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The Legend of Celestia: Twilight Princess

by Mr.E's-pen

Chapter 14

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Consiguiendo el armamento pesado

—¡Applejack! ¡Applejack! — Gritó alegremente Apple Bloom al recibir a su hermana, que recién llegaba de la extraña aventura con el titán de la Amabilidad. — Qué bueno que llegaste, ¡señorita Epona! Me alegro que siga aquí, con usted quería hablar.

La yegua de Hyrule se rio alegremente.

—¿Qué pasó? No me digas que con esas armas tus amigas y tú hallaron su propia aventura — sonrió Epona suspicazmente.

—¡Sí que sí! — dioj la pequeña muy orgullosa de sí misma. — En la parte trasera de la escuela desde siempre ha habido un viejo cobertizo, al que nadie entra porque está infestado de polillas gigantes; pero Sweetie Belle, Scootaloo y yo entramos y nos atacaron, y Scootaloo fue muy buena usando esea espada de madera; mientras que Sweetie se las quitaba de encima usando esa genial tirachinas y su magia; y mi escudo y mi agilidad que nos salvaron varias veces de un ataque de polillas enfurecidas. Pero la mejor parte fue cuando las echamos todas y la señorita Cheerilee nos explicó que esa era la bodega de la vieja escuela y que había muchas cosas viejas, y encontramos una alcancía con más de cien bits que la señorita Cheerilee nos dijo que era un recuerdo de cuando ella estudiaba y nos permitió quedárnoslos por nuestro valor, ¡pero yo no voy a gastar esos bits! Son la muestra de nuestra gran aventura.

Las dos yeguas sonrieron, por lo visto sí habían aventuras para quien las buscara allá en Equestria. Entonces se acercó Big Mac.

—Tuvieron un día interesante, eeyup. ¿Qué hay de ustedes?

—Mucho, y salvo por el sujeto medio extraño que guardaba la mazmorra, me estoy acostumbrando a esto de meterme a templos — dijo Applejack.

—El último sujeto es como mucho el jefe final más extraño con el que nos hemos topado en nuestra larga historia de aventuras — concedió Epona. — Pero me alegra, avanzamos rápido por lo menos, este asunto urge.

Apple Bloom sonrió.

—¡Ya quiero que llegue la hora de cenar para que la señorita Epona me lo cuente todo!

Applejack frunció el entrecejo.

—¿Oye, y no prefieres que lo haga tu hermana mayor como siempre lo hace=

Apple Bloom negó dulcemente.

—Applejack, tú cuentas muy bien las cosas pero la señorita Epona lo hace sonar tan genial, mucho más interesante; además tú estás aquí todos los días y la señorita Epona regresará pronto a su casa, ¿verdad señorita Epona?

Applejack ya no supo qué decir ante eso. Claro, no lo había pensado; su nueva amiga la dejaría pronto y si era honesta consigo misma no quería que se fuera. Le encantaba pasar tiempo con Epona. Por su parte Epona también sintió un dejo de tristeza, a ella también le agradaba pasarla con Applejack.

—Oigan, no creo que quiera irme — dijo la yegua al rato. — Cierto que no viviré en Sweet Apple Acres molestando a su familia; pero cuando todo termine me encantaría quedarme en Equestria. Seguro que a Link no le importa, después de todo creo que tiene cosas más importantes en qué pensar ahora que está otra vez con su amiga Midna.

Applejack le sonrió.

—Bueno, tal vez no sea permanente pero mientras hallas un lugar siempre tendremos un espacio para ti. Así puedes seguir contándole tus aventuras a Apple Bloom, que creo que lo disfrutará mucho.

Epona ensanchó su sonrisa, de veras que le estaba gustando pasar tiempo con los Apple. Sobre todo con Applejack.

—Por cierto, los castores regresaron a hacer de las suyas — interrumpió Big Mac.

Ambas yeguas avanzaron a la acción; pero no hubo necesidad de hacer mucho. Apenas vieron a Epona meter su casco en la alforja que cargaba, los castores emprendieron una rápida huida.

