La gema sangrienta: libro 1- La Sombra del Crepúsculo
Chapter 18
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Capítulo 18. Lo que se oculta entre las sombras.
En el hospital de Ponyville, se encontraba Trixie quien había sido encontrada gravemente herida e inconsciente ya hace tres días en las profundidades del bosque.
Luego de tres días de inconciencia por fin despierta, esta empieza a divisar a su alrededor, al principio no podía distinguir nada, pero pronto entro en cuenta de que se encontraba en un hospital, aunque aún no, de que pueblo.
-¿qué? ¿Qué es lo que me paso?- dice Trixie mirando a su alrededor, en eso nota las vendas que tenía en el cuello y el toro, esta sentía una leve picazón debajo de sus vendajes que poco a poco se hacía más fuerte, y no pudo aguantar las ganas de rascarse, en eso se da cuenta que fue la picazón la que la despertó.
-por favor no se rasque- escucha Trixie, esta voltea y ve aúna enfermera.
-tú no eres nadie para decirme que hacer, yo la gran y poderosa Trixie siento mucha picazón y si yo quiero me rascare- dice Trixie un tanto obstinada rascándose los vendajes.
-por favor no lo haga- dice la enfermera.
-yo hago lo que me plazca- dice Trixie irritada y dando un leve gruñido que no parecía ser de poni, cosa que exalto un poco a la enfermera, ya que incluso creyó por un instante ver brillar los ojos de Trixie, pero así como fue de repentino, igual desapareció el brillo, haciendo creer a la enfermera que se trataba de su imaginación.
-i…. iré por el medico….- dice la enfermera algo temerosa.
-pero que comezón, pero que comezón- pensaba Trixie mordiéndose los labios, mientras no dejaba de rascarse frenéticamente, desgarrando los vendajes haciendo que estos se le comenzaran a caer.
-valla veo que usted ya despertó...- dice el medico entrando a la habitación de Trixie.
-je "que inteligente es usted"- dice Trixie sin dejar de rascarse los vendajes.
-por favor no haga eso, recibió heridas muy grabes….- dice el médico y en eso los vendajes de Trixie se caen rebelando sus heridas, pese a estar abiertas, estas no sangraban, de echo parecía que ya estaban cicatrizadas, pese a haber sido excesivamente grandes, Trixie tenía una marca de tres garras a lo largo de su pecho, y una marca de mordida en el cuello.
-no… ¿no le duele?- dice el medico extrañado, acercándosele para revisar su herida.
-¡no! ¡Solo pica como el demonio!- dice Trixie mordiéndose los labios sin dejar de rascarse.
-por favor no lo haga…. Iré por una crema que calmara su picazón- dice el médico.
-lo que sea pero haga que pare- dice Trixie, ya sus marcas comenzaron a presentar un tono rojizo porque ella se estaba rascando muy fuerte.
-enfermera traiga la crema humectante, un desinfectante… y un nuevo paquete de vendas- dice el medico sin dejar de mirar a Trixie.
-si- dice la enfermera saliendo.
-¡¿qué me mira?!- dice Trixie irritada.
-na... nada... disculpe... por favor…. Pare… solo empeorara si se sigue rascando- dice el medico deteniendo a Trixie del casco.
-mire…. ¡Hasta que no haga algo para quitarme esta picazón del demonio me seguiré rascando!- dice Trixie irritada- suelte mi brazo o se lo arrancare- dice con frialdad.
-si…. Perdone….- dice el médico.
-señor aquí esta lo que me pidió- dice la enfermera.
-gracias- dice el médico- ahora, señorita…. Em, me permite ponerle esto- le dice a Trixie, esta se le queda mirando con seriedad- le prometo que esto le ayudara con la picazón-
-adelante, pero tenga cuidado en donde pones sus cascos- dice Trixie con un tono amenazante.
-mejor yo lo hago- dice la enfermera tomando las cosas. Esta empieza primero colocando el desinfectante sobre las heridas de Trixie, esta inmediatamente reacciono violentamente por el gran ardor que sintió.
-perdone… pero cuando se rasco sus heridas se quitó las costras y se le pueden infectar- dice la enfermera.
-¡sí! Ya me di cuenta- dice Trixie mordiéndose los labios con fuerza. La enfermera una vez que termina de desinfectar las heridas de Trixie, esta paso a aplicar la crema, la cual al entrar al contacto con la piel de Trixie está casi instantáneamente sintió un alivio al no solo detenerse el ardor, si no al sentir fresco calmando su picazón. Una vez que termino de aplicar la crema, la enfermera coloco de nuevo una capa de vendas cubriendo las heridas de Trixie.
