Discord
Chapter 35: La pesadilla: el prólogo del caos, 1
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Era una tarde radiante en las afueras de Canterlot, la princesa no había salido de día de campo en mucho tiempo, los rayos de sol eran bloqueados por un sombrero de paja hecho a casco, con un listón rojo y un girasol a un lado, la alicornio paseaba por aquellos prados silvestres. A lo lejos varias figuras la llamaban, se encontraban debajo de un árbol frondoso, cuyas hojas caían de una a una por efecto de la brisa. Por alguna razón estaba feliz de acercarse ellas, la animaban a seguir. Conforme se acercaba, podía distinguir las figuras con más claridad, la más cercana era Twilight, pero pronto otra se levantó de su sitio para acercarse a todo galope, era Sunset Shimmer quien se abalanzó para poder llegar a su lado y darle un abrazo, la alicornio desde luego le correspondió de inmediato, volver a verla era demasiado grato.
No pasó mucho tiempo hasta darse cuenta de que Twilight y Sunset eran unas potrancas, más jóvenes, pero tenían alas y sus cuernos: eran alicornios, pero ello pareció ser de lo más normal para la princesa del sol. La corona de Twilight se encontraba en su lugar y tenía su aspecto normal, pero la de Sunset era de un metal negro y reluciente, dos turquesas que combinaban con el color de sus ojos se alzaban a los costados y finalmente en la parte frontal su cutie mark se encontraba representada por ámbar en lugar de la sección de color amarillo y rubí en la sección de color rojo.
- Vamos decían ambas, mientras saltaban y jugueteaban entre ellas.
- Calma, respondía ella, al ver como las pequeñas alicornios reían al mismo tiempo que jugaban y se tironeaban por la colina verde en la cual estaban, Sunset terminó sobre Twilight, quien se rendía.
- ¡Te gané otra vez! Dijo la pelifuego.
- ¡No se vale, no estaba lista! Exclamaba Twilight quien se levantaba para seguir a Sunset carrera arriba.
- Solo es un juego pequeñas. Advirtió la princesa.
- Creo que lo saben. Una voz muy conocida se escuchó detrás de la alicornio, las pequeñas siguieron de frente, para llegar al dueño de la voz.
Cuando la alicornio se volteó, pudo ver a Discord probando una manzana del tamaño de una cabeza.
- ¿Qué haces aquí? Cuestionó la princesa.
- Solamente vengo disfrutar de nuestro picnic ¿acaso lo olvidaste?
- No, por supuesto que no. Se excusó la alicornio, pronto se apareció Luna con una expresión algo dulce.
Discord caminó hasta detrás del árbol, esfumándose de repente.
El sueño de Celestia era demasiado hermoso, Luna se veía contemplando aquel jardín silvestre. Hace media hora que sus actividades como princesa de la noche habían terminado e ingresando a los sueños de los ponis, el mismo Discord se apareció, pidiéndole que se reunieran con él. Esa era la razón por la cual se encontraba en el sueño de su hermana, Discord también se dirigió al mismo; no sabía muy bien la razón por la cual parecía algo apresurado.
- Celestia, debemos ir con Discord, creo que nos mostrará sus recuerdos nuevamente. Explicó la menor de las alicornios.
Entonces Celestia recobró gran parte de su racionalidad, las potrancas pronto se convirtieron en lo que realmente eran: ilusiones. Sin embargo, ver a ambas le provocó cierta ternura y ciertos sentimientos distintos, pronto, entre sus juegos, Sunset derribó nuevamente a Twilight, pero esta vez se acostó sobre esta.
- ¡Ya ya, me rindo! Decía entre risas la pequeña Twilight.
Pero la pelifuego no se levantaba.
- No lo veas, es una de esas pesadillas que nunca recuerdas. Comentó Luna mientras empujaba a su hermana al árbol, pronto la corteza de este se abrió, mostrando unas escaleras en un pasillo de bajada, angosto y con poca iluminación.
