Discord
Chapter 34: Una caótica despedida
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¿Qué estaban haciendo aquí? Volvió a preguntar la menor de las hermanas, al tiempo que se levantaba del césped. Por lo visto su hermana se encontraba en shock con la pregunta.
- Emm… ya te dije Luna, me estaba explicando cómo se convirtió en el señor del caos, después hablamos de cosas sin sentido, ya sabes, lo mala que soy para contar chistes y lo inmaduro que es él.
- Interesante charla, pero al parecer no te hizo nada. Algo bastante extraño, a mí me jugó todo tipo de bromas por hacerle perder la paciencia.
- Por cierto ¿Qué broma te jugó para tenerte tan enfadada? Preguntó la alicornio mayor, esperando cambiar el tema.
- Nada de tu incumbencia Tia, nada de tu incumbencia. Respondió la menor, mientras empezaba a caminar en dirección al castillo, prefería ya no hablar más, lo cual fue un alivio grande para Celestia.
***** Nos dirigimos a Ponyville, para ser más exactos a Sugar Cube Corner*****
El velo nocturno comenzaba a cubrir el cielo, la luna llena se alzaba en lo alto con todo su esplendor, incluso se veía mucho más grande que lo habitual, algunos ponis de la ciudad se dirigían al encuentro que Pinkie Pie organizó, la mayoría llevaba una bandeja de bocadillos o un regalo. Sin embargo, eran pocos los invitados que asistirían esa noche; mucho mejor pensó Discord, quien se encontraba acostado en un tejado de paja cercano, mientras observaba el estrellado cielo que ofrecía el ambiente nocturno.
La pesadumbre lo invadía por esos escasos momentos. ¿Qué pasaría después de mañana? ¿Había forma de escapar del futuro que selló? ¿Por qué le importaba tanto? Al observar la luna, recordó a ambas hermanas que se habían hecho muy cercanas a él; hasta las podía considerar como sus amigas, bueno solamente a Luna. Celestia… era especial, el futuro se veía incierto, más porque al ser el último día para afrontar el curso que su relación había tomado con ella, no pudo concretarlo; pero no era culpa de nadie más que suya, su cobardía colaboró en gran medida para que todo se quedase así.
Sentía como las fuerzas comenzaban a dejarlo, de forma progresiva y más acelerada; su tiempo se acababa, los latidos de su corazón se hacían arrítmicos, aunque no fuese perceptible por ningún poni, la magia que creaba cada vez era menor; pronto se reduciría a cero, entonces, lo peor sucedería. Sin embargo, no tenía temor ya por el fin inevitable, sino más bien por perder todo lo que había ganado en los últimos años al lado de sus amigas, en este campo, Fluttershy ocupaba un lugar especial, ella era su mejor amiga en todo el universo y en toda su vida, por ello jamás podría pagarle.
El resto de sus amigas, junto con Luna, también ocupaban un lugar en su corazón, ellas también le habían enseñado muchas cosas, le habían enseñado el valor de una acción buena, la confianza, el afecto y aunque no siempre lo seguía al pie de la letra, el respeto. El carácter impulsivo de Rainbow Dash; la tozudez y confianza en el famoso sentido común de Apple Jack; los cambios repentinos y en ocasiones excesivos de humor de Pinkie Pie; el sentido de la justicia y la quebrantable percepción de realidad de Twilight, la casi inquebrantable autoestima de Rarity, casi. Y desde luego el valor de Fluttershy, en el pasado había apelado a ellos para invertir sus elementos de la armonía, salvo por Fluttershy, pero ahora eran el perfecto recuerdo de sí mismo, pues eran el reflejo exacto de la instancia por la cual pasaba su vida, todo ello combinado de forma caótica, como es de esperarse.
Felicidad, alguna vez escuchó decir que no era algo constante, sino que era la unión de varios momentos tan efímeros como valiosos; ahora comprobaba cuan era cierto. Durante estos últimos días, quizá meses, estaba seguro de que había alcanzado la felicidad, incluso después de haberla olvidado por más de un milenio y medio. Pero existía un pequeño problema, no debía, no podía vivir de forma tan gratificante, tan dulce porque no lo merecía. Maldecía mil y un veces a su conciencia y maldecía muchas más veces las decisiones de su pasado. En realidad, era eso lo que quería, borrar su pasado, pero no podía, no podía escapar de sus decisiones, de su pasado y al final eso le quitaría todo, absolutamente todo lo bello, todo lo bueno que había ingresado a su vida. Por muy corta que fuese su estadía, agradecía a las ponis por la felicidad perdida que recuperó.
