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Discord

by Filomental

Chapter 16: ¡Bienvenidos a Iron Mane!, parte 2

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Los personajes de MLP: FIM no me pertenecen.


Capítulo 16: ¡Bienvenidos a Iron Mane!, parte 2

Los sonidos típicos de un mercado repleto de una gran cantidad de ponis, se hicieron presentes en todo lugar, el joven Draconequus paseaba por la división de los ponis terrestres, había mil reliquias, baratijas, chucherías, algunos puestos de comida y por supuesto, muchos ponis se reunían en lugares estratégicos para la compra y venta de cualquier mercancía.

Pese a que eran las primeras horas del día, el lugar se encontraba en una actividad frenética, la mayoría de los ponis entre los visitantes del mercado, eran los trabajadores que habían salido dela fábrica.

- Vengan, vengan y prueben nuestro famoso jugo de frutas, nuestros suculentos pasteles de plátano…

- Todo lo que quiera, usado, nuevo, viejo, lo tenemos aquí, solamente diga un precio razonable.

- Adelante, compramos joyas, oro, todo lo que tenga valor, incluso el reloj del abuelo tiene un precio por el que estamos dispuestos a pagar.

Las ofertas ciertamente no faltaban; sin embargo, tanto Discord como Celestia podían observar la diferencia entre los puestos de comerciantes, todos los ponis terrestres subsistían con lo poco que lograban recolectar, la agricultura debía realizarse en gran medida para poder dar el dinero suficiente a los que la efectuaban, las baratijas eran, a la vista, el recurso más desesperado de los terrestres, pues por su aspecto muchos de ellos se encontraban flacos, débiles y con una expresión que a cualquiera podría llamar la atención.

Si los recuerdos anteriores fueron ciertamente un reto a todo lo escrito en piedra en los libros, este último los reducía a polvo. Celestia quería creer que nada de aquello era cierto, aún resfriada no podía evitar sentirse fortalecida por lo visto, en un momento quiso levantarse e ir al pueblo a mejorar la situación tan inverosímil; pero después recordó que era solamente una imagen.

Un grupo de pegasos se apareció, Discord pudo reconocerlos de inmediato, eran los mismos que habían golpeado a Star Swirl. ¿Qué estarían haciendo aquí? El líder de dicho grupo de soldados avanzó con toda seguridad y con una superioridad que se podía sentir, los ponis se mantenían mirando a otro lado, menos al grupo.

Mientras avanzaban, todos se hacían a un lado, no era aconsejable buscarse problemas con los soldados, ese era un imperativo que había sido impuesto de la forma más brutal.

- A un lado anciana, dijo el líder, empujando con fuerza a la vieja poni,que al impactar contra el piso tuvo que evitar emitir cualquier sonido, así como ver a su agresor.

- ¿Es que acaso todos los terrestres tienen que ser tan bestias?

Aquel tipo le recordó a Skygor, aquel dragón, la furia se dibujó en su rostro.

- ¿Qué haces? – interrumpió un susurro, un comerciante se había fijado en la expresión de uno de sus semejantes – no lo veas.

La advertencia llegó tarde, Black feather ya se había fijado en la expresión tan retadora del poni terrestre.

- Hey tú, ¿qué estás mirando? Discord bajó la mirada, lo que menos quería causar era problemas.

El pegaso, con su grupo por detrás se, acercó con pasos fuertes al insolente, sin perder contacto visual con él ni por un segundo.

El comerciante de repente se paró para hablar.

- Disculpe señor, es que este joven es mi ayudante, acaba de llegar del sur.

- ¿Del sur? Preguntaba el capitán de la guardia de pegasos de Iron Mane entretenido.

- Sí, soy del sur. Respondió tratando de imitar el acento.

- Tu ayudante es muy insolente, creo que necesitaré darte una lección a ti. Acto seguido, el capitán levantó una joya antigua que se encontraba entre los artículos del mercader.

- Señor, esa joya es muy valiosa, perderé mi casa si se la llev… Un golpe seco de uno de los cascos delanteros de Black Feather se presentó de lleno en el rostro del poni terrestre.

- No dije que hables, es culpa de tu ayudante, espero que le hagas reflexionar.

