompañarme Epona? A mi familia le encantará tenerte de nuevo, sobre todo a Apple Bloom que quedó encantada con tus historias sobre lucha contra monstruos en los templos de Hyrule y cosas así.

Epona sonrió.

—¡Cómo no! Voy detrás de ti, ¿está bien Link?

—No te preocupes Epona, a estas alturas no parece que hagamos gran cosa así que el que nos relajemos no me parece mala idea.

—Sólo hay que establecer un punto de reunión — dijo entonces Twilight. — Por suerte a donde tenemos que ir es a la casa de Applejack así que mañana podemos juntarnos ahí y ver qué logramos. De momento, si quieren que alguien les muestre Ponyville mientras que yo voy a buscar a Zecora a ver si tiene pociones.

Link y Midna le dieron sus botellas vacías y algunas rupias entre rojas y moradas.

—Toma, no sé cuánto cuesten las pociones pero espero que con esto alcance.

—¿Van a pagar con joyas? — Preguntó Rarity maravillada. — ¡Pero eso es increíble! ¿Cuántas de esas cosas cargan? Se ven muy valiosas, sobre todo las verdes.

Ante el comentario, tanto Link como Midna estallaron en carcajadas, qué buenísima estaba esa. ¿Las rupias verdes muy valiosas? ¡Por favor, esa sí que era buenísima!

—¿Qué? — Se molestó Rarity. — Sólo tengo curiosidad por las joyas y…

Sweet Fog mejor se separó, ya había tenido una discusión parecida con Applejack así que mejor fue a otra parte. Fluttershy lo notó.

—¿Te gusta Ponyville? — Preguntó tímidamente. — Porque si quieres yo puedo guiarte, si es que no tienes problemas claro. No soy tan buena guía pero creo que te puedo mostrar mis lugares favoritos.

Sweet Fog le guiñó un ojo.

—¿Un tour privado? ¡Me encantaría! Por favor muéstrame…

Fluttershy dulcemente llevó a Fog por un lado mientras que Rarity se arreglaba la melena.

—Y bueno, supongo que yo podría mostrarles Ponyville. Es un pueblo muy hermoso, ¿verdad Pinkie Pie?

La hiperactiva poni rosa saltaba alegremente.

—¡Por supuesto Rarity! ¡No podríamos llamarnos buenos amigos si no le mostramos a estos chicos nuestro hermoso pueblo! ¿Alguien se nos une? ¿Qué tal tú Dashie?

Rainbow negó con la cabeza como si nada.

—Náh, por mi parte iré a revisar los libros de Daring Do para tener más ideas de lo que nos aguarda en los templos. ¡Pero no se preocupen, mañana habrá valido la pena!

Entonces salió volando. Twilight se le quedó viendo y suspiró pero luego sonrió.

—Y bueno, supongo que están en buenos cascos. Yo iré por las pociones de Zecora, si es que tiene. ¡Nos vemos luego! Si necesitan quedarse les ofrezco con mucho gusto mi casa, es enorme y es mejor mantenernos juntos. Adiós.

Se internó en el bosque, viendo que efectivamente la presencia oscura que emanaba del Twilight había avanzado pero por suerte la casa de Zecora aún no había sido afectada por aquella oscuridad. Entonces el par de guerreros estaba a punto de iniciar su paseo en compañía de Rarity y Pinkie Pie cuando de la nada una alegre poni unicornio color aguamarina saltó frente a ellos.

—¡Ey, hola de nuevo! ¡Quise saludarlos hoy en la mañana cuando vinieron por aquí con la Princesa Celestia pero no pude acercarme, parecía que tenían mucha prisa! ¿Me recuerdan, me salvaron ayer de un Timberwolf? Soy Lyra.

—Y cómo no acordarme — dijo Midna con una gotita en la sien. — Ese entusiasmo no se le olvida a nadie, niña. ¿Qué haces por aquí?