Celestia observó hacia atrás para ver qué había sucedido. Las alas de Sunset Shimmer ahora se conformaban de fuego, sus ojos tiernos y adorables mostraban ahora un sentimiento de ira. Twilight no se levantaba. Pero cuando la pequeña alicornio naranja volvió a observar a Celestia después de comprobar el estado de su amiga partió en llanto.
- Perdón. Decía en la lejanía mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. Desconcertando de sobre manera a la princesa del sol.
Luna observaba la casi pesadilla, obviamente aquello nunca ocurrió y nunca ocurriría.
- Olvídalo, nada de esto es real.
Sin mediar más palabras, ambas bajaron por las escaleras, el árbol volvía a cerrarse, evitando así que la princesa del sol pudiese ver la escena que se suscitaba en la curiosa pesadilla.
Cada uno de los peldaños desaparecía conforme ellas bajaban, no pasó mucho tiempo hasta que llegaron a una puerta de color marrón, al abrirla pudieron notar la alfombra, las paredes, incluso una pequeña mesa con un reloj: era el pasillo por donde ingresaron las últimas veces a la mente de Discord. Luna no podía comprender cómo el señor del caso podía hacer eso. Pero, un recorrido visual revelo que paredes comenzaban a verse algo viejas, la alfombra presentaba varios agujeros, así como manchas por todas partes, algunos cuadros se habían caído, pero el vidrio era absorbido por los pelos de la alfombra, la madera de la pequeña mesa se encontraba toda astillada, deteriorada y con su color era ahora irreconocible por todo el moho que se acumulaba; el techo presentaba varias grietas, incluso la madera del piso rechinaba con cada paso. Ambas princesas pudieron advertir los extraños cambios; pero nada de ello se igualó al aspecto que presentaba Larco, perdía pelo, varios de sus colmillos no estaban, incluso sus ojos parecían perder vitalidad, curiosamente en los lugares donde ya no existía pelo, se develaba una puerta de madera.
- ¿Qué está pasando Larco? Preguntó Luna, observando el aspecto lamentable de la "puerta viviente".
- Época de vacas flacas princesa, Discord las está esperando. Inmediatamente la boca de la criatura se abrió por la mitad, mostrando las escaleras de bajada hacia la mente de Discord.
Extrañamente, el pasillo constaba de un deterioro no muy diferente que el existente en el pasillo, cada escalón presentaba distintas fisuras, como si de papel se tratase, la obscuridad se hacía más profunda, varios sonidos escapaban de lo más profundo. Celestia fue la primera en llegar a tocar el final de la escalera, no había ninguna sorpresa, ningún viaje, nada.
- Me alegro de que llegasen tan rápido. Como ven estamos haciendo unas remodelaciones en el lugar. Discord se apareció entre la obscuridad, que prontamente se disipó para mostrar una gran cantidad de copias de sí mismo, transportando tablas de madera, llevando martillos clavos, papel, nubes y demás objetos.
- Emm, si estas ocupado nosotras podemos… Luna fue interrumpida de inmediato por el señor del caos.
- Na Lulu, solamente están dando algunos retoques ¡No es así Discord!
- ¡Sí, lo que digas!
Un pequeño destello cambió el lugar, varias líneas comenzaban a dibujarse mostrando el nuevo escenario; mientras se recreaba el recuerdo del Draconequus, Celestia no pudo evitar observarlo con mayor intensidad, de la misma forma, el posaba su mirada en la princesa, su aspecto no era su favorito, pero seguía siendo la poni más hermosa que conocía. Luna desde luego, ignoró todo aquello para centrar sus cinco sentidos en el recuerdo, varias partes de le cueva comenzaban a tomar forma.
El señor del caos tenía una mirada triste, no podía fingir frente a ella, no podía decir nada más, el rumbo de aquella historia entre ambos no podría ser; por más de una razón, el destino al que se encontraba atado lo alejaba de su amor, le quitaba toda posibilidad de un futuro a su lado; pero no podía quitarle aquellos momentos junto a ella, cuando aún podía amarla y cuando ella aún podía amarlo.
- Alguna vez se preguntaron cómo me convertí en el señor del caos.
