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The Legend of Celestia: Twilight Princess

by Mr.E's-pen

Chapter 16

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La torre de hielo

—Adiós Pinkamena Diane Pie, pasa a visitarnos más seguido — dijo Igneus Rock monótonamente mientras abrazaba a su hija. — Verte me pone loco de contento siempre.

—Sí, o por lo menos escríbenos más seguido — dijo Quartz, la mamá de Pinkie, mientras bostezaba. — Te extrañamos mucho querida.

Pinkie los abrazó expresivamente, contrastando con sus padres, y luego se despidió alegremente reuniéndose con sus amigas y los guerreros de Hyrule listos para la siguiente batalla. Dentro de nada recargarían el Árbol de la Armonía, no podían esperar.

—¿Entonces no tenemos que movernos en tren también esta vez? — Preguntó Fluttershy.

—No, sino tenemos que ir donde obtuve mi Cutie Mark, querida — dijo Rarity señalando tranquilamente la montaña que se veía unos cuantos metros al fondo. — De hecho, está muy cerca de aquí, muy pero muy cerca.

—Por eso dejamos estos dos templos para el final — dijo Pinkie muy contenta. — Pero bueno, guíanos Rarity, quiero ver a dónde nos llevará tu Cutie Mark.

El grupo se puso en marcha, con Link, Midna y Rarity al frente; seguidos del resto, y en la retaguardia cuidando a todos se encontraban Epona, Applejack, Sweet Fog y Fi.

—¿Es seguro por aquí? — Preguntó Twilight al cabo de unos momentos. — Se ve silencioso, demasiado silencioso. Me pone de nervios Pinkie.

Pinkie Pie sonrió para tranquilizar a su amiga, por algo era el páramo de su niñez.

—Sí es seguro amiga, no te preocupes por eso. Hay muchos diamantes escondidos entre este granito, pero es tan pero tan duro; que no pueden partirse. Es prácticamente imposible, sólo una explosión muy poderosa tendría la fuerza de hacerlo… pero si a alguien se le ocurre terminaría soterrado por culpa de una avalancha. Por eso ni los perros diamante vienen por aquí, ellos sí saben lo que les conviene; siempre y cuando no implique secuestrar a la pobre Rarity, jí-jí.

Rarity soltó un bufido pero se rio tranquilamente.

—¡Ah, tanto recurso desperdiciado! — Dijo la modista por fin. — Imagínense lo que podría crear si tuviera acceso a estas hermosas joyas inaccesibles.

—Si me preguntan a mí, yo lo llamaría un paraíso para los Goron — dijo Epona.

—¿Los Goron? ¿Qué o quiénes son los Goron?

—Tipos raros que son muy fuertes y se alimentan de rocas — respondió Epona. — Seguro los Goron abrirían estas rocas usando esa cosa rara que hacen con sus cuerpos, extrayendo los diamantes o lo que sea que hay aquí dentro.

Siguieron avanzando, hasta que Rarity paró.

—¡Es aquí! Lo recuerdo perfectamente, es un momento tan bello que literalmente grabé cada detalle en mi memoria. Todo sigue igual, esa roca… esa fisura en el suelo… hasta esa formación de por allá ¡Ah, lo recuerdo tan bien! Es hermoso, muy hermoso…

Fi flotó suavemente y con cuidado cerró los ojos, concentrándose.

—Efectivamente, siento una firma mágica parecida a la que porta Rarity Belle en su interior. Precisamente debajo de donde estamos parados.

Se hizo un silencio tenso, hasta que Pinkie Pie (como cosa rara en ella) puso mala cara:

—¡Ay por favor! ¡Ni Maud puede romper este granito con sus cascos… es demasiado duro, por algo nadie se ha atrevido a extraer nada de esta montaña. ¿Cómo se supone que entraremos al Templo de la Armonía de Rarity? Creo que el Twilight nos tragará a todos.

—Ni de broma digas una cosa así — dijo amenazante Midna.

—¿Pero entonces qué hacemos? — Preguntó desesperada y molesta Pinkie Pie.

