Discord
Chapter 7: El sueño: parte 1
Previous Chapter Next ChapterEs de suponerse que los personajes de MLP no me pertenecen, así que disfruten con el fic que hice con ellos…
Capítulo 7: El sueño
Luna cerró ambos ojos, buscó inmediatamente el subconsciente de su hermana, una vez encontrado ingreso en él, un sueño empezaba a generarse; pero era totalmente extraño, Celestia comenzaba a aparecerse en el mismo cuarto en el cual sus cuerpos descansaban, Luna sabía muy bien que era un sueño. Sin embargo, las paredes empezaban emerger del mismo modo que Celestia, junto con cada pequeño detalle de la habitación de Celestia, cuando de repente, una vez hubo finalizado la construcción del sueño, la princesa del sol se despertó.
- Aún no estoy dormida.
- Te equivocas hermana, ya estás dormida, este es tu sueño…
Ciertamente Celestia no tenía buena imaginación, su sueño era algo común.
- Atenta, Discord debería enviarnos la puerta o mostrarnos el camino, conociéndolo, es probable que nos envíe un mapa ridículo.
- O una vela…
- Ehh?
Una de las velas empezaba a parpadear, su intermitencia se vio precedida por un incremento de sobremanera en su combustión, toda la vela comenzaba a inflamarse, producto de ello, empezó a derretirse, tomando una extraña forma de flor, mientras flotaba por el aire, en dirección de las princesas. Una vez que estuvo a centímetros de ellas, se consumió de forma rápida, quemándose y al mismo tiempo, en lugar de cenizas, se transformaba en un pedazo de papel.
"Sigan las flechas rojas nada más"
Atte: Discord
Celestia revisó mejor el pequeño papel, había una flor dibujada en el extremo inferior derecho de la hoja, cuando se acercó percibió un aroma exquisito, cuando su hermana trató de imitar la acción, un chorro de agua salió despedido del papel. Celestia dio una pequeña carcajada.
- Ag, acabemos con esto.
Había una flecha amarilla en la ventana, otra verde en el armario y una roja en la puerta de la habitación de Celestia.
- Me pregunto, ¿Qué habrá detrás?
- Mejor sigamos las flechas amarillas, creo que nos quiere poner a prueba.
- Él, ponernos a prueba, vamos, apuesto a que lo hace solamente para molestarnos, apuesto a que hay un león detrás de alguna de estas o algo bizarro.
- Tienes razón, pero es mejor seguirle el juego.
De mala gana Luna acompaño a su hermana por hacia la puerta, tenía el presentimiento de que los sueños de Discord no serían una simple pesadilla donde uno cae por un barranco y no aterriza.
Se esperaban cualquier cosa, menos un simple pasillo, con una alfombra magenta y paredes blancas, bien iluminadas, un candelabro en la mitad, con unos cuantos floreros, sobre mesas pequeñas.
Un breve empujón por parte de Celestia hizo avanzar a su hermana menor, todo estaba sumamente tranquilo. Sus pasos las dirigieron hasta el final del breve pasillo, justamente como lo había dicho el Draconequus, Celestia se centró en buscar la puerta peluda.
Casi al final del pasillo, fue cuando encontró una puerta extraña, realmente tenía pelos, de forma inesperada, cuatro ojos totalmente negros y del tamaño de una canica se abrieron.
- Qué desean pequeñas ponis. Una voz gruesa y algo ronca sorprendió a ambas hermanas.
- Aaa, la puerta habló. Declaro la hermana menor, con cierto susto. Definitivamente, eso era obra de Discord.
- A quién le dices puerta, yo soy un guardián y mi nombre es Larco, ¿Qué se les ofrece? La extraña criatura hablaba de forma lenta.
Celestia se aclaró la garganta para hablar. Pero luna empezó a hablar, poniendo un casco sobre su pecho, aquel guardián le resultaba bastante interesante.
- Mi buen Larco, deseamos pasar a ver los sueños de Discord, él nos prometió que nos mostraría varias cosas que queremos saber, si lográsemos entrar en sus sueños.
- Discord… mmm recuerdo que algo me dijo sobre dos princesas, supongo que si llegaron hasta aquí, lo mínimo que merecen es una reunión con él.
