Discord
Chapter 4: En la burbuja de realidad
Previous Chapter Next ChapterLos personajes de MLP no me pertenecen, bueno, disfruten de este capítulo.
Capítulo 4: En la burbuja de realidad
Celestia aguarda pacientemente, pero empieza a darme la razón con su silencio, me decepciono en cierta forma, sin embargo es la verdad.
- Ella me contó como llegaste hasta Equestria, pero me dijo que no le dejaste ver más, ¿Podría saber la razón?
La pregunta es aplastante y mucho le añade el tono cortante con el que ella lo pide. Recuerdo bien que, después de aquella noche mi vida se direccionó de una forma totalmente distinta, no es que tuviese un sueño de lo que llegaría a ser de grande, ni siquiera conocía como llegue a ser niño.
Mientras me paseo por los rincones de mi mente, observo la paciencia que posee la princesa al seguir parada observando mi mirada perdida en el infinito.
- Y bien, ¿me explicarás o no?
Me despierto de mi ensimismamiento, si bien no es de mi agrado, no sé por qué siento que le debo alguna explicación, cuando empiezo a conjurar una burbuja de realidad, misteriosamente desaparecen los síntomas de la enfermedad, por lo cual puedo tener algo más de libertad.
Me aparezco detrás de la princesa, con dos vasos de leche chocolatada, una para mí y otra para Celestia.
- Gracias, muy atento.
- Muy bien princesa, el lugar se va a poner interesante, solo me gustaría tener palomitas para disfrutar de todo esto.
Cuando la alicornio trata de tomar algo de leche chocolatada, encuentra su vaso vacío, era muy interesante ese truco, mientras bebías el contenido de un vaso, realmente bebías el contenido del otro, lo que le añadía un toque distinto y además estaba el hecho de que no podía usar los vasos explosivos en este jardín. La princesa obviamente no lo intuyó de inmediato, pero cuando lo hace, empieza a tomar el suyo, descubriendo que es un vaso con truco, cuando Rimbow me lo enseñó, me dije que tenía que usarlo alguna vez, así que la leche chocolatada se derramó sobre el piso, salpicando el pelaje blanco de los cascos de la princesa.
- Jajajajaja, deberías ver tu cara, esto… esto no tiene precio.
El ceño fruncido de la gruñona me recuerda el límite del cual me hablo Pinky. Así que con un chasquido limpio las pocas gotas que están en el pelaje blanco de sus pezuñas. Pero no recibo ningún gracias de la princesa.
Para que la experiencia fuese más real, debía tener una conexión mágica con la princesa, no obstante sabía muy bien que no me dejaría por su desconfianza, así que me aparecí frente a ella. La tomo por sorpresa, sosteniendo su cabeza con mi garra. Todo lo que necesito hacer es dar un toque con uno de mis cuernos al suyo.
- Espera que haces Discord. Su voz denota cierta confusión, pero no miedo.
- Tranquilízate, no te haré daño. Trato de calmarla, pues aunque me gustaría tomar su conciencia, no lo podría hacer.
Al unir la punta de su cuerno con el mío, la dejo, esperando algún acto como respuesta de ella.
- Si querías realizar una conexión mágica solo tenías que pedirlo Discord.
Lo dijo con una voz tan inocente, tan dulce, que empecé a notar cierto rubor, que tuvo como respuesta una sonrisa suya, tapándose con una de sus alas. No estaba acostumbrado a esa clase de trato por parte de ella, ni siquiera Fluttershy llegaba a tratarme de esa forma.
Entonces una burbuja de realidad, nos rodeó a ambos, no esperaba la reacción que tuvo la princesa del sol.
- Vaya, no tenía idea de que fueras capaz de hacer este tipo de magia.
- La magia para el caos es más maleable, no necesita de mucha práctica.
Mientras la burbuja empezaba a crear una imagen de mis recuerdos, no dejaba de mirar hacia otro lado, menos hacia Celestia, en ocasiones su presencia realmente llegaba a molestarme, y el hecho de compartir algunos de mis recuerdos con ella, me mantenía algo preocupado.
Llena de curiosidad, mientras la burbuja generaba las primeras imagines, no pude dejar de notar la intriga con la cual Celestia, exploraba cada rincón de esta realidad generada.
- Vaya, ¡Realmente estuviste en la fundación de Equestria!