Metas, aspiraciones del pasado, incluso su parte más oculta y casi difunta renacían en medio de un vacío gigante, gracia a sus amigas. Incluso lo más perturbador de su ser se sentía a gusto con el proceso por el que había cruzado, pero en cierto modo esa parte los consideraba como resultados más que como coincidencias indulgentes ¿Acaso su malestar tenía otra causa? La respuesta se encontraba en lo más profundo, tan oculto que ni él mismo podía sacarla a flote.
Unos faroles se encendieron a lo lejos, iluminando la entrada de Ponyville, en conmemoración a su pasado histórico, así como a mayor parte de las calles, sin embargo, las casas tenían en su mayoría luz eléctrica. Sugar Cube Corner ya se encontraba en funcionamiento y el Draconequus debía aprovecharla, así que cambió su expresión, dejó sus preocupaciones, para aparecerse en la entrada. No llevaba ningún aperitivo, así que una jarra de leche con chocolate con forma de, bueno, con una forma que no se parece a nada, alguna media esfera, un lado cúbico; lo único que parecía tener sentido era la oreja.
Al ingresar, varias miradas lo recibieron, los ponis aún tenían cierto temor al señor del caos; no obstante, el Draconequus pasó sin prestar la menor atención a cualquier poni que no fuese una de sus amigas, aun así pudo percatarse de la presencia de Big Mac, las CMC, /. Continuó su camino hasta llegar al final del salón de fiestas, donde se encontraba el mostrador de la pastelería, confitería, etc. de Sugar Cube Corner, quería encontrar a sus amigas lo más pronto posible y Pinkie Pie siempre tenía un agradable sentido del humor.
- Hola puedo atenderlo corcel, yegua, potro, dragón o quien sea usted. Pinkie salió de inmediato con los ojos cerrados mientras llevaba un gran pastel sobre su cabeza, era para la fiesta del salón.
- Nada Pinkie, estoy seguro de que necesitas ayuda para hornear.
Los ojos de la poni rosa se abrieron, inmediatamente puso una sonrisa en su rostro.
- Claro, nunca está de más un casco de ayuda, ve a la cocina, iré contigo pronto.
En menos de cinco segundos desde que Discord se apareció en la cocina, su magia se puso en marcha, los utensilios cobraron vida, así como los ingredientes, se mezclaban entre sí completamente, los recipientes donde se guardaban parecían generar ingredientes en lugar de guardarlos, pues su contenido debió haberse vaciado en los primeros intentos de sacar una receta.
Cuando Pinkie volvió, su melena se enrizo aún más, sus ojos se abrieron de par en par.
- Hey, no te dije que te acabaras todo lo que hay ¿Qué estás haciendo?
- Probando recetas querida. El rostro del señor del caos se divertía con el cambio de humor repentino de la poni; pues al captar esta de forma rápida los detalles de la caótica preparación que Discord hacía.
Una nube verde del tamaño de la melena de Pinkie, otra violeta, otra gris, otra rosa, cada una expulsaba un líquido diferente, los ingredientes harina, saborizantes, extractos, esencias, sabores, frutas, diferentes tipos de leche, etc. flotaban, reptaban, caminaban, para encontrarse los unos con otros, chocaban, bailaban, luchaban; para después batirse con los utensilios o espolvorearse, convertirse en polvo, convertirse en jugo, para al final tomar forma de pastel, cup cake, mufin, dulce, pie todo tipo de presentación, se cocinaban de inmediato, la poni se sintió algo frustrada, no podía poner los cascos en ningún utensilio o preparación, pues estos de inmediato o se alejaban o le daban un golpe en el casco, pronto sus ansias se hicieron incontrolables. Sin embargo no importó la velocidad que adoptase, lo mucho que trató de atrapar una simple fruta, siempre escapaban de ella. Sin embargo, cuando observó la cocción de cada uno de los resultados que se veían exquisitos, se sintió más impotente pues muchos se quemaron o se quedaron crudos.
