Login

Discord

by Filomental

Chapter 24: Adiós a Iron Mane…: parte 1

Previous Chapter Next Chapter

Capítulo 24: Adiós a Iron Mane…: parte 1

Por fin volvemos a los recuerdos de Discord, pero antes me falto hacer un pequeño desarrollo del anterior capítulo, así que la primera parte de este capítulo se encargará de ello y la segunda de los recuerdos de Discord.


La noche aún no había terminado y Celestia se encontraba caminando hacia su habitación, no pasaría mucho tiempo hasta que su hermana menor tratase de asustarla, hecho que había aprendido a confrontar durante las últimas semanas. Sin embargo, no había forma de saber dónde estaría escondida, debía admitirlo, ella tenía un talento innato para esconderse.

Por esa razón, la alicornio caminó por el pasillo que conducía a su habitación con extrema cautela, hasta el más mínimo movimiento de las sombras producidas por las ramas de un árbol cercano; eran vigiladas, pues su hermana, tenía la suerte de tener un pelaje tan idóneo para fundirse con las sombras que fácilmente podía pasar como una sombra.

Aun así, por razones desconocidas, su mente regresó al tema del que no había podido escapar durante el resto de la velada, desde que Discord se retiró para "no causar problemas", este tema no era otro más que el rey Sombra alterno. En gran parte, su hermana tenía la culpa por haber ocasionado que ella regresara al pasado, así como Discord; aunque en ambos casos, todo fue accidental.

Era demasiado extraño, pues ahora, de alguna forma, el equivalente del rey Sombra se encontraba más lejano, cosa que en parte provocaba un vació en la princesa y al mismo tiempo, era como un bálsamo (de esos de acción super lenta, que te curan una herida en semanas), por supuesto, medir el dolor es una de las cosas más difíciles, pero podía asegurar que este había reducido en cierta medida. No obstante, el diálogo que mantenía con su consciencia acerca del pasado con su yo del ahora; mantenía un curso similar al que había mantenido durante mucho tiempo.

Ella no tenía culpa por haber sido tan irresponsable, pero no tenía ninguna culpa por enamorarse, pues algo como el amor, no se puede controlar y más cuando se es joven. El hecho era, que tanto ella como Sombra – entiéndase por Sombra al Rey Sombra del mundo alterno – eran víctimas de aquello que no se puede controlar, azar, coincidencias o como se quiera llamar; pero que sin embargo, habían provocado en ambos un lazo que el tiempo y las decisiones, para bien o para mal, no podrían cambiar.

Sin embargo, aquel diálogo consigo misma, dio en aquel momento, un giro nuevo, sorprendente y absurdo, todo al mismo tiempo.

- Discord, dijo levemente. Agitando levemente la cabeza.

Una argumentación tan fuertemente construida y que hasta entonces, ella consideraba como el mejor tranquilizante del dolor que le causaban las heridas del pasado; era cambiada con total facilidad, al ingresar en ella la palabra Discord. Una sonrisa tímida se dibujó en su rostro, era la locura más grande que había imaginado, quizás a causa del sueño que su hermana le había contado.

Sin embargo, la duda volvió, esta vez con mayor fuerza: Discord repitió en su mente nuevamente, pero si entró en aquel tema que nada tenía que ver con el latoso señor del caos, ¿qué significaba exactamente?

La respuesta a esa interrogante, era algo aún más absurdo; pues significaba que ella, en cierta forma, pensaba que Discord era capaz de llenar aquel vacío que el hermoso, galán, noble y justo Rey Sombra empezaba a dejar atrás, suponía que él y Discord, eran comparables, eso desde luego, era ilógico, una simplemente no podía comparar a dos seres totalmente opuestos y por supuesto, al ser el amor tan puro, ella no podría poner a compararlos. Pues desde ese punto de vista, el amor era ciego.

Pero – la princesa empezaba a perderse en sus pensamientos, dejando de prestar atención a su alrededor – entonces, ¿Por qué se puso como se puso cuando lo vio con la amiga de Twilight? Bueno, debía ser sincera consigo misma, ese sentimiento tenía nombre, pero no quería admitirlo, no era otra cosa más que celos, por muy pequeño que hubiese sido su duración, fueron celos lo que sintió y eso, era algo confuso, debido a que pocas veces había llegado a sentirlos.