- Sii princesa, creo que sí.
Mientras los Windigos eran expulsados las seis ponis que pactaron las paces para la fundación previa de Equestria empezaban a salir de la cueva, ya era de día, mientras pasaba todo aquello, tanto la princesa Celestia como Discord vieron al niño Draconequus sin poder conciliar el sueño; el frio era lo de menos, el dolor de todo su cuerpo lo mantenía al tanto de todo lo que sucedía frente a él, casi no había podido dormir.
El corazón provocado por aquella mágica explosión lo intrigaba en gran medida, tenía un poder de atracción semejante al de un imán gigantesco sobre la mente del pequeño, aquel símbolo del nuevo reino con el nombre de Equestria; era situado en el fértil suelo, cuando observo a los seis ponis se dio cuenta de que todas estaban vestidas de forma distinta, algo contradictorio con lo que vio en el reino de los animales del bosque, de todas formas, se levantó para buscar algo de comida.
El hambre alejaba cualquier otro interés de la mente del Draconequus. Los rayos matutinos eran una fuente de esperanza, ya no estaba en peligro alguno, solamente el hambre lo acechaba.
- Comida, era lo único que me importaba en aquellos momentos, ni cuanta me di de lo que vendría a continuación
Celestia que se había dejado llevar por el recuerdo, a los ojos de Discord no había pasado mucho, pero ella notó aun viendo desde lejos, que varios detalles de la historia de Equestria; no encajaban con los de los libros, sino más bien producían varios cambios. El hecho de que la bandera no mostrará a ambas hermanas era por supuesto un inicio. También pudo apreciar el hecho de que las pegaso estaban fuertemente armadas, de la misma forma, existían varios ponis cerca ¿cómo pudieron llegar tan rápido? Si en los libros estaba escrito que solamente dos ponis de cada raza habían ido en búsqueda de nuevas tierras.
- Hasta que lo encontré, oh, era tan hermoso, tan glorioso. Taaan… delicioso.
Celestia se limitó a rodar los ojos al ver como Discord devoraba un manzano entero, no había algo más importante, y por supuesto que ya lo encontró.
- Aun se me hace agua a la boca cuando recuerdo esas manzanas, fueron una de las comidas más sabrosas que tuve el placer de saborear.
- Discord, el hambre es capaz de dominarte por completo.
- No me culpes, era solo un pequeño con hambre, no importaba nada más.
Cuando el pequeño terminó de ingerir el abundante alimento concilió el sueño de inmediato. Ambos regresaron a la realidad, la burbuja se paralizó, Discord se quería ir, los recuerdos recreados en la burbuja, lo mantenían bajo una constante presión, debía organizarlos para que no se vuelva un embrollo de imágenes.
- Me dices que esa es toda tu historia, cuando Luna me lo contó parecía más interesante, pero como tú la cuentas, es aburrido.
Discord abrió la boca, nunca había escuchado esas palabras de la princesita, pero de inmediato esbozo una sonrisa, por fin se entendían.
- ¿Qué más quieres saber Celestia?
- Honestamente quiero saber más sobre Equestria.
Discord hizo aparecer una cantidad enorme de libros a un lado de la alicornio.
- No Discord, en ninguno de ellos se explican las cosas como en tus recuerdos.
El Draconequus se mantenía contento, al principio ella jamás lo hubiera aceptado, pero ahora la tenía contradiciendo lo escrito en los libros. Entonces materializó una cámara, con su traje de director, toda extrañada, Celestia, escuchó las palabras del molesto director de cámaras. Que después de un tiempo se duplicó, la copia del señor del caos tenía puesto un traje de reportero. Poco después unos guantes, junto con maquillaje se dirigieron hacia Celestia, dándole un arreglo.
- Me cae que no Evan, mejor dale un estilo de difuminado, más profesional, más casual, más suelto, tan solo una pizca de maquillaje, exacto lo tienes Evan, vaya talento de este muchacho.
La alicornio no entendía por qué Discord le hablaba a los guantes, solamente veía como en polvo del maquillaje, corredor, brillo y demás cosas eran usadas; para aparecer frente a la cámara. Cuando Discord le mostró un espejo, lo tomó con su magia, al ver su reflejo se asustó por el arreglo que Evan le había hecho.
