Pinkie Pie, Ben 10, Generador Rex Héroes Unidos!
Chapter 6
Previous ChapterA mí me alegra que haya terminado, pero tomaré nota. No sé, ese extraño método de la tía de Tennyson puede ser la clave para derrotar a Van Kleiss
—¿Cómo está? — Preguntó Ben al ver a las Princesas salir de los calabozos.
Las dos se miraron preocupadas.
—Pues... no sé, cuando se lo lleven de vuelta a su mundo creo que será mejor buscarle ayuda profesional — opinó Luna. — El pobre padece de una paranoia severa y la sola mención de la palabra fiesta o ver el color rosa lo altera al punto de querer tirarse de la ventana más cercana.
—¡Báh! Hay ponis que no saben divertirse — se quejó Pinkie Pie haciendo un puchero.
Kevin no dijo nada ni tampoco Gwen. Era la primera vez que conocían a alguien capaz de hacer llorar a Vylgax; no se diga dejarlo en ese estado tan lamentable.
—A mí me alegra que se terminara todo — dijo Rex dejándose caer sobre un sofá. — Pero tomaré nota, no sé, este extraño método de la tía de Tennyson puede ser la clave de derrotar a Van Kleiss o poner en su lugar a Caballero Negro.
Se rieron. Fuera de las reparaciones que había que hacerle a Canterlot, nada más había que hacerse. Durante los pocos minutos que duró la extraña batalla los guardias habían hecho un estupendo trabajo protegiendo a los ponis; así que no hubo heridos. Y luego, el mayor trabajo que había que hacer era el de recoger las sobras de la gran cantidad de pastel que había por todo Canterlot, pero era lo único. Todo estaba bien, muy bien.
Entonces Twilight sacó a colación el siguiente tema:
—Y ya solucionado lo del tal Vylgax, ¿qué hay de ustedes? ¿Pueden regresar a su mundo fácilmente?
Rex como respuesta sacó el arma dimensional muy orgulloso y preparó el portal... que se cerró de inmediato.
—¿Qué pasa con esa cosa? — Preguntó Kevin. — ¿Tendremos que quedarnos en este mundo de caballos de colores para siempre?
—Pues tal vez te haga bien, Kevin — regañó Gwen. — Una larga estancia en este mundo tal vez sea lo que necesites para un cambio de actitud; pero estoy segura que puede solucionarse, ¿o no Rex?
El chico mostró la gran cantidad de jalea que estaba entre los circuitos.
—No tengo ni idea. Mi hermano César es el inteligente, no sé cómo reparara esta cosa.
Kevin la tomó y soltó un gruñido de frustración.
—Demonios, la gran cantidad de postres hizo estragos en esta cosa. Puedo repararla, pero no tengo los componentes que necesito en esta dimensión.
—¿Eso significa que se quedarán para siempre? — Saltó alegremente Pinkie Pie. — ¡Qué bien! Haré una fiesta bienvenidos a Ponyville y luego...
Ben le dio un amistoso golpecito.
—Por encantador que sea Ponyville, tía Pinkie Pie, no podemos quedarnos. Todos tenemos nuestras responsabilidades de vuelta en nuestros hogares. Kevin debe volver al taller, yo a la escuela y a salvar el mundo al igual que Gwen. Y no digamos Rex que debe detener a esos mutantes y la tal Providencia.
—Sí bueno, ¿pero qué podemos hacer entonces? — Preguntó un muy fastidiado Kevin.
Ben levantó el casco con el Ulimatrix.
—Pues ¡dúh! Uno de mis alienígenas tendrá la solución.
—¿Y tienes algo que pueda reparar maquinaria avanzada? — Preguntó Twilight acercándose fascinada al aparato.
Ben se encogió de hombros.
—Por lo menos tres. Jury Rig, Materia Gris, Cerebrón... pero yo más bien estaba pensando en una transformación capaz de doblar la esencia misma del tiempo-espacio.
La Princesa Celestia saltó a tiempo.
—Espera un momento Ben Tennyson Pie. Comprendo bien la situación pero pedí especialmente que no se use esa transformación en mi Reino, bajo ninguna circunstancia. Tú mismo dijiste que tienes varias especies alienígenas que construyen maquinaria, limítate a usar esas y hagas lo que hagas no uses la transformación de Discord. Es una orden.
Ben suspiró.
—Bien chicos, ya oyeron. El problema es que órdenes son órdenes.
Kevin y Rex soltaron una sonora carcajada. Gwen sólo sacudió la cabeza divertida.
—Yo no le veo la gracia — dijo Luna. — Cuando mi hermana dice algo lo dice en serio.
—Sí, al igual que los magistrados de los Plomeros o cualquier otra autoridad que quiere razonar con Ben. Órdenes son órdenes...
—Pero yo siempre he tenido muchos problemas con seguirlas — dijo Ben seleccionando su transformación antes que las Princesas, su tía o las amigas de su tía pudieran hacer algo para impedirlo.
Para horror de las ponis y confusión de las visitas, Ben se transformó en una especie de criatura hecha por lo visto de diferentes partes de animales. Cabeza de cabra, una zarpa de león, una garra de águila, un ala de pegaso y otra de murciélago con una larga cola de serpiente.
—¡Confusión! — Dijo muy emocionado Ben.