¿Por qué sintió celos? Estaba segura de no sentir nada por Discord, eso era más que claro; entonces, su causa seguramente se debía a que él no la trataba como trató a Fluttershy, se notaba que la tímida pegaso era muy apreciada por él; puede que incluso él estuviese enamorado de ella, al pensar en ello, esos sentimientos volvieron a acosar a la alicornio, quien se espantó al notarlo, no, no era posible.

- Aaaaaaaaaaaaaa. Una especie de aullido – difícil de describir con vocales – parecido al aullido de un lobo, con el bufido de un cocodrilo furioso y de un Dragón atravesó el pasillo, juntamente con los gritos de la princesa del sol, retumbando en las paredes y regresando al lugar. Su hermana había logrado su cometido.

- ¡Me asustaste! Gritó la mayor de las alicornios, liberando gran parte de los sentimientos provocados en sus cavilaciones. Y elevándola en el aire como a una potranca mal portada.

- Tranquilízate. Luna regresó al piso usando su magia para liberarse.

Ambas princesas se olvidaron de todo aquello cuando Luna sonrió, en señal de satisfacción, nadie más que Celestia conocía el lado juguetón de aquella aliconrio, que hacia la hacía pensar en lo afortunada que era al tenerla como hermana, solo unos segundos después de haber pensado en darle un cascorrón – cascorrón en este fic, quiere decir: golpe que un poni da con su casco, a otro poni en la cabeza/ el equivalente a un coscorrón, la cosa es que ellos no tienen nudillos, así que es justo que se invente esta palabra – Luna por su parte, se acercó a su hermana, para recorrer juntas los metros restantes a la habitación de su hermana.

- Vamos, sabes que adoras esta parte de mí.

- No todo el tiempo, por cierto, no te olvides lo de esta noche.

- Sí claro, solamente debo encargarme de ver los sueños de todos los súbditos.

- Ajá, ¿pero iremos a nuestra extraña lección de historia cierto?

- Sí, sí, no te preocupes, a mí también me gusta ver esos locos recuerdos, sean o no ciertos, son divertidísimos.

- Y ¿si son ciertos? Preguntó la mayor de las hermanas, con toda la duda que había surgido en ambas desde que el Draconequus había mostrado sus curiosos recuerdos.

- Bueno, no hay forma de saberlo, ambas se quedaron en la puerta de la habitación de Celestia, pero ella no se iría hasta escuchar la respuesta que su hermana seguramente había estado formulando durante un buen tiempo.

- Solamente nos queda decidir que es cierto y si decidimos que lo que nos muestra es verdadero; bueno, supongo que los libros de historia estarían equivocados.

- Sí, buenas noches. Se despidió la princesa, entrando a su habitación.

- Dirás hasta luego, recuerda donde tenemos que ir.

Entrando a su habitación, la princesa empezaba a dejar atrás todos los problemas, no sabía por qué, pero dentro de su habitación, podía olvidarse de todos los problemas; tan curioso era ese hábito, que cuando habían problemas en Equestria, no ingresaba a su habitación ni para dormir, por miedo a que el lugar perdiera aquel agradable efecto.

Sin más demora, se sacó su yugo de oro, así como sus herraduras especiales y su corona, haciéndolas descansar en un cojín de terciopelo, aunque estaba acostumbrada a exhaustivas horas de trabajo, dormir era un lujo que no podía prohibirse si se presentaba la ocasión.

No dudó en meterse en su cama, tapándose con una cobija blanca con un bordado de diversos colores del arcoíris. Una muestra del afecto de una poni que ahora era residente de una dimensión diferente alguna vez le tubo; obviamente, al estar hecha con cascos inexpertos, era una serie de puntos inconciliables, con una forma algo difícil de entender, incluso para ella; sin embargo, sabía que el arcoíris era por su melena, el blanco por el resto de su pelaje blanco, también tenía un sol, que quizás era su cutie mark y al final, no muy lejos de su rostro, se encontraba el detalle más apreciado por ella. Unas letras bordeadas con cierto esmero al principio y con impaciencia al final.