—Pues nada, no tengo conciertos o tocadas por encargo hasta dentro de dos días así que estoy paseando porque mi mujer me dice que le estorbo en su negocio de chocolates, y de pronto los vi y dije, ¡son los humanos o casi-humanos!

—A ver si ya entendí, ¿ella sabe quiénes son en realidad? — Preguntó Rarity.

—A mí no me parece raro — dijo Pinkie Pie. — Después de todo Lyra tiene mucho entusiasmo, y algo que no le han diagnosticado.

—Mira quién habla — dijo Lyra fulminando a Pinkie con la mirada. — Pero oigan, ¿qué hacen por aquí? ¿No que Equestria estaba en peligro?

—Y necesitamos recargar fuerzas antes de seguir luchando — dijo Midna. — Por eso, damos un paseo por Ponyville.

A Lyra se le iluminaron los ojos.

—¡Pero perfecto! ¡Yo puedo darles el paseo! ¿No les gustaría?

Rarity y Pinkie iban a objetar pero Link le asintió a la yegua.

—No veo por qué no, Midna si quieres puedes irte con ellas. Yo me la pasaré bien con Lyra.

—¡Será estupendo! ¡Hasta puedes quedarte en mi casa! A Bonnie no le molestará, en parte porque la casa es mía y porque le conté cómo me salvaron la vida, sí que sí, lo único que no me cree es que sean humanoides pero ya verá. ¿Verdad Link?

Midna se armó de paciencia, pero se encogió de hombros.

—Ya qué, — luego se volvió hacia Rarity y Pinkie Pie. — Oigan, esta amiga nos hizo el favor de enseñarnos el camino a Ponyville donde pudimos alertarlas de todo lo que está pasando, y si quedamos en que le hablaríamos sobre humanos pero luego de todo lo que pasó ya no pudimos cumplirle. Ahora, ¿está bien que sea Lyra la que nos da el tour?

Rarity parpadeó sorprendida, pero asintió sonriente.

—¡Por supuesto! No soy el Elemento de la Lealtad como Rainbow Dash pero sé apreciar una promesa a un amigo. Claro que no me molesta, hasta adelantaré el trabajo acumulado en mi boutique antes que se acumule más.

—Y yo veré si los Cake tienen que ocuparse de los gemelos — dijo Pinkie Pie. — Es bueno cumplirle las promesas a otros amigos, aun los que están loquitos…

—¡En serio que no estás en posición de decirme nada! — Protestó Lyra, comenzando a molestarse. — Pero bueno, gracias por comprender amigos de Hyrule. Por aquí por favor, empezaremos por la tienda de Bonnie…

Y se alejaron. Las dos ponis los despidieron y luego se fue cada quién a sus actividades; mientras que Lyra les abría cortésmente la puerta de la tienda de Bon-Bon.

—¡Esta es la tienda de Bonnie! ¡Bonnie, mira quién está aquí!

Bon-Bon se asomó.

—Lyra, por quinceava vez; te amo pero no me visites aquí que me distraes… ¿y hola?

—¡Bonnie! ¡Ellos son mis amigos de Hyrule, los que me salvaron la vida! Les estaba mostrando el pueblo y decidí comenzar por tu tienda.

—Pues mucho gusto — sonrió Bon-Bon. —Siempre es un placer conocer gente nueva, sobre todo si le salvaron la vida a Lyra. ¿Saben? Está algo loca pero por eso mi vida no es monótona y todo. ¿Les gustaría comprar un chocolate?

Link miró a Midna.

—Pues, ¿no te gustaría uno? Ya sabes, después de todo tú querías ir con Rarity y Pinkie.

—Náh, me gusta pasar tiempo contigo Link, hacía tiempo que no nos veíamos. Y sí, te acepto un chocolate, sólo si tú me aceptas uno también.

Link sonrió y le pasó de su alforja una rupia azul a Bon-Bon, lo mismo Midna.

