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Discord

by Filomental

Chapter 5: La reunión antes de la reunión

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Los personajes de MLP no me pertenecen, antes de leer este capítulo y el siguiente debo aclarar que si se tornan un poco aburridos, son necesarios. Y sí, no tuve buenas ideas cuando los hice.

Capítulo 5: La reunión antes de la reunión

Había tenido un día agitado, recordar todo aquello, me mantuvo bajo un estrés insoportable, la parte de mi vida que le mostré a Celestia era una muy reservada, no me gustaba recordar esos momentos, pues en aquellas épocas tenía un sueño, uno que hasta ahora seguí. Pero del cual no estoy seguro haber logrado concretar.

Mientras me dirijo a cualquier lugar para dormir, procuro dejar de pensar en todo lo sucedido, Ponyville por lo general es un lugar muy tranquilo, en el día todos realizan un trabajo que les encanta, en el tiempo que vivo en este lugar jamás escuche a algún poni quejarse por sus labores, quizás es por que adoran hacer lo que hacen, no hay nada que los ate a estar trabajando, ellos lo hacen por sí solos. A diferencia de la reina de los imitadores o al rey sombra, incluso a mi periodo en el poder, Celestia les había dado algo invaluable; libertad. Libertad para ser lo que quisiesen ser.

El mercado, con las luces nocturnas luce totalmente diferente al transcurso del día, incluso a estas horas aún hay potrillos y potrillas jugando, incluso las costumbres pueden cambiar, yo mismo lo había visto. Antes era una idea descabellada dejar a los pequeños jugar a tan altas horas en las calles.

De repente, mientras camino pasiblemente por aquellas tranquilas calles, veo de reojo una gran masa blanca, sin pedir explicaciones me hago a un lado, mis reflejos me salvan de ser aplastado por una bola gigantesca de nieve, a estas alturas, ya sé quién está detrás de semejante caos.

- Apple Bloom, te dije que no existe una cutie mark de guerra de bolas de nieve.

- ¿quién te dijo eso?, todo es posible para una cutie mark.

Mientras Scootaloo y Apple Bloom empezaban otra de sus famosas discusiones, Sweetie Belle, volteaba a ver si no habían lastimado a nadie. Encontrando a Discord disfrutando del caos que generaban las tres pequeñas.

- Perdona Discord. Tratábamos de conseguir nuestras Cutie Marks de guerra de bolas de nieve.

A esas pequeñas ni el frio ni la obscuridad las afectaba, tengo que reconocer que son perseverantes, hasta el punto de ser molestas, pero me encanta que en el proceso puedan generar algún momento de caos.

- Acaso no les hace frio.

Scootaloo y Apple Bloom se unieron a la conversación.

- Si, pero no queremos perder nuestras cutie marks solo por un poco de frio.

Ya las había visto probar de todo, desde de domadoras de leones hasta leñadoras, pero no lograban encontrar nada en absoluto para conseguir esa marca, se veían constantemente alentadas por sus compañeras, a pesar de que las molestaban por ello, tenían una interpretación distinta de todos esos insultos, para ellas era un incentivo, algún día encontrarían aquello que las hacía especiales. Sin embargo, eso no sería hoy.

- Discord, la tierra llamando a Discord.

- ee, perdonen pequeñas, pero deberían irse a sus casas, podrían resfriarse.

- Cinco minutos más, no es que vaya a venir el caballo sin cabeza.

De inmediato, le di forma del curioso caballo a un bloque de hielo, las tres pequeñas se asustaron al ver su imagen en contraluz. Corrieron hasta donde me encontraba yo, eso si que no me lo esperaba.

- ¡El poni sin cabeza! Gritaron al unísono.

Mis risas no se hicieron esperar, las ahora enojadas cutie mark crusaders, me miraban con un instinto asesino. Me calmé para hacer aparecer una pequeña mesa de té y cuatro asientos que eran básicamente cojines, sin esperar mi invitación tomaron asiento, mientras el caballo se deshacía en pequeños trozos de hielo.