- Bueno querida, esta es la forma caótica de preparar pasteles, dijo finalmente el señor del caos, entretenido por las expresiones de la poni. La producción paró de repente. En menos de quince minutos, Pinkie Había visto más de un millar de pasteles diferentes ir y venir. Así que tomando un pañuelo, se lo ató al cuello para no mancharse, acto después se puso a probar pastel por pastel, los sabores eran tan diversos; desde el más horripilante hasta el más dulce, agrios, salados. De la misma forma con las texturas, juró haber probado nueces con maní en una cubierta de merengue roja con chispas de coco y cereza. No era posible experimentar tantos sabores, saltó en su lugar, diciendo sí y no a cada uno de los pasteles que probaba, los que eran rechazados desaparecían inmediatamente, a los que les decía sí, se reconstruían y se duplicaban. Sorprendentemente eran muchos más los que tenían sabores pésimos. Por lo cual solamente veinte pasteles de todo el centenar de pasteles que habían sobrevivido a la caótica preparación se quedaron.
- Gracias, dijo finalmente Pinkie, quien tenía la barriga a punto de estallar y manchas de pastel por todo el rostro, incluso en su melena tenía restos de pastel y una bota que había sido un ingrediente accidental de un pastel con sabor a pollo quemado con azúcar encima.
- De nada mi hiperactiva y alocada amiga.
- ¿Me podrías dar las recetas?
- No tengo la menor idea querida, se hicieron caóticamente, sin orden o conocimiento alguno; te recomiendo disfrutarlos mientras duren, es poco probable que pueda volver a producirlos.
El rostro de la poni se alargó, el señor del caos desde luego se contentó con su rostro y de inmediato hizo desaparecer todos los pasteles para que se apareciesen en la barra de la fiesta, de inmediato todos pasaron a sacarse una rebanada de pastel.
- ¡Oye al menos déjame una tajada! Grito la poni, quien no había tenido oportunidad de engullir un pastel.
El Draconequus se limitó a salir de la cocina para dirigirse al salón; era divertido ver a Pinkie, pero no era la única de sus amigas al salir de la cocina, ahí estaban todas las restantes, desde luego que cuando Rainbow y Rarity lo vieron pusieron cara de pocas amigas, no podía recibir menos de sus blancos preferidos. Twilight y Applejack lo moraban con cierta preocupación, ellas eran siempre las víctimas colaterales de sus bromas, por alguna razón. Pero la única que lo recibía con una mirada amigable purgada de otro sentimiento era Fluttershy que de inmediato voló hasta donde estaba.
- Por fin llegaste. Le dijo con su tono tímido de voz.
- Estaba ayudando a Pinkie con sus pasteles. Explicó el de ojos rojos con una sonrisa malévola.
Al poco tiempo la poni rosa salió de la cocina, su expresión pasó de triste a contenta al instante; pronto se dirigió al centro con su inexplicable velocidad para sacar un megáfono.
- ¡Listos para la fiesta ponis!
- ¡Sí! Gritaron al unísono, excepto Big Mac que dijo su típico siiip y Fluttershy que se limitó a susurrar.
Inmediatamente el tocadiscos de Pinkie comenzó a reproducir un disco de vinilo, la música se generó de inmediato, los diferentes ponis iniciaron a bailar, otros esperaron hasta que la pista se vacíe, tomando algo de ponche, sidra y con una charla muy acalorada.
El Draconequus se quedó con sus amigas, disfrutando de la fiesta, desde la música hasta el mero hecho de verlas sonriendo.
- Después me dijo que no sabía la receta… Dijo Pinkie con su característica forma de relatar, su sentido del humor pudo convertir el relato en un buen chiste para sus amigas.
- Vaya Discord, no sabía que se te diera tan bien cocinar. Mencionó Rainbow Dash con cierta mueca de superioridad.
- Bueno, estoy seguro de que no quemo tantos platillos como tú Rainbow. Respondió entretenido el señor del caos, las mane no tardaron en tener la misma respuesta, sabían muy bien que la pegaso cian era la peor cocinera del grupo, si no es que de Ponyville.
Algo avergonzada, la mejor voladora aceptó la crítica y bajó a tierra, pues se había mantenido en vuelo. Cuando la canción cambió por una más movida, la pegaso empujó a todo el grupo a bailar, Pinkie lo hacía de forma hiperactiva, inventando veinte pasos diferentes, todos tan alocados, era como combinar Break dance con salsa con ballet y terminar haciendo el paso del poni robot; incluso su melena se movía de forma robótica, adoptando ángulos rectos en lugar de sus rizos distintivos.
- Alguna vez logrará bailar sin empujarnos, mencionó Twilight.