- Gracias Larco.
- Adelante.
Entonces, las fauces de Larco se abrieron, dejando ver que dentro de ese curioso ser se encontraba una escalera sumida en una gran obscuridad, la poca iluminación que existía no parecía provenir de ningún lugar, sin embargo, iluminaba las escaleras, las cuales estaban formadas de diferentes materiales, la primera era de piedra, la segunda de marfil, la tercer de madera y así, cambiaban con cada uno de los peldaños existentes.
- Vamos, ya llegamos hasta aquí.
Ahora Luna quería seguir adelante, se notaba en los suaves empujones que le daba a su hermana mayor. Cuando empezaron a bajar los escalones, Larco cerró su boca, pero al mismo tiempo empezó a hablar, ambas escucharon atentamente sus palabras.
- Si Discord se despierta, ustedes también lo harán, si notan que empiezan a sentir molestias en sus cuerpos, traten de despertar o sino tendrán que volver por donde vinieron.
Al cabo de poco tiempo, Celestia vio horrorizada como sus alas y su cuerno, también los de su hermana, empezaban a desaparecer, desintegrándose.
Las gradas parecían ser infinitas, casi habían pasado diez minutos de recorrido y aún no notaban que estás llegasen a un lugar determinado, cuando de repente, unas voces de niños jugando se hicieron audibles, de pronto, varios objetos aparecieron flotando frente a ellas, desde puertas, hasta mesas, vasos, piedras, plantas con sus maceteros, libros y cualquier cantidad de chatarra.
Ambas hermanas se distrajeron, en especial con un marco con una foto en su interior, tenía en concreto la foto de Discord junto con las mane 6 en diferentes poses, increíblemente la foto cambiaba, hasta llegar a una foto de Discord con una de sus molestas sonrisas, incluso parecía estar matándose a carcajadas.
- Aa, tenía que ser Discord. Rezongó Luna.
Ninguna de las dos noto que las escaleras finalizaban en un vacío, hasta que fue demasiado tarde, Celestia perdió el equilibrio, pero luna llegó en su auxilio, sujetándola de los cascos, no dudaba de su fuerza, pero el sonido de unos cascos bajando alertó a ambas.
- Luna puedes soltarme, volaré.
- No quiero que te asustes, pero no tienes ni tus alas ni tu cuerno.
- Lo había olvidado.
Era un gran inconveniente no tener alas ni un cuerno con el cual poder levitar, más en este momento en el cual realmente los necesitaban, la mirada de ambas se cruzó, buscando una respuesta en la otra.
Un fonógrafo se materializó al lado de Luna, comenzaba a reproducir el sonido de una conversación, Luna pudo reconocer la voz de Discord al instante.
- No me malentiendan, realmente me encanta como decoraron, pero yo jamás podría aceptar la responsabilidad; me reforme, no lo recuerdan.
- Si claro, esto tiene tus huellas de pezuña en todas partes. La voz de Rimbow Dash se hizo presente en el lugar, las pisadas de casco se hacían más cercanas.
- para que sepas, yo solamente tengo una pezuña. De pronto el sonido del casco, se detuvo cuando se acercó a Luna.
Al igual que en el recuerdo, la pata de mamífero de Discord le dio una patada Luna en sus flancos, haciéndole perder el equilibrio.
- AAAAAAA.
- Discord, cuando te encuentre, juro que me las vas a pagaaaaar.
Sorpresivamente, la pata desapareció con un destello de luz tenue, así como los demás objetos flotantes y el fonógrafo.
La caída se demoró por mucho tiempo, era muy seguro que no saldrían de esta. Luna trató de abrir los ojos y regresar a la habitación de Celestia, sin embargo, por más que tratará, no podía despertar, solo había una posibilidad.
- No puedo despertarme, hermana, Discord atrapó nuestras conciencias.
- No sabía que él podía hacer eso.
De pronto, la caída se vio amortiguada sorpresivamente por un trampolín salido de la nada, el cual las expulso en dirección contraria a la original. Se dirigían hacia un costado, las pupilas de los ojos de ambas se abrieron al ver un tobogán gigante, con varias irregularidades, incluso llego a ver una araña gigante.
