La voz del destino
Chapter 43
Previous Chapter Next ChapterLa reunión familiar
La habitación era de 5x7 metros, bastante bien iluminado por cuatro tragaluces, la habitación hecha para hospedar a 10 soldados, tenía solo una cama matrimonial sencilla, una mesa con dos sillas y un pequeño librero
-veo que lo acomodaron bastante bien –dijo al ver que Celestia ya estaba ahí leyendo
-pro fin llegas Aragorn –sonrió mientras bajaba el libro –sabes…estos autores, Jean-Jacques Rousseau, François Marie Arouet, y Charles Louis de Secondat
-yo también, a través de ellos aprendí mucho, mi madre me instruyo con ellos, pero parece que aún queda quienes no ven lo que nos dejaron –se recostó en la cama – aun pienso que ellos también deberían estar aquí
-no te preocupes, yo confió en Faramir para que cuide a Candace, además Xerneas estará con ellos –se levantó encaminándose a la cama, para después acomodarse a un lado de Aragorn –pero no creo que sea solo eso lo que te preocupa
-Celestia esta lucha podría tomar años, y ya hemos pasado el punto sin retorno, pero hay una forma en que esto termine en pocos días, pero necesito de toda ayuda posible, pero sobre todo de tu ayuda,
-¿mi ayuda? – el asintió – pero si me pediste que…
-reconozco que te pedí que no vinieras y que no intervinieras, pero lo hiciste y por ello estamos todos metidos en esto –se giró abrazando a Celestia, ella en respuesta se acomodó en su cuello –oh Celestia, no quisiera estar aquí, no sabes cuánto he luchado conmigo y le deseo de abandonarlo todo
-Aragorn…
-pero ahora es que me dio cuenta, que lo hago no por mí, no por ellos, ni por Arathorn, ni por Asuna, y mucho menos por Onix…lo hago por ustedes, si huimos de todo esto ¿con que ojos me atrevería a verlos? –ambos se besaron con ternura
-general, señor – irrumpió un soldado que al instante se dio la vuelta avergonzado
-¿Qué? –Respondió Aragorn levantándose junto con Celestia – ¿Qué pasa soldado?
-el capitán Laststar solicita su presencia en el salón principal –Aragorn salió detrás del soldado y delante de Celestia
-y dígame ¿para qué nos solicita Laststar? – pero el pony se mantuvo en silencio, Aragorn preparo las dagas que tenía escondidas entre las plumas de sus alas, finalmente llegaron al salón principal por una puerta secundaria –el capitán los está esperando
-Bien Laststar ¿Qué pasa? –Dijo al entrar, pero se sorprendió cuando vio de pie en el centro de la habitación a Gandalf –Gandalf me sorprende mucho tu venida, mucho más de lo que te imaginas
-y aun te falta mucho para en verdad sorprenderte –la puerta principal se abrió de golpe entrando por ella Arathorn, Laststar y el alcalde
-disculpa el retraso hijo, pero el alcalde pidió a sus médicos que me revisaran, por si tenía algún hechizo de control mental – pero Aragorn no dijo nada ignorando a Arathorn dirigiendo su mirada a Gandalf
-dime Gandalf ¿que los ha traído aquí?
-¿y Serena, paso algo? –dijo Celestia, el pony estaba por contestar cuando algo golpeo a Aragorn sorpresivamente, aferrándosele
-papi, mami, los extrañe mucho –exclamo la pequeña Alicornio con entusiasmo –no me vuelvan a dejar – Aragron que do algo sorprendido, pero a la vez aliviado pro verla sana y salva
-¿y por qué trajeron a Serena? – Celestia tomo a la potrilla Alicornio con su magia acomodándola en su lomo –Celestia por que no llevas a Serena a saludar a Faramir, Candace y Xerneas, de seguro les encantara verte – la princesa asintió saliendo del salón jugando con la niña
-ahora me lo podrías explicar –dijo una vez que vio que las dos se alejaban
-lamento tanto esta situación –dijo Gandalf – pero poco después de que se fueran, los nobles vinieron a nosotros con la intención de pedir que encerráramos a Serena en los calabozos, para así usarla para negociar contigo en caso que te volcaras contra nosotros –Aragorn golpeo el suelo con enojo –por ello tuvimos que traerla
-odio decirlo pero mi nieta está más segura contigo aquí, que con nosotros en Faust –termino de decir Arathorn – tu hermana se quedó allá para apaciguar a los nobles, pero ella tardara y mientras Serena estaría en peligro ahí
-así que me la viene a traer aquí, a una zona de guerra activa –respondió Aragorn con ironía – en serio, sí que tienen grandes ideas los dos
-no me culpes a mí –exclamo – Aragorn, la situación es más difícil de lo que parece y temo decirlo pero no creo que podamos resistir esta actitud defensiva que tenemos ahora, sobre todo que he recibido cartas de los otros reinos y…
-majestad, señor… el consejo de guerra que el general Aragorn solicito ya está reunida –exclamo con respeto un soldaos
-informe que vamos en camino –respondió Arathorn
-si señor
-¿y cuál es tu plan de acción Aragorn? –Pregunto Gandalf, este lamentablemente continúo su marcha hacia donde estaba el consejo –tan malo es, o no tendrá alguno
-o tal vez el plan es tan arriesgado que no quiere ni intentarlo –termino el pony rojo
-Serena, hola mi pequeña –dijo Candace mientras abrazaba a la pequeña potrilla con ternura –oh, te extrañamos tanto, pero dime ¿Qué haces aquí?
