La gema sangrienta: libro 2-Lazos de Sangre
Chapter 11
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Capítulo 11. Lo que nos trajo aquí.
Era de noche, Trixie se encontraba sentada con su hija al borde del acantilado, mirando las estrellas con admiración, mientras sostenía a su hijita Ara, la cual se encontraba acurrucada entre sus cascos, cobijada por las mantas que Trixie encontró entre los escombros de su extinto hogar durmiendo pacíficamente.
Trixie empezaba a recordar una serie de eventos relacionadas con este sitio, en eso ella divisa una cascada a lo lejos, en la parte inferior de la colina, lo que diferenciaba este rio con los otros tantos que ahora había, es que este rio ya existía desde antes de que la devastadora tormenta arrasara con todo, y fue precisamente en ese sitio donde muchos de los momentos más íntimos y preciosos tuvieron Trixie y Shining como pareja. Trixie da una ligera sonrisa al ver esa cascada, y es entonces que una serie de recuerdos pasaron por su mente, la mayoría románticos y lujuriosos, momentos íntimos entre Shining y Trixie, incluso podrían apostar de que su bebita Ara fue concebida en esa cascada, ya sea en una de las noches que ambos se bañaron juntos en la cascada, o la tarde que estos tomaron un sencillo picnic mientras su hijo mayor dormía.
Trixie mira en otra dirección a lo que parecía ser un pantano, dado a los arboles derrumbados, la tierra suelta y las inundaciones, pero en realidad, antes de la tormenta este solía ser un pequeño prado, ahí fue donde Shining y Trixie solían llevar a Night Light a jugar, puesto a que era un espacio muy grande y cercas se encontraban algunos arbustos de moras dulces que Trixie solía recolectar mientras Shining y Night Light jugaban.
Trixie sentía gran tristeza al ver todo lo que alguna vez formaba parte de su nueva vida, destruido por completo.
-Shining…. Night Light…. Regresen- dice Trixie con cólera, pasan algunas horas, y esta estaba comenzando a sentirse cansada de repente, cosa que le extrañaba bastantes, pues no era tan tarde. Finalmente Trixie quien ya estaba haciendo un esfuerzo por no dormirse, decide que es hora de ir a la cama. Ella sin saberlo sus heridas son mucho más grabes de lo que piensa, el moretón que tenía en su pecho se había extendido a lo largo de su torso, ahora todo su torso estaba morado, dentro de sí tenía al menos tres costillas rotas de las cuales una estaba penetrando sus órganos vitales con gran fuerza, provocándole un fuerte sangrado interno, esta empieza a sentir un fuerte ardor en el pecho y algo de dificultad para respirar, esta tose sangre, y se tapa la boca con su casco, y al descubrirse la boca esta ve sangre en su casco. Una ventisca la golpea y esta empieza a titilar del frio, su visión se vuelve doble y borrosa.
-creo… que es mejor que me alejé de aquí…. No es buena idea estar sentada en el barranco- dice Trixie jadeando y respirando con dificultad mientras se arrastraba hasta los escombros de su cabaña.
-mi bebe…. Vamos a la cama…- dice Trixie mareada, mientras intenta levantarse y camina con dificultad, pero logra llegar hasta los escombros, esta busca a su alrededor, esperando encontrar su colchón, pero este fue arrastrado junto a la corriente.
-necesito algo suave…. Algo suave ¿Por qué mi madre no se acostó mejor con el mejor amigo de mi padre que con mi padre? Él era un Pegaso, si hubiera nacido pegaso y no unicornio ahora estaría recostada sobre una suavecita nube esponjada- piensa Trixie mientras mira en dirección al cielo.
-necesito recostarme en algo suave- dice ella mientras mira en todas direcciones, en eso divisa algo medio enterrado en el fango, y medio aplastado por una roca, Trixie inmediatamente se dirige a ese punto y usando su magia levita la roca, encontrando el destrozado sillón donde dormía su hijo, medio enterrado en el fango, esta lo levita con su magia y le quita todo el fango que puede, pero esta se encontraba ya muy cansada como para preocuparse de los pequeños detalles, esta se tumba en el destrozado sofá.
- Night Light…. gracias…. – dice Trixie entre lágrimas al recordar a su hijo perdido. Esta se acurruca en el sofá con su hija en cascos.
-¡quiero a mis hijos! ¡Quiero a mi bebé!- piensa Trixie entre lágrimas, haciendo todo lo posible por no dar un alarido de llanto para no despertar a su hija que se encontraba durmiendo.
