Discord
Chapter 12: ¿Reformarse?
Previous Chapter Next ChapterBueno, como les prometí aquí tienen la segunda entrega. Disfrútenla.
Capítulo 12: ¿Reformarse?
Fluttershy había cerrado ambos ojos con fuerza y se había tapado con sus manos ambos parpados para evitar ver lo que Discord haría con su amiga; pero al final, tomó fuerza para verlo, cuando quito todos esos impedimentos observo como la ciudad en ruinas, los escombros, las tinieblas y el tenebroso cielo empezaban a desaparecer, borrándose como las imágenes en esos programas de computadora, casi como un efecto de cine.
Sus amigas más asombradas que ella observaban todo ello desaparecer y ver como la nieve multicolor continuaba cayendo de forma lenta, el cielo azul comenzaba a reaparecer nuevamente y los copos se hacían más coloridos con la luz del sol. Entonces cada una se dio cuenta, que, para estar dentro de un bloque de hielo, su prisión era cálida.
Sunset había esperado su fin al escuchar el chasquido de Discord, pero en lugar de ello, todas las imágenes empezaban a desaparecer, y su interlocutor bajaba al suelo de madera del escenario cerca de ella, las enredaderas se deshacían cual papel en el fuego, las emociones de la adolescente se mantenían aun a flor de piel.
- Lo siento Sunset Shimmer, pero era nec… De inmediato, Sunset se abalanzó sobre Discord, haciéndole perder el equilibrio y mientras este se caía de espaldas junto con la pelifuego, se impresionaba de la brutal fuerza que poseía su atacante.
Unas bofetadas potentes fueron lanzadas, así como golpes al pecho del Draconequus. Después, en esa forma de desatar cada uno de los sentimientos que había contenido dentro, cuando Discord estaba comenzando a levantarse, Sunset se vio presa de todas ellas y sin pensarlo lo abrazó con todas sus fuerzas, acto totalmente incomprendido por todos los presentes, incluyendo claro a ella misma.
Discord sentía la calidez de sus brazos, el intenso latir de su corazón, entendía perfectamente que las emociones de la muchacha habían tenido un desborde tremendo y le encantaba haber causado un poco de caos. Pero no esperaba que fuera a abrazarlo, de hecho, esperaba que fuera a vapulearlo nuevamente.
En el tiempo que se encontraba prisionero de aquellos incómodos y fuertes, pero delicados brazos, se dedicó a oler el cabello de Sunset Shimmer, extrañamente la fragancia de su pelo era muy parecida a la de Celestia, como si le hubiese dado otra bofetada dejo de pensar en pequeñeces como esa moviendo la cabeza levemente.
Sunset después de tranquilizarse de toda aquella sobreacumulación de emociones, tomó conciencia de todo lo ocurrido encontrando la falta de toda posible de lógica; en primer lugar, el tipo al que estaba abrazando había tratado de acabar con ella o al menos eso parecía, segundo, no era exactamente de su tipo y tercero, era el señor del caos, enemigo de Equestria.
Cuando lo soltó y lo alejó, este se levantó de forma inmediata.
- Descuida, nadie debe saberlo.
- Gracias.
- Me refiero a todo lo que pasó, y por nadie me refiero a Twilight.
Mientras miraba en dirección a todos lados observaba la prisión de hielo dentro de la que se encontraban sus amigas.
- Libéralas ahora mismo.
Moviendo el dedo índice y con cierta seriedad, el Draconequus respondió de forma irrebatible a la petición de su interlocutora.
- No lo haré, quiero que esta conversación quede entre nosotros dos.
Sunset asentía levemente con la cabeza, era poco razonable todo lo que había pasado; pero debía tratar de encontrar alguna explicación.
- ¿Por qué hiciste todo aquello?
Discord de pie, comenzaba a alejarse para ver la base de la estatua, la ex villana se levantó también para ver el mismo objeto, leyendo el grabado que tenía en un cuadro:
- Draconequus, mitad poni mitad otros animales…
Más abajo existían muchos otros grabados que fueron hechos por varios de los combatientes de la revolución de las princesas.
- La justicia para ti es ver como tu reinado del caos ha finalizado y dado paso al orden y a la armonía -
- Tu castigo es permanecer todo el resto de tu vida presa de tu cuerpo y de tus acciones -
- La mejor memoria para los caídos son tus restos en piedra, siempre verás el amanecer y el anochecer de las princesas que aman a su pueblo y no lo tiranizan -
- Ni un señor del caos puede con el deseo de armonía y paz existente en los corazones de cada poni, una lección para los futuros malvados que quieran conquistar Equestria -
Cada uno de los dichos compartía un odio entre líneas hacía Discord, quien de pronto, miró lo que quedaba de la base que se había roto cuando se liberó.