—Este… en serio, ¿quieren comprarme toda la tienda?

—Con uno cada uno nos basta — dijo Midna, — no te preocupes, estas joyas son la moneda de nuestro hogar y las azules valen algo pero no tanto como crees.

—Así es, si son valiosas aquí pues agradece la suerte que tienes — sonrió Link.

A Bon-Bon no le gustaba aprovecharse de los demás, así que aceptó pero a regañadientes dándoles un chocolate a cada uno (que luego se intercambiaron, era tierno de ver); eso sí, de los más finos que tenía. No era de extrañar que ambos comieron con alegría.

—¡Bueno, ya mucha cursilería! — Dijo Lyra. — ¡Enséñenle chicos! ¡Por eso también los traje aquí!

Bon-Bon rodó los ojos y se inclinó a sus visitantes a modo de disculpa.

—Perdonen a mi esposa, está convencida que ustedes son criaturas parecidas a los humanos, que NO existen, que mágicamente toman esas formas para no causar escándalo. Perdónenla.

Midna sacó su cristal oscuro.

—De hecho… bueno que quede claro que hago esto sólo porque tengo la sensación que no nos dejará en paz ni se callará si no lo hago.

Entonces tanto ella como Link tomaron sus verdaderas formas.

—Lyra tiene razón, con nuestras formas alteradas encajamos mejor en su mundo, sin mencionar que Link sólo puede comunicarse con ustedes en su forma de lobo.

Link hizo un gesto de saludo con la mano mientras que Lyra le dedicaba la mejor de sus sonrisas a su esposa.

—¿Y bien Bonni? ¡Todo lo que te dije era verdad!

No hubo respuesta, Bon-Bon estaba congelada del susto. Entonces Fi salió de la espada.

—Maestro, hay una probabilidad del 96% que esta persona esté en shock. Recomiendo echarle un vaso de agua para que se recupere.

Lyra obedeció. Ya recuperada, Bon-Bon pudo gritar con toda libertad:

—¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!

Ajenas a todo esto, Applejack y Epona recorrían la granja de Applejack pateando los árboles pendientes, de por sí ya estaban agotadas pero era muy relajante para la mente; además que de alguna forma ambas se estaban llevando bastante bien.

—Y bueno, ¿cuántos árboles nos faltan? — Le preguntó Epona a Applejack.

—Con estos terminamos, como saben que estamos ante una emergencia la abuela y Big Mac dijeron que sólo tenía que encargarme de esta pequeña parte de la granja hoy, pero me piden que vaya a buscar a Fluttershy por el problema de los castores.

Epona levantó una ceja, ¿castores? Entonces Applejack la guio hacia donde los castores habían hecho una represa bastante grande, tanto que el campo se estaba comenzando a inundar.

—Bien, me recuerdan a los monos con los que lidiábamos en Ordon, todo un fastidio si me preguntas a mí — dijo Epona tranquilamente.

—Eeyup, un fastidio — dijo Big Mac acercándose. — ¿Saben dónde puede estar Fluttershy de casualidad?

Epona se encogió de hombros.

—Pues no, ¿no estará en su casa? Es lo lógico diría yo.

—Nope, acabo de ir ya que tenía una entrega por ahí cerca — dijo Big Mac pensativo. — Pero me dijeron que estaba sirviéndole de guía de turistas al otro poni que vino con el lobo y la cosa extraña.

Epona entonces rebuscó en su alforja tomando otra de las cosas de Link.

—Bueno, si quieren me encargo yo.

—¿De verdad crees que puedes? — Preguntó Applejack. — Dices que hace tiempo que no eres granjera, y nadie lidia con los animales mejor que Fluttershy.

—Yo también tengo mis métodos, además nada perdemos con probar, ¿no crees amiga?

Applejack entonces asintió con una sonrisa, pero precisamente en ese momento Fluttershy estaba terminando el tour de Sweet Fog precisamente en Sweet Apple Acres.