Mientras tanto, en otra parte del bosque, más lejana que Trixie con respecto a Ponyville, casi acercándose a los límites del bosque, cercanos a unas colinas en el noroeste, en lo más profundo y alejado del bosque Everfree, un lobo blanco se encontraba merodeando los caminos inundados, luego de horas de búsqueda, este no ha logrado encontrar rastro de su hijo perdido, e incluso se empezó a plantear de que posiblemente lo perdieron para siempre. Han pasado dos días desde que emprendió su búsqueda, recorriendo todo el bosque, dado a que no tenía una noción de donde buscar, por eso se encontraba ahora tan alejado.
La verdad es que este ha intentado volver con Trixie desde hace tiempo, pero siempre que lo hace esta lo corre, por lo que ahora, por esta razón, él se encontraba tan alejado.
Dado a que no sabía por dónde empezar a buscar, decidió seguir uno de los nuevos ríos más grandes que se formó por la tormenta y corrió rápidamente, siguiendo el rio, con la esperanza de encontrar a su hijo por el camino o donde el rio desembocaba.
Pasaron las horas y empezó a oscurecer, y Shining aún no llegaba al final del camino, este rio se extendía a lo largo de todo el bosque, y empezó a sentir un frio recorrerle a la espalda, por más que buscaba solo encontraba muerte, cientos de animales que murieron en la inundación, viendo por su camino el como animales de gran tamaño y resistencia como las manticoras, murieron por esta tormenta, le hacían perder la esperanza de poder encontrar a su hijo con vida.
En eso Shining recuerda las palabras de Carnage, el como esos ponis le decían que mientras él estaba aquí su familia corría gran peligro, aún recuerda como esos ponis se reían de él, diciéndole que por estar lejos de ellos todos morirán ahora. Luego recordando lo sucedido con su hija, su hijo perdido y el resentimiento que ahora le tiene Trixie contra él.
-¡esos infelices tenían razón!- dice Shining entre dientes, y por la rabia contenida este da un zarpazo contra un árbol que tenía en frente, la fuerza fue tal, que provoco que este se derrumbara.
-¡es mi culpa! Mi culpa…. No debí dejarlos solos- dice Shining con impotencia, y una lagrima brota por su mejilla, este se sentía vulnerable, débil, al no haber protegido a su familia.
Este sigue el rio hasta llegar a un estanque, el que desembocaban casi todos los ríos, dado a que no sabía por dónde buscar, supuso que si seguía los ríos, encontraría a su hijo, pero este se vio bastante impresionado al por fin llegar al final del camino. Por un instante no reconoció, pero pronto la imagen de él y Trixie haciendo el amor en su forma de lobos llego a su cabeza y posteriormente otro recuerdo le llega a la mente, el nacimiento de su hijo.
-es aquí…. me aleje demasiado que…. Llegue- dice Shining atónito.
Una serie de recuerdos fugases de él y su familia empezó a manifestarse en su mente, principalmente recuerdos de cuando Trixie estaba embarazada de su pequeño Night Light.
-este es el sitio que lo comenzó todo- dice Shining atónito.
Flashback.
Cuatro años atrás, antes de que siquiera se instalaran en la cabaña donde antes vivían, Trixie y Shining eran unos nómadas, encaminados al bosque negro donde supuestamente encontrarían la guarida del herrero, en aquel entonces Trixie y Shining tenían una relación muy delicada, dado a lo arrogante y mandona de Trixie, y lo orgulloso de Shining, . Shining era un semental educado y caballeroso, mientras que Trixie al contrario, eran una pareja muy dispareja, unidos solo por la necesidad y una serie de eventos que se vieron en la necesidad de enfrentar juntos.
Era una noche de luna llena, cuando sucedió, ambos se encontraban en las profundidades del bosque Everfree, ya a punto de llegar al final de este, a unos kilómetros de las colinas del noroeste, las cuales tenían que cruzar si querían cortar camino, dado a que el rodearlas les tomaría barias semanas o incluso meses, era muy tarde por lo que tenían que acampar.
-¿Cuánto falta?- dice Trixie con fastidio, pues ya tenían barias semanas de caminar aparentemente sin rumbo.
-falta mucho- responde Shining con inexpresividad mientras prendía la fogata- recorreríamos mas camino de no ser que te cansas demasiado rápido, así nunca llegaremos-
-¡que insinúas!- dice Trixie molesta.