- Como te iba a decir antes de que me golpearas y después te volvieras loc…
Notando la mirada avergonzada y el rubor en las mejillas de la pelifuego, el señor del caos prefirió no mencionar más la segunda parte e ir directo al grano.
- Bueno, era necesario, no podía no hacerlo.
El muchacho de piel gris tomaba aire mientras se preparaba para decir a la chica que tenía enfrente, la razón para todo aquel alboroto que había causado.
- Hoy en la mañana estuve hablando con Celestia.
Una expresión de impresión se dibujó en su rostro, llevando adelante unos pocos centímetros el tronco y cabeza, la ex alumna de Celestia cuestiono aquella afirmación.
- ¿Hablaste con Celestia?, ¿Desde cuándo?, ¿Cómo? Am… El dedo de Discord funcionó como un candado para los labios de Sunset Shimmer.
- Tranquila, responderé todas tus molestas preguntas, pero cálmate de acuerdo.
La pelifuego alcanzó a asentir con la cabeza.
- Bien, hace ya casi más de un año si no me equivoco, pude burlar la prisión en la cual Celestia y Luna me encerraron, pero no paso mucho hasta que la que ahora es la princesa Twilight junto con sus amigas me encerraran de nuevo.
- Y…
- Después de unos meses Celestia me subió a una carroza y me llevó a las afueras de Ponyville, una vez ahí les dio la tarea de reformarme al grupo de Twilight. En especial a Fluttershy.
- ¿A Fluttershy?
- Sí, no entiendo por qué se impresionan cuando lo digo.
- Y después qué pasó.
- Bueno, ella lo logró, creyó en mi cuando nadie más lo hizo… Entonces de forma melodramática, Discord sacó un pequeño pañuelo con la cutie mark de su amiga bordada en ella para sonarse la nariz.
- Después pasaron muchas otras cosas, pero básicamente eso es todo.
- y ¿Por qué estás aquí?
- Buena pregunta, esta mañana como te dije, estaba hablando con Celestia cuando me comentó algo sobre ti y sobre cómo llegaste hasta aquí.
El escuchar nuevamente el nombre de Celestia y del tipo menos esperado fue una razón para empezar a recordar el pasado que empezaba a dejar atrás.
- Y qué te dijo sobre mí.
- No lo sé, me dormí antes de saber muchas cosas.
Una mueca despectiva se hizo presente en la adolescente. Hecho que el Draconequus no ignoró.
- Me mantuve todo el día anterior ocupado y dormí muy poco, que esperabas que me quede despierto…
- Recuerdo unas pocas palabras, pero es tu turno de responderme a mí.
- Bueno, pues, como sabes yo escapé de Equestria hace bastante tiempo atrás, no hay día en que no lo recuerde.
Todo lo que había iniciado hace ya bastante tiempo se culminó aquel fatídico día…
***** Flashback *****
Varios rayos caían a lo lejos, el estruendo de los truenos cubría todo el castillo las gotas de agua acumuladas fluían por las ventanas. Pero entre los pasillos más recónditos del mismo una sombra se movía a toda velocidad, iluminada por la luz proveniente de los rayos, la crin roja y amarilla de Sunset Shimmer se movía de un lado a otro mientras esta galopaba, unas gotas de agua salían volando producto de la fuerza con la cual se movía virando, saltando, subiendo escaleras y parando de vez en cuando para ver en qué lugar se encontraba.
Finalmente, su carrera se vio recompensada al ver la puerta cuyo letrero decía "magia negra – no entrar" esperaba encontrar toda una guardia real a la cual eludir, pero sus expectativas se vieron frustradas por la ausencia de toda seguridad, en lugar de varios pegasos salidos de las mejores academias de Cloudsdale encontró a una bibliotecaria dormida.
En su afán por encontrar toda la información respecto a un espejo en el cual se vio a sí misma como alicornio buscó sin cuidado ni mucha paciencia el libro donde dicha información pudiese estar plasmada.
La bibliotecaria por supuesto fue despertada de su sueño por el ruido causado por los libros al caer con fuerza en el piso de piedra. Al ver a la alumna de Celestia revisar tan apasionadamente los libros de magia negra: salió a todo galope a buscarla.
Cuando finalmente halló lo que aquella visión significaba en el segundo volumen de la historia del castillo de Canterlot, su asombro fue colosal; pues, según lo que había escrito en él: ella podía ser una poderosa alicornio al tener un potencial tan grande y también existía un hechizo para poder convertirse en una alicornio, pero este solamente podía ser efectuado por otra alicornio.