- Sí…

- Sí qué. Gritó el pegaso con una fuerza casi aplastante.

- Sí señor.

Con una sonrisa, el pegaso con armadura miraba al poni Discord, quien trató de contener su ira, no sería lo más inteligente hacer cualquier cosa, incluso si usaba su magia para hacer algo, solamente empeoraría la situación.

Cuando se alejaba lo suficiente, una cubeta de metal vacía se interpuso en su paso, al ver que no lo notó, uso su magia para hacer que este se moviera a un lado, cualquier provocación a su orgullo sería peligrosa.

Discord rápidamente se dirigió al mercader que se frotaba el área donde había recibido el golpe, con una mueca de dolor; lo vio directamente y con unos ojos vidriosos habló, antes siquiera de que el Draconequus lograra disculparse.

- Esa joya tenía que ser vendida hoy, no necesitaba la ganancia, pero iba a darle el dinero a unos potros que no tienen padres.

¿Acaso se refería a la pequeña pegaso y a su hermano adoptivo?

- ¿Cuáles?

- Son una pequeña pegaso y un poni terrestre, la pegaso fue rechazada de la academia de vuelo por ser huérfana y por no poder superar el nivel necesario para dar el examen final; el niño perdió a sus padres en una revuelta que hicieron los pegasos, por orden del rey platino. Lo único que genera algo de comida para esos dos, son las sonatas que la pegaso realiza para los unicornios con un viejo violín.

- Entiendo, lamento haberte hecho perder la joya, pero creo tener una por aquí.

De inmediato, Discord recordó lo fácil que era crear un rubí del tamaño de su zarpa, dentro de uno de los bolsillos de su harapiento traje, sin más busco con su boca dentro de uno de los bolsillos parecido a alforjas la joya y se lo dio al comerciante, quien observo de manera detallada, la piedra preciosa.

- Es verdadero. Gracias, por cierto ¿Cuál es tu nombre?

- Puedes llamarme Discord, trabajo en la biblioteca de Star Swirl.

- ¿Star Swirl? Eres afortunado muchacho, ese viejo unicornio es de los pocos que nos ven como algo más que… El comerciante se calló, era difícil, muy difícil admitir el estado de sus semejantes, de toda su especie. Sin embargo, la vieja a la que habían empujado se encontraba en el lugar escuchando atentamente la conversación y no dudó en completar la oración del comerciante.

- Esclavos.

De repente, algo se apoderó de la anciana, una fusión de furia, dolor, angustia, indignación y por su puesto rabia, poco más de unos segundos, su viejo cuerpo se vio imbuido de una energía de la que solo un joven es capaz de gozar, caminó hasta pararse sobre unas cajas de los embalajes de verduras, tiradas sobre la calle de tierra del mercado.

- Esclavos, eso somos para ellos, no somos sus iguales no somos lo suficientemente equinos para que logren vernos a la cara sin sentir asco, nosotros somos quienes mantienen a Equestria andando, no ellos.

- ¿Y qué recibimos a cambio? Nada, nos tratan como escoria y nos ven como tal.

Una muerte de un poni terrestre no importa, porque somos muchos, lo único que importa es que les llevemos la comida, que construyamos sus puentes casas y castillos.

El aglomerado de ponis terrestres iba en aumento, Luna al ver y oír el discurso de la anciana no pudo evitar sentirse conmovida por sus palabras; incluso el poni Discord se encontraba atento. Sin embargo, no duraría más tiempo, Black Feather junto a su pequeño grupo de guardia se acercaron a la escena, e inmediatamente dos de los pegasos tomaron por la fuerza a la anciana, quien pataleó, pero finalmente su cuerpo no pudo oponer resistencia alguna a los atacantes.

La simple presencia del pegaso fue suficiente para calmar los sentimientos de los presentes, entonces, aprovechando la situación, así como la atención del público se paró donde hace pocos instantes la vieja poni se había puesto a hablar.

- Ustedes no tienen ni nuestra fuerza de un pegaso, ni la magia de los unicornios, en Equestria no son más que parásitos. Lo único que pueden hacer es colaborar con su trabajo, entre más rápido lo acepten, más rápido dejarán de sentir dolor.