- Y bien mis niñas, ¿Qué aprendieron hoy? Las cuestione con un periódico en mis patas, fingiendo seriedad en mi voz, actuando como alguien "maduro".

Extrañada la pegaso fue la primera en responder.

- Tuvimos la idea de ganar la cutie mark por guerra de bolas de nieve.

Sweetie Belle la interrumpió.

- Entonces subimos hasta la punta de aquel cerro, y empezamos una guerra.

Nuevamente Apple Bloom tomó la palabra.

- Pero cuando no conseguimos nada, decidimos volver a nuestras casas.

- Mientras bajábamos, una bola de nieve bajó rodando. Prosiguió Sweetie.

- Por poco y aplasta a Scootaloo, pero la aparté.

- No me iba a aplastar, no era tan grande.

- Después se hizo más grande, y bajo hasta Ponyville.

- La perseguimos, hasta que chocó con aquel banco, todo fue culpa de Scootaloo.

- La culpa fue tuya Apple Bloom, la si hubiéramos gastado todas las bolas de nieve, no hubiera pasado todo esto.

- Y ¿Dónde las hubiéramos lanzado? genio, es de noche, no podríamos saber si le damos a alguien.

La discusión de las pequeñas me mantenía entretenido, incluso su relato. Hasta que varias figuras se acercaron, con algo de misterio se acercaron hasta que las luces develaron sus rostros.

- Discord, ¿qué haces con mi hermana? Me interrogó Applejack

- Tomando el té de la noche, acaso no puedes verlo.

- No hay ninguna taza de té. Aclaro Rimbow Dash.

Algo malhumorado materialicé unas cuantas tazas con una tetera con forma de troll que se movía.

- Bueno aquí tienes tu té. Se les ofrece algo más.

- Una taza de café, si no fuera mucha molestia, agregó Rarity.

- Y por favor una taza de manzanilla. Aclaró Fluttershy, casi susurrando.

Refunfuñando alargué la mesa de té y los cojines, las tazas de té, una de café, una de té de manzanilla y otra de leche chocolatada, ciertamente no me esperaba tener una reunión a esta hora.

- Por cierto, hoy no viniste a mi práctica de vuelo, que paso Scoots.

- Lo siento Rimbow Dash, pero tenía que buscar mi cutie mark de guerra de nieve.

La cara de Rimbow cambió, le gusta ser el centro de atención, pero perder la atención de su hermana adoptiva era algo poco común para ella.

- Entiendo Scoots.

Applejack se fijó en mi desinterés por la charla, así que me puso a mi como nuevo eje de la charla, cosa que me tomó por sorpresa.

- ¿Qué hiciste en todo el día Discord? Preguntó mientras le daba un sorbo a su té.

- Eee, pues terminé con las labores de ayuda que tenía.

La mirada acusadora de Fluttershy era mi condena segura, tenía la certeza de que en cualquier momento, ella hablaría del tema que quería evitar.

- Entonces, terminé de ayudar a Big Mac, por lo que tengo tiempo para nuestra reunión de los viernes de Cutie mark crusaders.

- ¿Enserio?, ¡Qué bien!, estuve pensando toda la semana, así que creo que podremos conseguir nuestras cutie marks de meteorólogas.

- Me obligarán a llevarlas a un asteroide ¿verdad?

- Siii.

Fluttershy seguía mirándome de forma acusadora, no entiendo cómo, pero sabía lo que hice toda la tarde, y no es que fuera algo malo; si no que respecto a ese tema ella solía tener una forma diferente de mirar mi trato con la princesa Celestia.

- Por cierto Discord, ¿Por qué no fuiste a la gran fogata con nosotras?

Antes de poder responder Scootaloo me defendió.

- Nos dijo que no le gustaban las fiestas.

- Si, y que a veces le gusta la soledad.