No existía duda, ella merecía ser una alicornio, había probado tener el potencial incluso ya hasta podía poner y levantar el sol, había experimentado por su cuenta todo aquello sin olvidar que se encontraba todos los días en la biblioteca investigando, estudiando viendo Equestria desde el punto de vista de una princesa, lo único que le faltaba era el poder tenía en frente la posibilidad de completar el sueño que había tenido desde que era una potranca.
Investigando un poco más, al dar vuelta a la página encontró otra información y no pudo evitar leerlo en voz alta.
- El espejo de cristal… cada treinta lunas se abre un portal a… ¿otro mundo?
De pronto una voz muy familiar se presentó detrás de ella, dándole un susto…
- No es algo que deberías saber ahora, ¿no es así?
Cuando la joven unicornio se posicionó para enfrentar a su maestra y, hasta entonces, amiga; su furia explotó por saber los secretos que le había ocultado.
¡cómo te atreves a ocultarme ese tipo de magia! Sabes que estoy lista para esto, puedo ser grandiosa.
La ira era contagiada a Celestia que con un tono más autoritario que descarriado tomó la palabra.
-Podrías serlo. Creí ver compasión y sinceridad en ti. Pero no había más que ambición. Estás siendo egoísta, tienes que parar y pensar en lo que haces.
Las palabras de la princesa de nada sirvieron, la indignación de Sunset Shimmer iba en aumento, por lo cual aún más furibunda no cambió de parecer.
- ¿Soy egoísta? Ese libro de ahí dice que podría volverme tan poderosa como una princesa alicornio. Podría gobernar aquí. Tú eres la egoísta por no darme mi merecido lugar.
En su ataque de ira arrojó el libro que hace pocos instantes llevaba en los cascos, en dirección a su mentora, este fue bloqueado con un campo de fuerza de esta; que a su vez detenía al guardia que había sido contagiado por la indignación de ver a su princesa ser ofendida de ese modo.
- Merezco estar a tu lado y ser igual… quizá incluso tu superior… Conviérteme en una princesa.
La gota que derramo el vaso, los ojos de Celestia se fijaron en su alumna con una expresión de furia nunca antes vista por ella que en cierto modo, hicieron que dé un paso atrás dentro de sí, empezaba a reconsiderar las cosas.
- No, ser una princesa es algo que debes ganártelo… he tratado de enseñarte todo lo que necesitas saber, pero no lo has aprovechado… Cada vez que dices "merecer" obtener algo sin haber hecho ningún esfuerzo, me demuestras que no estás lista todavía.
Poco después, en una decisión tomada por las circunstancias la princesa fijó su imperativo final con respecto a su alumna.
- Sunset Shimmer, te retiro de tu posición como mi alumna. Como no podemos superar esto, tus estudios terminan aquí. Eres bienvenida de permanecer en Canterlot, pero ya no serás recibida en el castillo.
Sunset sintió una astilla profunda clavada en su corazón, las cosas empezaban a perder sentido de forma gradual, dentro de ella, la furia creció a tal magnitud que Celestia ya no era más ni su maestra ni su amiga, era un enemigo que pretendía quitarle aquello por lo que tanto se había esforzado de forma ciega, no sabía lo de convertirse en alicornio, pero durante cada tarde, mientras se quemaba los ojos leyendo libros de magia, cada una de las horas que se había desgastado practicando todo lo que estaba escrito en esos libros tenían por dentro la semilla de la esperanza.
Esperanza de que algún día, de alguna forma, ella podría ser algo parecido a una princesa, que finalmente sería necesitada, valorada… querida.
Todo eso se venía abajo y era inaceptable, por lo cual decidió no solamente ver a Celestia como una enemiga, sino cuestionar sus órdenes con sus propias ideas nacidas del desprecio de su esfuerzo pasado.
- Nunca podremos superar esto, porque no puedes ver lo grandiosa que merezco ser – Y finalmente, con una pequeña esperanza de ver a la mentora que había querido por tanto tiempo lanzó una pregunta - ¿Eso es todo lo que tienes que decirme?
La respuesta de Celestia no se hizo esperar, sin dubitar, sin vacilar, con un tono tan frio como el hielo y carente de sentimiento alguno Celestia le respondió
- No: los guardias te escoltarán a la salida.
Sunset sabía que no debía dejar ver al enemigo su dolor, estaba escrito en varios libros, así que ocultando el llanto que tenía dentro de sí lo camufló con una mirada llena de odio hacia todos y de la misma forma; su voz anunció.
- Este es el mayor error de toda tu vida.
Los guardias seguían de cerca a Sunset Shimmer, quien dentro de si veía como dejaba atrás lo que hasta ahora había sido su vida, sus esfuerzos… su sueño. Pero no, no permitiría que se lo arrebatasen de aquella forma, daría batalla, aunque eso significase su propia destrucción.