Con Sweet Fog el caballo de Midna y Fluttershy tampoco hubo problema, se la pasaron juntos igual que las otras noches. En cuanto a Link y Midna, esta vez decidieron quedarse en el cuarto que les ofrecía Twilight; más que todo porque Midna no estaba dispuesta a pasar otra noche soportando a Lyra.

Así pues los dos guerreros cenaron tranquilamente en compañía de Twilight y Spike y luego subieron cada quien a su cuarto, Twilight les ofreció una alcoba a cada uno; pero estaban tan acostumbrados a estar juntos que la rechazaron amablemente. En el cuarto había un pequeño balcón en donde ambos (en sus formas Hylian y Twily) decidieron salir a apreciar la noche Equestriana, a lo lejos, bien adentrado en el bosque, se veía el misterioso resplandor naranja y negro que representaba el Twilight.

—El Twilight — sonrió Link. — Donde voy a vivir luego que termine todo esto.

Midna lo miró algo preocupada.

—¿En verdad estás bien con ello, Link? No quiero que sientas que te estoy obligando amigo, fue sólo un pequeño ofrecimiento.

—No me obligas a nada Midna. Como te dije antes extraño la acción, la aventura… y hasta las heridas. Pero sobre todo me hace falta la compañía.

Justo en ese momento la luna iluminó la escena, la Princesa de piel aguamarina se tornó ligeramente purpúrea debido a su sonrojo, pero de todos modos sonrió complacida.

—Tú también me hacías falta, ¿sabes? es divertido meterse contigo; ya no me la paso igual de bien si no puedo señalar los defectos del señor héroe importante.

Link se rio con ganas. Con todo y lo molesta que podía llegar a ser, se la pasaba genial con Midna. Entonces, cuando se calmaron un poco sus risas, se le escapó un suave:

—Te amo.

Midna parpadeó sorprendida, pero de inmediato lo rodeó con sus brazos. Era más alta que él, sin contar que ella flotaba suavemente por el suelo por lo que parecía que le llevaba dos cabezas a link. Entonces ella juntó sus labios con los de Link en un dulce beso, no se necesitaban demasiadas palabras para entender pero de todos modos Midna dijo:

—También te amo.

Amaneció un nuevo día, y para espanto de todos, el Twilight estaba al pie del pueblo.

—No puede ser — dijo Twilgith muy asustada.

—Te presento al Twilight — dijo irónica la Princesa del Twilight a la Princesa Twilight. — De hecho ya se había tardado en extenderse tanto; la última vez se extendió a través de múltiples puntos. Supongo que porque lo hemos mantenido a raya con los templos es que su marcha se ha alentado; pero mejor avancemos. Y… yo que tú evacuaría el pueblo, no quieres saber lo que le pasa a la gente de la Luz cuando son tragados por el Twilight. Evacúa el pueblo, es en serio.

En una esquina podía verse a las 3 floristas del pueblo retorciéndose en el suelo:

—¡El horror! ¡El horror!
—La desolación…

—¡Todo está perdido!

Twilight tragó saliva y corrió a obedecer a Midna. Luego de la evacuación, el grupo tomó el tren más próximo a la granja de rocas de los Pie.

—¿Creen que a mis padres les de gusto verme? — Preguntó Pinkie Pie a medio camino.

—Seguramente — dijo Applejack. — Pero no podemos quedarnos mucho y lo sabes, caramelo. Con esa cosa cada vez más cerca no podemos entretenernos.

—Lo sé, tenemos que salvar Equestria — se resignó Pinkie. — ¿Cómo creen que sea mi templo?

—Más me llama la atención cómo será el titán — dijo Link, de nuevo como lobo. — No me termino de tragar a ese sujeto, Flutterax.

Llegaron a la granja de rocas de Igneus Rock, que los recibió estoico cual buen granjero de rocas. Les recordaba un poco a Maud, como si fueran padre e hija; ¿por qué sería?