—Este… ¿kaboom? — Sugirió Epona sacando una bomba.

—Ya te dijeron que nos soterrarías a todos — regañó Fluttershy. — ¿Y explotar cosas es lo único que se te ocurre siempre?

Epona se encogió de hombros indiferente y no dijo más.

—Vamos, nos la hemos pasado en acertijo todo este tiempo; es obvio que se trata de uno — dijo Twilight por fin.

—Todo un milagro, ¡La voz de la razón! — Celebró Midna.

Comenzaron a avanzar en círculos, buscando un indicio o un swtich oculto para abrir la entrada al último de los calabozos que tendrían que enfrentar; cuando Rarity tropezó con una grieta en el suelo y cayó de narices. Se levantó con cuidado y comenzó a examinar.

—¡Oigan, miren! Aquí hay una especie de grabado gigante — anunció la unicornio blanca.

Las chicas comenzaron a quitar el polvo, revelando así un dibujo antiguo que ocupaba casi toda el área donde estaban paradas. Para cuando terminaron, Midna se elevó para observar el símbolo desde arriba. E hizo un face-palm.

—¿Es en serio? ¿Es que alguien quiere que enseñemos todas las herramientas hylianas que tenemos o qué demonios? — Se quejó la Princesa del Twilight.

—¿Midna? — Preguntó la Princesa Twilight. — ¿Ves algo tú?

—Sí, una estupidez. Link, saca tu Dominion Rod.

Epona no pudo contener su propio face-hoof, ¿era en serio? Bueno, le pasó el bastón mágico a Link, que lo sostuvo en alto; estaba listo.

Un enorme temblor sacudió el lugar donde estaban todos parados y una gigantesca estructura de una entrada apareció justo bajo sus cascos, tanto que muchos tuvieron que saltar lejos mientras la mole de piedra se elevaba hasta revelar una enorme entrada… bloqueada por dos pedazos de hielo bastante grandes.

—Sí, típico, toca el templo del hielo — dijo Epona al observar los bloques que les impedían la entrada.

—No hay que ponernos negativos — dijo Link sacando de la alforja de su amiga una bola de hierro bastante grande con la que solía destrozar los bloques en la Fortaleza de Hielo que les pertenecía a los yetis Yeto y Yeta.

Pero Twilight lo detuvo.

—No te preocupes, aquí más fácil.

Y con su cuerno convocó una gran llamarada que fundió los dos trozos de hielo y el grupo entero entró al lugar. Lo primero con lo que se toparon fue un letrero:

AQUEL QUE NO VALORE SU VIDA, QUE CONTINÚE HACIA LA TORRE DE HIELO

—Pero qué alentador — ironizó Applejack.

—Bueno, si sobrevivimos al templo subterráneo de los no-muertos no veo por qué no podamos soportar algo de frío — dijo Rarity entrando altivamente.

Preocupados por la impetuosidad de la poni, Link y Midna la siguieron, no sabían con qué podían toparse ahí dentro. Efectivamente, fueron recibidos por una bocanada de aire helado, que hizo que todos temblaran.

—¡Por Celestia! De aquí no me muevo hasta que vaya por un suéter, esto no hay quién lo aguante — se quejó Rarity con dignidad.

Midna levantó una ceja.

—Sí… teniendo en cuenta que el Twilight se está expandiendo ya hacia Ponyville, eso queda fuera de discusión. Mejor movámonos o de lo contrario nos congelaremos de verdad.

—No te preocupes Rarity, pondré un hechizo térmico sobre nosotros para que podamos avanzar libremente — dijo Twilight, y dicho y hecho, tras convocar su hechizo; todos se sintieron bien y listos para seguir adelante.

—Antes que nada, estos templos se caracterizan por tener monstruos cuyos poderes te hielan hasta los huesos y aunque luego puedes moverte libremente, el congelamiento es bastante doloroso y no puedes moverte para nada. Tengan cuidado, sobre todo con los malditos Keese.

