La voz del destino
Chapter 42
Previous Chapter Next ChapterCamino al destino
-¿te sorprende que ellos estén dispuesto a dar su vida por ti? – Xerneas sonrió –te lo aclarare primera sangre….ya todos saben que eres hijo de un dragón y una pony Pegaso,
-¡detente! –antes que Silver diera ese paso Amaterasu apareció usando su espada como un bastón – somos tu y yo los que tenemos que resolver algo
5 minutos antes
El Kirin Camino un poco más hasta llegar a la cama donde un Kirin exclama sus últimos alientos, con una flecha clavada en su ojo izquierdo, a su lado sentado en una silla estaba Itachi reconfortándolo – ¿Cómo está?
-mal, muy mal, no pueden sacar la flecha sin sacarle parte del cerebro – sin soltar la garra de Kirin –lo peor es que la herida se ha infectado, no sobrevivirá para ver el anochecer
-Itachi, he recibido algo del campamento de los demás, están marchándose, planean bordear al bosque hasta encontrar un punto seguro por donde cruzar y perderse –Exclamo –considero que deberíamos también emprender la retirada
-para que, ya no tengo oficiales, todos cayeron en esta maldita emboscada –expreso con total enojo, solo para ver a los demás heridos – todavía me pregunto por qué fue que vinimos
-al venir sabíamos a lo que nos arriesgábamos –respondió –pero hay algo más que me ha traído –el Kirin solo suspiro sabiendo a lo que se refería – así es Itach, y temo que concuerdo con muchos cuando digo que debemos de hacer
-¿y qué esperan que haga? – dijo
-Silver debe liderar al resto de las legiones –respondió – Itachi seamos honestos, Kusanagi ya no está, al igual que todos los demás, y muy pronto ya no tendrás a tu ultimo lugarteniente –el Kirin suspiro pesadamente
-tienes razón, odio decirlo, pero tienes razón –exclamo con resignación, mas repentinamente una fuerte sacudida les llamo la atención a la vez – ¿pero que fue eso?
-no lo sé –giro su cabeza a todos viendo a algunos Kirins ya levantados por el susto
-oye Satoshi, no viste Amaterasu en su cama cuando venias –el asintió –pues ya no está –los dos salieron de la carpa escuchando la conmoción, al llegar vieron a Amaterasu de pie a un lado de Silver que a duras penas la detenía de enfrentar al Ciervo negro-azulado que había frente a los dos
Presente
-Silver, déjame –dijo ella tratando de alzar su espada – y tu ciervo…
-te sugiero que descanses joven Kirin, que tus heridas aun no sanan –dijo Xerneas –que el asunto que me traído aquí no es contigo, sino con el que está a tu lado –Silver la sostuvo la ver que perdía el equilibrio –ahora acompáñame Kirin
-demasiado valiente al venir aquí ciervo –dijo Itachi, llamando la atención de todos –y pedir un duelo a un herido, permite que te aclame por tan honda demostración de valor – Xerneas solo hiso brillar su cuerno cubriendo a todos los presentes
-con eso será suficiente –todos los Kirin solo se miraron a sí mismos sin entender que había pasado –adelante Silver, sabes que ya no estas herido, he curado tus heridas y la de tu amiga –los dos se quitaron su vendas moviendo sus articulaciones
-bien –dijo Amaterasu antes de tomar su espada, pero fue detenida por Silver que con su garra sostuvo la hoja –Silver ¿Qué haces?
