Discord
Chapter 29: Pequeñas Dudas
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Como ya se habrán dado cuenta, me gusta crear diálogos en este tipo de capítulos; este no es la excepción.
Este capítulo o dividí en dos diálogos, el primero entre Celestia y Sunset Shimmer, la segunda entre Fluttershy y Discord, me gustaría que se tomaran su tiempo para leer este capñitulo, es algo aburrido, pero esencial para comprender el resto del fic. Ahora sin más preámbulos.
La obscuridad de aquella habitación de pronto se marchó, en un parpadeo, Celestia apreció la luz que ingresaba por la puerta del balcón donde solía sentarse en ocasiones para relajar su mente observando los astros del cielo. Las cortinas, así como la alfombra y varios muebles se encontraban en un completo desorden, entonces, la alicornio recordó el desastre que el pequeño regalo de Discord había hecho; sin embargo, no le importaba.
Volteó su cabeza para prestar atención al valioso presente; un libro con la cutie mark de Sunset Shimmer, olvidando todo lo que vio en el sueño, la princesa uso su magia para tomar el diario y abrirlo, observando la página donde su corta conversación con su ex alumna había tenido lugar.
Una de las cosas más difíciles de ser una gobernante de Equestria, era que las acciones del pasado, por muy correctas que hubiesen sido, siempre tenían consecuencias; Sunset Shimmer era una de ellas. Una parte de ella quería creer que su aún querida ex estudiante podría perdonarla, ciertamente el afecto que le tenía difería con el sentido por Twilight, así como su relación; la segunda nunca trató de dar la contra a ninguna de sus órdenes, nunca trató de cuestionar su autoridad; siempre fue una estudiante aplicada y de carácter noble. El amor que le tenía se asemejaba bastante al de una amiga y hermana; era afortunada por haberla conocido como lo hizo.
Al recordar a la princesa de la amistad, la alicornio sonrió, pues no solamente recordaba el afecto que le tenía, sino las aventuras que había vivido, incluso los momentos más insignificantes entre ambas fueron de total concordia y afecto. La había visto crecer y convertirse en una princesa, ese era un motivo para estar orgullosa y feliz, pues Twilight era feliz.
Pero Sunset Shimmer, ella no fue exactamente una estudiante estrella ejemplar.
La princesa del sol observó el cielo de fuera, faltaba poco tiempo para el amanecer y debía cumplir con sus deberes, así que se levantó inmediatamente para salir al balcón y usar su magia para levantar al sol, iluminando los campos de toda Equestria, desde la última colina de Ponyville, hasta el más grande edificio de Manehattan.
Al observar los rayos solares, los recuerdos la invadieron y desde luego, eran sus recuerdos de Sunset Shimmer, un pequeño suspiro se le escapó… incluso la forma en la cual sus caminos se cruzaron fueron tan parecidos y al mismo tiempo tan diferentes. Se avergonzó por un segundo al pensar en ello, pues hasta una princesa como ella no podía evitar comparar experiencias, en este caso eran Twilight y Sunset Shimmer.
En el principio, como si realmente existiese un destino, ambas realizaron sus exámenes de forma consecuente con su futuro, la primera mostró su talento haciendo que Spike creciera de forma extraordinaria y casi imposible para cualquier unicornio principiante, todo ello debido a un incidente, según explicación de la propia Twilight. La segunda demostró no solamente estar preparada para magia avanzada, sino que también mostró una magia tan diferente de Twilight, que, de no ser detenida a tiempo, hubiera causado un desastre en todo el castillo.
Sunset Shimmer fue la alumna que siempre la cuestionó, pensó mientras caminaba de regreso a sus aposentos para reorganizar un poco antes de prepararse para las actividades reales que tenía por delante.
Ella siempre buscaba más hechizos, más jugadas, más trucos para ganar, era una estratega nata, pues en cualquier actividad, a diferencia de Twilight, no velaba por seguir las reglas, sino por una forma de usarlas a su favor; cuando no les podía sacar provecho, las rompía, siempre tenía un as bajo la herradura, en magia y en casi toda acción que realizaba. Sin duda era más talentosa que Twilight y difería bastante de esta.