Por un segundo, ambas aterrizaron en una superficie plana, sin inclinación alguna, fue un gran alivio. Hasta que esta empezó a inclinarse levemente.
- Bueno, ya llegamos hasta aquí, qué más da.
Ambas se lanzaron sin pensarlo, producto del valor hacia lo bizarro, el tobogán era realmente aterrador, durante la bajada, vieron como la araña trataba de atrapar a Luna, un salto salvó a Celestia de entrar a un agujero que, conociendo al Draconequus, no tendría fin, depues habían varios agujeros pequeños, al principio parecían inofensivos, pero cuando estos empezaron a disparar varios chorros de agua se vieron obligadas a esquivar la mayor parte de ellos, después vieron colgados letreros, uno tenía mal dibujado un pez, decía: Está saliendo de la chapoteada feliz.
Al poco existía otro letrero colgado de las paredes de la cueva, había dibujado lo que parecía un volcán. "Días de calor"
- Pff, se le acabaron las ideas, exclamo toda valerosa la hermana menor, no ocultaba su furia contra el dueño de tan curioso sueño.
- Luna, no creo que debas hacerlo enfadar.
Al ingresar de forma obligatoria, por efecto de la gravedad, ambas generaban chispas con sus cascos sobre la resbalosa superficie del tobogán, Celestia estaba empezando a perder la paciencia, sin embargo, en vista de no tener ni su cuerno ni sus alas, sonreía al pensar que aún tenía sus cascos para pagarle a Discord el tour. No sabía porque, pero a pesar de que el Draconequus la sacaba de quicio, también sacaba el lado "divertido" de la princesa del sol.
Del techo caían gotas de lava, tan caliente que derretía el piso por el cual resbalaban.
- Luna, ten cuidado hermana, no creo que nos pase algo si nos quemamos, pero no quiero saber cómo se siente ser quemada por lava.
- Tranquila, era la mejor en el arte del movimiento, esto no es nada.
- La mejor ¿eh?, deberías ver tu crin.
- O ¡nooo!, juro que me las va a pagar.
La crin de Luna tenía quemaduras, algo de humo aún salía cuando terminó el recorrido por ese mini volcán, se asomaron de manera algo lenta hacia el final, un letrero se hizo presente en la entrada de una especie de conducto. "usted está ingresando a la conciencia de Discord, por favor, no sea un aguafiestas"
Al ingresar en el conducto, resbalaron sin dificultad por un tobogán sin ningún truco, algo poco inusual, siendo un sueño de Discord. Al menos eso pensaba Celestia, pues cuando dejaron de ser impulsadas por la gravedad y empezaron a dirigirse hacia la salida; Una figura de Discord apareció de la nada frente a ellas.
- ¡AAAAA!, el leve grito como reacción del susto que les dio, fue suficiente para activar una cámara, con un potente flash, que las cegó temporalmente.
Cuando finalmente salieron de lo que resultó ser una cueva, vieron una pequeña ranura, de la cual salió una foto con sus expresiones gravadas en él.
- Jej, saliste muy graciosa.
La cara larga de Celestia expresaba su disconformidad con su retrato.
- Y a ti, hermana, el peinado no te favorece.
La mirada fulminante por parte de su hermana menor, produjo cierta satisfacción en la mirada de Celestia.
- Por cierto tia, ¿qué es este lugar?
La mayor de las hermanas, observo el entorno a su alrededor, encontrando solamente arena y algunos cactus.
- Parece ser un desierto.
Era extraño que en un desierto, la temperatura sea totalmente fresca, detalle que no escapó de las observaciones que Luna realizaba, en cinco minutos de recorrido, vieron a la distancia un pequeño pueblo, algo dentro de ella le decía que Discord estaba ahí.
Los cacos de las princesas chocaban con la arena del pequeño pueblo, que curiosamente, estaba caliente; cuando de pronto, vieron una figura, no pudieron ver muy bien su rostro, pero la figura era muy conocida, cuerpo largo, casi como una serpiente y extremidades distintas.
- Estuve esperando su llegada comisarias.