Su rostro estaba excesivamente maquillado, el labial rojo se encontraba corrido, el delineado de sus ojos era de color café y el otro de color verde, cada uno de sus párpados, y una g dibujada en su cabeza.
- Discord, acaso no puedes ser gentil alguna vez.
- Ja, algunos no reconocen mi talento, por cierto, la g es por gruñona. Acto seguido Discord desapareció a Evan y a su trabajo maestro.
- Primeramente, regáleme una entrevista princesa. Obviamente lo dijo fingiendo una voz de reportero profesional.
Celestia asintió, algo extrañada, sin saber que era exactamente lo que Discord quería preguntarle.
- ¿Podría explicar la razón de ver los recuerdos del amable, fiable, agradable y hermoso señor del caos?
Algo irritada, la princesa trató de responder a la pregunta. Usando también la voz real con la cual dirigía diversos encuentros de audiencias.
- Porque posee contenido histórico diferente sobre la historia de Equestria que cualquier libro.
- En otras palabras, diría usted que ¿rebate toda información de los libros de historia?
- Diría más bien que los pone en cuestionamiento los escritos, pero no los rebate.
Entonces la cámara y los uniformes desaparecieron, salvo por una cinta que sostenía el Discord director.
- Bien con eso bastará.
- ¿Para qué?
- Para estar mejor equipado cuando tenga que molestar a Twilight cuando estudia.
Una de las manos del Draconequus agarró la cinta, mientras la otra dio una vuelta sobre esta, haciendo desaparecer la cinta como su fuese un mago.
Celestia arrojó un libro en Dirección a su reportero, este desapareció al contacto, mientras el director se reía. Cuando le lanzo otro libro, más grande y con tapa de madera, su risa cesó.
- Está bien, está bien. Que deseas saber.
Teniendo ahora la atención y la disposición de Discord la princesa se decidió en seguir con la historia que ofrecía.
- Continua, pero cuando te diga que te detengas, lo harás, ¿De acuerdo?
- Por supuesto princesa, no quiere unas palomitas, oh, me parece que está cansada, que tal si le traigo un cómodo sofá y de paso…
- Por favor. Suplicó la alicornio con un tono sarcástico.
- De acuerdo.
La burbuja inicio un rumbo totalmente distinto, las imágenes se difuminaron hasta desaparecer, cambiando por otras, ahora reunía partes de un bosque en la mañana, era en efecto, el bosque Everfree.
- Después de aquella mañana, pasé un año espiando a los ponis, pues ellos poseían buena comida.
Celestia observaba incrédula como los cimientos de lo que ahora son Cloudsdale y Canterlot empezaban a formarse, los primeros cultivos y familias que se establecían.
- Espera, y que pasó con los líderes de las naciones de ponis.
- No los vi en un buen tiempo.
El pequeño disfrutaba de ver a los comerciantes, a todos aquellos ponis, que, siendo diferentes convivían en una gran paz, o al menos así lo creía.
Las mañanas que Discord había pasado espiando, también las pasaba explorando diversas áreas del bosque Everfree, es cierto, el dolor lo mantenía meditando todo el tiempo debía distraerse constantemente para ignorarlo. Mientras visitaba el bosque siempre tenía en cuenta dos cosas, la presencia de diferentes criaturas y la presencia de los ponis, no quería mantener contacto con ellos.
- ¿Por qué te la pasabas escondido?
- Los ponis eran demasiado asustadizos, le temían al bosque y a casi cualquier criatura, incluso a los fénix y a los animales que habitaban el bosque Everfree. De hecho no recuerdo haber visto ningún poni con una cutie mark referente a la naturaleza hasta que conocí a Fluttershy, pero claro, quizás pudo haber existido esa especialidad más antes.
- Interesante, ¿ni siquiera los ponis terrestres?
- En esos tiempos no.
- Puedes detener la burbuja un segundo.
El chasquido de Discord detuvo la continuación de sus recuerdos.
- ¿Qué deseas princesa?
- Ves aquel tipo de allá.
- ¿Él ridículo de sombrero extraño?
Inmediatamente le llegó un empujón de uno de los flancos de Celestia.
- Ese es Star Swirl el barbado, él era mi amigo y mentor de magia, también el de una de las fundadoras de Equestria.
- Nunca olvidaré su sentido del humor.
- ¿Lo conociste?