- Nos lo mostraste la última vez, el señor del caos comienza a perder la memoria. Dijo burlonamente la princesa de la noche.
- ¿Ah sí? Entonces dime tú, cómo me convertí en el señor del caos.
- Bueno, el demonio ese te dio un contrato y…
- Eso no tiene nada que ver, bueno, al menos no es la razón principal.
El escenario se generaba, la cueva estaba ya finalizada, el joven Discord se encontraba sentado en una silla rústica, hecha con unos cuantos troncos, frente a un escritorio de características similares, una lámpara de aceite era la luz en aquella noche tranquila en las afueras de iron Mane, Luna se aventuró hasta salir de la cueva; este recuerdo era especial, tenía una reconstrucción mayor, no debería existir nada afuera de la cueva, pero ahí estaba, Iron Mane a lo lejos, con algunas luces nocturnas.
- ¿Cómo sabías lo que pasaba afuera? Cuestionó la alicornio, mientras ingresaba nuevamente a la cueva.
- Me puse a estudiar los pergaminos que gané por el pacto. Los conocimientos que contenían eran fascinantes, mira bien la pared rocosa.
Cuando Luna salió a comprobar las diferentes piedras existentes, una en particular, escondía a una lagartija inusual, su cola se encontraba con líneas de color rojo, sus ojos brillantes reflejaban las luces de Iron Mane.
- Es un vigía, procesa toda la información que sus sentidos logran detectar y me los manda directamente a mí, me tomó un mes lograrlo.
Los pergaminos de diferentes pieles tenían varios rayones, se encontraban tirados en el piso de la cueva, algunos llenos de tierra. El joven Discord tenía el último de siete pergaminos, los jeroglíficos irreconocibles podían ser comprendidos por el joven Draconequus.
- Habla de un hechizo llamado portal, es una transportación sin límites, cualquier lugar, cualquier tiempo, cualquier realidad y cualquier universo. Se encontraba incompleto,
Celestia observaba la concentración que el joven Discord ponía en los escritos, parecía que su vida dependía de saber lo que había dentro de ellos; entonces recordó a Star Swirl, por un tiempo, él también se encontró en estudios similares hasta que finalmente logró abrir un portal en un espejo.
- El problema era más grande de lo que me imaginaba, todo dependía de la magia que se usaba.
El estudioso con sus ojeras de mayor tamaño al habitual comenzaba a quedarse dormido, no podía encontrar solución al problema planteado en los manuscritos, poseía una gran cantidad de información, estudios sobre la magia, además de mantener diversos gráficos mágicos, incluso existía la imagen de una criatura más horrible que la última con la cual concretó el trato. ¿Amor? Se preguntó de repente, ahora que lo analizaba, era tan poco creíble la razón por la cual la horripilante criatura pactó con él. De inmediato, su sueño se fue, pues una entidad ingresó a la cueva por la entrada frontal, su boca se encontraba cerrada. Pronto comenzó a emitir un quejido.
- Hasta que aprendas a controlar el fuego que produces, no abrirás la boca aquí dentro Iniar. Advirtió Discord con cierta sonrisa en su rostro al ver cómo el híbrido se encontraba en perfecto estado de salud, incluso empezaba a crecer.
El pequeño monstruo se fue a la cama del joven Discord para dormir, las hermanas observaron asombradas el desarrollo que tenía, varios cuernos empezaban a salir alrededor de su cabeza; sus escamas adoptaban el grosor de las de un dragón. Pero lo más impresionante eran los tres pares de párpados adicionales que se formaban en su cabeza, dichos ojos no se abrían.
La frustración del joven de ojos rojos no se borraba, hasta que salió de la cueva para observar con su propia vista al pueblo donde, en parte, había crecido. Incluso aquel Discord que cursaba la última etapa de maduración en su aspecto, no poseía el carácter caótico que Celestia conoció, su caótico narrador tenía razón, aun no era el señor del caos.