Sin más palabras, la cuadrilla entera se fue, llevando a anciana atada de los cascos.

- ¿A dónde se la llevan? Preguntó un preocupado Discord.

- Será enviada a la "montaña" una prisión que está en una montaña del frio norte de Equestria, es prácticamente invulnerable y está a cargo de los pegasos, ahí dentro están todos los ponis que se han opuesto al rey, también soldados condenados por la corte marcial.

Las imágenes llegadas a través del relato del comerciante, llegaron a la cabeza de la princesa de la noche, recordando el tiempo que había estado presa en la Luna, tenía una percepción más cercana a la prisión que cualquiera de los presentes. El pelo de su crin se erizo en las raíces, estar bajo un encierro era una de las cosas más horribles que había experimentado y ver que existía una prisión solamente por pedir lo justo, era simplemente inaceptable para su comprensión.

La anciana junto con la cuadrilla desaparecieron a los pocos segundos entre las nubes, para todos los ponis presentes en el lugar, todo lo visto fue borrado por arte de magia, en un lapso de tiempo realmente corto, todos hicieron como si no hubiesen visto nada.

El comportamiento de la población, tuvo tanto poder que incluso Discord empezó a caminar, sin siquiera despedirse del comerciante que lo había salvado de la cuadrilla; en aquel desconcertante momento incluso él, había imitado el comportamiento de los demás, hablar cosas indebidas y hacer lo que el rey no quería que hicieras era un error que debías evitar cometer a toda costa. Los pasos del joven Draconequus no tenía dirección fija, solamente pretendían alejarlo de todo lo ocurrido.

Alejarse, ciertamente fue algo que su mente no pudo lograr, aquellas imágenes se quedaron grabadas a fuego dentro de su raciocinio; sus pasos se detuvieron de repente; sin saberlo, lo habían dirigido a la biblioteca de Star Swirl. Al verla, no pudo evitar pensar nuevamente en lo ocurrido momentos atrás en el mercado; pese a ello, mantenía la idea de que si se ponía a estudiar y a pasar el resto del día enseñando a Argos a leer, se olvidaría de todo aquello.

Sin mediar más pensamientos dentro de su cabeza, Discord ingresó dentro de un callejón y usando el hechizo de transportación ingresó nuevamente en la biblioteca, su sorpresa fue mayúscula al ver la pizarra y toda la pared sobre la que se encontraba suspendidas; estás estaban completamente llenas de palabras con letras de todos los tamaños y con un cuidado tan peculiar que cada letra parecía estar literalmente dibujada por una mano de artista.

Argos – Discord –Guardián –Proteger – Ayudar – Cueva – Hogar – Fuego – Escudo – Espada – Amigo – Magia. Esas fueron muchas de las palabras escritas con tiza blanca, azul, roja e incluso negra.

El joven Discord por supuesto se recibió la imagen con la boca abierta, a falta de tizas, el guardián había utilizado trozos de carbón que había en la hoguera.

- Argos, te dije que solamente escribieras en la pizarra y borraras lo que ya escribiste.

El fornido ser se limitó a pararse y alzando otro pedazo de carbón, escribió sobre un papel usado, tirado en un costado, tardando un minuto en lograr escribir.

- No querer hablar dejar palabras no borrar.

Aquellas palabras fueron en cierta forma una respuesta a los problemas y cavilaciones que la mente de Discord tenía. Las palabras, lo que hacemos, absolutamente todo… es para justificar, para reconocer, para darle significado a la vida; ser callado, en cierta forma es aceptar la perdición de todo esto y en última instancia: la muerte.

Al estar callado, Argos no lograba ser entendido, no lograba ser conocido, su existencia, su vida no podía ser vista por otro; era más que seguro que jamás dejaría de escribir. Los pensamientos de Discord habían penetrado tan profundo dentro de él, que por unos breves segundos, todo su cuerpo parecía una estatua

- Me queda claro algo, tengo que enseñarte ortografía y redacción.

Argos como si entendiera las palabras de su protegido, asintió con la cabeza, el Draconequus sonrió de manera débil, no entendía muy bien a su extraño guardián; pero ello no evitaba que a veces imaginara una sonrisa en aquel inexpresivo rostro.

