La voz del destino
Chapter 20
Previous Chapter Next Chapterel banquete, y el postre
Por fin el sol ya es ocultaba entre las montañas y en las habitaciones Candace se terminaba de arreglar, a la vez que Celestia jugaba con Serena,
-¿ya están listas? –las dos respondieron salieron del baño, ambas cubiertas con toallas, Candace no dudo un momento en sonreír al contemplar tan bella escena –bien, ya que ambas están listas, Estoy segura que madre e hija querrán secarse –Serena brinco hacia la cama para secarse, mientras Celestia recriminaba a Candace con la mirada, pero sin poder ocultar su rubor, al mismo tiempo tocaron a la puerta
-¿Quién?
-la mucama señora –contesto una voz algo mayor desde el otro lado de la puerta, Candace abrió la puerta dejando pasar a una pegaso anciana con un traje victoriano de mucama–buenas noches, me llamo silverware, soy le ama de llaves del castillo, la princesa me ha pedido venir por ustedes y levarlos al salón de banquetes
-Le agradecemos mucho, miss silverware –la pony retrocedió un poco dejando salir a las tres, las cuales vieron a Faramir y Xerneas salir con alegría –veo que se llevan bastante bien ambos asintieron
-ayudo un poco el hecho de conocer a alguien como este tipo –dijo al dejar salir al ciervo negro-azul, que solamente miro indiferente a la mucama –por lo demás es mejor bajar que muero de hambre –bajaron con lentitud viendo a algunas sirvientas y criados que se quedaban quietos y se escondían al verlos pasar
-espero que no les moleste, mucha de la servidumbre que se suponía trabajaría esta noche no han querido hacerlo,
-déjeme adivinar, es por nosotros –ella asintió apenada mientras caminaban por los pasillos
-corren historias sobre ustedes, que van las pueblos y ciudades a raptar a jovencitas para…
-¡ya entendimos! –Grito Faramir interrumpiendo a la pony, a la vez que entraba aun salón de banquetes bellamente iluminado con amplios ventanales –me impresiona
-la princesa me pidió que le asignara a unos sirvientes personales durante su estancia, pero nadie desea le riesgo –se rio levente mientras los demás entraban –
-wow –la pequeña salió corriendo para ver mejor los vitrales –son hermosos pero se detuvo al ver la espectacular mesa repleta de diversas frutas dulces, y pasteles –mami ¿Qué son estos? – señalo un pastelito que vainilla, Celestia la miro conmovida, recordando la historia de la pequeña
-Serena estos son pasteles ¿nunca habías comido uno? – Ella negó, poniendo aún más triste a Celestia, que sorpresivamente la abrazo –los pasteles son cosas muy ricas, hay de muchos sabores, y…
-lo mejor es dejar eso para después –los cuatro miraron de reojo a la otra mesa paralela a ellos donde algunos noble murmuraban –es de mala educación comer sin el anfitrión presente
-tiene razón Faramir – se sentaron en el siguiente orden, Faramir se sentó en el extremo izquierdo, después Candace, Celestia, Serena, dejando un lugar para Aragorn, al final en el otro extremo quedo Xerneas
-soy solo yo, o estos ponys están asombrados –dijo al sentir el silencio sepulcral, y a los ponys que lo miraban con detenimiento,
-yo diría que nos ven como si fuéramos el espectáculo de esta noche – repentinamente la puerta se abrió dejando entrar a la princesa Asuna escoltada por Gandalf, detrás de ellos venia Aragorn ahora con una armadura plateada con detalles dorados
-mira mamá, es papá –Señalo con emoción para ver como Celestia miraba fijamente a Aragorn, a la vez que un leve sonrojo la invadió, al ver a Aragorn como un caballero, por un leve ínstate ella imagino que él, la rescataba de un horrible monstruo para caer en su pesuñas
-vaya tía, sí que tienes buen ojo para encontrar pareja –la princesa Celestia salió de su trance sin poder contestar ya qua la princesa Asuna hablo
-nobles de Lauren, les deseo presentar al comandante Aragorn, él está ahora ante mis órdenes y de Gandalf, al jurarme lealtad por lo que dura la larga lucha por defender el reino de los hombres y sus aliados –un silencio se dio mientras la princesa se paraba delante de una mesa perpendicular al resto –joven Aragorn os pido que renueve sus votos ante todos nosotros –él se inclino
