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LA VERDAD SOBRE CELESTIA

by SCRITTORE PASSIONE

Chapter 9: CAPÍTULO 9: AFECTO Y SUFRIMIENTO 2ª PART

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Capítulo 9

AFECTO, SUFRIMIENTO Y POLÍTICA. 2ª PARTE

Eran las 12:00 de la mañana cuando Fancy Pants salió del palacio real, después de hablar con la princesa Luna, esta le había ordenado visitar a Twilight en Ponyville para presentarla sus respetos. Tras reunirse con Fleur de Lis ambos aristócratas decidieron ir a visitar a la princesa Sparkle al pueblo, aunque la prometida del semental no tenía obligatoriamente que ir, pero por acompañar a su amado decidió viajar con él. Ambos nobles tomaron un carruaje volador guiado por cuatro pegasos blancos.

EN EL IMPERIO DE CRISTAL

La princesa de cristal, la duquesa Celestia y los padres de Twilight y Shining Armor, Twilight Velvet y Night Light, se encontraba reunidos en el mismo salón donde Cadence les había contado a su tía Luna y a las 6 manes la historia de Gea. La sala era mayormente azul y de cristal, tanto la mesa como las sillas estaban hechas de un cristal muy brillante y transparente, pero a la vez muy resistente porque estaba reforzado con magia. La princesa hizo un hechizo para disminuir el brillo de la sala, de manera que no molestase a sus ocupantes. A continuación su alteza se dirigió al grupo.

—Me reuniré con Shining para intentar aclarar las cosas con él, pero no aquí, no en el Imperio de Cristal. Cuando volvías a Canterlot decirle, por favor, que le espero a medianoche en el mismo lugar donde él me pidió matrimonio. No obstante primero me gustaría pediros a vosotros tres que hagáis las paces. Conozco a Twilight, sé que a ella no le gusta veros enemistados, aunque solo sea por ella debéis intentar hacer un esfuerzo.

—No es tan simple, alteza. Especialmente porque no estamos hablando de un simple enfado…—comenzó Velvet pero la princesa la interrumpió.

—Por favor, te he dicho muchas veces que me tutees. Soy tu nuera. ¿Por qué te cuesta tanto? Ya lo hacías cuando era más joven y hacia de niñera de tu hija.

—Sí pero entonces era distinto. Ambas éramos más jóvenes, y tú aun no habías sido nombrada regente del Imperio de Cristal.

— ¿Y eso que importa?

—Importa. Antes eras una adolescente, ahora eres una princesa gobernante.

—Night, por favor, di algo—pidió Cadence.

Night Light miró desconcertado a la princesa y luego a su esposa, a continuación se dirigió a esta última.

—Velvet, si ella quiere que la tuteemos debemos respetarlo.

—Pero Night…

—Es una petición. Ella misma lo está pidiendo. Y sinceramente a mí me gusta más el nombre de Cadence que el de alteza—comento el semental riéndose a continuación.

—Gracias—respondió la princesa sonriéndole al padre de Twilight—Será mejor que nos tuteemos entre todos.

—Señores, yo… yo solo quiere decirles una vez más que lamento lo que paso con su hija. Fue culpa mía—intervino Celestia mirando tristemente a los padres de Sparkle.

—Exacto. Fue culpa suya, casi la mata—exclamo Velvet.

—No vamos a olvidar el caso tan fácilmente. Y que coste que si retiramos la denuncia que pusimos contra usted fue solo porque nuestros hijos nos lo pidieron—intervino Night mirando a la duquesa Celestia.

— ¡Sí! ¡Yo lo hice! Estuve a punto de causar la muerte de Twilight y la de mi hermana. Eso es algo con lo que mi conciencia cargará durante el resto de mi vida, y como de vieja no puedo morir nunca me libraré de ese peso. No pretendo justificarme, no tengo justificación; pero quiero que sepan que quiero a su hija como si fuese mía.

Hubo un silencio incomodo, después volvió a hablar la princesa.

—Cálmate, tía. Estamos todos un poco nerviosos. Pediré que nos sirvan un café para calmarnos.

EN CANTERLOT

Luna se había reunido con la Corte Real, para sorpresa de sus miembros dado que se suponía que aquel día no tenían ninguna reunión. La sala medía 20 metros de largo por 12 de ancho y 4 de altura; tenía una gran alfombra roja que ocupaba todo el suelo; sus paredes eran blancas pero gran parte de ellas lo ocupaban grandes ventanales tapados elegantemente con cortinas de seda, de color planteado y con algunas estrellas doradas bordadas a mano; del techo colgaba una lujosa lámpara de oro; y finalmente había una mesa con capacidad para veinte asistentes. Nadie se explicaba el motivo de la asamblea, habría que esperar a la llegada de su majestad para que se aclarase todo, cosa que no tardo mucho, de pronto Luna entró en la instancia.

—Buenos días señoras y señores—dijo la princesa sentándose.

—Buenos días, majestad—contestaron todos haciendo una reverencia.

—Supongo que se preguntaran por qué les he llamado. Iré al grano. Dentro de menos de tres semanas el Parlamento se va a reunir para valorar el caso de Twilight Sparkle. Es mi deseo que ustedes la respalden como princesa de Equestria.

Todos los presentes miraron confundidos a la soberana. De pronto se levantó una unicornio blanca, con crines y ojos de color verde hierba, y una cutie mark con forma de diamante.

— ¿A cambio de qué, majestad?

— ¿Perdón?