Asintieron y se prepararon para lo que fuera. En la torre de hielo se toparon con un cuarto completamente blanco, sin nada más que dos murciélagos parados sobre las antorchas que en cuanto los vieron, los atacaron sin piedad; e igualmente sin piedad fueron acabados por Epona y Sweet Fog con un ágil movimiento de espada.

Pero luego nada, había ciertos montículos de hielo pero nada más, estaban parados en medio de una estancia perdida en el tiempo completamente congelada.

—Brrr, será un milagro que no salgamos de aquí con un resfriado — dijo Pinkie Pie temblorosa.

—Y lo peor es que no saldremos pronto, los templos de hielo son conocidos en Hyrule por ser extremadamente difíciles — dijo Epona. — Ahora, ¿qué se supone que hacemos aquí?

—Obviamente hay algo bajo estos montículos de hielo, y yo no me voy satisfecho hasta romper algo con mi bola de hierro — dijo Link tomando el artículo que Twilight le frustró usar y comenzó a girarlo con fuerza, para luego arrojarlo contra el montículo de hielo más cercano. — ¡Ay por favor! ¡Bits!

—Ya, ya hombre no te quejes — dijo Applejack guardándoselos. — ¡Genial! Ya tengo para la mochila de Apple Bloom. La pobre dice que la suya ya no aguanta más y es cierto, la verdad es que la pobre merece más pero estamos en tiempos difíciles.

—Dejando eso de lado, hay que buscar qué montículo tiene la solución al acertijo — dijo Epona triturando el que tenía más cerca con su Spinner. El montículo reveló debajo un pequeño Switch de presión, que Epona activó pero apenas se separó éste regresó a la normalidad. — Bien, falta otro switch de estos, ¿alguno puede dar con él?

Applejack no quería quedarse atrás y con una gran patada destrozó otro montículo de hielo, revelando más bits, que se guardó alegremente. Al final Twilight usó un torbellino de fuego con el cual derritió los montículos revelando el switch que faltaba y se colocó ella misma encima. Epona la imitó con el que había encontrado.

Entonces el suelo entero tembló y dos plataformas de donde estaban se separaran, formando un elevador que iba en círculo perpetuo hacia abajo y regresaba al piso superior (para los que lo han jugado, háganse de cuenta la Torre de Hielo del Link Between Worlds).

—Bien, interesante, un templo tipo torre subterránea, igual que el que acabamos de pasar — dijo Pinkie Pie. — Está genial, me gusta.

—Como dije, cuidado con las bestias congelantes — dijo Link.

—Bueno, dejando eso de lado, veamos qué tanto podemos usar esas cosas para explorar el templo — dijo Rarity comenzando a moverse y posicionándose en una de esas plataformas móviles, acompañada de sus amigas. Debido a su tamaño los guerreros de Hyrule tuvieron que ir en otra, pero por lo menos sabían que Epona y Sweet Fog iban con el otro grupo en caso las cosas se pusieran feas.

—¿Creen que estarán bien? — Le preguntó Midna a Link.

—Pues de momento han sobrevivido, esperemos en Hylia que sigan así — dijo Link pensativo.

Entonces, conforme la plataforma iba bajando cada vez más y más pudieron ir apreciando el templo en el cual se encontraban, hecho de la misma roca sólida de la montaña; pero cubierto además por una gruesa capa de hielo que hacía que todo se viera blanco. Pero lo peor fue en el primer nivel inferior, en donde fueron recibidos por unos adefesios que parecían esculturas de hielo con ojos rojos, miles de pequeños ojos rojos que al verlos soltaron una corriente de aire helado. El elevador ya se iba alejando de ese piso cuando ellos soltaron el aliento, pero Link y Midna se miraron y de inmediato supieron que tenían el mismo pensamiento: era hora de divertirse a su modo.

Ambos saltaron de aquella plataforma y se arrojaron sobre esas horribles cosas con gran agilidad. Link giraba su bola de hierro y la arrojó contra el más cercano, luego de ágilmente bloquear su aliento congelante con el escudo Hylian. Al impacto la cosa estalló en miles de pedazos, como versiones en miniatura de sí mismo con un ojo cada uno que iban patinando por toda la habitación chocándose por doquier.