-nada, nada- dice Shining.
-aja... a mí se me hace que estamos perdidos- dice Trixie.
-no lo estamos- dice Shining sacando una brújula de su morral.
-no caminamos sin rumbo, Galben nos dijo que siguiéramos el noroeste, y eso aremos- dice Shining mostrándole a Trixie la brújula.
-¡casi cumplimos seis meces de estar caminado sin rumbo!- dice Trixie irritada- quizás no tardaríamos tanto si no rodeáramos esos infelices-
-perdona pero no pienso enfrentar a los cazadores, es mejor evadirlos- dice Shining.
-por rodear cada vez que uno de esos infelices aparece se nos fueron 6 meces- dice Trixie irritada.
-aja, toma tu porquería- dice Trixie, esta se encontraba muy irritada, ya tenían barias meces de solo caminar, caminar y caminar.
-es un largo camino por recorrer Trixie- dice Shining.
-no creí que fuera tan largo, y el rodear a los cazadores lo hace todavía peor idiota, creo que si seguimos así, terminaras cargándome todo el camino ¡mis cascos no lo resistirán más!- dice Trixie.
-pero si ya te cargo medio camino, cada vez que te cansas te cargo- dice Shining indiferente.
-medio camino, si seguimos así tendrás que cargarme todo el camino- dice Trixie.
-aja, no hay problema- dice Shining mirando la fogata.
-¿oye nos sabes cuándo bromeo verdad?- dice Trixie.
-¿estabas bromeando?- dice Shining.
-si…. Hay por eso no me gusta hablar con tigo, eres muy aburrido- dice Trixie.
-y tú no eres nada divertida- piensa Shining.
-¡hollé te escuche!- dice Trixie irritada- ¿Qué te olvidas que ya estoy aprendiendo a escuchar tus pensamientos?-
-aun te falta mucho, solo escuchas los pensamientos en voz alta- dice Shining.
-¡ósea que lo pensaste apropósito!- dice Trixie entre dientes.
-mmmmm, mejor ya no te digo nada- dice Shining muy serio.
-oye… ¿puedo hacerte una pregunta?- dice Trixie.
-¿sí?- dice Shining.
-por qué sigues aquí con migo….- dice Trixie.
-por qué no te puedo dejar sola, sé que si lo hago te meterás en problemas, los cazadores que nos encontramos hace dos semanas, no son nada con lo que te enfrentaras si te dejo sola- responde Shining.
-okei…. Pero eso no responde mi pregunta…. Está claro que soy genial jeje, y que quieres que la gran y poderosa Trixie llegue con bien, jaja, pero ¿no se suponía que tenías familia?- dice Trixie- tu esposa y tu… tu hermana Twilight Sparkle- esto último lo dice con un tono de repulsión- ¿ellas no pueden ayudarte?-
-no lo harán- dice Shining con un tono depresivo.
-¿Por qué no?- dice Trixie.
-por que…. te diré por que…. ¡yo acecine al padre del bebé de mi hermana! Y….- dice Shining alterado.
-eso ya me lo contaste, era un idiota ese Flash según me has contado- dice Trixie.
-y también…. Por poco acecino a mi esposa y…. y….. Acecine a mi bebé- dice Shining con cólera.
-huy…. ¿pero eso fue en tu primera transformación? ¿No?- dice Trixie.
-eso no importa….. Yo lo mate…. Y deforme a mi esposa- dice Shining.
-según me has dicho…. Nadie se controla en su primera transformación…. Creo…. Que no deberías culparte de esta forma…- dice Trixie.
-¡y tú qué sabes! ¡Tú nunca pasaste lo que yo!- dice Shining con severidad- ¡no lo entiendes! ¡Acecine a mi propio hijo! TODO POR QUE NO PUDE CONTROLARME- dice muy alterado.
- 47- dice Trixie con severidad.
-¿qué?- dice Shining confundido.
-fueron 47 los ponis que hace cine cuando me transforme por primera vez, todo porque yo tampoco fui capaz de controlarme, casi a todos los guardias que protegían Ponyville- dice Trixie- la sangre de muchos ponis están en mis cascos, y todo eso fue en una sola noche, el pensar en a todos los niños y yeguas que deje sin esposos y padres…. Me….. - dice esta con seriedad.