—Suponiendo, y ya es mucho suponer, que nosotros respaldemos a la señorita Sparkle ¿Qué sacamos a cambio?

— ¿Qué sacáis a cambio? Cuando os nombraron miembros de la Corte Real jurasteis fidelidad y obediencia incondicional a la monarquía y a realeza.

De pronto se levanto un unicornio de lomo gris con crines blancas, su cutie mark era una corona de laurel.

—Sí, exactamente. Juramos fidelidad y obediencia incondicional a la monarquía y a realeza. No obstante la señorita Sparkle no es de la realeza, ni siguiera es de la nobleza puesto que sus padres y ella misma son de origen plebeyo. Si nosotros la respaldamos ella o usted tendrá que ofrecernos algo a cambio; un título de duque estaría bien, dado que todos nosotros, salvo usted, somos condes.

—Y una reducción del 10% en los tributos que pagamos a la Corona—volvió a platicar la unicornio blanca.

Luna se indigno ante semejantes sujetos. Aquellos nobles pretendían comerciar con su lealtad a la monarquía. Twilight y sus amigas habían salvado Equestria muchas veces, de no ser por ellas aquellos aristócratas no estarían cómodamente sentados, serían esclavos del Rey Sombra o de Nightmare Moon, o tal vez de ambos ¿Quién sabe? O quizás de ninguno porque Discord hubiese destruido toda Equestria de no haberle detenido y reformado en su momento. ¿Por qué aquellos ponis le hacían el vacio a una princesa que tantas veces había dado la cara por proteger al país? Aquel comportamiento era de lo más vergonzoso. Sin embargo Luna sabía que Twilight nunca sería respaldada por el Senado si no contaba con suficientes apoyos, y la Corte Real podía suponer un colectivo muy influyente; no es que con ella la victoria estuviese totalmente asegurada, no se podía tener la seguridad absoluta, pero las posibilidades eran mucho más altas con el apoyo de la Corte y más bajas sin él. Había que negociar.

—De acuerdo. Acepto sus condiciones. Dentro de tres días les tendré listos sus títulos de marqueses, en donde figurara un descuento del 5% en sus tributos. A cambió quiero que todos ustedes redacten y firmen un documento en donde reconozcan a Twilight Sparkle como princesa de Equestria, pero deben firmar todos, sin excepciones.

—Dijimos un título de duque y un 10%—intervino la unicornio blanca.

—Y yo les ofrezco un 5% y un título de marqués o nada.

—Entonces no respaldaremos a la candidata.

—De acuerdo. Puede cesarles de su cargo y buscar a quien sí respalde la candidatura de la princesa Twilight.

Los aristócratas miraron furiosos a la soberana.

La Corte Real debía de estar formada por un mínimo de 10 miembros y un máximo de 20, sin contar las princesas reales. En este caso eran 15 miembros más la princesa Luna. Al ser tantos no voy a describírselos físicamente a todos uno por uno, porque entonces este capítulo tendría más páginas que "El Quijote". Además la historia ya tiene demasiados personajes. Por eso solo he presentado a dos de los miembros de la Corte.

—De acuerdo, majestad. Tenemos un trato. Aceptamos el título de marqués y el 5%—intervino el unicornio de lomo gris.

—Entonces estamos de acuerdo. Se levanta la sesión.

Nadie se había fijado en que mientras todos conversaban alguien estaba detrás de la puerta, usando un hechizo de audición para expiar la conversación.

«Esto no le va a gustar a mi señor» pensó el espía antes de marcharse a los aposentos del príncipe Blueblood.

El principejo se encontraba tumbado boca arriba tranquilamente en su cama mientras se cepillaba a una muñeca de látex con forma de yegua. Su alteza ya había intentado varias veces, sin éxito, ligar con varias jóvenes. Sin embargo todas sus posibles conquistas habían fracasado; todas las chicas se quejaban del carácter grosero del semental. De modo que como no podía tirarse a yeguas reales tenía que dar rienda suelta a su sexualidad con la muñeca, a quien había puesto nombre, pero para no ofender a quien se llamé igual no diré como se llamaba el juguete, no vaya a ser que alguna lectora se mosqueé, y con razón.

De pronto llamarón a la puerta. El príncipe guardo a su "compañera" bajo la cama y grito adelante. Entró en la instancia un semental unicornio, de cuero marrón claro, crines y ojos marrón oscuro, y una cutie mark en forma de bandeja.

—Alteza, traigo noticias.

—Pues dilas de una vez.

—La princesa Luna ha convencido a la Corte Real para que respalden a la señorita Sparkle como princesa.

— ¡¿Queeeé?! Propio de mi tía. ¿Algo más?

—Sí, me han informado de que Fancy Pants también apoya a la candidata, y esta convenciendo a otros aristócratas de que también lo hagan.

— ¡Mierda! Ahora Twilight será más fuerte que nunca. Fancy está muy bien relacionado, si él y la Corte apoyan a esa plebeya es casi seguro de que el Senado votará a su favor. Y si ese órgano nombra formalmente a esa asquerosa como princesa de Equestria nadie podría cuestionar su nombramiento.

—Alteza. Tal vez no fuese tan malo que Twilight fuese princesa, quiero decir, ella es un elemento de la armonía…

—Tengo entendido que tu hija ha solicitado una beca para la academia de "Nuestra señora Artemisa", sería una lástima que se la negasen por culpa de la estupidez de su padre. Tengo contactos ¿Sabes?

—Por favor, alteza. No lo hagáis. Es mi hija, os lo ruego.