Discord que se mantenía parado y con movimientos leves de sus patas chasqueó los dedo; al instante Cheese Sandwich apareció con un cono de fiesta en la cabeza y su gallina número dos en el lomo.
- Haber si con se calma con eso. Dijo Discord, las demás lo observaron desde luego.
- ¿De dónde sacaste esa idea? Preguntó intrigada Twilight.
- Leí su entretenido diario lo olvidan. Respondió el señor del caos mientras tomaba dos bastones de caramelo y los unía por los extremos, formando así un corazón.
Cuando se vieron las caras, ambos supieron al instante que deseaban bailar con el otro; de inmediato Pinkie tomó a Cheese por los cascos, para que este se le una en la pista, obviamente este olvidó que se sentía desconcertado por haber sido transportado de la nada. Sin embargo la pareja se entendió al instante, pues sus pasos no eran muy distintos; al final, el remedio terminó siendo peor, Discord solamente disfrutó del caos que generaban.
Después su mirada pasó a otra poni, en ese momento, todas supieron que, aunque era algo incómodo, innecesario incluso indebido, la siguiente tendría un resultado no muy diferente. Junto con los ojos rojos del Draconequus, sus miradas se dirigieron a Applejack quien se venía venir los planes del Draconequus.
- Escucha Discord, no te atrevas a…
Sin embargo su chasquido fue mucho más rápido que las palabras de la poni terrestre. De inmediato, la característica luz de su magia hizo aparecer a un unicornio de aspecto algo fornido, con cierto aroma a cerezas.
- Trent ¿Eres tú? Cuestiono la poni, mientras se acercaba.
- ¿Applejack? ¿Qué pasó? Respondió el unicornio.
- Discord. Dijo ella, explicando con aquella palabra toda la situación.
Era un detalle algo incómodo, las mane lo sabían, Applejack había rechazado al unicornio hace algún tiempo atrás, tampoco estaba escrito en ningún diario.
- Vamos Applejack, el corcel este vino desde muy lejos solamente para bailar una o tres piezas contigo, no creo que sea para tanto. Alegó el reciente dueño de la fiesta.
- Permíteme unas piezas como amigo, no te pido más que eso Applejack. Solicitó unicornio, la granjera estrechó su casco hacia adelante, el tono petulante de voz de Trent había cambiado, incluso su postura era diferente y qué decir de su aspecto influyeron bastante en su aceptación era eso o la cantidad de sidra y ponche extra azucarado de Pinkie Pie que había tomado junto con sus amigas.
Ni bien ambos partían a la pista, la mirada de Discord dio varios giros en trescientos sesenta grados pues ahora se hallaba en el centro del grupo, como si del juego de la botella se tratase, todas se miraban ansiosas por saber que les esperaba. Cuando los ojos de Discord se detuvieron, se encontraban detrás de él, por lo cual tuvo que girar para ver realmente a quién habían seleccionado de forma aleatoria. Rarity mostró una mueca algo chueca, presentía qué pasaría, pero no sabía exactamente cómo lo haría. El chasquido trajo a un poni desconocido para la mayoría, Twilight pudo reconocerlo después de un tiempo, era de color violeta suave con ojos de reptil. Era Spike en versión poni.
- Descuiden, el cree que es un sueño, así que no se preocupen. Susurró el señor del caos, Rarity pudo oírlo, pero el adormilado poni ni siquiera sabía dónde estaba.
- Diviértanse, señalo el señor del caos mientras subía y bajaba su garra.
- Oh, Rarity qué pasó preguntó el dragón transformado en poni.
- Nada querido ¿No te gustaría concederme esta pieza? Preguntó la unicornio, no había nada malo en bailar, Spike aceptó de inmediato, observando que ahora poseía cascos. En lugar de espantarse continuó con la situación como si de algo normal se tratase, al parecer sí creía que era un sueño.
Esta vez, el colmillo de Discord giró en el aire, la punta de dicho colmillo designaría cuál de sus amigas seguiría. Cuando frenó de forma lenta, apuntó a la princesa. Quién se sonrojó, era realmente poco probable que el Draconequus supiese de sus gustos. Sin embargo, las miradas cómplices de sus amigas comenzaron a verla con cierta pizca de conspiración entre ellas.
- Flash Sentry aclamaron todas al unísono, incluso Fluttershy. El señor del caos de inmediato recordó al pegaso guardia del reino de cristal.