"Con amor Sunset Shimmer"

***** En cierta habitación, no muy lejos de Canterlot High*****

Cierta pelifuego, se encontraba algo indecisa, desde hace días atrás que había descifrado lo que el caótico ser le había regalado, un libro similar al que usaba para comunicarse con la princesa Celestia, pero la pregunta era ¿quién tenía el otro libro? Estaba segura de que el otro libro estaba en posesión de la princesa Celestia, quien había sido objeto de muchos pensamientos.

Habían muchas posibilidades, la más probable era que simplemente no le respondieran; pero no perdía nada intentando. Entonces, tomando una pluma escribió en la primera hoja del libro las primeras palabras que le llegaron a la mente.

"Hay alguien ahí"

***** Regresamos a Equestria *****

La pequeña pirámide de madera empezó a vibrar, pero antes de que Celestia pudiera hacer algo, este se abrió, dando paso a un libro de color rojo con líneas amarillas y un sol dibujado en él.

La princesa desde luego, reconoció la tapa, así como la curiosa vibración que tenía el libro, abriendo los ojos al reconocer la Cutie Mark de su ex alumna dibujado en la tapa. ¿Podría ser? Sin más preámbulos, abrió el libro, leyendo el contenido de la primera página.

Esa letra, aunque había mejorado, Celestia tenía la certeza de saber quién estaba escribiendo todo aquello, desesperada, tomo la pluma y tinta más cercana; a toda prisa, articuló las palabras de tal manera que expresaban el deseo más profundo que tenía en ese momento.

"Sunset Shimmer, ¿eres tú?"

El mensaje fue enviado en un santiamén.

Del otro lado, la pelifuego no lo pudo creer, sí había funcionado y esa letra era… era de ella. Extrañamente, sin saber que responder, ya que no era exactamente un chat común y corriente o una conversación que puedes tener con cualquiera, no tenía idea de que decir; bueno, si la tenía. Pero en ese momento, era muy complicado hallar palabras para expresar lo que pensaba, sentía y deseaba. Por lo cual, se quedó cinco minutos en total silencio, pensando bien las palabras; pero sin resultados.

En Equestria, Celestia empezaba a tener cierto sentimiento de desánimo, la respuesta a aquel mensaje debería haber sido sí, pero no respondían del otro lado. Sin embargo, estaba absolutamente convencida de que era Sunset Shimmer, el regalo que Discord le había dado, no era una broma como ella pensaba. Pero más importante aún, ahora tenía una forma de comunicarse con ella y eso era invaluable, aun cuando ella parecía haberse acercado para irse, el simple hecho de que haya tratado de comunicarse con ella, era ya una señal prometedora, ella estaba ahí y tal vez necesitaba tiempo.

Con una sonrisa, la princesa, volvió a meterse en su cama, cerrando los ojos y haciendo una nota mental de darle las gracias a Discord por el regalo.

No demoró mucho hasta quedarse dormida, entrando en un sueño pacífico y tranquilo.

Varias nubes de color rosa se aparecieron alrededor, Celestia recién había abierto los ojos y ya se encontraba en alguna de las locuras del señor del caos. Sin embargo, las nubes se dispersaron, llevándola a su habitación nuevamente, pero esto era un sueño, podía apostar que lo era. Luna no tardó en entrar por la puerta de color verde.

- Sí, estamos soñando, Tia, sígueme.

La princesa del sol no cuestionó la orden de su hermana, caminando al lado de ella, ambas pasaron por la puerta de color marrón. Que al abrirse, mostró el mismo pasillo que la última vez.

- Última puerta a la izquierda. Repitió la menor de las hermanas, recordando la primera vez que habían ingresado a los sueños de Discord. Obviamente, esta vez, serían más cuidadosas.

- ¿Quién anda ahí? La voz de Larco se hizo audible.

- Nosotras, las princesas Luna Y Celestia.

- Discord me dijo que vendrían, pasen. La boca de aquella extraña puerta se abrió, mostrando un cuarto con machimbres de madera.

Con cierta cautela, ambas hermanas cruzaron la puerta, cuando esta se cerró, desapareció, solamente entonces, ambas notaron que se encontraban en una habitación sin puertas ni ventanas, ni nada.

