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La gema sangrienta: libro 2-Lazos de Sangre

by parca333

Chapter 26

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Lazos de sangre.

Capítulo 26. La tierra de los olvidados.

En los límites de Equestria, en el centro de la ciénaga de los lamentos, cuatro días han pasado desde que Shining y su hija se adentraron a la ciénaga de los lamentos, un secreto oscuro guardan estos terrenos desolados, inconscientes de ello, siguen merodeando estas tierras.

Viajando solamente durante el día, Shining carga a su hija todo el camino y no se detiene hasta que el anochecer está cerca, una vez que empieza a oscurecer Shining busca un sitio amplio y estable donde ambos puedan recostarse, sin peligro de resbalar a las aguas del pantano y crea un escudo que los rodea por completo. Ara le ha preguntado que por que hace esto Y Shining solo le responde que es por su propia seguridad.

Pese a los misterios que encierra esta ciénaga, Shining no está dispuesto a arriesgarse, él sabe que este lugar esta infestado de espectros, pero no sabe por qué están aquí o que es lo que quieren, solo puede sentir lastima por estos seres y miedo, miedo a lo que todos tememos, a lo desconocido, miedo a lo que no sabe, miedo a aquello extraño que guarda muchos secretos.

Shining y su hija se encontraban ya pasando poco más de la primera mitad de la ciénaga, ahora no hay marcha atrás si se quiere regresar, pues el camino más corto para salir de este repugnante pantano es continuar hasta llegar al otro lado.

-¿Cuánto falta?- dice la potrilla un tanto aburrida.

-creo que en dos días llegaremos cariño- dice Shining suspirando.

-pero… si ya se nos acabó la comida….- dice la potrilla.

-resistiremos… no te preocupes… no falta mucho- dice Shining.

-pero…. Tengo hambre… ¿no podemos pescar?- dice Ara.

-no, ya te dije que no- dice Shining con severidad.

-bueno….- dice Ara con tristeza.

Ellos siguen caminando por el camino del pantano hasta que…

-¡mira papi, son pajaritos!- dice Ara señalando al cielo.

Shining mira en dirección al cielo y en eso ve a docenas de cuervos negros sobrevolando sobre ellos, estas aves de carroña, sabían que son pocos los seres vivos que sobreviven al intentar cruzar este fétido pantano, y estaban siguiéndolos con la esperanza de que en cualquier momento Shining y su hija sucumbirían o quedarían atrapados en el fango y morirían.

-son muchos- dice la potrilla un tanto emocionada, pues hacía mucho tiempo que no veían algo con vida que no fueran peces del lago.

-si lo sé- dice Shining con fastidio- malditas aves de carroña- piensa este.

De repente se escucha un fuerte estruendo, las aves se alborotan y se esparsen, Shining mira a su alrededor y ve una lluvia de plumas negras, este mira al cielo muy confundido y alterado, y al poco tiempo docenas de cuervos caen a su alrededor.

-¡si les di!- dice Ara con gran alegría mientras saltaba del lomo de su padre y se transformaba en lobita para tomar uno de los cuervos muertos que ella había matado con un rayo que disparo con todas sus fuerzas, ella estaba exhausta, pero ya tenía algo de comer.

Shining veía con asombro a su hija, mientras esta intentaba cargar a todos los pájaros que podía, pero su pequeño cuerpo no le permitía poder cargar todas las aves que derribo.

-de…. Déjame ayudarte…- dice Shining aun sorprendido por la acción de su hija.

Shining guarda a la mayor parte de los cuervos muertos en su morral y continúan su camino, mientras la pequeña Ara se quedaba en el lomo de su padre comiendo un cuervo a puros mordiscos.

Pasan las horas, aun faltaban unas horas para el oscurecer por lo que Shining seguía caminando por el camino de la ciénaga hasta que de repente se escucha un aleteo, cosa que hizo que Shining se detuviera de repente.

-papi… ¿Qué pasa?- dice Ara confundida.

El viento golpea a Shining y Ara, un aroma muy peculiar empezó a hacerse presente pese a la peste del pantano, Shining voltea a su izquierda, al principio se vio algo muy parecido a una nube, pero esto se acercaba demasiado rápido.

-¿Qué es eso?- dice Ara.

En eso Shining reacciona y acelera el paso, este corre por el camino de la ciénaga.