- SI, pero después de muchos años, en otro escenario y por supuesto, ahora es casi joven.
- Ok, entonces sigue contándome, que más pasó en esos cincuenta años.
Nada importante, alguna que otra aventurilla, pero nada más, de hecho esos años no fueron tan importantes como lo fueron los siguientes, en ellos se quedó mi vida marcada.
La burbuja empezó a crear imágenes de Discord creciendo, así como los del reino, la construcción de un castillo del que jamás había sabido. Y la fundación de varias ciudades, los ponis empezaban a expandirse por Equestria.
- ¿Qué… qué es ese castillo, cuando lo hicieron?
Celestia se sorprendió de sobremanera al ver a Discord negando con la cabeza.
- De momento princesa, es mejor que no lo sepas.
- Pero me mostrarás lo que es, ¿verdad?
- Por supuesto, pero por ahora no es importante.
Las primeras fiestas de Equestria, extrañamente, de aquellos años no existía mucha información, salvo por la historia general de Equestria, Discord ocultaba algo, y Celestia se convencía cada vez más de ello, mientras se generaba otro recuerdo, no pudo evitar ser lo más directa posible.
- ¿Discord, acaso me estás ocultando algo?
Discord chasqueo los dedos, de inmediato se hicieron presentes varios conos gigantes, se ocultó dentro de uno, y entre todos cambiaron de lugar hasta confundir a Celestia.
- ¡Te ordeno que me muestres lo que ocultas!, tu historia no me cuadra.
Pero no obtuvo respuesta alguna por parte del Draconequus, la burbuja empezó a rodar otra parte de las memorias de Discord.
Eran como diez años después, Discord nuevamente despertaba de una noche pesada, ahora se lo veía más indiferente al dolor que le producía estar formado de distintas partes, al menos así se lo describió Luna, en la cueva se encontraban unos cuantos artículos poco importantes, una esfera de adivino, la magia siempre le había llamado la atención, unos cuantos libros sobre magia, una de las primeras publicaciones de Star Swirl para ser precisos y un peluche con forma de cabra. Celestia se vio atraída por las pocas palabras del pequeño.
- Algún día seré como ese tipo ridículo, no sé cómo, pero haré magia; para ser útil, para poder ayudar a mis amigos…
El pequeño bajo la cabeza, mientras un pequeño suspiro se le escapaba, denotando el estado de tristeza en el que encontraba.
- A pesar de que no tenga ninguno, pero con la magia tendré muchos amigos y los ayudaré, sé que soy bueno.
La princesa se extrañó más que antes, en su vida habría imaginado que Discord podía ser tan diferente de pequeño, pero algo había cambiado, eso era evidente, en fin, si sabía lo que buscaba, ¿Por qué le mostraba recuerdos de su infancia? Cuando le dijo que explícitamente deseaba ver todo lo referente a la historia de Equestria. Lo más seguro es que se había olvidado de que la esfera continuaba en funcionamiento, quizás ya se había ido. Él era así.
Era una cálida mañana, como siempre, Discord salía a recolectar su comida, era interesante, podía consumir casi cualquier cosa, le había costado un tiempo comprobarlo, podía comer cualquier vegetal, carne, incluso podía mantenerse semanas sin comer, si es que quería hacerlo.
Celestia se acercó al pequeño para verlo de frente, sus ojos denotaban aun una inocencia de niño, no podía ser el mismo Discord que tomó a Equestria por la fuerza.
De un momento al otro, varias sombras se aparecieron en el cielo, cuando ambos: tanto Celestia como el pequeño miraron al cielo, advirtieron la migración de dragones, los ojos de Discord brillaron, una ilusión se formó en su corazón, al ver su cola de dragón pensó que quizás se emparentaba con ellos.
Sin pensarlo más veces, levantó vuelo tras su pista.
En dos horas de vuelo, que cansaron de sobre manera las poco ejercitadas alas del pequeño, logró alcanzar un punto de descanso de los dragones, la mayoría yacía en el suelo, durmiendo, otros comiendo algunas joyas. Discord pasó inadvertido entre tanta multitud de dragones.
Viendo a su alrededor notó que antaño el lugar era un volcán activo, las pocas plantas que ahora crecían se encontraban en la base del mismo, el lugar se mantenía caliente. El piso era rocoso, pero al contacto seguía caliente.