-listo doctor- dice la enfermera.
-me sorprende la rapidez con la que cicatrizo- dice el medico en voz baja, pues este mientras la enfermera atendía a Trixie, este estaba pensando algunas cosas, con respecto a lo rápido que fue la cicatrización de las grandes heridas que Trixie tenía a lo largo de su cuerpo.
-tiene que darme un frasco de esa crema cuando salga de aquí, en verdad funciona- dice Trixie suspirando y relajándose en la cama.
-si…. Em…- dice el médico.
-ahora que ya se paró mi horrible picazón de los infiernos…. ¿Cómo termine aquí?- dice Trixie confundida.
-la trajeran aquí- dice el médico.
-si…. Pero…. ¿Qué es lo que me paso?- dice Trixie.
-no lo sabemos, hace 2 días, un par de guardias que regresaban de un pequeño recorrido por el bosque, dijeron que la encontraron junto a una carreta en llamas, mal herida e inconsciente, a juzgar por sus heridas diría que un animal la ataco- dice el médico- ¿usted recuerda algo?-
-creo... creo que no- dice Trixie confundida- ¿Dónde estoy?-
-en el hospital- dice la enfermera.
-eso ya lo sé, yo pregunto, en que pueblo o ciudad- dice Trixie irritada.
-bueno…. Está en Ponyville- dice el médico.
-¡que! Demonios- dice Trixie entre dientes- me voy- dice ella levantándose.
-espere… aún no está bien- dice el médico y la enfermera deteniéndola.
-no pienso pasar una noche más aquí- dice Trixie.
- pero…. ¿Si quiera tienes a dónde ir?- dice la enfermera recordando que según lo que dijeron los guardias que la encontraron la carreta con la que ella venia se estaba quemando, de echo es por eso que lograron encontrarla tan pronto.
-aún no está bien, sus heridas no han sanado del todo, y tenemos que hacerle observación y algunos análisis antes de dejarla ir- dice el médico.
-mis heridas ya cerraron, solo denme un frasco de esa crema y poder irme sin problemas- dice Trixie.
-¿pero a dónde ira?, esa carreta no era lo único que usted tenia… ¿tiene algún pariente con el que pueda acudir?- dice la enfermera.
-¿quizás la poni que dejo todas esas cosas?- dice el médico.
Trixie voltea y ubica una mesa llena de globos de helio, barias tarjetas de recupérate y algunas cajas de dulces, Trixie extrañada y sorprendida por quien le haya dejado todo eso, levita con su magia una de las tarjetas y se pone a leerla.
-¡hola! Cuando supe que estabas aquí no pude evitar sentirme mal por ti, espero que despiertes pronto, y deseo que te mejores aunque mis amigas no piensan lo mismo yo por otro lado iré a visitarte cada día de 1:00 a 5:00 con la esperanza de encontrarte despierta o de verte despertar. Mejórate, te desea lo mejor tu amiga Pinkie Pie.
PD, espero que te gusten los dulces que te deje, se que cuando despiertes tendrás mucha hambre, yo la tendría después de dormir tanto jeje ¿en qué me quede? Oh si, disfrútalos.
-de 1:00 a 5:00 ¿eh?- dice Trixie mirando un reloj en la pared, este marcaba las 8:31.
-jeje, esta vez ella se fue a las 8:00 tuvimos que correrla, pues ya no eran horas de visita en esta área del hospital, aunque, creo que aún sigue en el edificio, quizás en la sala de espera ¿quiere que valla a buscarla?- dice la enfermera.
-¡no!- dice Trixie- necesito irme… em…. La gran y poderosa Trixie tendrá un evento muy importante….en…. ¡en Canterlot!... si en Canterlot…. el… ¿Qué día es hoy?-
-lunes- dice la enfermera.
-el evento será el miércoles, tengo que partir hoy si quiero llegar a tiempo- dice Trixie.
-podemos avisar a Canterlot que no podrá llegar- dice el médico.
-pero es importante….- dice Trixie inquieta.
-pero tenemos que hacerle algunos exámenes y observar sus signos vitales esta noche- dice el médico.
-¡en verdad es importante que me valla ahora!- dice Trixie desesperada.
-de… de acuerdo… la daremos de alta- dice el médico.
-pero doctor ella…- dice la enfermera.