- Hasta que llegaron. La voz de cierto Draconequus retumbó en los cuatro paredes, llegando a los oídos de ambas princesas.

De pronto, una cantidad inconmensurable de un líquido negro, parecido al fango, bajó desde el techo, pasando por la pared, hasta llegar al piso, donde se acumuló, las dos no sabían exactamente que pensar de todo ello, más que el hecho de que daba asco.

De forma constante, aquel líquido se acumuló hasta cubrirlas totalmente, junto con su visión; instintivamente aguantaron la respiración y se buscaron la una a la otra, hasta tener contacto corporal, ni bien lograron encontrarse en la inmensa obscuridad que producía aquel líquido, el piso en sus cascos desapareció, haciéndolas flotar en aquella obscuridad líquida, en cualquier dirección a la que miraban, todo estaba completamente obscuro. Sus pulmones empezaban a pedir aire, por lo cual, su búsqueda por una salida se hizo más desesperada.

De pronto, ambas sintieron que una especie de gravedad las atraía hacia abajo, donde enfocaron su vista inmediatamente; en el fondo de aquel lugar, había un pequeño punto blanco, que empezaba a agrandarse conforme ellas bajaban por efecto de aquella curiosa gravedad. No había forma de saber cuán lejos estaba aquel punto o la velocidad a la que se acercaban a él; pero cualquier cosa sería mejor que aquel lugar de obscuridad.

El punto blanco se agrandaba más y más, hasta que finalmente, ambas hermanas se volvieron a ver la una a la otra, ahora se encontraban en una habitación de color blanco, el líquido se encontraba suspendido en el techo y cuando tocaron el piso de la habitación, pequeñas gotas del mismo, bajaron junto con ellas, pero sin estrellarse con el piso; en cambio, flotaron por el aire, incluso los residuos que se encontraban en el pelaje de ambas, comenzaron a desprenderse, realizando la misma acción.

- No saben cuan molesto es esperarlas. Debido a que la voz del señor del caos rebotaba en las paredes, ninguna de las dos hermanas supo ubicar el lugar donde se encontraba.

- A esto llamas una entrada sin complicaciones.

- Bueno, es el atajo, tienen que entender que entrar conscientemente a la mente de otro: no es precisamente un paseo por el parque.

Luna afirmó con la cabeza, aunque su método era más simple, el de Discord, unía las mentes hasta que ellos quisieran que el vínculo exista.

- Bueno hermanitas cascarrabias, olvidé donde nos quedamos la anterior vez.

- Creo que atraparon a tu amigo, su nombre era Swamp, creo.

- Ah sí, muy bien, entonces que siga la función.

La habitación comenzó a transformarse, el techo lleno de líquido empezaba a formar el techo y paredes rocosas de la cueva donde Discord moraba; varias gotas comenzaban a transformarse en piedras, árboles lejanos e incluso el cielo azul que se encontraba fuera de la cueva; lentamente, el ambiente era generado, siendo fácilmente apreciable para los sentidos: desde motas de polvo, hasta el olor de la madera quemada, el sueño se tornaba incluso más real que la burbuja de realidad.

Los haces de luz provenientes del exterior, tocaron el rostro del joven Discord, que se encontraba recostado en su cama, las pocas horas que había logrado conciliar el sueño no habían bastado para dejarlo con energías nuevas; sus ojeras eran más que evidentes, toda la noche había pensado en lo que había pasado con Swamp, en todos los escenarios posibles que pudo imaginar. Desde una noche tortuosa, hasta dejarlo encerrado en una celda de la montaña por el resto de sus días.

Lo más seguro era que haya compartido el mismo destino que la vieja poni que se había puesto a decir sus pensamientos más profundos; un gran deseo por saber lo que había en el libro de Smart Cookie se conjeturó al pensar en la razón de todo aquello, quizás ella lo había dejado escrito. Smart Cookie, tenía que averiguar mejor su historia y también de las otras cinco ponis presentes en la fundación de Equestria; desde luego que no buscaría un libro por cada biografía de cada una; si mal no recordaba, había un libro donde estaban sus vidas o al menos un breve resumen de ellas.

