Login

Pinkie Pie, Ben 10, Generador Rex Héroes Unidos!

by Mr.E's-pen

Chapter 5

Previous Chapter Next Chapter

Ben, como castigo, vas a escribir un reporte de la amistad y leerlo enfrente de todos

La Princesa guio a Ben hacia una pequeña sala en donde sólo había un escritorio con pluma, tinta y pergamino ya listo.

—Este... sé que está molesta Princesa Celestia, pero yo...

Celestia lo hizo callar con un gesto.

—Tranquilo Ben Tennyson Pie. Es verdad que al principio me molesté un poco, pues en serio que no me gusta la idea que exista un pedazo de tecnología que sea más poderoso que mi magia... pero en fin, cuando me lo pensé un poco mejor me di cuenta que estoy orgullosa de ti.

—¿Orgullosa de mí? — Preguntó Ben sin entender.

Ella asintió con amabilidad.

—Así es, le confiaste a una poni muy irresponsable uno de los aparatos más poderosos del universo; pero con el aparato también le estabas confiando tu vida. Me di cuenta que todo eso era porque tú creíste en la magia de la amistad; tú sabías que ella iría por ti y saldría victoriosa contra tu gran enemigo. Confiarle la vida a alguien es algo que sólo hacen los amigos, por eso estoy orgullosa.

Ben sonrió algo incómodo con la situación, entonces la Princesa le señaló el escritorio.

—Aun así me hiciste pasar muchas molestias Ben, no tiene ni idea del pánico que tu amigo Rex Salazar y Pinkie Pie causaron gracias a ti. Por eso, como castigo, vas a escribir un reporte de la amistad y leerlo en voz alta allá con todos. Eso es todo.

Dicho esto, dejó sólo a Ben, que se quedó mirando el pergamino y soltó un quejido.

—¡Ay, demonios!

Pasó una semana viviendo con tía Pinkie Pie y conocía de sobra los dichosos reportes. Kevin no lo dejaría en paz en semanas.

...

Todos se encontraban riendo y charlando tranquilamente cuando Ben regresó a la sala con un pergamino en la boca, y por lo visto se miraba algo molesto. La Princesa Celestia sonrió con amabilidad.

—Ah, llegaste Ben. Por favor léenos lo que escribiste.

Adelantando el mal paso, Ben comenzó:

Querida Princesa Celestia, de todos los tesoros, no hay uno mayor que los amigos que hacemos durante nuestra vida... sobre todo porque los verdaderos amigos son para siempre y siempre contarás con ellos sin importar qué. Muchas veces he estado en grave peligro, pero un buen amigo siempre ha estado a mi lado para ayudarme a salir adelante; y lo más sorprendente de todo es que incluso a aquellos que considerabas tus enemigos pueden convertirse en tus mejores amigos en el futuro, como mi mejor amigo Kevin.

En este punto tuvo que interrumpirse, porque tanto Kevin como Rex se estaban destornillando de la risa en el suelo. Gwen y las ponis los vieron de forma reprobatoria.

—Vas muy bien Ben, continúa por favor — dijo Celestia haciendo lo mejor posible para ignorar las risotadas de esos dos.

—¿En qué iba? Ah, sí, cada amigo es diferente y tiene habilidades que complementan las tuyas; así que, no importa qué tan grave sea el peligro o mala la situación, si tus amigos están a tu lado saldrás victorioso. Su amable visitante, Ben Tennyson.

—Ben, eso fue hermoso — felicitó Gwen conmovida por su primo.

Las ponis también sonrieron, aunque ya estaban acostumbradas a los reportes de la amistad. El único problema era que Kevin y Rex seguían riéndose de forma escándalos haciendo perder la paciencia a Celestia.

—Ya basta ustedes dos, ¿quieren hacer un reporte de la amistad también o qué?

Kevin se limpió una lágrima.

—Por favor... aun si me deja tarea, no la haría; yo hace tiempo que no estoy en la escuela.

—¿Cómo te atreves a hablarle así a la Princesa Celestia? Aunque no vivas aquí le debes respeto — le dijo Rainbow Dash volando hacia él.

Como respuesta Kevin colocó su casco sobre un pilar de piedra, convirtiéndose él mismo en piedra y miró a Rainbow Dash provocadoramente.