-gracias… muchas gracias- dice Trixie.
-mañana- dice el médico.
-¿qué?- dice Trixie.
-la dejaremos ir mañana en la tarde, hare que le consigan los boletos a Canterlot para el tren de las 5:30, si lo toma llegara a Canterlot el miércoles en la mañana- dice el medico con seriedad.
-¡Usted no puede obligarme a nada! ¡no puede obligar a la gran y poderosa Trixie a quedarse!- dice Trixie alterada.
-claro que puedo, intente ser amable con usted, pero veo que usted no entiende, por lo que si usted intenta resistirse a los exámenes, no solo no se ira mañana, si no que llamare a unos ponis que la aten a la cama y no se ira hasta que no se recupere del todo- dice el médico.
-¡usted no puede!- dice Trixie.
-claro que puedo, solo mírese, cualquiera en su sano juicio notaria que usted no está nada bien de la cabeza, está en shock, así que a falta de parientes, yo soy el responsable sobre lo que es correcto para usted…. ¿o quiere que llamemos a la poni rosa? se ve que son grandes amigas- dice el médico.
-no... no lo haga- dice Trixie.
-pase lo que pase, se tendrá que quedar aquí al menos una noche más, pero si no quiere hacer esto por las buenas, se me temo que se quedara aquí hasta que no desaparezcan esas marcas en su trozo- dice el médico.
-¿Qué es lo que decide?- dice el medico con una sonrisa.
Trixie se queda pensando muy seria, aparentemente no tenía opción.
-una noche, eso será todo lo que la gran y poderosa Trixie se quedara aquí, me iré mañana en ese tren a Canterlot- dice Trixie con seriedad.
-de acuerdo- dice el médico con una sonrisa- que descanse, ya está oscureciendo- dice el medico retirándose con la enfermera.
-como odio a los doctores, sé creen mejores que la gran y poderosa Trixie- piensa la yegua cruzándose de cascos, y levitando con su magia una charola con panqueques y toma uno para comérselo.
-que te mejores, espero que te gusten estos panqueques que te hice- decía una tarjeta junto a ellos.
-si lo que digas- dice Trixie tirando la nota y comiéndose los parquecillos.
-tengo que salir de aquí antes de que se entere que desperté, ningún doctor le ganara a LA GRAN Y PODEROSA TRIXIE - piensa ella- estos panqueques están deliciosos-
Mientras tanto en el imperio de Cristal.
Llega el atardecer, la luna llena empieza a ascender predominando en el cielo nocturno.
-llego el momento- dice Celestia con seriedad mientras contempla el cielo nocturno, está avanza hasta un grupo de 50 ponis- ustedes entraran con migo, el resto se quedara vigilando los pasillos y los alrededores, ahora entraremos a las profundidades del castillo, en los pasillos y túneles secretos- dice con firmeza.
-disculpe princesa… puedo preguntarle algo- dice un guardia un tanto tímido.
-sí, diga soldado- dice Celestia.
-¿porque no hacemos esto en la noche? ¿no era mejor hacerlo a la luz del día?- pregunta el guardia un tanto nervioso.
-por qué el toque de queda de los pobladores del imperio de Cristal no es hasta las 8:00, y no quiero que nadie más interfiera, si algo pasa en el castillo, nosotros lo manejaremos sin curiosos a nuestro alrededor- dice Celestia.
-entiendo… disculpe princesa…- dice el guardia.
-bien, todos….- dice Celestia.
-¡mi princesa llego un mensaje de su hermana Luna!- dice un guardia que va llegando entregándole un pergamino a Celestia.
-no tengo tiempo para esto soldado, luego veré esos asuntos con mi hermana- dice Celestia con seriedad.
- pero princesa, dice la carta que no puede seguir con esto, y que ella viene en camino- dice el guardia.
-el tiempo que nos proporciona la luna llena es limitado, no puedo esperarla- dice Celestia.
-pero…. Ella dice que no es buena idea que tu bajes hay sin su apoyo- dice el guardia.
-no estoy sola- dice mirando a sus guardias- ¡Síganme!- dice Celestia con autoridad, el grupo de 50 guardias reales entran al castillo, Celestia los lleva hasta el salón del trono y es entonces que ella hace brillar su cuerno con magia oscura, y dispara un rayo oscuro contra el cristal sobre el trono, rebelando las escaleras secretas que llevara a los aposentos secretos del imperio de cristal, todos descienden por las escaleras hasta llegar a la puerta que se encontraba en el fondo del abismo.