De forma salvaje ingresó por la puerta donde sabía que se encontraba el espejo, cuando los guardias fueron a detenerla una ráfaga de magia que parecía fuego salió de ella, noqueando a ambos sin mucha dificultad, no hubo tiempo para impresionarse por todo aquello, tenía muy poco tiempo y ya casi eran las doce, con un hechizo de teletransportación se fue a su habitación, para tomar unas pocas pertenencias depositadas en un cajón.
Al volver todo se mantenía igual, los guardias seguían en el piso y el espejo aún se mantenía en su lugar. Volteó para ver un reloj de arena automático, faltaba un minuto y medio, así que no debía perder tiempo, los guardias comenzaban a recuperar la conciencia abriendo levemente los ojos, a toda velocidad Sunset se dispuso a saltar por el espejo.
Faltando pocos centímetros para pasar por el portal, se detuvo en seco, por veinte segundos su mente recorrió todos los recuerdos, su infancia sin padres, su ingreso en la escuela de magia y por supuesto a Celestia, la única amiga que había tenido la certeza de tener, una lágrima se deslizo por su mejilla derecha, plasmando todo el dolor que venía sintiendo desde hace minutos atrás.
Una cantidad exorbitante de pensamientos llegaron a su vez, causando que la unicornio perdiera más tiempo, mientras se veía en el espejo nuevamente, veía a una criatura bípeda con alas, con piel roja y con un poder inconmensurable con fuego y magia de color azul verdosa recorriendo su cuerpo.
¿Acaso era ella? No había tiempo para más, los cascos de Celestia se escuchaban no muy lejos, su decisión fue tomada sintiendo el odio más intenso que había sentido y todo estaba dirigido hacia la que alguna vez fue su maestra, así que salto hacia el portal.
El viaje fue algo molesto y muy difícil de explicar, pero cuando finalmente salió del otro lado, debajo de una estatua, vio como había cambiado su cuerpo y la ausencia de magia de la cual se había percatado al leer aquel libro. Pese a que se sentía incompleta mantenía la compostura de forma impecable, tanto que hasta pudo tener la confianza de decir para sí misma y al mundo que tenía en frente.
- Vaya… vaya que devenir tan interesante.
****** Fin flashback ******
El relato que Sunset contaba lo hacía con muchos sentimientos que trataba de esconder, pero ciertamente, cada uno de ellos fue revivido durante la transcurso de este.
Con tristeza en los ojos Sunset observaba a Discord que mágicamente había mantenido la seriedad durante toda la duración del relato.
- Esperaba que me contaras algo que no sabía – mientras estiraba sus brazos y tronco, Discord pensaba en una mejor pregunta.
- ¿Por qué estás triste?
- Es que hasta ahora no la puedo perdonar por más que trate.
Incrédulo por la respuesta de cierto repudio hacia la poni más querida de toda Equestria, Discord contento quiso saber un poco más.
- ¿A qué se debe eso? Mientras una taza de chocolate caliente aparecía en el aire para ambos.
- Gracias.
Mientras le daba un sorbo a su bebida caliente, Sunset notaba en el piso de concreto nieve de color blanca combinada con la nieve de color que Discord hacía caer, formando una figura parecida a la de un poni con una crin de varios colores, casi como el de Celestia…
Un suspiro se hizo audible para el Draconequus mientras esta alejaba la taza de chocolate, Sunset se ponía cada vez más triste, a pesar del sabor tan agradable del chocolate.
- Hace much…
Discord la calló nuevamente poniendo el dedo índice en sus labios.
- Aguarda penurias, déjame hacértelo fácil.
Una especie de cable de color verde apareció en la mano de Discord, poco después para susto de la adolescente, el cable fue dirigido a la cabeza de la pelifuego, quien pudo sentir un piquete en la nuca.
- Auch, dolió.
- No importa, ahora podremos verlo en alta definición.
- ¿Qué?
- Tú solamente cuéntame.
- Muy bien.
Mientras Sunset recordaba, se asustó al ver como se creaba una imagen en el centro del escenario pero finalmente comprendió a que se refería con alta definición.
- Cuando era pequeña…
La imagen de una pequeña potra se apareció, era tan dulce, casi tanto como lo eran las otras pequeñas de las CMC, su melena era muy adorable, pero se encontraba totalmente sola en una nevada similar a la que Equestria acostumbraba en fechas cercanas a la noche de los corazones cálidos.
Varías lágrimas caían por sus ojos, estaba sentada en la nieve, y tenía una mancha roja en su pecho, al parecer había tenido un accidente, viendo más de cerca, incluso las amigas encerradas notaban con impresión aquella poni pequeña que se encontraba llorando.