—Óyeme bien juguete de niñitas, si quieres pelea con mucho gusto de la daré.

Rainbow iba a decirle algo cuando un poderoso estruendo retumbó por todo Canterlot.

Vieron hacia la ventana para ver cientos de pequeñas naves aparecer de la nada rodeando por completo la ciudad. Ben, Kevin, Rex y Gwen soltaron un grito ahogado, pues eran las naves de Vylgax.

La más grande de la flota avanzó amenazadoramente y destruyó una gigantesca estatua que representaba a Celestia levantando el sol. Todos los ponis soltaron gritos de asombro, pues no entendían lo que estaba sucediendo. Entonces la voz del conquistador de mil mundos resonó por todo el lugar.

—¡Peste rosa! ¿Crees que puedes pasarte todo el día molestando al gran Vylgax sin consecuencias? Ya pasé unos irritantes minutos divirtiéndome a tu manera, es tiempo que nos divirtamos a la mía. Destruiré toda esta ciudad y a sus habitantes; para luego apoderarme de tu mundo... pero primero que todo voy a hacerte pedazos a ti y a Tennyson por esos momentos que pasaron poniendo a prueba mi paciencia. ¡LOS DESTRUIRÉ!

—Demonios, esto no es bueno — murmuró Rex.

Los robots descendieron sobre Canterlot disparando a cuanto poni vieran y capturando a los color rosa (por orden de Vylgax). Los guardias de Celestia, diligentes como siempre, salieron al rescate de sus pequeños ponis pero los superaban fuerza. Al final se hicieron dos operativos, uno para retener a los robots y otro para evacuar a los civiles.

Dentro del Palacio, todos veían con horror el caos que ocurría en los alrededores y que éste se hacía mayor cada instante.

—Creía que ya vencimos al cara de pulpo, ¿qué demonios pasó? — Preguntó Rex sintiéndose responsable. — También cómo nos encontró, se supone que sólo yo tenía el arma dimensional que hizo César.

—Las pistolas del Vacío son muy comunes en nuestro mundo — explicó Kevin. — Y quién sabe, tal vez Vylgax copió las coordenadas hacia acá en caso escapáramos.

—Pero no podemos quedarnos aquí sin hacer nada — dijo Twilight escandalizada. — Tenemos que hacer algo, todos...

—Efectivamente, todas síganme y les daré los Elementos de la Armonía — dijo Celestia firmemente. — Ben Tennyson Pie, tal vez sea un buen momento para que recuperes tu Ultimatrix.

Ben miró a Pinkie quien muy contenta estiró su casco para que Ben recuperara lo que era suyo, pero entonces la dejó así.

—No tía Pinkie Pie. Esta es tu batalla.

Pinkie se quedó confundida un rato pero luego sonrió enérgicamente.

—Comprendo querido sobrino. Es mi deber defender Equestria. ¿A quién me sugieres que use?

—Usa a Confusión, el poder ilimitado de esa cosa le hará pagar a Vylgax.

—Todos menos ese Ben Tennyson Pie — dijo Celestia con firmeza. — No me malinterpretes, confío en Pinkie Pie como en cualquiera de ustedes pero no puedo permitir que un pequeño poni maneje así como así el poder ilimitado del espíritu del caos y la desarmonía. Otro, Ben Tennyson.

Ben se quedó callado, cuando de pronto se volvió a Kevin y a Gwen.

—¡Lo tengo! Chicos, necesito que me den las llaves que le hicieron al Ultimatrix. Es nuestra última oportunidad.

Gwen parecía dudar

—Pero Ben, ¿qué ella no te dijo que...?

—Sólo hazlo — pidió Ben. — Confía en mí, ella podrá manejarlo junto con Serena y Belicus.

Kevin obedeció.

—Por mí está bien, quiero ver qué pasará — dijo sonriente sacando una llave que tenía colgando al cuello al igual que Gwen. La llave era verde como el Ultimatrix y hasta tenía el símbolo de éste.

Conectaron las llaves al reloj e inmediatamente apareció una nueva transformación.

—Tía, este se llama Alien X y es de la raza Celestial, los creadores del universo. Con él tienes control absoluto de todo, pero tienes que hacer que las tres personalidades se pongan de acuerdo. Belicus voz de la agresión, Serena voz del corazón y tú serás la voz de la razón.