-todo aquello que se esconde en las sombras, con los poderes de la luz, yo os obligo a rebelarce, TODO AQUELLO QUE SE OCULTE EN LAS SOMBRAS, YO ORDENO APAREZCAN AHORA- recita Celestia mientras hacía brillar su cuerno con una intensa luz blanca y una onda expansiva es disparada cubriendo toda la habitación, de repente la puerta que yacía serradas frente a ellos se habré por si sola, y no solo eso, sino que también su entorno cambia por completo mostrándoles los huesos de barias criaturas tiradas a su alrededor. Todos los guardias se exaltan.
-no se preocupen, estos huesos son tan antiguos como el imperio de Cristal- dice Celestia con seriedad.
-¿Qué es lo que hizo princesa?- dice un guardia.
-he rebelado lo que se esconde en el limbo de las sombras- dice Celestia- todos prepárense, no sabemos que nos espere adentro- dice Celestia entrando por la puerta, esta sin siquiera voltear a otro sitio sigue su camino hasta la trampilla por la que ellos entraron hace 5 meces, la misma que los llevo a la prisión de Twilight, entrando a él gran salón en tinieblas, aun se encontraban el circulo de velas consumidas rodeando una estrella grabada en el suelo.
- se ve que nada ha cambiado desde nuestra última visita princesa- dice un guardia.
-no lo creo ¡estén todos listos! no sabemos que este oculto en las sombras de este salón- dice Celestia con seriedad.
-¡si princesa!- dicen los guardias al unísono poniéndose en posición de defensa.
-todo aquello que se esconde en las sombras, con los poderes de la luz, yo os obligo a rebelarce, TODO AQUELLO QUE SE OCULTE EN LAS SOMBRAS, YO ORDENO APAREZCAN AHORA- recita Celestia mientras hacía brillar su cuerno con una intensa luz blanca y una onda expansiva es disparada, provocando que lo que se oculta en las sombras aparezca frente a ellos.
-bienvenidos…. Al mundo tras las sombras- dice Celestia contemplando lo que su hechizo ha rebelado, en lo alto brotaba un chorro de sangre que caía como cascada al centro de la habitación, recorriendo la estrella grabada en el suelo del salón, las velas apagadas que se encontraban en la habitación estaban encendidas pero no con un fuego común, este era un fuego negro muy siniestro. Una serie de huesos antiguos se encontraban tirados y regados por toda la habitación entre los que se destacaban cráneos de todas las razas de seres que habitan equestria.
-mi hechizo no es aun lo suficientemente fuerte, solo pude rebelar lo que hay en este salón, pero aún faltan los pasillos, quien sabe que es lo que oculten cada uno de ellos- dice Celestia.
-¿quiere que nos separemos y busquemos?- dice un guardia.
-no, todos iremos juntos esta vez, revisaremos un pasillo a la vez- dice Celestia- pero primero busquen en este salón, quizás haiga indicios de los seres que se ocultan aquí, pero tengan cuidado, no se alejen- dice Celestia con seriedad mientras observa las velas de fuego negro, en eso ella mira el chorro de sangre que brotaba del techo y caía a un pequeño estanque que recorría como rio todo el símbolo de estrella en el suelo. Celestia sigue el rio y en eso nota que más allá de formar la marca de la estrella este seguía su camino hasta uno de los pasillos, Celestia lo sigue, y en eso nota que el pequeño rio de sangre desaparece, pues era el final del perímetro de su hechizo.
-no puedo creer que esto haya estado oculto aquí todo el tiempo-
-¡¿acaso eso es sangre?!-
-¡este lugar es demasiado horrible!-
-yo diría tétrico-
-¡creo que voy a desmallarme! No tolero ver sangre-
-¿todos serán cráneos reales?-
-son demasiados caminos-
-nos tomara toda la noche recorrerlos todos-
-¿Qué es lo que se ocultara en las sombras?-
-¿con cuál camino debemos de empezar primero?- era lo que decían y murmuraban los guardias mientras Celestia inspeccionaba un poco más el salón, y luego miraba el camino de sangre.
-¡TODOS! tomaremos este camino- dice Celestia con seriedad, esta entra al pasillo donde seguía el rio de sangre y los guardias aunque no todos se mostraban muy seguros, todos la siguieron, estando detrás de ella.