—Bienvenidos a Dusty Rock Acres. ¿Qué tipo de rocas buscan?

—¡PAPI! — Gritó alegremente Pinkie Pie abrazando al granjero. — ¿Cómo estás?

—Pinkamena Diane Pie, nos hubieras escrito. Estoy radiante de felicidad de verte aquí, de verte hubiera llamado a todos — dijo Igneus en su tono inexpresivo. — ¿Qué te trae por aquí?

—Ah, nada importante sólo una misionsita por Equestria — dijo Pinkie como quien no quiere la cosa. — Y ahora que lo pienso papi, ¿has visto algo raro en la granja? Como nos sé, algo donde hice mi primera fiesta o en el campo que solía trabajar antes de mudarme o…

Igneus Rock se la quitó de encima, su expresión seguía igual.

—¿Una misión, no? lo siento, no he visto nada raro últimamente. La que puede ayudarte es tu hermana Maud. Tu madre y yo hace tiempo que no vamos a los campos por eso de nuestra artritis; ahora nos dedicamos a las ventas. Y ahora que estoy en eso, ¿A tus amigas les interesa comprar rocas?

Las 6 chicas intercambiaron miradas incómoda. Entonces Epona dijo a modo de broma:
—Pues rocas no tanto, pero si tiene un explosivo que le sobre con gusto.

Igneus Rock permaneció inexpresivo.

—¿Bombas? Pues sí, con eso rompemos los peñascos grandes. Marble, tienes clientes.

La hermana menor de Pinkie Pie llegó trotando normalmente; ni muy inexpresivo ni muy hiperactiva, normal.

—¡Ey Pinkie! Me alegra verte. Papá dice que necesitas bombas, ¿cuántas?

— Primero lo primero — dijo Midna tomando sus rupias. — ¿Aceptas joyas?

Marble se colocó una lente en uno de sus ojos y examinó la moneda de Hyrule con ojo experto.

—Wow, las verdes se ven especialmente finas, me las quedaría pero no sé si tengo cambio para una ni siquiera.

Los hylianos soltaron un gemido de exasperación; dale que dale que las rupias verdes eran las más valiosas, ¿es que no se sabían otra?

—¿Cuántas bombas podemos comprar con una? — Dijo Midna.

—Pues 40 pero nadie necesita 40 bombas — dijo Marble.

Link le ofreció dos rupias verdes.

—Te compramos ochenta.

Marble ladeó la cabeza.

—¿Escuché bien? ¿En serio quieren ochenta bombas?

—Nos gusta hacer las cosas "a lo goron" — dijo Epona.

Marble no entendió pero los despachó y se repartieron las rocas, vaya grupo tan raro.

Entonces Fi salió ya lista para comenzar su búsqueda.

—Maestros, iniciaré mi búsqueda — dijo como si nada refiriéndose a Link y a Midna; y esta vez Midna ni se molestó en decirle nada, ¿para qué?

Al cabo de unos instantes, luego de analizar a Pinkie Pie, los llevó a una gran cantera; cuya entrada estaba cegada por rocas.

—Primero compramos bombas y luego no podemos entrar al templo sin ellas — sonrió Link. — Me huele a templo explosivo.

Sus amigos rieron, las chicas intercambiaron miradas preocupadas. Entonces arrojaron la primera bomba abriendo el templo por fin.

La explosión llamó la atención de la familia Pie que estaba a punto de almorzar antes de reanudar su trabajo del día.

—¿De casualidad eso vino de la cantera noreste? — Preguntó Maud tomando un largo sorbo de agua.

—Sí — dijo como si nada Igneus Rock. O más bien como si nada para cualquier observador externo, pero para la familia sonaba preocupadísimo; lo mismo se aplicaba a Maud. — ¿Pero quién sería tan irresponsable para ir a meterse ahí?

—Bueno… Pinkie y sus amigas vinieron hace poco y me compraron un montón de bombas — dijo Marble repentinamente

Maud se levantó con violencia.