Midna tronó el cuello y con su magia Twily hizo aparecer un arco en el cual colocó una flecha incendiaria y disparó múltiples veces. Las cosas inmediatamente se deshicieron ante los ataques de Midna; mientras ella flotaba con suavidad por el aire eludiendo las bocanadas de aliento congelante de los otros Freezzard; mientras Link hacía otro tanto corriendo como podía de esas horribles cosas y arrojando paulatinamente la enorme bola de hierro para acabar con las monstruosidades aquellas.

Desde el piso inferior, las ponis voltearon hacia arriba escuchando aquel escándalo.

—Por Celestia, ¿qué ocurre allá arriba?

—Que Link nos hace el favor de quitarnos de encima a los malditos Freezzards, y menos mal porque no quiero experimentar ser congelada — dijo Epona. — Según Link es muy desagradable.

Las chicas no dijeron más y siguieron bajando por aquella torre, observando que en cada cuarto todo tipo de criaturas, desde lobos blancos hasta una especie de gelatinas que se arrastraban hacia ellas lenta y pavorosamente. Monstruos que no habían visto antes, pero al igual que en otras mazmorras, Epona y Sweet Fog claro que los habían visto. Además que en cada nivel veían ya fuera puertas cerradas con candados o por switchs invisibles que tendrían que hallar necesariamente bajándose en cada uno de aquellos niveles de la torre de hielo. Llegaron al nivel final donde no los esperaban acertijos ni nada, sólo un enorme cofre.

—Espero que tenga algo bueno — dijo Rarity acercándose con cuidado.

—Ehem… ¿podríamos darnos prisa? — Preguntó de pronto Epona con un hilo de voz asomándose sobre . — No quiero sonar pesimista chicas pero, ¿ya se dieron cuenta de nuestra situación?

Las chicas entonces se asomaron también y soltaron un grito de horror. Ante ellas un abismo y a juzgar por el resplandor rojizo que se veía al fondo de éste, al fondo del abismo había lava ardiente. Soltaron un gritito de horror y Rarity tragando saliva, sacó con su magia el contenido del enorme cofre.

—¡Es la llave del jefe! — Dijo ella maravillada del hallazgo. — ¿Pero no se supone que lo primero que encuentras en una mazmorra es el mapa?

—Nunca sabes con certeza cómo terminarán siendo las cosas, depende mucho de cómo te muevas dentro de las mazmorras en sí — dijo Epona filosóficamente. — ¡Ahora larguémonos de regreso a suelo sólido, esto me está dando una sensación de vértigo que no quiero repetir, no entiendo cómo le hace Link para aguantar tanto.

Las chicas no se hicieron rogar, ni siquiera Rainbow Dash.

—Yo me pregunto si la torre en sí es lo suficientemente sólida — dijo Twilight pensativa.

—Diría que sí — opinó Sweet Fog. — Piénsenlo: está habitada por todo tipo de monstruos helados, y si no se ha caído no creo que lo haga pronto.

—Pero Link sacudió la montaña entera cuando descubrió la entrada al templo con su cetro aquel — dijo Fluttershy suavemente.

Sweet Fog ya no dijo nada más y Epona se volvió hacia Rarity.

—Bueno, esta mazmorra está dedicada como quien dice a ti. ¿Qué piso?

Rarity miró hacia arriba.

—Este… vamos a donde están Link y Midna, en estas circunstancias imagino que lo mejor será ir por el templo piso a piso.

Las demás asintieron y fueron subidas hasta el primer piso oculto de la torre de hielo; donde Link, Midna y Fi ya los esperaban.

—¿Y bien? — Preguntó Epona.

Como respuesta, Link le arrojó una llave pequeña a Rarity.

—Esto y un cuarto con dinero, no mucho más en este nivel, sigamos bajando — dijo Link.

Rarity soltó un quejido, pero obedecieron y bajaron. Y lo primero que los recibió fue una manada de lobos blancos que se lanzó contra ellos sin piedad.