-todo aquello que se esconde en las sombras, con los poderes de la luz, yo os obligo a rebelarce, TODO AQUELLO QUE SE OCULTE EN LAS SOMBRAS, YO ORDENO APAREZCAN AHORA- vuelve a recitar Celestia y esta vez dispara la onda expansiva en dirección al pasillo, rebelando el camino del rio de sangre.
-sigamos ese rio- dice Celestia con seriedad- todos estén preparados, no quiero que se distraigan- dice siendo ella la primera en adentrarse en el pasillo.
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Mientras tanto en Ponyville, era de noche y Shining por fin había llegado al pueblo, este había llegado unas horas antes, pero en el camino se encontró con unos guardias y caza recompensas que lo estaban buscando y dado a que aún estaba cansado, este se vio en la necesidad de rodearlos. Este mira directo al reloj de la alcaldía, eran las 11:15.
-¡no! ¡Tengo solo poco más de media hora para llegar!- piensa Shining mirando el cielo nocturno, contemplando la luna llena relucir en lo alto- debo llegar con ella antes de las 12:00- piensa el mientras olfatea el aire buscando el rastro de Trixie, no le llevo mucho encontrarlo dado a que se esperaba que fuera cerca de donde está el hospital, este corre lo más rápido que puede hasta llegar al hospital.
-este llega, todas las luces se encontraban apagadas, menos la del lovi, donde siempre hay alguien en caso de que haya alguna emergencia.
-todos estos aromas mesclados de medicamentos y desinfectantes, confunden mi olfato…. solo sé que está aquí y se me agota el tiempo- pensaba Shining entrando al lovi, encontrándose con la secretaria de turno, esta se encontraba algo adormilada.
-¡disculpe! ¡Disculpe!- dice Shining alterado despertando a la secretaria.
-¡ah! ¡¿Qué?! Perdone… ¿cuál es su emergencia?- dice la enfermera.
-disculpe pero…. Hace como dos días llego una yegua que fue atacada por un animal….. Su…. Em…. Su nombre era Trixie- dice Shining- ¿puede decirme en que habitación se quedó?
-disculpe pero la hora de visitas ya paso, pero si tiene tanta urgencia puede quedarse sentado como aquella yegua que está dormida- dice la enfermera señalando a Pinkie Pie dormida en uno de los sofás- o puede volver mañana a las 10:00-
-no entiende es urgente- dice Shining con un tono de voz más bajo, pues no quería que Pinkie despertara y lo viera, este se queda mirando un reloj que estaba detrás de la secretaria, este marcaba las 11:47- por favor tengo que verla-
-¿es acaso un pariente de ella?- dice la secretaria algo incrédula- no le encuentro mucho parecido a esa yegua, pero para que él se ponga así, debe ser algo más íntimo, quizás un hermano lo cual dudo mucho oh….- piensa la secretaria y Shining escucha esto con sus agudos oídos de poni lobo.
-¡sí! Lo admito… yo…. Soy….. Su…. Pro… prometido- Dice Shining con un nudo a la garganta, pues solo así parecía justificar que él estuviera si de desesperado por verla- soy su prometido… por favor déjeme verla estoy muy preocupado- dice Shining.
Esto logro tentar el corazón de la secretaria quien inmediatamente busco en los registros la habitación de Trixie.
-es la habitación A115- dice la secretaria- solo tenga cuidado, que no lo vea el guardia o lo sacara- dice ella.
-¡gracias!- dice Shining, saliendo corriendo al pasillo y dirigiéndose a la habitación.
Pero cuando estaba a punto de llegar, este empieza a sentir un dolor recorrerle el cuerpo, su transformación estaba empezando.
-¡NO! ¡No me transformare! ¡no ahora!- dice Shining mientras se retorcía en el suelo, le comenzaron a brotar las garras y los colmillos, este empezó a deformarse.
-¡NO ME TRANSFORMARE AHORA!- dice Shining mientras se retorcía, y de repente, sus garras se ocultan y su cuerpo vuelve a la normalidad.
-lo... lo logre…- dice el jadeando- logre no transformarme jeje, justo como lo dijo Galben- dice Shining levantándose, pero el gusto no le duraría mucho, pues no tardo en escuchar un aullido, pero no era él el que lo produjo.
-¡Trixie!- dice Shining corriendo lo más rápido que puede, pero al poco tiempo se escucha un fuerte impacto, seguido de un grito, Shining sigue corriendo y no tarda en encontrarse al guardia nocturno muerto, completamente destazado, con una serie de marcas de mordidas y rasguños en todo el cuerpo.