Recordó alguna vez que la poni de melena de tonos rojo y amarillo que emulaban el fuego, no pudo pasar un examen sorpresa de biología sobre las hidras, que constaba de 5 preguntas. Twilight habría perdido la cabeza con la nota que ella sacó; pero Sunset Shimmer, ni tartamudeó, solamente le dedico una sonrisa y se fue; salió fuera del castillo y de Canterlot por una semana completa. Cuando regresó venía toda andrajosa sucia y despeinada, sin embargo, traía consigo todo un diario de campo lleno de diversos estudios de las hidras, con un contenido hecho con los que había en los libros como los que ella había hecho por su cuenta.
Desde luego, fue sorprendente y ¿qué fue lo que hizo después de regresar? Comió como su hermana Luna, o sea atragantándose con los bocados, y después se fue a dormir durante un día completo. Nunca ningún poni supo lo que hizo para acercarse tanto a las hidras como para dibujarlas e incluso tomar muestras de escamas y cascarones de sus huevos, pero lo había hecho.
Su estadía junto con ella, fue de una complementación constante, nunca dejaban de aprender la una de la otra y a pesar de que había bastantes momentos donde ambas se vieron envueltas en debates tan largos, que cuando se daban cuenta, eran las seis de la tarde.
Pero luego, todo aquel talento, todo su genio y carácter se vieron envueltos en una bruma tan obscura, que no pudo reconocer a la Sunset Shimmer que tenía en frente, pocos fueron los momentos en los cuales sintió tanto dolor, como cuando tuvo que expulsarla de su lado.
En esos momentos, cuando sentenciaba su desconocido futuro de princesa, sentía que junto con su relación, su corazón se despedazaba. No se lo había dicho a Discord, pero mirar de frente a la estudiante que más había llegado a querer, mientras le quitaba todo por lo que había trabajado, fue la cosa más dura que experimentó como maestra y como amiga.
Pero eso no era todo, Sunset Shimmer había sido lo bastante atenta o considerada como para aceptar el pequeño complejo que la princesa del sol vivió junto con ella. Reemplazar el amor que le tenía a su hermana, con el de Sunset Shimmer, imaginando que la pelifuego era Luna, fue una de las cosas más egoístas que hizo, verla como si Luna estuviese ahí, para mitigar el dolor que le causaba aquella otra decisión.
Aquella noche, le costó tanto trabajo no llorar y mantener una emotividad fría frente a su estudiante, que no se reconoció a sí misma; durante toda aquella conversación final, se repudió, al mismo tiempo que tragaba el amargo sabor del odio de una de las ponis que más amor le había tenido, fuera del título de princesa, ella realmente entendió sus afecciones, ella trató de ayudarla.
Pero frente al sacrificio que Sunset hacía, ella no hizo mucho, es más, dejó de ponerle atención cuando más la necesitaba. Entonces recordó las palabras que Discord había grabado.
- No me quería, no sentía nada por mí y jamás valoró lo que yo estuve dispuesta a hacer por ella, es más, yo sé… sabía que ella me usaba para llenar el espacio que Luna había dejado… ¡y no me importaba! Se repetía en su mente.
- Y cuando más necesité de ella, lo único que quiso hacer fue alejarme de ella, me traicionó sin sentir ni una sola pizca de dolor, me hizo a un lado como si no fuera nada y buscó a otra que ocupara mi lugar…
En ese momento, cuan cortantes y verdaderas resultaban sus palabras. La princesa se inclinó para observar el edredón que su ex estudiante había bordado, leyendo la inscripción, como siempre lo hacía. "Con amor Sunset Shimmer".
A esas alturas, Celestia se sentó sobre sus patas, volviendo a tomar el libro que Discord le había regalado y agradeciéndole por ello, aunque claro, jamás se lo diría, pues sería como llenarse de miel e ir donde un oso.