Entonces, el casi maduro Draconequus se sumergió en sus recuerdos, para ser más específicos sus días dentro de la celda del laboratorio; había enloquecido, al menos así lo consideraba, buscaba algo sin saber lo que era, sus estudios ahora solamente versaban en la magia, para olvidarse momentáneamente de su reciente locura. Para dejar en el atrás aquellos pensamientos de fuego y desoladores. Magia, aquella magia era tan distinta, tan… caótica.
Los ojos se le abrieron de par en par, posiblemente era una locura, pero tenía una inmensa esperanza en que funcionase. Varios intentos de reproducir aquella magia prosiguieron a su intuición, todos sin éxito sus emociones explotaban en cada uno; ya se encontraba tirado en el suelo por el cansancio, por la frustración, entonces recordó el pasaje de Star Swirl: "los pensamientos, los sentimientos, todo lo que somos se refleja en la magia".
En esos momentos, el parágrafo ayudaba a llegar a una revelación de la magia nunca antes sospechada. Toda la magia se basaba en un orden consecutivo, ordenado, por ello no se permitía sentimientos o pensamientos inadecuados, espontáneos; porque quitaban el control, porque no permitían el orden de la realización de la magia. Tanto la magia negra como la magia normal tenían este pilar fundamental. Aunque con diversas energías. Además al hacerlo, una energía superaba a la otra, creando así la magia normal o la magia negra. Esa era la razón por la cual el hechizo no funcionaba, porque exigía una fuente de magia distinta, una que pueda retar a la realidad, una magia capaz de romper con la realidad. Pero, la magia era una extensión del practicante, por lo cual, si este nuevo tipo de magia requería de una falta de control, de una irresolución en cuanto a su energía principal. Entonces, él debía ser igual, al descubrirlo, su mente simplemente se apaciguó, junto con todo su ser. De una locura pasaba a ser una elección voluntariamente, un camino nuevo se debelaba, la expresión del casi maduro Discord cambiaba, sus ojos empezaban a adoptar una nueva forma de ver el mundo. A este tipo de magia, de comportamiento y de existencia, no podía quedarle otra explicación más que caos.
Al descubrirlo, de inmediato hizo levitar su librero, para vaciar su contenido sobre el piso, su escritorio también fue lanzado al piso junto con su silla, alarmando así al híbrido, quien saltó de la cama para aparecer en una pared cercana, sus alas le permitían volar hasta cierto punto. Las princesas no podían comprender lo que había ocurrido, pues en un momento tenían al mismo Discord que conocieron durante los recuerdos y ahora estaba completamente cambiado. Ahora abrazaba una nueva forma de llevar su vida. Finalmente, después de muchas noches en insomnio sus párpados se cerraron de forma plácida; su mente finalmente se despejó de sus antiguas preocupaciones, entregándose a unas nuevas, su nuevo rumbo lo aguardaba; pero primero tomaría su merecido descanso.
La noche entonces comenzó a acelerarse. La imagen del futuro señor del caos se hacía difusa, mas al contrario las imágenes por fuera de la cueva seguían nítidas debido a los vigías. Luna revisaba el perímetro.
- En ese momento lo descubrí, masculló el Draconequus con cierta emoción.
- ¿Qué? Inquirió la princesa del sol.
- Descubrí la magia del caos y descubrí que al ser el único que se planteaba usarla, me convertía en su señor. Desde entonces pude proclamarme como señor del caos.
Sí, un camino tan destructivo, tan vaciante y al mismo tiempo tan liberador, Celestia podía comprender hasta cierto punto la razón de ello. Había perdido casi todo, había visto e incluso sido víctima de la crueldad, de la tiranía, de la infamia presente entre los ponis; lo cual dotaba a sus memorias de una mayor probabilidad de ser falsas ¿Pretendía explayarse o quería mostrar su transformación? La mente de la alicornio de pelaje blanco sostenía tesis similares; su corazón en cambio descartaba las más crueles, quería creer, quería entender.