En su paso hasta el centro de la multitud fue empujado, golpeado por algunas alas y tirado al piso en varias ocasiones.
- Hey mocoso fíjate por donde vas.
- Perdone señor.
El incrédulo dragón adulto, vio el débil cuerpo de Discord paseándose tranquilamente por tantos peligros que suponía el meterse en la migración de dragones, solo había una razón, robar las joyas, sin embargo ni tenía la fuerza ni la capacidad de poder sacar alguna joya de las garras de cualquier dragón.
Algo adolorido, pero no desilusionado el niño Discord continuó hasta llegar al centro. Algo dentro de él le decía que encontraría en ese lugar, incluso podría toparse con un futuro amigo. Mas, grande fue su sorpresa al encontrar una reunión de dragones jóvenes y niños, cuidándose entre ellos para mantenerse seguros de los dragones mayores, pero la realidad era totalmente diferente para el pequeño.
Se acercó con su corazón latiendo a cien por segundo, avanzó hasta estar a pocos centímetros de la espalda de un dragón del triple de su estatura. Las pocas palabras que podía pronunciar salieron como susurros, con una voz de niño, débil e insegura en su caso, no como la voz profunda, gruesa y poderosa de un dragón.
- Hola, amigo, cuál es tu nom…nombre.
La princesa del sol se sorprendió del valor que el pequeño había tenido para acercarse a la migración de dragones, y en especial por acercarse a un dragón joven, al ser jóvenes eran radicalmente destructivos y problemáticos.
El joven dragón se volteó para encontrar a un chiquillo, la vista le produjo una sensación de repulsión por semejante revoltijo de animales, tan distintos, sin embargo, su sonrisa macabra precedía a sus pensamientos, pero el pequeño no se movió ni un centímetro, es más, incluso le sonrió.
- Me llamo Skygor, ¿cuál es el tuyo?
- mmm no se… no tengo.
Skygor levantó una ceja, el no tener un nombre lo hacía en una criatura menos comprensible para su entendimiento, lo miró de arriba abajo, buscando alguna característica propia.
- Hace mucho calor aquí.
- Tienes razón, ven, a los muchachos les caerás bien.
Sin dejar de ver los pequeños pasos de la cosa, Skygor pensaba en todo el entretenimiento que podía dar el pequeño.
- Te presento a los muchachos, muchachos les presento a… él.
La mirada de los camaradas del joven dragón, tuvieron la misma respuesta, una repugnancia, y al mismo tiempo lo vieron como un objeto divertido, pues era claro que no podría defenderse.
- ¿Qué eres?
Con toda su inocencia el pequeño se dio después de mucho tiempo una definición propia.
- Soy un dragón.
Las carcajadas de burla de los dragones, eran para él, sonrisas de dragón, pues como su voz es más grave y potente, también sus risas debían serlo.
- Amigo, tú de dragón no tienes nada.
Esas palabras cambiaron el rumbo de las ilusiones del pequeño.
- Pero, lo soy, soy un dragón, miren mi cola.
Como muestra de su argumento, el niño Draconequus mostró su cola, esperando la aceptación por parte del público que lo juzgaba.
- Si, más bien pareces un lagarto.
- No, parece una cabra.
Así entre las voces de los dragones, Discord no fue capaz de hallar conciliación, sus ilusiones yacían olvidadas. Cuando un poderoso brazo lo tomó por la fuerza, levantándolo del piso, no sabía qué hacer, no tenía miedo, pero quería que lo suelten.
- Oigan, ya se lo que es, es un caos.
- ¿Por qué?
- Porque sus padres eran un caos jajajaja, es un revuelto de todas las cosas, miren, hasta tiene un colmillo de serpiente.
Discord se tapó la boca con ambas patas, empezaba a sentir vergüenza se suponía que era un dragón, así como era una cabra, un león, un cocodrilo, una serpiente y demás animales, pero como lo decían no le gustaba.
- Soy… va…varias cosas a la vez Skygor.
Una carcajada tan fuerte dio el dragón que dejó de sostener el cuerpo del pequeño, no podía creer cuan estúpido era el pequeño.
- Eres un caos, una discordia.
- ¡Eres Discord! Gritaron al unísono los demás compañeros de Discord.