Fi entonces se deslizó con soltura y comenzó a patear al que estaba más cercano a ella, mientras que Applejack y Epona escogieron luchar entre las dos contra otro que se les venía por la derecha.

El wolfo corría hacia ellas a gran velocidad mientras que Applejack trataba de correr hacia él para embestirlo, pero el hielo era un problema y no podía correr como siempre. Era un desastre, el lobo estaba a punto de atraparla y ella no podría responder como una patada como era su plan inicial… cuando en esos momentos Epona montada en su spinner la haló arriba también y juntas montadas en el artefacto atacaron al lobo. Desde el spinner Applejack si tuvo la oportunidad de dar una ágil voltereta en el aire para terminar dándole al wolfo entre los ojos.

El wolfo rugió ante el ataque inesperado; cuando Epona lo acabó con las enormes púas que sobresalían de la legendaria arma.

Cuando terminaron, se dieron cuenta que en otros lados las respectivas batallas seguían, pues era una manada entera de esas horribles cosas.

Las dos yeguas no se dijeron nada más, Applejack volvió a montarse en el spinner y juntas atacaron.

Mientas las chicas estaban encogidas en un rincón mirando hacia todos lados en busca de algo que les ayudara a resolver el acertijo de aquel nivel, o al menos una pista de a dónde ir.

—¡Allá, una puerta con candado! — Gritó de pronto Pinkie Pie.

—Bien vamos, por suerte los cachorritos están demasiado ocupados con nuestros amigos de Hyrule para ponernos atención — dijo Rainbow corriendo a toda velocidad a donde le indicaba su amiga.

—Pobrecillos… — escucharon que murmuraba Fluttershy, pero a estas alturas ya no podían hacer mucho más; sobre todo porque se la habían pasado luchando contra monstruos desde que inició todo aquel asunto de los Titanes.

Entonces Rarity abrió la puerta, y los lobos dejaron de atacar a los guerreros y se fijaron en el grupo. Uno de los wolfos soltó un horrible aullido y pronto todos ellos, tras una violenta sacudida, dejaron atrás todo el pelaje y se transformaron en un montón de huesos que se unieron en la forma de un esqueleto de lobo gigantesco.

—Lo único que nos faltaba, Stalwolf — dijo Midna molesta.

—Ustedes vayan, los Maestros y yo nos encargaremos — anunció Fi.

Link y Midna levantaron una ceja sorprendidos pero asintieron lanzándose contra la bestia.

—¡Te las encargamos Epona! — Gritó Link lanzándose con todo contra la bestia.

—¡No te quedes atrás Sweet! — Gritó Midna, con su sonrisa retorcida.

Los dos caballos no se hicieron rogar y corrieron tras las seis amigas. Mientras, Link y Midna hacían lo posible para luchar contra el enorme animal de hueso. Levantó sus garras y trató de aplastarlos pero se topó con una de las manos de piedra que Midna invocaba con su Espejo del Twilight y el escudo Hylian de Link. El lobo rugió de nuevo y trató de atacar una vez más, cuando Fi flotando comenzó a dar sus elegantes vueltas pateándolo justo en la mandíbula; para finalmente dar una hábil media vuelta en el aire transformándose en espada y atravesando su corazón. Link y Midna aprovecharon y redujeron a polvo a la criatura.

Cuando terminaron un cofre se materializó ante ellos.

—Bien, te felicito Fi, hasta que muestras un poco de iniciativa — dijo Midna sonriendo.

—Negativo maestra, calculé la opción lógica basándome en las acciones tomadas en templos anteriores — dijo Fi.

—Que dejes de llamarme así — dijo Midna irritada.

—Dejando eso de lado, veamos qué hay aquí. Batalla larga casi siempre quiere decir premio grande — dijo Link abriendo el cofre y efectivamente topándose con el mapa de la mazmorra.

Los dos guerreros se sonrieron y compartieron un rápido beso, Fi por su parte permanecía inexpresiva esperando a las ponis.

Mientras tanto ellas tuvieron que esquivar a otro maldito Freezzaar, al cual Sweet tuvo la brillante idea de destrozar usando sus bombas, pero sólo las congeló.