-pe… pero ¿Cómo lo sabes?- dice Shining-
-¿crees que yo no tengo las pesadillas tampoco?- dice Trixie con severidad- he visto cómo te retuerces en las noches, lo recuerdas ¿no? Lo que hiciste esa primera noche de luna llena-
-si…. Lo recuerdo…. En mis pesadillas- responde Shining suspirando.
-yo también, y no creas que no me siento culpable por eso- dice Trixie con severidad- la razón por la que permanezco a tu lado es por qué….- dice Trixie un tanto tímida.
-¿Por qué?- dice Shining.
-por qué… supe que solo así empezaría de nuevo… crear una nueva vida, lejos de todo- dice Trixie.
-bueno…. Em….- dice Shining.
-se hace tarde iré a dormir- dice Trixie.
-si…. De acuerdo- dice Shining.
Llega el anochecer, la luna llena resplandece en lo alto del cielo nocturno y al marcarse en el reloj las 12:00, empieza la transformación de Trixie quien en aquel tiempo aun no era capaz de controlar. Ella despierta de su letargo ya transformada, comúnmente cuando ella se transforma solo se la pasa rondando por el bosque, y Shining solamente la vigila a distancia, pues cuando Trixie se transformó por segunda vez, hace 5 meses, intento rebanar a Shining, y por esto, terminaron más alejados de su camino, casi regresando al punto donde empezaron, por lo que él solo dejaba que ella merodeara por el bosque, solo atento de que nadie esté cerca.
Sin embargo esta noche fue diferente, Trixie se levantó de su letargo ya transformada en lobo, pero no se alejó del campamento, en lugar de eso, esta se puso a buscar a Shining, este último se trepo en un árbol para que esta no lo atacase, pero, cuando esta lo encontró y miro en dirección al árbol, Trixie se sentó mirándolo, Shining empezó a sentir algo en su mirada, Trixie empezó a emitir una serie de sonidos tranquilos, a diferencia de los aullidos y gruñidos que acostumbraba, cosa que extrañaba más a Shining, esos sonidos que ella emitía parecían suplicas.
Luego de mirarla por varios minutos decidió bajar, lentamente hasta finalmente estar cara a cara con la loba.
-¿Trixie? ¿Ya puedes controlarlo?- dice Shining un tanto confundido, la loba solo siguió emitiendo sonidos suaves, Shining empezó a acariciarle sus orejas, Trixie se recostó junto a él y empezó a lamerle la mejilla.
-¿Trixie?- dice Shining un poco inquieto, en eso le empezó a llegar un aroma, un aroma de ella, de el que nunca antes se había percatado, él no estaba seguro de que se trataba, pero le gustaba.
Trixie loba se levanta y camina en dirección al bosque, Shining la sigue pero esta vez mas de cerca, la loba camina hasta llegar a un en aquel entonces pequeño lado, que se encontraba cerca, esta se detiene y bebe un poco de agua, la noche era muy calmada y silenciosa, solo se escuchaban algunos grillos en los alrededores, Trixie se recuesta y voltea a ver a Shining, sorpresa para este último, pues sin darse cuenta, se había transformado en el lobo azul y blanco.
Shining se acerca lentamente hasta Trixie, la cual perecía invitarlo a recostarse junto a ella frente al rio, este se sienta frente a ella, el corazón de Shining empezó a latir a mil por hora, este no sabía que es lo que le pasaba, era como si todo sentido racional estuviera siendo opacado, algo estaba obstruyendo su juicio, sintiéndose por un momento como todo un lobo, este estaba perdido en la mirada de Trixie, la cual seguía mirándolo, de repente esta acerca su hocico contra la de Shining, dándole lo que vendría siendo un beso, cosa que solo confundía a Shining quien ya no pudo controlar sus impulsos, ambos lobos se recuestan mirándose un rato, y es entonces que comienzan el acto de lujuria que aparentemente, ambos esperaban, a la mañana siguiente ambos despertaron abrasados ya con sus formas de ponis, cosa que exalto a ambos, y no pudieron evitar hacerse preguntas como ¿Qué es lo que paso? ¿En verdad lo hicimos? ¿Por qué no pudiste controlarte?
Todo quedo en que fue una noche, en la cual ninguno de los dos era consciente de lo que pasaba, dado a los instintos animales que predominaron en ellos, pero aunque ellos no lo admitían, había algo más profundo de por medio, que fue el verdadero detonante de esa noche.
