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El robo del sol, (o hasta encontrar un mejor titulo)

by Avro 683 Lancaster

Chapter 26: Signo de armas

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Signo de armas


-y así es como se hace un pay de manzanas –exclamo la abuela Smith mientras sacaba el pastel del horno frente a una princesa Celestia que veía atenta –mi madre siempre me decía, que toda yegua debe saber que para llegar al corazón de tu semental, siempre inicia por el estómago

-en serio le agradezco el haberme enseñado –dijo Celestia tomando el postre con sus pesuñas y colocándolo en la mesa –y de nuevo me disculpo por lo de la semana pasada

-oh no te preocupes, a Applejack ya se le paso el coraje –habían pasado una semana desde que ponyville escucho casi pegado a su lado una vociferación tal que rivalizaba con la de las princesas –nunca pensé que Applejack pudiera gritar así

-eso lo saco de su mamá –contesto perdiéndose en los recuerdo –siempre ganaba en los concursos de gritos, sabe princesa, ahora que lo pienso, su hermana tiene algo de la personalidad de mi hija

-en verdad, a veces Luna es bastante gritona –las dos se rieron un poco –hablando de ellos, espero que Big Mac no esté muy enojado

-no creo que lo esté –exclamo la anciana pony –no fue su culpa que lo arrestaran apenas saliera del castillo –Celestia solo contesto guiñando un ojo con picardía –además solo fue una noche….

-por desgracia –dijo la princesa con decepción, la anciana estaba por decir algo más cuando Disir entro por la puerta –buenos días Disir, me alegra que estés aquí, desde hace días que no te veo

-acompáñame yegua –dijo la unicornio, y sin decir más se dio la vuelta saliendo de la casa, recorrieron todo el camino del pueblo que ya veía como habitual el ver a la princesa Celestia por ahí, finalmente llegaron al campamento, donde los dirigibles ya estaban apostados

-Disir puedo preguntarte algo

-dilo

-¿por qué regresaron sus dirigibles? Ya estaban bastante bien instalados en Canterlot, además no creo que dejaran solo a Thorongil –pregunto Celestia al ver la actividad que ahí imperaba

-de hecho no lo hicimos –le respondió señalando no muy lejos donde Celestia pudo apreciar a Thorongil practicando las espadas con uno de sus guardias –pero para eso no vinimos yegua –jalo a Celestia hacia una de las tiendas que había instaladas donde ardía una fragua –he regresado viejo cascarrabias

-pero miren nomas la dulce y gentil DIsir –le respondió un viejo pony terrestre mientras golpeaba un trozo de metal al rojo vivo sobe un yunque –imagino que quien te acompaña es la que recibía tu encargo –ella sintió dejando pasar a Celestia

-viejo, ella es Celestia, Celestia te presento a Avalon –el pony le extendió una pesuña saludando con serenidad a la princesa –él fue uno de mis maestros cuando tome la prueba de las valkirias, qué tiempos aquellos

-¿Cuáles? Porque tú eras una de las que menos esperanza tenías para pasar –dijo avergonzando al Disir –de hecho tuve que casi matarte dos veces para que aprobaras, y apenas ¿Quién diría que terminarías como la segunda al mando de la guardia?

-sí, fueron tiempos muy duros, bueno, ella planea tomar la prueba en dos y medio meses –dijo con serenidad, la instante el pony miro fijamente a la princesa –ella es la amante del rey,

-así, la pony que robo el corazón del rey –dijo sin prestar atención al reclamo de la princesa Celestia –supongo que esto le pertenece ahora –caso de entre las armaduras, una que era visiblemente más grande que las demás, para después Disir con rapidez se la puso a Celestia –debo decir que me quedo mejor de lo esperado ¿Cómo la siente señorita?

-me queda bien, pero es algo pesada –dijo Celestia levantando su pesuña con dificultad –no podría aligerarla

-si le pesa, entonces esta perfecta –dijo el viejo pony –esa armadura pesa un aproximado de 62 kilogramos, sin contar todavía con la espada, por supongo que para eso podemos esperar –para después sonreír –imagino que aún no le has dicho que enfrentara

-pero es mucho –dijo Celestia consternada –es imposible moverse con esto

-como armadura de batalla tienes razón, pero par la función que tengo para ella es perfecta –dijo poniéndole el casco en la cabeza y mirándola –a partir de hoy llevaras puesta esa armadura todo el tiempo, durante tu trabajo en la granja, en los entrenamientos, e incluso quiero que duermas con ella

-pero….

-no quiero oír ningún pero –dijo tajantemente, para después dirigirse al pony –por cierto ¿Por qué prefirieron venir aquí? El rey pensaba quedarse en la capital para terminar con los detalles del tratado con este reino

-¿no están enterados? –Las dos asintieron –tal parece que hubo un problema con un…. ¿cómo se llamaba? A si, hechicero estatal, o algo así –dijo el pony a la vez metía el metal en la fragua –parce que uno de ellos se jacto de su poder mágico y desafío a uno de los nuestros

-¿y que paso?

-ante o después de que casi lo mataran por insolente –respondió con calma –justo después de eso el rey ordeno que recogiéramos todo, y vinimos –dejo las cosas saliendo junto con las dos ponys –sinceramente me legro, ya cosa ya estaba muy tensa ahí, con tanto pony pretencioso, tarde o temprano nos iban a colmar el plato,

-¿y mi padre?

-se quedó a discutir asuntos diplomáticos con las gobernantes de estas tierras –respondió respirando el aire –en lo personal, él hubiera venido, este ambiente es como en nuestro, casi siento que nos salí de casa

-en ese caso, gracias viejo –dijo Disir retirándose junto con una Celestia que apenas si podía caminar –como en una semana te acostumbras, eso me recuerda que por hoy solo harás ejercicios básicos, así te acostumbras –Celestia sintió

-por cierto –dijo el pony saliendo de la tienda y portando una espada –te sugiero que le enseñes a usarla, te recuerdo que una de las pruebas es robarle un huevo a un Slifer –se hiso a uh lado dejando ver a Celestia la imagen de una enorme bestia roja y negra, un dragón tipo serpiente de enormes colmillos –espero que hayas vivido una hermosa vida

-no te preocupes, ella lo pasara, aunque tenga que arrastrarla yo misma –dijo con total naturalidad sin prestar atención a la princesa y al rey que entraba por la tienda, pero la verle esta se inclinó –su majestad

-Disir, me permitirás a Celestia el resto del día, quisiera hablar un poco con ella –Disir asintió y con delicadeza Thorongil tomo al Celestia guiándola fuera de la tienda

-parece que el rey la ama de verdad –dijo el viejo Avalon volviendo a su trabajo uan vez que ambos alicornios salieron de la tienda –no quiero pensar que pasara si no pasa la prueba

-te diré algo, pienso lo mismo –respondió Disir atenta –y Celestia me agrada mucho, por eso debo ser estricta, solo así podrá salir viva del desafío,

-todavía lo que te dije antes de que iniciaras la prueba –ella asintió afirmándolo

-Llegará volando el oscuro dragón, La siempre brillante, desde Nídafjöll; Llevará en sus plumas a los muertos de Nighögg. Allí se hundirá.

Next Chapter: temores de un corazón Estimated time remaining: 0 Minutes
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