Discord tenía una paja en la boca, mientras hablaba, el sol no dejaba ver su vestimenta, una chaqueta de cuero café, un sombrero como el de Applejack, junto con una camisa a cuadros violeta algo desteñida y unas botas negras, junto con un pantalón de montar.
Ambas princesas se quedaban inmutadas, no sabían que decía o porque, no se dieron cuenta hasta ver que iban vestidas con conjuntos de ropa parecidos a los de Celestia, Luna acercó con su casco una insignia en forma de casco.
- ¿Comisaria Luna? Discord deja de jugar.
- No me llamo Discord, yo soy Kid Discord.
Celestia rodo los ojos, Empezaba a hacerse cada vez más molesto.
- Ay, no puede ser, deja de jugar.
El silencio se apoderó nuevamente del lugar, una brisa movía un pequeño fardo de paja, levantando la arena, Discord con un sexto sentido de la oportunidad empezó a hablar.
- No hay lugar en este pueblo para dos, o tres de nosotros, así que, creo que es hora de reducirnos.
Un reloj de pronto apuntó a las doce, empezando las campanadas. Discord sacó de una funda que llevaba en el cinturón un envase de Kétchup y en la otra, un envase de mostaza.
El contenido de ambos envases fue vaciado cuando Discord disparó, pero estos eran tan lentos que ambas hermanas tuvieron tiempo para esquivarlo.
- ¿Kétchup?, ¿mostaza?, Discord, deja este juego ahora.
Discord se escondió detrás de un muro, recargando sus municiones de salsas, cuando el muro cayó de repente, había olvidado la fuerza bestial de Luna. Quien lo tomo con sus cascos.
- Escúchame, tuve un día muy estresante, no tengo más paciencia para tus juegos tontos.
Discord algo decepcionado por la finalización de su juego empezó a pararse.
- Está bien, acto seguido inició una caminata hacia la taberna.
- ¿Cómo les fue en el viaje?
- Y tienes el descaro de preguntar. Le respondió Luna algo indignada, sobre todo por lo de su melena.
- Tranquila, lo que pase aquí, no pasará realmente, es un sueño ¿Recuerdas?
Mientras entraban en la taberna, Discord aprovechó para dar un pequeño disparo de mostaza a la melena de Luna, quien tuvo retener sus fuerzas por calmar al Draconequus.
Celestia encontraba graciosa la escena, su hermana ya se había calmado y el Draconequus seguía molestando.
- Y bien, ahora que estamos reunidos aquí, espero que no esperen, que yo sepa que es lo esperan ver al haber esperado tanto tiempo.
Celestia calmó a su hermana, se notaba a leguas que empezaba a hervirle la sangre.
- ¿Qué pasó después?
- ¿Después de qué? Luna no tenía idea de lo que ambos hablaban.
- Bueno, si quieren comenzar desde aquel momento…
Mi chasquido se hizo presente, cambiando el entorno, al ser mi sueño, era mucho más fácil crear las imágenes.
Las paredes de la antigua taberna cambiaban, tomando un color obscuro, su forma finalmente cambio, hasta ser las paredes de la cueva que por aquel entonces fue mi casa, el paisaje también había cambiado, regresando a un día soleado, en Equestria. Entonces aparece un altavoz, que tomo con mi garra.
- ¡En el último episodio nos quedamos con el pequeño Discord tirado en la cueva! ¿Qué pasó con él?, ¿Recuperará su pata?, ¿Controlará el caos?
La cara de Celestia era un poema, ciertamente me acostumbraba a dejarla perpleja, sin embargo, Luna no se inmutaba aun, cosa que no me sorprende.
- No se pierdan… Los recuerdos de Discord.
El entorno se creó de forma rápida, ahí estaba yo, materialice un sofá volador mientras ambas princesas observaban atentas el estado de mi pequeño yo.
- Después de una semana seguía en el mismo lugar.
Ambas hermanas veían impresionadas el estado del pequeño, su pata de reptil estaba totalmente infectada, empezaba a regenerarse, pero al mismo tiempo se encontraba con un líquido amarillento, sin olvidar a las moscas que lo acechaban desde todas direcciones.
