La voz del destino
Chapter 41
Previous Chapter Next ChapterViejas y nuevas heridas
El amanecer iniciaba su rutina de siempre, pero mal ciudad no, ya que un gran desfile de soldados paseaba por las calles escuchando los clamores de victoria
Por la calle principal las tropas caminaban pisando los pétalos de rosas que la gente aventaba, las yeguas suspiraban cuando uno de los soldados las miraba de reojo
Potrillos corrían hacia sus padre que aun portando sus armaduras los abrazaban con euforia, a la vez que sus esposas los consolaban,
Al frente de tal demostración marchaba Laststar orgulloso, pero a la vez triste, viendo como detrás de la multitud cuatro ponys con capucha corrían escondiéndose entre los callejones
-Aragorn, no crees que hubiera sido mejor –exclamo Candace – que estuvieras ahí, tú fuiste quien planeo la victoria, tu mereces los elogios
-déjasela a Laststar –respondió – este pueblo necesita festejar, ya sintieron miedo por la batalla, nuestra presencia solo los alteraría más
-pero pensé que ya estarían enterados de nosotros –exclamo Candace – tal vez ellos esperan que salgas,
-créeme Candace, no lo esperan, para ellos será un alivio en sus vidas que nosotros hayamos muerto en la batalla – contesto Aragorn a lo que Faramir afirmo con un movimiento de su cabeza
-eso me recuerda, y Xerneas, no lo he visto desde la batalla – expreso Faramir mirando a todos lados
-no lo sé, dijo algo de ver un asunto importante con alguien –contesto –la verdad no le entendí, –por ahora debemos concentrarnos en terminar esto rápido para poder irnos cuanto antes
-¿porque la prisa Aragorn? – Candace se le quedo viendo Con un gesto de confusión – deberías aprovechar el momento para que ellos vean que no somos…bueno…monstruos,
-demostrémosle que no tiene que temernos por algo que paso hace ya mucho tiempo, que solos las piedras tienen derecho a juzgarnos –Faramir suspiro al ver que Aragorn no respondía – vamos, no podría ser tan malo, tal vez finalmente ya no tengamos que escondernos todo el tiempo
-ya basta los dos –dijo Aragorn deteniendo la conversación sin decir más solo siguió su camino hacia el palacio de la ciudad, pero Celestia se mantenía cayada – dime Celestia que te pasa, por lo general me estaría preguntando un sinfín de cosas
-es que….dime porque no quiere que te quite esa cicatriz – expreso acariciándole el rostro cerca del ojo izquierdo, que aunque curado mantenía una cicatriz roja que atravesaba su ojo – ¿es para hacer que me sienta culpable por no haberte escuchado?
-no lo es –exclamo –es para saber siempre lo que estoy dispuesto a hacer por ti –y con ello le dio aún fugas beso en la mejilla – Celestia yo te amo como no te imaginas, no permitiría que alguien te hiciera daño, sobre todo esos Kirins que casi nos matan
-es que….ese Kirin, sentí como si ya lo conociera, él decía la verdad cuando me dijo que no me lastimaría, no sé qué pensar –cabizbaja continuo su camino sin prestar atención al desfile que lentamente se terminaba mientras los soldados con júbilo entraban en el palacio fortaleza, cuando la última legión entraba con orgullo
-ya llegamos – Aragorn junto con los demás caminaron por la calle principal ya vacía, siendo los últimos en entra, sigilosamente, Laststar los esperaba la pie de una escalera acompañado por otros dos ponys, un terrestre y un unicornio que apenas vieron a los Alicornios ellos se situaron detrás de Laststar – gracias por esperarnos Laststar –exclamo a la vez que los cuatro se quitaban las capuchas,
-así que los rumores son ciertos –dijo uno de ellos aun detrás del soldado – se multiplican como las ratas –Aragorn dio un paso adelante, y le pony se escondió detrás de otro – gran capitán, protégenos de esas bestias
-lamento el recibimiento Aragorn –fue lo único que dijo acercándose al Alicornio, e inclinándose respetuosamente –me hubiera gustado que estuvieras con las tropas al ser felicitadas por tan heroico hecho