Mantener aquellas palaras en la pared sería una irresponsabilidad por parte del estudiante de magia, así que usando un hechizo de invisibilidad, cada uno de los trazos fue borrado a sus ojos, pero ya que era magia, Argos todavía podía observaros; haciendo de esta la mejor solución, al menos así lo creía Discord.

El resto del día, Discord, así como Argos se la pasaron leyendo, al principio, Argos apoyado en la pared leía una hoja por hora, reconociendo letra por letra y con el paso de las horas, su velocidad mejoraba. Discord en cambio mantenía su mente en dos cosas totalmente distintas; la primera era el libro de Black que tenía en sus garras y la segunda eran aquellas imágenes que habían regresado y continuaban de manera incesante.

Cada vez que se preguntaba el por qué, de todo aquello, surgía una respuesta diferente, igual de convincente que la anterior. Sin embargo, no lo dejaba en paz; por lo cual, mientras caminaba por la biblioteca vio por casualidad, un libro de tapa roja, al ver el título se sintió atraído por su contenido.

- Las diferencias, el lugar de cada poni en Equestria.

Toda la atención de Discord se centró en aquel delgado libro. El contenido explicaba, de una forma que hasta ahora él no había considerado, el orden de Equestria y hasta llegaba a explicar, de cierto modo, el trato que le tenían a los ponis terrestres.

"Equestria es más grande que todas las naciones ponis por separado, posee el orgullo y la tenacidad, así como la búsqueda constante de la excelencia de los pegasos; la nobleza, determinación y la constancia de los unicornios. Nunca antes se había visto que la magia de un mago y las habilidades de combate de un guerrero se combinaran en una nación, hasta aquella noche donde los líderes de las tres razas de ponis se juntaron en una cueva y terminaron uniéndose para vencer a un enemigo común.

El problema sin embargo, son los ponis terrestres. Pues al ser estos incapaces de entablar batalla con el enemigo como los pegasos o dominar el poder casi insuperable de la magia de los unicornios, no pueden hacer casi nada en comparación. Su inferioridad no los hace seres menos dignos, ese es un error que muchos cometen, su inferioridad es justamente lo que les da un deber para con los demás ponis de nuestra amada Equestria. Los ponis terrestres, poseen una capacidad abrumadora de trabajo y en esa cualidad está su deber, así como los pegasos tienen el deber de proteger a todos los ponis de Equestria, o los unicornios tienen el deber de levantar y poner el sol; el de los ponis de tierra es de trabajar por sus hermanos ponis.

Este deber, a pesar de todo, es muchas veces ignorado por varios ponis, pero para eso estamos sus hermanos pegasos y unicornios, debemos hacerles recuerdo de cuáles son sus obligaciones y deberes para con nuestra tierra y sus hermanos ponis. El trabajo es lo único que los ponis terrestres pueden ofrecer a Equestria, por lo cual siempre se pide a los pegasos que recuerden a los hermanos terrestres su deber en Equestria.

Así que si alguna vez, ve a un poni terrestre que trabaje en puentes, casas o edificaciones, que siempre, coseche y se encargue de traer la comida a su mesa, siéntase orgulloso de él, pues contribuye a Equestria y la hace un mejor lugar donde vivir. En cambio, uno que se niegue a trabajar, es una plaga que se alimenta de Equestria, indigno e infame; al no cumplir su deber con Equestria, solamente la daña al igual que una plaga daña las cosechas de tan maravillosa unión de hermanos."

Lo escrito en esas pocas páginas era tan claro, tan lógico que Discord se contentó con leer todo aquello, le calmó la mente y aquellas palabras se grababan en su memoria; claro, no podía ser de otra forma.

Sí los pegasos eran la fuerza y los unicornios la inteligencia, el único lugar para los ponis terrestres consistía en ayudarlos a perfeccionarse, encargándose de sus tareas y así darles mayor oportunidad para hacer mejor a Equestria, era un planteamiento tan simple que Discord se burló de su ingenuidad dentro de sí.

Aquel debate de ideas dentro de él cesó finalmente, por lo cual pudo ayudar a Argos con algunos problemas de sintaxis que tenía, que por cierto, eran horrorosos.