La pegaso amarilla continuaba con su mirada inquisidora, de un momento a otro ella tendría que tocar el tema.

- Si ejem, bueno, lo que traté de decir es que las fiestas me gustan, pero no en las que Celestia está presente.

La sonrisa tímida de Fluttershy me convenció, de que el interrogatorio había terminado. Pero no, tomando su último sorbo empezó a hablar.

- ¿Por qué será? Interrumpió la voz de Rarity.

La actitud de reto en el ambiente se incrementó, las ocho ponis ahora centraban su atención en mí.

- Las razones son más que evidentes mi querida Rarity.

Mientras usaba mi habilidad de retórica, evitaba tocar el tema.

- Porque no me gusta su presencia, ¿alguna vez te han convertido en piedra? No es algo que olvidas de la noche a la mañana.

Algo picada Rimbow me respondió de manera apasionada.

- AAaa, tal vez es porque mantenías a Equestria bajo tu tiranía.

- Dashie, Dashie, yo solamente cumplía con mi trabajo, obviamente no guardo rencor, pero aun así, no puedo confiar en Celestia.

Mientras la crin de Rimbow cambia de peinado, me siento a terminar mi vaso de leche chocolatada, mientras lo hago el vaso desaparece lentamente, junto con su contenido. Obviamente, arrojar el vaso para que explote no es considerado como algo bueno, así que tengo que improvisar.

- Discord, regresa mi crin a la normalidad.

- Espera, te ves fenomenal. Rarity salió en mi defensa, junto con la pequeña hermana de la pegaso azul.

Rimbow se sentó con una expresión que parecía el berrinche de un pequeño. Pero una pequeña sonrisa se le escapó.

- O tal vez, la razón por la cual no quieres estar cerca de Celestia, sea por queeeeeee…

Los ojos de las ponis se abrieron de par en par, acercaban lentamente las cabezas, mientras esperaban las palabras finales de la conclusión de Rimbow.

- …Celestia te gusta y eres un gallina para decírselo.

Todas vieron de forma cómplice al Draconequus, encontrando en él, cierto nerviosismo.

- Nonononono, mi muy estimada Rimbow, no tengo interés alguno en su graaan y sabia princesa. Mientras les declaraba su indiferencia hacia la alicornio, una pequeña figura de hielo con aspecto de cierta princesa apareció en su zarpa.

- Entonces ¿Por qué te excusas de esa forma?

- Excusarme, ¿cómo? La pequeña figura empezó un pequeño trote, las ponis veían maravilladas como se movía hasta alzar vuelo y aterrizar sobre la cabeza de Rimbow.

- Vamos Discord, admítelo, la princesa te gusta. Incitó la pegaso celeste, dibujando una sonrisa de total certeza en la veracidad de su enunciado.

- No sé de dónde sacan esas ideas, pero ya me cansé de repetir lo mismo: No me agrada la presencia de Celestia, no puedo estar cerca de ella sin sentirme vigilado y estresado. Al finalizar su oración, la figura regresó al estado líquido, empapando a Dashie.

Con una mirada de regaño, Dashie se calma, la presencia de su hermana la mantiene calmada, obviamente ello me causa una sonrisa de satisfacción.

- Bueno, ya es hora de que vayas a la cama terroncito de azúcar. Anunció Applejack.

- Tú también Sweetie.

La nieve comenzaba a caer, se despidieron entre todas, a regañadientes por parte de las potrillas, que finalmente aceptaron las órdenes de sus respectivas hermanas, excepto por Fluttershy que me esperaba pacientemente. Pero no fue sino hasta que todas se fueron que me dirigí hacía donde estaba ella, el clima era impredecible, la nevada no se hizo esperar, mientras caminaba por el camino, mi amiga viajaba por el aire.

- ¿Por qué no lo admites?

- Fluttershy, empiezo a perder la paciencia, mejor cuéntame cómo conociste a Angel.