Cuando los ojos del joven Discord se abrieron, una sonrisa se esbozó en su rostro; sus ojos que ahora eran casi antinaturales a cualquier emoción observaban a la lejanía ¿Era esa expresión de alegría? ¿De locura? La menor de las hermanas no podía concretar respuesta alguna; sin embargo podía intuir que su mente se encontraba trabajando, pues observaba al infinito… no, Iron Mane, entonces pudo darle un origen a la sonrisa: era venganza la causa principal. Pero ¿Contra quién?
- Buenos días Iniar. Dijo con preocupación. El híbrido solamente lo observó mientras se estiraba para salir de la cueva. Parecía haber crecido unos centímetros durante la noche, lo cual era imposible.
Un vaso con agua se apareció, junto con unas cuantas manzanas y un pescado, era el desayuno que consumió durante los meses pasados. Después de mucho tiempo observaba a Iron Mane sin sentir dolor, sin remordimientos; aquello a lo que había llamado locura ahora invadía hasta el último de sus sentimientos, de sus deseos. Permeaba en todo su ser a tal grado que llegaba a sus recuerdos, su sonrisa se debía en parte a sus nuevos ojos, a su nuevo yo. Sin preocupación alguna, consumió el agua, pero ya no le sabía igual, un chasquido la cambió por leche con chocolate, una bebida que nunca le gustó, al deleitarse con su sabor amargo en esta ocasión, se contentó. Las manzanas y el pescado fueron devorados de inmediato. Las hermanas no hacían más que observar el cambio tan repentino que tenía el joven Discord.
Su garra de águila acarició su barbilla, ahora su cabeza comenzaba a centrarse en el futuro, su autodescubrimiento era el primer paso, pero ahora ¿Qué hacer con ello? Somos lo que hacemos, se dijo. Ahora el señor del caos debía ser tal por medio de la acción. Sus ojos observaron radiantes el reloj de arena que se encontraba roto en la entrada de la cueva.
- Ser el señor del caos no es nada fácil, más cuando no sabes cómo serlo. Explicó el de ojos rojos con seriedad en su voz, era necesario explicarse bien.
Las princesas optaron por ver atentamente al joven señor del caos, su magia aún no era caótica pero cada vez se hacía más parecida a la del Discord actual; un chasquido transporto al caótico ser a la cueva donde hacía meses atrás, había realizado el pacto con el demonio. Pues la horrorosa criatura concordaba con las leyendas que ambas escucharon acerca de los demonios. Dentro todo permanecía igual; pero cuando el joven Draconequus sacó un pergamino de anchura tal que debía sostenerlo con toda su pata de león y su cuerpo, una pared de piedra del tamaño de un dragón se hizo añicos ante sus ojos. Dentro de ella, se encontraba todo un complejo construido de manera precaria con piedra, poseía varios cargamentos llenos de rocas, algunos otros de metal, cada carroza se elevaba por el suelo, líneas de color naranja brillaban en la base. Seguramente era una especie de hechizo o magia rúnica.
El calor era insoportable, las princesas lo pudieron percibir al instante, poco tiempo después, el sonido de gigantescas masas de metal chocando con las paredes de la mina inundaron el lugar, los temblores no tardaron en hacerse sentir, ahí dentro había algo. Cuando el extranjero se aventuró aún más adentro de la cueva, pudo observar una gran cantidad de lava, pero esta se movía por sí sola, no era a causa de la gravedad. Tenía forma de gusano. Las princesas pudieron advertir una cantidad incontable de pequeños gusanos conformados por lava recorriendo las paredes de la mina, la cual tenía perforaciones de distinto tamaño y por lo visto, se encontraban en el centro de toda la mina, pues el tamaño era inmenso y tenía cientos de agujeros en todas direcciones, con pilares tanto de madera como de metal y piedra. El eco de los diferentes instrumentos era una sinfonía entristecedora para ambas, pues bien sabían que todo ahí dentro eran esclavos.
De pronto, una de los gusanos de lava se percató de la presencia del joven Draconequus, no tardó en aproximarse, detrás de él varios de los suyos imitaban su accionar, desde luego, cuando abrieron lo que podríamos denominar como boca, los presentes se dieron cuenta de que sus intenciones no eran las mejores.