A comparación de la mañana, el resto del día pasó de forma rápida, por supuesto, Discord se había comido ya un libro de Black antes del anochecer y argos había logrado entender el significado de veinte páginas del libro de artefactos mágicos. No había duda, ahora llevaría el libro consigo, para así capturar de forma rápida y sin molestar a Discord, todos los artículos, había marcado con carbón en la esquina superior derecha de las imágenes o dibujos, todos los artículos que anteriormente había recuperado, por lo cual pudo inferir que le faltaba tres cuartas partes.

El atardecer ya empezaba a apreciarse por la ventana, tanto el guardián como el protegido se cansaron de encontrarse sentados leyendo, pese a que en el caso del guardián, su lectura fue demasiado difusa, pues habían palabras de las cuales no conocía significado alguno.

Con toda normalidad, Discord se dispuso a retirarse con un libro para la noche, titulaba "física avanzada" entendía muy bien que con algunos cálculos y paciencia, mucha paciencia, lograría invertir la gravedad, así como hacer que los objetos cambien de forma; teniendo en cuenta el considerable avance que había tenido, unos hechizos como aquellos no serían tan difíciles de hacer. Discord se levantó de su escritorio y con un chasquido, tanto él como Argos regresaron a la cueva.

- Impresionado ¿no? Es el hechizo de transposición, no es tan distinto del de transportación, pero, en fin. Que descanses Argos.

El guardián asintió mientras se sentaba en la entrada de la cueva, con el libro entre las manos, leería unos instantes más con la luz de la luna mientras hacía su acostumbrada guardia.

La noche empezaba a acelerarse, era necesario, no tenía nada de productivo ver al joven Discord roncando a pata suelta en la noche.

Celestia, así como su hermana veían una expresión distinta en el Draconequus, observaba las imágenes que conformaban sus recuerdos con cierta furia, esa era la manera más apropiada de decirlo, los ojos totalmente centrados en cada una de las imágenes, como si revivieran cada segundo, cada sensación.

Al percibir todo aquello, ambas princesas se sentían más convencidas de la veracidad de todo lo que les mostraba, a pesar de que dentro de ella, la princesa del sol, quería creer que era mentira, no soportaba observar de forma impotente, los sucesos que el Draconequus había presenciado de forma tan cruda; sin embargo, dentro de ella surgían muchas preguntas, preguntas que merecían tener una respuesta.

- ¿Qué pasó contigo, por qué no hiciste nada?

- Ese no era mi problema, dijo el señor del caos con una expresión de indiferencia.

- ¿Eras tan indolente que podías ver sufrir a los demás sin hacer nada? Preguntó nuevamente la princesa del sol, sin ocultar su enojo.

- Era bastante ingenuo – respondió Discord con cierta pena – quizás si Star Swirl o alguien me hubiese explicado cómo eran las cosas, yo hubiese actuado de forma distinta.

- No hace falta ser un genio para ver el bien y el mal, Discord, eso se puede intuir. Ahora Celestia hablaba con un tono de voz más calmado.

- Quizás porque quien lo hace vive viendo cosas buenas y malas, yo en cambio tuve pocas experiencias así – el Draconequus volteó para ver a la enferma – mira, no estoy aquí para hablar sobre mis preferencias de un lado o del otro, las cosas simplemente pasaron, depende de ustedes clasificarlo.

Nunca antes habían visto al señor del caos comportarse de esa forma, su intuición le decía que algo terrible debió haber sucedido para que Discord actuase así y para crear semejante anomalía de comportamiento en un ser tan "calmado" como lo era el señor del caos, seguramente era horrible.

Las imágenes serían desde ese momento, claves para comprender exactamente qué pasó, aun cuando Celestia deseaba ya no saber más, su mente la obligaba a seguir adelante. Con total atención, las hermanas se pusieron a ver detalladamente lo que prometía ser el aclarador de todas sus dudas; las cuales, curiosamente jamás se habían presentado de no ser por lo que habían visto.