-ante usted princesa juro lealtad a Lauren y a sus reyes, hasta el momento que mis servicios no sean requeridos, solo entonces me marchare en paz para nunca volver –la princesa coloco su pesuña en el hombro de Aragorn
-yo la princesa acepto tu lealtad –los nobles solo permanecieron cayados –ahora comandante, ante usted declara que no será desleal a la corona, que ha puesto toda su confianza en usted
-Desconozco la deslealtad para los que están a mi lado
-Desleal es aquel que se despide cuando el camino se oscurece —dijo un invitado
-Quizás —dijo Aragorn – pero, no jure que caminará en las tinieblas, quien no ha visto la caída de la noche –el noble se calló sentándose de nuevo
-Sin embargo, un juramento puede dar fuerzas a un corazón desfalleciente –dijo la princesa Asuna con sabiduria
-O destruirlo… —respondió, mirando fijamente a la princesa, ella permaneció de pie sin decir nada más, solo para alzar la mirada
-ustedes lo han escuchado, ha jurado lealtad, y con su simple palabra me basta para confiar en el –los ponys asintieron –ahora, les pido disfrutar de esta banquete dándole la bienvenida al comandante y sus amigos –Aragorn hiso una reverencia y se retiró para sentarse junto a Serena, pero la pequeña se había recorrido hasta estar aún lado de Xerneas, mirando pícaramente como el Alicornio se sentaba junto a Celestia
-reconozco tu pericia –dijo Xerneas, ella solo lo miro picara mientras tomaba un sorbo de agua,
-Faramir –dijo Aragorn levemente –los tienes –el alzo un poco su ala dejándole ver tres frascos con bayas Zreza, Atania, y Meloc, asintiendo con tranquilidad, Celestia tomo con su magia un pastelito y lo dejo en el plato de Serena
-toma, pruébalo –Celestia le acercó el pastelito de chocolate, la potrilla miro el pastel sin saber cómo comerlo, pero Celestia tomo otro y se lo comió con delicia –vez...así se come un rico pastelito –lo probo con intriga pero su mirada demostró que le gusto, asintió alegremente antes de lanzarse hacia el resto del banquete, pero Candace las detuvo con su escudo mágico
-debemos primero terminar la cena antes de comer los postre –expreso mirando tanto a Serena comoa a Celestia que ya había tomado uno de frambuesa, cabizbajas las dos se acomodaron de nuevo viendo como las sirvientas llegaban con platos de comida que sirvieron con discreción, pero sin poder ocultar su miedo ante Faramir y Aragorn
-espero que le guste –Asuna se dijo así misma después de ver como Celestia le serbia un pastel a Serena, que al principio se resistió mas cuando ella lo probo la pequeña comió con alegría, así la comida trascurrió sin problemas, pero de reojo Aragorn permanecía aun desconfiado de comer, estaba por tomar un tenedor con ensalada cuando …
-y dagame Aragorn –expreso al princesa cortésmente – ¿Cómo vio a las tropas que tenemos, considera que debamos hacer algún cambio en las tácticas? –más el Alicornio se levantó con rapidez –comandante…
-princesa Asuna, sus fuerzas a mi parecer son lo bastante eficaces para enfrentar a William, el problema es la estrategia y la moral tan baja –la princesa suspiro aliviada
-y díganos Alicornio –exclamo uno de los invitados – ¿Qué planea hacer exactamente? –
-primero reorganizare la formación de batalla –respondió –de una sola línea de batalla a grupos de tres filas, así dejaremos de depender de una sola embestida –miro a la princesa –el problema es que he visto muchas lanzas, pero pocos guerreros
-si no es mucha importancia Alicornio
-preferiría que me llamaran por mi nombre….al menos por el momento –todos asintieron
-me gustaría saber sobre algunas historias que escuchado de usted, y de su compañía –Aragorn estaba por responder, pero la princesa se levantó con discreción
-discúlpenme caballeros, pero debido a ciertos asuntos me veo obligada a dejarlos conversar –todos se levantaron ante la retirada de la princesa, para después retomar la conversación, escuchado algunas aventuras de Aragorn y Faramir, hasta Celestia recito una dulce canción, conmoviendo a los presentes
-ahora me gustaría escuchar las historias del terrible azote de dios –ahí los dos cambiaron sus semblante uno más sereno