- ¡Alto! Gritó el joven de ojos rojos, intimidado por el calor infernal que despedían los cuerpos de tan curiosos seres; pero ello no le impidió sacar el pergamino de tamaño y grosor considerables, para ponerlo en el escabroso piso de piedra.
Automáticamente las criaturas frenaron su ataque, para quedarse en su lugar; sin embargo no eran los únicos seres vivientes del lugar, pues al poco tiempo llegaron insectos de tamaño gigante con relación a la mayoría de los bichos, pero pequeños en relación a Discord, tenían el tamaño aproximado de la mitad de sus patas, o sea de su rodilla hasta su casco. Sorprendentemente uno de ellos traía consigo dos pergaminos iguales a los que el demonio le dio hace meses atrás después de realizar el pacto, simplemente aparecieron junto a él, pero por lo visto no eran todos.
Al tomarlos, el señor del caos pudo entender lo que eran, estaba escrito:
"Si has venido a pedir tu parte del trato, te servirán estos pequeños tips:
Las especies que están dentro de la mina son todos los esclavos que aparecen dentro del contrato, son los Vulcanos y Los escarabajos Hércules. Ambas especies son las últimas que pude esclavizar antes de que los ponis tomaran todo el continente para sí mismos, pensé en utilizarlos para atacar a su amada Equestria, pero son insuficientes y además son poco eficientes en combate.
Reunieron materia prima en esta mina durante los últimos cien años, muchos han perecido, y muchos han nacido dentro de esta mina, su esclavitud es hereditaria a todos sus hijos. Así que si piensas quedártelos, tienes un potencial enorme de trabajo sin mucho a cambio. Su alimentación es específica, los vulcanos comen piedra para generar más lava alrededor suyo, su núcleo tiene un límite de materia que puede contener, así que cuando la exceden, se crea otro vulcano; los Escarabajos Hércules comen frutas y vegetales, pero de vez en cuando debes darles excremento de animales carnívoros.
Los vulcanos mueren a causa del enfriamiento de sus núcleos o cuando estos ya han perdido su energía; son una especie extraña, como ninguna otra en el planeta, viven a base de magia que de alguna forma extraen del calor que produce la lava, si tienes alguno a punto de morir, échalo dentro de un volcán, la mayor parte del tiempo se recuperan, pero a veces su núcleo no logra sobrevivir a la temperatura, pues la capa de aislamiento de su núcleo no logra mantener la lava fuera de este. Debo mencionarte que su núcleo es como organismo viviente inmóvil, se asemeja mucho a una planta, pero es tan frágil como el cristal, si algo llega hasta el núcleo, ten por seguro que el vulcano morirá.
Los escarabajos Hércules son mucho más resistentes, su exoesqueleto es tan duro como el acero y lo mejor de todo es que pueden perderlo; que no te engañe su tamaño, son tan fuertes que pueden levantar más de mil veces su peso. Les encanta vivir bajo tierra, así que los lleves donde los lleves siempre debe existir tierra húmeda, nada de arena o rocas.
Los metales que extrajeron son:
Vulcanita, esta tiene la propiedad de separar el intercambio de temperaturas de los objetos, en otras palabras si te envuelves en este metal y entras a un volcán o te echan fuego o aceite hirviendo, no te quemarás; pero recuerda, no deben existir fisuras, de lo contrario el calor ingresará por ellas.
Metrivita, conocido también como metal vivo, este metal interactúa con la magia de tal forma que puede moverse a tu voluntad sin usar una sola pizca de energía, es fácil confundirlo con mercurio, pues en estado natural ambos son líquidos; no obstante, hace falta solamente un amuleto, un colgante que contenga energía mágica para que el metal se mueva según la voluntad del que realiza la magia o en caso de un amuleto, de quién lo posea, también cambia de estado líquido a sólido a voluntad, cuando esto pasa, su dureza se equipara a la de un diamante. Ambos metales son tan raros que se consideran como meras leyendas".
Al terminar de leer el primer pergamino, pasó al siguiente. Los esclavos lo observaban sin perder detalle, listos a seguir sus órdenes, pues meses atrás su anterior amo les explico todo lo que debían saber.