—Entonces espero mayor esmero y lealtad por tu parte.

—Sí, alteza—contestó el terrestre arrodillándose ante el príncipe y besándole su casco delantero izquierdo. Este gesto se llamaba "El arrodillamiento". Se había usado en las primeras monarquías equestrianas como una forma de mostrar respeto y sumisión a la realeza. En teoría había sido abolido por el abuelo materno de Celestia y Luna, quien consideraba que el gesto era demasiado exagerado y humillante para quien lo realizaba, a partir de entonces solamente se hacía una simple inclinación como reverencia. Sin embargo Blueblood lo empleaba en privado con sus servidores.

Aquel criado se llamaba Lineage Under, en realidad era de origen noble pero su familia era de barones, el rango más bajo de toda la aristocracia de Equestria. Su patrimonio era muy bajo para ser un noble, de hecho económicamente pertenecía a la clase media. Su bajo rango y sus bienes le habían obligado a buscar trabajo en la Corte hacia ya cuatro años. Había entrado a servir directamente a Blueblood esperando ganarse su favor, lo cual fue un gran error porque el principejo no le tenía la más mínima estima y le humillaba a menudo.

—Espero que hayas conseguido lo que os pedí.

—Sí, alteza—contesto el criado intentado ponerse de pie, pero el principejo le obligo a continuar arrodillado.

— ¿Te he dado permiso para levantarte?

—Bueno… no, pero pensé…

—Aquí el único que piensa soy yo, que para algo soy el príncipe.

—Sí, alteza.

—Bien. ¿Dónde está ese pueblerino?

—En mi habitación, bueno… en la habitación que yo tengo asignada.

— ¿Y qué hace allí?

—Pensé que allí podrías hablar con él sin que nadie os molestará.

— ¿Es broma? Crees que yo me voy a desplazar para hablar con la plebe, ni loco. Tráele a este cuarto.

—Sí, alteza.

EN PONYVILLE

Spike oyó que llamaban a la puerta de la biblioteca y fue a abrir. Su sorpresa fue bestial, en la puerta había dos ponis que al parecer eran de la nobleza pero ¿Qué hacían allí? Detrás de ellos varios habitantes del pueblo los miraban de reojo.

—Cariño. Tengo la sensación de que todo el mundo nos mira—comentó una unicornio alta, de piel blanca, con crines de color rosa claro. su Cutie Mark eran tres flores de liz.

—No te preocupes, mi amor. Solo son un grupo de curiosos, algo indiscretos pero inofensivos—respondió un unicornio de color blanco, crines azules, un pequeño bigote del mismo color que sus crines, un cuerno extremadamente largo, ojos azulados y tres coronas como cutie mark.

—Ya sé, pero me da corte.

Spike miró a ambos equinos preguntándose por qué habían llamado a la puerta si ahora le ignoraban.

—Disculpen. ¿Puedo ayudarles?

—Oh, perdone. Estábamos distraídos. Ella es Fleur de Lis y yo soy Fancy Pants. Buscamos a la princesa Twilight Sparkle. La princesa Luna nos informo de que ella se hospedaba aquí.

—Pasen, por favor, ella está en la ducha. Ahora le avisó.

—No la molestemos, será mejor esperar—intervino el semental mientras ambos visitantes entraban en la biblioteca y el dragón cerraba la puerta.

Fleur no paraba de mirar de reojo a Spike.

—Disculpe mi curiosidad pero ¿Usted es un dragón?

—Sí, lo soy. Me llamó Spike.

—Pero no tiene alas.

—Aun no. Twilight dice que me saldrán cuando mi cuerpo termine de desarrollarse, a saber cuándo será eso.

— ¿Twilight? ¿Tutea usted a la princesa?

—Todo el pueblo lo hace. Ella misma fue quien dijo que no quería recibir ningún tratamiento real en Ponyville, eso fue dos semanas después de su coronación. Además ella fue quien me crió, se podría decir que es mi madre adoptiva.

Ambos nobles se quedaron asombrados ante las declaraciones de Spike. ¿La princesa Twilight se había negado a recibir tratamiento real en el pueblo? ¿Por qué? Y lo que era aun más extraño ¿Ella había adoptado a un dragón?

—Perdone, señor Spike, ¿Nos disculpa un momento?—intervino la yegua llevándose aparte al semental.

—Todo esto es muy raro, Fancy. O este dragón miente, o es que la princesa Twilight es muy extraña.

—Fleur, durante el viaje de ida a Ponyville ya te explique que la princesa nació y se crio como una plebeya, es normal que sus formas no sean totalmente aristocráticas. Además si ella quiso criar a un dragón ¿Qué hay de malo en ello?

—Los dragones tiene fama de ser terroríficos y muy peligrosos.

—Eso es lo que se dice pero yo no veo que Spike sea así.

—Bueno… quizás tengas razón. De todos modos ya nos hemos comprometido con la princesa Luna, no hay vuelta atrás.

—Yo me comprometí, tú no tienes que estar aquí si te sientes incomoda. Puedo buscarte un transporte de vuelta a Canterlot—contestó Fancy Pants.

—Me quedo, no te dejaré. Además si nos vamos a casar es mejor que nos acostumbremos a trabajar juntos. ¿Cuánto tiempo estaremos aquí?

—Podríamos irnos en cuanto presentemos nuestros respetos a su alteza, pero yo pienso pasar el día en el pueblo, quiero ver como es la relación entre sus aldeanos y la princesa Twilight; pero tú puedes regresar a Canterlot cuando gustes.