El sol comenzaba a salir nuevamente, las primeras horas, Discord se la había pasado durmiendo, sin embargo, varios de sus sueños lo habían despertado durante toda la noche, dichos sueños siempre finalizaban en el momento en el cual la anciana desaparecía en las nubes o la mirada de aquellos niños totalmente desnutridos hasta tal punto que podía ver sus huesos sobre su pelaje, aquellos ojos, era una imagen que perseguiría a Discord hasta el final, de eso estaba seguro.

De forma sigilosa el Draconequus se levantó de la cama, fue a buscar algunas frutas o algo para comer; su sorpresa fue grande al ver un pescado sobre la mesa, estaba crudo y por lo visto había sido pescado recientemente, de inmediato, Argos entró en la cueva al sentir que su protegido había despertado; seguramente ya había encontrado el alimento que tenía reservado para él.

- Argos ¿Por qué trajiste un pescado a la cueva?

Argos como respuesta le mostró un libro al Draconequus, con cuidado, señaló un párrafo del mismo con uno de sus extraños dedos.

"La dieta de muchas águilas consiste en pescado y carne de mamíferos pequeños" Discord miró extrañado el libro de zoología, sin embargo, no habían argumentos que contradijeran lo que el guardián había pensado, de hecho era una buena idea si se olvidaba de que era algo que nunca había tenido el agrado de hacer.

Comer carne era el peor tabú para los ponis, ambas princesas tenían en claro que ningún poni, por muy desquiciado que llegase a estar, comería carne, eso no era natural; Discord por el contrario, al ser una extraña combinación de varios animales tenía una gran probabilidad de poder digerir carne, vegetales, frutas; en síntesis era un omnívoro.

Celestia sonrió al pensar que Discord tenía el estómago de un cerdo, pero la risa no duró por mucho tiempo; al ser poco común para las princesas ver a un animal comer carne, vieron atentamente a Discord acercar el pescado a su boca; dándole una mordida en el vientre, saboreó el alimento experimental.

- Está rico, muy rico.

La lengua bífida de Discord limpió sus labios después de haber comido el pescado crudo; Argos por su parte levantó su dedo pulgar en lo alto, en afirmación de lo ocurrido y señalando la pata de águila de Discord.

- No lo sé, tal vez se deba a eso, tal vez no.

El Draconequus desde luego, quería dirigirse cuanto antes a la biblioteca a ver si había más libros sobre la situación de Equestria, nuevamente, algo en su cabeza no cuadraba. Los datos estaban recogidos de primera mano, lo que los provocaba sin embargo: resultaba ser una mezcla que aún no lograba entender. Pero si existía una ruta para llegar a lo que se encontraba detrás de todo aquello, se encontraba en la biblioteca de Star Swirl.

- Bien Argos, hoy te enseñaré algo de redacción y el uso del diccionario, imagino que no entendiste muchas palabras del libro.

Argos se acercó, para desaparecer junto con su escudado, en un parpadeo, las princesas lograron ver nuevamente el interior de la biblioteca de Star Swirl, instintivamente Discord buscó los libros de magia avanzada y algunos libros de pensadores.

Irónicamente, existía una sección de libros que se encontraba algo escondida, entre dos estantes, su maestro le había pedido hace tiempo leer algunos de esos libros. Pero no le llamaban la atención como los libros de magia; ahora era todo lo contrario, un estante que no pasaba de los veinte centímetros de ancho, ubicado estratégicamente entre dos paredes, exactamente en el ángulo de noventa grados que formaban, camuflado entre los bordes de dos estantes de libros, era donde Star Swirl , mantenía libros prohibidos. No obstante, había una pequeña abertura formada por los estantes, que tenía el largometraje necesario para que el futuro señor del caos pudiese meter su garra de águila.

Mientras sacaba la lengua, trataba de saber exactamente qué libro tomar de aquel estante, como si tuviese ojos en su garra tomó el que tenía una textura de metal sobre madera. Al sacarlo fuera, se machucó uno de sus dedos con el borde de una de los estantes, el dolor hizo qu sacara de forma rápida su garra haciendo una mueca de dolor.

Entonces comprendió, el truco consistía en sacar el libro con magia o moviendo los estantes, cosa extremadamente difícil, así que sin dudarlo por más tiempo, un chasquido puso el libro frente a él.