- Mmmm. Déjame ver, quizá mañana, estoy muy agotada, todo el día tuve que atender a los animalitos que se despertaron antes de tiempo, me di cuenta ayer de que muchos no estaban dormidos.

Repentinamente me acordé de que tenía que hacer esta noche, Fluttershy no debía sospechar nada; puesto que a veces hablo cuando estoy dormido, era mejor no pasar la noche en su casa, pero sabía muy bien donde hospedarme.

- Perdóname Fluttershy, esta noche me toca hacer guardia en el imperio de cristal, Shining Armor solicitó que lo ayudara.

- Claro, pero si no te molesta, ¿me podrías traer uno de los famosos pasteles del imperio de Cristal?

- Por supuesto, me voy.

Con un chasquido me aparecí en uno de los lugares más familiares que tuve por mucho tiempo, seguía igual, libros viejos, estantes dando vueltas alrededor de una mesa inclinada, con forma de mancha, tan desigual, me encantaba este lugar, después de todo yo lo había creado y de momento era para mí lo que podría llamar casa. El lugar era mucho más amplio que antes, para mi impresión, no había ni una sola mota de polvo en el lugar, la decoración del resto del lugar era de mi gusto, por lo visto, los encargados trabajaron muy duro.

Mi cama, por supuesto, se encontraba en el techo, tenía un simple hechizo de gravedad, solamente tenía que poner un pie en la pared y la gravedad se invertía, llevándome a lo alto, entonces, el piso y el techo invertían sus papeles.

Sin embargo, a pesar de aquel diseño muy a mi estilo, me tomó bastante tiempo recordar el lugar exacto de la pared donde tenía que pisar, pero finalmente la hallé, se encontraba en una mancha en el extremo sur.

No tenía ganas de dormir, pero le había dicho a Celestia que podría visitarme en mis sueños si quería saber más sobre Equestria. Tenía mis razones y no quería pensarlas, pues a lo mejor terminaba escapando de Equestria y regresaba al primer lugar que recordaba.

- pfff, como si algo fuese a cambiar.

Unas gotas de leche chocolatada caían suavemente desde el nuevo techo, pero no les tomé importancia alguna, preferí cambiar de ideas y me dispuse a dormir, cuando de repente siento un golpecito en la cabeza. Mi emoción es despertada al reencontrarme con uno de los encargados del lugar que había dejado hace tanto tiempo.

- ¡Alex! Tanto tiempo sin verte.

Un pequeño libro se movía con páginas y todo, doblándose como si fuera una hoja de papel y no un grueso libro antiguo con una tapa tan dura que en más de una ocasión había sido un dolor de cabeza jeje.

- Quizás te preguntes donde estuve los últimos mil años y algo más.

Un movimiento de afirmación indicó la preocupación que había tenido mi pequeño amigo durante mi ausencia.

- Bueno, es una historia bastante larga que contar, ¿te acuerdas del peluche de cabra? Está arriba, Andrea sabe qué hacer con él.

Alex empezó a hacer varios movimientos, parecía un mimo.

- Haber… tú quieres… una estatua.

Representó un reloj y después a alguien trabajando con una picota.

- Lo tengo, en estos años hicieron algo.

Alex asintió y acto seguido me tomo por la zarpa, pero me negué.

- Lo siento Alex, pero debo encontrarme con alguien en los sueños, es complicado de explicar.

El libro desapareció y al cabo de unos segundos se encontraba con un vaso de leche tibia y una almohada.

- Gracias Alex, ¿Por qué no vas a descansar?

Alex se fue como llego, con una velocidad sorprendente para ser un libro, aunque sabía volar muy bien.

Me recosté con cierta preocupación en la cabeza, no entendía que me pasaba, no solía ser así desde hace mucho tiempo, aquella sensación de ansiedad me molestaba bastante, de hecho por más que me concentrase no podía conciliar el sueño.

- Vamos, solo es cerrar ambos ojos y dormir.