-¡¿Qué pasa?!- dice la potrilla confundida y alterada, mientras su padre seguía corriendo, en eso este se oculta debajo de un arbusto de espinas, este toma a su hija y la abraza fuertemente mientras se introducía debajo del arbusto, clavándose unas espinas en el proceso.

-¡papi que pasa!- dice Ara, pero en eso Shining le tapa la boca con su casco.

De repente en el cielo se ve pasando a gran velocidad a docenas de grifos cazadores, nunca antes Shining avía visto a tantos reunidos, parecía que eran más de 100, y todos se dirigían al bosque Everfree con un propósito.

Cuando estos seres pasaron por encima de ellos, Shining pudo escuchar algunas cosas como.

-¡rápido!-

-la princesa pagara muy bien por un lobo espectral-

-¡YA NO IMPORTA SI LOS CAPTURAMOS CON VIDA! ¡ELLA PAGARA SI CONSEGUIMOS SOLO LA CABEZA!-

-ESE DINERO SERÁ MÍO-

-¡deprisa! ¡Rápido, no podemos dejar que los ponis nos ganen!

Ya hace poco les había llegado la noticia de la jugosa recompensa que la princesa Cadance daría por quien la trajera la cabeza de un lobo espectral y todos querían una parte de ese dinero.

-¡papi que quieren esos seres!- dice Ara ya algo asustada.

-nos quieren a nosotros- piensa Shining con severidad y rabia.

-¡demonios! Con ellos aquí… es muy peligroso seguir avanzando durante el día….- piensa Shining- no puedo permitir que nos encuentren…. Tengo que proteger a mi hija…. Si salimos durante la noche ellos no me podrán ver si uso mis poderes de sombras…. Pero… ellos si me pueden ver- piensan Shining.

-papi…. Tengo miedo…- dice la potrilla mientras se acurrucaba en sus cascos.

-tranquila mi cielo… no nos pasara nada…. Solo quédate calladita- dice Shining.

-si papi- piensa Ara mientras colocaba sus cascos contra su boca.

-me temo que tendremos que quedarnos aquí…. En la noche saldremos y continuaremos- dice Shining- sin embargo usar estos poderes de ocultarme en las sombras por mucho tiempo siempre terminan agotándome-

-papi…. Cuando salgamos del pantano… ¿Cuánto faltara para llegar al bosque azul?- pregunta Ara en voz baja contra el oído de Shining.

-luego de cruzar el pantano tendremos que atravesar un cañón que se extiende por kilómetros y kilómetros…. Quizás un par de semanas si nos damos prisa- dice Shining.

-tengo miedo…. Ya quiero llegar…- piensa la potrilla mientras empezaba a llorar, pues los grifos seguían pasando por encima de ellos, pues eran barios los que venían por ellos.

-nos buscaran en el bosque…. Pero de todos modos no podemos salir ahora… esos desgraciados tienen muy buena vista, si salimos ahora nos verán- piensa Shining mientras ve como el último grupo de grifos pasaban por encima de ellos.

-ya se fueron…- dice Ara suspirando.

-si…. Pero nos quedaremos aquí…. Esperaremos al anochecer cariño…- dice Shining.

-pe… pero…. Dijiste que era muy peligroso salir de noche- dice Ara intrigada.

-ahora es más peligroso el día- responde Shining con severidad.

Mientras tanto en el imperio de Cristal, una muy deprimida Ema da un último vistazo en los pasillos del castillo, contemplando y admirando la hermosa arquitectura de esta.

-echare de menos este lugar….- dice Ema con algo de melancolía.

Esta se dirige a su habitación, en donde esta se encuentra con su hijo durmiendo, un unicornio café claro con algunas partes blancas y de crin amarilla (el padre del potrillo era un unicornio) esta se dirige hacía con él y acaricia su crin, es entonces que este despierta y mira a su madre.

-mami….- dice el pequeño potrillo de dos años.

-descansa Hope…. Descansa mi cielo- dice Ema con una sonrisa.

-pe… pero hoy es el día ¿no? Hoy nos iremos- dice el potrillo.

-si hijo…. Hoy nos iremos- dice Ema.

-¿Por qué nos vamos?- dice Hope.

-es que….. Bueno…. Mami ya consiguió una casita donde tú y yo podremos vivir mi cielo- dice Ema.