Sin embargo, ante tal empresa, él, de momento, se sentía agotado, con una flojera tan grande como la luna, joven Draconequus se levantó, olvidando de momento, todo lo que había pasado la noche anteriormente, Argos se encontraba en la puerta, como siempre protegiendo la entrada. No obstante, esta vez llevaba en sus extrañas manos, el libro que había comenzado a leer; sin embargo, este no era ese, tenía una tapa roja.

- ¿Qué estás leyendo Argos?

El guardián mostró el contenido del mismo, este libro trataba de una vieja leyenda, con varios dibujos hechos a casco, podía deducir que su antigüedad databa de hace más de cien años, debido a que no tenía escrito el autor, sino más bien, la marca de su casco, pues en aquellos tiempos, no cualquiera podía acceder a cierto tipo de información. Por lo cual, aquel debía ser un libro hecho para la realeza.

"Existen varias armas, mas ninguna iguala a los elementos de la armonía"

En la primera página, los había seis piedras dibujadas de forma detallada. La descripción continuaba en la siguiente página.

"Sin embargo, un poder tan grande no puede arrebatarse sin antes hacer un pago"

Una imagen de los elementos y un poni aparecían.

"El portador de los elementos, ha de ser aquel que posea los atributos análogos a la voluntad de los elementos, no se crea que son simples piedras o que las piedras tienen vida propia".

El mismo poni tenía un dibujo circular, dominando los elementos, que giraban en torno a él.

"Pero, que pequeña puede ser nuestra comprensión de la magia y que triste es no poder controlarla".

Los elementos empezaban a girar en un remolino que el poni no controlaba, parecía como si la magia contenida en ellos, realmente tuviese voluntad propia.

"Y sin embargo, que cruel puede ser el destino con los que no logran entender la simplicidad de los elementos"

El poni se convertía en piedra, un efecto peculiar, pues a los ojos de las princesas, era una especie de adelanto de lo que le pasaría a ese Draconequus joven.

"Poder, magia, energía sin límites aguarda dentro de los elementos, a quien no los busque y que sin embargo, los encuentra en sí mismo y en sus allegados, en quien pueda ser justo y honesto, en quien pueda ser lo suficientemente valiente como para ser amable; en quien sea leal hasta el final; el que combata la amargura, la tristeza y el odio con sonrisas y afecto; en quien vea la necesidad de los demás y no dude en prestarse en tal cruda empresa al ser generoso y por último, en quien pueda comprender y tratar todo este proceso con suficiente esmero como para poder ser quien represente la magia fuera de la magia, la magia contenida en este proceso tan complicado que solamente puede ser comprendido por alguien con el corazón puro de intereses vanos y falsos, en quien realmente busque el bien común, aun sin saber exactamente cuál es este".

El gráfico de varios ponis felices se mostraba, fundiéndose en uno solo, funcionando como partes de un todo.

El resto de las páginas habían sido rotas, dejando a las princesas con el deseo de saber más del contenido del libro.

Argos señaló las piedras y después señaló los objetos que había logrado recuperar; todos dentro de un vitral especial, donde cada uno tenía la medida justa e ingresaba de manera perfecta. Con un trozo de carbón escribió en un borde de la página la palabra "peligroso". Este acto fue comprendido con celeridad por el joven Draconequus.

- Descuida, es una leyenda de los ponis, esas cosas realmente no existen.

Celestia y Luna se sorprendieron, ¡en esos tiempos los ponis no conocían los elementos de la armonía! Era sumamente interesante, entonces.

- Entonces ¿qué los mantenía a salvo de los peligros? Pregunto de forma impetuosa la alicornio menor.

- ¿Acaso crees que un poni no puede encargarse de esos problemas con sus propios cascos? En esos tiempos, era el ejército el que se encargaba de mantener la seguridad en Equestria.

En ese caso, los pegasos eran los que mantenían todo bajo control, lo que era muy racional, ya que según la historia, esa era la naturaleza de los pegasos, que había dejado varios rastros pequeños de su existencia pasada en el presente.

- Ahora, me encantaría que dejen de interrumpir y vean la asombrosa vida de Discord. Un espectáculo de fuegos artificiales se inició a las espaldas el señor del caos, quien al no recibir nada por parte de las princesas, más que una mirada despectiva, se sentó en su trono y continuó la reconstrucción de sus recuerdos.