—¿Cómo que Pinkie Pie la voz de la razón? — Preguntó escandalizada Rainbow Dash.

Pero era tarde, Pinkie asintió enérgicamente mientras Ben presionaba el botón. Un destello verde más tarde y el Alien X apareció ante ellos, sólo que en versión femenina con los ojos color rosa.

—¿Y nosotros qué hacemos? — Preguntó Kevin.

Ben le guiñó un ojo.

—Le ganaremos tiempo a mi tía. ¡Vamos!

Así, los tres plomeros junto con el prodigio de Providencia salieron a la acción junto con las cinco amigas ponis que de algo podrían servir contra la poderosa amenaza de Vylgax. Al final se unieron Celestia y Luna para el combate.

Afuera todo era destrucción, pero ya habían controlado la evacuación de los civiles así que tenían algo menos en qué pensar.

Gwen tomó su forma de Anodita (impresionando a Twilight de sobremanera) y voló contra los robots de Vylgax lanzando ataques de Maná obligándolos a retroceder. Rainbow Dash y Applejack recorrieron a las táctica que usaron en la nave, el de volar alrededor de los robots para que erraran disparos y usar el lazo para hacerlos caer entre sí. Fluttershy se quedó temblando en un rincón al igual que Rarity mientras que Rex parecía debatir consigo mismo. Twilight, Celestia y Luna usaban sus cuernos para atacar mientras que Kevin detruía todo lo que se movía, al final estaban ganando terreno.

—¿Hay algo que te preocupe, Rex Salazar? — Preguntó Celestia volando sobre él.

—Tal vez tenga una forma de deshacernos de una buena parte de las fuerzas de Vylgax, pero es muy arriesgado. Si lo hago, puede que pierda la memoria por una buena parte. La última vez olvidé la mayor parte de mi vida y tuve que recordar poco a poco y no quiero que eso pase de nuevo.

—Rex Salazar, si algo le sucede a tu mente, te prometo usar mis poderes para que recuperes todo lo que deseas recuperar — dijo Celestia. — Sólo te pido por favor, que ayudes a salvar a mi gente.

—Está bien — dijo Rex. — Lo haré... porque sé que es lo correcto.

El chico cerró sus ojos y se concentró todo lo que pudo. Un estallido de energía más tarde sobre el lugar en el que se encontraba Rex Salazar ahora se erguía un gigantesco robot que tenía en ambos hombros el cañón típico de Rex, en un brazo la espada que usaba mientras que en el otro una de sus manos mecanizadas; en las hombreras tenía las turbinas de su jet-pack y finalmente sus piernas se transformaron en las mecánicas.

La forma Omega de Rex miró hacia las naves de Vylgax y con su gigantesca espada comenzó a destrozarlas. Todos se quedaron congelados viendo aquello, e igual lo destructivo que podía llegar a ser esa forma de Rex.

—En serio que este chico es sorprendente — dijo Celestia. — Tengo que agradecérselo de algún modo cuando termine todo esto...

Vylgax vio todo aquello, pero no le importó. Todo lo que quería era hacer pedazos ahí mismo a la peste rosa y acabar con el maldito asunto de una buena vez.

...

Pinkie abrió los ojos en una especie de espacio negro infinito en donde sólo la acompañaban dos caras color verde, una de hombre y otra de mujer.

—¡Hola cómo están, me llamo Pinkie Pie! — Saludó ella.

—Hola Pinkie Pie — dijo la mujer. — No eres a quien esperábamos pero es un gusto volver a tener compañía en este sitio.

El hombre bufó pero no dijo nada.

—Verán, vine aquí porque Equestria está en peligro por culpa del malote de Vylgax y quería que me ayudaran a transformar todas sus armas destructivas en postres deliciosos, porque mi sobrino Ben me dijo que ustedes podían hacer de todo.

Ambos se miraron y simplemente dijeron:

—No.

—¿Y si se los pido por favor? — Preguntó Pinkie Pie.

—No.

—¿Y si se los pido por favor cien veces?

—No

—¿Y mil veces?

Belicus sacudió su cuerpo (¿o la cabeza) enérgicamente.

—Puedes pedírnoslo hasta un millón de veces, pero la respuesta seguirá siendo no a menos...