-él ha venido a resolver un asunto conmigo –dijo secamente – y yo estoy más que dispuesto a resolverlo de una vez –camino hasta quedar frente a Xerneas –pero no aquí, no ahora, ellos ya han sufrido por esta batalla, hay muchos que siguen llorando a sus compañeros caídos, combatir en este sitio solo los alterara mas
-sabio de tu parte –respondió – al amanecer volveré para llevarte al sitio donde pelearemos, sé que estarás listos –con ello se dio la media vuelta sin prestar atención a los Kirins, repentinamente su cornamenta brillo defendiéndolo de una flecha –energética pequeña Kirin –Amaterasu tenía ya su arco listo para lanzar otra flecha
-ya basta todos –dijo Itachi sosteniendo el arco y bajándolo – tanto Silver como usted tiene razón, este no es el momento ni lugar para lo que pretenden –apenas dijo eso Xerneas salió del campamento perdiéndose en la espesura del bosque –Silver acompáñame por favor – Los dos se separaron de la multitud encaminándose a una caverna al fondo del campamento sentándose ente las piedras
-bien Itachi, ya se lo que me vienes a decir –exclamo Silver – significa que este es el adiós, déjame despedir de Amaterasu y no volverán a verme – se levnato con cautela mirando a la entrada
-siéntate Silver –respondió Itachi –señalando la silla piedra de Silver – solo quiero entender tu actitud, puedo notar tu completa falta de entendimiento sobre los de tu propia raza, ahora deseo saber la razón
-¿Qué pretender saber con ello Itachi?
-comprenderte muchacho, porque ahora más que nunca necesito de ti, Primera sangre,
-si eso es lo que quiere, supongo que tienes derecho a saber, ya que me hospedaron con ustedes sin preguntar siquiera – suspiro pesadamente – efectivamente, mi padre era el dragón guardián del norte, Dreico, y mi madre una Pegaso de la guardia, Storm Rose,
-notable saber eso, pero algo me dice que no es todo
-de donde vengo, el amor que ambos se profesaban era mal visto, considerado como un insulto, no faltaron dragones que intentaran matarnos a mí y a mis padres, por desgracia mi mamá hacia mucho que tenía una enfermedad que termino con su vida a temprana edad, pero le había prometido que no dejaría que nadie sufriría si podía evitarlo, pero ahora me pregunto ¿si en verdad estoy cumpliendo?
-hablas de Amaterasu –Silver asintió – muchacho, con o sin tu presencia habríamos venido, y tal vez ella habría terminado junto con sus hermano y su padre, pero llegaste tu
-yo solo traigo desgracia a quienes confían en mí,
- mi historia no es muy diferente a la tuya, al igual que tu nací del amor que mi padre profesaba a mi madre, con la diferencia de que ambos eran Kirins –dijo eso ultimo con una leve risa, risa que al Silver le levanto un poco el ánimo –mi madre era la hija ilegítima de un señor de la guerra, Minako, y mi padre, gran y sublime emperador del imperio Kirin, Minamoto
-no le veo mucha similitudes, tú al menos fuiste amado
-en eso no te equivocas mucho, aunque mis padres se amaban, debido a la condición de mi madre no pudieron casarse,
asolo pudieron limitarse a verse en secreto mientras el desposaba de mala gana a la hija de un general suyo, de esa unión nació mi hermano menor Takeshi, heredero al trono por ser hijo legítimo, cuando mi padre murió, yo me decidí a buscar fortuna por mí mismo, y aquí estoy con los pocos que decidieron venir conmigo
-veo que después de todo, no viajo solo por el camino de la vida –dijo Silver – pero hay una razón por la que me dices todo esto
-razón has de tener, el mismo día que William, rey de Dragonia nos ordenó venir, un mensajero de imperio llego, mi hermano había muerto, y eso hace que sea el único heredero que queda, ahora entiendes lo que paso en estos días
-en parte llego a entender, pero mi maestro me enseñó a nunca estar seguro de nada
-significa que ese miserable humano de alguna manera también lo supo y nos envió a este sitio para morir, lo entendí todo cuando Satoshi me dio esto –y le extendió un pergamino, Silver lo reviso sosteniéndolo con sus garras –ellos tenían ordenes de matarnos a todos, envenenándonos, si ganábamos la batalla, y ahora…no tengo lugartenientes, y no somos suficientes para intentar algo
- dime Itachi ¿Qué es lo que me pides, que no me encamine al encuentro con ese Ciervo?