—¡¿Dijiste Pinkie Pie y sus amigas?! — Dijo Maud parándose de repente. — Pinkie no tiene idea de por qué sellamos esa cueva, tengo que ir de inmediato.

Y aunque su tono y expresión permanecían inalterables, salió volando a gran velocidad; justo para toparse con la puerta de la cantera completamente destrozada, lo que confirmó sus temores.

—¿En qué irresponsabilidad te metiste ahora Pinkie Pie? — Dijo Maud entrando a gran velocidad, todavía estaba a tiempo de detener a los monstruos de esa cueva del demonio.

Pero cuando entró esperando hallar a las ponis siendo destrozadas por esos horribles esqueletos y cráneos flotantes, se topó con tres criaturas bípedas destrozando ellos a los esqueletos y a dos ponis; un thersthal con una daga en la boca que también los despachaba con gran habilidad; y una terrestre en una especie de perinola gigante adornada con enormes cuchillas. Finalmente todos los monstruos fueron reducidos a nada, y los dos bípedos guardaron sus armas; un espejo y una espada.

—Bien — dijo Midna. — Lo mismo de siempre, Link, Fi y yo iremos por un lado; mientras que ustedes irán acompañadas de Epona y Sweet Fog. Como siempre localizamos el mapa, la brújula, el objeto y la llave del jefe.

No se hicieron objeciones, se formaron ambos grupos (todavía sin reparar en Maud) y se adentraron en la cueva. Entonces Twilight miró hacia la Princesa del Twilight.

—Midna, tengan mucho cuidado. Ustedes son sólo tres.

—Ténganlo ustedes — dijo Midna. — A diferencia nuestra, todo nuestro grupo lo componen aventureros experimentados.

Twilight le sonrió a Midna e iban a volver a avanzar, cuando Maud se hizo notar con una observación inteligente.

—Oigan, no entiendo qué intentan hacer aquí pero, ¿ya se dieron cuenta que no hay a dónde ir? Aquí todo lo que había era una cueva llena de monstruos, acabaron con los monstruos y ahora veo una cueva vacía. ¿Qué creen que harán?

Twilight se adentró un poco, haciendo luz con su cuerno; y Rarity la imitó. Hallaron un par de antorchas que prendieron con su magia. Entonces Link tomó su lámpara de aceite y comenzó a buscar a su alrededor. Finalmente halló otras dos antorchas y las prendió.

De la nada sonó una pequeña musicita como de un flautín y cayó un cofre de la nada. Maud levantó una ceja, pero los demás ya se iban acostumbrando a eso.

Muy emocionada, Pinkie Pie saltó a ver qué hallaron.

—¡Ey! ¡Más bombas!

—Lástima, yo quería bits — se quejó Applejack.

—No es tan malo — dijo Link, que ahora todos menos Maud podían entender un poco mejor. — Es una pista de qué hacer para salir adelante.

—¿Qué quieres decir? — Quiso saber Fluttershy.

Link y Midna se sonrieron y tomando una bomba cada uno se pusieron a examinar las paredes de la cueva tocando éstas ya sea con la Master Sword o un pequeño cuchillo que la Twily cargaba. Epona hizo otro tanto y de pura casualidad donde ella tocó sonó hueco.

—¡Aquí! — Anunció, antes de tomar una bomba y arrojarla con violencia contra la pared.

La bomba obviamente estalló y reveló el camino. Una oleada de calor y olor a azufre los atacó con todos.

—Yo no fui — bromeó Rainbow Dash.

—La situación es demasiado seria como para el humor escatológico — regañó Twilight al notar que no sólo hacía más calor sino que había un resplandor al fondo. — Esto es lava.

—¡Oh no! ¿Lava? — Preguntó temblando Fluttershy.

—Tenía que tocar tarde o temprano — dijo Epona. — El templo del bosque, el templo del aire, el templo del terror; toca el templo del fuego. Ya sea Titanes de la Armonía o dioses antiguos de Hyrule, como que no agregan temas nuevos a sus templos.