-pero…. ¿Por qué nos vamos? ¿No te gustaba vivir aquí?- dice el potrillo un tanto confundido- y más porque mi cumpleaños número 3 será en dos semanas-

-bueno…. Mi cielo…. Las cosas deben ser así…. Ahora tú y yo tenemos que vivir con los demás ponis…- dice Ema- no te preocupes…. Festejaremos tu cumpleaños en nuestra nueva casita-

-bueno…. Pero…. Aun no entiendo por qué nos vamos…- dice el potrillo confundido.

-por qué tenemos que irnos mi cielo- dice Ema.

-pero… ¿Por qué?- dice Hope.

-por qué….- dice Ema con un tono melancólico.

-mami…. ¿estas llorando?- dice Hope.

-no…. No… es solo una basura en mi ojo hijo… no te preocupes….- dice Ema- será mejor que terminemos de empacar…. En un par de horas vendrán algunos guardias a ayudarnos con el equipaje-

-está bien mami….- dice Hope levantándose.

-no mi cielo… descansa…. De todos modos no es mucho lo que me falta empacar…- dice Ema obligando a su hijo a recostarse de nuevo dado a su estado delicado.

-está bien mami….- dice Hope.

Luego de un par de horas ya todo estaba listo, dos guardias vinieron a ayudar a Ema con el equipaje, estos tomaron sus maletas y las llevaron hasta una carreta estacionada fuera de la entrada del castillo, ya todo estaba listo, ahora solo faltaba una cosa. Ema toma a su hijo en cascos, lo coloca con cuidado en su lomo, este estaba bien cobijado, tenía un completo traje invernal que le cubría todo el cuerpo excepto la cara y lo lleva consigo hasta la habitación de Cadance. Ema estaba a punto de tocar a la puerta, pero en eso nota que esta se encontraba emparejada.

-em… disculpe….- dice Ema abriendo la puerta y asomándose, pero no ve a nadie- ¿princesa Cadance?- dice entrando a la habitación, pero no había nadie.

-ya nos vamos….- dice Ema con un tono poco audible, esta se adentra en la habitación y da un último vistazo, en eso esta nota algo en la chimenea apagada, esta introduce sus cascos en las cenizas que se encontraban dentro y saca un anillo de oro con un pequeño, pero hermoso diamante en el centro, este era el anillo de bodas que Cadance uso en su boda, hacia unos días que Cadance quemo todas sus cosas que le recordaban su amor por Shining en la chimenea, y fue su anillo de bodas el único objeto que logro salvarse.

Ema contempla la belleza de anillo por unos instantes, hasta que de repente.

-¿ya te vas?- se escucha, Ema voltea un tanto exaltada y ve tras ella a Cadance mirándola con un tono inexpresivo.

-¡hola! Em…. Disculpe… em…. Encontré esto en la chimenea- dice Ema apenada entregándole el anillo de bodas a Cadance, esta al verlo hizo un gesto de repulsión y disgusto, y más al recordar por un instante aquel día en que Shining le propuso matrimonio.

-no lo quiero- dice Cadance con un tono severo.

-pe… pero…- dice Ema.

-quédatelo…. Consérvalo Ema- dice Cadance cerrando el casco de Ema para que este oculte el anillo que esta sostenía.

-es… ¿está segura?- dice Ema.

-muy segura- responde Cadance con severidad.

-bueno…. Em… gracias….- dice Ema guardando el anillo en su bolso.

-entonces…. Hoy es el día verdad- dice Cadance con inexpresividad.

-si…. Hoy nos vamos…. De hecho…. Ya me están esperando afuera para llevarme al tren- dice Ema.

-¿y que estas esperando?- dice Cadance- si no te apresuras perderás el tren y tendrás que esperar en la estación al siguiente-

-antes… bueno… yo quería despedirme… y agradecerle… por todo- dice Ema.

-no tienes nada que agradecerme Ema, ahora solo vete- dice Cadance dándole la espalda.

-si pero…- dice Ema.

-adiós Ema- dice Cadance con severidad.

-bueno… es que…. yo no era la única que quería despedirse….- dice Ema.

-¿Qué?- dice Cadance dándose la vuelta.

Ema toma a su hijo y lo coloca con cuidado en el suelo, el potrillo intenta levantarse y entre tambaleos camina hasta con Cadance.

-gracias por ayudarnos- dice el potrillo abrasándola. Cadance se queda paralizada ante la acción de tan inocente criatura.