Los ojos del pequeño se posaron en su peluche con forma de cabra, la única pertenencia que realmente le pertenecía, el resto eran cosas que se habían caído de las carretas de los viajeros, una taza de té, un plato y demás enceres que le servían de mucho.
- Eran tiempos confusos, aún no sabía qué hacer, incluso con mi estado lamentable, con hambre, con sed y enfermo, solamente pensaba en que haría, cuál era la razón por la cual estaba ahí.
- Y qué pasó con tu pata, supongo que lograste limpiar la infección.
- Bueno, yo no lo hice.
El pequeño empezaba a levantarse del suelo, las pocas energías que tenía, las usaba diariamente para buscar comida y agua. Salía lentamente de la cueva, dirigiéndose a la laguna que se encontraba a pocos minutos a vuelo.
- Creo que van a necesitar esto.
Una pequeña caja apareció en mi zarpa, otra en mi garra, ambas tenían la imagen de sus cutie marks. Cada una tomó su respectiva caja, al momento de tener contacto, las cajas desaparecieron y por arte de magia, sus alas aparecían nuevamente.
- Sería bueno que siguieran al pequeño, enserio.
Salieron de la cueva al mismo tiempo, tras la huella del pequeño Draconequus, quien volaba atento, bajo ninguna circunstancia quería ser visto, después de lo ocurrido con los dragones tenía la idea de que su presencia no era la más grata.
Finalmente después de cinco minutos llegaron a una pequeña laguna, el lugar era sencillo pero bello, el agua totalmente cristalina y los pocos animales alrededor, que escaparon al ver la llegada del pequeño, constantemente lo confundían con un dragón o un león u otros depredadores, sin embargo para el entendimiento de Discord, simplemente lo repudiaban.
El pequeño frotaba la infección de su pata con su garra de águila, era bastante molesto tener aquel bulto con ese líquido hediondo. Ni siquiera le dejaba caminar, puesto que ya no sentía tanto dolor, pero al mismo tiempo era como si estuviera adormecida.
Abriendo con cuidado la inflamación de piel con su afilada garra, liberó una cantidad considerable de pus. Desde hace días repetía la operación, sin lograr algún resultado satisfactorio, de pronto percibió un leve mareo, hecho que también venía sucediendo desde hace días atrás. Pero algo nuevo sucedió, el mareo no se iba, de hecho se hacía más fuerte, seguido de un fuerte dolor de cabeza.
Luna observaba los alrededores, no existía poni alguno, se suponía que a estas horas los ponis que se dedican a los trabajos en el bosque, tendrían que estar en los alrededores; pero por más que intentó no puedo hallar señales de actividad por parte de los ponis.
Entretanto, Celestia veía como el pequeño empezaba a ver al infinito, tambaleándose, a duras penas alzo vuelo nuevamente, la princesa del sol supuso que buscaba un refugio para descansar, seguramente ese refugio estaba en la cueva. Luna por otra parte se continuaba buscando en los alrededores, sin encontrar nada de interés.
- Luna, Discord se va.
- Esta bien, ya voy.
Las imágenes se hacían cada vez más borrosas, la vista del enfermo empezaba a ofuscarse, sin saber la razón, pensaba que era mejor estar en la cueva, de la piel que había abierto, aún salían gotas de pus, pero para impresión de Celestia, este líquido cambiaba de color, convirtiéndose en uno violeta, con líneas de color negra difuminándose dentro del líquido. ¿Acaso eso era sangre? Al ver hacia abajo, notó como las gotas, al caer sobre una planta, la hacían crecer y cambiar de forma, hasta convertirse en algo totalmente diferente, empezaban a caminar y a vagar por la extensión del bosque.
Luna siguiéndolos de cerca apreció como varios sectores empezaban a desaparecer, siendo un sueño, era demasiado raro ver aquello, la memoria de Discord después de todo la de un ser viviente y material, solo recordaba lo que había visto. Sin embargo, varios de sus recuerdos estaban algo retocados, como por ejemplo el detalle del paisaje, incluso lugares que no había visto en ese entonces, seguramente los había complementado con recuerdos posteriores.
Cuando llegaron nuevamente a la cueva las estaba esperando con algunas palomitas, tenía la certeza de que tendrían varias preguntas, pero cuando llegaron se mantuvieron calladas, incluso empezaron a comer algunas palomitas, de todas formas, el silencio me molestaba un poco.