-bueno, mi abuelito me trajo escondida entre unas cajas – dijo con algo de angustia –es que cuando se fueron unos ponys malos quisieron lastimarme
-oh pequeña –dijo Celestia confortando a la niña – no te preocupes, nosotros no permitiremos que nada malo te pase ¿verdad?
-pero claro –concluyo Faramir –por cierto alguna ha visto a Xerneas –Candace solo señalo un claro en el jardín donde el corcel observaba las flores –gracias –y salió corriendo hacia los jardines,
-ven Serena, vamos a jugar –la pequeña corrió emocionada detrás de Candace Y Celestia, Faramri llego a la entrada de los jardines encontrándolo sentado mirando un grupo de tulipanes en flor –veo que te gustan mucho las flores
-así es Faramir –algunas vez puedes aprender de ella si te sientas a escucharlas de vez en cuando – se levantó con lentitud –y dime ¿Qué te ha traído a buscarme? Debe de ser interesante
-de hecho estaba aburrido y quería ver si jugaba unas partidas de cartas conmigo –pero Xerneas negó –entiendo, no te preocupes además con Serena aquí a mí me tocara cuidarla de noche –Y sonriendo se marchó sin darse cuentan que el ciervo entraba en trance, abruptamente Xerneas abrió los ojos, pero ya no estaba en el jardín, sino flotando en de la nada
-sé que estas aquí –dijo con eco en su voz – revélate que requiero de tu ayuda – el ambiente cambio a un color más claro mientras capas leves de humo lila aparecían sin dispersarse, de entre las brumas una figura se fue formando
-Xerneas, me alegra mucho volver a verte mi querido amigo –dijo la figura, que al acercarse a los ojos de Xerneas pudo este reconocerla – ¿te puedo ofrecer una taza de té? Así podrás contarme todo
-te lo agradezco Cresselia –respondió a la vez que una mesa de te aparecía dela nada con dos taza y un plato de pastelitos – pero he venido por algo importante, necesito saber sobre el ser que ha puesto Yveltal en el mundo donde estoy físicamente
-oh ya veo –exclamo sin emoción – no les parece a ambos que ya son bastantes grandecitos para seguir con sus jueguitos – reprendiendo a su amigo – todavía me pregunto cómo es que Arceus, Palkia y Dialga todavía se los permite
-solo te pido que lo hagas amiga mía, con gusto yo mismo lo haría, pero temo que Arceus no me permita regresar
-bien te lo tendrías merecido –respondió – por seguir con estos juegos infantiles ¿y por qué piensas que te hare se favor? Pienso que lo mejor es por ahora apartarme de ustedes, y no entrometerme –pero Xerneas sonrió maliciosamente
-entonces tendré que ir yo mismo, para que Arceus me descubra y tenga que decirle sobre tú y tu enamoramiento con cierto humano que todos conocemos –al instante Cresselia se puso colorada y tratando de esconder su rubor aparto su mirada –no te hagas, recuerda que un día que atrape viendo a ese jovencito desde uno de tus espejos de los sueños, y no precisamente despierto
-soy la guardiana de los sueños, es mi deber protégelos de las pesadillas –dijo con autoridad pero sin poder ocultar su rubor – sabes, no tengo que darte explicaciones
-entonces tendré que preguntarle yo mismo a ese joven sobre su relación contigo, o mejor se lo pido a tu hermano, tomando en cuenta que en más de una ocasión te has escapados para…..
-no te atreverías –dijo desafiante, pero Xerneas solo la miro indiferente repentinamente se arrodillo juntando sus aletas –por favor no lo hagas, no les digas sobre mí amor secreto por Ash –Xerneas coloco su pesuña en su barbilla para después negar –está bien, está bien, te daré al información que me pides, solo debo entrar en sus sueños y sacar sus recuerdos,
-y otra cosa –dijo
-¿más? –reclamo enfadada
-sí, te pido por favor que vayas a la Equestria de donde viene la Alicornio y te asegures que nada cambie – Cresselia suspiro arrepentida –a cambio yo te ayudare en tu cita con Ash –los ojos de Cresselia se iluminaron con emoción –y distraeré a los demás para que no te molesten
-lo hare, pero claro que lo hare –grito con todas sus fuerzas – ya me imagino ahí sentada con Ash frente a mí con un bello esmoquin, y diciéndome cosas hermosas mientras nuestros rostros de acercan lentamente para finalmente sellar nuestro amor un profundo y prolongado be…. ¡aaaahhhh! –se detuvo al ver la cara de Xerneas, que solo la miraba con picardía y sin poder evitar soltar una leve risa, ella tomo su postura digna –vuelve conmigo antes del amanecer y tendrás lo qué me pediste, mientras tanto iré a ese mundo, y si es necesario intervengo ¡y deja de burlarte de mis sentimientos!
-gracias Cresselia
-pero no digas nada, y recuerda, me ayudaras
-no te preocupes por eso –volvió a cerrar los ojos, percatándose que se estaba ocultando el sol, se levantó del pasto, para entrar al castillo, encontramos entre los pasillos a Celestia y Aragorn que caminaban hacia él – supongo que me buscaba
-justo estábamos en eso, ya está la reunión y el tiempo es esencial si quiero que mi plan resulte – los tres caminaron hacia una puerta doble que el abrió con rapidez y fuerza –imagino que se preguntan por qué los he mandado llamar –dijo Aragorn al grupo de ponys con armaduras sentados en la mesa circular – para discutir nuestra estrategia ahora