—¿Y esta cosa qué se supone que hace? — Preguntó Rex.
Ben chasqueó su garra de águila llenando la estancia de nubes color rosa que comenzaron a llover una especie de cosa naranja.
—¡Lluvia de Smoothie! — Anunció Confusión muy emocionado haciendo varias piruetas en el aire para finalmente encarar a sus amigos de su mundo. — Prácticamente tengo control absoluto de las leyes de la física; las cuales puedo romper cuando se me da la gana, ¡ja-ja! Este chico es genial, es tener todos los poderes del Alien X sin tener que lidiar con Serena o Belicus. ¿A que no les emociona tanto como a mí?
Gwen levantó una ceja.
—Wow... sólo... wow. Ben, ¿te das cuenta que ahora menos que nunca puedes darte el lujo de perder el reloj? ¡Si alguien como Vylgax o Agregor pone sus garras sobre esta transformación...
—Sí, sí... ya fue suficiente bla bla bla — dijo Confusión chasqueando la punta de su cola haciendo aparecer una puerta frente a ellos. — ¿No querían que los llevara a casa?
—Se te olvidó el amigo cara de pulpo — dijo Rex poniéndose en pie.
—¡Gracias por recordarme Robot-Boy! — Dijo Confusión apareciendo una puerta justo debajo de la alfombra y abriéndola sin más.
En cuanto la abrió, globos, serpentinas, confeti, más postres y música estridente llenaron el salón. Por último metió su zarpa de león en la puerta y sacó de ahí al sorprendido Vylgax, encadenado y restringido por la magia más poderosa que Celestia pudiera conjurar. Al principio se miraba muy confundido, pero luego gritó horrorizado y quiso huir.
Discord Ben le abrió la puerta con amabilidad dejándolo pasar en medio de gritos.
—En serio que le urge la ayuda de un profesional — dijo Kevin algo preocupado por el conquistador de mil mundos.
Dash simplemente no podía creerlo.
—Demonios, sabía que Pinkie era molesta pero jamás imaginé que pudiera destrozar así los nervios de alguien.
—Algo a tomar en cuenta la próxima vez que digamos que estamos muy ocupadas para ella — murmuró Applejack arreglándose su sombrero nerviosamente.
Las demás tragaron saliva y asintieron nerviosamente. Rayos, pobre alienígena...
Ben entonces volvió a la normalidad.
—Bien, creo que es hora de irnos — anunció.
Kevin dio un gruñido de alivio y se preparó junto con Gwen.
La Princesa Celestia miró con paciencia a Ben.
—Bueno Ben Tennyson Pie, creo que este es el adiós. Sólo te agradecería que no vuelvas a usar esa transformación en mi presencia. En serio, no sabes lo mucho que me altera ver a Discord caminando libremente por ahí.
Ben se rascó la cabeza algo avergonzado pero tuvo que sonreír.
—Lo siento Princesa, pero era sólo para el momento, ya sabe, devolvernos a nuestro mundo. Además así entramos directamente a nuestros hogares en lugar de pasar por el vacío.
—Todo eso está muy bien, ¿pero qué hay de Rex Salazar? — Preguntó Twilight acercándose.
—Tenemos tecnología de sobra en nuestro mundo — dijo Kevin. —Todo lo que tenemos que hacer es tomar las coordenadas del chip de su arma, que por suerte no salió dañado, y devolverlo a su hogar.
Twilight rápidamente miró a Kevin suplicante.
—¿Puedo quedarme con su equipo dañado entonces? Ya saben, me interesa mucho la ciencia y quiero aprender sobre su mundo. ¿Puedo por favor?
Kevin sonrió por lo bajo y le entregó a Twilight el arma luego de sacar lo que necesitaba. La unicorio morada miró muy emocionada a su maestra, quien más bien se encontraba dudosa pero al final sonrió.
—Muy bien Twilight Sparkle. Por suerte no es algo como el Ultimatrix.
Twilight saltó emocionada con su nueva adquisición y se lo mostró a sus amigas, que sonrieron ante ella. Pero entonces Pinkie se adelantó a Ben y lo miró con tristeza.
—¿Entonces volverás a irte, sobrino?
Ben la abrazó.
—Sí tía Pinkie Pie. Debo irme, mi universo me necesita. Pero descuida, estaré de vuelta contigo en menos de lo que te imaginas.
Pinkie lo abrazó realmente fuerte sacando todo el aire del pobre Ben.
—Te extrañaré Ben.
—Y yo a ti tía Pinkie Pie. Gracias por todo.
Los dos se quedaron un buen rato así mientras los demás cruzaban la puerta.
Dos universos salvados, Ben a salvo y un Vylgax al borde de un ataque de nervios severo. Todo iba bien, muy bien.
Damas y caballeros este es el final de la historia esta. Lamento mucho si me tardé demasiado en el cierre; pero no quería que me quedara demasiado flojo y bueno, luego me inspiré en otras cosas y ya conocen el resto. Y claro, al final me tuve que rendir y terminar como pudiera.
Y es porque quiero comenzar proyectos nuevos, o más bien secuelas, pero antes de hacer algo nuevo tenía que cerrar lo que ya había comenzado. Espero que hayan disfrutado el fin y sólo me queda decir:
Chao; nos leemos!