Las paredes de sus prisiones individuales se habían fusionado, dejándolas con una prisión común.
- Déjame ver Pinkie Pie. Decía Raimbow Dash mientras apartaba el peinado rosa de su hiperactiva amiga.
- Y yo que creí que no te gustaban las escenas de melodrama. Incitó Applejack.
- No es eso, es solo que no, no me gustan.
- entonces te gustan.
- Mejor veamos quieres.
- Está bien.
Delante de la pequeña una piedra estaba semioculta bajo la nieve, se había tropezado de tal suerte que su pecho había ido a dar con la parte más afilada de la misma.
- Lloraba como siempre, lloraba hasta que me cansaba y entonces comprendía que nadie vendría, nadie trataría de consolarme, nadie me llevaría al médico, nadie vería si estaba bien o no, estaba sola. Como siempre.
Las palabras de Sunset Shimmer le recordaban tanto a sí mismo que Discord no pudo evitar poner más atención a su relato.
La potranca se levantaba mientras apreciaba que la herida eran varios puntos pequeños de los cuales habían salido pequeñas gotas de sangre, de todas formas iría al hospital más cercano, esa tarde bajo ninguna circunstancia debía perder el tren hacia Canterlot, pues esa noche sería la noche de los corazones cálidos.
Después de una atención rápida con desinfectante y una paleta por ser valiente, salió de una clínica ubicada no muy lejos del banco, al cual también ingresó, se le había acabado el dinero y tenía que gastar de sus reservas.
- Banco de Manehattan, ¿en qué puedo atenderla? Pregunto una poni terrestre con el pelaje de color celeste.
- Quisiera hacer un retiro por favor.
- Muy bien, me facilitas tu identificación por favor.
Era algo poco usual ver huérfanos en Manehattan, generalmente se encuentran en Ponyville o en pueblos aledaños donde los campos para jugar son enormes y donde la comida es más sabrosa y se puede conseguir con gran facilidad, Manehattan era un lugar más agitado y no era exactamente idóneo para que niños sin padres estén caminando solos.
Cuando revisó mejor la tarjeta de Sunset, esta decía huérfana y estaba habilitada con la cuenta que era tan sagrada para cada banco que hasta tenían la mística de administrarla rigurosamente y al mismo tiempo de brindar el mejor de los servicios posibles a los niños que no tuvieran padre y madre, pues esta cuenta era solamente para huérfanos y los acompañaba hasta que tuvieran los 21 años, hasta entonces recibían una suma de 1200 bits mensuales, distribuidos en ingresos de 300 por semana que se podían sacar, considerando que en alimentación y hospedaje recibían un descuento del 50 por ciento, les quedaba 900 bitts que eran más que razonables para satisfacer sus antojos.
- Vaya, eres una gran administradora, veo que tu cuenta tiene ahorros muy grandes, espero que sepas muy bien gastarlos.
- Lo sé.
- Y en que los vas a gastar.
- No tengo la menor idea, todo lo que necesito es comida y pagar la renta de mi departamento.
- Am, te doy un consejo, cuando tengas tu Cutie Mark no dudes en gastar la cantidad que sea necesaria para hacer lo que realmente te gusta hacer, aquello para lo que eres buena.
- Lo tendré en cuenta.
- ¿Cuánto deseas retirar?
- Cien bits.
- Muy bien toma, y no pierdas tu tarjeta de acuerdo.
- Gracias, feliz noche de los corazones cálidos.
- No hay de que, a ti también pequeña.
Listo, Sunset ya tenía la cantidad justa para ir a Canterlot y quedarse un par de noches para ver la actuación de la noche de los corazones cálidos.
Así que solamente decidió irse a su departamento, a dormir, al no tener amigos, eso era todo lo que hacía en las tardes, eso y las tareas que le enviaban, mientras subía por el ascensor de su edificio miraba las afueras de la ciudad donde generalmente salía a pasear y donde se había hecho esa herida.
Extrañamente todos los banqueros le aconsejaban irse a lugares que no fuesen ciudades, ahí la vida es menos agitada y los pequeños juegan hasta el anochecer, sin embargo, tenía miedo de dejar su ciudad natal, su madre había muerto dando a luz y nunca supo nada de su padre; pero vaya que le hacían falta. Se quedaba por que dentro de ella, sentía que estando en esa ciudad tenía al menos una conexión con ellos.
Sin muchos problemas se encaminó a su cama, mientras se metía en la misma observaba el libro de magia que había comprado meses atrás y que había dejado de leer por falta de interés.