-no importa Laststar, hasta tu sabes que ameritaría eso –continuo su camino hacia el pony que permanecía al frente del que lo había insultado – alcalde Haloreach, nos volvemos a ver, pero ahora en circunstancias muy diferentes
-no hay diferencia alguna abominación –respondió sin temor –yo sigo siendo el alcalde, tú en cambio solo eres el monstruo, demonio de los oscuros abismos, ¡guardias! –Al instante una holeada de ponys de la ciudad apareció apuntándole con sus lanzas –no me importa lo has hecho, lárgate de mi ciudad u ordenare que te asesinen
-como quieras –dijo dándose la media vuelta – ¡vámonos! Sé cuándo no somos bienvenidos
-¡bajen las armas! –grito Laststar, aun confundidos los soldados mantuvieron alzadas las lanzas – ¡que amenazan al capitán general de Lauren, e hijo del rey Arathorn y legítimo heredero del reino! –todo fue un silencio mientras el pony terrestre incrédulo vociferaba en un leve susurro
-no es posible…– el otro en cambio solo grito a todo pulmón, aun detrás de Laststar
-¡él no puede tener sangre real, este maldito monstruo pertenece a las cloacas, no a un palacio! –Encaro a Aragorn con furia – no sé qué clase de artimaña le has hecho a nuestro noble rey, pero te aseguro que lo pagaras –pero el Alicornio solo lo hiso a un lado para caminar hacia los ponys que ahora no sabina si apuntarle o inclinarse
-que esperan… –dijo Laststar – muestren sus respetos al capitán general del ejército, el príncipe Aragorn, y a su esposa la princesa Celestia del reino de Lauren, herederos de la corona,
- y tu pony…. – le exclamo al unicornio que solo temblaba – te recuerdo bien…que ironía no – lo paso de largo sin prestar atención al terror del pony que simplemente salió corriendo – ¡quién es el de mayor autoridad!
- coronel Crafty Shield a su servicio señor –dijo mantenido la compostura, pero sin poder dejar de temblar
-bien, necesito hablar con usted y con los demás oficiales, lo más pronto posible que el tiempo es esencial
-si señor – con ello el pony salió corriendo con rapidez
-en cuanto a usted Alcalde – le dijo a los pony si voltear a verlos – tenemos cuentas que arreglar, y créame que aún no he olvidado lo que hiso cuando vine por primera vez –el rostro del pony se palideció al escuchar tales palabras – Mírame bien... contemplarás a alguien que no has visto jamás. Cachorro ayer, hoy soy león, ahora la ley la marco yo –y sin más se marchó al interior de la construcción
-espéranos Aragorn – exclamo Faramir que junto con las demás corrieron para alcanzarlo, solo Celestia se detuvo un momento al ver le semblante de terror del pony que se marchaba mirando hacia atrás aterrado
En las faldas de las montañas, donde el bosque descendía como torrente de agua, un pequeño campamente se había instalado, donde las pocas tropas de Dragonia que habían logrado escapar se reorganizaban, en la parte, pero más arriaba, y separados por unos kilómetros, estaban los Kirins, que esperaban la dedición de si comandante
-¡no pude ser posible! – Grito un Kirin arrojando una cantimplora de agua a las rocas de una caverna, ante la mirada de dos Kirins – ¿Cómo fue que llegamos a esto? Debo avisarle a Itachi –con ello salió dela caverna caminando por el campamento hasta llegar una tienda, una de las pocas que lograron salvar, al entrar contemplo a los demás Kirin que habían salido, heridos pero vivos, algunos de gravedad, muchos consolados por sus compañeros, entre ellos estaba Silver que no se apartaba de la cama donde Amaterasu descansaba, aun teniendo un vendaje en el hombro y costillas
-muchacho –dijo el Kirin al acercarse – ¿Cómo es encuentra? –Silver solo giro al cabeza con tristeza y furia, pero se tranquilizó cuando sintió la garra del Kirin en su hombro –comprendo lo que sientes,
-no, no lo comprendes
-el dejar a Kusanagi hay, aun contra tu propia voluntad, mantenido esperanza de poder sacarlos a los dos,