Las imágenes se hacían más borrosas en un momento y al siguiente, se aclaraban, El pequeño estaba totalmente mareado, apenas si sabía dónde estaba en sus cortos instantes de conciencia observaba atentamente al pequeño peluche, este empezaba a tener una importancia capital.
Celestia observaba al pequeño, sintiendo algo de temor por su estado, empezaba a olvidar nuevamente la identidad del muchacho.
Discord se levantó de su asiento, también empezaba a tomar algo de atención, volando de cabeza se acercó a Celestia.
- Este momento es mi favorito.
Celestia dio un pequeño respingo por la repentina intromisión del Draconequus, sin embargo no desvió la atención de lo sucedido.
¿Qué, qué es esto?
Al levantar al peluche, vio cómo se abría una ranura, Luna también se acercó a observar la escena, dentro del peluche, había un pequeño envase cilíndrico de cristal, con un líquido blanquecino, el envase poseía varios agujeros con diferentes formas, pero el líquido no escapaba del interior.
De pronto, unas convulsiones se apoderaron del pequeño, perdiendo rápidamente el equilibrio, su vista, así como su respiración se hacían más violentos, el peluche cayó cerca de su pata el pequeño cilindro salió de su interior, rodando lentamente hasta chocar con la pata del moribundo.
El entorno empezaba a obscurecerse para desparecer, era una señal evidente de que la conciencia del pequeño comenzaba a irse.
Luna observaba impresionada como el paisaje se volvía completamente negro, hasta llegar a la entrada de la cueva, lugares como el techo e incluso piedras empezaban a desaparecer también, lo que no desaparecía era la luz del sol, pero no se sabía de donde ingresaba pues todo desaparecía lentamente.
Una gota de sangre manaba lentamente desde la herida que se había hecho hasta el pequeño cilindro, cuando la gota cayo, el envase la absorbió de forma inmediata, cambiando de color blanquecino a uno azul con líneas de color rojo y violeta.
- ¿Qué es eso Discord?
- No tengo la menor idea, pero… deberían probar estas palomitas, estas realmente sabrosas. Aclaró el ahora no tan joven Discord, dejando caer varias palomitas al suelo y llenándose la boca con una gran cantidad.
La visión del pequeño se hizo totalmente borrosa, el lugar desaparecía por completo, hasta dejar visible solamente el lugar donde yacía el cuerpo de Discord y el peluche, el frasco lentamente vaciaba su contenido, este tomaba forma por si solo, los sonidos producidos se hacían completamente irreconocibles, un pequeño círculo se formó debajo del peluche, el contenido del frasco se dirigía levitando hasta él, impregnándose en este de forma que Celestia pudo afirmar que era magia.
- ¿Qué tipo de magia es esa? Preguntó Luna.
- Como ya dije, no tengo idea.
El círculo empezaba a girar, perdiendo su radio progresivamente, hasta desaparecer debajo del peluche, una luz empezaba a emitirse del pequeño objeto, tomando forma cada vez más grande.
Sin embargo Discord perdió finalmente la conciencia, toda imagen posible desapareció de inmediato.
- Espera, ¿Qué pasó después? Inquirió Luna.
- Bueno, estuve desmayado, pero podemos ver que pasó después.
- Ok, pero hazlo de una vez.
- Está muy inquieta princesa.
La vista del Draconequus se recobró, por lo tanto, la imagen también se restableció.
Celestia, así como Luna buscaron al peluche, mientras el pequeño observaba su pata con un vendaje y se hallaba en su cama, una sombra se plasmaba en el piso de la cueva, un calor sorpresivamente confortante llamó su atención.
El cambio fue radical, era ya de noche y el lugar había sido reorganizado de pies a cabeza, incluso había una fogata, cosa que Discord no pudo hacer tiempo atrás.
Luna y Celestia se encontraban mirando la figura a contra luz de la Luna antes de que Discord se diese cuenta de su existencia. Al verlo, el pequeño se impresionó de sobremanera, ¿Acaso él lo salvo de su muerte segura?