—Me quedo contigo.

De pronto apareció la unicornio morada.

—Twilight, estos señores preguntan por ti—intervino Spike.

—Buenos días. ¿En qué puedo ayudarles? Ah ¿Fancy Pants y Fleur de Lis?

—Veo que nos recuerda, alteza. Nos conocimos en una ocasión, en una fiesta en los jardines reales del palacio de Canterlot—intervino Fancy.

—Lo recuerdo. Mis amigas y yo empezamos a compórtanos de un modo… poco aristócrata, algunos se ofendieron y comenzaron a volcarse en contra nuestra, pero usted nos defendió. Después conocimos a la señorita Fleur. Y también coincidimos en la boda de la princesa Cadence.

—Así es, alteza. Sin embargo estamos aquí por encargo de la princesa Luna. Hemos hablado con ella, o mejor dicho, Fancy hablo con ella… el caso es que nosotros dos os respaldaremos ante el Senado. A partir de ahora estamos a vuestra disposición—contesto Fleur haciendo una reverencia que el semental imitó.

—Veréis, alteza. Después de hablar con la princesa Luna, antes de abandonar la sala del trono ella me ordeno venir a veros para comunicaros nuestro apoyo y presentaros nuestros respetos—explico Fancy.

EN CANTERLOT

Blueblood se había reunido con un terrestre de cuero verde hierva, ojos del mismo color, crines amarillas y una cutie mark en forma de casa.

—Alteza, con todos mis respetos esa propiedad…

—Voy a pagáosla generosamente.

—Pero una vez que sea vuestra, usted…

—Por supuesto.

— ¿Por qué no la cobráis un alquiler? Así iríais poco a poco recuperando el dinero de la compra.

— ¿Qué os preocupa? Necesitáis el dinero ¿No?

—Sí pero no quiero que mi inquilina…

— ¿Sufra? La elección es muy simple, o ella o vuestro hijo. Yo escogería lo segundo.

—De acuerdo alteza, acepto su oferta.

—Sabía elección.

«Que ella me perdone. Este príncipe es un monstruo, pero por mi hijo soy capaz de pactar con el diablo en persona. Afortunadamente esa chica tiene familia y amigos que la ayudaran» pensó el poni de tierra mientras firmaba unos papeles.

EN EL IMPERIO DE CRISTAL

Celestia, Twilight Velvet, Night Light y la Cadence continuaban reunidos mientras se tomaban un café. La princesa estaba preocupada, sus suegros no parecían tener intención de perdonar a su tía. ¿Qué se podía hacer al respecto? Una posibilidad era que su alteza usase su poder del amor para intentar reconciliarlos, pero no era del todo una buena idea porque en este caso no se trataba de un simple enfado, había mucha irá de por medio y la supuesta reconciliación solo sería efectiva mientras dudase el hechizo, después volverían a las andadas. Cadenza había intentado dialogar y razonar con ambas partes pero sin demasiado éxito. De pronto a la princesa se le ocurrió una idea, si no podía usar la magia para manipular sus emociones entonces podía intentar que recordasen ciertos recuerdos. Su alteza disimuladamente activo su cuerno y de pronto Celestia, Twilight Velvet y Night Light tuvieron un flashback.

Los cuatro adultos se encontraban cenando en el apartamento de los padres de Twilight en compañía de esta última, quien por aquel entonces era una potrilla. Armor no estaba con ellos porque se encontraba en el ejército como cadete. Cadence ya había estado otras veces en el edificio debido a que era la niñera de Twilight pero para Celestia era la primera vez que se encontraba allí, había venido por invitación de Velvet y a petición de su sobrina. Al comienzo de la noche los padres de Twilight estaban un poco cohibidos de tener en su casa a la soberana del país, pero conforme pasaba el tiempo y se consumía la cena el ambiente era cada vez más relajado.

¿Un poco más de ensalada, princesa Candenza?

Sí, gracias Velvet, pero no hace falta que me llames princesa.

Además ahora se llama Cadence, mamá—corrigió Twilight.

¿Perdón?

Tú hija me puso el "mote" en la academia. Ahora todo el colegio me llama así, y en cuanto los periodistas sensacionalistas hablen de ello, que lo harán porque son unos pesados, toda Equestria me llamará Cadence. Total no importa, me queda bien el nombre. ¡Princesa Cadence! Suena bien ¿No?

Suena muy bien. Cadence te queda mejor que Cadenza—intervino la potrilla.

Night Light fue a decir algo pero Celestia se le adelanto.

Eres de lo que no hay, Twilight. No sé por qué pero pienso que tú vas a dar mucho de qué hablar, tanto en la academia como fuera de ella—dijo riéndose la alicornio blanca contagiando su risa a todo el grupo menos a la niña que no entendía el chiste.

¿Qué tal esta el príncipe Blueblood?— preguntó Night a Cadence intentando cambiar de conversación.

Se encuentra bien. Me pidió que os agradeciese de su parte la invitación para la cena, pero es que había quedado para estudiar con unos compañeros de su instituto—respondió la princesa mintiendo, en realidad el príncipe se había negado a ir, argumentando que no estaba dispuesto a pecar de ordinario yendo a cenar a un apartamento de mala muerte con una familia de plebeyos. Celestia y Cadence sabían la verdad pero no pensaban decírsela a sus anfitriones, por eso habían inventado la excusa de los estudios, era época de exámenes en los colegios, de modo que no tenía nada de extraño que los estudiantes se juntasen en grupos de estudio para preparar los exámenes.