-si tan solo hubiera…
-no existe él hubiera, muchacho, la decisión era esta, o sacabas a uno de ellos o los tres terminaban muertos –Sivler parecio comprender bajando la cabeza –Kusanagi se quedó para darte tiempo de poder sacar su única hija, si hubieras vuelto por él, Amaterasu no hubiera salido con vida
-..Sil…ver…– ambos miraron como la Kirin se movía con lentitud, y aun con los ojos cerrados, Silver tomo un trapo humedeciéndolo en una cubeta para ponérselo en la frente
-aun no sé si cuando despierte y sepa lo que paso, ella termine odiándome, quizás sea lo mejor
-¿para quién? –Exclamo –ella ahora necesita un hombro en quien llorar, alguien que le dé ganas de continuar, ha perdido a toda su familia, y créeme que te va necesitar aún más de lo que te imaginas
-no sabría que hacer, soy un guerrero que se ha negado mar toda su vida para así proteger a los que amo
-algunas batallas no se libran con la espada –con ello se levantó dejando a Silver, vigilante de sueño de Amaterasu, la cual poco a poco despertaba de su letargo y mientras respiraba profusamente miro a Silver, Silver solo le quito el trapo de la cabeza con la intención de remojarlo, pero ella tomo sorpresivamente, tomándolo de la garra
-Amaterasu debes descansa – toma mano de la Kirin y la recostó – tus heridas son serias, descansa –pero ella trato de levantarse, más la separarse de la cama unos centímetros volvió a caer presa de cansancio y el dolor –no te esfuerces, ese ciervo uso magia extraña en nosotros, magi que de alguna manera puede lastimarnos enormemente
-Silver… ¿mi padre…mi hermano? –el solo contesto apretando levemente la garra de Amaterasu, a la vez que bajaba la cabeza, ella se recargo en la almohada para después volver a intentar volverse a levantar con la mismo resultado – mi padre…y mi hermano… ¡tengo que salir de aquí, mi espada ¿donde está mi espada?¡–la vio a un lado suyo recargada en un tronco que servía de poste, pero Silver la detuvo sosteniéndola sutilmente y acomodándola de nuevo en las sabanas
-Amaterasu…perdóname –dijo –tu enojo y odio no es para ese ciervo azul, es para mí, yo soy el causante de esto –ella lo miro sin entender – mi sangre es una maldición, siempre atraigo los problemas a quienes me rodean –se levantó con lentitud sin atreverse a mirar a Amaterasu, para después darse al vuelta diciendo – puedo comprender que ya no me quieras ver de nuevo –sin esperar la respuesta salió de carpa con los puños apretados, para después caminar sin rumbo por campamento
-ey tú – escucho unos gritos seguidos de su explosión, tanto el como otros más fueron corriendo al origen encontrado a dos Kirin tirados inconscientes y a Xerneas entrando, de inmediato los Kirins lo rodearon con sus armas en mano
-¿Qué buscas aquí?–dijo uno de ellos sostenido la lanza en el cuello de Xerneas mas este solo bajo un poco la cabeza e hiso brillar sus ojos, incrédulos vieron después como la lanza se destrozaba en hasta quedar en estillas
-busco al que se llama Silver – dijo calmadamente –tengo un asunto importante que resolver con el –Silver salió de entre la multitud encarando al ciervo – sígueme, que nuestro duelo no ha acabado –se dio la vuelta esperando que Silver diera un paso, pero Tres Kirins se interpusieron protegiendo a Silver – ya bastante han sido golpeados como para arriesgarse al defender a alguien que apenas si conocen
-déjennos –dijo Silver apartado a los demás Kirins – él lo ha dicho claro, este asunto es solo de nosotros –los Kirin aun a regañadientes se separaron de Silver – adelante
-¿te sorprende que ellos esten dispuesto a dar su vida por ti? – Xerneas sonrió –te lo aclarare primera sangre….ya todos aben que eres hijo de un dragón y una pony Pegaso,
-¡detente! –antes que Silver diera ese paso Amaterasu apareció usando su espada como un bastón – somos tu y yo los que tenemos que resolver algo