Los meses siguientes pasaron Trixie resulto quedar embarazada, por aquella noche en la que aparentemente ninguno fue capaz de controlar su cuerpo, y ambos se sentían apenados y avergonzados de lo que hicieron, y aunque no se hablaron por semanas, seguían juntos, con el pretexto de que tenían que estar juntos para llegar con el herrero, nada más alejado de la verdad, pues ellos aún estaban juntos por que en realidad si querían estar juntos.
La verdad es que ni Shining ni Trixie, en ese entonces, ninguno estaba seguro de lo que sentían el uno al otro, por mucho tiempo solo se vieron como extraños cuyos caminos se entrelazaron, y pese a que un sentimiento se gestó en ellos en todo este tiempo, la verdad es que ninguno de ellos admitía lo que sentían por el otro, incluso con Trixie embarazada, seguían viéndolo como un accidente, eso hasta que llego el día en que nació su hijo, antes de eso, ellos solo se consideraban que eran solo dos ponis que tenían que estar juntos por asares del destino, el primer embarazo fue completamente un accidente, y aun cuando ella estaba embarazada, de echo fue cuando menos se hablaron, pues los dos eran conscientes de su error, Trixie se mantenía a su lado por protección tanto de ella misma (pues aún no se podía controlar del todo cuando se transformaba) como de los demás, y Shining estaba con ella porque sentía que era su responsabilidad, viajaron por varios días dirigiéndose al lejano bosque negro.
Pero cuando su hijo nació y ambos lo tuvieron en sus cascos algo en ellos cambio, o mejor dicho, despertó, todos los sentimientos que estos tenían se aclarecieron, por fin ambos tenían lo que querían, una nueva vida, y aunque no era la que esperaban, en el fondo era la que anhelaban sus almas.
-¡Es un niño!-
-es precioso-
-¡mi bebe! ¡Nosotros somos tus padres!-
Eran las palabras que más resonaban en las mentes de ambos, las palabras que los hicieron darse cuenta de lo que en realidad sentían, las que terminaron uniéndolos como pareja y familia, un nuevo comienzo, una nueva oportunidad para seguir viviendo.
Fin del Flashback.
Será mejor que regrese…. Él no está aquí…- dice Shining suspirando.
Este regresa siguiendo el rio, luego de algunas horas este se encuentra con una serie de cazadores, los cuales Shining ya los conocía, pues hace años ellos avían venido por ellos, sin embargo Shining y Trixie siempre lograban evadirlos, y esta no era la excepción, y aunque lograron verlo, Shining logro perderlos gracias a su velocidad.
Mientras tanto en el bosque Everfree, más precisamente un par de kilómetros cerca de Ponyville, se encontraba el poni encapuchado merodeando por el ahora pantano que genero su tormenta, este estaba impactado por el daño que el solo causo.
-fue demasiado poder… no pude controlarlo…. Pero si lo hubiera hecho Shining ya no estaría en este mundo- dice este entre dientes, este sigue caminando hasta que ve algo que llama su atención, algo brillante en el suelo, este se acerca y de entre el fango saca un collar de oro blanco, (este es el mismo que Night Light, llevaba consigo en su cuello, el mismo collar que Galben le había entregado a Shining antes de que ellos se separaran, este se le había caído a Night Light cuando la corriente lo azoto)
-interesante, siento un ligero poder sagrado brotar de este collar, no es muy poderoso como para hacerme daño, pero supongo que me será de utilidad- piensa el encapuchado mientras se pone el collar en su cuello.
-¿Cómo te fue con mi regalo?- se escucha una vos siniestra.
-¡tú, muéstrate escoria!- dice el encapuchado irritado.
-¿pero qué pasa? ¿Creí que éramos amigos?- se escucha y de entre las sombras aparece Carnage.
-¡tú tormenta casi me cuesta la vida!- dice el encapuchado con rabia.
-te prometí algo poderoso con lo que dejarías indefenso al lobito y eso te di- dice Carnage con una voz infantil y tierna.
-fue demasiado, no pude controlarlo, y cuando termino aun cuando me alimente antes de usarlo, me agoto, como si hubiera usado todas mis energías con esa cosa- dice el encapuchado.
-jajaja, tranquilo, estas bien, solo agotado- dice Carnage con una risa siniestra que daba eco.
-vete de aquí- dice el encapuchado.
-¿Qué? Jejeje ¿ya no quieres vengarte de Shining Armor?- dice Carnage.