Discord empezaba a desesperarse, no entendía por qué lo trataban de esa forma, quizás era algo que tenía mal, o simplemente el hecho de que no se había presentado correctamente. En su estado de pensamiento. Skygor lo volvió a tomar entre sus brazos.
- Sabes que, está bien, eres un dragón.
Los ojos de Discord se volvieron a iluminar, sus esperanzas no estaban perdidas.
Mientras Celestia observaba todo ello, apreció también la confusión en los demás dragones, no se creían las palabras de su líder.
- Pero primero debes pasar las pruebas para demostrar que eres un dragón.
- ¿Cuáles son?
La sonrisa cómplice del resto de sus compañeros daba a entender a Skygor que habían pillado la idea que tenía.
- Tenemos la lucha de colas…
Los dragones de diferentes edades, tamaños y colores se acomodaban para ver el espectáculo, Discord estaba en el centro contra tres dragones.
Celestia veía impresionada la perseverancia que Discord poseía, le estaban dando una paliza, la cola de uno se ponía a hacer fuerza con la cola de Discord, quien demostraba tener fuerza suficiente como para vencer, mientras los otros dos empezaron a golpearlo, no pasó mucho hasta que cedió. Pero olvidando la prueba los tres seguían golpeando con sus colas al indefenso pequeño.
Cuando las risas por el espectáculo descendían y al notar que el pequeño empezaba a rendirse Skygor lo levantó.
- Esta bien Discord, aún tienes otra oportunidad, en el rey de la horda. Grito totalmente efusivo el joven dragón.
El pequeño se impresionó al ver la cantidad de dragones que subían para mantener el control de la punta de la pequeña colina hecha de joyas y piedras preciosas.
- Cuando empezó su carrera por controlar el pico de la colina, fue arrastrado hasta abajo por otro dragón que sin miramientos paso sobre él, el dolor volvía, se sentía cada vez más débil, necesitaba parar, pero otra mano lo arrojó a la punta de la colina, al ver a sus rivales subiendo por el control de la colina, el pequeño se puso en posición para enfrentarlos.
Al caer al piso desde esa altura, estaba a punto de rendirse, ya eran dos pruebas, sin éxito, pero Skygor estaba dispuesto a darle otra oportunidad.
- Esta es tu última oportunidad Discord, ¿sabes hacer clavados?
- sí, si los sé hacer, soy un experto en eso.
- genial, porque tu siguiente prueba es hacer un clavado de veinte metros.
Cuando lo llevaron hasta la punta de un risco se preparaba para dar el clavado, pero abandonó toda idea de ser dragón, al ver la lava, todos salvo Skygor y él se clavaron.
Asustado por la prueba, Discord dio media vuelta, aceptaría el hecho de no ser un dragón, porque no saldría con vida de esa última prueba.
Pero cuando estaba a punto de marcharse una mano lo tomó por el cuello, lo levantó y lo dirigió hasta el abismo.
- Amigos creo que Discord necesita ayuda, que tal si lo apoyan.
Entonces varios gritos de apoyo gritaban el nombre de un Discord casi inconsciente por la falta de aire.
Celestia no daba crédito a lo que veía, empezaba a desesperarse, si era su recuerdo, no podría haber muerto, ¿o sí?
Skygor soltó el casi moribundo cuerpo de Discord. Celestia cerró sus ojos. Discord empezaba a llorar, no podía creerlo, ni sabía quién era, ni los demás, no les había hecho daño, no, él no era malo.
No quería morir, aun no.
Al último segundo, sus alas se extendieron, quería escapar, pero una bola de fuego lo alcanzo, quemando su pata de reptil, el dolor fue lo de menos, la desesperación del pequeño Draconequus lo obligaba a escapar con todas sus fuerzas, miró hacia atrás, viendo como Skygor se quedaba atrás. Entonces una garra lo tomó por sorpresa, justo cuando se sentía a salvo, de un solo golpe lo mandó al suelo del bosque, su caída se vio suavizada por varias ramas y frutos de los árboles, una vez en el piso varios dragones lo rodearon.
Celestia se sentía impotente, por un segundo se le olvido el hecho de ver a Discord, vio más bien a un pequeño, que al igual que todos tenía vida, un tesoro con un valor inestimable.