—Bien, un millón una — interrumpió Pinkie. — Por favor salvemos Equestria, por favor salvemos Equestria, por favor salvemos Equestria..

...

La forma Omega de Rex seguía destruyéndolo todo con gran poder, pero las naves de Vylgax simplemente eran demasiadas. Destrozaban sus máquinas una y otra vez, pero gracias a su capacidad para generar y controlar los nanites podía crear más y más, además que las perdía sin dolor alguno. El asunto iba para largo.

...

—Por favor salvemos Equestria, por favor salvemos Equestria, por favor salvemos Equestria, por favor salvemos Equestria...

—¡Ya basta por favor! — Pidió Serena.

—O eso no, no quiero trampas. Acordamos que debería de llegar a un millón una y sólo voy doscientos cincuenta y cinco mil veces, así que no paro hasta que llegue al millón uno. Por favor salvemos Equestria, por favor salvemos Equestria...

—¡Basta! — Rugió Belicus. — Está bien, haremos lo que digas pero déjanos tranquilos por el amor de todo lo que es bueno...

—¡Oki Doki Loki! Entonces quiero que transformen todas las armas destructivas del querido señor Vylgax en deliciosos pasteles. ¿Sí?

Serena y Belicus suspiraron.

—Aprobado.

...

Pinkie Alien X levantó su mano hacia delante y gritó con una voz que sonaba las tres a la vez:

—Transformar en deliciosos pasteles las naves de Vylgax, ¡aprobado!

Una onda de energía salió de la mano de Pinkie Alien X haciendo precisamente eso.

Rex en forma Evo se sacudió violentamente cuando la onda de energía chocó contra él mientras todos sus enemigos alrededor se transformaban en lo que parecía ser pastel. Por todos lados comenzó a llover pastel.

—¡Tía Pinkie Pie lo logró! — Dijo Ben.

—No me digas — dijo sarcásticamente Applejack atrapando un pastel con su casco y comenzando a comerlo.

Vylgax estaba en su nave nodriza cuando ésta fue atacada por el impacto. no entendía qué fue lo que pasó hasta que descubrió que estaba atrapado en lo que parecía ser un pastel de fresas tamaño familiar y cayó sin remedio.

Poco a poco los atónitos guardias regresaron a los civiles al ver lo que había ocurrido con el peligro; en serio que todo eso era extraño.

—Parece que Pinkie lo logró.

—Como dije antes, fue porque Ben confía en la magia de la amistad — dijo Celestia para deleite de Kevin, que volvió a desternillarse de risa.

Entonces el robot que era Rex avanzó hacia ellos y volvió a la normalidad.

—Rex, ¿estás bien? ¿No te pasó nada? — Preguntó Ben.

El chico sólo le guiñó un ojo.

—Parece que sé controlarlo un poco mejor... en fin, creo que molestarla con su magia no será necesario, Princesa.

—Gracias Rex — dijo ella. — Por ayudarnos tanto a salvar Equestria...

Entonces Pinkie Pie se acercó saltando alegremente.

—¡Ey! ¿Lo vieron? ¿Lo vieron? Fue increíble, todo se transformó en pastel.

Rarity notó que ella ya no tenía el Ultimatrix.

—Pinkie, cariño... ¿y el aparato de Ben?

Ella se lo pasó alegremente a su sobrino.

—Toma Ben, tus amigos Serena y Belicus mandan saludos y te mandan a decir que por favor recuperes pronto el Ultimatrix.

Ben estalló en carcajadas. De veras que se la harían pagar pero no era el momento necesario para pensar en ello.

Entonces, de entre los "escombros" de pastel, Vylgas salió lleno de crema batida y demás. Las ponis y los héroes se prepararon, pero él sacó una bandera blanca.

—Me rindo... esta peste rosa es demasiado para mí...

Gwen, Kevin, Rex y Ben se rieron alegremente, al final todo salió de maravilla.


Y bueno, ahora sólo quedará el capítulo final para darle un cierre a todo; y aunque es cierto que fue más la aventura de Pinkie Pie que la de Rex, al menos tuvo algo de participación. Creo que sólo me queda que todos regresen y claro, mi:

Chao; nos leemos!

Next Chapter: Chapter 6 Estimated time remaining: 0 Minutes
Return to Story Description

Login

Facebook
Login with
Facebook:
FiMFetch