—¡Mira! ¡Están todos reunidos en esos manzanos inundados! — Dijo Fog. — ¿Nos acercamos?

Fluttershy se mostró preocupada.

—Oh no, otro problema con los castores, menos mal que vine aquí. A veces las discusiones entre Applejack y el señor Beaverton son muy fuertes.

Entonces se acercaron pero justo en ese momento Epona encendía la bomba acuática y la arrojaba al agua.

—¿Qué es esa cosa? — Quiso saber Big Mac.

—Una bomba submarina.

—Ah… UN MINUTO, ¿BOMBA SUBMARINA?

Entonces los Apple se aparataron de un salto, no así Epona que conocía el poder de las bombas y sabía que estaban a una distancia segura. El efecto fue de lo más lógico: la presa de los castores voló en miles de pedazos y el río volvió a su curso.

Espantados pero ante todo molestos, los castores agitaron sus puñitos contra Epona soltando todo tipo de chillidos. Como respuesta, ella le dio un golpe en la cabeza a uno y lo derribó, no lo dañó demasiado pero fue suficiente para hacer callar a los animalillos.

—Oye Epona, ¿No crees que fue un poco extremos? — Preguntó Appleajack.

—¡CLARO QUE LO FUE! — Rugió Fluttershy volando a toda velocidad para encarar a Epona con su Mirada. — ¡NADIE, NADIE, NADIE TIENE DERECHO A HACERLE LO QUE LE HICISTE A LOS CASTORES NI A NINGÚN ANIMALITO! ¿ENTIENDES? ¡NADIE! ELLOS TIENEN SUS PROPIAS RAZONES PARA CONSTRUIR SUS PRESAS, NO ES SU CULPA QUE LO HAGAN DONDE NO DEBEN PERO…

—En primer lugar buen intento con tus ojos que echan chispas pero créeme: he visto a Ganondorf a los ojos, necesitas más que eso para afectarme — dijo Epona como si nada. — En segundo lugar, con este susto, ¿crees que volverán a meterse con Sweet Apple Acres?

Fluttershy no podía creerlo, ¿quiénes se creían que eran los guerreros de Hyrule? No sólo venían a matar a otro ser viviente sino que encima se metían con los animales; y de paso no les afectaba su Mirada, porque estaba segura que no funcionaría tampoco con la Twily ni con el lobo ni mucho menos con la cosa que hablaba como robot. Tal vez Sweet Fog pero él parecía ser todo un amor de poni. Pero bueno, el hecho que esos métodos extremos funcionaran en Hyrule no les daba derecho a hacer otras barbaridades en Equestria.

Por su parte Big Mac estaba molesto con Epona, a él le gustaba mucho Fluttershy y verla ahí molesta por algo que él mismo le autorizó a la demente aquella era algo que no se perdonaría jamás. Claro, no conocía tan bien a Epona y en general le caía bien; se veía que se llevaba de excelente forma con Applejack y de paso sabía entretener a los niños.

Luego estaba Applejack, que encontraba a Epona realmente fascinante, era decidida y tal vez algo extrema pero buena poni sobre todo. Realmente el espíritu de aventura que traía consigo no era algo que se veía todos los días. Sin mencionar el toque exótico que tenía consigo y que supiera manejar tan bien a los niños, sobre todo a las CMC. ¿Era sólo su imaginación o ella le gustaba en cierto sentido más que como amiga? No, seguro era su imaginación.

Pero pasado ese incidente todo transcurrió con normalidad, Epona seguiría quedándose con los Apple; pero Sweet aceptaría la invitación de Twilight. Link y Midna, tras tranquilizar a la pobre Bon-Bon accedieron a quedarse con ellas (a petición de Lyra y para irritación de Midna) tras avisarle a Twilight (que de paso consiguió unas excelentes pociones por parte de Zecora). Al final todo seguía de maravilla, o eso se pensaba.