-no….- dice Shining intentando ubicar el olor de Trixie, este sigue corriendo hasta llegar a un cuarto en donde aparentemente, Trixie acecino a su segunda víctima, uno de los pacientes del hospital, a este se le fue arrancada la cabeza, y toda la habitación estaba bañada en sangre, Shining estaba por salir de la habitación cuando se dio cuenta que había un rastro de marcas de patas de lobo dirigiéndose a una ventana abierta, esta había salido del hospital.
Mientras tanto en el imperio de Cristal.
Celestia sigue el rastro de sangre por un pasillo bastante largo, adentrándose a las profundidades del mundo, descendiendo cada vez más y más, hasta llegar a una habitación sin salida.
-aquí termina mi princesa- dice un guardia.
-no lo creo….- dice Celestia, notando como el rio de sangre sigue fluyendo aun con una pared de por medio.
-todo aquello que se esconde en las sombras, con los poderes de la luz, yo os obligo a rebelarce, TODO AQUELLO QUE SE OCULTE EN LAS SOMBRAS, YO ORDENO APAREZCAN AHORA- dice disparando otra onda expansiva y esta vez rebela una puerta de gran tamaño frente a ellos, Celestia y los demás guardias entran a un nuevo gran salón, esta vez, todos, incluidos Celestia, quedaron impactados ante lo que sus ojos veían, un gran salón con un lago de sangre en el centro, y dentro una pequeña isla donde se encontraba un pedestal, en el pedestal se encontraba una pequeña gema roja como la sangre, esto no era lo más increíble, si no que en el lago de sangre donde desbordaba el pequeño rio se encontraban los corazones de lo que parecian ser todos los ponis acecinados, flotando, y no solo eso, también igual que si se trataran de las venas de un ser vivo, había una serie de marcas en el pedestal por el que fluia la sangre y se dirigía a la gema que estaba en el centro, como si esta fuera el corazón de toda la habitación, siendo bañada por la sangre una y otra vez.
-¿pero que es esta cosa?-
-¡oh por Celestia!-
-¡¿de dónde salió tanta sangre?! no se suponía que fueran tantas las víctimas ¿o sí?-
-creo que voy a vomitar-
-¡no puede ser posible! ¡Debe ser una ilusión!-
-¡no! ¡NO! ¡ESTO NO ES REAL!-
-no imagino que ser haya sido capaz de esto- era lo que decían los guardias, todos estaban atónitos ante tal lago de sangre.
Celestia avanza unos pasos aun sorprendida ante tal baño de sangre que yacía debajo del imperio de Cristal.
-¿Cómo es posible que esto haya estado oculto debajo del imperio de cristal?- pensaba Celestia mientras miraba el lago de sangre, observando los corazones flotando, y en eso prestando especial atención en la gema que estaba en el centro de todo- esa gema, puedo sentir un poder maligno muy fuerte emanar de ella…. ¡se está alimentando! ¡se alimenta de este lago de sangre y así se hace más fuerte!- piensa Celestia con una combinación de repulsión y miedo.
-muy inteligente princesa Celestia, lo dedujo, pero me temo que su camino acaba aquí y ahora jeje- se escucha en forma de eco por toda la habitación, todos los guardias se ponen en posición de defensa, rodeando a Celestia.
-¡¿Dónde están?!-
-no los veo- dicen los guardias atónitos y temerosos.
-aún están ocultos en las sombras- dice Celestia entre dientes.
-¿qué?- dice un guardia confundido.
-TODOS PREPÁRENSE- ordena Celestia y comienza a recitar el conjuro- TODO AQUELLO QUE SE ESCONDE EN LAS SOMBRAS, CON LOS PODERES DE LA LUZ, YO OS OBLIGO A REBELARSE, TODO AQUELLO QUE SE OCULTE EN LAS SOMBRAS, YO ORDENO APAREZCAN AHORA-
La onda expansiva rebela lo que sería una serie de monstruos deformes muy similares a los alicornios pero más grandes y con cuerpos delgados, con la piel negra rojiza, con alas de murciélagos, colas largas de serpiente que terminaban en un aguijón tipo punta de flecha, dos cuernos grandes en la cabeza, y unos rostros deformes y monstruosos con unas bocas llenas de colmillos.
-SU FIN HA LLEGADO PRINCESA CELESTIA, FUE MUY ESTÚPIDA AL VENIR A NUESTRA TELARAÑA-