No se sentía capaz de entablar conversación alguna con la pelifuego, mas no dejaba de mantener el libro flotando en frente de ella, esperando a que sucediera algo que pudiese darle el valor suficiente como para hablar a quien en antaño había lastimado. Hasta que este comenzó a brillar y vibrar, despertando a la princesa de su trance, para después mantenerla bajo un estado de duda, leer o no leer.
Leer, se dijo mentalmente; abriendo el libro buscó la página donde las palabras de aquella unicornio quedaban impresas.
**** Cambiamos de escenario
La noche fue demasiado larga, el amanecer demasiado extenuante; sin embargo, la pelifuego no cesó de pensar en su pasado, para ella era normal voltear al pasado para encontrar sus errores, para reflexionar el presente y para ser mejor en el futuro, habían tantas cosas que no sabía acerca de la amistad o del nuevo rumbo que su vida había tomado, que en ocasiones tenía miedo de volver a caer en el mismo error del pasado.
El piso de madera era el lugar perfecto para sentarse, desde las tres de la madrugada se dejó caer en él, recostándose o acostándose, sin poder cerrar los ojos por más de cinco minutos, pues la duda invadía su cabeza y no era cualquier duda, era una pregunta que, pese a que la ignoró todo ese tiempo, era realmente importante.
Cuando los rayos de luz tocaron sus pies, transmitiendo su calor e iluminación, la adolescente pudo constatarse del hecho; pero, ¿qué debía hacer? Se preguntaba desde las cinco de la madrugada ¿Qué podría decir para responder todo aquello? Y más que todo ¿Lograría tener una respuesta?
Teniendo en cuenta la posibilidad de fracasar, tomó el libro que podía conectarla con la única poni capaz de dar respuesta a sus preguntas. Sin embargo, se quedó quince minutos pensando en las palabras para dirigirse a alguien como ella, hasta que observó la conversación de la noche anterior: Sunset Shimmer ¿eres tú?
"Sí" escribió, esperando que aquellas fueran las palabras idóneas para iniciar con la charla que podría resolver algunas de sus dudas más profundas con respecto a su pasado.
El mensaje no tardó en llegar a Equestria, mientras ella esperaba pacientemente la posible respuesta, del otro lado, la princesa del sol observaba la única palabra que había escrito, pero que tenía una significación más amplia que cualquier oración que hubiese usado en el momento.
Ante el escrito, la alicornio tomó una pluma, así como su tintero; del otro lado, la adolescente se sentaba en el piso de madera, sobre una pequeña alfombra afelpada, extendiendo los dedos de sus pies para que se calienten con el sol y para sentir el roce de cada uno de los pelos de la alfombra, para calmar sus nervios.
"¿Estás bien?" escribió la princesa con toda la sinceridad posible, teniendo en cuenta que la pregunta era bastante habitual, pero que pocas veces se pronunciaba con una preocupación verdadera.
Del otro lado, la pelifuego recibió el mensaje y observó desde su ventana el sol que ya había salido por completo, a ella también le gustaban los balcones, su dormitorio compartía esa característica con la de Celestia, a lo lejos muchas aves comenzaban a volar, en busca de comida o para estirar las alas, observar todo aquello le recordó todo lo que había pasado durante el último año.
Desde que Twilight la venció, junto con las que ahora eran sus mejores amigas, un cambio profundo se había llevado dentro de ella, al principio era solo un cascarón vacío, pero con el tiempo, se convirtió cada vez más en una Sunset Shimmer de quien su corazón lograba sentir felicidad.
"Ahora sé que estoy mucho mejor que antes ¿Y tú?"
Celestia había olvidado que Sunset Shimmer casi siempre la tuteaba, se había acostumbrado a su trato con Twilight que siempre la trataba de usted.
"Algo agitada, Twilight me ha contado que tuviste muchas experiencias con la magia de la amistad."
Sunset esbozó una sonrisa, era cierto, aunque no siempre como una amiga, de hecho había sentido el poder de la magia de un elemento de la armonía en su contra y no era precisamente algo que quisiera repetir.