"El fracaso de la noche de los corazones cálidos por Smart cookie"

El título ya de por sí era bastante fuerte para el joven Draconequus, ni hablar de las princesas, ambas se pusieron de pie, Celestia no notó que el resfriado ya había pasado; se acercaron al piso que por el momento cumplía la función de escritorio, acercaron la vista lo más que pudieron, notando el aspecto deteriorado del libro, de hecho, se encontraba con sus bordes quemados.

Al saber tan poco de la historia de Equestria y de su fundación, el Draconequus no supo exactamente a qué se refería el libro, pero tenía una vaga idea de la noche de los corazones cálidos, en alguna ocasión su maestro le había comentado algo de eso; sin embargo su poco interés en lecciones de historia de Equestria lo mantuvo al margen de ese aprendizaje.

Luna por supuesto esperaba ver el contenido de aquel libro y quería hacerlo ya, el ya crecido Draconequus era demasiado lento para calmar la curiosidad que sentía.

Para sorpresa de ambas, Discord dejó para después el libro, un chasquido sacó otro más interesante a sus ojos, su contenido sería de vital importancia a futuro y podía que incluso a partir de aquel instante.

"La verdadera magia negra, maldiciones, embrujos, pociones" por Star fall

Libros tan desconocidos no podían ser posibles a menos que pasasen dos cosas, la primera: los libros desaparecieron antes de que cualquiera de las princesas nacieran; segundo: Star Swirl ocultó la ubicación y existencia de dichos libros. Con cada nuevo detalle, los recuerdo de Discord cuestionaban de forma profunda todo lo que las princesas estaban seguras de conocer y eso ciertamente era una experiencia nunca antes sentida por ambas.

Las horas pasaron volando, nuevamente, Argos había decidido estudiar por su cuenta, lo que menos quería era interrumpir a su escoltado; aún si tardaba un día completo en entender los conceptos básicos de la sintaxis, lo haría por su cuenta. El joven Draconequus por otra parte se encontraba fascinado con los hechizos que se encontraban en el libro.

- "Resultaba que la magia negra era un título que se le daba a los hechizos que no encajaban en la moral de la academia de magia de Canterlot y por tanto no eran magia… buena" dijo Discord de repente, rompiendo el silencio que se había apoderado de él en las últimas horas.

- Creías que magia negra significaba magia proveniente de otro lugar que no sea la magia común.

- Sí, perdón por no ser una troll sabionda.

Celestia frunció el ceño, el odioso Discord había regresado.

- Ahora si me permiten, acto seguido, un vaso de leche chocolatada apareció en su garra, la bebió de forma paciente mientras las imágenes mostraban a su joven yo aprendiendo hechizos avanzados dentro del área llamada magia negra.

Una vez terminado el contenido del vaso, Discord se dispuso a tirarlo. Celestia sabía lo que pasaría si el vaso tocaba el piso, así que con su magia detuvo la atracción que la gravedad ejercía sobre dicho objeto. Discord, con una risita malévola observo el vaso. Este comenzaba a inflarse como un globo.

Luna dio unos pasos atrás, al igual que Celestia, ambas temían a la explosión, aun con la presencia del señor del caos en el lugar, este era capaz de hacer explotar uno de sus benditos vasos frente a él, el vaso llegó al punto máximo de ensanchamiento y simplemente exploto como cualquier globo. Eso sí cualquier globo tuviese una cantidad innumerable de confeti, bolitas de pintura y serpentina.

Luna con una serpentina sobre el hocico y con retazos de confeti en su hermosa melena trató de calmar sus ganas de agarrar a cascorrones al culpable.

- Enserio.

- Hey, te dije que lo mejor de estar enferma es que puedes quejarte, si no tienes nada de que quejarte, yo como buen amigo, te doy algo porque quejarte.

- Un plato de sopa y un millón de cosas que recoger, a veces no entiendo tu gusto por el caos.

- Y yo no entiendo tu obsesión con el orden, orden por aquí orden por allá, como si todo fuese a salir según tu plan ordenadito.

Mucho antes de que su hermana mayor viese la discusión de esos dos, era mejor olvidarse del desorden y ver las imágenes.

- ¿Y qué pasó con el primer libro?