—Bien, nuestro turno, las ponis también tenemos lo nuestro — dijo Twilight lanzando un chorro de fuego contra la criatura.

La cosa se fundió, y no en pequeñas versiones de sí mismo como cuando eran hechos pedazos sino que se quedó fundido de veras.

—Deberías darle unos consejos a Link de cómo se hace — reconoció Epona

—Luego nos ocuparemos de eso — dijo Rainbow. — ¿Cómo resolvemos aquí el acertijo?

El acertijo en cuestión era simple, de activar una serie de switchs antes que se acabara un tiempo determinado, y al ser varios lo lograron en poco tiempo. La recompensa por suerte resultó ser una llave, mucho menos molesto que dinero.

El grupo se reunió de nuevo y siguió bajando niveles en la torre de hielo, y siguieron bajando cuando finalmente llegaron a una enorme habitación vacía. Las seis amigas soltaron un gemido, sub-jefe, ¿con qué se toparían esta vez? Bueno, no se quedarían ahí paradas esperando; avanzaron hacia el centro de la habitación en donde una hermosa capa de los más finos materiales cayó del techo y de entre un enrejado que no habían notado en un principio salió un frío vapor que poco a poco formó un delicado cuerpo de hielo. Finalmente, oculto bajo la hermosa capa azul de la más fina tela y adornada con bellísimos diamantes; el sub-jefe de aquella mazmorra había llegado.

El ser bajo la capa sólo chasqueó sus dedos helados y un sombrero puntiagudo como de mago ocultó su cara. Entonces tronó los dedos y lanzó un ataque de magia congelante; que todos eludieron de inmediato. Al ver que su ataque falló, la cosa desapareció y reapareció detrás del grupo; pero Link reaccionó a tiempo con su escudo Hylian y lo bloqueó, por suerte esa cosa bloqueaba ataques mágicos.

El ser volvió a desaparecer y apareció frente a ellos, lanzando un ataque congelante contra Rarity; que tomando el ejemplo de Twilight usó un chorro de fuego de su cuerno para evitar ser golpeada.

La cosa volvió a desaparecer y atacó a Applejack por detrás, que no reaccionó a tiempo; pero sí Epona que recibió de lleno el ataque quedando congelada a los cascos de Applejack.

—¡No! ¡Epona! — Gritó Applejack.

Epona no respondió, atrapada en un bloque de hielo como estaba no podía reaccionar ni nada. Applejack comenzó a llorar.

—¡Epona! ¡Epona, no! justo cuando nos conocíamos mejor y…

Link protegió a Midna de otro ataque del Wizzrobe y miró a la poni llorando.

—¿Debería decirle que no corre ningún peligro y que se liberará pronto? — Preguntó Link.

—Náh, déjala sufrir un rato — dijo Midna. — No lo digo por malvada, pero en serio le haríamos un favor a las dos. Link, confía en mí.

No había tiempo para discutir, pues estaban luchando contra una horrible cosa que seguía apareciendo y desapareciendo por doquier. Y mientras, Applejack seguía llorando.

Era un punto vulnerable y estaba a punto de ser congelada también por el Wizzrobe, pero una mano de piedra convocada por el Espejo de Sombras detuvo el ataque.

—Lo siento amiguito, tu batalla es aquí, la pobre doncella enamorada está fuera de tus límites.

El Wizzrobe, molesto por la intervención, arremetió contra la Princesa del Twilight; que fue salvada por la Princesa Twilight que lanzó un chorro de fuego contra la cosa esa. El monstruo emitió un horrible chillido y desapareció.

—Bien, logramos darle, no durará mucho más — dijo Twilight. — Rarity, listo el fuego.

—No soy tan fuerte como tú querida, pero haré algo — dijo Rarity.

—Si tan sólo pudiéramos adivinar sus patrones de ataque — dijo Link molesto.

—Si tan sólo pudiéramos mover a Applejack de ahí — se quejó Rainbow.