"Bastantes, ahora sé porque ella se convirtió en princesa" Entonces ingresó de forma violenta al campo que quería tocar, ese era el momento adecuado "puede unir a todos, por medio de la amistad, es algo que yo jamás podría haber logrado cuando fui su estudiante."
Celestia desde luego pudo percibir hasta cierto punto el anzuelo que Sunset había lanzado, después de mucho tiempo, no se olvidó el talento que su ex estudiante tenía para pensar de forma estratégica, incluso en aquel momento, no dejaba de ser hábil para poner un tema determinado, para sacar la información que ella deseaba.
"Es verdad, cuando te fuiste, Equestria perdió a una futura gran princesa"
Celestia había mordido conscientemente el anzuelo, y ahora ella delimitaba el tema de conversación, posiblemente la charla terminaría tocando temas que ambas habían esquivado, y al hacerlo, las emociones, pensamientos, dolores e incluso la culpa con la que cargaban las dos serían expresados.
Desde el otro lado, Sunset tuvo que contenerse para no precipitarse, su conversación con Discord le había hecho reflexionar lo suficiente, como para ver el asunto desde los ojos de una princesa de Equestria como lo era Celestia.
"Posiblemente; pero admitámoslo, nunca tuve madera de princesa" Y dibujo una carita triste de poni en al finalizar la oración, olvidando que aquel libro no era exactamente un chat.
Por su parte, Celestia no pudo comprender la forma tan natural en la que Sunset se refería a su pasado, entonces se sintió algo más serena para continuar.
"Ciertamente, pero eso nunca te detuvo"
"Quería ser como tú, pero no una princesa" Respondió la adolescente mientras recordaba aquella vez que se observó en el espejo mágico y se observó como un demonio de las leyendas de Equestria.
"Entonces ¿Qué querías ser?" Celestia estaba intrigada, no se había planteado esa posibilidad antes.
"Una unicornio reconocida por los demás y con poder sobre ellos" Sunset era sincera, aunque le costaba recordar cómo pasó todo aquello de forma tan rápida.
"Pero tu objetivo no difiere mucho del papel de una princesa de Equestria"
"Es porque nunca quise dar nada a cambio, nunca pude sacrificarme por alguien que no fuera yo y Discord me hizo entender que ese era el corazón de una princesa"
"Entiendo, yo se lo dije antes de que fuese al mundo donde estás ahora"
Sunset se limitó a sentir el calor que el sol le transfería a su cuerpo, alguna vez ella había salido en la madrugada junto con Celestia para levantar el sol, aunque claro, ella se quedaba sentada mientras observaba a la alicornio.
"Tenía razón; pero no era lo que yo quería."
Celestia empezó a acicalar su pelaje con su magia, debía prepararse para iniciar su día de actividades reales. Pero no por ello dejaría de poner atención al libro por el cual mantenían charlas con su estudiante.
"¿Qué piensas hacer en el futuro?" La princesa empezaba a preocuparse por la estadía de un habitante de Equestria en un mundo alterno, la idea era un poco alocada; pero Sunset Shimmer había escapado, pero ahora que estaba reformada, ya no había motivos para que se quedase.
"Quedan unos años de preparatoria, pienso terminarla y después no sé, volver a Equestria tal vez, pero ya veré que se presenta."
"Si vuelves, me gustaría volver a verte" Escribió la alicornio con cierto deseo contradictorio en su corazón, pues en parte verla sería de nuevo era algo que ansiaba desde que se fue; pero no se sentía capaz de poder mirarla a los ojos nuevamente.
"A mí también me gustaría; pero creo que falta un buen tiempo para que vuelva a Equestria, después de todo, mis amigas están aquí y disfrutaré la cercanía que tenemos hasta el último día de clases".
La adolescente se dio cuenta de las palabras que su mentora usó; entonces, se levantó de su sitio, caminando por su dormitorio, llegó hasta su mesa de noche, para levantar un marco con la foto de sus amigas y ella, que se habían sacado en una feria de la conciencia ambiental que Fluttershy había ayudado a organizar.