Aquella lectura había despertado del todo al adormilado Discord, ahora sentía esa sed de conocimiento que había despertado tiempo atrás.

- No vemos en dentro de unas horas Argos.

El guardián se limitó a asentir con la cabeza.

Un destello de luz llevó al Draconequus a la biblioteca de Star Swirl, donde aún no había señales de vida; bueno, considerando que había pasado un día y medio, no era mucho tiempo como para preocuparse por su viejo maestro.

El día empezaba de forma tranquila, en aquellas calles, todos amanecían con una sonrisa, saludándose entre vecinos y manteniendo la cordialidad tan propia de los unicornios, sin perder más tiempo, el Draconequus fue directamente a buscar los libros, primeramente buscaría el libro donde yacía la pequeña biografía de cada una de las ponis y después buscaría el de Smart Cookie, lo que importaba era que varias de sus dudas se aclararían, al menos así lo veía él.

- Haber, veamos, donde estaba…

En una repisa superior del ala derecha de la biblioteca, en el área de historia; un libro titulado: "breve historia de Equestria" un libro no muy extenso; sin embargo, para bastaba para averiguar lo que él quería averiguar.

Aquel libro, era muy conocido, incluso en el presente, no había poni que no tuviese el libro, sin embargo, había una gran diferencia: este era más pequeño que el otro. Lo cual, no fue un detalle importante para ninguna de las dos princesas, pues era su información era un resumen de toda la historia de Equestria, no entraba en detalles.

En las primeras páginas se encontraba el capítulo titulado La fundación de Equestria y debajo de este, luego de la descripción de las tres grandes naciones que existieron antes de la fundación de Equestria, se encontraba un subtítulo denominado breve biografía de los fundadores de Equestria.

"Comandante Hurricane: Nacida en Cloudsdale, fue la pegaso más destacada de la academia, incluso en el frente, llegó a rivalizar y superar al capitán Snow, el tiempo, junto con su carácter fuerte y rígido, así como una obstinación en sus ideas la llevó a comandar el ejército de Cloudsdale en más de una batalla, logrando una reputación intachable; fue además quien reclamó el gobierno de Cloudsdale al padre del capitán Snow, logrando cambiar la forma de gobierno en la ciudad de los pegasos, pues en lugar de dos cabezas, una militar y otra gubernamental, ahora ambos poderes recaían en el cargo superior del ejército".

"Canciller Pudinhead: El mayor de sus hermanos y según dicen, el más incomprensible de los ponis terrestres o el más obtuso, fue en su momento la representación de los ponis terrestres, pues supo emplear de forma astuta cada voto de sus conciudadanos para revocar el poder a Earth Hoof".

Durante el tiempo que estuvo al frente de los ponis terrestres, realizó cambios en la burocracia interna, la simplificó y llegado el momento, tuvo que tomar decisiones totalmente absurdas para sus congéneres.

"Princesa Platino: Hija del Rey Gold Mane, tuvo una formación distinta a cualquier princesa anterior, basado en economía, retórica, lógica y ética y moral; sin embargo, ello no impidió que varias características de su padre fuesen aprendidas e imitadas por ella.

En su momento, ella fue la mano derecha del rey, cumpliendo papeles de embajadora, así como juez en varios tribunales, dictaba, redactaba leyes, las cambiaba y hacía cumplía una variedad inmensa de papeles donde se requería, siempre tuvo un carácter algo frio, soberbio para algunos.

Pese a que sabía actuar en momentos de crisis, siempre llevaba consigo a su amiga y compañera Clover la sabia, de quien admitió haber aprendido a ser feliz".

"Clover la sabia: Unicornio nacida en Iron Mane, desde joven se interesó en la magia y pese a las dificultades existentes, logró hacerse con la protección de Star Swirl, quien la acogió como estudiante y como protegida; luego de más de diez años de estudio arduo, salió como una de las unicornios con más talento jamás conocida, así como una de las ponis más generosas y amables de Equestria según muchos ponis terrestres.