Abriéndolo nuevamente vio un subtítulo interesante. "Levitación, el primer paso"
Luego sin más preámbulos leyó cada párrafo mientras el sueño se hacía cada vez más grande.
Habían pasado 4 horas desde que se acostó y ya eran las cuatro y cuarenta, con prisa se levantó, alisto sus alforjas y se fue galopando hasta la estación de trenes que quedaba a quince cuadras a lo lejos, llegando con un tiempo record de minutos, ingreso en el tren rojo con destino a Canterlot.
Dentro del tren, en su paso por el tramo nevado común en aquellas fechas, Sunset volvió a abrir el libro de magia que, curiosamente, había puesto en su alforja sin darse cuenta.
Al llegar finalmente, con una sonrisa se dirigió al palacio real, la función sería dentro de muchas horas, pero algo dentro de ella le decía que se dirigiese al palacio real.
Disfrutando del sonido de sus cascos en la piedra finamente tallada de las gradas en la entrada principal, Sunset veía todo el castillo con asombro, los pasillos, los jardines…
- Alto, alto, alto, alto, pausa. Discord pausó la escena de la cual todas estaban disfrutando.
- ¿Qué pasó?
- Mira por allá.
- Entrecerrando los ojos la pelifuego observó la una pequeña figura, parecía un cuerno y estaba esculpido.
- Ese pequeño… cuerno.
- Si, es mio, no crees que se ve adorable.
Todas, tanto las que estaban dentro de la prisión de hielo como la que estaba fuera rodaron los ojos.
- ¿Puedo seguir?
- Ja, mal agradecida, le doy una imagen en alta definición y así me lo agradece.
- Como decía. Argumentó la pelifuego con una sonrisa de satisfacción.
Continuando con la escena, los pasos que Sunset Shimmer daba eran de total libertad y por total libertad me refiero a que no sabía exactamente a donde se dirigía, pero se asombraba con el paisaje que nunca antes había visto de día.
Hasta que llegó a una torre on entrada exterior, había un letrero de madera.
- Hoy E.M.A.
Entonces detrás de ella una unicornio entrada en algunos años la empujó por los flancos con magia, Sunset no sabía que decir pero ella sí.
-Vamos jovencita, el examen está a punto de comenzar.
- Alto, yo no…
- Si terminas antes, antes podrás ir a reservar tu asiento para la función de esta noche.
Sin dejarle tiempo para hablar, la unicornio impulsó a Sunset gradas arriba de un solo tirón de magia, en el piso final se encontraba una fila de un solo unicornio.
- ¡El siguiente! Se escuchó desde dentro, nervioso, el unicornio de pelaje café ingreso.
Sunset desde el portón podía ver lo que hacían.
- Muy bien, joven, muéstrenos el hechizo en el que ha estado trabajando.
Entonces, mostrándose algo nervioso el unicornio empezó a emitir un brillo naranja de su cuerno, Sunset jamás había visto magia, salvo por las veces que iba a la noche de los corazones cálidos, y es que en Manehattan no existían muchos unicornios sino más bien habían más ponis terrestre, los cuales por supuesto no usaban magia. Por otro lado estaba el hecho de que ella no congeniaba mucho con otros ponis durante aquella época.
Sacándola rápidamente de sus recuerdos, el unicornio de pelaje café elevó una planta en el aire.
- Hechizo de constitución, muy difícil.
La planta empezó a cambiar, hasta transformarse en una flor demasiado hermosa como para ser natural. Pero al poco tiempo esta comenzó a perder su color a uno café y por último mientras agujeros se abrían en sus pétalos, estos se tornaban grises, hasta desaparecer. Sunset al ver todo aquel desarrollo tan inusual tuvo una impresión distinta a la de los jurados.
- Bueno, no hace falta saber que reprobó, tiene hasta el mes entrante para perfeccionarlo, hasta entonces disfrute la función de esta noche y no lo olvide tiene 30 días para realizarlo de forma adecuada. El tono despectivo del jurado que con seguridad era el más severo, fue suficiente para que el unicornio saliese con la cabeza en alto.
- Bien, creo que eso es todo… La voz de una yegua interrumpió al jurado.
- Falta una estudiante que llegó a última hora.
- Fascinante, una estudiante que se cree tan buena que pretende ser el broche de oro. Dijo el mismo jurado con cierto sarcasmo.
Cuando la pequeña poni fue empujada a pasar a salón donde daban el E.M.A (examen de magia avanzada). Ni bien ingresó en el salón, el jurado se quedó impresionado, nunca antes una unicornio tan joven había ingresado a dar un E.M.A.
- Bien, adelante, muéstrenos el hechizo que ha desarrollado.
- Emm, ¿qué?
Mientras el único jurado macho de los tres bajaba con su magia de color verde sus lentes, daba un pequeño suspiro.