"La piedra del alma
La piedra de color rojo carmesí que traías contigo es la piedra del alma, un artefacto diseñado por mi especie a lo largo de los siglos, la desechamos porque puede procurar la inmortalidad, pero al usarla, dependes de magia externa para seguir con vida. Por no decir que tu cuerpo ya no existe. Te convierte en energía pura y te contiene dentro de ella, las conexiones de tu cerebro, o al menos la mayoría se trasladan a la gema y esta es de dureza similar a la de un rubí. Ahora bien, para darle cierta autonomía a la conciencia que existe dentro de la piedra o lo poco que queda de ella, debes procurarle energía mágica, pero debe ser alimentada constantemente, así que la solución es usar hongos mágicos, estos crean cierta cantidad de energía mágica en su fotosíntesis, pero necesitarás al menos mil de estos hongos quinientos plantados en el exterior y quinientos plantados en el interior, los externos generarán energía positiva mientras que los internos generarán energía negativa. Ello mantendrá con vida a la conciencia dentro de la gema si es que esta puede conectarse con fotosíntesis energía. La solución a esto se encuentra en una maquinaria que diseñe: Los anillos de despojo. Estos se hacen a partir de cualquier metal que denomino estéril por su falta de interacción con la magia; fundido con Metrivita, las propiedades reactivas con la magia pasan al combinado de ambos, pero re direccionan la mayor parte de la energía que atraen al lado del metal estéril. El truco para usar esta propiedad está en fundir ambos metales en un 50 y 50 % en una barra de metal delgada, después debes hacer una circunferencia a partir de la barra, la parte del Metrivita debe ir en el exterior mientras que el metal estéril en el interior, usa las runas de levitación en una estructura que sostenga a por lo menos dos anillos de este tipo y hazlos girar sobre su diámetro en diferentes direcciones, no sobre su centro. En el centro debe ir la gema, a esta también debes ponerle una runa de levitación de rango igual al centro de las circunferencias, de esta forma siempre se alimentará de la energía que el Metrivita extraiga de los diferentes hongos.
Nota: Los anillos tienen un área de atracción equivalente a mil veces el tamaño de su radio, si el radio del anillo es de diez centímetros, el radio de absorción mágica será de cien metros.
Nota: Los hongos mágicos producen energía dependiendo de la luz solar, si tienen producen energía positiva, también tienen generan una sabia venenosa que puede detener el corazón; si no tienen luz solar, generan su propia luz y también generan energía negativa. Además de adquirir propiedades curativas en el tallo".
Después de procesar toda esa información, el señor del caos se quedó pensativo, las criaturas lo observaban atentos.
- Nuestro amo nos dijo que te dejaba el contrato a ti y que nos podías liberar ¿Es eso cierto? Sorprendentemente uno de los Vulcanos comenzó a hablar.
- Sí, pero ahora debo pensar ¿Qué tal si traen todo el metal que hayan recolectado?
- ¿Incluso el oro y las piedras preciosas? Cuestionó uno de los escarabajos.
- Sí, también todo eso.
- ¡Vamos! Gritó el mismo escarabajo.
- ¿No ayudaran ustedes? Les pregunto a los Vulcanos.
- Nosotros podemos derretir los metales al transportarlos, es por eso que solo los extraemos con sumo cuidado.
Picotas de diversos tamaños hechos con Vulcanita evidenciaban ello, además, los exoesqueletos de los escarabajos tenían Vulcanita alrededor. Si no se la podía fundir, entonces ¿cómo se le daba forma?
Los escarabajos traían cajas, montones de cajas sobre ellos con suma facilidad, su fuerza era brutal. En poco tiempo todos los esclavos se reunieron en el centro de aquella inmensa mina.
- Nos iremos a un lugar distinto, supongo que será como un descanso para ustedes afirmó el Draconequus, cuya expresión se hacía cada vez más parecida al Discord que antaño las princesas confrontaron. Un chasquido de su magia realizó el hechizo de portal, sin tener contacto con ninguno, sin saber quiénes era, incluso sin concentrarse y sin sentir algo en particular, el hechizo se llevó a cabo. Todos aparecieron en una isla del tamaño de lo que en la actualidad conocían como Manehattan.
