Luz de luna.

Capítulo 13. Demonio interno.

Ángela despierta, lo primero que nota es el frio del aire nocturno recorrer su cuerpo, esta se levanta, con la cabeza muy adolorida, le dolía demasiado y no sabía por qué (aún no se ha recuperado del todo del poderoso golpe que le dio el unicornio encapuchado conocido como Serkins).

-¿Que… que es lo que paso?- dice Ángela muy confundida mientras se ponía de pie. Ella mira al frente y nota el incendio, ella queda petrificada, es entonces que le llegan barios recuerdos fugases, imágenes de como ella era la responsable de tal masacre y destrucción.

- ¡No! ¡No otra vez!- dice ella mientras inspecciona su cuerpo, estaba cubierto de sangre de los dragones que acecino brutalmente, es entonces que su agudo oído detecta que una serie de ponis estaban cerca del lugar, probablemente bomberos y oficiales que vienen a apagar el incendio.

Ángela se levanta y abre un portal frente a ella para escapar por este, al poco tiempo llegan los bomberos y demás ponis que se encargaron de contener y apagar el incendio.

Ángela aparecen en su cueva, esta se dirige a un viejo sofá y se tira en el suelo en donde se pone a llorar las siguientes horas.

-¡Yo no… quería lastimarlos, no quería que esa cosa saliera de mí, otra vez! - dice Ángela entre sus sollozos, y en eso recuerda.

Flashback.

Fue hace 6 años, era la noche de pesadilla (capitulo 4) cuando todo sucedió.

Igual que todos los años ella acompaño a su madre en la celebración de Ponyville, luego de horas de diversión y de pedir dulces, como cierre del evento había un recorrido de media noche por el bosque Everfree, Ángela le suplico a su madre por que la dejara ir sola, y logró convencerla, así ella entro al bosque junto a otro grupo de ponis, todo parecía ir bien, las historias y leyendas la intrigaban bastante, incluso se había arrepentido de que su madre no la acompaño, dado a que empezaba sentir bastante miedo.

Finalmente el recorrido había terminado y ya estaban de regreso cuando de repente sucede algo que nadie se esperaba, una lucha territorial entre un oso de gran tamaño, una manticora y una pequeña manada de lobos de la madera, los ponis estuvieron en medio de ese combate y se dispersaron por un momento, y todos corrieron despavoridos a la salida del bosque que estaba cerca, pero Ángela se quedó atrás, estaba paralizada del miedo, no sabía qué hacer.

La manticora derriba al oso y lo arroja con fuerza hacia donde se encontraba Ángela, esta fue aplastada por el oso, este último no había sufrido mucho daño e inmediatamente se levantó para seguir peleando.

Ángela se encontraba en el suelo gravemente herida (el que el oso la aplastara le había roto varios huesos) aterrada, y mirando desde el suelo el combate, es entonces que sucede, ese sentimiento de peligro, activo algo en ella para su supervivencia, es entonces que ella se transforma por primera vez en ese demonio.

Primero empezó a retorcerse en el suelo, un fuerte tronido se escucha, eran sus huesos que se estaban reacomodando, y luego se pone de pie, sus ojos empezaron a despedir un fuerte brillo dorado, sus venas se empiezan a marcar, sus alas se despluman, tomando la forma de alas de murciélago, esta toma una pose bípeda (en dos patas se ponía de pie), le brotaron gigantescas garras como cuchillas de los cascos delanteros, y su cola se convirtió en una larga cola con punta de flecha.

La criatura en la que se había convertido Ángela da un imponente y aterrador rugido, y arremete contra las bestias, acabando con ellas en solo segundos y no conforme con eso, les arranca las pieles, devora varios de sus órganos y esparce el resto de las entrañas por todo el suelo, cuando la criatura se aburrió de hacer lo que hacía, la transformación se revierte y Ángela recobra el sentido.

La potrilla estaba más que aterrada, no había palabras para describir lo que sentía en ese instante, ella mira su cuerpo y nota que estaba cubierto de sangre, que ni siquiera era de ella, en eso le llegan barias imágenes de lo que había pasado, cosa que la perturbo aún más, cuando ella se transformó, pese a no ser capaz de controlar sus acciones, de cierta forma era consiente, atrapada en su propio cuerpo, era testigo de la masacre que provocaba, y no podía hacer nada para controlarse.