Cada una estaba con disfraces de distintos animales, Fluttershy era tenía un disfraz de conejo, son sus orejas ladeadas, lo cual le daba una ternura increíble; Pinkie Pie llevaba puesto uno de león, al cual le había pintado la melena de color rosa; Rarity estaba vestida con un traje de mariposa, con unas alas diseñadas especialmente por ella, tenía que dárselo a Fluttershy, pero esta tuvo que negarse, pues a Rarity le había gustado bastante su creación; Applejack tenía puesto uno de lobo, con unos colmillos falsos; finalmente Rainbow llevaba una cara algo seria, había querido un disfraz de águila, pero como llego tarde a la tienda, lo único que pudo conseguir fue un disfraz de pollo; pero por último y no menos importante, estaba ella, debido a que le gustaban los fénixes, tuvo que diseñar su traje junto con ayuda de Rarity y pues el resultado le encantó.
Lo importante de aquella foto, no eran los disfraces, era el hecho de que junto a todas sus amigas, se podía observar totalmente diferente a cualquier foto que se hubiera sacado antes, en ella no había malicia, envidia ni falsedad alguna; lo que se hallaba en ella era una sonrisa sincera, muestra de toda la felicidad que experimentaba cerca de ellas y sola en general, pues ahora su corazón sentía que toda amargura pasada había sido borrada, sus heridas curadas y un camino nuevo por recorrer.
Una sonrisa se esbozó en su rostro y hasta entonces la princesa Celestia ya había respondido.
"Debiste aprender un montón de cosas"
"Sí, ahora veo cuan equivocada estuve al principio. Aunque debo admitir que quise volver a Equestria en más de una ocasión".
Celestia no vino venir aquella respuesta, pero debía seguir con la charla, se lo había prometido a sí misma
"¿Por qué no lo hiciste?"
"Porque sabía que si regresaba, el escenario para mí estaría peor que cuando me fui, sabía que era una enemiga de Equestria".
La sinceridad era una virtud de Sunset Shimmer, pero tendía a ser poco delicada para decirlo y por muy fría que fuese para decirlo, tenía razón.
"Además, no es como si hubiera alguien me extrañara"
Era cierto, pocos o nadie sabían de la existencia de Sunset Shimmer, siendo una huérfana sin familia, tan cerrada frente al mundo social, era difícil que alguien más que Celestia se acordara de ella; de hecho, de no ser por el incidente con la corona de Twilight, su nombre, así como todo lo referente a ella simplemente no existiría en la memoria de nadie. Pero…
"Yo te extrañé" Escribió la princesa, abriendo su corazón para lo que continuaría a su respuesta.
Sunset en cambio sintió que una de sus dudas se veía resuelta, no obstante, aquella respuesta difícilmente podía dar cuenta de todo lo que había pasado durante los últimos años.
"¿Por qué?"
Celestia se vio arrinconada cada vez más, sabía muy bien que Sunset dirigía la conversación, así que se decidió responder a sus dudas, pues la culpa en este caso era de ambas; sin embargo, la alicornio consideraba que la mayor parte era suya.
"Porque yo te amaba Sunset y aún lo hago"
"No te creo, aquella noche actuaste como jamás lo imaginé, destrozaste mis sueños, me mostraste tu lado más cruel y déspota."
"¿Déspota?"
"Claro, si algo no era como tú lo decías, lo rechazabas y como me atreví a ver el mundo de forma diferente a la tuya, decidiste terminar conmigo."
Las palabras de Sunset salían de noches de análisis y reflexión profunda.
"¿No es verdad?"
"Sunset, cuando un poni se considera superior a toda la especie es cuando se equivoca. Tú nunca pudiste verlo a tiempo y además ¿piensas que no me dolió alejar de mi lado a la unicornio que amé como a una hermana?"