El rey Gold Mane notó sus habilidades y así como él tuvo a Star Swirl como mano derecha, la puso al lado de su hija, en sus tareas. No obstante, en ese tiempo, se pudo ver la influencia que Star Swirl, así como el pensamiento de muchos otros ponis, habían conformado parte del suyo, lo cual la llevó junto con el soldado Pansy y Smart Cookie a encontrar un nuevo tipo de magia y esta fue la que alejó a los windigos en la noche de los corazones cálidos".

"Soldado Pansy: Una pegaso sin precedentes, fue la única de su generación en haber sobrevivido a examen final de la academia después de haber fallado en las primeras dos etapas, ganando el reconocimiento del rayo, motivo suficiente para hacerse mano derecha de la comandante Hurricane, quien siempre la definió como una pegaso tímida, humilde graciosa y honesta; en otras palabras como un fracaso; sin embargo, nunca la mantuvo lejos de su lado.

Tenía la característica peculiar de ser enfermiza y al mismo tiempo de mostrar fortaleza en momentos de necesidad, sin embargo, nunca cazó a ninguna criatura ni hizo daño a un poni; cosa poco común en los pegasos, estas características, terminaron siendo la causa de su muerte; no obstante, en la noche de los corazones cálidos, fueron esenciales para mantener la magia que Clover la sabia había realizado y desde luego, permitió ganarse la simpatía de Smart Cookie y en especial de Clover la sabía, con quien no perdieron comunicación".

"Smart Cookie: La poni terrestre más inteligente de ese entonces, según el mismo canciller Pudinhead, vivió en Yeguatania hasta los diecisiete años de edad, siendo una autodidacta de temple fuerte pero comprensivo, entró fácilmente al consejo de los ponis terrestres y en poco tiempo ocupó el cargo de secretaria de la canciller, quien en más de una ocasión mantuvo un afecto especial hacia ella.

No obstante, siempre fue el polo opuesto de Pudinhead, usando siempre el sarcasmo para mostrar su oposición a las ideas de Pudinhead, no le costó mucho esfuerzo hacerse notar como una pensadora de los ponis terrestres, una de las pocas que objeto en contra de la formación de los ponis y la primera en afirmar que un gobernante se debe ganar el lugar a base de estudio, disciplina y comprensión de su gente; siendo este un argumento que muchos usaron para refutar la democracia existente entre los ponis terrestres y apostando por una aristocracia; un trágico accidente terminó con su vida cinco años después de haber fundado en Equestria.

Publicó un libro, donde yace su pensamiento y que sirvió como mecha para la anarquía, traicionando los principios con los cuales ella misma había fundado Equestria".

Después de haber leído todo aquello, tanto el joven Discord como las princesas, se hallaban en confusión. Smart Cookie ¿traicionar? Esas palabras no se llevaban, los cuentos de los ponis terrestres decían que Smart Cookie había sido una poni consecuente con sus palabras y leal a su manada.

- Discord, esos párrafos no existen en nuestros libros de historia.

- Es porque en la cuarta edición los omitieron y los reemplazaron por una descripción más amplia de la fundación de Equestria.

- ¿Estás diciendo que la historia fue cambiada?

- Sí, era mejor esconder muchas cosas para que todo cuadrara.

Las cosas empezaban a complicarse, sin embargo, las hermanas reales se calmaron, esperando poder encontrar más adelante la explicación de todo aquello.

Discord se sintió más atraído al libro, por lo que lo busco con gran ahínco, tenía que leerlo. Pero cuando lo encontró y sacó de la repisa escondida, un poni ingresó en la habitación. Al instante, se olvidó de que el libro ya estaba en una mesa para ser leído y se concentró en su imagen, la cual cambió de forma inmediata a la de un poni.

- ¿Quién eres tú? El que había ingresado era nadie más ni nadie menos que Black Feather.

- ¿Discord? Dijo con tono despectivo. – pensé que Star Swirl había viajado, me llamaron para revisar si no había un ladrón.

- Sí, si salió y me temo que me confundieron con uno, sin embargo, me encontraba realizando algunas instrucciones que me dejó antes de irse.

- Pues hazlo y no hagas que me llamen de nuevo o te arrepentirás. El pegaso buscó alrededor con sus ojos, como si supiese que había algo extraño en el lugar, hasta que divisó un libro en la mesa.