- eh, disculpa.
El dueño de la sombra se levantó, era más grande que Discord, con un cuerpo casi tan difícil de asimilar como el de su interlocutor.
Dos piernas de Minotauro, sin pelo, con una piel extraña, con una tonalidad azul con líneas negras dibujadas desde la base de sus pies, subiendo por su espalda y pecho, que por cierto, no presentaban forma antes vista, los músculos que deberían estar dando forma de pecho, al menos como se ve en los minotauros o criaturas bípedas, tenían varias divisiones formando diferentes secciones que se podrían llamar bíceps.
No parecía tener órganos, ambos brazos estaban forma musculada, pero sin exagerar, sin embargo sus hombros eran muy sobresalientes, así como su espalda, lo más impresionante fue cuando la vista de los tres llegó a la cabeza de aquel extraño ser. No poseía nariz, ni boca, mucho menos oídos, al menos, no se podía apreciar nada "normal", poseía una venda atada alrededor de los ojos, pero todo parecía apuntar a que tampoco poseía dicho sentido.
La tenue luz no permitía reconocer con más detalle aquella curiosa criatura. Con algo de temor el pequeño se acercó con unos pasos débiles, pero seguros.
La cabeza de aquello, empezaba a girar, como si lo siguiera con la vista, del mismo modo, Discord mantuvo la suya en contacto constante con la de él, a pesar de que no sabía si tenía ojos o no.
Entonces con un par de pasos, ello atravesó media cueva, levantando a Discord del suelo sin ningún tipo de esfuerzo y sin resistencia por parte del pequeño, con sus manos con tres únicos dedos, dadas las circunstancias, las dos espectadoras no sabían que pensar, era tan bizarro aquel ser, que simplemente no podían clasificarlo en bueno o malo.
Lo acurrucó nuevamente en la cama, negando con la cabeza y señalando la pata en recuperación de Discord. Este se quedó en la posición en la cual lo dejó, sin cuestionar más. De forma inesperada, una de esas grandes manos se dirigió a su pecho, sacando el cilindro, enseñándolo, lo acerco a Discord, cuando este tomo el pequeño recipiente con el nuevo color, aquel extraño ser se volvió más pequeño, hasta transformarse en el peluche que había tenido desde hace bastante tiempo.
Mágicamente, en el cilindro aparecieron dos imágenes en el líquido, tenían cierto brillo y mantenían una forma, recreando primeramente un escudo, para después tomar forma de letras, que Discord leyó de forma rápida.
- A…¿Argos? Su nombre es Argos. Dijo algo asombrado el pequeño.
No se había dado cuenta de que era lo que tenía aquel peluche, pero si se daba cuenta de que Argos le había salvado la vida, incluso sentía que el ardor y las molestias se habían calmado, la fogata por otra parte empezaba a levantarle la moral, el calor que producía era perfecto, por fin dormiría una noche sin sentir frio. Tomando a Argos, lo envolvió junto a su manta y su brazo, para después dormir.
- ¿Qué era esa cosa?
- Aggg, Celestia, me estoy cansando de decir que no lo sé, simplemente no entiendo muchas de esas cosas, pero no ves que el mundo esté de cabeza por no saber algunos pequeños detalles ¿verdad?
La princesa me fulminaba con la mirada mientras las imágenes del día siguiente se generaban, a veces, me cuesta bastante trabajo entender la importancia que le da a detalles como aquellos.
- Sirve de algo decir que no hay manera de saber todo ¿aquello?
- Serviría mejor un perdón Discord.
Giré la cabeza, solamente para ver su expresión de burla, ¿de dónde había salido esta nueva Celestia?, Bueno, no me quejo.
- Me desperté al día siguiente.
- Dime, qué importancia tiene aquel tipo.
- Bastante, pero debes ser paciente Luna.
- Creo que ha llegado la hora de ponernos serios princesas. En el acto, Discord apareció vestido con un elegante traje negro y blanco, con un diseño tan caótico que solamente Discord podría crearlo.
Las imágenes se trasladaron a la mañana del día siguiente.