-la voy a extrañar mucho madrina- dice Hope con una sonrisa.

-si…. Yo… yo también los extrañare- dice Cadance un tanto asombrada, no sabía cómo reaccionar ante esto, al sentir un contacto tan cercano con una criatura que la estimaba y apreciaba, por un instante imagino que esto sentiría si tuviera un hijo. Cadance no pudo sentir por un momento una gran confusión y un fuerte dolor en su pecho por tal escena que el potrillo le daba y conmovía su debilitado corazón.

-no quiero irme…. Pero mama dice que tenemos que irnos…. Pero le prometo que cuando crezca y me mejore vendré a visitarla- dice Hope

-adiós princesa Cadance- dice Ema tomando a su hijo y colocándolo en su espalda, esta se da la media vuelta y se retira.

-¡adiós madrina!- dice Hope.

Los dos ponis se dirigen a la salida del castillo y suben a la carreta que los llevaría a la estación de trenes. Mientras tanto desde el balcón Cadance observaba como la carreta partía y se alejaba del castillo.

-a…. adiós- dice Cadance con una lágrima brotando de su mejilla.

Llega el anochecer, y Shining sale de entre los arbustos.

-ahora….- dice Shining mientras salía de entre los arbustos y miraba en todas direcciones.

-¿es seguro?- dice Ara un tanto temerosa mientras salía de entre los arbustos.

-eso parece- dice Shining.

Es entonces que se escucha un lamento, Shining inmediatamente toma a su hija y mira en todas direcciones poniéndose en posición de defensa.

-son ellos- dice Shining con seriedad.

-papi… ¿los escuchas?- dice Ara.

-los escucho mi cielo… tranquilízate- dice Shining con seriedad.

-¿y los ves?- dice Ara.

-¿Qué?- dice Shining.

La potrilla miraba tras de ellos como de entre el fango empezaban a surgir docenas de cuerpos, ponis y grifos, la mayoría eran militares. Shining inmediatamente mira tras de él y apenas logra distinguirse unas siluetas dado a sus poderes de lobo espectral, pero no podía distinguirles una forma fija, contrario con Ara quien podía distinguirlos claramente.

-creo que están tristes- dice Ara un tanto deprimida.

-lo se…. Pero…. No podemos seguir aquí- dice Shining con severidad, pronto no solo espectros empezaron a brotar de entre el fango si no también cuerpos descompuestos de ponis y grifos.

-¡mierda a esos si los distingo!- dice Shining alterado.

-papi…. Creo que los asustas…- dice Ara.

-no podemos seguir aquí…. Sujétate cariño – dice Shining emprendiendo su camino, corriendo a toda velocidad entre las sombras, recorriendo el camino mucho más rápido que nunca.

-si sigo a este paso… quizás llegue al final antes del amanecer- piensa Shining mientras recorría el largo camino.

Mientras Shining recorría el camino más y más espectros surgían de entre el lago y se hacían presentes, en su mayoría eran almas en pena, en eterno lamento y tristeza, atados a este mundo sin posibilidad de poder descansar en paz. Shining sentía un frio recorrerle la espalda al ver a estos seres tan cerca de él, mientras que su hija no paraba de sentir lastima y tristeza por ellos.

-papi…. ¿No crees que vas demasiado rápido?- dice Ara mientras hacía un esfuerzo por sujetarse al lomo de su padre.

-sujétate- dice Shining mientras seguía su camino oculto entre las sombras, sin embargo, pese a estar oculto en las sombras los espectros aún eran capaces de verlo. Y no les gustaba nada la forma en que Shining pasaba por sus tierras.

-papi….- dice Ara al ver una sombra materializándose tras de ellos.

De repente de entre las aguas del pantano surge un tentáculo echo con carne descompuesta este golpea a Shining y lo azota con fuerza contra el, haciendo que el aun estando oculto por las sombras fuera golpeado fuertemente y se estrellara contra el fango.

Shining inmediatamente se levanta, y es en eso que lo ve, una cumulo de cadáveres empezaron a surgir de entre el fango y poco a poco los empezaron a rodear, Shining intenta ocultarse entre las sombras, pero algo se lo impide.

-¡que es lo que me pasa…. Mis poderes! ¡Mis poderes mágicos no sirven!- piensa Shining.