—Por lo menos no nos topamos con un templo submarino — dijo Link. — Eso sí fue desesperante.

Los guerreros de Hyrule soltaron un gemido de entendimiento, pero obviamente las ponis no entendieron. Entonces atravesaron la puerta ante una enorme plataforma elevada sobre un pozo de lava ardiente; que soltaba enormes rocas de cuando en cuando; pero lo realmente horrible era que también se veían plataformas flotando sobre la lava ardiendo; revelando muchos niveles a través de los cuales deberían de atravesar para llegar al fondo del templo y finalmente ante el Titán de la Risa.

Maud parpadeó indiferente, aparentemente.

—Oficialmente no dejaré que Pinkie Pie se meta a este lugar peligroso. De haber sabido que había algo más aquí, hubiera usado más rocas para tapar la entrada.

—¡Pero Maud! — Protestó Pinkie Pie.

—Nada de peros — fue la cortante respuesta de Maud, sin subir el tono eso sí. — Nos vamos.

Y con su enorme fuerza, comenzó a halarla.

—Necesitamos a Pinkie para esta mazmorra, fue creada especialmente para ella; para llevarla al límite y que de este modo salve a Equestria — dijo Twilight.

—Busquen a la hermana de otra — dijo Maud.

Midna convocó una enorme mano de piedra que bloqueó el paso de las dos Pie; pero obviamente no conocía a Maud que sin problema alguno la destrozó de un golpazo.

—Adiós — dijo ella.

Pinkie Pie se libró de ella.

—No Maud. Equestria me necesita.

Maud Pie frunció el ceño ligeramente, entiéndase estaba echando chispas para quien la conociera bien.

—Pinkie Pie tú vienes conmigo, no puedo permitir que te metas a estas tonterías así como así.

—Maud, todas mis amigas han pasado por retos para restaurar la paz en Equestria. No puedo quedarme de cascos cruzados mientras soy la pieza faltante para salvar al Reino.

—Si todas tus amigas se enfrentaran a un monstruo gigante, ¿lo harías tú?

—¿Se lo decimos? — Le susurró Dash a Fluttershy.

Maud permaneció firme.

—Nada de peros, no voy a perderte Pinkie Pie.

Midna soltó un suspiro.

—No me gusta andar con tantos estorbos, sin ofender chicas pero avanzaríamos más rápido si fueran más heroínas de acción en lugar de heroínas de armonía; pero en fin. ¿por qué no vienes? Te aseguro como Princesa del Reino del Twilight que no involucraremos a tu hermana en la lucha hasta que nos topemos con esos retos especialmente diseñados para ellas. Hablo del Titán de la Risa al cual debe enfrentarse sola.

Maud la miró.

—¿No luchará aquí?

—Lo más que hará será ayudarnos a pensar los acertijos de la mazmorra — dijo Epona. — Como jugar a los rompecabezas.

Maud quedó conforme.

—No quiero que Pinkie Pie se exponga pero si es esto, por lo menos eso sí lo puedo aceptar.

—Pero eso suena no tan divertido — se quejó Pinkie Pie.

—Es eso o quedarte definitivamente fuera — le recriminó Twilight.

Así pues al igual que Maud, aunque no conforme; Pinkie tuvo que aceptar. Luego de eso entraron al templo, listas para el reto.


Bombas y templo del fuego; algo así como la cueva de los dodongos; el templo del fuego propiamente dicho en el Ocarina; ese de la ciudad Goron que no me acuerdo muy bien qué era pero uno tenía que luchar sumo contra un enorme Goron. Y así, uno de mis elementos más querido de Zelda.

Espero les haya gustado y ya saben:

Chao; nos leemos! El fic está llegando a su fin con sólo dos templos pendientes.

¿El próximo templo lo prefieren de hielo como la Caverna de Hielo en el Zora's Domain o la fortaleza de la montaña helada en el Twilight Princess; o uno submarino?

Next Chapter: Chapter 15 Estimated time remaining: 0 Minutes
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