- ¿El de pegaso de melena azul cierto? Cuestionó el de ojos rojos antes de chasquear los dedos, al escuchar el sí de sus amigas transportó al pegaso de inmediato.
- ¡En guardia! Gritó el guardia, con su espada en lo alto.
- Calma héroe, advirtió el señor del caos mientras convertía la espada en dos palomas que ingresaron dentro de un sombrero de mago.
- ¿Qué está pasando? Cuestionó el pegaso, esas preguntas eran algo repetitivas debido; pero no aburrían a las yeguas presentes.
- La alicornio simplemente se acercó al pegaso.
- Lo siento, mis amigos te metieron en este problema.
Era la princesa Twilight, Flash había recibido más de una tarde de ejercicios y de prácticas de esgrima con Shining Armor debido a las miradas que a veces intercambiaban en los desfiles y en cada oportunidad que tenían de cruzar sus caminos, no desaprovecharía la oportunidad; pues intuyó más o menos lo que ocurría en el lugar.
- Me permite una pieza mi lady. Dijo de forma caballerosa el pegaso naranja mientras agachaba la cabeza, lo cual solo logró un rubor mayor en la princesa.
- C…claro. Le respondió. Por consecuencia ambos salieron a la pista.
La siguiente era Rainbow Dash, el Draconequus simplemente la apuntó pues dejó lo mejor para el final. La pegaso se sentó en sus flancos, no podía escapar, se encontraba algo sonrojada, era inevitable que sus amigas la llevarían a un escenario no muy distinto; pero no dejaría que Discord utilizase su magia para hacer algo que ella quería, era como facilitarle el trabajo. De forma segura se puso de pie, su rubor se fue para un lado, sus pasos firmes la dirigieron en dirección de un poni en específico.
- ¡Rainbow Dash! ¡Rainbow Dash! ¡Rainbow Dash! La animaron sus amigas que habían dejado de bailar de momento. Lo cual tuvo el efecto esperado en la pegaso, era un secreto que mantenían entre todas, pero que ahora debía ser rebelado; aunque tarde o temprano se hubiera sabido, que mejor que aquel momento.
Los pasos se la pegaso fueron directo a donde se encontraba Big Mac, se encontraba disfrutando de un pastel de calabaza con cubierta y relleno de quién sabe qué.
- ¿Me permites esta pieza? Preguntó la pegaso y sin esperar el sip del corcel, haló de este y casi de inmediato lo sacó a la pista.
Discord no hizo sino asombrarse, su boca se abrió solamente para que una mosca tratase de ingresar por ella, lo cual le dio más de una idea. Las ponis sonrieron de forma pícara mientras en el rostro de Rainbow se dibujaba una sonrisa.
- Bueno Fluttershy, quedamos tú y yo. Mi miga, le dijo mientras la sacaba a la pista, esta simplemente salió junto con él, era muy divertido disfrutar del caos de Draconequus; pues con el tiempo este había aprendido a generar el caos suficiente, para no dañar a nadie.
Pero un chasquido nuevamente paró el tocadiscos de Pinkie, para remplazarlo por Vinil (Dj Pon 3) y Octavia, acompañadas de una cantidad gigantesca de instrumentos en el caso de la segunda y de un mezclador junto con una gran variedad de vinilos en el caso de la primera, ambas se miraron extrañadas; pero sin dejar lugar a interrogaciones por parte de las mismas, fueron enviadas a una especie de plataforma de madera del tamaño, una contra la otra. Usualmente eran buenas amigas, pero ahora entendían el trabajo que el señor del caos les estaba dando.
Dj Pon 3 puso uno de sus cascos en el disco y su suelo de mezclas, era increíblemente sofisticado y los colores iban junto con ella. Por otra parte Octavia se puso un moño de color negro con un traje hecho especialmente para los y las directoras de música. Sin embargo el funcionamiento de los instrumentos dependía no de sus órdenes directas, sino que reproducían la música que le pasaba por la cabeza. Poco después, el techo se elevó de forma inconcebible, las parejas lo notaron observando directamente al de ojos rojos, con cierto temor, esperaban lo inesperado.
Vinil y Octavia iniciaron a tocar su música respectiva, pero en lugar de tener como resultado unos sonidos incomprensibles molestos y absurdos, se generaba una música distinta para cada una de las parejas de baile.
- Vamos a ver: vals para Twilight, por qué no me sorprende; rock para Rainbow Dash (cuando tenía pasos complicados); el alocado remix de Pinkie; un difícil tango para Rarity, pobre Spike oh country para Applejack, interesante gusto.