La pelifuego se mantuvo controlada mientras Celestia escribía todo lo que había sentido aquella noche, entonces, una de las razones principales por las cuales había dejado de creer en Equestria, en Celestia y en el bien ajeno era refutada.
"Fue una de las cosas más duras que atravesé y sabes bien que la actuación es parte de la vida normal de una princesa, tuve que guardar mis lágrimas, tuve que actuar conforme al bien de Equestria, eras peligrosa y sabía que jamás tendría el valor para enviarte a la luna o para enfrentarte a muerte."
"Entonces ¿Por qué se olvidó de mí, por qué me abandonó cuando más la necesite?"
"No lo sé, todo fue tan rápido que para cuando me di de cuenta tú ya no eras la dulce unicornio que conocí."
Sunset debía reconocer la culpa, durante algún tiempo todo fue culpa de Celestia, pero ahora veía mejor que antes que la culpa era también de ella ¿Acaso no podía discernir el camino correcto? ¿Acaso dependía tanto del juicio de la princesa?
"Sí, todo pasó tan rápido, incluso para mí"
"Mi querida Sunset, espero que algún día me puedas perdonar por lo que te hice."
Ante tantas revelaciones, la estructura que la adolescente mantuvo durante tanto tiempo, colapsó, dejando lugar a una nueva definición, a una nueva consideración.
Ahora, considerando todo aquello, las emociones, así como la razón, coincidían en una respuesta a la que Sunset no podía negarse ni dejar de sentir.
"No pida perdón, princesa, las cosas simplemente pasaron como pasaron, mi pasado no me define, porque el pasado no es hoy. Estoy feliz de poder iniciar desde cero."
Un gran peso era descargado del lomo de la alicornio, al parecer, aquella unicornio de corazón tan bueno que conoció, había vuelto y por lo visto, iniciaba con un camino nuevo.
"Espero que nos veamos pronto" Escribió la pelifuego, no podía creer que ya era hora de ir a la secundaria, sus amigas le habían llamado para ayudarlas con una actividad extracurricular. Acto seguido, cerró el libro, para levantarse, prepararse e irse, tenía muchas dudas colgadas; pero eran minucias que podía dejar pasar por ahora.
En Equestria, Celestia se sintió aliviada, era algo estupendo sentir a alguien tan distante, alguien con quien había compartido una historia complicada tomar un rumbo diferente y desde luego, que entre ambas hayan podido olvidar, perdonar los errores del pasado. Sin embargo ese sería un día bastante arduo, por lo cual debía darse prisa.
**** En otro lado, en Ponyville, cerca del bosque Everfree****
Una casa camuflada con la biósfera propia del bosque Everfree, mantenía la visita de un amigo reciente de la dueña.
De vez en cuando se podía apreciar algún evento extraño por esas inmediaciones, sobre todo cuando Discord iba a visitar a su mejor amiga, el césped se movía solo, algunos animalillos huían del lugar, una que otra nube hecha de algodón de azúcar se aparecía de la nada, cosas poco caóticas como para aterrorizar a medio mundo.
El interior de la casa de la pegaso no se veía, diferente: todos los muebles se encontraban en perfecto orden, los animalillos tranquilos, nada flotaba, ni explotaba, todo se encontraba en un orden relativamente aceptable, salvo por la ausencia de Ángel en la sala. Debido a la presencia del señor del caos, quien no toleraba el trato que el conejo le daba a su amiga y no dudaba en mantenerlo bajo un suplicio constante.
Desde luego, el mejor lugar para descansar momentáneamente era el sofá de Fluttershy, mientras ella se preparaba para su trabajo de la mañana, repartir alguna que otra comida a los diferentes animales, educar a unos cuantos pichones en el vuelo, etc.
- Es un día muy hermoso, incluso el bosque parece tranquilo; pero dime ¿Por qué pareces tan cansado?
- Oh, no es nada Fluttershy, anoche me desvelé un poco eso es todo.
- Pero si te fuiste antes ¿Qué hiciste para mantenerte despierto hasta tan tarde?