Velvet no dejaba de mirar a su hija. Desde que la niña se matriculo en la academia cada vez la veía menos, por eso la yegua había organizado esta cena, a la que había invitado a Celestia y a sus sobrinos. En más de una ocasión los padres de Twilight habían estado a punto de sacarla del colegio y matricularla en otra escuela que no fuese un internado, pero la niña parecía feliz en la academia y sus habilidades mágicas se estaban desarrollando bien; por eso al final tanto Velvet como Night tomaron la determinación de dejar a su hija interna.

De pronto el flashback cambia.

Un año después de la cena Twilight enfermo de neumonía, en pleno invierno. Aunque en la actualidad se habían desarrollado tratamientos mágicos muy eficaces, que hacían sanar al paciente en tal solo unos minutos, en aquel entonces esta enfermedad no se trataba con magia. Aquel año ya se había dado tres casos de menores fallecidos por esta enfermedad. Fueron días angustiosos, en donde tanto la familia de Twilight como Cadence y Celestia estuvieron muy preocupados. Sin embargo Velvet y Celestia estuvieron más unidas que nunca, apoyándose la una a la otra. Fueron momentos muy duros y de mucha angustia, pero a la vez muy tiernos, en donde se desarrollo un cierto calor fraternal entre todos los que querían a Twilight, quien finalmente se curó.

Estos y otros flashbacks fueron sucediéndose alternativamente en las mentes de los padres de Twilight y de Celestia. Todos mostraban recuerdos, unas veces felices y otras tristes pero siempre la unicornio morada era la protagonista. Todas estas imágenes demostraban como una simple potrilla había conseguido unir a su familia con la familia real, como el cariño y el afecto que desprendía Twilight hacía que todos se encariñaran con ella, y se llevasen bien entre ellos. O casi todos, Blueblood era la excepción. Finalmente el último flashback mostraba a los padres de Twilight junto con su hijo mayor en compañía de Celestia, Luna y Cadence. Esta última y Armor les habían pedido permiso a sus familias para desposarse. Night quedo desconcertado sin saber qué hacer ni qué decir; Velvet se sentía nerviosa, sabía que los jóvenes se querían pero la diferencia de clase social era demasiado alta, Equestria jamás permitiría tal matrimonio. Finalmente Luna y Celestia habían logrado tranquilizar al grupo, diciéndoles que si los chicos de verdad se amaban ellas mediarían para que pudiesen casarse.

Seguidamente los padres de Twilight tuvieron más flashbacks, pero esta vez no eran provocados por la princesa de cristal, los estaban teniendo por sí mismos. En ellos se veía a Twilight pidiendo que retirasen la denuncia que habían puesto contra Celestia, rogándoles en pleno funeral y en el entierro de la madre de Rainbow Dash que se reconciliasen con la alicornio blanca... Poco a poco entre distintos flashbacks paso más de una hora. Para entonces los Twilight Velvet, Night Light y Celestia se miraron entre ellos sin decir una sola palabra. Velvet se levanto, se dirigió hacia donde estaba la alicornio blanca, la miro con expresión triste y de pronto, como movida por un impulso, la abrazo fuertemente contra ella.

—No puedo seguir enfadada contigo para siempre, Celestia. No puedo.

—Velvet, lo siento tanto…

Night se sumo al abrazo. Cadence pudo notar que aquel abrazo no era normal, desprendía un cierto calor fraternal y familiar. La princesa más joven sonrió y estuvo tentada de unirse al abrazo pero no lo hizo, prefirió que los otros tres ponis tuviesen su momento de ternura.

«Por fin se han reconciliado. Bueno… supongo que ahora me toca a mí arreglar las cosas con Shining» pensó la princesa de cristal.

HORAS DESPUÉS EN PONYVILLE

Ya estaba anocheciendo Fleur de Lis y Fancy Pants habían estado todo el día visitando el pueblo porque el semental tenía curiosidad por saber cómo vivía la princesa Twilight. Los dos nobles habían visitado la granja de Applejack, la tienda de Rarity, los animalitos de Fluttershy; Rainbow Dash les había hecho una demostración práctica de sus habilidades voladoras, que impresiono a los dos visitantes, y finalmente la pastelería de los señores Cake, donde trabajaba Pinkie Pie. Ambos nobles quedaron impresionados con esta visita, y más cuando Dash les informo, en pleno Sugar Cube Corner, que sus amigas y ella eran las portadoras de los elementos de la armonía; esto dejo impactados tanto a Fancy como a Fleur ¿Aquellas seis ponis eran las portadoras de los talismanes? ¿Las heroínas que derrotaron a Discord y al Rey Sombra? ¿Las que lograron liberar a la princesa Luna de la influencia de Nightmare Moon? ¿Las que lucharon en la batalla de Canterlot? Resultaba difícil de creer, no tenían aspecto de militares ni de heroínas; además todas tenían oficios un poco modestos: Rainbow Dash trabajaba para la fábrica del clima, Fluttershy cuidaba de los animales, Pinkie Pie era pastelera, Applejack era una granjera, Rarity era la única con un oficio más glamuroso, como diseñadora de moda. De todos modos todo esto era más fácil de asimilar, pero lo que resultaba realmente impactante era que Twilight siendo princesa ejerciese de bibliotecaria. Podría ejercer al menos como alcaldesa. Podría vivir en el ayuntamiento. Además los dos nobles pudieron ver como Spike tenía razón cuando decía que la princesa no recibia ningún tratamiento real, y era tratada como una aldeana más; incluso se juntaba en lugares públicos con sus amigas y otros ponis como si fuese lo más normal del mundo.