-Tú y yo sabemos que no tiene nada de ciervo, es más que eso, mucho más,
-tal parece que no fui el único que se dio cuenta
-no te pido que luches, solo te pido que sobrevivas –respondió levantándose –que sobrevivas y me ayudes a buscar la retribución por los que cayeron por culpa de ese miserable humano –Silver se levantó encaminados a la salida
-¿Por qué no simplemente no regresas y gobiernas?
-porque si regreso en la condición en la que estamos, el senado no me ratificara, habría guerra civil, y le pueblo padecería –respiro profundo – es lo que William desea, para así poder conquistar mis tierra sin resistencia, debo demostrar que merezco ese honor, y solo será así si demuestro que puedo proteger al pueblo
-no te puedo prometer nada Itachi, yo ahora paso por algo que no se describir
-….Silver, a veces los desafíos que enfrentamos no se resuelven con la espada o con la cabeza….
-no comprendo por qué me dices eso ultimo
-ya lo entenderás muchacho –dijo al ver que Silver salía de la cueva –ya lo entenderás
-¿vale la pena? –pregunto Aragorn contemplando desde una torre la ciudad, a su lado Faramir y Laststar hablando, pero Araron no les prestaba atención alguna – ¿valió la pena haber venido?
-yo pienso que si –respondió Faramir – si no hubiéramos tomado el camino por el bosque…lo único que encontraríamos serían ruinas humeantes
-ahora está a salvo, pero aún quedan muchas que no tuvieron la misma suerte –exclamo Laststar – aun me sigo preguntando ¿Cómo avanzo tan rápido? En solo días venció a dos reinos
-ofensiva relámpago, simplemente aprovecho la oportunidad, y el número de sus tropas de tal modo que avanzo casi sin resistencia alguna
-en resumen, buena coordinación y cantidad numérica
-peor cometió dos errores fatales –dijo con indiferencia – errores que podemos aprovechar, si sabemos cómo hacerlo
-no te entiendo Aragorn ¿de cuáles errores estás hablando? –pero no respondió, solo alzo la mirada al mar, profunda y concentrada – ¿Aragorn?
-déjalo Laststar, cuando esta meditando no hay nada que lo saque –ambos mantuvieron silencio ante la inexpresiva concentración del Alicornio, sorprendidos por una ligera sonrisa que se dibujó en sus labios
-Laststar –exclamo repentinamente sorprendiendo a los dos corceles – ¿a qué hora es la reunión con los demás comandantes de ejercito?
-antes del anochecer en el salón de reuniones del ala oeste,
-significando que tengo tiempo para afinar los detalles –volvió su mirada a la calle principal – ve por mí a habitación media hora antes
-si señor
-y…–repentinamente se acercó a la barandal –seguido por los otros dos – parece que los rezagados por fin llegaron
-en ese caso, tengo que organizarlos, con su permiso majestad –dijo dando una reverencia
-y Laststar –bufo sin mirarlo –sabes bien que no me gusta que me llamen de ese modo, no soy un príncipe, solo soy un Alicornio que no sabe cómo termino en esta situación
-lamento decirle esto mi señor –expreso con respeto – pero usted es el príncipe heredero de Lauren, es mi deber tratarlo con el respeto que se merece – se apartó de Aragorn encaminándose a la salida de la torre –por cierto muchos soldado me pidieron darles las gracias a la princesa por salvarlos durante la batalla, espero que estas gracias lleguen a ella a través de usted
-por qué no lo hacen ellos mismos – los dos se le quedaron viendo a Faramir –…entiendo… – sin más Laststar se marchó dejándolos solos –parece que Celestia está haciendo grandes avances – pero no recibió contestación, dándose la vuelta se dio cuenta que Araron ya estaba en la torre –genial, me volvió a dejar hablando solo, bueno, mejor voy a buscar a Xerneas, tal vez quiera jugar una partida de cartas
Aragorn bajo volando desde la torre hasta el patio de entrenamiento, aterrizando delante del puerta principal para ingresar por ella, en el camino se topó con algunos soldados que el mostraron sus respetos, pero sin poder dejar de temblar y susurrar detrás suyo, finalmente llego delante de una puerta abriéndola.