- O sea el hechizo que mejor te sale.
- ammm, ok.
La pequeña unicornio jamás había hecho ningún hechizo antes, no sabía qué hacer, hasta que recordó aquella parte del libro que había leído.
-Muy bien, solo dice que debo concentrarme en el objeto, así que no debería ser muy difícil.
- ¿Está hablando con nosotros?
- No, solamente estoy hablando sola.
- Dese prisa, el tiempo para las pruebas es de máximo quince minutos y usted ya perdió la mitad.
Durante un minuto de intentos fallidos con quejidos callados por parte de la unicornio, el jurado se vio escéptico de la capacidad de la pequeña.
- Debo admitirlo, tienes mucha confianza al venir aquí de esa forma. Pero no es un buen día para hacernos perder el tiempo jovencita, si tiene algo que mostrarnos, que sea ahora.
De pronto, como si obedeciese la orden la magia de la unicornio hizo levitar el libro, una maceta cercana y los anteojos del jurado con un gran control. Dejando de lado la emoción de la pequeña que parecía ser la primera vez que hacía un hechizo; el corcel se mantuvo con una expresión seria, a la cual la pequeña no prestó ni la menor atención.
- Ejem…
El hechizo se detuvo, dejando caer los diferentes objetos, entre los cuales, la maceta al igual que los anteojos se rompieron al caer, la atención se centró en el jurado que había tomado voz por todo el grupo.
- No entiendo a qué juegas pequeña, pero los E.M.A. son para magia avanzada… La voz grave y despectiva del instructor fue interrumpida por las dulces y melodiosas palabras de la unicornio.
- Pero si yo apenas aprendí a hacer este hechizo hoy.
- Entonces nos hiciste perder el tiempo en vano – bajando la voz que había hecho asustar a la pequeña y llevándose un casco a la cabeza, el instructor trataba de relajarse, esa no era la forma de tratar a una potrilla – escucha, estos exámenes están hechos para los unicornios más avanzados, no para principiantes.
Una integrante del jurado, la más joven de crin algo alocada de color violeta se levantó siendo esta vez quien interrumpió al rígido instructor.
- Sin embargo, si en verdad es tu primera vez haciendo magia, tienes un gran talento, pero deberás aprender mucho antes de dar este examen nuevamente, pero quien sabe, tal vez nos volvamos a ver – al ver un resplandor en los ojos de la pequeña, la instructora le sonrió y mientras señalaba la salida – puedes retirarte, y por favor, no te olvides de practicar y aprender.
Con pequeños saltitos, Sunset Shimmer salía a toda prisa de la habitación, sintiéndose muy feliz…
- No puedo creer que haya tenido el atrevimiento de hacer tofo eso solo para mostrarnos un hechizo de levitación.
- Haber, ponte en la siguiente situación, si fuese una estudiante de magia elemental, ¿Cuánto le pondrías?
- 10 de 10 sin duda, pero este es un E.M.A. no un E.M.E.
- Llámame loca, pero creo que no tenía ni idea de que hacer aquí.
- Tú siempre tan optimista; pero quien sabe, como dijo nuestra colega, tal vez la veamos nuevamente algún día.
Mientras Sunset Shimmer se alejaba de la torre, sus pasos se hacían cada vez más seguros.
- No sabía expresarlo muy bien, pero hasta aquel día no tuve mi Cutie Mark, ni tenía idea de que era lo qué me hacía especial, qué función tenía realmente no sabía para que servía. Pero después de aquella tarde, supe muy bien lo que iba a hacer, la magia me había cautivado. Sunset relataba de forma tan tranquila aquel instante, que casi parecía revivir las emociones que había sentido en aquel instante.
De repente, los pasos de la pequeña unicornio se pararon en seco cuando pasó frente a una librería, su cabeza y su corazón de manera conjunta, como nunca antes lo había hecho le instaban a ingresar, una especie de luz invisible la guiaba a la puerta y sin darse cuenta, ya había ingresado a la misma, haciendo que las pequeñas campanillas sonaran y advirtiesen al vendedor de su presencia, corriendo a la sección de magia, abrió varios libros al mismo tiempo y por cortos instantes se sintió que verdaderamente era aquello lo que la hacía diferente, aquello para lo que estaba hecha…
- Aunque mi Cutie Mark no apareció en aquel instante, sabía que tenía que ver con la magia, así que aquel día, con el poco dinero que me quedaba decidí alquilar un cuarto en las afueras de Canterlot, en un suburbio cerca de la montaña, donde no había mucho ruido ni muchos vecinos. Sunset en medio de la nevada se paraba nuevamente, sonriendo mientras cruzaba los brazos.