- La música que se generó para Discord y Fluttershy no fue otra cosa que el trinar armonioso y rítmico que los pájaros que la pegaso lograba al entrenarlos.
- Bueno, creo que puedo bailar esto, pero primero – una fuente de ponche se apareció en la cabeza del señor del caos, vaciando su contenido. La pegaso solamente sonrió mientras alzaba vuelo para ejecutar pasos aéreos simples a modo de pasos de baile, el Draconequus movía su cuello, movía sus patas e incluso se enrollaba como un resorte alrededor de la pegaso, Pinkie no era la única con pasos alocados.
En cierto momento, el señor del caos no lo pudo evitar y cambió de lugar a la pegaso cian y al corcel rojo; en lugar de que Big Mac levantase en lo alto a la pegaso con su característica fuerza de poni terrestre, Rainbow levantaba a este con suma dificultad, pues su masa corporal era mucho mayor desde luego su yugo no facilitaba la tarea, sin embargo, con un esfuerzo logró levantar al poni por varios segundos mientras giraba. Todas se rieron del espectáculo, incluso Big Mac, que se encontraba algo desinhibido a causa del ponche de la poni rosa, posó con un casco en la nuca mientras los cascos de Dashie lo mantenían en alto. Pero cuando la fuerza comenzó a agotarse en la pegaso, este se retiró de forma inmediata, cayendo de cascos. El aplauso no se hizo esperar; esperar lo inesperado se repitió el señor del caos.
Las diferentes ponis se encontraban contentas mientras bailaban; sin embargo, el Draconequus no se perdería de la diversión, por lo cual chasqueó nuevamente los dedos, las mane six junto con sus parejas de baile fueron transportadas dentro de una ronda conformada por ellas Discord y Fluttershy, caga diez segundos las parejas cambiaban de forma aleatoria, de tal forma que todos los integrantes de la ronda bailaron entre sí, Big Mac con Flas Sentry, Applejack con Fluttershy, Discord con Twilight, Spike con Rainbow Dash, en fin, todos terminaron bailando con todos, con un gran cansancio, pero con más de una carcajada. Flash Sentry por poco levanta a Trent en el aire; Pinkie hizo dar tantas vueltas a Rarity que se cayó; Cheese de la misma forma trató de marear a Discord, pero este se entretuvo tanto que giro sobre sí mismo, tomando la forma de rueda con todo su cuerpo, al liberarse del agarre de Cheese, rodó alrededor de las ponis.
El tiempo se agotaba, así que el Draconequus, chasqueó los dedos para regresar a los corceles y al dragón al lugar de donde los habían sacado. Era demasiado divertido vivir aquella fiesta con sus amigas, no había notado de momento que tanto la Dj como la músico clásico se encontraban realmente cansadas, pues hacer más de una música para diferentes ponis era realmente complicado. Por lo cual, ellas también tuvieron que desaparecer, calmando el ambiente un poco, los ponis que seguían de pie y aún no habían caído a causa del cansancio en un sofá o simplemente sobre sus patas, empezaban a apreciar como el techo del salón continuaba creciendo hasta llegar a un punto que parecían hormigas ante tal inmensidad. Momento, ellas se estaban haciendo más y más pequeñas, hasta adoptar el tamaño de unas hormigas, pues todo a su alrededor crecía y se distanciaban cada vez más.
Pronto unas luces artificiales comenzaron a sobrevolar por lo alto, desperdicio o uso irresponsable de magia, quizás se decía Twilight, pero era muy divertido ver como Discord rompía las reglas que siempre tenía en claro. Luces de diversos colores se pronunciaban debido a los diversos fuegos artificiales; no obstante cuando algunas luces se quedaban encendidas en lo "alto" se transformaban en mariposas de luz, cada vez que abrían sus alas, expulsaban el brillo del que estaban compuestas, volaban alrededor de todos los ponis que apreciaban sentados, cautivados por tanto esplendor, pues las luces se encontraban apagadas. Desde luego, las mariposas eran más grandes que las mismas ponis.
Rainbow no pudo resistir el echar vuelo para alcanzar a las mariposas, pero se desanimó de forma rápida, pues cuando se acercaba lo suficiente a una, esta cerraba sus alas para desaparecer entre la obscuridad momentáneamente provocando al mismo tiempo su caída y debido a la falta de visibilidad, aparecían de pronto en una ubicación distinta a la que la imaginada por la pegaso.