-pa… papi… - se escucha Shining inmediatamente mira a su alrededor, Ara no estaba.

-¡ARA!- grita Shining.

-¡PAPI!- se escucha el grito de la potrilla Shining mira a su alrededor y en eso está divisa a su hija a lo lejos, rodeada de una serie de espectros.

-cre… creo que los hiciste enojar- dice Ara con miedo.

-¡Ara!- dice Shining avanzando contra su hija, pero en eso docenas de espectros de ponis y grifos se interponen y empiezan a atacarlo, Shining al no poder usar su magia inmediatamente se transforma en lobo y arremete contra los muertos, empezando a destrozarlos con una serie de zarpazos contra los cadáveres vivientes, pero estos seguían levantándose, armándose de nuevo.

Por unos instantes parecía funcionar el destrozar a los cadáveres pese a que estos se volvían a armar, no eran muy resistentes, sin embargo pronto esto demostró ser un gran error, pues así los cadáveres tomaban su forma espectral con la cual si bien físicamente no hacía nada contra Shining, cada vez que era atravesado por los cuerpos espectrales de los muertos Shining sentía como iba perdiendo el aliento poco a poco, empezando a extinguir su vida.

-¡PAPI DETENTE, ESTO SOLO LOS ENFURECE MÁS!- Grita Ara desde su posición.

-¿entonces qué hago?- piensa Shining con desespero, mientras no paraba de atacar a los cadáveres que se le acercaban, sin embargo no era capaz de probarles ningún daño a los espectros que lo atravesaban, Shining pronto se empezó a mostrar cansado, este sentía como poco a poco perdía el aliento.

-¡PAPI!- dice Ara mientras veía como su padre empezaba a sucumbir ante los ataques de los muertos, es entonces que un grupo menor de espectros empiezan a rodear a Ara, este empieza a retroceder un poco al verse rodeada.

-no… no quiero hacerles daño…- dice Ara, los espectros solo se le quedan mirando con sus siniestros ojos blancos.

-por favor…. No quisimos molestarlos…- dice Ara.

-¡ARA NOOOO!- dice Shining al ver a su hija rodeada por varios de los espectros, este empieza a caminar más rápido entre los cadáveres, sin percatarse de que los espectros seguían atacándole y poco a poco estaba provocando que su alma se debilitara y estuviera cerca de que fuera succionada y arrebatada por los espectros.

-¡PAPI!- dice Ara mientras seguía retrocediendo con forme los espectros y cadáveres se acercaban a ella. Es entonces que uno de sus cascos traseros toca el agua, Ara voltea.

-¡NO VEAS EL AGUA!- Grita Shining, pero era demasiado tarde.

Su hija mira su reflejo en el agua, y es entonces que esta mira el cuerpo de una potrilla muy similar a ella, pero según parecía a juzgar por el peinado y atuendo de esta, pertenecía a otra época.

-¡Ara!- grita Shining, pero en ese momento esta de la nada, se deja caer al agua.

-¡NO ARAAAAAAAAA!- dice Shining mientras arremetía contra los cadáveres que lo detenían pero estos seguían sometiéndolo mientras más espectros lo atravesaban una y otra vez, su hija no emergía del agua esta se estaba hundiendo en las profundidades del pantano y Shining estaba demasiado lejos como para poder hacer algo por salvarla.

-¡NOOOOOOOOOOOOOOOOO ARAAAAAAAAAAA!- grita Shining con desespero. Este sigue avanzando, pero con cada paso que daba este se debilitaba más y más, pero pronto este empezó a sucumbir arrodillándose, jadeando si parar empieza a vomitar sangre, ya sin fuerzas aun así este sigué arrastrándose decidido a ir por su hija, mirando a su alrededor solo cuerpos descomponiéndose que ya ni siquiera se molestaban en seguir deteniéndolo, pues estaba en las ultimas.

Shining se arrastra en el fango, ya a punto de morir cuando en eso se ve con algo obstruyéndole el paso, unas calcetas blancas que se asomaban de entre una gruesa capucha negra, Shining levanta la vista y en eso divisa unos siniestros ojos rojos.

-no es bueno jugar con los muertos- dice el encapuchado con una vos femenina y que a parecer de Shining fue un tanto seductora pero al mismo tiempo severa.

Shining finalmente colapsa se deja caer al fango perdiendo completamente el conocimiento.

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