En un primer momento ambos habían pensado que Sparkle al no recurrir a ningún tratamiento real no se hacía respetar y los vecinos no la tenían ninguna consideración ni afecto. Sin embargo esta primera y mala impresión había sido descartada. Conforme iba transcurriendo la mañana ambos aristócratas pudieron observar que los ponyvillenses era una gente muy amigable y acogedora. Querían a la princesa, y aunque no la reverenciasen se podía observar un respeto natural derivado de la convivencia y del aprecio que la tenían y no de la autoridad. Además se podían apreciar ciertos gestos que para aquellas gentes eran de lo más normal, en tanto que para los canterloneses eran muy polémicos; por ejemplo, la princesa se juntaba en la pastelería con sus amigas como si fuese la cosa más natural del mundo, eso en Canterlot sería una utopía, allí el mero hecho de que dos o más personas de diferente clase social compartiesen mesa en un lugar público era motivo de escándalo. Al principio a ambos aristócratas, en especial a Fleur, les había costado adaptarse al ambiente de Ponyville, pero como eran gente respetuosa y amable poco a poco conforme avanzaba el día habían logrado integrarse.

Fleur recordó entonces un artículo que había leído hacía un mes en una revista de la prensa rosa, en él dos señoras de Manehattan, una aristócrata y otra de clase media, habían sido ridiculizadas simplemente por tomarse juntas un café en una famosa cafetería de la ciudad; en realidad aquella plebeya era la maestra del hijo de la noble, seguramente ambas estuviesen hablando de los estudios del niño. Fleur no conocía a las protagonistas de aquel artículo, tal vez fuese por eso que a la hora de leer aquella revista está le había parecido muy cómica y entretenida; sin embargo a su madre que también la había leído le resultó indígnate. La novia de Fancy tuvo entonces un flashback.

Fleur se encontraba en compañía de su madre; una unicornio de lomo veis, crines canosas, ojos azul cielo, un cuerno largo, patas de gallo en el rostro y una cutie mark con forma de taza de té.

En serio, hija. No sé cómo puedes leer esta basura.

Vamos, mamá. Solo es una simple revista.

¿Una simple revista? Pues mira yo no conozco a nadie de los que aparecen aquí, pero he leído todos estos artículos. Bonita forma de ridiculizar a la gente.

¿Ves? Tú también la lees.

Porque para poder juzgar algo primero hay que conocerlo. A mí no me divierten estás cosas. Y sobretodo el caso de las dos señoras de Manehattan, pobrecillas.

Solo son chismes inofensivos.

¿En serio? Esa señora y la maestra se estaban tomando un café ¿Y por eso todo este escándalo? ¿Qué tiene de malo? ¿Cuál es el problema? ¿A quién molestaban o hacían daño con ello? La prensa sensacionalista es lo más bajo de todo el periodismo.

Tú tienes amigos periodistas.

Es cierto, tengo amigos en el mundo del periodismo; pero son gente seria. Ponis que han llevado a cabo importantes reportajes e investigaciones. El autentico periodismo se centra en cosas importantes y no en humillar a la gente. Espero que por lo menos tu padre, que en paz descanse, y yo te enseñásemos a no juzgar precipitadamente a los demás ni a humillarles.

Aquí termina en flashback.

«Ahora pienso que mi madre tenía razón. Aquellas ponis de Manehattan fueron tratadas injustamente, y a saber cuántos más artículos de ese mismo tipo hay publicados y publicándose ahora mismo» pensó Fleur.

Fancy Pants y la princesa Luna tenían razón, hacían falta cambios pero no solo en el Parlamento sino también en la educación. Había que enseñar a los potrillos desde muy pequeños a no tener prejuicios y acertar a todo tipo de gente, con Fancy se había hecho, sus padres siempre fueron muy juiciosos a ese nivel; pero no todo el mundo había recibido la misma educación que el semental. En comparación con las grandes ciudades Ponyville daba la sensación de ser un lugar muy acogedor, donde sus ciudadanos no se limitaban a juzgarse y criticarse mutuamente.

Fleur volvió a mirar al grupo. Todos se encontraban en ese momento de vuelta en la biblioteca, donde Fancy hablaba con Rarity; Applejack, Pinkie Pie y Rainbow Dash jugaban a ponerle la cola al poni; Spike y fluttershy conversaban entre ellos, aunque la yegua aristócrata no prestaba atención a lo que decían; y Twilight estaba leyendo en la mesa de la biblioteca, la aristócrata de Canterlot se acercó a la princesa.

—Alteza. ¿Podemos hablar?

—Claro, Fleur. Dime y llámame Twilight. Espera un momento.

La unicornio morada hizo un hechizo para agrandar la mesa, esta vez no era tan grande como cuando todo el grupo estaba desayunando, pero aun así cabían 4 usuarios. Seguidamente Twilight le pidió a Fleur que se sentase.

—En el tiempo que Fancy y yo llevamos aquí he observado que algunas de las costumbres de Ponyville son diferentes a las de Canterlot, lo cual no es malo. Solo que…

— ¿No te acostumbras a este tipo de ambiente?

—No del todo.

—Es normal, solo habéis estado aquí menos de un día. Es muy poco tiempo para habituarse al pueblo.

—Pero Fancy se ha adaptado muy rápido.

—A lo mejor él es más adaptable a los cambios.