- ¿Qué lugar es este? Pregunto Luna que nunca había sabido nada de islas como aquella. Pues existían varias islas del tamaño de Ponyville, sin vida más que algunas gaviotas y cocoteros.
- Es la isla cascabel, ya no existe en nuestro tiempo. Por aquel entonces, los ponis temían naufragar cerca de sus costas, pues la isla estaba maldita o algo así, la cosa era que si llegabas, nunca salías.
El joven Draconequus se sentía a gusto rompiendo las reglas nuevamente, pero en esa isla todos estaban más a salvo que en cualquier lugar de Equestria. Su cabeza comenzaba a procesar datos, recuerdos, todo lo aprendido hasta ese momento; sabía del lugar gracias a leyendas, pero su ubicación era incierta, en gran parte la magia del caos le ayudó a transportarse a un lugar concreto del que nada sabía, demasiado raro, pero así era. Equestria, caos, caos en Equestria. Entonces recordó lo que se había dicho a sí mismo en la celda del laboratorio. Demostraré que su orden es frágil, demostraré que su orden es un simple chiste, eso era, su deseo, su voluntad se fundía con la del caos; más allá de su vista, existía una nación llamada Equestria, donde los ponis vivían su vida conforme a un orden que ellos mismos habían construido, cada uno estaba tan seguro de su orden, de su realidad que hacía cualquier cosa por él, cambiaban su realidad conforme al orden que cada uno quería y ese era el hecho por el cual Gold Mane prefirió torturarlo, por la cual era el tirano más grande; esa era la razón por la cual el Rey Bastardo junto con los terrestres luchaban, en el fondo deseaban su propio orden instituido, pues creían en él, morían por él y no podían ver más allá del orden que deseaban.
En su rostro se dibujó nuevamente una sonrisa, pero esta vez tenía ansias, ansias de fuego, de destrucción, de incertidumbre: de caos. Finalmente las princesas pudieron reconocer la mirada de su antiguo enemigo. El señor del caos había nacido.
- Al final todo se resume a una prueba. Aclaró el señor del caos a las hermanas que pusieron atención de inmediato.
- ¿Qué prueba?
- El caos es el opuesto del orden, tanto natural como racional. Ambos están destinados a danzar por siempre, el caos destruye el orden, lo retuerce y lo pone a prueba, si el orden resiste, se modifica, si se destruye, de sus cenizas se genera un orden nuevo.
Las palabras del señor del caos encerraban todo su ser caótico, su comprensión del mundo. Pues dentro de estas, el figuraba como el señor del caos; entonces ese era su objetivo.
- ¿Suena lindo no? Se cuestionó el señor del caos a su yo joven.
- Pero… debía comprobar que esto era cierto, se respondió el señor del caos.
Ambas hermanas se sentaron en el piso, no lograban entender del todo lo que Discord hizo para llegar a una conclusión como esa.
- Mi autoaprendizaje comenzó en ese instante, me propuse comprobar la veracidad de mis palabras.
El joven Discord observaba al infinito, allá Equestria, no necesitaba caos… pero lo tendría.
- Amo ¿Qué quiere qué hagamos?
- De momento nada ¿Cómo te llamas?
- Buglar. Respondió el escarabajo mientras regresaba con sus compañeros esclavos.
De pronto, varias cabezas se aparecieron del agua, parecidas a las de los caimanes, echaban varias burbujas y emitían un ruido similar al de los reptiles cuando bufan. Aquellos seres eran completamente extraños, los esclavos se percataron de su presencia, la cual era muy amenazadora, poco antes de que Discord lo hiciese.
Finalmente llegué hasta aquí, comenzaba a desesperarme un poco; pero por lo visto si les gustó el capítulo anterior, aunque comenzaba a extenderme mucho en el presente de Discord, en fin, espero que les guste lo que se viene…
Nos leemos pronto.