La cueva recibía ya, los rayos del sol, a juzgar por su inclinación, la princesa del sol, advirtió que eran aproximadamente las 7:00 de la mañana. El ahora recuperado Discord despertaba con un agudo dolor, era ese dolor que lo agobiaba desde hace aproximadamente seis años, cada vez lo toleraba más, sin embargo, por ello no dejaba de ser molesto, de forma floja puso ambos pies en el piso rocoso de la cueva.
Ahí estaba, parado en la entrada de la cueva, Argos, no tenía idea de cómo regreso, al parecer solo cuando aquel extraño envase se encontraba dentro del peluche podría "cobrar vida". De forma cautelosa intentó comunicarse con él.
- Tu… tu nombre es Argos cierto.
El insólito rostro de aquel ser se dio vuelta, afirmando con la cabeza, el muchacho había olvidado que no tenía una boca. Mientras su mirada bajaba hasta su recuperada pata, le retiraba las vendas, hasta que encontró una infusión de distintas hierbas.
- ¿Lo hiciste tú?
Argos volvió a asentir, su cabeza era muy extraña, nunca antes había visto una cabeza igual a la de aquel ser tan peculiar. Pero, alejándose de aquel hecho, empezó a intrigarse por los misterios que guardaba su acompañante.
- ¿Por qué lo hiciste?
Argos se levantó de la posición de loto en la cual se encontraba, para levantar dos piedras, cuando cogió la más pequeña, señalo a Discord y después a la piedra.
- ¿Soy yo?
Argos asintió, para después señalar su mano derecha y después a él mismo.
- ¿Ok, ese eres tú?
Por último puso su mano delante de la piedra pequeña, para arrojar la más grande en dirección a la pequeña, cuando su mano se interpuso entre el choque de estas dos, Discord comprendió lo que trataba de decirle, recordando también la imagen del escudo que había visto la noche anterior en el frasco.
- Proteger, protección, guardia, ¡Guardián!, eres algo así como un guardián.
Argos asintió, al mismo tiempo señalo al pequeño, al cual se le iluminaron sus ojos al comprender el significado de las señas que le hacía.
- ¿Eres mi guardián?
No hizo falta asentir, ni confirmar las dudas del muchacho, el coloso cuerpo de Argos se hizo a un lado mientras el pequeño daba unos pequeños brincos por la cueva.
- Bien Argos, es hora de ir por comida, tu…¿Comes?
Argos negó, sorprendentemente, a pesar de ser algo fácil de entender, para la razón del pequeño, al no tener boca, no podría comer ni alimentarse.
- Entonces, ¿cómo obtienes energías?
El escolta acercó una de sus manos al hombro de Discord, este a su vez emitió un resplandor violeta en el sector.
- wow. ¿Cada cuánto tiempo debes… alimentarte?
Argos señalo el sol, mostrando con sus dos manos la cantidad de cinco, pues, al tener solamente tres dedos en cada una se le dificultaba un poco.
- Así que cada cinco días.
El bosque Everfree ya no era tan preocupante para el joven, ahora que tenía a su guardián, se sentía seguro, súper seguro, ya no tenía que temer a nada; porque Argos se veía capaz de mantenerlo seguro, hasta, de un dragón. Así que, comenzó a vagar con más tranquilidad por el bosque, sin mucha prisa, ni mucho cuidado, después de todo era una mañana preciosa, los pájaros cantaban, la tranquilidad del sonido del agua de un afluente cercano, creaban una orquesta a la cual el pequeño Draconequus jamás había prestado atención como en aquella situación.
Existía cierto orden en todo aquello, un orden tranquilizador, casi tanto como lo fue ver aquel corazón formado de magia, y no cualquier magia, era una magia tan sublime, tan pura, en las cuatrocientas páginas de su libro del tipo ridículo, se describía todo aquello como la magia de la amistad, de la cual no había escuchado hablar a los pocos ponis que había logrado espiar en sus breves y temerosas incursiones al interior del bosque Everfree.
De pronto, ambos escucharon la voz de un poni adulto, sin darse cuenta, había tenido un contacto con quien menos quería tenerlo.
Gracias por los comentarios y por las críticas, aunque no hay ninguna, espero que les haya gustado el capítulo y quédense a la expectativa, pues con Discord todo puede pasar.