—Es cierto. Fancy Pants siempre ha sabido adaptarse a todo tipo de gente y de ambientes, eso es algo que admiro de él, y trato de imitarle pero no lo consigo. De todos modos os quiero pedir perdón porque al llegar aquí mi primera impresión de vos fue… no sé cómo decirlo… errónea.

—Lo note.

— ¿Lo notasteis, alteza?

—Llámame Twilight. Y sí lo note. Menudo cuadro para unos aristócratas de Canterlot. Una princesa de origen plebeyo siendo la bibliotecaria de un pueblo, negándose a recibir ningún tipo de tratamiento real, negándose a usar escolta y merendando en una pastelería pública. Seguramente pensaríais los dos que estaba loca. Además resulta que las portadoras de los elementos de la armonía son un grupo de yeguas plebeyas de clase media, lo cual para vosotros dos debió de ser toda una sorpresa.

Fleur se sonrojo de pronto. Realmente todo lo que había dicho la princesa era exactamente lo que había pensado ella. ¿Fancy Pants también lo pensó en algún momento? Posiblemente.

—Lo siento.

Twilight miró a la aristócrata un tanto confundida ¿Por qué se disculpaba tanto? Ni ella ni Fancy habían hecho nada malo en el tiempo que llevaban en Ponyville. Que diferentes eran del príncipe Blueblood, él no tenía reparo en humillar e insultar a quien fuese, pero aquella pobre chica se sentía mal simplemente porque notaba que no terminaba de encajar; lógico, el pueblo era muy diferente a Canterlot, no era tan fácil adaptarse a un cambio tan brusco en tan poco tiempo. A la unicornio purpura cuando se mudo a Ponyville también le resulto difícil en su día adaptarse al pueblo e integrarse en el grupo de sus actuales amigas.

—No tienes porque disculparte tanto, no has hecho nada. Yo también soy canterlonesa, también me costó integrarme en la aldea cuando me mude aquí. Date tiempo; te estás atormentando a ti misma sin motivo.

— ¿Usted es de Canterlot?

—Dime de tú. Nací y me crie en Canterlot pero allí nunca tuve amigos, nunca desarrolle mis habilidades sociales… Podría irme a vivir con la princesa Luna pero ¿Para qué? Yo no necesito un palacio. Podría incluso hospedarme en el ayuntamiento, de hecho la alcaldesa me lo ofreció poco después de que me coronasen, pero esta biblioteca me permite seguir estudiando magia y hechicería. Soy feliz viviendo aquí. Tengo a mis amigas y una vida estable. Y suponiendo que la princesa Luna me necesite para algo siempre puedo ir a visitarla.

—Es que creo que antes, sobretodo cuando hemos estado en la pastelería, he estado un poco fría y distante. Especialmente con Pinkie Pie, no me acostumbro a sus formas exageradas, debería disculparme con ella.

—Pinkie Pie es una chica muy alegre; le gustan las fiestas, las risas, las bromas… No hay que olvidar que ella es la portadora del elemento de la risa. Al principio cuesta acostumbrarse a su humor, a mí al menos, pero cuando la conoces bien te das cuenta de su verdadero carácter. Es muy responsable y trabajadora, siempre se preocupa de quienes la rodean; y cuando quiere ponerse seria lo hace. Sin ir más lejos esta mañana todas mis amigas, Spike y yo desayunamos aquí porque yo tenía algo que comunicarles; Applejack, Rainbow Dash y Spike aprovecharon para tomarle el pelo a Rarity ¿Sabes lo que hizo Pinkie? Les mando callar muy tajantemente y luego me cedió a mí la palabra. Sin embargo no veo por qué estas tan intranquila, Pinkie no se ha quejado de ti, no creo que este enfadada contigo.

—Pero esta misma tarde cuando estábamos en la pastelería ella intentó acercarse a mí, y yo no supe entenderlo entonces, prácticamente la esquive todo el tiempo.

— ¿Eso piensas? Creo que estás algo confundida. ¿Pinkie puedes venir, por favor?—intervino Twilight llamando a su amiga para sorpresa de Fleur.

Pinkie estaba jugando una segunda partida de ponerle la cola al poni con Spike y Applejack y Rainbow Dash. Cuando oyó que su amiga la llamaba se presento de pronto como una centella.

— ¿Qué pasa, Twilight? Sea lo sea dilo rápido. Es mi turno y Dash no deja de hacerme sombra, pero no me va a ganar.

—Es solo un instante. ¿Verdad que tú no estás molesta con Fleur de Lis?

—Claro que no. ¿Por qué he de estarlo?

—Pues díselo a ella, a mí no me cree.

— ¿No está molesta conmigo, señorita Pinkie? Ya sabe, por mostrarme antes tan distante y distraída con usted cuando estábamos en la pastelería.

—Claro que no estoy molesta. Usted no me ha hecho nada.

— Pinkie Pie, te estamos esperando. ¡Si te rajas gano yo!—gritó Dash.

— ¡Eso sí que no!—intervino la poni rosa regresando inmediatamente al juego.

Fleur miro alejarse a la poni rosada mientras sonreía.

—Ya has visto. Pinkie no estaba molesta contigo, Fleur—comento Twilight.

—Tiene razón, gracias.

— ¿Ahora vas a preguntarme por Spike?

—No sé si debo.