A estas alturas la yegua naranja había terminado de llorar, pero seguía lamentándose observando el bloque de hielo donde estaba Epona.

—Eras genial Epona, realmente sentí que nos entendíamos; desde esa vez que lograste calmar a Apple Bloom y compañía con sus cruzadas y todo eso; hasta te veías tan genial con tu spinner defendiéndonos a todos, ¡y fuiste tú la que me despertó de la ilusión de ese tal Applelox! Demonios Epona, creo que no me di cuenta que me gustabas. ¡Me gustabas y de verdad me hubiera gustado tener algo contigo, pero tenían que hacerte un cubo de hielo para que me diera cuenta!

Lloró una última lágrima y el hielo donde estaba Epona comenzó a resquebrajarse.

—¿Pero qué?

—Ah, ¿realmente creíste que el hielo este iba a durar por siempre? No, es cierto que te debilita pero sólo te congela un rato; no llega a matarte a menos que estés muy pero muy golpeado — dijo Midna con cinismo.

Entonces Epona abrió los ojos y el hielo se rompió por completo. La yegua guerrera de Hyrule sonrió.

—¿Te cuento un secreto Applejack? — Preguntó tiritando.

—¿Epona? — Preguntó Applejack.

Entonces la guerrera la empujó mientras que con su spinner daba una ágil voltereta en el aire y le daba de lleno al sujeto de la capucha. La cosa volvió a desaparecer y Epona suspiró.

—¡EY! ¿A alguno le sobra poción roja?

Link se la lanzó y ella la bebió de un sorbo.

—¡Uf, que cosa más fastidiosa es ser congelada, con razón Link dice que es una experiencia de lo más desagradable!
—Y tú me decías que era un exagerado — dijo Link como si nada, dando una hábil estocada al aire tristemente porque el Wizzrobe desapareció justo a tiempo y no logró darle.

Rarity disparó un chorro de fuego justo a tiempo, dándole de lleno al monstruo cuando se apareció de pura casualidad frente a ella. Entonces soltó un horrible gemido y su capa azul poco a poco se fue tornando color rojo; y finalmente el cuerpo de hielo desapareció por completo.

—Y eso que actué dejándome llevar por el pánico — admitió la unicornio blanca.

—Bien, ¿entonces no aparecerá un cofre ni nada? — Preguntó Twilight.

—Puede que este no sea nuestro sub-jefe, querida — dijo Rarity tomando la capa y colocándosela. — Pero me gusta mucho esta capa, sí señor.

Entonces una sacudida recorrió todo el templo y las puertas se abrieron. Guiada por un extraño presentimiento, Rarity expulsó un chorro de fuego de sus cascos.

—¡Oh, interesante! Esta capa es el objeto de la Mazmorra.

—Sólo falta el Jefe final entonces — dijo Link. — Bien, tenemos el mapa, la llave y el objeto. Lo mejor será buscar cómo ingresar a la puerta principal y terminemos con esto.

—El último de los Templos… sí, eso no me lo creo ni yo — se rio Midna.

Entonces avanzaron ante las confundidas ponis, quedándose atrás sólo Epona y Applejack. Sus amigas querían hablar con Applejack, pero decidieron que era mejor darles tiempo a solas a las dos.

—¿Entonces qué ibas a decirme, Epona? — Preguntó Applejack.

Epona le dio un rápido beso en los labios.

—Que tú también me gustas, dúh.

Applejack sonrió, y Epona le correspondió.

—Insisto que cuando esto termine, me quedaré aquí en Equestria — dijo Epona. — Tengo una buena razón para hacerlo.

—Y si te quedas, entonces Sweet Apple Acres siempre estará abierto para ti — dijo Applejack con suavidad.


Bueno, un jefe final más y terminamos la última mazmorra de la Armonía, ¿qué les pareció? Y lamento si les pareció apresurado el yuri pero en serio chicos que ya se estaba acabando el fic y las dos no había modo que se unieran; sólo filtraban entre sí pero no más así que tenía que apresurar las cosas.

Sin más que decir me despido con mi:

Chao; nos leemos!

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