- Conozco ese libro. Con total decisión el pegaso caminó hasta encontrarse con el escrito.

Discord no supo reaccionar, solamente quedaba una posibilidad, que su mente conjeturó de forma rápida.

- Eee, sí, esa es una de las instrucciones que el señor Star Swirl me dio.

- ¿Qué tienes que hacer exactamente?

- Quemarlo.

- Pues ese viejo es muy sabio, este libro está vetado, debe quemarse inmediatamente. Acto seguido, el pegaso lo hecho a la pequeña hoguera que se encontraba a pocos metros, el papel se quemó casi de inmediato. Pero la cosa no terminó en ese instante.

- ¿Me crees estúpido?

- No, por qué lo dice.

- Porque lo leíste. Sin que el joven Discord se lo esperase, el pegaso lo tomó por sus patas, hasta llegar a su pecho.

- Debería llevarte a la montaña en este instante, ¿leíste el estúpido libro no es así?

- No, le juro que no se leer, en la mina no me sirve ni aquí.

- Enserio debes aprender a mentir. El casco del pegaso tomó estaba a punto de lanzarle un potente golpe, pero este tenía como blanco la pared.

- Ja, eso es más que seguro, ustedes son tan salvajes que no pueden aprender a leer. Continúa con tu trabajo y no me hagas llamar nuevamente o te arrepentirás de haber dejado la mina.

El futuro señor del caos se levantó de forma inmediatamente cuando el capitán de la guardia se fue. Tenía la esperanza de encontrar el libro intacto, pero no encontró nada que se pueda salvar, salvo por una pequeña página a medio quemar; en ella yacía lo un pequeño escrito que él no tardó en apagar con su magia, eliminando el oxígeno del lugar.

La página salvada de forma tan milagrosa, levitó con su magia hasta llegar a una mesa, el Draconequus no tardó en echarle los ojos encima y las princesas se abalanzaron por leerlo.

El olor de la página quemada se asociaba con lo que el Draconequus había leído en ese momento y recordaba hasta la última palabra de aquel pequeño poema que Smart Cookie había escrito.

Míranos a los ojos

Míranos de frente

Crees que somos otros

Acaso no puedo ser elocuente

Acaso no puedo sentir miedo

Acaso no puedo sentir dolor

Esta noche he terminado siendo

Aquello que me designaste al creerte superior

Esta noche me has matado, me has pisado

Me has esclavizado y más de mil veces me has matado

Será que tu gran vanidad hace que me desprecies

Será que somos realmente diferentes especies

Será que entre más te temo; más de mi desees

Lo que tengo en mi boca es el sabor del vinagre

Lo que queda en todos los lugares es mi sangre

Sangre de los míos, sangre de mis antepasados

El dolor de los eternamente atormentados

Es lo que debes temer, y este se volvió odio

El amanecer está cerca y su luz aún no dio

El resto del poema no se pudo leer, ya que la página se encontraba quemada, así como el libro completo; sin embargo, aquellas pocas palabras de Smart Cookie habían bastado para el joven Draconequus, despertando en él un sentimiento de esperanza.

- ¿Luz? Se preguntó el joven y vivaz Discord, mientras observaba una ventana que se encontraba en la parte superior de la biblioteca y permitía el paso de la luz, que ingresaba haciendo a cada rincón visible.

¿Era posible? Fue lo siguiente que el joven Draconequus pensó.


Hasta aquí por esta semana, en este punto, me costó entender que las que fundaron Equestria fueron todas chicas, pues eso hará un poco extraño la trama histórica que estoy desarrollando, pero sí leen una breve exposición de ideas respecto a Equestria que haré en el foro Cloudsdale, tendrán una mejor receptividad de ellas – como sugerencia claro –, aunque no tienen una participación esencial en el fic. Hasta el próximo capítulo.

PD. El título del tema que expondré se llama "Un poquito de Equestria: gustos y disgustos" y lo publicaré entre hoy y mañana.

Next Chapter: Adiós a Iron Mane…: parte 2 Estimated time remaining: 0 Minutes
Return to Story Description

Login

Facebook
Login with
Facebook:
FiMFetch