—Spike nació de un huevo que yo incube mediante magia en mi examen de ingreso en la academia de hechicería de Canterlot. Me encariñe con él desde el principio, y le pedí permiso a Celestia para criarlo. Él me considera su figura materna, y la verdad es que ha sido como un hijo para mí, me ayuda con mis estudios y con las faenas de esta casa-biblioteca. Es verdad que no es frecuente que un dragón sea criado por ponis, según me dijo Celestia en una ocasión no hay antecedentes, al menos que se sepa. Aunque se rumorea que Star Swirl The Bearded crio a más de un veintena de dragones, pero eso no está demostrado históricamente, y de ser así lo más probable es que los hubiese criado de forma salvaje, y no en Canterlot y en una aldea poni.

La aristócrata miró asombrada a Twilight. Fleur se había disculpado porque pensaba realmente que debía hacerlo, pero ella esperaba que la princesa se enfadase y le llamase la atención; en vez de eso se encontraba con una chica que la animaba, comprendía sus sentimientos, y le explicaba las cosas sin ningún reparo. Fleur empezaba a entender porque aquella princesa era tan querida entre sus vecinos ponyvillenses. Estaba claro que Twilight estaba dotada de una gran inteligencia y sensibilidad. Por eso seguramente Luna quería que fuese nombrada princesa por el Senado. De pronto se acerco Fancy Pants.

—Es hora de volver, Fleur.

—Sí. Ya voy. Ha sido un placer platicar usted, alteza… digo Twilight.

Fancy y Fleur se despidieron cordialmente de todo el grupo. Ambos se encaminaron a la salida de la biblioteca pero cuando iban a salir intervino Pinkie Pie.

— ¿Se van ya? Qué lástima si se quedasen unos días les haría una fiesta de bienvenida y para celebrar su compromiso. Toma, Fleur, esto es un regalo de despedida—dijo la poni rosa entregando un envoltorio a la aristócrata, dentro había un pastel de chocolate y merengue.

—Gracias, Pinkie Pie.

— ¿Su compromiso?—se extraño Twilight.

— ¿No te lo han dicho? Ambos son novios y se van a casar, luego si se van a casar hay que hacerles una fiesta, y luego otra fiesta de despedida de solteros, y otra tras la boda; y otra para celebrar que Fleur está embarazada desde hace una semana.

— ¡¿Queeeé?!—Exclamo Fancy Pants— ¿Estás en estado?

—No, es decir no creo... Aunque he tenido un retraso con mi celo pero eso no significa nada.

—Siiiiií, Fancy y Fleur van a ser papás—exclamo Pinkie.

—Espera, Pinkie Pie ¿Tú cómo sabes que nos vamos a casar, y que estoy embarazada?

—Una corazonada.

—Pinkie Pie tiene un sexto sentido. No hay quien se lo explique, pero a veces adivina las cosas antes de que sucedan—explicó Applejack.

—Perdónenos un momento, por favor—intervino Fleur llevándose a un lado al semental para hablarle a solas en voz baja.

—Espero que no tan pronto. Sería un escáldalo que me quedase en estado antes de la boda—comentó Fleur.

—Tendremos que asegurarnos, amor mío—intervino Fancy.

—Pero no lo entiendo. Usábamos protección… ¿O no usaste protección, Fancy?

—Sí pero… bueno… durante nuestro último acto se me rompió el preservativo.

— ¡Fancy Pants!

—Lo siento. Me daba vergüenza decírtelo, perdóname.

Fleur de Lis miro al semental con cara de furia, pero en tan solo unos segundos su expresión cambió a una cara apenada y preocupada que sorprendió a todos los presentes.

—Si es cierto… Si estoy esperando un hijo tuyo… ¿Me harías abortar?

— ¡¿Qué?! ¡No! ¿Cómo puedes pensar eso?

—Todos pensaran que nos casamos por el niño no por nosotros. Nos van a comer crudos.

— ¡Lo que piensen los demás me importa un rábano!

— ¡Fancy!

—Yo no me voy a casar con Equestria, me voy a casar contigo, con la chica que amo. Si a los demás no les gusta peor para ellos. Y si vamos a ser padres mucho mejor, si el niño se parece a ti será muy lindo.

Fleur no supo que contestar, se limito a abrazar y a besar a su prometido apasionadamente. Por un momento ambos olvidaron que seis ponis y un dragón les estaban mirando.

—Heiii, tortolitos, dejar un poco para la boda y la luna de miel—bromeó Rainbow Dash.

—Lo siento, princesa. ¿Qué pensareis de nosotros?—exclamo Fancy sonrojándose al igual que Fleur, quien también se puso roja.

—Pienso que tenéis mucha suerte de amaros mutuamente—aclaró Twilight— ¿Cuándo será la boda?

—En dos meses—contestó Fancy.

—Bien. Pues si el Senado finalmente me confirma como princesa yo misma oficiaré la ceremonia.

— ¿En serio?

—Sí, Fancy. En serio.

— ¿Tú puedes oficiar ceremonias de boda, Twilight?

—Cualquier miembro de la realeza puede, Dash.

FIN DEL CAPÍTULO 9


Hola bronies y lectores.

¿Qué les pareció el capítulo?

En este episodio quise dar protagonismo a Cadence como princesa del amor, de ahí que ella reconcilie a los padres de Twilight. También quise enfocar a Luna como gobernante.

En principio los capítulos 9 y 10 iban a ser uno solo, pero de ser así el episodio noveno sería muy extenso por eso lo dividí.

Eso es todo por ahora.

Dejen, por favor, sus reviews.

Nos leemos.

Next Chapter: CAPÍTULO 10: AFECTO Y SUFRIMIENTO 3ª PT Estimated time remaining: 0 Minutes
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