Al cerrar los ojos Discord deseaba estar en la cueva, en lo que era su hogar, los repetidos golpes, zarpazos y golpes lo reducían, las risas de burla, de goce de sus abusadores le daban un ansia de cambiar todo, de invertir la situación… de vengarse. Una poderosa energía se hizo presente, como respuesta a su súplica dentro de su cuerpo, de pronto ya no estaba en el bosque, al abrir los ojos estaba en la cueva que segundo atrás había deseado estar.
Mirando hacia el exterior observaba la llegada de la noche, los recuerdos de todo el día lo mantenían pensativo, en esos momentos produjo una pregunta importante, ¿Cómo sabía hablar? ¿Cuándo había aprendido? Y por supuesto, el hecho de que jamás había tenido un nombre, quedándose con el nombre que le pusieron.
La única razón por la cual podían haberlo atacado era por representar algún mal, dentro de su corazón fue lo que lo destrozo totalmente, pensaba que todo el mundo era bueno, en su inocencia creyó; que quien estaba mal era él.
Celestia observaba aquella triste noche, el vapuleado cuerpo de Discord encontraba descanso, su pata quemada parecía irremediable, pues mostraba tejido expuesto, sus alas se encontraban totalmente destrozadas, incluso su mirada había cambiado. Mientras se acercaba al pequeño veía las lágrimas asomarse por sus ojos, entonces sintió algo que jamás esperó sentir por Discord; pena.
- No… negaba con la cabeza mientras sus sollozos expresaban su sufrimiento.
- No soy malo, yo soy bueno, yo soy bueno.
Repitió aquella frase hasta quedar totalmente dormido.
- Espero que te haya entretenido todo este espectáculo Celestia, pero ya es hora de terminar por hoy.
La repentina aparición de Discord sorprendió a la princesa del sol, ciertamente Discord se resistía a mostrar todos sus recuerdos, en su rostro se veía perfectamente el dolor del recuerdo, una cosa era ver todo aquello y otra muy diferente haberlo vivido. Incluso Celestia se había conmovido al ver todo aquello, aun tomando en cuenta de que Discord alguna vez había sido un antagonista que hasta había llegado a odiar.
- Entiendo si quieres estar solo Discord, gracias por tu hospitalidad
La burbuja empezaba a disolverse como pequeños cuadros de cristal que se caían y rompían, pero que traspasaban los objetos sin cortarlos, ese efecto me encantaba. Mientras todo ello ocurría no pude evitar escuchar a Celestia, había sucedido exactamente lo que quería evitar, sentía pena por mí.
Su mirada había cambiado, ahora me miraba de una forma cálida, inmediatamente le dí la espalda, no puedo soportar todo ello, en especial si viene de ella. Pero extrañamente no puedo permitirme dejarla de esa forma.
- Si quieres…en la noche, cuando estés dormida, visítame con tu hermana. Puerta peluda con ojos verdes y boca aplastada, pregunta por mí. Por cierto, perdona, pero algunas cosas son difíciles de aceptar, pero al menos tengo una dotación de por vida de leche chocolatada.
Entonces una nube de algodón de azúcar apareció sobre Celestia.
- Discord, ni siquiera lo pienses.
- Bah no seas tan aburrida.
Una lluvia de leche chocolatada se produjo de la nube, pero cesó al poco tiempo de haber iniciado, Celestia relamió un poco de aquella famosa fórmula de Discord; era sabrosísima. Pero antes de darle algún cumplido al Draconequus este desapareció.
- Y bien, ¿te divertiste?
La voz de Luna sorprendió a nuestra princesa, aun confusa por todo lo que Discord le había mostrado, quizás había visto su corta conversación.
- Podría decir que si…
- Eee, no sé si te has dado cuenta, pero estás mojada.
- No, estoy enchocolatada, una risa se le escapó.
Luna no recordaba que Celestia fuese tan ocurrente, algo tenía Discord, seguramente era eso.
- Vaya, hasta pareció amable.
- Sí, incluso me hizo un cumplido, es algo raro viniendo de él.
- Y que lo digas. Ya no sé qué pensar respecto a él.
- Por cierto, esta noche pásame a recoger en mis sueños, tenemos que visitar a alguien.
- Muy bien, pero mañana me das tu postre, ¿trato?
- Trato.
Bueno, espero les haya gustado el capítulo, también espero que los haya dejado algo picados, pues como bien saben, con Discord, todo puede ocurrir.