—Todavía seguimos sin localizar el Templo al que debemos ir — dijo Epona durante la cena con los Apple. — ¿Tienes una idea de dónde pueda haber algo sospechoso Applejack? Después de todo es tu hogar.

La yegua naranja se puso a pensar.

—Ahora que lo mencionas…

—Nadie se acercará al campo prohibido — declaró súbitamente la abuela Smith. — ¡En mi juventud clausuramos ese campo por una razón! Applejack, dime que no están pensando tú y tus nuevas amigas acercarse ahí. Mientras yo esté viva nadie pisará ese campo.

—Abuela, es la única opción — dijo Applejack saltando. — Se supone que estamos buscando un templo perdido que oculta un gran poder, y si no es ahí no se me ocurre otro lado. Discúlpame pero iremos a ver…

—¡Applejack como matriarca de los Apple te ordeno…!

—A ver, ¿qué demonios pasa aquí? — Quiso saber Epona. — ¿De qué me perdí?

Apple Bloom la miró tímidamente.

—Lo que pasa es que existe cierto campo en nuestro terreno, que según la abuela está plagado de monstruos peligrosos muy diferentes a los que conocemos, incluso más aterradores que los del bosque Everfree, señorita Epona. Nos da mucho miedo acercarnos.

Epona entonces asintió.

—Señorita Smith, aunque comprendo la preocupación por sus nietos le aseguro que esto es cosa de vida o muerte. Es por eso que mis amigos y yo nos unimos a esta aventura, porque somos luchadores experimentados. Tomo personalmetne responsabilidad por Applejack. Mientras que Epona esté viva, ningún monstruo le tocará el sombrero.

—Epona…

—Entienda, si me deja explicarle…

—Explícate pues, jovencita — dijo la abuela Smith.

Entonces Epona miró a Apple Bloom.

—¿Podrías dejarnos amiga? Te prometo que te lo compensaré, pero esto requiere que hablemos las adultas.

La pequeña protestó pero obedeció a regañadientes. Entonces Applejack y Epona comenzaron la explicación, de cómo el peligroso Reino Twilight avanzaba a su hogar y cómo la única forma de salvar Equestria y a las Portadoras de los Elementos, cuyas vidas estaban ligadas al Árbol de la Armonía, debían de luchar en los templos.

Al final del relato, la abuela Smith suspiró.

—No tienen ni idea de lo que hay allá.

—Créame o no, la tengo — dijo Epona. — Créame que la tengo.

Entonces la abuela negó con la cabeza.

—¿Entonces tengo tu palabra Epona, que nada le pasará a Applejack?

—Yo cuido de mis amigos con mi vida — dijo Epona. — Y si yo fallo seguro Fog, Midna y Link no lo harán. Descuide, está en buenos cascos.

—Bien, porque déjame decirte que una vez en mi juventud tuve la necesdad de meterme allá… y nunca he dejado de arrepentirme. Cuida a mi nieta, Epona. Por lo que más quieras… no quiero perderla como así perdí a mi hijo y a su mujer.

Applejack sintió un escalofrío.

—¿Abuela, entonces eso fue lo que pasó? Ellos… ¿se adentraron al campo prohibido?

La anciana no respondió, más que suficiente como para confirmar la pregunta de Applejack, que pronto sintió el casco amigo de Big Mac envolverse alrededor de ella, no hablaban sobre sus padres a menos que fuera necesario; por lo doloroso que fue perderlos.

Entonces Epona le tendió su casco también.

—Pase lo que pase, ellos están contigo. Y yo también. Nada te pasará Applejack, los guerreros de Hyrule nos aseguraremos de ello, y también de traerle justicia a tus padres.


Y otro cap en donde agrego un toque de nostalgia y drama que consolidaré en el templo en sí; pero no mucho más allá porque es un fic de Zelda y como el juego va para largo. Van tomando forma los shippings, ¿lo hice bien? Porque ese no es mi fuerte.

Sin más, Chao; nos leemos!

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