La cena hacia mucho había terminado y todos ya caminaban hacia sus respectivas habitaciones, acompañados por una de las mucamas, la cual permanecía temblando y alterada mirado de reojo a los Alicornio, en ello Faramir discretamente le llamo la atención a Celestia
-Celestia –ella se volteo discretamente–creo que deberías hablar con él ahora –con un movimiento de su cabeza apunto a Aragorn que cargaba una somnolienta Serena –vayan a los jardines y hablen,
-Faramir ¿estás seguro que podre convérselo? Cuando lo escuche hablar, se oía muy decidido –el afirmo con la cabeza – pero, el pedirle hablar, en un sitio privado, puede ser malinterpretado
-por favor Celestia –grito susurrando –temo por la princesa y más por nuestra seguridad, escúchame, tú nunca lo has visto decidido, yo si, por ello te estoy diciendo que solo tú puedes hacerlo entrar en razón
-¿yo, que influencia puedo tener en él? –Respondió –pero veo que tienes razón, pero al menos podrías ser tu quien le diga que deseo hablar con el en los jardines al anochecer
-está bien –con cuidado fue con Aragorn quedando a un lado suyo – oye Aragorn –le dijo de cerca, este le respondió volteando y mirándolo con intriga
-dime
-Celestia quiere ver si puede hablar contigo en privado esta noche –exclamo sin más, ante la intriga de Aragorn que junto con el resto subía las escaleras–no me preguntes para qué, pero se ve insistente
-está bien, esta noche en los jardines, pero que tenga cuidado y que lleve su Katana –y siguió caminando detrás de la mucama qué se detuvo al pie del pasillo –y la próxima vez, no uses a otros para tus propósitos
-discúlpame, pero a mí ni me escuchas –sarcástico
-¿y por qué piensas que con ella será diferente? –Pero Faramir se quedó estático sonriendo con malicia
-solo lo se
-sus habitaciones están en esta pasillo –exclamo la sirvienta inclinándose e interrumpiendo – con su permiso me retiro –comenzó a caminar con lentitud a un lado de Celestia y Candace, solo para echar carrera apenas se vio observada por Aragorn
-ustedes siempre se divierten así –Xerneas comenzó a caminar al pasillo seguido por el resto –hasta el próximo día –todos entraron en sus habitaciones dejando a Aragorn ante una Celestia que se veía avergonzada
-y bien Celestia –expreso con naturalidad – ¿qué te pidió Faramit hablar conmigo? –Ella lo encaro – ¿es sobre el trato con la princesa? –asintió –entonces nos vemos en los jardines junto al fuente, pero lleva tu katana, aun no confió en estos ponys –vio como ella entro en su habitación –solo tomare mi capucha, y ya –entro con calma en su habitación notando un ligero olor a vainilla, dio unos pasos dejando que la puerta se cerrarse por sí misma, solo para sacar su espada con rapidez enfrentando a la figura que estaba sentada sobre la cama – si quieres matarme, ven a buscarme –exclamo listo a embestir a la sombra, pero esta simplemente hiso brillar su cuerno encendiendo un candelabro –¿princesa Asuna?
-hola Aragorn –ante Aragorn estaba la princesa sentada sobre la cama, con el cabello suelto que caía en ligeras cascadas risadas, cubierta con su bata azul marino que hacia relucir sus bellos ojos rosas
-mi pregunta ¿Qué hace en mi cuarto? –La pony solo desvió la mirada con tristeza y miedo, a la vez que dejaba caer sensualmente su bata hasta por debajo de los hombros –princesa…– ella no respondió dejando que se acercara, ya estando a escasos centímetros de ella noto que en sus ojos había evidencia de llanto,
-Alicornio –exclamo apartando la mirada –por favor sea rápido –no pudo esconder las lágrimas que salían de sus ojos cuando se cerraron, esperando solo que el enorme corcel simplemente la aventara a la cama y con violencia la poseyera,
Con esto termino el capítulo de la semana, en el próximo habrá una escena de cama, y espero verlos ahí, por favor déjenme sus reviews que buena falta me hacen, y gracias a todos lo que me tiene en favoritos, su apoyo es un aliciente
Le dejo esta frase que me gustó mucho y espero que a ustedes también,
Ruego a nuestro padre en los cielos que alivie la angustia de su aflicción, y guarde en usted solamente la memoria de sus seres queridos, y el profundo orgullo de haber ofrecido tan incomparable sacrificio en el altar de la libertad
abraham lincoln