Temores de un corazón

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-Celestia mi amor te vez hermosa –dijo Thorongil mientras caminaban por el campamento –nunca pensé que con armadura te vieras tan arrasadora –Celestia oculto su mirada avergonzada, a la vez que llegaban a la tienda central, al entrar se encontró con un pony unicornio de pelaje gris y crin azul

-su majestad –dijo este al inclinarse –reconozco mi falta

-Celestia, él es Saint road, uno de mis magistrados

-es un honor –dijo ella con dignidad, pero Thorongil lo miro desaprobado

-Saint road imagino que sabes por qué te mande llamar –este asintió –sabes que debes medirte con respecto a los ponys de Equestria, no debiste dejar que ese pony te provocara, por poco y creas un conflicto internacional

-me disculpo con usted mi rey y señor, mis acciones han sido la de un muchacho

-eso no te exime de haber casi matado a ese pony, esto pones nuestras relaciones e paz con Equestria en un estado de tambaleo –el pony solo bajo la cabeza, a la vez que le entregaba su espada a Thorongil

-adelante mi señor, que mi sangre redima mi error –pero el alicornio solo dejo la espada a un lado suyo – ¿mi señor?

-la falta no ha sido tan grave –le respondió con serenidad, a su lado Celestia permanecía estupefacta por tal acto –solo explícame lo que aconteció en aquel sitio –el pony miro a Celestia dudando –ella es una de las gobernantes de este reino, también tiene derecho de escuchar

-si mi señor –exclamo el pony –regresábamos al campamento dos compañeros y yo después de comprar algunos víveres en una tienda cercana cuando nos abordaron tres unicornios dos de ellos se presentaron como magos estatales de Equestria, el tercero como miembro dela realeza

-déjame adivinar –dijo Celestia –se presentó como el príncipe Bluebloom –Saint Road asintió afirmando –ese niño malcriado

-¿qué más paso?

-como había dicho antes, uno de ellos me desafío a un duelo mágico –continúo el pony con serenidad –yo lo acepte, y no negare que disfrute terminarlo rápido, apenas si pudo conmigo

-¿conoces el nombre del pony?–Saint Road asintió

-se llamaba Mirror star

-¿te refieres al gran maestro mago estatal Moirror Star? –Dijo incrédula la princesa Celestia a la vez que daba un paso hacia atrás –pero es imposible, él es uno de los magos más poderosos, muchos dicen que solo nosotras cuatro estamos por encima de el

-pues, literalmente trapío el piso con el –dijo Thorongil algo asustado –en verdad, lo volteo de cabeza, metió su cabeza en una cubeta de agua y trapeo todo el campo con su crin –Celestia miro al pony sin poder creer lo que escuchaba –puedes retiraste

-si señor –el pony hiso una reverencia y se encamino a la salida pasando a un lado de Celestia –mi señora, la razón de mi lucha, fue el hecho que consideraban impropia su unión con mi rey, juzgue a partir de ahí mis actos –salió de la tienda

-Celestia…. ¿estás bien? –pregunto Thorongil sacando una jarra de sidra de debajo de su mesa, y sirviéndole un vaso –ten, toma, calmara tus nervios

-aun no lo puedo creer, tiene que haber un error, es imposible que a Mirror lo vencieran tan fácilmente –dio un trago violento a su vaso, para quedar cabizbaja –Thorongil, la situación se está complicando

-por ello mismo te pedí venir –respondió suspirando –revise cada una de nuestras constituciones, y será muy difícil unificar los reinos, es posible hacerlo ¿pero bajo que estatutos? –Ella alzo la mirada entendiendo lo que decía –Celestia no quiero que continúes con esto, no lo hago por la dificultad, por mi dejaría que fuera la ley de Equestria la que nos gobernara

-¿entonces Thorongil? –dijo Celestia perdiéndose en la mirada de tristeza de su amado

-no quiero perderte, las pruebas se hacen atándote las alas y con un inhibidor de magia, estaría indefensa –dijo al mismo tiempo que tomaba sus pesuñas –no quiero perderte Celestia, no quero

-Thorongil no temas, por favor –Celestia le limpio las lágrimas que venía de sus ojos –estaré bien

-tu no entiendes, cada una de las 3 pruebas está diseñada casi para matar, nueve de cada diez que lo intentan no salen vivas de la primera prueba, no quiero que termines dentro de esta estadística –Celestia le sonrió al mismo tiempo que se levantaba y se volvía a sentar junto a el –lo que te haga Disir en estos tres meses no serán nada en comparación con las pruebas en si

-no tengas miedo –dijo Celestia con su dulce voz –yo estaré bien, solo una cosa, entiendo que esta prueba la toman las yeguas de tu guardia real ¿pero y los sementales?

-ellos toman al prueba de Odin

-¿y cómo es?

-básicamente es viajar al punto más remoto del reino, un sitio llamado Jötunheim, sin alas y sin magia deben cazar y traer el cuerpo de un fenrir

-¿y que es un fenrir?

-un enorme lobo, tan grande como una vaca, garras de acero negro, dientes tan afilados como estacas de hielo, ojos como brasas del infierno, piel tan resistente como el metal, un pelaje que raspa como lija, y completamente indiferente a la magia –Celestia trago saliva imaginando tal bestia, y todavía más cuando Thorongil destapo la piel de uno

-en este momento estoy reconsiderando el haber tomado al prueba –dijo ella tocando la piel con una mescla e temor y repugnancia –y dices que las tres pruebas de la valkirias es tan peligrosa que el ir y matar una bestia como esta –el asintió

-temo por tu vida mi amor –dijo con tristeza –no quiero verte intentar esa estupidez, y ver que pierdes la vida, no podría perdonarme, nunca –Celestia se levantó con tristeza, pero determinada, ayudo a Thorongil llevándolo a su cama improvisada, con delicadeza coloco su cabeza en su regazo

-ya mi amor, sabíamos que vendrías duras pruebas –dijo ella a la vez que jugaba con los cabellos de su amado, este solo la miro irónico –bueno, no como pensábamos que vendrían, pero juntos podremos con cualquier cosa

-te amo Celestia, con toda mi alma –ambos se besaron con pasión mientras este la arrastraba a la cama, las caricias llegaron a su punto culminante cuando ambos ya estaban acostados acariciándose por todo el cuerpo, lentamente Thorongil despojo a Celestia se su armadura, por desgracia….

-mi rey tenemos una situa….a…cion –dijo un guardia entrando y la instante cubriéndose la cara y virando al mirada –perdón mi señor, no sabía –Thorongil solo lo miro enojado, y Celestia con vergüenza cubriéndose con las sabanas

-espero que sea importante soldado

-Arvak y Alsvid han venido con Heimdall, solicitan audiencia

-eso es importante –contesto Thorongil levantándose de golpe –diles que lo atenderé en este instante –pero el guardia solo negó

-solicitan audiencia con usted y con la gobernante de esta tierra al mismo tiempo –Thorongil se quedó mirando a Celestia con preocupación –y parece impaciente

-ya vamos