La potranca aquella noche durmió tan plácidamente, que parecía no tener ningún sufrimiento, ningún dolor dentro de ella.
Su sueño en aquella apacible noche fue muy peculiar, se veía a sí misma, estando al lado de la princesa Celestia, levantando el sol; el día antes de la recogida de invierno para que los ponis pudiesen trabajar, recibiendo algunos presentes por haberlo hecho y también se veía a si misma ayudando con diferentes labores; también haciendo que llegue el ocaso, junto con Celestia para levantar la Luna.
Se levantó aún con una sonrisa, pese a que fue un sueño bastante loco, algo dentro de ella le decía que se podría hacer realidad, podría hacer realidad aquel sueño y sin dudarlo, salió de su nueva casa a recoger una gran parte del dinero que había acumulado para comprar una cantidad inmensa de libros que llevó consigo con el único hechizo que se sabía. Cosa que dejó impresionado a más de un unicornio y estudiante de magia avanzada que la veía en el camino.
***** insertando letra de Soundtrack *****
*Somos yo y mi sueño
De mi camino yo soy el único dueño
No hay nada más que me importe
Jamás aceptaré de mi un no podré al final
Porque… el esfuerzo no vale sin los sueños
Cada gota de sangre; sudor; lágrimas
Al final hacen...
Lo que soy…
Al final hacen...
Lo que soy…*
Sunset empezaba a tener una rutina muy estricta, que se forjaba día a día con sus prácticas y lecturas constantes, Discord observaba como las fechas en el calendario pasaban volando, meses y en última instancia observaba como pasaban las estaciones en un árbol lejano, cuando estaba cubierto de nieve, cuando se encontraba totalmente verde y vivo, cuando las hojas caían, de la misma forma, Sunset se hacía más grande, comía, hacía magia y dormía, esa era su rutina durante tres años en los cuales, su poder de la misma forma se incrementaba junto con la cantidad de hechizos que había aprendido, que, eran tan variados que hasta le costaba acordarse de todos.
*Y la verdad, desde aquel mágico momento
En el cual el suelo ya no es sedimento
En el cual nos sentimos libres y únicos
Ya no hay más momentos tristes ni lúdicos
Somos lo que hacemos de nosotros
Nadie: ni ellos ni esos otros
Harán de nuestros sueños logros
Habrá momentos de dolor y miedo
Pero en tu cueva eres el único fuego*
Sin embargo, cada vez se sentía más preparada y al mismo tiempo preocupada por no aprobar el dichoso examen, pero dejando de lado todo ello, una noche mientras se encontraba practicando los hechizos de más alto nivel sonreía, pues no era tanto aprobar el examen, sino que en tres años había logrado avanzar de manera tan aplastante y sin asistir a ninguna academia o escuela de magia.
*Somos yo y mi sueño
De mi camino yo soy el único dueño
No hay nada más que me importe
Jamás aceptaré de mi un no podré al final
Porque… el esfuerzo no vale sin los sueños
Cada gota de sangre; sudor; lágrimas
Al final hacen...
Lo que soy…
Al final hacen...
Lo que soy…
Mi su_eñoo…
Yo y mi sueño*
Sunset apagaba la radio que se encontraba emitiendo una música que por esos tres años la acompañó, había llegado el momento.
- Mañana es el día… Dijo mientras observaba el calendario y la fecha del día después con marcador rojo diciendo "gran día".
Sin más, Sunset se metió en la cama, tratando de dormir…
- Eso es algo interesante, no sabía que te gustaba el rap.
- Bueno no tanto, es de los pocos temas que me gustan.
Discord hacía aparecer otro vaso de chocolatada, mientras arrojaba el que había terminado, que al hacer contacto con el piso del escenario explotó. Pero mucho antes de ver la reacción de la muchacha habló.
-Perdón, es que lo puse en automático…
- Tienes que arreglarlo.
- Claro…claro, pero dime, que pasó después.
Volviendo a voltear para ver la imagen tan parecida a Celestia que se formaba en un rincón del anfiteatro totalmente derretida Sunset cabizbaja y con cierta melancolía en su voz respondió.
- Después llegó ella…
Espero que les haya gustado, a pesar de que esta pequeña visita de Discord no ha terminado todavía ya deben ir imaginando como saldrán las cosas y por cierto, supongo que ya se hace evidente y tedioso tener que ver si este fic tendrá Fluttercord o, como le llamen al Celestia x Discord. Así que no se ilusionen, puede ser cualquiera de los dos – aún no me decido jaja.
Bueno que tengan una feliz navidad, que reciban los regalos más preciados, cada uno tiene las razones precisas y verdaderas bajo su propio contexto, en fin, hasta el lunes.