Las imágenes no desaparecían de su cabeza, paso días teniendo sueños donde recreaba esa masacre, una y otra vez, por eso ella no podía dormir por barias semanas, cosa que Luna no entendía, ella quería contarle, pero no sabía cómo, y la cosa no paro en las pesadillas, en más de una ocasión podía sentir como se transformaba otra bes, aunque ella hacia todo lo posible por contener esas transformaciones, ella se despertaba a la mitad de la noche con un casco convertido en garra, o con colmillos en la boca, esto aterraba a Ángela, en su mente una preocupación no dejaba de pasar ¿qué pasaría si un día no logra contener la transformación? Si esto se salía de control era más que consiente que un día podría despertar con todos sus seres queridos acecinados por ella, es por eso que intentó suicidarse.

Luna nunca se percató de esto, pero Ángela intento suicidarse en más de una ocasión, primero se ato las alas con cinta para ser incapaz de abrirlas, y se tiro por el acantilado de Canterlot. Ella despertó un par de horas después sin ningún rasguño, no entendía cómo es que pudo salir ilesa de eso, la verdad es que cuando callo, ella se había roto varios huesos, quedo inconsciente, y despertó cuando su cuerpo había sanado del todo.

Su segundo intento fue cortarse las venas, cosa inútil, es aquí cuando ella descubre su habilidad de regeneración acelerada, no importaba cuánto daño se hiciera, en segundos sanaba.

Desesperada, decide envenenarse a sí misma tomándose todas las pastillas que el médico le había recetado, esperando morir por una sobredosis, el envenenamiento solo la noqueo por unos días, ella despierta y es entonces que decide mejor huir de Canterlot para no ser ningún riesgo para los demás ponis.

En estos tres meces que estuvo fuera de su hogar, lejos de su madre, se la paso deambulando en el bosque negro, y es entonces que conoce a un poni con su misma situación, su primer y verdadero amigo, el cual la saco de esa depresión que tanto envenenaba su alma, haciendo que ella se recuperase y recordara a su madre, dándose cuenta de todo lo que la extrañaba, e intentando convencerla de volver con su madre, y lo perdió gracias a unos ponis encapuchados que los atacaron y se llevaron a su amigo.

Fin del flashback.

-¡soy un monstruo!- decía Ángela entre lágrimas mientras se dirigía a un refrigerador donde guardaba varios de los frascos del veneno de la flor black Beauty.

-es hora de acecinar el monstruo en mi interior- dice Ángela mientras toma barias jeringas y la llena con el veneno y todas las introduce en su cuerpo una tras otra, se inyecta una y otra dosis seguida en su cuerpo, hasta que Ángela ya no puede más dado a los mareos que le provoca el veneno.

Ángela empieza a convulsionarse fuertemente, vomita litros y litros de sangre, el suelo donde e ella se encontraba se empieza a derretir, pero esto no la afecta a ella, en el sentido de que no se derrite.

Luego de varios minutos de convulsionarse, ella recobra el conocimiento y se levanta del suelo muy perpleja.

-¡pero qué es lo que soy! ¡el veneno que introduje era más que suficiente como para acecinar a todos los habitantes de Manehattan 3 veces!- dice Ángela atónita, es entonces que ella empieza a sentir mucho dolor en todo el cuerpo.

-¡AAh! ¡¿Qué me sucede?!- dice Ángela entre gemidos de dolor, empezó a sentir innumerables punzadas en todo el cuerpo, como si le estuvieran clavando cientos de agujas, el dolor aumenta, era indescriptible para ella, e iba en aumento.

De repente de la espalda de Ángela brota un largo tentáculo rojo, Ángela da un fuerte grito de pánico, y no se detenía hay, de repente en el resto del cuerpo le salieron más tentáculos que se enganchaban y se expandían por toda la cueva, cubriendo toda la cueva con cientos y cientos de tentáculos que iban cubriéndolo todo y expandiéndose en todos lados, saliendo de la cueva de Ángela y entrando al bosque, en donde comienzan a devorar todos los animales que los tentáculos tocan, derritiéndoles con el contacto, una gigantesca masa de carne se expandía por todo el bosque.

El asimilador estaba fuera de control.