-claro que si- dice el encapuchado con cólera.
-jeje, tengo algo que te dará todo el poder para detenerlo, dice Carnage sacando de entre su abrigo de oso una cuchilla con cadena echa con un metal rojo, la cual despedía un brillo intenso y siniestro.
-¿Qué es esa cosa?- dice el encapuchado.
-esto, oh, es solo un arma forjada con un metal muy especial llamado sângeros- dice Carnage con una sonrisa.
-no existe esa clase de metal- dice el encapuchado.
-jajaja, claro que no, porque este metal no se obtiene de la tierra, se hace- dice Carnage- y mi amigo, yo soy el único ser en este mundo que sabe hacer este metal especial-
-¿enserio?- dice indiferente.
-si esta arma está en tus cascos, serás invencible, te brindara grandes habilidades, sin mencionar que un corte provocado con esta arma, provocará un envenenamiento por parálisis, que ara más lento a tu oponente- dice Carnage.
-suena interesante- dice el encapuchado.
-no es lo único que puede hacer, en los cascos correctos, esta arma te convertirá en el guerrero más grande de Equestria- dice Carnage.
-¿y piensas dármela?- dice el encapuchado, Carnage hace que el arma desaparezca entre las sombras.
-no sin algo a cambio- dice Carnage desapareciendo en las sombras y reapareciendo en la rama de un árbol.
-supongo que quieres al hijo de la capitana de los Wonderbolts- dice el encapuchado con indiferencia.
-jajaja, si aún lo quiero, pero puede esperar, digo, si lo deseas puedo cambiarte esta preciada arma por ese poni, pero, si aún estas dudoso por entregármelo, puedo ser más flexible y pedirte otra cosa- dice Carnage.
-¿Qué es lo que quieres?- dice el encapuchado.
-quiero que me traigas a la princesa Lúthien Sparkle- dice Carnage con una sonrisa, el encapuchado no tardo en mostrar su repulsión, y estuvo a punto de decir no y atacar a Carnage.
-jajajajaja, es broma, es broma, debiste ver tu cara jajajaja- dice Carnage muriéndose de la risa.
-dices otra tontería como esa, y te arrancare la cabeza- dice el encapuchado con severidad.
-oh que genio, jejeje- dice con una voz inocente e infantil- pero ya siendo más serios, en verdad necesito que me traigas algunos artículos, si quieres que te de esta poderosa arma- dice Carnage con una voz demoniaca.
-dime que es lo que quieres- dice el encapuchado con severidad.
-lo que quiero, es, que me traigas, mmmmmm, los corazones de 15 ponis- dice Carnage.
-¿enserio me pides eso?- dice el encapuchado con repulsión.
-es eso, o traime al hijo de Spitfire- dice Carnage con una sonrisa.
-muy bien, tu ganas- dice el encapuchado- ¿dices que con esa arma nadie me vencerá?-
- ningún guerrero ordinario será capaz de tocarte un pelo, y tampoco los Likois- aclara Carnage.
-con los Likois me basta, entonces lo hare- dice el encapuchado.
-Muy bien, ¿entonces?- dice Carnage.
-te traeré los corazones de 15 delincuentes y asesinos, ten lista mi arma- dice el encapuchado, de repente de su espalda brotan unas alas y emprende el vuelo.
-no dije precisamente presos, pero está bien- dice Carnage con una sonrisa.
Al día siguiente, luego de un largo recorrido, Shining regresa a casa luego de una búsqueda exhaustiva sin éxito, era ya muy tarde, este estaba trepando la colina y llega con Trixie, a la cual vio recostada sobre el sofá, esta se encontraba aparentemente dormida, sin embargo su hija se encontraba en el suelo, jugando con los escombros, ya en su trasformación de lobo, sin embargo, la potrilla no se mostraba muy alegre, de echo parecía estar triste.
-lo siento… no lo encontré… pero no puedo dejarlos más tiempo solos- dice Shining y en eso lo nota- ¿Trixie?- este la voltea y de inmediato siente la fiebre que Trixie tenía, ahora, su torso estaba completamente morado, la hemorragia interna se había extendido, y su pata fracturada se había gangrenado.
-¡No! ¡Trixie!- dice este impactado.
-shi…. Shining… ¿Dónde está mi hijo?- dice Trixie con dificultad, mientras escupía sangre.
-¡hay no! ¡tengo que llevarte rápido a un hospital!- dice Shining asustado.