- Cosas de poca importancia, a veces me pongo a leer algunos libros de Twilight, pero no se lo digas; es más divertido sí lo hago sin su permiso.
- Emm… no deberías hacerlo.
- Oh vamos Fluttershy, se los devuelvo en el instante en el que termino y no me imagino la cara que pondría si se diera cuenta de que le falta uno de sus preciados libros.
- No creo que eso esté bien.
Discord se limitó a quedarse callado, estaba algo cansado. Realizar una reconstrucción en la mente, para que alguien más la vea no era precisamente la cosa más sencilla de realizar; a diferencia las princesas, que pasaron la experiencia onírica con total normalidad, él tuvo que recordar, reconstruir y administrar todo el sueño, su consciencia trabajó de forma extraordinaria, sin descanso alguno, pues tenía que velar por la conexión, por los sonidos, las imágenes, e incluso por que la forma por la cual percibían el sueño no fuese en primera persona, pues de haberlo hecho así, ambas habrían sentido todo lo que el sintió.
- Te noto muy callado hoy, anoche no parabas de hablar sobre la facilidad con la cual el castillo de Twilight podría venirse abajo.
- Pero claro, su base es un cimiento muy débil, si yo hubiese sido el árbol de la armonía, me lo hubiera pensado dos veces. Aunque no sé si esa cosa ridícula puede pensar.
- Discord, tú tienes ideas más alocadas que Pinkie Pie.
La pegaso volaba de un lugar a otro, mientras repartía un saco lleno de comida para diferentes animales y en el proceso, era evidente que todo su contenido se vaciaría ¿de dónde sacaba tanta cantidad de alimento? Era un misterio.
- Dime Shy, hasta que hora se quedaron.
- Mmm… media hora después de que te fuiste. Por cierto, me gustó la escultura que hiciste.
- ¿Quién se los dijo?
- Creo que el unicornio que administra el tiempo de Celestia ¿cómo se llamaba?
Al parecer Kibits había hecho gala de su gran capacidad para organizar; pues en cierta medida, había logrado mantener al señor del caos bajo un régimen de actividades.
- ¿Les dijo que estaba hecha con agua sucia?
- No, pero ahora que lo dices…
El señor del caos se echó a reír, ni se habían dado cuenta del material usado, solamente en la belleza de la escultura.
- Pero aun así, fue muy hermosa mientras duró.
- ¿Duró?
Discord tenía algo extraño, Fluttershy lo había percibido desde el momento en el que iniciaron aquella charla, estaba más recatado, más calmado que de costumbre.
- ¿Qué te pasa Discord? ¿Bebiste mucha sidra anoche?
- No, pero apuesto a que Rainbow sí.
- Estuvo a punto de meterse a una carrera contra un caracol, no me preguntes como, porque fue una historia bastante extraña.
- De acuerdo. El señor del caos seguía con esa actitud tan inusual, era tal que empezaba a incomodar a la pegaso.
¿Cuál era la razón de todo aquello? Más bien razones, la caótica cabeza de Discord tenía dentro de sus intrincados razonamientos, varios factores a considerar, todos unidos en una respuesta que no le gustaba para nada.
Si aquella mañana fue a visitar a su mejor amiga, fue para calmar su angustia reciente.
El pasado, era el tema que menos quería tocar de momento; su pasado no era el mejor de todos y al ser una cuestión tan personal, le fue difícil mostrárselo a las princesas. Pues ahora que habían llegado hasta el punto donde trazó el inicio de su camino, debía mostrar el resto ya que el final era algo que ambas conocían, el final de toda esa historia era el momento en el que fue convertido en piedra por los elementos de la armonía. Pero el transcurso era totalmente desconocido, los libros de historia, todos los que afirmaban conocerlo, fueron vilmente engañados. Sus ojos entonces se posaron en un árbol distante, observando los frutos que caían.
Al final, debía cosechar lo que sembró y ese era el problema, la cosecha no era nada grata, incluso en su situación actual.
- Me tienes preocupada, nunca antes te vi tan preocupado. La voz de la pegaso amarilla lo devolvió a la realidad.