- No lo leí, es que me quede todo el día leyendo el libro de magia negra y haciendo sus hechizos, que al final no tuve tiempo para leerlo.

- ¿Por qué no te lo llevaste?

- Buena pregunta, tu hermana podría aprender algo de tu interés por la historia.

Celestia con cierto sarcasmo miró a Discord, este por supuesto le devolvió la mirada.

Quién lo diría, los que antes eran enemigos, ahora se trataban como un par de niños peleando por un juguete; raro, pero cierto, aquellos momentos eran en cierta forma caóticos y organizados, impredecibles cuando Discord junto con Celestia pasaban tiempo y era algo que ninguno de los presentes pretendía contar a nadie por razones obvias.

Las imágenes detuvieron su acelerado avance, para mostrar la puerta de la biblioteca, se encontraba a punto de ser abierta por las llaves que la habían cerrado, al escuchar el sonido, Argos se transformó en su apariencia de peluche de cabra; Discord por su parte, con un chasquido hizo desaparecer todas las palabras que el gran aprendiz del lenguaje escrito había trazado en sus prácticas.

Para cuando Star Swirl ingresó en la biblioteca, Discord había transposicionado a su guardián a la cueva, pero no sin que este se llevase consigo el libro de redacción, sintaxis y lenguaje.

- Buenos días, por lo visto si estudiaste y además te tomaste tiempo para revisar el libro de magia negra. El viejo mago no sabía que pensar respecto a donde le había llevado la curiosidad de su estudiante.

No era muy común que algún unicornio dominase la magia negra, no era algo aprobado por la academia de magia, por lo tanto su aprendizaje estaba reservado a meros estudios de magia e investigaciones respecto a su poder.

Hubieron en el pasado muchos que trataron de aprender magia negra para tener un poder más grande que las espadas de los pegasos y la magia del consejo del rey; magos de gran talento y por supuesto la línea defensiva más poderosa de toda Equestria. Aquellos libros eran de los pocos que quedaban, la magia negra tenía la fama de corromper a sus practicantes, los vaciaba de toda bondad y los convertía en seres sedientos de poder.

A fin de cuentas, el viejo mago resolvió mirar a su aprendiz que parecía tener un sexto sentido para sus enseñanzas – sermones.

- No puedo creer que no te lo dijera antes; pero la magia negra es peligrosa para quien no sabe lo que quiere. Así que antes de que sigas adelante te preguntaré. ¿Qué es lo que quieres sacar de todos los conocimientos que te imparto?

La pregunta de Star Swirl tenía un tono totalmente profundo, la respuesta sería la que definiría si los estudios de su estudiante continuaban o se estancaban; la mirada del mago era de total seriedad, lo cual era una prueba de que nada de eso era broma.


Perdón por no haber publicado el capítulo la anterior semana - parece que el lunes se convirtió en el día de publicación de los capítulos de Discord - es que tuve que inscribirme en la U; los papeleos y la burocracia son de la cosas que más me agotan.

Espero que no puedan adivinar a dónde va todo esto, sin embargo, a los iluminados con un dote de intuición pueden tratar de adivinar… Pero ya enserio, espero comentarios, críticas y dudas que tengan respecto a algún tema del fic, estaré encantado de aclararlas.

¿Qué piensan de Iron Mane? Un bonito lugar para vivir ¿no es cierto?

Y ya que mencioné la palabra duda, me gustaría tocar un último punto, el fic de las páginas perdidas del diario de Star Swirl (no puedo creer que no se me ocurriera un nombre más corto) está dedicado a la misma trama de este fic; pero me temo que le he quitado algunos méritos y virtudes, por lo tanto, aclaro que desde este momento, será un punto de vista distinto de la trama de este fic. Obviamente dependerá de lo que pase en este fic. Pero ahora tiene un carácter que lo hace especial y este es el de mostrar la perspectiva desde la cual Star Swirl vivió los años en los cuales toma parte este fic.

No hago propaganda del otro fic (a pesar de que hablé mucho lo reconozco) sin embargo, si les gusta este fic, sería bueno que leyeran al otro y por cierto, denle algún comentario, el pobre se muere de hambre XD.

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