Dudaba mucho de lo que mostraría a la princesa, tenía la certeza de que no me creería, ni siquiera su hermana era tan inocente para creer en mí, y para mis sorpresa ese era el motivo de mi preocupación, es simple hecho de que a pesar de todo lo que fuera a hacer bien, jamás podría ser perdonado, siempre sería al que ven como monstruo.

En cierta forma le daba la razón a Celestia. Pues a pesar de haber pasado un buen rato con ella, a pesar de haberme reformado y haberlo probado con anterioridad, sabía muy bien que jamás podría disculparme; es más, lo que quería probar con mis recuerdos era una patética forma de excusarme. Si bien me concentraba en recordarlos tal y como pasaron y sin alterarlos, al final, no llegaría a probar nada.

Tarde o temprano llegaría el momento de mi vida en el cual tomé Equestria por la fuerza, después me vería tal y como me conoció, como un tirano, un enfermo de poder y un desquiciado.

- Y ¿A quién le importa? Dije entre un leve suspiro, evitaba estar triste, pero en aquel instante ese sentimiento se hizo innegable.

Aun así, ciertamente, quería ser perdonado y lo que me importaba era ser perdonado por aquellas dos princesas, de hecho, por todos los ponis…

- Estatua de Spike, toma nota.

La pequeña estatua del tamaño exacto del dragón bebé trajo consigo un libro con páginas en blanco.

- El perdón es para mí: la oportunidad que nos dan para mejorar, más allá del hecho de olvidar los rencores y las malas acciones hechas, nos permite apreciar nuestros errores, aceptando al otro, en sus sentimientos y pensamientos. En definitiva, es darle la razón al otro, someterse a su percepción de los hechos; quizás esa sea la razón por la cual es tan difícil pedirlo en mi caso.

La pequeña estatua tomaba mi dictado, me costaba trabajo señalar aquello que sentía, hasta mi capacidad para hablar se tornaba insuficiente.

- Aceptando el daño que hice y las consecuencias de todo ello, es que puedo pedir perdón y no debo esperar que me perdonen. Pues esperaría una posibilidad poco probable, además de ser muy egoísta de mi parte, pero no por ello debo dejar de buscarlo…

- …Y busco el perdón, porque me siento atraído a la idea de dejar de ser considerado como alguien malo; desde que empecé a comprender el caos, pude apreciar que el caos no es malo.

Una pequeña sonrisa se me escapo, mi sentido del humor regresaba, aquellas preocupaciones se esfumaban, y la razón era simple, ya no esperaba nada.

- En lugar de ello, va más allá de la clasificación entre bien o mal. Es como clasificar a un pájaro comiendo una lombriz, es un proceso natural, no hay maldad en ello. Pero, si logramos ver las cosas desde el punto de vista del pájaro, entonces, podemos catalogar la acción como buena; en cambio, si tomamos el punto de vista de la lombriz, denotaremos la maldad. Si me explico bien, la percepción de mal o de bien en el caos no añade ni le quita nada, este seguirá siendo caos, independientemente del tiempo, el espacio o sus actores.

De repente los parpados se me hacen más pesados, la estatua de Spike termina de escribir mis pensamientos, mientras empiezo a ceder al sueño, imagino y empiezo a temer, la idea de que tal vez las dos princesas se hayan cansado de esperar y no estén presentes para ver mis recuerdos. Después de pensar tanto, tengo muchas ganas de mostrarles todo, porque como dije, ya no espero que me perdonen, solamente hacerme digno de su perdón, pero como ya dije, sin esperar que se me otorgue.

Eso es todo por hoy jeje, como dije antes, este capítulo era algo aburrido, espero haberlo mejorado. Dejando de lado todo eso, gracias por leerlo. Sus críticas y comentarios sirven me ayudan a pensar mejor la trama, así que no sean tacaños, comenten. Empiezo a creer que el comic es tan bueno que los deja sin palabras jejeje.

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