Al poco tiempo, el señor del caos se aburrió, por lo cual los fuegos artificiales, así como las mariposas se desvanecieron, la obscuridad se extinguió debido al encendido repentino de las luces y finalmente todos recuperaron su tamaño normal.
Después de tanto espectáculo, la fiesta siguió con los sucesos comunes o mejor dicho posibles dentro de una fiesta ofrecida por Pinkie, aunque Discord ya se había llevado las palmas debido a su caótica magia, en gran parte porque nadie se esperó que semejante espectáculo pudiese ocurrir por manos del Draconequus, quien se limitó a sacar su cámara de fotos instantáneas, sabía muy bien que sus amigas no necesitaban un montón de magia para hacer cosas alocadas.
Las instantáneas rebelaban la alocada fiesta que tuvieron; en una se podía ver un pulgar, bueno en cinco diferentes fotos había un pulgar en medio.
En la primera Pinkie estaba a punto de devorar un pastel completo, pero poco antes de que pudiera engullirlo de un solo bocado, todas sus amigas, incluyendo a Discord bajaron un trozo debido al antojo. La siguiente foto mostraba a Pinkie atrapando en un abrazo a todas sus amigas quienes tenían una barba de pastel alrededor de toda la boca.
La tercera foto mostraba a Applejack y Rarity tomándose de los cascos con fuerza sobre una mesa de madera, sí, estaban a punto de hacer un concurso de fuerza; la foto que le precedía sin embargo, mostraba el casi resultado de aquella medición, Rarity estaba a punto de ganar, alguien había dicho algo acerca de su peinado para enfurecerla. Pero otra foto mostraba como la mesa se partía a la mitad antes de que se presentase una ganadora.
La siguiente colección de fotos revelaba el momento en el que Twilight se encontraba pensativa, con el casco en la barbilla, tratando de hallar una carta del kit de magia de Pinkie, pero por muy concentrada que estuviese, siempre se equivocaba, las fotos eran prueba de ello, hasta que finalmente buscó dentro de la esponjosa melena de la poni rosada para hallar finalmente la carta que buscaba.
En la próxima Fluttershy se mostraba toda capaz con una araña de hule, poco después esta araña era insertada cuidadosamente por la pegaso en la melena de Rarity, esta desde luego dio un grito monumental que quedó plasmada en una foto. A continuación, Fluttershy se disculpaba por la broma mientras la unicornio de pelaje blanco se reía a carcajadas junto con sus amigas.
Por último, Rainbow se encontraba con unos cuantos vasos de ponche de más y debido a su efecto des inhibidor, se acercó sin querer a Big Mac, con quien comenzó una plática, no obstante, el señor del caos no podía olvidarse de una de sus víctimas favoritas de bromas, por lo cual el peinado de la pegaso cambió a gran velocidad, primero una forma esponjada como Pinkie, después una melena lisa y bien peinada, parecida a la de Rarity, así fue cambiando para evitar que converse con Big Mac en paz, la última foto de aquella pequeña colección mostraba a la pegaso dirigiéndose hacia el camarógrafo a toda velocidad, por lo cual salió borrosa.
En fin, fue la noche más divertida, Discord se encontraba observando las fotos de celebración tan conmemorable en su cómoda cama, algunos dolores venían nuevamente, logrando que arrojara las fotos, cada vez se hacían más insoportables, por no decir que cada vez se sentía más y más débil. No obstante ya había concretado sus planes para el día, tomó el pergamino de sus tareas y lo dejó caer al piso. No tendría tiempo para terminar esas tareas; finalmente una foto de Fluttershy se apareció en su mesa de noche. Había cancelado su fiesta de té del domingo y la visita a las mariposas monarcas, de hecho le había dicho que se iría de viaje por un largo, largo tiempo. No deseaba que su mejor amiga en el mundo se enterase de su estado.
Mientras cerraba los ojos, sabía que muy probablemente no volvería a ver a sus amigas, a Ponyville, incluso a ella; una lágrima recorrió sus mejillas, debía, pero no quería.
Bueno, eso es todo por esta semana mis estimados lectores; por sus comentarios sé que la mayoría está adivinando el final; pero aún falta un poquitín para llegar a él XD; por ello agradezco sus comentarios, me dan ideas y me muestran ciertos vacíos que tiene el fic.
Nos leemos pronto.