- ¿Por qué ayudaste a reformarme? Pregunto Draconequus, lanzando la pregunta de forma inesperada y tomando por sorpresa a su mejor amiga.
Una pregunta que nunca antes le había hecho ¿qué pasaba con Discord? Fluttershy se vio asaltada por la curiosidad; sin embargo sabía que su caótico amigo no daba razones para hacer lo que hacía, simplemente lo hacía. Se calló durante unos segundos, para después dejar la bolsa de comida y sentarse frente a su cuestionador.
- Mira Discord, debo ser sincera contigo… Al principio solo lo hice porque la princesa Celestia me lo pidió.
- Y después.
- Pensé que nadie podía ser malo del todo, pero tú eras alguien complicado, no te entendía ni creo entenderte aún. Fluttershy se rascó la cabeza para tratar de ser lo más amable posible en su explicación.
- A ti no te podíamos obligar, porque tarde o temprano encontrarías la manera de salir de cualquier control. Entonces tuve que tomar el riesgo y ofrecerte algo que creí que no podrías rechazar.
- Tú amistad. Dijo finalmente el señor del caos.
- Sí, porque cuando te convertimos en piedra, pude notar la soledad por la que pasabas, imaginé que nunca tuviste un amigo o alguien cercano a ti como para considerar el daño que podrías ocasionarle.
Entonces, se armó toda una estrategia, arriesgada es cierto, pero tan eficaz en ese caso, que realmente logró tocar en el único lugar débil del señor del caos, aparte de la muerte: su corazón.
En un manto de incertidumbre, en un corazón severamente destrozado, aquel acto de amistad sincera, fue tan arrollador que convirtió a uno de los villanos más temidos de Equestria en alguien diferente. No obstante, hasta la fecha, dicho cambio tardaba en concretarse, pues Discord jamás estaría dispuesto a renunciar a la naturaleza que lo había acobijado de forma tan fuerte, aquel al que había elegido.
- Pero Debes creerme cuando te digo que realmente traté de ser tu amiga y lo hice porque yo no hubiera soportado tanta soledad, sin importar tu historia pasada, merecías una amiga.
El Draconequus se quedó mirando a la pegaso que inició nuevamente con sus labores; en realidad ella se había atrevido a hacer algo tan impensado, tan arriesgado, solamente para dar una segunda oportunidad, por decirlo así. Ese acto requería de un valor tan grande que pocos ponis se le igualaban y eso le constaba.
Ese valor, era desconocido por muchos y de los que lo conocían, nadie lo apreciaba como Discord, pues ese valor lo había salvado no solamente de volver a su estado pétreo, sino de continuar en un camino de soledad, donde ni la maldad ni la bondad tienen papel alguno. Era por ello que jamás podría dejar de agradecerle.
Pero si bien lo había sacado de aquel estado; nada podría sacarlo de su pasado y a ello iban sus preocupaciones, su camino desde el momento en el que decidió mostrar su pasado, se dirigió a un final que conocía muy bien, no habría salida y a pesar de que lo había aceptado, ahora el arrepentimiento era más profundo, ahora deseaba que dicha historia no continuara.
La razón de todo aquello se limitaba a pocas palabras; entre ellas la felicidad.
Si la sentía en aquellos momentos, pronto se vería borrada.
Celestia, si en verdad comenzaba a enamorarse, era realmente irónico que fuese justamente de ella.
Aquellos pensamientos flotaban por la cabeza del señor del caos y no le dejaban apreciar nada fuera de estos.
- Discord ¿Quieres acompañarme al bosque Everfree? Preguntó la tímida pegaso, reinsertando al Draconequus a la realidad.
- Claro.
Espero no haberlos aburrido mucho. No pude imaginar otra forma de expresar estos elementos necesarios más que de esta forma, en especial el diálogo entre Sunset Shimmer y Celestia, el cual les aclarará una futura parte de este fic.
Nos leemos pronto y bque tengan una buena semana.